Capítulo 14: Relaciones.
En la sala se hallaban tres chicas sentadas en el enorme sofá que allí había. El ambiente era un tanto... Peculiar.
Se veía a una molesta humana que no dejaba de ver con cara de pocos amigos y de brazos cruzados a la bruja mayor. Esta por su parte se sujetaba la cabeza, al parecer le dolía mucho.
—Ay mi cabeza... —Sollozo Eda. Además de que le volvía el recuerdo de su difunto amigo. Pues los efectos por estar ebria los días anteriores, le hacían sentir un dolor horrible.
—Me alegro mucho —dijo Luz aún molesta.
—Oye, ¿Cómo iba Yo a saber que el licor hecho de hígado de demonio prehistórico añejado por cuatro mil años, iba a hacer que perdiéramos la memoria? —Se defendió Eda.
—¡Pues hubieras revisado que ese demonio prehistórico que cazaste hace miles de años estuviera en buena forma antes de poner a añejar esa maldita bebida! —La regaño Luz.
Eda parpadeo un par de veces un tanto confundida.
Luego volteo a ver a la cuarta pared y dijo.
—¿Qué me habrá querido decir? —Le preguntó a los lectores.
—Jiji... —Río la tercer persona que estaba en la sala. Esta había entendido el chiste. Ella se veía muy feliz por alguna razón. —Luz y Yo pasamos la noche juntas... —Dijo sonrojada la menor de los Blight. Se sujeto ambos cachetes con sus manos.
Estaba que irradiaba felicidad.
Luz la observo con una ceja levantada. Rodó sus ojos restándole importancia a la chica. Debía saber que paso ayer.
—¿Qué pasó ayer? —Se preguntó. Luego se dirigió a Eda. —Oye, ¿No tienes algo para hacernos recordar lo que pasó? —Preguntó.
—Uhmmm... —Está se puso pensativa. —¡AAHHH! —Luego gritó ya que pensar hacia que le doliera más la cabeza.
Luz alzó una ceja.
—¿Tienes o no? —Preguntó nuevamente.
—Espera... —Pidió Eda. Se frotó la sien con sus manos.
Las otras dos simplemente esperaron.
—Ay que dolor de espalda tengo... —Le dijo Luz a Amity.
—Pobrecita... —Dijo Amity con ternura. Acto seguido le empezó a acariciar el cachete. —¿Quieres un masaje? —Preguntó.
Luz suspiró. Lo mismo de siempre. Ya se había cogido a chicas y chicos antes y estos se portaban cariñosos con ella al día siguiente.
Y obviamente ella siempre les sacaba provecho.
Se encogió de hombros y dijo.
—¿Puedes dar buenos masajes? —Preguntó.
—Jajajajajaja —río la peliverde de forma elegante haciendo que la humana alzará una ceja. —Obvio Yo no, pero mis abominables son expertos en eso. —Reveló.
Acto seguido hizo aparecer un abominable a las espaldas de Luz y este empezó a masajear sus hombros.
—Uuuyyyy... —Dijo relajada. —Me podría acostumbrar a esto... —Dijo más relajada.
—¿Verdad que si? —Dijo Amity con una expresión relajada. Se acercó a Luz y recostó su cabeza sobre sus piernas. —Juntate conmigo Luz y gozarás siempre de lujos y comodidades. —Ofreció ella.
—Lo... Pensaré... —Dijo Luz ya más relajada. El abominable de Amity si que tenía buenas manos.
La peliverde sonrió. Al parecer su plan para acercarse a la humana dio resultados o algo así.
—En tu cara Willow... —Murmuró por lo bajo. —Ojalá hayas disfrutado el video que te envié jeje. —Río de forma malévola.
Más tarde.
Eda ya se había recuperado.
—¡AAAAH! ¡Mi cabeza! —Gritó adolorida. Al parecer aún le dolía pero podría soportarlo aunque sea un poco para lograr hacer el hechizo.
—¿Estas segura que puedes hacer esto? —Preguntó Amity confundida. Se hallaba al lado de Luz abrazando su brazo. Al parecer quería estar muy cerca de ella.
—Niña, Yo soy la bruja más poderosa del lugar y un simple hechizo no es problema para mí —se defendió la bruja.
Luz por su parte ya estaba harta. Alejo a Amity con enojo para después dirigirse a la bruja.
—Solo apúrate, ¿Si? —Pidió.
Le preguntaría a la peliverde que paso pero resulta que ella también bebió y estaba en las mismas que ellas dos.
—Espera, ¿Si? —Pidió la bruja con suma molestia. Ni su madre era tan mandona. Después de eso, se preparo y luego de hacer un círculo de magia con su dedo, dijo. —¡Hechizo de memoria!
Acto seguido el círculo de luz se agrando hasta alcanzar a todas las presentes.
—Ugh... —Luz no aguanto más y cayó desmayada boca abajo.
—Ay... Mi cabeza... —Amity tampoco parecía poder permanecer despierta. Así que cayó de rodillas al suelo.
No sin antes darle la vuelta al cuerpo de Luz y acostarse a su lado. Descansando su cabeza en el hombro de esta, también abrazándola de la cintura y subiendo una pierna sobre ella para estar más cómoda.
—Es bellísima... —Dijo Amity con un enorme sonrojo y una sonrisa mientras miraba el rostro angelical de Luz.
Luego de eso cerró sus ojos y cayó dormida gracias al hechizo que Eda lanzó.
Hablando de ella.
—¿Uh? —La bruja miraba con una ceja levantada lo que la peliverde acababa de hacer.
Sin duda alguna el amor es extraño y lo era más para ella, ya que no se había enamorado nunca y por eso no estaba casada.
Al final la bruja cayó de cara al suelo totalmente noqueada por su propio hechizo.
Hace tres o cuatro o cinco días.
Eda buscaba en el armario secreto que tenía en su sótano, las bebidas que le prometió a Luz. La cuál esperaba pacientemente a que ella encontrara lo que buscaba.
—No sabía que tenías un sótano —habló Luz.
—Si, es un lugar secreto en dónde guardo muchos tesoros que he encontrado a lo largo de los años —comentó Eda sin dejar su búsqueda.
