Capítulo 13: Dolor.
Pov Luz.
Vi que Willow despertaba de su largo y tranquilo sueño. Me alegraba mucho, mis piernas ya estaban dormidas por tenerla durmiendo sobre ellas.
—Hey, ¿Todo bien? —Pregunté.
—¿Qué hora es? —Preguntó ella mientras se tallaba sus ojos.
—Van a ser las ocho de la noche —dije sin mucho interés.
—¡Oh no! —Exclamó ella. Se levantó de golpe y antes de que saliera corriendo la sujete del brazo. —¡Luz debo llegar a casa a tiempo! ¡O mis padres se molestarán! —Gritó casi al borde del llanto.
Yo negué con la cabeza.
—Ellos estuvieron llamando en tu pergamino y cómo no quise despertarte, pues les dije que íbamos a hacer una pijamada —avisé. No quería que se quedará, pero me aburre estar sola sin gente de mi edad a veces.
Eda y King no aparecían, por lo que hoy podía hacer lo que Yo quería.
—¿E-en serio les dijiste eso? —Preguntó ya más calmada pero con esa timidez que Yo tanto odiaba. Me recordaba a mi de joven.
—Si, pero si quieres llamales para avisarles tu misma —le entregue su pergamino, el cual había aparecido después de sonar un par de veces.
—Gracias —agradeció. Luego me pidió permiso para usar el baño para irse a hacer una llamada allí.
Fin Luz POV.
Willow POV.
No podía creer que Luz haya convencido a mis padres de que me dieran permiso de quedarme en su casa. Aceptaron gustosos, seguramente fue por que Yo les había contado lo que pasó cuando la conocí.
Al principio se asustaron al escuchar de lo violenta que era. Luego se calmaron cuando les dije que gracias a ella, pues me habían cambiado de clases. Luego se volvieron a asustar cuándo les conté que Luz se había peleado con alguien. Luego se tranquilizaron cuándo les conté que ella había capturado a una de las criminales más peligrosas de las Islas Hirvientes.
Al parecer Luz le caía mucho mejor a mis padres que Amity.
Obviamente es por que saben de lo mal que me trata ella. En cambio Luz me defiende y se nota que le gustó, ok no, solo bromeó. Pero si, mi primer amiga de verdad es un alma que el Dios Titan me hizo el favor de traer a este mundo.
La quiero mucho.
Fin Willow POV.
Amity POV.
Llegue a mi casa corriendo. No me detuve hasta llegar a mi habitación. No quería ver a nadie.
Pero para mi mala suerte, mis tres hermanos me esperaban allí.
—¿Dónde estabas? —Preguntó Amelia de brazos cruzados. Se veía molesta. —Y antes de que me digas una mentira, éstos dos inútiles de aquí... —Se refería a Edric y a Emira. —Me contaron que fuiste con tu amiga obesa a visitar a cierta humana que es enemiga de la familia. —Comentó con una sonrisa llena de furia.
Yo me limpié los ojos. Venía llorando obviamente por razones que desconozco. Seguramente por la traición de esa media bruja llamada Willow.
Me hizo quedar mal ante Luz y nunca se lo voy a perdonar. Incluso hizo que ella me diera un golpe. No sé supone que la visita debía acabar así, me hubiera gustado que me diera un beso en la mejilla cómo lo había hecho la otra vez.
Pero no, gracias a Willow, Luz me despidió con un golpe.
—Luz es enemiga tuya solamente... —Dije con un dejo de molestia. Solo quería dormir. —¿Se pueden ir? Tengo sueño... —Les pedí con tristeza.
Obviamente ellos eran demasiado egoístas como para notar mi estado de ánimo y la hinchazón de mi rostro.
—Yo decido cuándo irme pequeña alimaña —dijo Amelia sin mucho interés.
—¡Si, ella lo decide! —La acompaño Emira.
—¡Si, cierra la boca Manoplas! —La acompañó Edric.
Yo suspiré. Al parecer no me iban a dejar solos así cómo así.
—En serio quiero dormir... —Pedí. Un par de lágrimas amenazaban con salir.
Estos me ignoraron. Ni siquiera notaban el moreton en mi rostro producto del golpe que me dio Luz gracias a Willow.
Me dolía, pero me dolía más el corazón.
¿Acaso tendré una razón más de vivir que no sea llevar a lo más alto el apellido Blight, aún acosta de mi propia felicidad?
—Silencio Manoplas —ordenó Amelia.
—¡Si, silencio hermana! —La acompañó Emira.
—¡Si, cierra esa boca o te la van a partir! —La acompañó Edric.
No había de otra. Baje la mirada y tuve que soportar los regaños de mi hermana mayor Amelia. Esta sin duda iba a ser una larga noche.
—Verás, si Yo les digo que hagan algo, es por que me preocupo por su maldito bien...
Empezó ella.
No pude evitar sacar mi pergamino al escuchar que un mensaje de notificación había llegado a el. Por instinto lo saqué para revisar por si era tarea de última hora que debía hacer con mucho gusto.
Pero mis ojos se abrieron en exceso al tiempo en que apretaba mis dientes con fuerza al ver de que era la notificación que me acababa de llegar.
Era de Penstagram. Willow acababa de subir una foto y no cualquier foto. Mi ser entero se lleno de rabia al ver que era una foto con Luz. La humana la abrazaba por la espalda mientras la sujetaba por la cintura.
Se veían muy felices las dos.
La muy descarada de Willow se atrevió a poner cómo título, "Aquí jugando videojuegos y comiendo muchas cosas sabrosas del mundo humano con mi nueva y linda mejor amiga, Luz la humana".
Eso me lleno de rabia. No por que la llamó su mejor amiga, no me importaba si esa perdedora de Willow se buscaba a alguien más. Yo tenía a Boscha y a muchos cientos de amigos mil millones de veces mejores y más ricos que ella. Lo que me molestaba es lo cerca que estaba de la humana.
Apreté mis dientes. Presione el botón de reacción. No sabía cuál poner, tal vez un "Me da risa" o un "Me enfurece", quizás uno nuevo que salio que es el "Me asombracadabra" pero al final simplemente opté por poner un simple "Me encorazona mi saco de bilis mágico".
Vi que otros compañeros de la escuela habían comentado algo. Willow se volvió un poco popular desde el día que creo ese falso abominable usando a la humana. Algunos se dieron cuenta del engaño y otros no.
No me importaba. Debía leer esos comentarios y saber cómo atacar.
Boscha: No es la gran cosa, Yo podría comprar juegos y comidas mucho mejores.
Amelia: Que lindas se ven.
Cat: Ay que vivan las amigas.
Skara: Inviten y no solo antojen.
Boscha: ¿Te refieres a la comida, cierto?
Skara: ;).
Boscha: ¿Cierto?
Gus: Qué pena que no pude ir. Será para la próxima.
Celine: ¿Son divertidos esos video juegos humanos?
Boo: La amistad es lo mejor.
Con cada comentario que leía simplemente me enfurecía más y más.
