Capítulo 6: Hexide.
Corría despavorida por los pasillos de la academia con un único objetivo.
Huir.
Sentía que su vida corría peligro y que si no escapaba, pues algo malo podría pasarle.
La escuchaba a unos pocos metros de su posición. Obviamente quería hacerle daño. No pensó muy bien las cosas, simplemente lo hizo y ya.
Sentía que muy en el fondo fue muy satisfactorio verla de esa forma pero ahora mismo pagaba las consecuencias de sus actos.
Ella estaba furiosa y en cualquier momento la alcanzaría para romperle los huesos uno por uno. Sería una mentirosa si diría que no se lo merecía. Pero lo que hizo fue algo extremo y que molestaría a cualquiera.
Más tarde habría tiempo para lamentarse. Ahora solo debía huir por su vida.
Era lo primordial.
Hace unas cuantas horas.
Luz se encontraba de brazos cruzados viendo de forma cansada mientras la chica rellenita la estudiaba con la mirada.
Llevaba así unos minutos y ya empezaba a molestarle.
—¿Cuándo piensas detenerte? —Preguntó sería.
—¡Iiiiiiiiik! —La otra simplemente salto alarmada al momento en que daba un salto por el susto.
Estaba tan concentrada levantando la camisa de Luz viendo su abdomen marcado, que la voz de la latina la sacó de su momento de curiosidad.
Bajo rápidamente la camisa de la humana y se alejo un par de pasos.
—¡Perdón! —Se disculpó Willow con sus mejillas sonrojadas. —Es que nunca había visto uno...
—¿Un abdomen marcado? —Bromeó Luz. Acto seguido volvió a levantar su camisa mostrándole sus músculos a la joven bruja.
–¡Jajajaja! ¡NO! —Río Willow divertida. Luz bajo su camisa nuevamente. También reía un poco. —Me refería a un humano.
—Si, eso imagine —dijo Luz. Volteó a ver a otra parte para luego ver de reojo a la peliazul. —¿Eres estudiante de alguna escuela cercana? —Preguntó. Obvio eso ya lo sabía pero debía disimular, ganarse su confianza y luego lograr su objetivo.
—¡Así es! —Exclamó Willow. Cerró sus ojos, alzó su barbilla y puso sus brazos en su cintura. Era cómo si estuviera orgullosa de ser una estudiante de la academia Hexide. —Soy una feliz estudiante de la academia Hexide y voy en la clase de... —De repente abrió sus ojos y mientras adoptaba una postura de brazos caídos, dijo... —La clase de abominables... —Era cómo si tuviera asco de decir esas palabras.
—Eso no me suena muy feliz —comentó Luz con una sonrisa burlona.
—Bueno, es complicado... —Empezó Willow. —Mis padres me inscribieron en esa clase, pero a mi me gustan más las plantas y por eso me hubiera gustado estar en la clase de plantas mágicas... —Contaba mientras caminaba de un lado a otro. Luz simplemente puso una expresión cansada. Era cómo si le dijera "Oh vaya, cuéntame más y luego te digo si me importa". —Pero lo malo es que tengo que decírselo al director y sin una buena demostración no podría cambiar de clase... —Volvió a quedar en un posición encorvada hacia adelante con los brazos caídos.
Luz coloco una mano sobre el hombro de la chica. Esta la volteo a ver. Vio una sonrisa en la humana que le provocaba confianza. Ella sonrió también.
Era lo que necesitaba. Una buena amiga que no la estuviera molestando a cada minuto.
—Ay chica, pero que imbécil eres —dijo Luz mientras negaba con su cabeza.
—Ay graci... —Willow iba a agradecer pero abrió sus ojos lo más que pudo al escuchar cómo la acababan de llamar. Incluso su expresión cambió a una estupefacta. —¿P-per-perdon? —No supo que más decir.
Ni cuándo Amity, Boscha o sus amigas la molestaban, recibía insultos tan feos.
—Lo que escuchaste, ¿Dices que el director necesita una demostración de tu magia para que te cambie de clase? —Preguntó. Willow asintió. —Allí está, solo haz que salgan esas plantas de hace rato del suelo, ordenales que lo agarren de un pie y que lo pongan de cabeza, tal vez así ve tu potencial. - Sugirió para luego guiñarle un ojo a la chica rellenita.
Esta simplemente desvío la mirada. En más de una ocasión pensó en hacerlo pero no tenía el valor.
No tenía el valor para nada.
¡AAAAAAAAHHHHH!
Se escuchó un extraño grito de agonía.
Eso hizo que Luz alzará una ceja y que Willow se estremeciera.
—¡Oh no! ¡Es hora de la primera clase y no termine mi abominable! —Gritó aterrada mientras se sujetaba la cabeza con ambas manos.
Estaba perdida.
La latina simplemente rodó sus ojos a un lado y dijo.
—Que pena, si me disculpas yo iré a cambiarme de ropa —avisó. Empezó a jalar sus shorts, era como si los tuviera pegados. —Siento que tu extraño lodo se me metió en mi ropa interior... —Dijo con una sonrisa.
Y así sin más preámbulos se disponía a dejar sola a la chica de anteojos. Hubiera seguido con su plan pero odiaba andar asquerosa así que lo dejaría para después.
—¡Eso es! —Exclamó Willow.
Luz la volteó a ver.
—¿Qué?
¡Splash!
No pudo decir nada más ya que recibió de lleno en la cara más de ese lodo morado. Simplemente cerró sus ojos. En cualquier momento saltaría sobre Willow para molerla a golpes.
¡Splash!
Willow tomó un poco más de lo que debería ser su abominable y empezó a embarrarlo en el cuerpo de Luz. En la cara, en los brazos, en el estómago, en las piernas. Todo eso ante mirada furiosa de la humana quién sólo observaba y esperaba para estallar de ira.
—¡Listo! —Exclamó Willow satisfecha. Puso sus manos en su cintura y observó sonriente lo que acababa de hacer.
La humana se vio a sí misma. Estaba aún más embarrada de esa porquería. Volteó a ver a la culpable de su estado y dijo...
—Tienes un segundo para decirme por que hiciste eso antes de que te haga trizas —amenazó.