—Si, se nota que hay tesoros muy buenos —dijo la humana con sarcasmo al ver que en un estante había un carro de control remoto y un empaque de papel aluminio. Sin duda alguna tesoros muy raros. —¿No tendrás algo de cera para oídos guardada por allí entre tus grandes tesoros? —Preguntó con una sonrisa burlona.
—No, sería demasiado afortunada si encontrara cera de oídos de titan por allí, sin duda alguna sería millonaria —comentó con una sonrisa triste la vieja mujer.
Luz simplemente rodó sus ojos. La gente de este lugar le empezaba a repugnar. Vio fijamente a la bruja y esta seguía buscando. Al parecer aún no encontraba nada de nada.
Pero algo llamó la atención de la humana. Por alguna razón el cabello en la parte trasera de la bruja era en algunos algunos lados de color naranja. Sin duda alguna, algo muy extraño.
—¿Se lo habrá pintado? —Murmuró por lo bajo. No recordaba que fuera de ese color.
—¡Las encontré! —Gritó emocionada la bruja al tiempo en que mostraba una caja llena de botellas verdes. —¡Licor añejo hecho con el hígado de un demonio prehistórico hace miles de años! —Celebró. —Yo le llamo, licor añejo hecho con el hígado de un demonio prehistórico de hace de miles de años! —Bromeó.
Luz esbozo una sonrisa sarcástica.
—¿Qué mamada? ¡Es el mejor nombre de la vida! —Bromeó Luz también.
Aunque le daba cosa que ese licor estuviera hecho de hígado de demonio pues aún así quería beber hasta olvidar.
Olvidar a Eda y que alguna vez la conoció.
Más tarde.
—¡Hasta el fondo! —Dijo Eda. Ambas tenían un vaso lleno con el vital líquido listas para empezar su noche de bebidas las dos solas.
—¡Tu lo haz dicho hermana! —La acompañó Luz.
Luego de eso se bebieron de un sorbo el contenido completo del vaso. La humana arqueo una ceja, vio el fondo del vaso en donde se encontraba hace unos momentos un líquido de color blanco burbujeante.
Saboreo el sabor que este le dejo en su boca. Juraría que el licor tenía un sabor más fuerte.
—No es por hacerte sentir mal, pero me emborracharia más bebiendo agua que tu porquería de hace miles de años —dijo Luz sería.
—Sabes, tu comentario me molestaría y haría que te destroce la cara a golpes... —Murmuró Eda mientras miraba su vaso vacío. —Pero tienes razón... Creo que la próxima vez que un loco dentro de un callejón me venda licor por medio caracol pues... Lo pensaré dos veces antes de comprarselo todo... —Dijo un tanto triste.
Quería beber. Para olvidar a su amigo, pero ahora se sentía exageradamente peor. Solo quería llorar. Sentía sus piernas muy débiles, empezaron a temblar y sus lágrimas amenazaban con salir.
—No empieces por favor... —Pidió Luz desviando la mirada aún lado. No soportaba ver a las personas fuertes comportarse de una manera tan patética.
—¡Silencio niña! —Eda la silencio. Se veía furiosa. —¡Tu no me vas a decir que hacer en mi casa! —Grito.
—¿¡Tu casa!? —Preguntó Luz muy molesta. —¡Por lo que me enteré, la tal Odalia te la regalo en tu cumpleaños veinte o treinta, ya olvide cuándo fue! —Reveló Luz atacando también.
—¡Me vale! ¡La casa está a mi nombre y Yo mando aquí! —Contraataco. —Además, no porque te estén saliendo más brazos quiere decir que me vas a intimidar. —Se burló la bruja. Luego abrió sus ojos en exceso al darse cuenta de lo que dijo. —Un segundo...
Miró fijamente a la humana y está tenía seis brazos. La cuál empezaba a tambalearse de un lado a otro.
—¿De que hablas tu? —Luz entre cerro sus ojos para ver bien a la bruja. Esta se veía extraña. —Tú... Cara de medusa...
Vio fijamente a Eda y su cabeza tenia forma de medusa rosada, enormes ojos y sin boca.
—¿Qué está pasando? —Dijo Eda alarmada. Vio a todas partes y la realidad se empezaba a distorsionar. Empezó a temblar cuándo todo se empezó a poner oscuro.
Incluso abrazo con fuerza a la humana.
—Jeje... Linda medusita... —Río Luz. Miraba con una expresión tonta a su alrededor.
Se hallaba en el fondo del océano siendo abrazada por una sirena tetona con buenos músculos y aleta de color verde.
Acercó su rostro a ella para olfatearla. Levantó su brazo para empezar a lamerle las axilas. Sin duda alguna la sirena tenía un sabor exquisito.
—¡AAAAAAAHHHH! —Gritaba Eda la cual era devorada por una especie de centauro mágico de color blanco con la parte superior igualita al de la humana Luz. —¡Mis axilas! —Gritó.
Unos minutos después.
Ambas tenían una botella del extraño licor en sus manos, las cuáles le daban un enorme sorbo a cada minuto. Todo eso mientras reían y reían, luego se molestaban mientras discutían y empezaban a llorar de la nada, repitiendo todo el proceso cómo un círculo vicioso.
—Y-y mi madre no le celebró sus quince años a Lilith solo por que guardaba el dinero para una ocasión muy importante... —Contaba Eda entre risas. —¡Celebrar mis quince años! ¡JAJAJAJAJA! —Río a carcajadas. —¡Hubieras visto a la muy estúpida de Lilith en ese tiempo! ¡Estaba destrozada por que no le celebraron su fiesta!
—¡No inventes! —Río Luz.
—¡Y se puso peor cuándo no la invité a la mía! ¡JAJAJAJAJA! —Soltó una enorme carcajada.
—¡JAJAJAJAJA! —Río Luz de igual manera. Luego le dio un sorbo a su botella y empezó a hablar. —Yo recuerdo cuando cumplí catorce años... Media escuela quería ir a la celebración... —Bajo la mirada. —Pero mi madre se gasto todo el dinero que tenía en bebidas y no pudo celebrarla. —Dijo sería. Bajando la mirada al suelo.
—Ay que pena niña... —Dijo Eda triste.
—¿Cuál pena? —Preguntó Luz alzando la vista viendo a la bruja con una sonrisa. —¡Si tenía cómo diez amigos ricos y termine celebrando mi fiesta en una de sus mansiones! ¡JAJAJAJAJA! —Luego empezó a reír como una lunática. —¡Tuve sexo como una loca ese día! —Exclamó alzando sus brazos por lo alto.