Así que decidí comentar Yo también.
Amity: :)
—Con eso bastará jeje... —Reí de forma malévola.
Willow no merecía que comentara algo lindo en sus fotos.
—¿Manoplas? —Me llamó Amelia.
Seguramente siguió hablando mientras Yo seguía maldiciendo a Willow.
—En serio quiero dormir... Váyanse ya —les pedí. No había amabilidad en mis palabras.
—Amity, no me iré hasta que me expliques por que fuiste a la casa de la humana, ¡Cuándo te pedí que no lo hicieras!
—¡POR QUÉ SE ME DIO LA REGALADA GANA! —Grite haciéndola retroceder.
—¡Si, por que ella lo quiso! —Me acompaño Emira apareciendo a mi lado.
—¡Si inútil, no te metas con Manoplas! —La acompaño Edric, también a mi lado.
—¡GRRRRRRR! —Gruñó Amelia haciéndonos retroceder un par de pasos.
En verdad se veía furiosa. Teníamos suerte de que no pudiera usar sus poderes o si no estaríamos en graves problemas.
—Escuchenme bien imbéciles... —Amenazó mientras se acercaba lentamente a nosotros. Mis dos hermanos me abrazaron con fuerza. Temblaban con miedo. —Hagan lo que quieran con la humana... —Dijo con una sonrisa. Sus ojos brillaban de color morado. Al parecer estaba muy molesta. —Pero no lloren por ella cuándo la asesine frente a todos en la Isla, ¿Entendido? —Dijo para finalizar y al ver que no respondiamos. —¿¡ENTENDIERON!? —Nos gritó con voz demoníaca.
Los tres asentimos lentamente. Al parecer era cuestión de tiempo para que se librará del collar e hiciera lo que quisiera, tal y como lo hacía antes.
Al final salió de la habitación.
¡SLAP!
Azotó la puerta con mucha fuerza.
Yo suspiré. Iba a dormir pero mis hermanos no me soltaban. Se veían aterrados.
—¿Quieren dormir conmigo hasta que se les pase el miedo? —Pregunté.
Los dos asintieron. Emira lloraba, no la culpó, era una cobarde.
Un rato después estábamos acostados en la cama, ellos dormían y Yo no dejaba de pensar en la humana, no era por la herida que me hizo y que tuve que curar con el botiquín del baño. Al parecer si quería estar con ella, debía aguantarme las ganas de molestar a Willow en su presencia.
—Ya veras Willow, soy mejor que tú y al final seré Yo la ganadora... —Murmure por lo bajo.
—Si... Hermana, tu demuestra quien manda... —Dijo Emira entre sueños.
—Haz tuya a esa perra humana y no dejes que nadie te la quite... —Dijo Edric entre sueños también.
Yo puse una expresión cansada mientras un enorme sonrojo aparecía en mis mejillas. Desde que la humana llegó a mi vida, todo se puso de cabeza gracias a ella y eso me gusta.
Por alguna razón.
Fin Amity POV.
Mientras tanto.
Odalia se hallaba en su habitación sentada en su enorme cama King size extra grande Imperial. Mantenía cerrados sus ojos mientras tocaba la gema de su pecho.
Esta brillaba con intensidad. Al parecer estaba concentrada o escuchando a alguien.
—Así que, ¿Nuestra pequeña Manoplas siente algo por la humana? —Dijo esta con una sonrisa luego de abrir sus ojos.
Si gema dejo de brillar. Ahora caminaba de un lado a otro en la habitación un tanto pensativa.
—Creo que sería buena idea que ambas salieran... —Dijo feliz. Para luego sonreír de forma malévola. —Me encantaría que la humana nos visitase y así tenerla cerca. —Murmuró. Se sentó en su cama. —Una humana así de poderosa sería una buena integrante de la familia. Además, me encantaría que se quedara a dormir... —Se mordió su labio inferior. Hace tiempo que quería ponerle las manos encima a la chica pero ella no se dejaba.
Usaba únicamente una bata de baño color verde. Al parecer se preparaba para dormir.
Lamentablemente sola.
Se tocó la gema de su pecho y sonrío.
—Fue muy buena idea que mi padre le pagará al tonto de Bump para que me dejara cursar tres clases, Abominables, Oráculo y pociones para estar cerca de Eda... —Dijo mientras se acostaba a dormir. —Ser una Blight es lo máximo pero ser mega rica es lo mejor. —Finalizó para luego disponerse a dormir.
Ya encontraría una forma de juntar a su hija con la humana.
Para luego poder sacarle provecho.
Al día siguiente.
Después de una noche de juegos de video, comidas y bedidas humanas muy grasosas y azucaradas, Willow partía a su casa muy temprano ya que hoy tenía escuela.
No sin antes llevarse lo que Luz le regalaba sin mucho interés.
—¿Segura que puedo llevármelo? —Preguntó Willow un tanto apenada.
—Por millonésima vez, ¡Si! —Gritó Luz. Mientras le ayudaba a cargar en su espalda, lo que le regalo a la bruja. Y eso era la televisión de Plasma, la consola de videos juegos, los juegos, el generador de energía, los mandos y unas cuantas botanas del mundo humano.
A Luz le pareció raro que la chica no se quejara por llevar tanto peso en la espalda. Willow simplemente uso un hechizo para unir todo cómo si tuviera pegamento y después de cubrirlo con un papel de regalo que había por allí, lo llevaba cargado en su espalda cómo si nada.
—¿No te molesta el peso? —Preguntó Luz alzando una ceja.
—No, no. Descuida, levantó sacos de abono para las plantas que tengo en mi casa que son diez veces más pesados, esto no es nada —dijo alegre la bruja. Salió de la casa cargada con rumbo a la suya no sin antes voltear a ver a la humana por una última vez.
—Muy bien... —La humana alzó una ceja. —Adiós. —Se despidió.
—Nos vemos luego y nuevamente gracias por...
¡SLAP!
Luz cerró la puerta sin dejarla terminar.
—Todo... Jeje... —Río Willow un poco nerviosa pero aun así estaba feliz de ser amiga de alguien tan genial.
Al final se fue y después de llegar a su casa, le mostró a sus padres lo que Luz le regalo, estos se veían alegres de verla feliz.
Luego se fue a la escuela para ver a sus amigos incluyendo a Amity. Debía ver cómo seguía después de semejante golpe que Luz le dio.
Solo esperaba que no estuviera molesta con ella.
Hace unas horas en otra parte.
—¿¡CÓMO ES ESO DE QUE NO PUEDES HACER NADA PARA SALVAR A MI AMIGO!? —Le gritó al medico mientras lo tomaba del cuello de la camisa. —¡Me lo prometiste! ¡Se supone que eres el líder del Aquelarre de Curación! ¡No me vengas con esa mierda que solo ustedes los médicos saben decir!
—Edalyn las cosas no son tan fáciles chica —dijo el brujo de rango mayor. —¡Tardaste mucho en traerlo! ¡Su enfermedad es un caso muy serio y desconocido! —Se defendió él. —Si lo intervenimos ahora no sabemos qué pasará.