Y cómo si fuera una sentencia de muerte. Instantáneamente la de anteojos empezó a temblar, sentía mucho miedo. Ni siquiera cuándo Boscha, Amity o sus amigas la molestaban había sentido tal cosa.
Si sentía disgusto o rabia, pero nunca un terror cómo el que sentía al ver a la chica enfrente suyo observarla con una expresión asesina.
—B-bueno... Pensé que me podrías ayudar a fingir ser mi abominable... Cómo ya somos amigas creí que no habría problema... Pero el pánico me hizo actuar de forma impulsiva... Perdóname... —Bajó la mirada. Estaba muy apenada.
Luz simplemente se tronaba sus nudillos. Le importaba un carajo que la chica usará magia. Le iba a arrancar los miembros pasará lo que pasará.
Camino un par de pasos pero cuándo Willow levantó su mirada y la vio con lágrimas en sus ojos, la hizo parar en seco.
—Oh no... —Dijo Luz. Al parecer un recuerdo vino a su mente.
—Por favor... Ayúdame... —Pidió Willow ya muy desesperada.
Eso hizo retroceder a Luz.
—Y de remate usa las mismas palabras que ella... —Murmuró la humana con furia.
Recordó entonces a una chica estúpida que no la dejaba sola en su antigua escuela. También parecía una nerd cómo la bruja que tenía enfrente. Aunque ella era de gran ayuda ya que le hacía sus tareas y eso, pues no le gustó cómo acabó la pobre.
Pero no fue su culpa.
Ella se lo busco por andar siguiéndola a todas partes.
Luz enderezó su postura. Bajó la mirada y mientras cerraba sus ojos recordó unas palabras que alguien le dijo.
Ella simplemente quería ser tu amiga y tu la mataste, ¡La mataste! ¡No tenía que acabar así!
Sin duda alguna esas palabras que esa chica de origen Tailandés le gritó en la cara, dolieron un poco.
Pero que se le iba a hacer.
—Muy bien, esto es estúpido... Pero te ayudaré niña —murmuró con sus dientes apretados. Aunque no sabía por qué accedía a ayudarla.
—¡Gracias! —Agradeció Willow. Acto seguido abrazo con fuerza a la humana.
—Ugh... —Gruñó esta. Odiaba estas muestras de afecto inútiles.
Y ya cuándo Willow se separó de ella, se atrevió a preguntar.
—¿Y qué se supone que debo hacer?
Un rato después.
—Para que demonios pregunté... —Murmuró Luz con fastidio. Iba metida dentro de un caldero, el cuál estaba sobre una carretilla que iba siendo empujada por una sonriente Willow.
—¡Shhhh! Los abominables no se quejan —la silencio la de anteojos.
—Grrrr... —Gruñó Luz muy molesta. En verdad ni sabía para qué aceptó dicha propuesta de la idiota de cabello azul.
Sin duda alguna esto era muy humillante. Fingir ser un abominable osea hacerse pasar por un monstruo sin cerebro que solo sigue órdenes, era cómo ser una esclava.
Estaba empezando a pensar en volver a su mundo y mejor ir a la cárcel. Ya que empezaba a odiar este lugar mucho más de lo que ya lo odiaba al principio.
Mientras tanto la chica de anteojos iba muy sonriente empujando su carretilla.
—¡Willow! ¡Willow! ¡Willow! —De pronto llego aquel chico de color haciendo que ella detuviera su paso.
—¿Qué pasa Augustus? —Preguntó Willow un tanto alarmada al ver a su amigo cubierto de basura.
—¡Boscha y sus amigas me persiguen y quieren meterme en el bote de la basura! —Exclamó este muy asustado. —¡Otra vez! —Gritó.
Willow tembló. Debía apresurarse en ir a su clase. Podría ser la siguiente. Aún recordaba cuándo la metieron a ella en el bote de basura y lo peor de todo es que se quedó atorada en el por mucho tiempo.
—¡Debes ocultarme! —El pequeño chico la trajo de vuelta a la realidad.
Y sin esperar respuesta de su amiga, se metió en el caldero.
¡PAM!
—¡AHG! —Gritó él.
Y es que de un puñetazo Luz lo sacó de allí. No necesitaba compañía y menos de un pequeño insecto.
Él se tocaba la mejilla dónde recibió el golpe. Estaba tirado en el suelo viendo el caldero sumamente impactado por lo que acababa de pasar.
—¿¡Qué fue eso!? —Gritó sorprendido.
—Am... —Willow no supo que decir. Esta misma estaba sorprendida por lo que acababa de pasar. Sabía que la humana era temperamental pero no al punto en que se atreviera a pegarle a uno de sus amigos. Tal vez esto fue muy mala idea. —Es mi abominable... Jeje... —Dijo ella para luego esbozar una enorme sonrisa nerviosa.
El chico alzó una ceja. Se levantó y se acercó al caldero.
Y cuándo estaba a punto de quitar la tapa.
—Si tocas este caldero te haré picadillo —amenazó Luz desde el interior de este.
Eso hizo retroceder al chico. Ahora estaba más asustado que cuándo estaba siendo molestado por Boscha y su grupo.
Lo cuál era muy raro.
—Vaya, vaya, vaya... —Dijo una voz a las espaldas de ambos.
Willow y su amigo voltearon nuevamente. Boscha y sus amigas los observaban de manera engreída mientras estaban de brazos cruzados.
—Oye Skara, ¿Acaso es mi cumpleaños? —Le preguntó Boscha a su amiga de cabello blanco.
—No sé amiga, ¿Por que preguntas? —Dijo Skara con una sonrisa.
—Pues por qué no esparaba que me obsequiarán un par de sacos de boxeo nuevos —dijo la pelimorada mientras observaba a sus víctimas con una expresión malvada.
Ambos temblaron y casi se orinan encima al ver cómo la chica más fuerte y popular de la escuela se acercaba a ellos mientras se tronaba sus nudillos.
No tuvieron más remedio que abrazarse y esperar su inminente fin mientras temblaban mucho.
—Fue un placer haberte conocido Willow —dijo él.
—Igualmente amigo... —Dijo ella.
Boscha estaba enfrente de ellos cuándo un quejido lleno de fastidio se escucho desde dentro del caldero de Willow.