—¡JAJAJAJAJA! —Eda simplemente río. —¡Estás loca niña! —Le dijo para luego darle un suave golpe en el hombro a Luz.
—¡Oye! —Eso la enfureció.
¡PAM!
Le dio un puñetazo en la cara a la bruja haciéndola caer al suelo.
—Oh, ya verás... —Dijo Eda con lágrimas en sus ojos. Se levantó del suelo y se quitó sus zapatos quedando descalza. Para luego empezar a flexionar sus músculos. —¡Ya despertaste a la bestia! —Señaló a Luz con su mano. Le hizo señas a Hooty quién estaba en la cocina preparándose algo de comer para que le lanzará algo.
El animal asintió y después de regurgitar un micrófono se lo lanzó a su dueña.
¡PAM!
—¡UGH! —Este le dio en la cara y la hizo caer al suelo. —Estoy bien... —Luego se levantó como si nada. —¡Una simple humana a retado a la campeona del lugar y sólo hay una cosa que se puede hacer! —Dijo con el micrófono mientras miraba a los alrededores cómo si le estuviera hablando a un público imaginario.
Luz apretó sus dientes. Obviamente la bruja quería luchar y eso era lo que iba a hacer.
Rápidamente se quito sus zapatos quedando descalza al igual que la bruja.
—¿¡Están listos para el evento principal!? —Grito Eda. Espero a que el público imaginario diera su aprobación acercando su oído cerca del portal que se acababa de abrir a un lado suyo. Ya que Olwbert regresaba de la tierra y traía una gran bolsa.
Este vio con una ceja levantada a su dueña. Sabía que ella hacía estupideces y está era una subida de nivel. Decidió descansar un rato en el sofá para luego volver a su labor de traer cosas del mundo humano.
La humana vio cómo el ave vaciaba las cosas que trajo en la pila de objetos humanos y vio algo que le llamó la atención. Algo que le podría ayudar a ganar el campeonato que dentro de poco iba a tener que disputarse al tener que partirse la cara con Eda.
Se acercó tambaleándose hacia las cosas que Olwbert trajo y tomó lo que le llamó la atención.
Eda estaba distraída flexionando sus músculos hacia el público imaginario que no se dio cuenta que su adversaria se acercaba por sus espaldas.
¡PAAAAAAAMMM!
—¡AAAAAHHH! —Grito Eda casi noqueada al caer al suelo. Producto del golpe en la espalda que le dio Luz con una silla metálica.
La bruja se intento arrastrar para llegar a la equina para poder reponerse.
¡PAAAAM!
Pero Luz le dio otro golpe en la espalda con la silla.
La pelea parecía perdida, pero la bruja se puso rápidamente de pie aunque le doliera mucho su espalda.
—¡Ahora veras! —Grito Eda. Alistó su puño y lo dirigió a la cara de la humana.
Esta se hizo a un lado esquivando por poco, cayendo acostada en el suelo debido a su estado.
—Hoot-Hoot —lamentablemente Hooty asomó su cara por detrás de Luz para ver que hacían sus amigas.
¡PAM!
Recibiendo el puñetazo que iba dirigido para Luz directo en su cara, enviándolo a volar un par de metros directo contra la pared.
—¿¡Dónde estás!? —Grito Eda furiosa al no ver a la humana por ningún lado.
La buscaba con la vista a ver si la localizaba en alguna parte. Luz por su parte estaba detrás de la bruja, tirada en el suelo. Al esquivar el golpe de Eda quedó acostada sin saber dónde estaba o que hacía antes.
—¡Hoot-Hoot! —Exclamó Hooty al momento de atacar a su dueña.
¡PAM!
—¡AAHHH! —Gritó la mayor al recibir un cabezazo por parte del ave en la mera cara. Cayendo acostada sobre Luz. —Hola, ¿Cómo has estado? —Preguntó mientras acomodaba su cabeza sobre el vientre de la chica.
—¿Y tu quien eres? —Preguntó Luz confundida.
—¡AAAAAAAHHHH! —Grito Eda cuando su guardián de la puerta la tomó de uno de sus pies y la empezó a arrastrar por la casa. —¡Déjame! —Ordenó y al ver que Hooty hacia caso omiso, tomo su bastón que estaba por allí en el sofá. Owlbert descansaba en el, para recuperar energías.
¡PAM!
Pero se despertó de golpe cuándo su dueña lo uso como bate de béisbol para darle en la cara a Hooty.
—¡UUUUGGHH! —Se quejo Hooty medio noqueado por el golpe.
—¡JAJAJAJAJA! ¡SOY LA MEJOR! —Celebraba Eda mientras levantada su bastón por lo alto. El cuál ya no tenía a Owlbert.
Este estaba mareado por el golpe que le hizo dar su dueña. Se hallaba tirado en el suelo. Al poco tiempo se levantó furioso mientras observaba a Eda.
—¡AAAAAHHH! —Grito Eda cuándo Owlbert se le abalanzo encima y le empezó a picotear la cara. —¡DÉJAME! —Exigió.
¡PAAAAAM!
Pero cayó al suelo nuevamente cuándo Luz le dio otro golpe con la silla en la espalda. La humana recordó lo que hacía.
O algo así.
—¡Eso te pasa por comerte mis chocolates encantados! —Gritó Luz mientras señalaba a la bruja adolorida en el suelo. —¡AAAAAHHH! —Pero luego se vio atacada por Owlbert y Hooty al mismo tiempo.
Mientras tanto Eda se arrastraba para intentar llegar a la esquina o mejor dicho, montaña de tesoros humanos. Al llegar empezó a escalar.
Lentamente subía teniendo cómo objetivo la cima de esta.
—Solo un poco más... —Dijo al llegar casi a la cima. —Si, logre. —Al llegar miro hacia abajo y casi vomita al ver un paisaje en el horizonte con nubes y todo eso. Pero después de agitar su cabeza un par de veces, apretó sus dientes y mientras señalaba un enorme letrero que estaba en el horizonte que decía "Wrestlemania 82", grito... —¡AAAAAAAHHHH! —Para luego saltar al vacío.
Abajo Luz luchaba por quitarse a esos dos de encima.