—¡Me prometiste que hoy mi amigo iba a ser el mismo de antes y si no me cumples esa promesa! —Acercó su rostro mas cerca del rostro del aterrado sujeto. —¡TE ARRANCARÉ LA CABEZA Y LA METERÉ EN EL BOTE DE BASURA! —Gritó con voz demoníaca.
Todos los presentes temblaron al ver cómo el cuerpo de la mujer cambiaba un poco volviéndose ese desagradable ser que muchos en la isla temen.
La Bestia Búho.
—M-mira haremos lo que este en nuestras manos, pero será tu culpa si el pobre chico no sale vivo de esta, ¿Entiendes? —Dijo el sujeto seriamente. Estaba aterrado pero debía comportarse cómo un profesional de la salud.
Eda se tranquilizo y lo soltó. Había vuelto de la casa Búho después de curar a la novia regordeta de Luz y cuándo llegó al hospital, el líder del Aquelarre de Curación le salió con semejante estupidez acerca de que su amigo tenía más posibilidades de morir que de vivir.
—Sinceramente hay personas que no valoran sus vidas... —Dijo con mucha rabia.
Un rato después.
—Hey amigo, ¿Cómo te sientes? —Le preguntó a King. Este estaba recostado en la cama de su habitación, parecía débil.
Eda vino a visitarlo y a decirle algo importante ya que en unos minutos sería su cita de curación.
Estuvieron platicando un poco.
—¿Recuerdas cuándo nos peleamos con el Demonio Tortuga de adamantio en el club de peleas clandestino en Latissa? —Preguntó él.
—Cómo olvidarlo, si casi te mata. Si no hubiera intervenido cómo bestia búho pues hubieras muert... —La bruja se detuvo de repente de forma automática. Justo antes de pronunciar esa horrible palabra. No toleraria perder a su amigo. Debía ser optimista.
—¿Muerto? —Preguntó él con expresión cansada. —Si, hubiera muerto si tu no te metías en la pelea jeje. —Río.
—King no digas eso... Tu eres demasiado fuerte cómo para irte así como así —dijo ella con una sonrisa. Sus labios temblaban.
King rodó sus ojos.
—Chica la muerte es algo natural, solo debes saber aceptarla. Debes ser realista a veces —le dijo él.
—Nop, Yo soy Eda La Dama Búho. La bruja más optimista del universo —dijo ella mientras se señalaba a si misma con su pulgar.
—Acabas de inventar ese título —bromeó él.
—Si, me gusta inventar cosas. ¿Recuerdas cuándo inventé un portal del tiempo? —Preguntó ella feliz.
—Y qué lo digas, casi nos destruye el Titan, ya que el portal nos llevó a cuándo él estaba vivo... ¡Fue lo más épico que he vivido! —Exclamó este emocionado.
Su vida había mejorado desde que conoció a Eda hace casi treinta años. La amaba cómo a una hermana mayor.
Aunque él era mayor que ella.
Después de un rato de estar contando y recordando viejos recuerdos. Eda se puso seria.
—Oye, debo hablar contigo de un asunto muy importante... —Dijo seria. Él puso total atención. —Veras... Hable con mi madre de que seria una muy buena idea si... —Hizo una pausa. Sacó un papel de su bolso y se lo dio a King. —Te nombramos un Clawthorne oficial jeje. —Río. —Ella dijo que si y ya firmo los papeles en dónde acepta adoptarte cómo uno de sus hijos... Solo falta tu firma... —Sonrió al ver que King la miraba con una sonrisa llena de alegría. —No pienses que nunca te consideré cómo un hermano mayor y eso, siempre haz sido el hermano cómplice del crimen que desee. —Se rasco la nuca. —Pero pensé que lo mejor sería si lo hacemos oficial.
—Ay chica, claro que aceptaré dejarte ser la mayor —dijo éste mientras tomaba la pluma que Eda le ofrecía para firmar los papeles.
—¿Disculpa? —Habló Eda con una falsa expresión ofendida. —¿Yo la mayor? —Preguntó.
—¡Si! ¡La mayor persona de buen corazón que un demonio puede tener! —Exclamó feliz el pequeño ser.
Eda no se aguantó y lo abrazo con fuerza. Ahora su amigo y ella eran oficialmente familia, aunque siempre lo fueron. Pero ahora que era legal y extra oficial. Podrían seguir adelante y cuándo todo vuelva a la normalidad.
Serán los dueños de este mundo.
—King... —Le susurró en el oído mientras lo abrazaba. —No me dejes sola... Por favor... —Le rogó.
—Haré lo que pueda niña... Haré lo que pueda... —Prometió. No quería darle falsas esperanzas a la persona más importante en su vida. Ella no merecía que le prometieran algo que puede o no salir mal.
Eda en cambio apretó sus dientes con fuerza. Las lágrimas salían de sus ojos como cataratas. En verdad necesitaba que su amigo se aliviará.
Era todo lo que deseaba.
Unas diez horas después.
—King... —Dijo su nombre mientras lo observaba.
Su amigo yacía en una mesa metálica de operaciones ya sin vida. Estuvo esperándolo por horas para que al final los inútiles del Aquelarre de Curación le dieran malas noticias.
La operación había fracasado y gracias a eso perdió a un hermano, a su mejor amigo y al ser que la acompaño y le enseñó a controlar más o menos sus poderes de demonio.
—¿Qué pasó? —Giro la vista a un lado para preguntarle al Líder el Aquelarre de curación lo que pasó exactamente. —Ah... Ya veo... Ustedes fallaron... —Río por lo bajo.
Se tapó el rostro con sus manos y este quedó manchado de rojo debido a que sus manos estaban todas ensangrentadas.
Había hecho una carnicería en la sala de operaciones con todos los presentes por haberle fallado. Vio nuevamente al líder del aquelarre y el cuerpo de este yacía en el piso sin cabeza.
Fue el que más sufrió.
—King... Vamos a casa... —Dijo ella sin emoción alguna.
Tomó el cuerpo de su peludo amigo y lo cargo con ternura en sus brazos. Debía llevarlo a casa.
Salió del cuarto de operaciones y los miembros del aquelarre de curación se escondían ya que escucharon cómo la mujer despedazaba a sus compañeros y a su líder. Seguramente por que le fallaron.
Y no querían ser los siguientes.
Eda salió del hospital y se vio rodeada por un sin fin de guardias del Emperador. Estos habían recibido una llamada acerca de una loca que estaba matándolos a todos.
Se veían decididos a arrestar a cualquiera que hubiera hecho semejante atrocidad. Pero al ver que era la Dama Búho...
—¡Es Eda! ¡Huyan! —Gritó el líder a cargo y enseguida todos empezaron correr despavoridos.
No querían ser las siguientes víctimas de la bruja más cruel y peligrosa de Las Islas Hirvientes.
Más tarde.