—Oye inútil, ¿Por que no me ordenas salir a defenderte? —Propuso Luz desde su encierro. Ni ella sabía para qué le dijo eso.
Eso hizo que Boscha se detuviera en seco y viera el caldero con una ceja levantada.
—Esperen... ¿Eso que habló fue un abominable? —Preguntó Skara un tanto confundida.
—Bueno... —Willow ya no sabía que decir al respecto.
—¡Jajajaja! —Río la pelimorada a carcajadas. —Un abominable no es rival para Boscha, la capitana del equipo de Grudgby. —Alardeo está. Acto seguido, se acercó al caldero y se dispuso a ver el interior.
Pero no más quitó la tapa y...
¡PAM!
Recibió un puñetazo en su barbilla lo que hizo que cayera sentada al suelo.
—¡Ah! —Se quejo por el dolor. Se tocó el área afectada ya que si que le dolía muchísimo.
Todos los presentes vieron con la boca abierta y totalmente impactados lo que acababa de pasar.
—¿¡Que fue eso!? —Gritó la peliverde mientras se sujetaba la cabeza.
—No lo sé Amelia... Pero ya me dio miedo... —Comentó Skara asustada.
Ver a su amiga caer si que les quitaba el valor en exceso.
Willow se quedó sin habla por lo que la humana hizo. Eso la llenó de un sentimiento que no había tenido antes.
Venganza.
Apretó sus dientes y mientras recordaba todo el mal que ellas le hicieron, grito mientras las señalaba con su dedo.
—¡Abominable ataca!
Todas excepto Boscha dieron un paso atrás.
¡PAM!
De un golpe, Luz quitó la tapa del caldero y de un salto con voltereta salió de allí. Cayó de pie entre medio de Willow y las chicas que la molestaban.
—¿Quién sigue? —Preguntó mientras se tronaba sus nudillos.
Boscha se levantó del suelo y encaró rápidamente al extraño abominable, el cuál era más bajito que ella.
—Te haría pedazos ahora mismo si no fuera por que las reglas impiden que los estudiantes usen magia para agredirse entre ellos —amenazó mientras señalaba a la humana abominable con su dedo.
Luz quién tenía una expresión seria fue cambiandola hasta sonreír de una forma un tanto vil y cruel.
—Asi que sin magia, ¿Eh? —Murmuró. —Lástima que para ti... Yo no soy una estudiante.
Boscha se quedó sin habla y mucho más cuándo el abominable de Willow la tomó del cuello de la camisa. Tembló un poco al verlo levantar su puño para obviamente darle con este en la cara.
Estaba perdida. No podía usar magia. Podría ser expulsada por andar peleando en la escuela y su reputación se iría al demonio.
Solo un milagro podría salvarla.
—¡Es un abominable muy genial, Willow! —Dijo Skara.
Afortunadamente para ella, sus amigas intervinieron pero no de la forma en que hubiera querido.
Vio que Skara, Cat y Amelia rodearon al abominable y empezaron a admirarlo.
No supo por qué pero se sentía desplazada de repente.
—Es tan diferente de otros que he visto... —Dijo Cat la chica de color que usaba anteojos.
Luz de pronto se sonrojo. Se sentía como un fenómeno.
—No lo sé chicas, parece que... —Amelia la miró fijamente a los ojos. Algo no estaba bien. Willow por su parte temió qué la descubrieran. —¡Willow ha descubierto un nuevo tipo de magia! ¡Una que te permite crear abominables asombrosos! —Exclamó esta con alegría.
Mientras sus amigas observaban y hablaban tonterías acerca de esa cosa que la inútil de Willow creo, Boscha se hallaba distante, observaba de reojo mientras tenía sus brazos cruzados.
Odiaba no ser el centro de atención.
Pero por otra parte, Luz se empezaba a incomodar por tanta cercanía y observación de estas raras.
—Uhmmm... —Musito Skara mientras se hallaba detrás del abominable, observaba la parte trasera de este. Algo le fascinaba de la creación de Willow y sabía muy bien lo que era. —Veo que esta muy bien equipado... —Dijo en voz baja para luego morderse el labio inferior.
Observaba el trasero de Luz con una expresión relajada. Espero a que todas estuvieran distraídas para hacer su movida y cuándo vio su oportunidad, acercó su mano rápidamente para poder tocarlo.
Pero otra mano agarró su muñeca deteniéndola en el acto. Esta alzó la vista y vio que el abominable de Willow la observaba de reojo mientras negaba con su cabeza.
—Lo siento pero esa parte no esta disponible en este momento... —Dijo Luz muy seria. Pero luego sonrió y continuó. —Tal vez en otra ocasión...
Skara se sonrojo al máximo por eso que dijo el abominable. Cuándo este la soltó, no pudo evitar tocar su muñeca.
—Ahora mismo estoy sintiendo cosas que no sabía que podía sentir... —Murmuró.
—¿Qué dijiste? —La voz de Boscha la hizo voltear.
Su amiga se veía furiosa.
—¿Qué pasa? —Preguntó Skara con cansancio.
—Lo que pasa es que ustedes desperdician tiempo alagando las creaciones del enemigo —las regañó Boscha.
—¿Y tu punto es? —Skara simplemente se cruzo de brazos. No sabía que le pasaba a su amiga.
—¡Nada! —Gritó la pelimorada alzando su brazos por lo alto. —¡Nos vamos! —Ordenó.
Las demás simplemente bajaron la mirada y a regañadientes se fueron siguiendo a su líder.
La cuál simplemente volteó un vez más para observar de forma asesina a Willow y a su creación. Esto no había acabado aún.
—Raritas —dijo Luz sin muchos ánimos. Al parecer no había mucha competencia en esta academia por lo que iba a ser muy aburrida gobernarla cuándo estudiara aquí. —Mejor andaré sola que mal acompañada... —Murmuró.
Se dio la vuelta y se encontró con un par de tarados que no dejaban de sonreír y de mirarla de una manera soñadora.
—¿Si? —Se atrevió a preguntar.
—¡Eso fue increíble! —Gritó Willow muy feliz.
Iba a abrazar a su nueva amiga pero esta la detuvo poniendo su mano en su cara.
—No doy abrazos... Besos tal vez, abrazos no —comentó Luz con expresión cansada.
