Regreso.

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El relojero esquivó otro golpe. Hacerlo era relativamente fácil, haciendo que empiece a teorizar el hecho de que tal vez Thor casi nunca llegó a luchar a puño limpio, limitándose meramente a usar su Mjolnir. Inclinó su cabeza a la izquierda, evitando un puñetazo directo del dios del trueno y contraatacó con un potente gancho a la barbilla, haciéndole retroceder. Thor pasó el dorso de su mano a su boca limpiandose la sangre, nuevamente sacando una sonrisa que incomodó al relojero.

—Rayos —Thor volvió a ponerse en guardia, sonriente. —. Qué desperdicio que seas un humano.

Instintivamente, el relojero sonrió también, pero intentando negar que estaba empezando a disfrutar la pelea contra el Dios, cambiando su expresión a una seria al recordar que esa batalla era a muerte. Thor avanzó y lanzó un derechazo, nuevamente sin lograr darle a Lincoln, que había tomado su muñeca y comenzando a aplicar presión contra ella.

—Lo siento mucho —Comenzó a apretar con más fuerza la muñeca de Thor. —, pero no planeo morir, así que tendré que ignorar las normas del boxeo.

Y pese a eso, Thor estaba sonriendo, como si tuviera en sus manos el resultado de la batalla.

En la zona superior de las gradas, Brunhild se mordía la uña de su pulgar, nerviosa, Geir solo la miraba extrañada.

—Hermana... ¿Sucede algo? Loud está ganándole, él tiene la ventaja, ¿Qué es lo que te está inquietando?

—¿No lo ves, Geir? —Apuntó nerviosamente a Thor. — Él no está preocupado en lo absoluto. ¿Ves sus guantes? Está queriendo que Loud los rompa.

—¿Qué? —Miró con confusión los guantes negros de Thor, los cuales le llegaban hasta los codos. — Creí que sus guantes lo protegían del poder de su Mjolnir...

—No es así, Geir —Interrumpió levantando la voz. —. Es todo lo contrario, los guantes no protegen a Thor del Mjolnir... sino que protegen al martillo de él.

Lincoln vió de reojo como los guantes de Thor comenzaban a agrietarse, extrañado, pero decidiendo presionar más la muñeca. El dios del trueno con su mano libre lanzó otro golpe, lo bastante rápido para que parezca real, pero a la vez lo suficientemente lento como para que Lincoln lo atrape, y así fue. El relojero tomó con su otra mano el golpe de Thor desde la muñeca, aplicando tanta presión como con la otra mano, comenzando a agrietar ese guante negro también. Vio de reojo como Thor sonreía, pero se centró en seguir apretando sus muñecas, hasta que de pronto, escuchó detrás del dios un sonido parecido a un latido, y sin previo aviso, recibió una fuerte patada al abdomen haciendo que suelte las muñecas y caiga al suelo sosteniendo su estómago en busca de aire.

—Ya era hora. —Thor se sacó los guantes, dejando sus manos desnudas y caminando hacia su martillo.

—¡DAMAS Y CABALLEROS, EL TODOPODEROSO DIOS DEL TRUENO HA DEJADO EN EL SUELO A LINCOLN LOUD! ¿SERÁ QUE FUE SUFICIENTE PARA DEJAR A LA ESCORIA FUERA DE...?

—¡Ya cállate! —Gritó un Lincoln que lentamente se ponía de pie, intimidando por un momento a Heimdall. Soltó una risa una vez se puso de pie. Había recibido una buena patada, y le pareció divertido, ¿Hace cuanto no sentía algo así? Claro, fue hace cuatro años cuando...

Sacudió la cabeza. No, el no podía volver a ser así, no por una pelea a muerte... ¿Entonces por qué la estaba pasando tan bien aún cuando ya había peleado antes? Intentó quitar esa pregunta de su cabeza mientras veía a Thor, el cual estaba junto a su martillo.

De pronto, el martillo de Thor comenzó a agritarse, y una luz roja comenzó a emitirse de él. Thor sonrió, levantandolo con un solo brazo, sonriente.

—Ya era hora de que despiertes, dormilón —Volteó a Lincoln, el cual instintivamente se puso en guardia. —. Relojero. Mis expectativas en tí son altas. Soporta ese ataque.

De un salto, Thor quedó a unos centímetros de Lincoln, de un movimiento levantó su martillo, y rápidamente lo bajó para pegar un fuerte martillazo. Lincoln puso sus manos hacia el martillo, con intenciones de parar el ataque de Thor. Cuando el martillo impactó con los guantes blancos de Lincoln, este notó que ese ataque era diferente, si el Mjolnir había "despertado" como dejó en claro Thor, entonces ahora era más peligroso que antes. El relojero sintió como el martillo bajaba más y más y también notaba que sus piernas comenzaban a dolerle, así que antes de que Thor logre matarlo por su claramente fuerza superior, soltó el martillo y saltó rápidamente hacia atrás mientras veía como el martillo golpeaba el suelo soltando un enorme y resplandeciente impacto azúl frente a él.