Eran las once de la mañana y Luz hacia algo de comer. Hace horas que Willow se había ido a casa con la consola y todo lo demás. Ella se puso a buscar el sobre pero al pasar horas y no encontrarlo, salió a correr un poco. Hacer algo de ejercicio la mantendría en buena forma y despejaría su mente.
Vio que la bruja mayor nunca llegó. Seguramente la curación de King tardaría mucho.
¡SLAP!
Pero volteo rápidamente cuándo la puerta de la entrada se abrió bruscamente. Se trataba de Eda quién la había abierto de una patada.
Vio que traía cargado a King en sus brazos. Al parecer ya habían vuelto.
—¿Qué tal les fue? —Preguntó. Se acercó a la bruja pero está sin decir nada camino hasta la mesa del comedor de la cocina y luego depositó el cuerpo de King allí.
Luz vio sin saber que decir cómo la bruja cubría el cuerpo del demonio por completo con una manta blanca.
—Eda... ¿Qué pasó? —Preguntó al acercarsele.
No le gustaba nada de lo que veía.
La bruja no aguanto más. Las lágrimas empezaron a caer de su rostro y con eso el llanto empezó.
—¡Ay niña, King murió! —Grito mientras lloraba y daba saltos cómo si se tratara de una niña haciendo un berrinche.
Luz retrocedió. No podía creer lo que escuchaba.
—¡Pero si dijiste que él tenía grandes posibilidades de salir bien de su cita de curación! —Exclamó Luz.
Eda la volteo a ver y le gritó.
—¡Esos bastardos me mintieron! —Siguió llorando. Se cubrió el rostro con ambas manos.
Luz vio que Hooty y Owlbert de habían acercado a ver a King y al ver que estaba muerto empezaron a llorar. No sabía que hacer. Era horrible lo que pasaba en estos momentos en la casa.
Vio que Eda se tambaleaba de un lado a otro, parecía querer desmayarse. No tuvo remedio que ayudarla a llegar al sofá y sentarse a su lado.
—King... —Lloro Eda. Estaba devastada.
Luz cerró sus ojos con pesar. Se acercó a ella y le dio un abrazo. La bruja instantáneamente correspondió. Necesitaba a alguien que estuviera con ella en estos momentos.
Aunque fuera la humana.
Un par de días después.
—¿Necesitas ayuda? —Preguntó Luz a Eda.
—No... —Respondió tajante sin dejar de hacer lo suyo.
Se hallaba en la parte trasera de la casa cavando un enorme agujero con una pala. Usaba un pantalón negro y una pequeña camisa también negra sin mangas la cuál dejaba ver sus enormes músculos de los brazos y también los que tenía en el abdomen, el cuál estaba marcado. Usaba además unas botas negras para evitar que sus pies se llenarán de lodo ya que había caído lluvia hirviente hace unas horas.
La humana suspiró. Volteo a ver al cielo y aún le daba cosa el extraño clima del lugar. Los habitantes del lugar tenían suerte de no estar todos muertos.
Ella era suertuda también.
Luz dejó a la bruja hacer lo suyo y se fue a atender a los invitados. Los cuáles eran la tal Odalia, Lilith, Gwendolyn, el tal Raine, Hooty, Owlbert y Amity, Willow y Gus quienes llegaron sin invitación ya que decidieron venir a visitarla.
Encontrándose sorpresiva mente con un funeral.
Todos vestían de negro, incluso Willow y sus amigos quienes cambiaron de color su atuendo con magia. Algo muy útil a la hora de llegar a funerales a última hora, incluso Eda le regaló a ella algo de ropa negra para que estuviera presentable.
Debía mostrar respeto por King. No quería que le pasara lo que le pasó a Lilith hace unos minutos.
Hace una minutos.
Todos los amigos de Eda habían llegado para darle el pésame por su trágica perdida. No habían llegado Willow y los otros dos aún. Por lo que sólo habían adultos presentes.
Todos estaban vestidos de negro, aunque hubo una que llegó con el atuendo equivocado para la ocasión.
—Edalyn... —Le habló Lilith quien acababa de llegar.
Eda volteó a verla y no pudo evitar fruncir el ceño al ver a la idiota de su hermana vestida de blanco.
—¡Lilith! ¿¡Qué demonios estas usando!? —Le gritó para luego tomarla del cuello de su camisa y hacerla que la viera a los ojos.
—E-es mi capa del Aquelarre del Emperador, ¿N-no te gusta? —Preguntó con una sonrisa nerviosa.
—Es un funeral idiota —le dijo su madre con sumo enojo.
—Pero Yo... Oooooh... —Pareció entenderlo al fin. Observo su atuendo y el de todos. Volteo a ver a su hermana y no pudo evitar esbozar una enorme sonrisa nerviosa.
¡PAM!
Eda simplemente le dio un golpe en la cabeza y la mando a cambiarse nuevamente. Para su suerte solo tuvo que usar magia para cambiar de color su atuendo.
Lamentablemente, había hecho enojar a su hermana más de lo que ya estaba con ella.
Aún así las cosas siguieron su rumbo. Eda se puso a cavar el agujero en donde enterraría a su amigo y le ordenó a Luz que atendiera a los invitados.
Un rato después.
—¿Quiere un poco más de café? —Le preguntó Luz a Odalia quién usaba una capucha y un traje negro y que se había puesto una máscara al ver que Willow y los demás llegaron. Esta era de color naranja con un solo agujero en su ojo derecho.
Algo pasó.
—No, no niña. Así está bien... —Dijo esta. Por alguna razón se intentaba ocultar de los tres chicos. —"¿Por qué no le puse más deberes a esa pequeña granuja?". —Pensó con molestia. —"Si me descubre será el fin...". —Pensó nuevamente con miedo.
—Está bien, Obito —dijo Luz con un toque de burla hacia la mujer. Se acercó a los demás y les preguntó. —¿Más café, invitados?
—Si, quisiera un poco con una rebanada de pastel de baba de caracol si no es mucha molestia, por favor —pidió Lilith.
—¿No estas demasiado gorda como para seguir comiendo? —La regaño Gwendolyn.
—¡Pero mamaaaaaaaaaa! —Se quejó ella.
—No le traigas pastel, mejor sirvele una papa con ojos de color morado bien azada para que adelgaze un poco y agarre algo de músculos y a mi me traes el pastel que le ibas a traer a ella y más café, lindura —dicho esto. Gwendolyn le jalo sus cachetes a Luz.
Esta simplemente río. Le agradaba la mujer mayor ya que era muy amable con ella.
—Yo quería pastel... —Sollozo Lilith por lo bajo.
Después de que Luz le llevó el pastel, la papa y más café a los adultos. Se acercó a dónde estaban los jóvenes y les habló.
—Hey, ¿No quieren algo de comer? —Les pregunto. —¡Ah!
Pero repentinamente Amity se le acercó y la abrazo con fuerza mientras juntaba su cachete con el de ella.