Willow no decayó por ese rechazo. Seguía feliz, sentía mucho valor estando cerca de Luz, la humana. Era asombroso que pudiera vencer e impresionar a Boscha y a su grupo.
La admiraba por eso. Esperaba no tener que separarse de ella nunca.
—Muy bien, aquí nos separamos —dijo Luz de repente.
Eso hizo que la joven bruja borrará la sonrisa de su rostro. Vio con miedo que la humana tomaba rumbo a la salida. Rápidamente la tomó de la mano.
Luz suspiró.
—¿Aún no hemos acabado cierto? —Preguntó volteando a ver a la molesta chica.
La de anteojos simplemente negó con su cabeza.
—No, aún debes fingir ser mi abominable hasta que termine mi clase —dijo Willow muy feliz al ver que no tenía que despedirse de la humana aún.
Luz volvió a suspirar.
—Espera, ¿No eres un abominable? —Preguntó Augustus quién se había mantenido callado observando una peculiar charla entre un abominable y su creadora. Pero la verdad lo golpeaba en la cara.
Ambas chicas pusieron expresión cansada. Por lo que Willow debía explicarle las cosas a su amigo.
—¿¡Eres una humana!? —Exclamó él sumamente emocionado. —¡Nunca he visto un humano en persona! ¡Es el mejor día de mi vida! —Exclamó aún más emocionado.
Luz alzó una ceja.
—¿Acaso tiene un fetiche por los humanos o algo así? —Le preguntó a Willow en voz baja.
La chica no entendió bien la palabra fetiche por lo qué simplemente negó con su cabeza.
—No, es que él es el presidente de la asociación de investigación humana y es un logro muy grande para él, el poder ver a un humano en persona —explicó Willow.
La latina simplemente suspiró. Lo único que le faltaba, que su especie fuera objeto de investigación.
—Dime, ¿Los humanos ponen huevos? ¿Pueden volar? ¿Es verdad que pueden lanzar ácido de sus ojos? ¿Eres macho o hembra?
De la nada Luz se vio bombardeada por un sin fin de preguntas. El chico sí que era molesto.
—¿Acaso puedes ponerme un apodo humano usando mi nombre cómo base? —Preguntó emocionado. Ya quería saber lo que se sentía tener un sobrenombre genial.
—¿Qué tal renacuajo? —Propuso Luz.
La sonrisa del rostro del chico se fue borrando lentamente. Willow por su parte se tapó la boca con ambas manos, se aguantaba las ganas de reír.
—Yo esperaba algo más genial —dijo él con lágrimas en sus ojos.
Fue entonces que Luz gruñó. No sabía por qué aguantaba tanta estupidez.
—Sólo bromeó niño —lo calmó. —¿Augustus cierto? —Preguntó ella. Él asintió. —En mi mundo te llamaríamos Gus... —Comentó Luz. —Aunque me gusta más Renacuajo... —Le susurró a Willow.
—¡Jajajaja! —Está no lo soporto más y empezó a reír. La humana sí que era divertida.
Para su suerte, el joven chico no escucho eso último. Estaba muy emocionado por su nuevo apodo.
—Gus... —Dijo muy feliz. —Hoy es un nuevo día para mi.
Un rato después.
Luego de que se despidieran de Gus, ambas retomaron su misión. Así es, Luz volvió al caldero mientras Willow la empujaba hacia su respectiva clase.
—Sabes, ya no estoy segura de que esto funcione —dijo la humana desde su encierro.
—Sshhhhh... Los abominables no se acobardan a último minuto —la molestó Willow.
—¡Ay pero te voy a hacer pedaz...
¡AAAAAAAAAAHHHHHHH!
El sonar de la campana hizo callar a Luz. Debían darse prisa o llegarían tarde.
Un rato después.
Todos los alumnos se hallaban temblando en sus asientos. Puesto que enfrente de ellos había un extraño y diminuto profesor de orejas puntiagudas quien era cargado por un abominable de color rosa, este era el maestro de la clase de abominables y su actitud era de lo más estricta.
—¡No! ¡No! ¡No! Y ¡No! —Gritó este muy furioso al revisar el trabajo de una chica con enormes cuernos. —¡Este abominable tiene demasiados pies en lugares en dónde no debería tener! —Regañó este. —¡Reprobada! —Gritó.
—¡Noooo! —La chica simplemente tomó su carretilla junto con su creación y regreso a su asiento mientras lloraba.
—¡Los reprobaría a todos en el acto si no estuviera obligado a revisar su trabajo! —Se dirigió a la clase.
Todos menos Amity tenían una expresión decaída. Al parecer solo ella pudo hacer un trabajo excelente.
—¡Si el próximo abominable no es un trabajo perfecto, todos harán tarea extra por un mes! —Sentenció este.
Si el animo de todos de por sí ya estaba por los suelos, esas palabras los hizo añicos por completo. Ninguno tenía el abominable perfecto para mostrar e impresionar al maestro.
Bueno, solo había uno.
—Disculpe maestro —lo llamó la peliverde con una sonrisa engreída. Observó a Willow y su expresión se volvió más altanera.
Luz vio eso ya que levantaba la tapa un poco para ver el sufrimiento de los demás.
—¿No se supone que era tu amiga? —Preguntó.
—Lo es, pero cuándo es muy competitiva no considera a nadie, amigo o familia —susurró Willow.
La humana simplemente río. Al parecer había encontrado a una chica engreída.
—Estoy lista para mostrar mi abominable —continuó Amity. Acto seguido chasqueo sus dedos y su abominable salió del interior de su caldero.
Obviamente había hecho un trabajo fenomenal.
—Es un trabajo sobresaliente cómo siempre señorita Blight —la alago el maestro. —Pero no, mejor que pase... —Hizo una pausa para buscar a otro estudiante a quien humillar hasta que encontró al indicado. —¡Willow!
La mencionada salto en su asiento. Tembló demasiado.
—Oh no, no puedo presentar mi abominable... Tal vez no lo pensé bien... —Murmuró por lo bajo.
—¿Y hasta ahora te das cuenta? —Murmuró Luz con sumo fastidio. Si que sobraba la gente estúpida en este lugar.