Una vez el resplandor se desvaneció, Lincoln se agachó y levantó levemente la manga de su pantalón, abriendo los ojos y tragando saliva. Había un enorme moretón de color negro en la zona antes del pie, rápidamente levantó la manga del otro pie, viendo que había otro de la misma gravedad. Seguramente habían aparecido por el saltó anterior y por intentar aguantar el martillo.

—Mierda —Dijo para si mismo. —. Si hago algo brusco realmente podría quebrarme las piernas.

—Bueno... técnicamente lo que hiciste fue sobrevivir al ataque, así que es suficiente. —Thor volvió a levantar el martillo, y con mucha fuerza lo lanzó hacia Lincoln.

El martillo giraba y se dirigía rápidamente hacia Lincoln, pero rápidamente el relojero se agachó, esquivando el ataque. Sabiendo que era una oportunidad única, comenzó a correr hacia Thor con intención de darle el golpe más fuerte que podía dar hacia su cuello, y si tenía suerte, podría matarlo, ya no podía vacilar. Estaba a unos centímetros de él, dispuesto a dar el golpe más fuerte que podría propinar, hasta que escuchó una voz desde las gradas.

—¡Lincoln, detrás de tí! —Había gritado la pequeña Lily.

El relojero volteó y se dió cuenta que el martillo estaba a pocos metros de él. Rápidamente se agachó, y al voltear un segundo después, se dió cuenta que Thor, con una enorme sonrisa de oreja a oreja, tenía el brillante martillo levantado, a punto de bajar su Mjolnir. Lincoln había caído en la trampa del Dios del trueno sabiendo que no tendría tiempo para alejarse, así que con sus pocas fuerzas debido al cansancio, puso sus manos al frente, con intención de detener el enorme martillo frente a él.

Un resplandor azúl aún más enorme que el anterior cubrió todo el campo de batalla, las hermanas de Lincoln estaban temblorosas por lo que podría pasar, excepto una. Lily miraba perseverante, con la enorme esperanza de que su hermano pudiera vencer al Dios. Los dioses solo miraban con atención, esperando a que la luz se desvaneciera para ver el resultado.

Zeus solo se rascaba la barba mientras a su lado, Hermes bebía el té que se suponía era para el padre del cosmos pero que este olvidó pedir.

Una vez la luz se desvaneció, todos vieron con sopresa que Lincoln estaba deteniendo con algo de dificultad el martillo que aún no había logrado golpearlo.

—¡Eso, hermano! —Gritó Lily.

Todos comenzaron a festejar, hasta que...

—Oigan, chicas... —Dijo Luna nerviosa. — Soy yo, o...

—Lo está parando con un brazo... —Luan llevó sus manos a la boca, aguantando las lágrimas.

Lo que había sido el brazo izquierdo de Lincoln, ahora era una masa colgante de color negro ensangrentada, sin el dedo anular ni el meñique, y muy seguramente con todos los huesos de esa zona fracturados. Para sorpresa de las hermanas y en parte de Thor, el fuerte estruendo había hecho volar el tinte negro del relojero, revelando una brillante cabellera blanca que resaltaba en el escenario. Con todas las fuerzas que le quedaban, comenzó a empujar con más determinación...

Hasta que escuchó un pequeño crujido desde el suelo.

—Mierda... —Dijo haciendo una mueca de dolor.

Thor detuvo el ataque, dejando a Lincoln caer al suelo sosteniendo su pierna fracturada, respirando pesadamente, intentando no soltar ningún quejido. El dios del trueno dió varios pasos atrás, como si estuviera esperando el siguiente movimiento del relojero. Lincoln levantó la mirada, su rostro parecía cansado, como si estuviera consciente de que ya había perdido.

Zeus desde las gradas, comenzó a soltar una carcajada, pero Hermes mantenía su postura.

—¿No te da risa cuando un hombre lucha con todas sus fuerzas y aún así cae, Hermes?

Lincoln miró su otra pierna. No había sido rota, pero sabía que el siguiente movimiento que haga, significaría su fractura. Suspiró. ¿Debería rendirse para seguir vivo? Era una lastima. Estaba a punto de reconocer que se estaba divirtiendo.

—¡Levántate, Lincoln! —Gritó Lily, parándose de su asiento, quedando al borde de las gradas. — ¡¿Crees que una pierna rota es suficiente para vencer a mi hermano?!

Lynn miró a Lily, y rápidamente comenzó a alentarlo también.