—Luz lamentó tu perdida y déjame decirte que si quieres llorar, eres libre de hacerlo en mi hombro y que Yo te daré todo lo que necesites... —Dijo está mientras aumentaba la fuerza del abrazo.
—Está bien... King y Yo no eramos tan cercanos, creo que es a Eda a quien debes ir a consolar... ¡Ah!... —Gritó. Intentaba quitarse a Amity de encima pero se exaltó cuando la peliverde le agarro el trasero con ambas manos.
—Luz... No es necesario que te contengas... Todos hemos tenido perdidas alguna vez... Descuida, Yo estaré aquí para ti... —Aseguro Amity. Se mordió el labio inferior al sentir la textura y la suavidad del trasero de Luz.
La humana luchaba por alejar a esa loca de su persona. Detestaba las muestras de afecto, su madre antes siempre le daba un par de golpes cuándo ella la abrazaba y por eso odia ese tipo de cosas.
Al lograr separarse de Amity, se dirigió a Wilow.
—¿Ustedes no deberían estar en la escuela o algo? —Preguntó. —Y más importante, ¿No era que estaban peleadas ustedes dos? —Preguntó a las dos chicas.
Estas se encogieron de hombros, sabían de que hablaba Luz.
—No tuvimos clases hoy y... ¿Te refieres al golpe que me dio Amity con la bola pesada aquella? —Preguntó Wilow.
—No, me refiero al incidente del abrigo y las tortugas —dijo Luz con tono sarcástico. —¡Claro que me refiero a eso, inútil! —Le grito.
La de anteojos dio un salto por el susto.
—Jajajaja... —Amity se río por lo tonta que era Willow. —Verás, ya me disculpe con ella y todo quedó arreglado. —Habló ella con la humana.
—¿Le diste algo caro para qué te perdonará? —Preguntó Luz de brazos cruzados.
—¡JAJAJAJA! —Río Amity. —Si, es tan fácil conseguir el perdón de las personas cuando estas tienen un precio. —Le susurró en voz baja solo para que la humana la escuchase.
Luz rodó sus ojos. Todos los ricos son iguales.
—Adoró mis nuevos zapatos —le dijo Wilow a Gus.
—Se ven carisimos —dijo el pequeño chico.
—Si, Amity me los regalo como disculpa por lo que me hizo —le contó ella.
—Si, ya me habías contado y no puedo creer que la sigas perdonando así de fácil cada vez que te hace algo, ¿¡Acaso no tienes dignidad!? —Gritó.
Amity y Luz los voltearon a ver.
—Pero es mi amiga y eso es lo que los amigos hacen, se perdonan —dijo Willow con tristeza. Ni ella se creía eso.
—Si, los amigos de verdad. Pero las personas que solo te saben usar, pues siempre te hallarán un precio —le dijo él de forma dura.
Willow bajo la mirada.
—Jajajaja, el niño tiene carácter —lo alago Luz.
Eso que el enano dijo molesto a Amity.
—Oye, si tienes problemas conmigo me gustaría que me lo dijeras cara a cara... —Reto ella con una sonrisa burlona.
Gus gruñó por lo enfadado que estaba.
—¿Quieres que te traiga una silla? —Preguntó Luz al chico.
Este la volteo a ver.
—¿Una silla para que? —Preguntó él confundido.
—Bueno, Amity dijo que le dijeras en la cara si tenias problemas con ella. Pero veo que será un pequeño problema para ti —finalizó Luz bajando más su mirada al suelo.
Todos los presentes entendieron a lo que se refería la humana.
—¡JAJAJAJAJA! —Amity no tardo en reír a carcajadas.
—Jajajajajaja —Luz hizo lo mismo.
Willow se tapó la boca para evitar reír. Su amiga humana si qué era divertida. Lástima que su amigo no le encontrara la gracia a su broma.
Este simplemente suspiró y bajo la mirada. Odiaba ser muy bajito. Iba a decirle algo a la humana en respuesta a su burla pero Amity al ver que este se acercaba a dónde estaba Luz, pues se puso en su camino dándole la espalda para así ella hablarle a la humana.
—¿Te sientes bien Luz? —Le preguntó ella.
—Bueno, estoy un poco cansada de ser la sirvienta de los invitados, pero creo que con una buena siesta estaré como nueva —dijo Luz con semblante tranquilo.
Amity negó.
—No, Yo me refiero a lo de tu amigo... ¿Estas bien? —Preguntó Amity mientras se acercaba peligrosamente a ella.
Luz dio un par de pasos atrás al ver que la loca está iba a abrazarla otra vez.
—Ya te dije que no eramos tan cercanos —decidió mejor ir a ver si Eda necesitaba algo. Se dio media vuelta para irse, pero chocó de frente con un par de enormes pechos. —¡AH!
Gritó al ser abrazada por Odalia, esta la levantó del suelo colocando sus manos sobre su trasero apretándolo con fuerza.
—Sssshhhh... No debes sufrir niña, Yo estoy aquí para ti en estos momentos taaaaan difíciles... —Habló la mujer encapuchada.
Amity no sabía quién demonios era esa que se atrevió a abrazar a Luz pero no se iba a quedar atrás.
—Yo también estoy aquí para ti, Luz. No estás sola... —Dijo la peliverde.
Se acercó rápidamente y abrazo también a la chica con fuerza. Restregando su cara en las nalgas de Luz, mientras tenía un enorme sonrojo en su rostro y esbozaba una sonrisa de felicidad.
—¡Detenganse! —Pidió esta sonrojada.
Nunca se había sentido tan abrumada en su vida.
—Qué raros son esos pésames... —Dijo Willow confundida al ver como esas dos estrujaban y restregaban sus cuerpos contra el de Luz.
Sin duda alguna, era muy extraño.
Más tarde.
Luz se había podido quitar de encima a esas dos y ahora hacia algo más. Ayudaba a los demás a alejar a Eda del feretro de King. Ya que la bruja había terminado de cavar el agujero.
Esta no aguanto más y se volvió a quebrar, no quería que lo enterraran.
—¡No! ¡No pueden meterlo en ese agujero! ¡Hace frío allí! —Gritó está mientras lloraba a más no poder.
—¡Hija debes dejarlo ir! —Hablo su madre mientras la sujetaba de la cintura.
—¡Es mi único hermano y no lo voy a dejar ir! —Gritó ella aumentando el agarre que tenia.
—Auch... Eso no dolió... Descuiden... —Dijo Lilith al borde del llanto mientras ayudaba a su madre, a Raine y a Luz a alejar a Edalyn del feretro.
Luz por su parte ya estaba harta de todo esto.
—¡Ay ya me harte! —Gritó. Se separó de ellos y...
¡PAM!
Le dio un puñetazo a Eda en la mejilla y esta cayó de cara al suelo. Alejándola de una vez por todas del ataud.
Los demás vieron sorprendidos lo que acababa de pasar.
—¡No me miren así! ¡Entierrenlo ya! —Ordenó.
Rápidamente Lilith, Raine y Gwendolyn usaron magia para levantar el ataúd, meterlo en el agujero, luego usaron más magia para llenarlo con tierra y por último le pusieron una lápida encima.