—¡Willow! —Gritó el maestro al ver que la alumna no se movía, bueno si se movía pero era por que no dejaba de temblar en su asiento.
No tuvo de otra que pasar al frente. Mientras todos la observaban de forma asesina, ella arrastraba su carretilla con su caldero hasta el frente de la clase.
—Buena suerte Willow —le deseo Amity con un tono un tanto burlón.
La peliazul odiaba eso. Un día ella era su amiga, otro su peor enemiga y nuevamente su amiga. Desearía que se decidiera de una vez por todas.
—Siento que elija lo que elija saldré perdiendo de todas formas —murmuró Willow con enojo.
Llego al frente de la clase y sin más preámbulos dio inicio a su demostración.
—A-abominable... Aparece... —Ordenó.
¡PAM!
Luz le dio un puñetazo a la tapa del caldero y la envío a volar lejos. Luego dio un salto con voltereta frontal desde el interior de su escondite y cayó enfrente de la clase.
Todos quedaron con la boca bien abierta al ver el abominable de Willow.
Muchos impresionados y otros con la cara exageradamente roja.
Bueno solo una persona quedó con la cara roja.
—Aaaahhh... —Balbuceo Amity. Esta tenía su rostro sonrojado, sus ojos bien abiertos y su boca no dejaba de temblar.
En su vida había visto algo tan hermoso.
Por un momento su mirada se cruzo con la creación de Willow y esta al verla, dijo unas únicas palabras.
—Que hay —dijo Luz con seriedad. Aún le parecía estúpido todo esto.
Tal vez fueron simples palabras pero para la peliverde, fue un canto de ángel.
Se quedó embelesada viendo fijamente a Luz.
Canción: Happy Together - The Turtles.
I can't see me lovin' nobody but you For all my life When you're with me, baby the skies'll be blue For all my life.
Escuchó una extraña canción que sólo a sus oídos parecía llegar.
—Es bellísimo... —Murmuró. Debía estudiar más si quería que sus abominables se vieran así de bellos.
Aunque algo no estaba bien, ya averiguaría luego que era.
—¡Willow estoy asombrado por tu trabajo! —Exclamó el maestro. —No solo haz logrado crear un abominable. Si no que tu abominable ni siquiera parece un abominable. —Dijo este muy feliz.
Mientras que Willow simplemente se rascó la nuca y reía nerviosa por la vergüenza, Luz gruñó por el enojo en ascenso que sentía.
Una por tener que soportar a tantos imbéciles y otra por que ese lodo morado ya se le había adherido a su ropa interior.
Se sentía asquerosa.
—Y dime Willow, ¿Puede hablar? —Preguntó el maestro con una sonrisa impaciente.
—Ahhh... —Willow no sabía que decir. Luz sonrió, al parecer esto se había acabado pero su sonrisa se borró al ver a su creadora escribir en un papel. —Si, si puede... —Respondió la peliazul para luego darle el papel a la humana. —Vamos, leelo. —Ordenó la de anteojos.
La latina tenía un tic en su ojo derecho. Después de leer lo que la babosa le ordenaba decir pues sentía una ira enorme subir a toda velocidad en su ser.
Pero tuvo que decir en voz alta lo que Willow le ordenó decir y de muy mala gana.
—Yo seré su abominable... Pero Willow es mi abomimami... —Dijo ella con los dientes bien apretados.
—Aaaaawwwwww... —Dijo toda la clase muy enternecida.
Luego la humana abrazo con fuerza a su amiga. Tal vez demasiada fuerza ya que Willow rápidamente se puso morada.
—Juro que me la vas a pagar chica... —Murmuró en voz baja solo para que la peliazul la escuchara.
Esta asintió con mucho miedo.
—Eso es lo más tierno que he escuchado decir... —Dijo enternecido el profesor de abominables para luego limpiarse una lágrima. —Te daré la mejor calificación de la clase. —Anunció.
—¡Si! —Celebró Willow.
—¿¡QUÉ!? —Gritó Amity enfurecida quién hasta el momento no dejaba de ver a Luz fijamente pero volvió en si al escuchar que le estaban quitando su puesto. —Grrrr... —Gruñó molesta mientras observaba con furia a su mejor amiga.
Se veía furiosa.
Un rato más tarde.
Willow iba saliendo del salón mientras empujaba la carretilla con el caldero con Luz metida en este respectivamente. Iba feliz al ver que su treta había resultado.
—¡Willow espera! —La llamó el maestro.
Esta se detuvo y volteó para ver que quería.
—¿Qué sucede profesor? —Preguntó.
Sus ojos vieron de un lado a otro. Tenía miedo de que la hubieran descubierto.
—¡Quedé tan impresionado por tu trabajo que mereces un distintivo más alto que la nota que te di! —Exclamó este extendiendo sus brazos por lo alto.
Se notaba la felicidad del hombre. Seguramente era por que uno de sus estudiantes había aprovechado sus enseñanzas en grande.
Estaba orgulloso.
—No es necesario... —Dijo Willow apenada.
—¡Por supuesto que si! —Exclamó este.
Amity iba saliendo del salón y pasando al lado del maestro mientras mantenía una expresión tranquila y abrazaba sus libros contra su pecho. Fue entonces que el profesor se dio la vuelta y en un rápido movimiento le quito la insignia de estudiante estrella.
Obviamente eso no le gustó a la peliverde.
—¡Hey! —Exclamó está con enojo.
Estiro su mano hacia él pero era tarde. El maestro le colocaba su insignia en el pecho a su mejor amiga, esa que tanto le costó ganar.
No supo que más le dijo el maestro a Willow. Ahora solo tenía una cosa por hacer.
Felicitar a su amiga querida.
En un rápido movimiento se coloco detrás de ella y cuando Willow ya estaba sola.
Habló.
—¡Willow! ¡Amiga querida! —Exclamó en voz alta.
—¡Aahhh! —Gritó la peliazul.
Había jurado que su amiga estaba del otro lado.
—Me alegro tanto de que ahora tu seas la alumna estrella y no yo... Como se supone que debería ser... —Murmuró Amity con una enorme sonrisa y sus dientes bien apretados.
Parecía muy afectada.