—¿Y eso? —Pero se detuviera al escuchar un grito además de que una sombra los empezaba a cubrir.
Lentamente los tres voltearon hacia arriba y se horrorizaron al ver a la bruja cayendo en su dirección.
—¡AAAAAAAHHHH! —No tuvieron de otra que gritar mientras se abrazaban con fuerza.
Unos segundos antes.
—Eda se va a emocionar cuándo le diga que puede entrar al Aquelarre del Emperador sin hacer ningún examen y que solo necesita una recomendación mía —decía Lilith emocionada mientras corría a toda prisa hacia la casa de su hermana menor.
Estaba en frente de la Casa Búho y se extraño al ver que Hooty no estaba en su lugar. En vez de eso el ave metía su cabeza por la ventana.
Seguramente estaba haciendo algo en la cocina.
Abrió la puerta y se quedó sin habla al ver a la humana, a Hooty y a Owlbert abrazados en medio de la sala. Pero se sorprendió más al ver en cámara lenta cómo su hermana caía en picada sobre ellos.
¡KABOOOOOOOMM!
Se escuchó una explosión en el interior de la casa cuándo Eda cayó sobre los chicos. La magnitud fue tanta que Luz y los otros dos además de los objetos alrededor salieron volando por todas partes.
Lilith se oculto detrás una mesa que estaba tirada por allí mientras abrazaba sus rodillas con fuerza y se mesia de un lado a otro. Tenía miedo de lo qué estaba pasando.
—¡WOHOOOOOOOO! —Celebró Eda mientras levantaba por lo alto un cinturón de campeonato que Owlbert acababa de traer del mundo humano. —¡MAMÁ ES LA CAMPEONA! —Siguió celebrando.
Lilith salió de su escondite y al ver que todo estaba en orden. Salió a ver a su hermana.
—¡Edalyn te tengo grandes noticias! —Se acercó y puso una mano sobre el hombro de Eda sin importarle que su hermana estuviera ocupada.
—¡Woah! —Exclamó Eda aún celebrando. Luego se dio la vuelta al sentir un tacto en su hombro. Se dio la vuelta y vio que una hermosa mujer la venía a felicitar y ella hizo lo que hubiera hecho cualquiera.
—¡UGHMMMM! —Lilith se vio impactada al ser besada en la boca por su hermana.
La de cabello azul entendió al instante. Eda estaba ebria ya que solo así su hermana se atrevería a besarla. Ya que no era la primera vez que lo hacían.
Al separarse Lilith dijo...
—Oh no otra vez Edalyn... —Dijo con una sonrisa nerviosa.
Un rato después.
—¡Eda no! —Gritaba Lilith mientras intentaba quitarle la botella de licor viejo a su hermana.
—¡Eda si! —Grito Eda mientras jalaba la botella.
Ambas se hallaban en medio de la sala luchando por quitarle la botella a la otra.
Luz por su parte se venía despertando ya que el impacto que Eda les dio, la mando a volar hasta chocar contra una pared dejándola semi inconsciente.
Parecía un tanto desorientada. Una por el golpe y otra por el estado de ebriedad en el que estaba. Vio a las dos viejas pelear por una botella de licor.
Ella simplemente suspiro y se acercó a la caja que estaba en el suelo para tomar otra botella. Empezando a beberla de inmediato.
Se sentó en el sofá y decidió ver a esas dos pelear.
—¡Eda deja de beber! —Gritó Lilith enfurecida.
—¡Déjame beber! ¡No tengo nada más en la vida y por eso debo destruirme cómo quiera! —Grito Eda entre lágrimas.
La mayor soltó la botella. Se le suavizo la expresión al ver a Eda llorar. Ella incluso quería llorar. Ya que era su culpa que su hermana fuera prácticamente una recolectora de basura.
Si, le arruino su futuro.
No lo aguanto más y se sentó en el mueble de la sala. Se cubrió el rostro con ambas manos y empezó a llorar.
—Es mi culpa... Perdóname... —Pidió entre lágrimas.
En verdad le dolía el alma por haber hecho sufrir a su hermana. Por su culpa, Eda era una miserable y una mujer infeliz.
—¡WOOOOHOOOO! ¡SOY TAN FELIZ! —Grito Eda mientras bebía y bebía su licor añejo.
—¡TU LO HAZ DICHO VIEJA! —La acompañó Luz mientras también bebía y bebía.
Ambas se relajaron en el sillón pero alzaron una ceja al ver a la mujer llorona que estaba entre medio de ambas.
—¿Uh? —Lilith alzó la mirada al sentir que alguien le tocaba el hombro. Vio que Eda le ofrecía una botella de licor viejo. —Pero si bebo mañana no podré presentarme al trabajo... —Dijo dolida.
—¡Ay Tú solo eres trabajo y trabajo! ¿¡Acaso no te dan vacaciones o días libres allí!? —Preguntó Eda.
—Bueno... —Lilith lo pensó bien. Era cierto que había ido a trabajar todos los días desde hace diez años. Por lo que se había ahorrado todos sus días de descanso y lo que su hermana decía era cierto. —¡Tienes razón Edalyn! —Aceptó ella. Le arrebató la botella a su hermana y le dio un gran sorbo para luego tragarlo.
—¡Así se habla señorita ballena! —Dijo Eda complacida al ver que su amiga acuática acepto su trago.
Lilith alzó una ceja pero se encogió de hombros por lo dijo su hermana. Además un par de tragos no le harían daño.
Un rato después.
—¡Muerte a Belos y a todo su imperio! ¡WOOOOOHOOOOO! —Gritaba Lilith mientras estaba subida arriba del refrigerador el cual por alguna razón estaba en medio de la sala.
Usaba su capa blanca del aquelarre como si fuera una hélice de helicoptero ya que le daba vueltas y vueltas con su mano por arriba de su cabeza.
—¡Nunca había estado tan feliz! —Exclamó.
—¡Hey bájate de mi televisor maldita ballena! —Grito Eda furiosa.
—¡Obligame perra! —Grito Lilith furiosa también.
Ambas se miraban fijamente mientras gruñían cómo animales rabiosos.
Cualquiera diría que se iban a ir a los golpes.
¡PAM!
Y así fue. Eda le dio un puñetazo en el estómago a Lilith haciéndola caer al suelo de cara. Esta se quejo por el dolor pero después de que se levantó y le dio un sorbo a su botella de licor, se abalanzó contra su hermana.