Eda observo todo con mucha tristeza. Se arrastro hasta dónde estaba la tumba de su amigo y abrazo la lápida con fuerza mientras lloraba.
—Es mi culpa... P-perdóname... —Pidió.
Los demás simplemente miraron la escena con mucha tristeza. Incluso Luz, nunca había sentido lástima por alguien hasta ahora.
Incluso le dolía más a ella el golpe que le dio a Eda.
Un rato después.
Eda se había quedado dormida abrazando la lápida y entre Raine y Lilith la llevaron a su habitación para acostarla en su cama.
Ya cuándo estaba profundamente dormida uno a uno, los invitados se fueron yendo a su casa.
Willow y Gus desde hace un rato que se habían ido, pero Amity se había quedado un rato más.
—Luz... Quisiera hablar contigo sobre algo... —Pidió la peliverde sentía que si no se lo decía, iba a morir.
—¿Sigues aquí? —Preguntó Luz de brazos cruzados y con molestia.
—Ugh... —Suspiro. —Mira, se que sigues molesta conmigo por lo que que le hice a Willow y eso... Pero...
—¿Yo molesta? —Preguntó Luz con una sonrisa burlona. —Si ni me importa jaja. —Río.
—¿Pero y el golpe que me diste? —Preguntó confundida la peliverde.
—Ah eso, si fue por golpear a Willow y eso, pero descuida. No te guardó ningún rencor —dijo Luz sin mucho interés.
—Uuhhh... —Amity suspiro aliviada. Estaba feliz de que todo estuviera bien. Hora de hacer su movida. —Si quieres podemos ir a comer algo para empezar a planear nuestras vidas juntas. —Sugirió.
—¿Qué? —Preguntó Luz confundida.
—¡Nada! —Gritó Amity dándose cuenta de lo que dijo. —¡Adiós! —Luego salió huyendo despavorida.
Al parecer hoy tampoco podría acercarse a la humana.
Luz simplemente rodó sus ojos. Ya no sabía lo que le pasaba a las personas de este lugar. Observo a todas partes y al verse ya sola. Decidió continuar con su búsqueda.
Debía hallar su sobre ya.
Más tarde.
Amity llegaba a casa con la mirada baja. Nuevamente sentía un vacío en su interior que le generaba el no poder llegar a nada con la humana.
—Ni siquiera sé por qué quiero estar cerca de ella... —Dijo un tanto seria. Esa felicidad que sentía con Luz acababa cuándo llegaba a casa, lugar dónde solo tenía que hacer una cosa.
Deberes.
—Hey Manoplas, ¿Todo bien? —Preguntó Emira quién venía bajando junto a su hermano por las escaleras.
—Si, ¿Por que? —Preguntó molesta.
—Pues no sé, tu expresión dice algo cómo "Soy infeliz por que el chico que me gusta no sabe que existo" —se burló ella.
—Mejor déjame en paz... —Pidió seriamente la menor. Sus hermanos solo estaban para molestarla. Desearía tener a alguien a quien contarle todos sus secretos.
Pero eso era cómo soñar despierta.
—Ay ya ven aquí hermanita —dijo Emira con ternura. Se acercaba a abrazar a su hermana pero esta simplemente se alejo dejándola con los brazos levantados en el aire. —Bueno, tú te lo pierdes. —Dijo de forma burlona.
Dejó ir a su hermana a su habitación y ella se fue con Edric a la suya.
—¿Oye jugamos al doctor? —Le preguntó Emira a su hermano. Tenía un leve sonrojo en su rostro.
Este asintió.
—Claro, ¿Pero puedo ser el doctor esta vez? —Pidió. —Me da frío estar desnudo por ser el cadáver que va a ser diseccionado... Jeje... —Río nervioso.
—Nop, sabes que soy la mejor haciendo autopsias. Será para la próxima —dijo ella seriamente. Él suspiro. Lo tomo de la mano y se fue corriendo con él rápidamente a su habitación.
En dónde ella cerró la puerta con seguro para que nadie los molestará.
Mientras tanto.
Amity se hallaba acostada en su habitación. Miraba el techo fijamente. Intentaba pensar en un plan para que la humana fuera un poco más cercana a ella.
Sentía que iba perdiendo con Willow. Luz si consideraba amiga a la de lentes, pero con ella era distinto, Amity se sentía una simple conocida para la humana.
—¿Me preguntó que deberé hacer para que sea más cercana a mi? —Se preguntó. —¿Debería invitarla a mi casa? —Sé tocó la barbilla mientras lo pensaba. —¡Eso es! —Se sentó en su cama y se levantó para luego empezar a dar vueltas en la habitación. —El conjuro bajo la luna se aproxima y sería una ocasión perfecta para invitarla a venir a mi casa para que las dos estemos solas... Y juntas. —Dijo con una enorme sonrisa y un sonrojo en sus mejillas. —¡Digo!, Invitaré a mis otras amigas para que también vengan... Jeje... —Dijo rápidamente al darse cuenta de lo que dijo.
Y aunque estuviera sola. Era un tanto bochornoso. Al menos ya tenía un plan para su acercamiento con Luz.
Horas después.
Luz buscaba el sobre en la pila de objetos humanos de Eda, era la millonésima vez que lo hacía, pero esta vez se veía mucho más decidida a encontrarlo.
—Vamos, ¿Dónde estás? —Habló mientras levantaba una pesa de cuatrocientos kilogramos con un solo brazo. —¿Uh? —Vio sorprendida lo que acababa de hacer. —Seguramente el luchar por sobrevivir en un lugar peligroso me ha hecho poderosa.
Puso la pesa a un lado y siguió su búsqueda.
Llevaba un largo rato así, hasta que...
—¡Lo encontré! —Gritó emocionada al encontrar el bendito sobre debajo de un montón de envolturas de chocolates y otros dulces. Lo tomó con su mano y lo levantó por lo alto. —¡Si! —Exclamó eufórica.
El momento había llegado.
Lamentablemente no vio a la tambaleante bruja que venía bajando por las escaleras y que se acababa de despertar.
Eda se sujetaba del barandal de la escalera, iba a salir para dejarle flores a la tumba de su amigo fallecido. Pero se detuvo a mitad del camino al ver que Luz celebraba por algo. Iba a preguntarle que pasaba.
Pero abrió sus ojos en exceso al ver lo que ella traía en su mano.
—Un sobre de deseo... —Dijo en un leve susurro.
Frunció el ceño y con una furia fuera de sí gritó...
—¡Humana!
Luz volteó cuándo escucho la voz de la bruja. Rápidamente guardó el sobre atrás de su espalda.
—¿¡Dónde conseguiste ese deseo!?
Pero fue muy tarde. Eda lo había visto. Vio que la bruja se acercaba rápidamente a paso tambaleante hasta donde se hallaba ella.
No tenía de otra, debía pelear y encontrar una manera de huir de la casa para luego poder ocultarse y ya cuándo hallará un lugar seguro, pues poder pedir su deseo sin interrupciones.