—Gracias Amity... Pero, ¿Seguro que no te moles-¡Ay! —Iba a preguntar pero la peliverde puso sus manos sobre sus hombros y los empezó a apretar con mucha fuerza.
—No, no, claro que no... No estoy molesta, ¿¡Por qué iba a estar molesta!? ¡JAJA! —Rio Amity. Luego la soltó y se fue caminando dando pisotones y con una cara de pocos amigos. —¡Muévete! —Le gritó a un estudiante que iba pasando.
—¿Crees que este molesta? —Le preguntó Willow a Luz quién se asomaba por su caldero.
Esta simplemente rodó sus ojos y se volvió a ocultar.
Más tarde.
Se veía a Amelia llegar en una motocicleta a la academia Hexide, estacionando su vehículo a un lado del edificio. Esta se bajo y se sentó en ella.
Se quito el casco y lo puso a un lado.
—Vaya, la Dama Búho si que consigue cosas geniales en el mundo humano —comentó la peliverde mientras tocaba su más reciente adquisición.
Su motocicleta, de esas especiales para el motocross. Incluso su casco le cubría sus ojos gracias a los lentes que este traía.
—Ahora mientras espero a mi hermanita, iré a conversar con mis viejas amigas... —Dijo mientras veía con malicia a un grupo de chicas que estaban en las afueras de la escuela.
Ya que era hora del almuerzo.
Eran el grupo de Boscha y sus amigas.
Estas se entretenían conversando y riendo.
—Bien, bien, bien... —Dijo Amelia al acercarse y llamar la atención de todas. —Pero miren a quienes tenemos aquí. —Sonrió de forma malévola.
Su sola presencia hizo que todas las chicas excepto Boscha quién tenía el ceño fruncido, empezarán a temblar del miedo.
Al parecer ya la conocían y no de un buen modo.
Mientras tanto.
Luz se hallaba de lo más aburrida y hambrienta. Llevaba metida en ese caldero mucho tiempo y su espalda empezaba a matarla.
Ahora estaban en el comedor.
Y con estaban me refiero a Gus y Willow y el caldero que contenía a Luz la humana. Los dos chicos brujos comían sus respectivos almuerzos.
Fue entonces que el chico partió la mitad de su sandwich de mantequilla de maní y jalea y dijo...
—Oye, ¿Los humanos comen...
¡Slap!
No pudo terminar ya que Luz salio de su cautiverio y le arrebató la mitad del sandwich al joven chico.
—Sandwiches... —Finalizó este.
—Ay por dios... Esto sabe delicioso —dijo Luz desde el interior de su escondite mientras devoraba tan exquisito alimento.
Hace mucho que no comía comida que no tuviera ojos, lenguas o que derramara babas de distintos colores.
—Vaya, vaya, vaya... —Dijo una sonriente peliverde oculta atrás de una pared. Esta observaba de cerca a su amiga y a su abominable. —Creo que alguien hizo trampa... —Murmuró un tanto decepcionada. —Y creo que alguien está a punto de recuperar su puesto de estudiante estrella. —Dijo feliz al tiempo en que se iba corriendo rumbo a la oficina del director.
Un rato después.
—Aaaaaahhhh... —Suspiró Luz aliviada.
El receso había acabado y ella era libre de irse a su casa según Willow. Ya que los calderos con abominables son lavados para ser usados por otros estudiantes en la siguiente clase de la próxima semana.
Por eso es que era liberada ya que los abominables que los estudiantes crean, deben desaparecer ya que no tienen más usos por el momento.
—Bueno, supongo que yo me voy —dijo Luz sin mucho interés a los dos chicos que la veían con suma tristeza. —Debo darme una ducha antes de que esta cosa se me pegue más al cuerpo... O al trasero... —Comento Luz diciendo eso último en voz baja.
—¡Oh yo se que hacer! —Exclamó Willow mientras levantaba su mano.
Luz simplemente alzó una de sus cejas. Observaba con desconfianza mientras esa chica hacia un círculo de magia en el aire enfrente suyo.
No pasó mucho tiempo para que la humana brillará un poco y su cuerpo quedara totalmente limpió.
Ella se vio a sí misma. Se sentía fantásticamente aseada y libre de lodo morado. Sentía un enorme peso irse.
—Te lo agradezco —dijo Luz con suma simplesa. —Nos vemos. —Se despidió nuevamente.
Se disponía a salir por la ventana bajo la atenta y triste mirada de Gus y Willow. Estos al parecer no querían que se fuera.
La humana abrió la ventana y mientras sacaba uno de sus pies por esta, la puerta del salón se abrió y una sonriente Amity entró por esta. Seguida de un hombre adulto de tal vez muchos años. Este usaba una extraña máscara roja con cuernos en su cabeza que le cubría sus ojos además de que usaba una túnica azul grisáceo con decoraciones amarillas y con un par de bandas de color azul marino que caían de sus hombros.
Era el mismísimo director Bump.
Luz volvió a entrar a la habitación para observar con sumo desinterés a esos dos que acababan de llegar.
—Y bien, ¿Dónde está ese abominable tan exótico que hizo señorita Willow? —Preguntó este con una sonrisa mientras miraba a todas partes. —Amity me habló de él y quería verlo en persona. —Comentó.
—Bueno... —Willow no sabia que hacer o que decir.
—Si Willow, ¿Dónde está ese abominable tan genial y magnífico que creaste? —Preguntó Amity de brazos cruzados con una sonrisa malévola mientras observaba a su amiga y luego volteaba a ver a Luz.
Eso sin duda molesto en exceso a la humana por lo que debía contraatacar.
—Willow ya se deshizo de él y cómo se le resulta muy difícil la clase de abominables, dudo mucho que pueda volver a crear algo así —dijo Luz mientras se acercaba al director.
—Oh vaya, una humana de visita en la academia —dijo sorprendido pero luego le resto importancia. Ya había visto humanos antes y no eran la gran cosa. —Eso es una pena... —Negó él con su cabeza. —Y explícame Willow, ¿Cómo es eso que te resulta muy difícil la clase de abominables? —Preguntó curioso.
La de anteojos no sabía que responder. No era tan valiente para enfrentar al director. Es más, no sabía si había alguien tan valiente.