Ambas forcejeaban en el sofá mientras se tomaban de las manos y chocaban sus frentes. Parecía que iban a matarse.
—¡Enséñale una lección a esa perra! —Grito Luz la cuál estaba en un extremo del sofá viendo a esas dos pelear.
—¡Eso quiero pero no se deja! —Gritó Eda furiosa.
—Se lo decía a la otra —comentó Luz con expresión cansada.
Eda frunció el ceño al ver que su humana no la apoyaba. Eso sólo la hacía querer darle más su merecido a la ballena que tenía cómo hermana o tía, ya olvidó lo que era Lilith de ella.
Más tarde.
—Ay si Eda... Eres la mejor... —Decía Lilith desde abajo de las sabanas mientras se hallaba haciendo algo indebido con su hermana en la habitación de esta.
¡SLAP!
Luz abrió la puerta de una patada. Venía toda ebria buscando a las dos perras que hasta hace rato estaban peleando en la sala. Traía en sus manos una botella de ese licor tan extraño.
—¡AAAAAHHHH! —Gritaron las dos hermanas para luego salir de debajo de las sabanas y ver con miedo a la que acababa de entrar.
Ambas estaban desnudas y se cubrían como podían con la sabana.
—¡Asi las quería agarrar puercas! —Grito Luz muy decepcionada para luego salir por la puerta nuevamente y dejar a esas dos seguir con lo suyo.
Ambas miraron perplejas por dónde se había ido la humana por unos cuantos segundos. Luego se miraron entre sí y sin esperar más.
—¡UHMMMM! —Se empezaron a besar para luego cubrirse con las sabanas y seguir con lo suyo.
A la mañana siguiente.
Luz se hallaba dormida en el suelo de la sala. Se veía muy tranquila. Eda y Lilith seguían con lo suyo en el cuarto de la primera. Al parecer eran insaciables.
Ninguna le daba tregua a la otra.
—Veo que eres resistente... —Dijo Eda desafiante mientras dejaba de besar a su hermana. —¿Qué tal si le aumentamos el nivel? —Sugirió.
Acto seguido hizo un círculo de magia con su dedo y un enorme miembro le creció en su zona íntima.
—Espera... Yo no... —Lilith intentó hacerla esperar. Pero fue tarde. Su hermana se le subió encima y sin esperar le metió esa cosa en el interior a su hermana. —¡AAAAAAAAHHHH!
Grito la mayor al sentir como su interior ella llenado por completo.
El verdadero placer comenzaba ahora.
Amity POV.
Desde que la humana llegó a mi vida, esta cambio para bien. No sólo me he relajado en mis clases ya que no soy la alumna estrella y eso significa que no debo preocuparme por que los maestros me citen a cada rato para que les ayude con festivales o asuntos estudiantiles.
Todo eso le corresponde a esa idiota de Willow ahora. Nunca le perdonaré que en haya quitado mi puesto de alumna estrella. A la humana la perdono por que si. Se ve que es buena persona y eso.
Pero Willow es despreciable. Hablando de Luz. Esta es... ¿Cómo decirlo?
Una persona genial. No sólo ganó popularidad en la escuela y en todas la Islas Hirvientes por haber detenido a una de las peores criminales de todas, mi hermana mayor.
Cualquiera diría que Amelia se merecía una petrificación, pero no. En este lugar mandan los que tienen dinero y obviamente mi madre pago mucho para que le dieran arresto domiciliario.
Es un alivio ser de una familia rica y poderosa.
Me encantaba tener a mi hermana cerca. Sentía que mi familia estaba completa otra vez.
Y todo gracias a Luz. Al principio no aprobé que se peleará con mi hermana, pelea en la cual Yo estuve. Pero al final me di cuenta de que Luz nos hizo un bien a todos incluyendo a Amelia. Aunque ella lo niegue.
Sin darme cuenta la humana rondaba en mis pensamientos la mayor parte del tiempo.
Su personalidad seria y altanera la hacían verse cool. A veces me encantaría que fuéramos más que amigas y eso. Aún recuerdo el beso que me dio en la mejilla cuando nos encontramos en la rodilla durante el encuentro con la Reptibestia, me hubiera gustado solo Yo tener ese privilegio pero mis hermanos también lo tuvieron.
Pero me vale, mis metas son otras y si quiero que Luz acepte venir al conjuro bajo la luna, debo ser rápida antes de que Willow me gane y la invite primero.
Otra vez.
Hoy era jueves. Me levanté temprano ya que hoy no había clases debido a que el maestro tuvo un accidente cuándo su abominable lo soltó y lo dejo caer al suelo.
Sin duda alguna fue algo trágico pero oportuno, ya que con Willow y Gus en la escuela, Yo tenía el camino libre para ir a ver a Luz y estar a solas con ella.
Después de que me di una ducha de agua caliente me puse mi ropa formal. La que uso cuando voy a trabajar a la biblioteca. Luego de eso me puse a cocinar ya que no podía ir con las manos vacías a la Casa Búho.
Más tarde.
—Espero que a Luz le guste el pastel de hadas —dije emocionada al ya estar enfrente del hogar de la humana.
Esa que me hacía pensar en cosas indebidas. Esa que Yo extrañamente quería que solo pasara tiempo conmigo.
Esa que sin saberlo se robo mi corazón pero que Yo era lo suficientemente cobarde como para decirle mis sentimientos. Ya que ella era genial, violenta, intimidante, agresiva, soberbia, mandona, altanera, presumida, egoísta y sobretodo... Tenía un excelente físico que me volvía loca.
La quería solo para mí.
Fin Amity POV.
La peliverde llegó a la puerta de la casa de Eda y al ver que el ave guardiana dormía, rodó sus ojos y entró a la casa.
—¿Luz estas en casa? —Habló ella mientras se asomaba. —¡Luz! —Gritó horrorizada al ver a la humana tirada en el suelo. Rápidamente dejó el pastel por allí y se fue a ayudarla. Se agachó y la levantó con sus brazos haciendo que descansará en sus piernas. —Luz... Háblame... —Le pidió al borde del llanto.
La humana se veía terrible.
—Au... —Se quejó la latina.