Luz se alejó de la pila de objetos humanos, para estar en terreno firme. La bruja se le acercó, nunca la había visto tan furiosa.
Apretaba sus dientes con fuerza y miraba con furia a la humana. Parecía que iba a matarla. La chica estaba lista para pelear.
Pero algo pasó.
Abrió su boca en exceso al ver que la poderosa bruja caía de rodillas enfrente suyo, bajando su cabeza hasta apoyar su frente contra el suelo. Sus hombros tenían leves espasmos, obviamente lloraba.
—¡Por favooooor...! —Pidió entre llantos.
Luz dio un paso atrás.
La bruja levantó la vista. Se veía patética.
—Ahhh... —No sabía que decir.
—Te lo pido... Regalame ese deseo... —Pidió. Luz apretó el sobre con fuerza. Obviamente no iba a hacer tal cosa. —Necesito pedir que mi amigo vuelva... Lo necesito en mi vida... —Lloró ella.
Se arrastró hasta tomar los pies de la chica. Eso solo la hacía ver más patética.
—Pero... —Luz apretó sus dientes. En verdad no sabía si sería buena idea darle su deseo a la persona a quien se ha propuesto a vencer en el futuro cuándo fuera más fuerte. Aunque después de vivir un tiempo con ella, ya no la odiaba tanto.
—Dame una buena razón para cederte esto —exigió Luz mientras le mostraba el sobre en la cara a Eda. Esta lo intentó tomar con su mano temblorosa pero la humana lo alejó. —¡Dime! —Gritó furiosa.
—P-por f-fa-favor... E-es mi m-mejor amigo... —Rogó entre llantos.
La expresión de Luz se suavizo. Miró su sobre de deseo fijamente por unos segundos. Es cierto que lo estuvo buscando y todo para volverse más fuerte. Pero...
Acaso, ¿Ella se sentiría bien adquiriendo una fuerza descomunal sin habérsela ganado?
Eso la hacía dudar.
Observó a Eda y esta seguía llorando.
Acaso, ¿Debería hacer algo bueno por ella en estos momentos de sufrimiento?
—Ugh... —Suspiró.
Le tendió la mano a la bruja y después de ayudarla a levantarse y secarle las lágrimas con uno de sus dedos, le depósito el sobre rojo en sus manos.
—Solo tómalo y úsalo —dijo Luz con seriedad. Ni ella sabía por qué hacía eso.
El rostro de Eda se iluminó, esbozo una enorme sonrisa en su rostro. Tomó el sobre con ambas manos y cuándo ya tenía una nueva oportunidad de salvar a su amigo.
Dijo...
—¡Gracias tonta! —Agradeció.
Luz abrió su boca en una clara expresión desencajada.
Y cuando creyó que la bruja la había engañado, recibió un fuerte abrazo de su parte. Incluso la levantó del suelo. Aún así seguía impactada.
Estuvo así por unos segundos hasta que la bajó al suelo. Luego de eso, ella misma se limpió más lágrimas de sus ojos y salió corriendo.
Abrió la puerta de la entrada y salió de la casa. Luz la fue siguiendo unos segundos después.
Estando afuera era muy de noche. La humana vio que Eda estaba de pie viendo el cielo. Decidió observarla desde cierta distancia.
—Muy bien, hora de traer a mi amigo de vuelta —dijo la bruja decidida. Hizo un hechizo de luz con su dedo y después de unirlo al sobre.
Ambos se fusionaron volviéndose una esfera de luz un poco más grande.
—No puedo creer que tenga un deseo... Escuche que los magos se habían largado de las Islas Hirvientes hace siglos al sentirse amenazados por los demás seres de la isla... —Murmuró por lo bajo. —¡Pero eso me vale! —Gritó emocionada. Acto seguido lanzó la esfera de luz al cielo y esta se elevo hasta llegar al espacio en dónde se unió a las demás estrellas en el firmamento. La bruja miraba la nueva estrella con una sonrisa y sabiendo lo que ya quería pedir. —¡Deseo que mi mejor amigo King vuelva a la vida! —Exclamó mientras levantaba sus brazos por lo alto.
Luz vio cómo la estrella que se formó empezaba a parpadear rápidamente. De pronto el cielo se lleno de nubes y de entre medio de estas salió un destello de luz que bajó hasta iluminar a la bruja por completo.
—Uuuhhhh... Esto es de otro mundo —dijo Eda sonriente en el momento en que su cuerpo empezaba a flotar.
La humana vio con la boca abierta cómo la luz se llevaba a la anciana al cielo en donde al llegar y ser tragada por las nubes, todo volvió a la normalidad. Aunque las nubes seguían allí.
—Ammm... —Luz vio a todas partes. No sabía que acababa de pasar exactamente.
Mientras tanto.
Eda caía de pie sobre un montón de nubes. Estaba en un lugar muy bonito, colorido y con nubes por doquier.
—Así que, ¿Este es el cielo? —Se preguntó con una sonrisa.
Vio a todas partes. Seguramente debía buscar a su amigo y llevárselo de allí.
—¡King! —Lo llamaba. Usaba sus manos para amplificar su voz.
Estuvo unos segundos llamándolo hasta que...
¡AAAAAAAUUUUUUUUUUUU!
Escuchó un potente aullido que hizo temblar el lugar. De repente un enorme lobo negro con cabeza huesosa y enormes cuernos salto enfrente suyo.
Ella se tapo la boca. Su amigo era el mismo de antes.
—¡Si! ¡Jajajajaja! —Celebró mientras aplaudía y daba saltos de alegría.
Corrió hasta dónde estaba él para abrazarlo.
¡GRRAAAWWWWWL!
Pero un potente rugido que produjo una corriente de aire la hizo retroceder. Ella simplemente sonrió al ver que él había recuperado sus poderes.
Iba a acercarse nuevamente pero el habló.
—¿¡Que haces aquí Eda!? —Gritó él.
—¡Vengo por ti muchachote! —Exclamó ella feliz. Intentó acercarse nuevamente para darle un abrazo pero un nuevo rugido la hizo retroceder. —¡Hey! ¿¡Qué te pasa King!? —Preguntó molesta por el actuar de su amigo.
—No voy a ir a ninguna parte Eda, ya estoy dónde pertenezco —dijo él mientras se sentaba en el suelo. El cuál estaba hecho de nube.
La bruja negó lentamente con su cabeza. Dio un paso atrás, no pudiendo creer lo que escuchaba.
—King si está es una broma, te digo que no es graciosa —dijo molesta.
Pero sus dudas fueron disipadas cuándo él negó con su cabeza. Al parecer no era una broma y mucho menos era una trampa.
—Pero, ¿Por que? —Preguntó ella al borde del llanto. —¡T-te necesito en mi vida y lo sabes! —Grito cómo si fuera una niña pequeña.