—¡Eso, arriba Linc, arriba, esto no es nada para tí, eres más fuerte que eso!

—¡Vamos, Lincoln, vence a ese Dios, el no es nada al lado tuyo! —Lana comenzó a silvar como muestra de apoyo a su hermano.

Y para sorpresa del relojero y sus hermanas, el resto de humanos en el público comenzó a brindarle ánimos.

—¡Levántate, chico!

—¡Arriba, muchacho, solo un poco más, recuerda que tú fuiste quien dañó a Thor primero!

—¡Levanta, Loud!

—¡Tu puedes niño!

—¡Levantate en un solo pie, rápido!

Todos comenzaban a gritar su nombre al unisono, otros le silbaban, y el resto miraba con atención, orando en silencio para que se levante. El relojero sonrió, dándose cuenta de algo. El pelinegro que alguna vez existió por cuatro años había muerto, y mientras con todos sus esfuerzos comenzaba a ponerse de pie aún con el dolor, el peliblanco de once años comenzaba a ascender, regresando a la pelea mientras soltaba una carcajada.

—¡Vamos Lincoln, ganale a Thor, vencelo! —Gritó Geir, dándole ánimos.

A su lado, Brunhild estaba sonriente al ver como Lincoln finalmente se puso de pie.

—Vaya —Dijo Shiva desde el otro lado, rascándose su cabellera. —. Los humanos realmente son crueles. Hacer que un niño se levante pese a tener la mitad de sus extremidades rotas... ¿Tú qué piensas, Afrodita?

—Pobre humano —Soltó luego de unos segundos. —. Aún así, fue divertido ver como se esforzó y logró dañar a Thor, ¿No crees?

—Supongo. Tal vez subestimamos la fuerza de esas sabandijas... ¡Dios, no puedo esperar a que sea mi turno en este torneo!

Parado de un solo pie y sonriente, el público comenzaba a gritar de la emoción por ver al representante de la humanidad levantarse otra vez. Thor soltó una carcajada de emoción al verlo, y levantó su martillo una vez más.

—Si no fueras un humano, me hubiera gustado llamarte rival... Muy bien, relojero —Dio un gran salto atrás, dispuesto a hacer el mismo movimiento anterior. —. Vamos a terminar este encuentro en nuestro próximo ataque.

Lincoln sonrió nuevamente, decidiendo que su próximo golpe sería el más fuerte que daría en su vida. Thor lanzó su martillo, pero Lincoln no se movió, sabiendo que no le daría de lleno, en cambio, esperó un poco más hasta que el Mjolnir volvió a Thor. Con mucha fuerza, Lincoln salió disparado de un solo pie hacia el Dios del trueno, ignorando que su otra pierna se había roto, dirigiéndose a Thor, el cual ya estaba con su martillo, a punto de golpear.

Y, finalmente, el martillo de Thor y el puño de Lincoln impactaron entre sí.

Otro estruendo sacudió el lugar, pero está vez, todos sabían que era el último. Lily estaba con las manos juntas, rogando en silencio por la victoria de su hermano.

Zeus estaba al borde del asiento, emocionado por ver la conclusión del combate.

Brunhilnd y Geir se mantenian en silencio, no obstante, la Valquiria peliazul se estaba comiendo las uñas, nerviosa.

El resplandor se desvaneció... y para sorpresa de todos...

Thor estaba de pie, con el martillo en su hombro.

Y Lincoln Loud estaba arrodillado, sin su brazo derecho, con la mitad de su cuerpo quemado, y, evidentemente, en sus últimos momentos de vida debido al daño.

Soltó un quejido, y Thor lo miró fijamente, como si quisiera escuchar cada palabra que saldría de él.

—Yo... di mi mejor golpe... lo di todo...

—Lo sé. —Respondió Thor. No sonreía, pero no se le veía decepcionado.

Lincoln sonrió sinceramente. ¿Hace cuanto no hacía eso?

—Oye... fue... divertido. Ya no puedo negarlo —Comenzó a cerrar los ojos, y una luz de color verde lo cubría. —. Yo... tengo sueño... ¿Te molesta si duermo un momento...? Cuando despierte... ten por seguro que... seguiré peleando...

Dió su último respiró. Como si fuera de cristal, su comenzó a romperse a tal punto de convertirse en un brillante polvo verde junto a la Valquiria que lo acompañaba. Thor miró al cielo, viendo como Loud se convertía en polvo de estrellas y se perdía en el espacio. Suspiró, volteando y comenzando a caminar a la salida.

Geir soltó lágrimas de lástima, y comenzó a soltar sollozos al ver a su hermana mayor desvanecerse junto a Loud.

—Hermana... —Miró a Brunhild con las lágrimas corriendo por sus mejillas. —. ¿Por qué...?