No es que él fuera malo, simplemente era muy estricto hasta el punto de exprimir a los estudiantes para que puedan aprovechar su potencial al máximo.
Obviamente Luz suspiró. Debía seguir hablando ya que la inútil esa no era capaz de hacerlo.
—Ella me contó que le fascinan más las plantas y esas cosas —comentó Luz. El director asintió.
—Ya veo... Creo que puedo hacer algo al respecto —dijo este con una pequeña sonrisa.
Acto seguido hizo un círculo de magia con su dedo y el atuendo de Willow cambió de morado a verde.
—¡Ah! —Exclamó sorprendida. —Eso quiere decir que...
—Así es, ahora estas en la clase de plantas mágicas y no en la de abominables —dijo el director. —Ahora si me disculpan, debo ir a ver si sobró algún postre en la cafetería.
Se disponía a retirarse pero no pudo hacerlo ya que alguien lo tomó de la mano.
—Espere director, ¡El abominable sigue aún aquí! —Avisó Amity.
—¿En serio? —Preguntó él. —¿Y dónde está? —Volvió a preguntar.
—¡Está allí! —Exclamó la peliverde mientras señalaba a Luz.
El director observó fijamente a la humana por unos segundos.
—¡Jajajaja! —Hasta que empezó a reír. —Muy buena esa señorita Blight. —Rápidamente cambio su semblante de divertido a molesto. —Pero le recomiendo que no le falte el respeto a los demás o puede lamentarlo. —Finalizó él.
La peliverde tembló por eso. No quería ser castigada o algo así. Pero necesitaba recuperar su puesto de estudiante estrella.
—¡Le probaré que esa humana es el abominable de Willow! —Gritó Amity. Acto seguido se acercó a Luz y después de tomar su camisa y su pantalón con ambas manos.
¡Rrrrrrrraaaassssss!
Los jaló con fuerza. Tal vez demasiada. Todos los presentes quedaron con la boca abierta. Ya que la pobre Luz quedó semidesnuda. Esta se vio a sí misma y la irá empezó a crecer en su interior al verse en ropa interior, usando ese atuendo deportivo que se ponía para dormir cuándo hacía calor en la casa búho.
No le importó cómo estaba. La responsable lo pagaría.
—L-lo lamentó —se disculpó Amity totalmente sonrojada. Intentaba no ver fijamente los músculos de la humana.
Sin duda alguna, algo muy atractivo en la latina.
Pero esa disculpa no basto. La peliverde sintió mucho miedo al ver que la chica venía por ella. Obviamente para hacerle mucho daño.
No pudo evitar salir huyendo. Tenía miedo y vergüenza.
Salió por la puerta y antes de que Luz saliera tras ella, Willow intervino.
—Espera, déjame ayudarte —avisó la de anteojos para luego hacer otro circulo de magia enfrente de la humana. Enseguida esta quedó totalmente vestida con su ropa cómo nueva.
—Gracias —agradeció. Pero aún así salió en busca de Amity para molerla a golpes.
—Muy buena técnica Willow —la alago el director.
—Gracias... —Agradeció ella mientras se rascaba la nuca. —Es fácil ya que la mayoría de la materia prima de la ropa viene de una planta... Jeje... —Comentó ella.
Y mientras ella, el director y Gus hablaban más del talento de Willow. Amity huía por su vida.
Volviendo al presente.
La peliverde salía de la escuela. Por muy poco pudo salir de allí ya que la humana era rápida y muy, pero muy agresiva, incluso redujo a polvo un abominable que invoco para que la salvará.
Y solo le dio un puñetazo.
—¡No huyas cobarde! —Gritó Luz sumamente enardecida.
La que huía miró a todas partes buscando por dónde irse. Vio una luz de esperanza al ver a su hermana mayor a lo lejos reunida con sus otras amigas.
—¡Amelia! —La llamó. Tenía suerte, nadie se metía con ella ya que era una chica muy ruda.
Así que se fue caminando rápidamente hacía dónde estaba ella.
La peliverde mayor se hallaba viendo con superioridad a la idiota que se atrevió a mirarla mal.
—Por favor... D-déjala... —Pidió Skara con lágrimas en sus ojos, pero fue ignorada. Estaba bien abrazada a sus otras dos amigas.
Las cuáles también veían con impotencia cómo la hija mayor de la familia Blight mantenía su pie sobre la cara de Boscha, la cuál intento defenderse de los abusos de Amelia.
Solo bastaron tres golpes en la cara para hacerla caer al suelo y no bastandole con haberle pegado, ahora frotaba su pie contra una de sus mejillas.
—Déjala por favor... —Pidió Skara nuevamente.
Tembló mucho cuando la peliverde la miró fijamente con una expresión furiosa.
—¡Saben las reglas! ¡Si me miran de una forma que no me gusta! ¡Pues recibirán un castigo! —Les grito. Las otras tres cerraron sus ojos por el miedo. No podían hacer nada.
—Por favor resiste amiga... Solo resiste... —Pidió Skara en un susurró esperando que su amiga no siguiera retando a tan temible demonio.
—Grrrr... —Gruño la pelimorada. Observaba de manera furiosa a la hermana idiota de una de sus mejores amigas. Quería mucho a Amity pero odiaba a Amelia Blight. Ya no la soportaba en lo absoluto. —¡Aaaah! —Gritó al recibir un fuerte puñetazo en su costado.
Eso la hizo querer vómitar, además de que perdió un poco el conocimiento. La peliverde si que pegaba duro.
—Muy bien si así están las cosas, pues creo que te daré un castigo ejemplar —anunció Amelia mientras tomaba de un brazo a Boscha y la arrastraba por el césped del campus hasta sacarla del terreno de la escuela en dónde sólo había lodo y basura, pero eso no importaba, aún así siguió arrastrándola.
Las demás solo podían ver. Pero aún así la fueron siguiendo. Pero no sabían qué hacer, la mayor simplemente les rompería la cara a todas sin esfuerzo. No había nada ni nadie que pudiera ayudarlas.
Luz seguía de cerca a la peliverde que se atrevió a quitarle la ropa. Amity caminaba rápidamente mientras la observaba de reojo con superioridad.