—Sabes que eso no es cierto Eda —la voz de él sonaba calmada. Parecía estar feliz, sentía una paz que nunca sintió antes. —Lo que necesitas es empezar a planear tu futuro, casarte, formar una familia, establecer una buena relación con tus amigos, con tu familia, con Lilith y proteger a los que tienes cerca. —Sugirió él.
—¡King deja de decir estupideces y vamonos a casa! —Dijo ella ya harta de tanta parloteadera de su amigo. —¡Te llevaré a la fuerza si es necesario! —Amenazo. Hizo un círculo en el aire con su dedo pero no pasó nada. —¿¡Pero que!? —Estaba sorprendida. Intentó hacer otro circulo pero nada paso.
—Los vivos no pueden usar magia aquí chica —río él. —Ven aquí, tengo un regalo para ti. —Le dijo con mucho cariño.
—¡King! —Ella no lo aguantó más y salió corriendo hacia él. Lo abrazo con fuerza, no queriendo soltarlo. —¿Qué voy a hacer sin ti? —Lloró.
—Pues ya te lo dije, casarte, hijos, amigos, familia y... Creo que deberías estudiar alguna carrera o algo así —sugirió nuevamente.
—¡PERO ODIO LA ESCUELA! —Grito. Alzó su vista y observo a su amigo con una expresión patética.
—¡Jajajaja! —Este río. —Te ves igual de patética que cuándo nos conocimos. —Dijo recordando la vez que vio a esa niña llorona que le pedía comida y que se convirtió en una poderosa bruja.
Eda no pudo evitar empezar a reír. Era cierto. Era patética. Ambos lo eran, no tenían a nadie, más que ellos.
Un rato después.
Estuvieron hablando un largo rato sobre cosas del pasado. Hasta que ya era hora de la despedida.
—¿Estarás bien? —Preguntó ella con tristeza.
—Ya estoy muerto, ¿Qué más puede pasarme? —Bromeó este.
Eso solo hizo que ella se sintiera más miserable. Por su culpa es que King estaba cómo estaba ahora. Empezó a temblar, iba a romperse nuevamente.
Pero un gruñido la hizo ver al frente nuevamente.
—Oye, ni se te ocurra culparte por lo que pasó —la regaño él. —¡Hiciste lo que estaba a tu alcance y fue más que suficiente para mi! ¿¡ENTENDISTE!?
Ese grito la hizo temblar y asentir rápidamente. Su amigo si que era temible nuevamente y siendo el rey de los demonios, pues debía de serlo.
—Prometo no culparme... —Prometió. Ni ella se creía eso.
—Muy bien y antes de que te vayas, debo darte algo —dijo él. Ella asintió con una expresión seria. Debía verse fuerte para su amigo y ya cuando llegara a su hogar, ponerse a llorar como una bebé. —Cómo somos hermanos ahora, es mi deber transferir el linaje para que este no se pierda y cómo eres mi única pariente. Pues, ¿Qué crees chica? —Preguntó este emocionado.
—¿Si? —Ella no estaba muy segura.
—¡Ahora eres la nueva Reina de los demonios! —Exclamó.
Ella abrió su boca en exceso. No podía creer lo que escuchaba.
—¿¡Qué!? —Gritó sorprendida. —¡King no puedo aceptar eso! ¡Tu siempre vas a ser el Rey de los Demonios para mi! —Dijo ella con una sonrisa triste.
—Muy tarde, ya no hay tiempo —dijo él con una sonrisa para luego abrir su boca para lanzarle a su amiga una especie de fuego rojo que no tardo en cubrirla por completo.
—¡AAAAAAAAAHHHHH! —Gritó ella mientras sentía que su ser era quemado vivo. Era horrible. Cuándo acabó, su cuerpo echaba humo. Parecía la misma bruja aunque por dentro el cambio empezaba. Uno muy grande. Luego de eso, el suelo donde estaba parada desapareció y ella cayó al vacío. —¡AAAAAAAAAHHHHH! —Volvió a gritar mientras estiraba su mano hacia su amigo. —¡KIIIIIIIING! —Grito entre lágrimas.
Aun no estaba lista para despedirse de él. Este se asomó y la vio mientras caía, ella lo vio fijamente, él se veía feliz.
—Nos veremos en otro momento Eda, sigue fuerte cómo siempre y recuerda lo que te dije, casarte, hijos, familia, carrera y deuda con el banco, cuídate —le gritó mientras la veía caer.
—¡KIIIIIIIING! —Gritó ella nuevamente entre lágrimas.
Un rato después.
—Aaaahhh... —Exclamó sorprendida al abrir sus ojos. Vio a todas partes y al parecer ya había vuelto a casa.
Vio que la humana se le acercó con sus brazos cruzados y con una expresión de pocos amigos.
—Te fuiste por unos minutos, ¿Qué pasó? —Preguntó Luz seria.
Eda bajo la mirada.
—Él no quiso volver... —Las lágrimas empezaron a caer de sus ojos. La última oportunidad de traer a su amigo de vuelta había fracasado.
Luz en cambio suspiro. Allí se fue su deseo ya que al no ver que el sobre volvía, pues era obvio que ya se había usado y no habían devoluciones.
—¿Quieres acompañarme a beber hasta que perdamos el conocimiento y no recordemos la una a la otra? —Propuso Eda a la humana con una expresión feliz pero que las lágrimas y el dolor la hacían ver patética.
—Haré lo que sea para olvidarte bruja —aceptó Luz gustosa. Un par de tragos era lo que necesitaba en estos momentos.
Y mientras ambas caminaban hasta la casa, la bruja habló.
—Te va a encantar mi dotación super secreta de bebidas, estas son tan fuertes que destruirán tu mente y cordura en un santiamén —dijo emocionada la bruja.
—Eso espero —dijo Luz un tanto emocionada. Le fascinaban las bebidas fuertes.
Tres o cuatro o cinco días después.
—Ay mi cabeza... —Luz se despertaba de su largo sueño. Sentía como si un elefante le hubiera pasado por encima.
Estaba en una cama, aunque no sabía de quién era. Si era la suya o la de alguien más.
Giró su cabeza y se encontró de cara con alguien.
—¿Amity? —Habló anonadada al ver a la peliverde dormida a su lado. Esta tenía una enorme sonrisa en su rostro mientras dormía.
Fue entonces que Luz se vio a sí misma y se encontró con la sorpresa de que estaba desnuda. Amity estaba igual. Sintió un bulto al otro lado y casi grita al voltear y ver a Eda también desnuda.
Al parecer se pasaron con los tragos y lo peor es que no sabía que demonios pasó.
—¡Por un demonio, lo que faltaba! —Grito furiosa.
Continuará...
Yo tampoco sé lo que pasó :D.
No olviden invitar amigos a leer mi historia, se los agradecería muchísimo ;3.
No olviden decirme que les pareció el capitulo dejando un comentario si leen la historia en Wattpad o con un review si la leen en Fanfiction. Sigan mi perfil para así obligarme a seguir escribiendo xD.
Nos vemos en la próxima, adiósh ;3.