—¿Quién te hizo daño? —Preguntó Amity sería. Haría pagar a cualquiera que se haya atrevido a hacerle daño a la humana.
—Ay... Mi cabeza... —Se quejo Luz. Abrió sus ojos y al parecer aún estaba bajo los efectos del alcohol. —Quiero más de ese líquido mágico... —Murmuró.
—¿Líquido mágico? —Preguntó Amity confundida. Vio que la chica intentaba alcanzar una botella que estaba por allí.
Ella fue más rápida y la tomó con su mano. Suspiro al ver que solo se trataba de licor añejo. Al parecer la humana solo había estado bebiendo y nada más.
Incluso ella ya había bebido. Claro que solo fue una vez y fue porque no quería quedar mal enfrente de Luz, pero valió la pena la jaqueca que le dio al día siguiente con tal de estar cerca de la latina.
Ayudó a Luz a sentarse en el sofá y le paso la botella de licor. Vio fijamente como esta bebía sin preocupaciones. Ella quisiera ser así. Vivir la vida y no estar siempre esforzandose para que su madre se sienta orgullosa, cosa que empezaba a dudar que lo estuviera logrando.
—Esto sabe tan bien... —Dijo Luz complacida. Se recostó en el sofá mientras observaba a la chica que acababa de llegar. Recordaba haberla visto en alguna parte. —¿Y tu que haces aquí? —Preguntó sería.
Amity desvío la mirada nerviosa. Allí estaba ese tono tan libre de emociones que tanto le encantaba de la humana.
Rápidamente fue por el pastel y se lo ofreció.
—Vine a traerte esto y a invitarte al conjuro bajo la luna que será dentro de un mes, más o menos —dijo tímidamente. —Claro que si estas ocupada ese día, Yo lo entenderé... —Dijo con miedo eso último. La verdad es que no sabía que hacer si la humana la rechazaba.
—¡Pastel! —Exclamó Luz al momento de arrebatarle el pastel de sus manos a Amity.
La peliverde vio complacida como la humana degustaba lo que ella le hizo.
—No, espera por favor. Tengo esposa e hijos —gritaba una pequeña hada mientras Luz la tomaba de uno de sus piesitos y la ponía sobre su boca abierta. —¡AAAAAAHHHH! —Grito esta de agonía cuándo Luz le arranco uno de sus brazitos con sus dientes.
Era una carnicería total. Pero a la peliverde no le importaba. Simplemente se sentía orgullosa al ver como Luz se comía algo que le cocino.
Luego se quedó sin habla cuándo la humana le ofreció la botella de licor que estaba bebiendo. Iba a negarse pero no quería quedar mal. Así que la tomó con su mano.
—Gracias —agredecio. Luego le dio un gran sorbo y se dirigió a Luz. —¿Y que opinas? ¿Aceptas la invitación que te hice? —Preguntó esperanzada.
—Ya veremos... —Dijo Luz mientras se tambaleaba de un lado a otro.
Amity asintió. No era lo que esperaba, pero al menos Luz no se negó. Tenía esperanzas.
Le dio otro sorbo a la botella y decidió platicar un rato con Luz. La cual se veía extraña por alguna razón.
Un rato después.
Amity y Luz se hallaban totalmente ebrias en la sala. Mientras Luz reía, la peliverde la abrazaba con su brazo libre ya que en la otra tenía una botella del licor de Eda, mientras le hablaba a la humana.
—Y entonces en mi vida hay muchas personas que me importan un reverendo abominable... —Platicaba. —Está la nerd regordeta con enormes anteojos que tanto odio, la bravucona de tres ojos con mal carácter, la lesbiana de cabello de nieve y piel de chocolate, los dos clones que tengo cómo hermanos, la perra de cabello verde que cree que siendo una criminal... Hic... Va a... Ser la dueña del mundo, el sujeto que solo se la pasa enfermo y postrado en una cama... La mujer que nos controla cómo si fuéramos marionetas... A esa la odio más... Pero te digo una cosa... ¡SI QUE TIENE UN TRASERO ENORME! —Exclamó. —Y la última y la persona que más detesto es a esa perra de Amity Blight... Es una perdedora que no tiene vida propia o amigos de verdad... Es patética. —Gruñó con lágrimas en sus ojos. —Además me enteré de que esta enamorada de la persona que Yo más amo... —Murmuró furiosa. —¿Te digo quien es? —Miro a Luz fijamente.
—¿Quién eres tú? —Preguntó la humana.
—¡JAJAJAJAJA! —Río Amity. —Bien te lo diré... Hic... —Dio un fuerte eructo. —Se llama Luz... La... La... La...
—¿La humana? —Dijo Luz con un ojo medio cerrado.
—¿Qué? ¡Noooooo! —Dijo Amity sería. —La persona más hermosa que he visto en mi vida... Daría lo que fuera por... Por... Por...
—¿Por darle un beso? —Dijo Luz nuevamente.
—¡Nooooo!... Por llevarla a casa con mamá y darle mi apellido... —Dijo con una sonrisa. Luego le acaricio el rostro a la humana. —No le digas nada a esa perra de Amity... Me la puede robar y entonces Yo... Yo... Yo...
—¿Estarás muy triste por que te robaron el amor de tu vida? —Preguntó Luz con una sonrisa.
—¡Noooooo! —Se quejo Amity. —Yo tendré que matarla para recuperar a mi Luz... Mi Luz... ¡MI LUZ! —Grito para luego darle un sorbo a la botella.
Luz simplemente río ante la enorme cantidad de idioteces que decía su amiga nutria.
Más tarde.
Era de madrugada y todas hallaban reunidas en la sala. Al parecer iba a ocurrir un evento especial.
—Amity Manoplas Blight... —Dijo Eda su nombre mientras usaba una túnica de cura y sostenía una revista como si fuera una biblia.
—¡Esa soy Yo! —Exclamó Amity. Por alguna razón abrazaba con fuerza el trasero de Luz mientras esta se hallaba de espaldas bebiendo. Incluso la peliverde se daba el lujo de restregar su cara en el.
—¿Aceptas cómo esposas las enormes y firmes nalgas de la humana para quererlas, morderlas, respetarlas, besarlas y restregar tu cara en ellas por toda la eternidad o hasta que ella te mate a sentones? —Preguntó Eda mientras se tambaleaba de un lado a otro.
No parecía estar bien.