—Oye humana, debo admitir que fue gracioso eso del engaño del abominable y también que me pase al quitarte la ropa jeje —comentó Amity mientras seguía caminando. Luz simplemente apretó sus dientes. No sabía que le pasaba a la chica o que tramaba pero aún así la haría pedazos. —Mira se que eres una chica ruda por lo que veo, pero te aseguro que no te querrás meter conmigo... —Y siguió con sus provocaciones. —Te va a ir mal si sigues caminando... —Luz solo miraba sangre por doquier y no la suya. —Bueno, si así lo quieres pues... No digas que no te lo advertí. —Dijo Amity con enojo. Acto seguido dejó de ver a la latina y empezó a correr a dónde estaba su hermana.
Luz sonrió. Al parecer la tal Amity no era tan ruda. Así que empezó a correr tras ella nuevamente.
Pero a los tres metros de estar corriendo se detuvo de improviso. Se quedo inmóvil al ver a esa persona que tanto odiaba. Esta arrastraba por los suelos a esa chica de tres ojos que vio antes.
No supo por qué pero empezó a correr mucho más rápido. Era hora de saldar cuentas.
—¡Hey hermana! —Exclamó Amity al llegar donde su hermana. No le importó ver que esta maltrataba a una de sus mejores amigas.
Amelia volteó y sonrió mucho al ver que se trataba de su hermana menor. Dejó de arrastrar a Boscha y fue a recibir a su querida pariente.
—¡Oh por el Titan! —Gritó Skara con lágrimas en sus ojos mientras salía corriendo para ver a su amiga. La cuál estaba toda llena de lodo y mugre.
Ya que acababa de recibir una parte del castigo favorito de Amelia Blight.
Ser arrastrada por basura y suciedad para luego ser tirada a un lago de baba que había cerca de la escuela.
Al menos su amiga se salvo de la última parte.
—Hey Amity, ¿Qué tal todo? —Preguntó Amelia.
—Todo tranquilo ya sabes —dijo Amity. Gracias a su hermana obviamente se había librado de la humana. —Seguramente esa idiota debe haber huido a su mundo... —Dijo por lo bajo. Iba a darle un fuerte a abrazo a su hermana mayor pero algo se lo iba a impedir...
—¡Amelia! —Gritó una voz furiosa. Casi parecía la de un animal rabioso.
—¿Uh? —A la mayor no le dio tiempo de reaccionar.
Algo salto por detrás de su hermana por lo alto.
¡PAAAAAMMMM!
Todas las presentes se quedaron sin habla y con la boca abierta al ver como la temible Amelia Blight recibía una patada en la cara, lo que la envío a volar un par de metros de dónde estaba.
Amity quedó con los brazos abiertos. Sus ojos estaban bien abiertos. Lentamente giró su cabeza hacia dónde estaba su hermana y está estaba tirada en el suelo, sobre un charco de lodo.
Lentamente volteó nuevamente y dio con la responsable de dicho ataque...
Y esa era la furiosa humana que estaba frente suyo, dándole la espalda.
—No creas que me he olvidado de ti... —Dijo Luz sin voltear a verla.
Amity dio un paso atrás por el miedo que sentía. Pero fue muy tarde.
¡PAM!
Luz se dio la vuelta rápidamente y le dio un fuerte puñetazo en la cara haciéndola caer al suelo semi inconsciente.
Las demás aún miraban todo con la boca abierta.
—J-jajaja... —Río Boscha con mucha dificultad. —Eso les pasa por perras... —Murmuró por lo bajó y ya sin fuerzas.
Cerró sus ojos para descansar. Sólo esperaba que esa cosa que Willow creó, matará a Amelia o de pérdida, le rompiera las piernas.
—¡Maldita perra! —Gritó amelia muy furiosa. Se levantó difícilmente y cuándo iba a hacer un círculo de magia con su dedo... —¡AAAAHHHH! —Empezó a gritar ya que la humana fue más rápida y en un abrir y cerrar de ojos le mordió su dedo con fuerza.
—¡GRRRRRR! —Gruño Luz mientras mordía el dedo de esa maldita. Estaba harta de que solo usarán magia para ganarle.
Por eso iba a poner las cosas parejas.
—¡AAAAAAAAHHHHH! —Gritó Amelia mientras caía de rodillas y se sujetaba su mano con fuerza.
Una enorme cantidad de sangre salía de su dedo faltante y es que la humana se había atrevido a arrancárselo de una mordida.
—¡Puuu! —Le escupió Luz el dedo en la cara a la peliverde.
Este después de chocar contra el rostro de Amelia, cayó al suelo y ella lo miró impactada.
—Jajajajajaja... —Pero luego empezó a reír de forma divertida. Le dolía mucho pero su furia era más grande que el dolor que sentía. —No sabes lo mucho que me voy a divertir haciéndote pedazos... —Amenazó.
Se levantó del suelo y camino hasta estar enfrente de la humana. Era mucho más alta y por eso la miraba desde arriba.
—Lo mismo digo yo, perra —dijo Luz. Ya no había vuelta atrás.
Era hora de la pelea.
—¡Dale duro humana! —Gritó Skara desde cierta distancia. Ella y sus amigas habían logrado llevar a Boscha y Amity a un lugar seguro.
Pudieron usar magia para limpiarlas y dejarlas cómo nuevas, pero aun seguían inconscientes por los golpes que recibieron.
—¿Crees que esa humana pueda con ella? —Preguntó la Amelia que pertenecía al grupo de Boscha.
—Ay no lo sé... —Dijo Skara con lágrimas en sus ojos. —Pero ya no la aguanto...
Todas temblaron. Esperaban que Amelia Blight cayera o se les vendría un infierno encima a todas.
—¡AAAAAAAAHHHHH! —Gritó la mayor de las Blight con furia.
—¡AAAAAAAAHHHHH! —Luz hizo lo mismo.
Para luego ambas levantar sus puños y dirigirlos a toda velocidad hacia la cara de su oponente.
Era hora de que corriera mucha sangre.
Continuará...
Lamentó la demora y por el capitulo tan largo.
No olviden decirme que les pareció el capitulo o la historia en general por medio de un comentario si la leen en Wattpad o con un review si la leen en Fanfiction. Solo su apoyo me obliga a seguir escribiendo.
Nos vemos en la próxima, adiósh ;3.