—¿Se convirtió en polvo de estrellas? —Su mirada era severa, estaba molesta, y ocultaba con mucha firmeza su tristeza. —. En el ragnarok, los combatientes entran en una batalla de almas. Lincoln Loud no irá al Valhalla, ni al paraíso. Al morir, su destino es volverse polvo de estrellas e ir por el universo por el resto de la eternidad... junto con nuestra hermana Randgrírg... —Sus labios temblaron por un momento.

Geir unos segundos después comenzó a llorar con fuerza mientras se ponía de rodillas. Brunhild comenzó a caminar fuera del lugar, mientras Heimdall anunciaba el resultado de la batalla.

—¡DAMAS Y CABALLEROS, DIOSES Y DIOSAS, LA PRIMERA BATALLA DEL RAGNAROK, LA LUCHA FINAL ENTRE EL DIOS Y EL HUMANO, HA CONCLUIDO CON LA VICTORIA DE NUESTRO BERSERKER DEL TRUENO, EL DIOS THOR!

Los dioses comenzaron a festejar eufóricos, mientras que el público de la humanidad quedó en silencio. Lily se quedó mirando el escenario en silencio, mientras que la mitad de sus hermanas comenzaba a llorar por la perdida de su hermana, mientras tanto...

—¿Qué sucede, Leni? —Preguntó Lynn mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano y aguantaba sus sollozos.

—Nada, es que... —Limpió sus lágrimas, mientras sonreía. — ¿No lo viste?

—¿Ver qué?

—Nuestro Lincoln. El Linky que nos quería había vuelto. Antes de morir ví como sonreía como lo hacia nuestro Linky, y él... oh Dios... —Llevó sus manos al rostro, volviendo a sollozar. —. ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡¿Qué vamos a decirles a papá y mamá?!

Lori abrazó a Leni por detrás, también estaba llorando, pero intentaba mantenerse fuerte al ser la mayor.

—No lo sé, Leni... realmente no lo sé... Ni siquiera sé cómo vamos a explicarle esto...

En las zonas altas... Zeus solo festejaba con las manos alzadas por la victoria de Thor.

—¡Eso, Thor, sabía que dejarías a ese mocoso en su lugar! —Miró a su lado, emocionado. — ¡¿Viste eso, Nórdico?! ¡Debiste haber participado, te vas a perder de un gran espectáculo!

Odín sólo miraba con atención la arena. Zeus suspiró, realmente le molestaba que lo ignorase así. El dios nórdico suspiró, si tan solo el griego se hubiera dado cuenta que Loud había demostrado que un humano podía dañar a un Dios, no estaría festejando tan eufóricamente como lo estaba haciendo.


—Vaya, esto es el ragnarok —Llevó la paletita de fresa a su boca, sonriendo al ver semejante batalla. —. Mi versión alterna supo luchar, supongo.

Miró alrededor de la habitación, parecía ser bastante cómoda, era grande, las paredes eran de color rojo, había una gran cama circular frente a él, y en la pared del frente, una pantalla la cual acababa de proyectar el combate.

La puerta se abrió, y un hombre alto, delgado, con un chaleco negro y pantalones de cuero y cabello verde que llegaba hasta los hombros entró, dejando extrañado al "chico"

—Lamento entrar así de repente, pero Brunhilnd te había encerrado aquí, ¿Verdad?

Esperó unos momentos para responder.

—Esa zorra dijo que era demasiado peligroso para andar suelto, así que solo me explicó la situación y me dejó encerrado en esta medianamente cómoda habitación. ¿Y tú eres...?

—Oh, lo siento, ¿Dónde están mis modales? —Extendió su mano, queriendo dar un apretón de manos. — Loki, Dios de las mentiras.

Tomó su mano, dando un firme apretón.

—Nega.

—Oh, lo sé —Dijo burlonamente. —. Eres una celebridad entre los dioses... y yo realmente quería conocerte desde hace tiempo. —Sonrió Maliciosamente.

Nega soltó su mano, y se sentó en la cama.

—Ví la lista, ¿Sabes, Nórdico? Técnicamente somos enemigos, así que quiero saber a qué viniste. ¿Acaso serás mi rival?

Loki se encogió de hombros.

—Tal vez, tal vez no. Solo quería hablar contigo.

—¿Por qué? —No dejaba de sonreír. Todo se sentía tan... nuevo.

—De cierto modo, creo que somos iguales, así que creí que sería agradable tener una charla contigo, demonio.

Nega sonrió internamente. Él era listo, con los años aprendió a saber las intenciones ocultas de la gente en base a sus expresiones, ojos, y hasta tono de habla, y había algo de lo que estaba totalmente seguro.

Todo lo que soltó, soltaba y soltará ese Dios, no era más que pura mierda.