—¡Acepto hacer todo eso! —Exclamó la joven Blight.
Acto seguido le dio una fuerte mordida a una de las nalgas de la latina.
—¡AAAAAAAAHHHH! —Está grito con fuerza.
Un rato después.
Mientras que Luz y Amity se habían ido a la habitación de la humana para celebrar su luna de miel.
Eda se hallaba en el enorme sofá de la sala. Parecía tranquila mientras bebía, pero luego dijo.
—Esto es aburrido... —Se quejo muy molesta. —Si tan siquiera aquella perra hubiera aguantado más... Ahora seguiríamos con la diversión. —Murmuró.
Además de ebria se hallaba exageradamente caliente.
Pero su atención se poso en la puerta de la entrada mientras está se abría lentamente.
—¿Hola? —Edric asomó la cabeza. —¿Manoplas estas aquí? —Preguntó. Entró a la casa por completo para ver si podía ver a su hermana por algún lado. Hace horas que no sabían nada de ella y eso les preocupaba. —Mamá esta muy preocupada y dice que si vuelves ahora, no te va a castigar mucho. —Aviso. Lamentablemente para él, no vio a tiempo a la bruja que estaba en la sala y que lo miraba fijamente con lujuria. Ni tampoco vio cuando está empezó a correr en cuatro patas hacía su persona. —¿Pero que...?
Se veía la Casa Búho desde el exterior. El ambiente parecía tranquilo y todo hasta que...
¡AAAAAAAHHHHHH!
El grito de agonía del chico Blight se escucho a los alrededores interrumpiendo esa calma.
Mientras tanto.
—Eres hermosa... —Le dijo Amity a Luz mientras le acariciaba el rostro.
—Ya lo sé —respondió esta con una sonrisa engreída.
La peliverde simplemente río de forma tonta. La humana si que le hacía sentirse nerviosa. Además de que no supo a qué horas llegó y dónde estaba.
Seguramente el licor aún les causaba problemas en su mente.
Ambas se hallaban sentadas en la cama de la latina viéndose fijamente. Al parecer el licor viejo había alborotado sus hormonas.
Amity sonrió. La hermosura de la chica frente suyo hacia que tuviera pensamientos extraños. Además de impuros y un tanto salvajes.
—Quiero besarte... —Dijo Amity tomando los cachetes de la humana con ambas manos. Su estado hacía que sus sentimientos fueran revelados.
—¿Y que te detiene? —Preguntó Luz de manera engreída. No era la primera que le decía tales cosas.
—Muchas cosas me detienen... —Dijo la de ojos dorados con un dejo de tristeza, bajando su mirada. Luz alzó una ceja. —No soy como tú... Tu eres un espíritu libre y Yo... Estoy encadenada a un destino en donde debo hacer sentir orgullosa a mi madre si o si... Fallar no es una opción para mi y si cometo un error debo pagarlo con creces... —Las lágrimas se asomaban por sus ojos. Luego volteo a ver a Luz fijamente con una sonrisa triste. —¡Quiero ser libre y poder tomar mis propias decisiones, así como Tú y así tal vez las dos podamos estar junt...
—Sssshhhhh... —Luz la silencio poniendo uno de sus dedos en los labios de la chica quejumbrosa. Amity quedó atónita. —Chica... ¿Por qué no te callas? —Le dijo seriamente.
Los ojos de la peliverde miraron de un lado a otro. Luego sonrió de forma tonta. Rodeo con sus brazos el cuello de la humana y con una sonrisa relajada le habló...
—¿Por qué no me callas con esos deliciosos labios? —Preguntó.
—Señora Amity, que galán... —Dijo Luz con una sonrisa para luego abrazar a la chica de la cintura y juntar sus labios con los suyos en un tierno beso.
El cual dejo de ser tierno al poco tiempo.
—¡UHHHMMMM! —Gimió Amity al ser embestida por la chica mientras recibía un beso más apasionado, cayendo ambas acostadas en la cama.
Mientras tanto en el baño.
Edric y Eda se hallaban en el baño, metidos en la ducha completamente desnudos. Él se cubría sus partes con sus manos mientras intentaba alejarse de la mujer.
Cosa que no parecía funcionar ya que Eda se acercaba a él de manera peligrosa.
—¡Señora espere! —Le pidió entre lágrimas. Eda se detuvo mirándolo con molestia.
—¿Qué? —Preguntó tajante.
—Resulta que a mí me gustan los chicos y cómo ya tengo novio, pues Yo no soy el indicado para estar con usted... —Intentó explicar. Debía hallar una manera de irse a su casa.
Ya le diría a su madre luego que no encontró a su hermana.
—Entonces, ¿A ti no te gusta dar, si no que te den? —Preguntó confundida la bruja mayor.
Edric alzó una ceja confundido. Aunque luego asintió para poder irse de aquí.
—¡No te preocupes! —Exclamó Eda muy feliz. —¡Tenemos de todo nene! —Comentó para luego hacer un círculo de magia con su dedo para que de repente le empezará a crecer un enorme miembro que simplemente horrorizó al chico.
—¡Señora Eda tiene tres piernas! —Gritó él mientras señalaba el miembro de la mujer con su mano. Este casi le llegaba al suelo.
—Es para más placer... —Dijo Eda con una sonrisa tonta.
Se acerco al paralizado chico y después de ponerlo de cara contra la pared, procedió a echarle mucho shampoo a su miembro para luego acercarlo al trasero del chico.
Edric apretó sus dientes al sentir como su trasero era invadido.
Mientras tanto.
Se veía la Casa Búho desde fuera mientras era de noche. Era una noche pacífica...
¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH!
Hasta que el grito de agonía de alguien a quien le estaban clavando algo en su ser, pues acabo con esa paz y tranquilidad.
Un rato después.
—Ah... —Soltó Amity un leve gemido cuándo Luz le empezó a morder su cuello con suavidad.
Al principio eran besos suaves para luego pasar a hacer movimientos más bruscos.
La peliverde aprovechó una pequeña pausa que le dio Luz mientras se quitaba la ropa, para hacer aparecer su pergamino para grabarlo todo desde un lugar alejado, era un momento inolvidable y debía mostrárselo a alguien especial.
Aunque no recordaba a quién.
Luego de eso la humana siguió besándola.
—Di mi nombre... —Le susurró Luz en el oído a la chica.
Ambas estaban desnudas cubiertas únicamente por una sábana. Al ver que Amity no le respondió, bajo una de sus manos hasta llegar a la intimidad de la chica.
—¡Ah! —Gritó esta al sentir cómo dos dedos se metían en su zona íntima. Nunca antes alguien había tocado ese lugar. Sólo ella a veces cuándo tenía algo de privacidad en su casa.
Tal vez fue el estado de ebriedad o tal vez otra cosa. Pero la latina estaba más agresiva que de costumbre cuándo lo hacía con alguien.
Empezó a mover sus dedos muy rápido, incluso metió otros dos dedos de su otra mano para aumentar el placer en la chica de cabello verde.
Amity tenía su lengua de fuera, sudaba como nunca y sus gemidos eran bellas notas musicales para la latina.
—Creo que podemos aumentar la fuerza un poco más —dijo Luz con una sonrisa despiadada.
Sacó sus dedos del interior de la bruja.
Removió las sabanas y se sentó en la cama. Atrajo a Amity cerca de ella para luego abrir sus piernas haciendo lo mismo con las suyas, juntando sus intimidades y frotándolas rápidamente.
—Ah... Ah... Ah... —Amity alzó su cabeza. Miraba con la respiración entre cortada cómo acababa de perder su virginidad con la humana.
Fue entonces qué sonrió. Estaba muy feliz y aunque no recordara muchas cosas, pues sentía una felicidad enorme.
Aunque estaban llegando a su limite. El cansancio empezaba a hacer efecto en la dos. Por lo que la humana empezó a moverse mucho más rápido provocando que la peliverde sintiera que algo estaba próximo a salir de su interior.
—¡Luz ya no aguanto! ¡MAAAAASSSS! —Grito Amity al arquear su espalda hacia atrás al momento en que se corría.
La humana también se corrió y ya sin aguantar más. Cayó tendida sobre la bruja y está felizmente la abrazo con fuerza. Ayudó a Luz a recostarse a su lado sin dejar de abrazarla, acercó su rostro a su cuello y empezó a olfatear y absorber ese aroma tan embriagante que desprendía el cuerpo de la latina.
—Delicioso... —Dijo por lo bajo.
Un rato después.
Ambas se hallaban dormidas en la cama bien abrazadas. Parecía que era todo por hoy.
Pero no...
¡SLAP!
La puerta se abrió de golpe mostrando a Eda aún ebria usando sólo una toalla para cubrir su cuerpo.
—¡Niña ya acabe con ese idiota! —Exclamó feliz. —No podrá caminar en días... Jajajajajaja... —Empezó a reír.
—¡Cállate y deja dormir! —Dijo Luz levantándose de la cama.
O eso intento ya que Amity la tenia bien abrazada y no la dejaba levantarse. Incluso la peliverde tenía una enorme sonrisa en su rostro. Al parecer, el placer que Luz el hizo sentir fue algo inolvidable y no la dejaría ir así como así.
—¡No me hables así o te castigaré! —Amenazó Eda.
—No eres mi madre perra —dijo Luz con burla mientras volvía a dormir junto a la bruja menor.
La bruja mayor apretó sus dientes.
—¡Si Yo quiero ser tú madre lo seré! —Grito Eda. Se acercó a un mueble de madera que había por allí y sacó un papel. Una especie de contrato. Luego se acercó a la humana y la tomó de la mano. —¡Firma aquí! —Ordenó mientras le ofrecía un lápiz.
Estaba tan ebria que incluso la toalla se le había caído. Quedando completamente desnuda. Ya ni sabía lo que hacía.
Luz tenía un ojo cerrado y no podía ver bien. Tomó el lápiz y sin saber que hacía, firmo el papel. Este brillo un poco y luego de eso la bruja lo lanzó por los aires.
—Tengo sueño... —Murmuró. Hizo a un lado a las chicas y se acostó al otro lado de Luz.
Ya no podía más con el cansancio.
Luz, Eda y Amity abrían sus ojos lentamente.
—Así qué, ¿Eso fue lo que pasó? —Murmuró Eda mientras se estiraba. Al parecer el dolor de cabeza se le había ido.
—Luz déjame ayudarte —pidió Amity mientras ayudaba a la humana a levantarse.
—¿No deberías ir a ayudar a tu hermano? —Preguntó sería la chica mientras la peliverde la tomaba de la mano y la ayudaba a ponerse de pie. —Está loca pudo haberlo matado.
—Estará bien jajajaja —dijo Amity entre risas. Cosa que hasta a ella le sorprendía. Si antes solo sonreía cuándo molestaba a Willow.
La humana simplemente rodó sus ojos y después de alejarse de la bruja se acercó a la otra bruja.
—Al menos ya sabemos lo que pasó ayer —dijo de brazos cruzados. —Sólo debemos ver que me hiciste firmar y si no fue algo malo, pues todo estará bien.
Eda sonrió. Al parecer las cosas no eran tan malas cómo lo pensó.
Un rato después.
Luego de que Eda se fue a ayudar a Lilith y a Edric a levantarse de dónde los dejó tirados después de desatar toda su bestialidad en ambos. Pues todos se hallaban sentados en la sala de estar tomando algo de café.
—¿Más café amor? —Le dijo Amity a Luz mientras le acercaba una tetera a su chica.
Ambas estaban un poco alejadas de los demás.
—No me digas así —pidio Luz con enojo.
Dejo que la bruja le sirviera más café y decidió ignorarla.
Amity negó con su cabeza sin dejar de sonreír. Ayer solo venía a invitar a Luz al conjuro bajo la luna y terminó haciendo algo mucho mejor. Tener sexo con la chica que hasta hace poco se dio cuenta que le gustaba.
—No seas tan tímida amor —le dijo mientras intentaba abrazarla.
Luz no se dejó.
—Chica, ¿Qué te pasa? —Preguntó la humana muy confundida.
Amity se aclaro la garganta y mientras adoptaba una postura educada, hablo.
—Cómo tu novia oficial es mi deber como tal, darte cariñitos y decirte cosas dulces, así como hacerte sentir bien y...
—Tu y Yo no somos novias —dijo Luz interrumpiendo el alegato de la peliverde la cuál se quedó atónita.
—Pero creía que...
—¿Qué por tener sexo conmigo iba a estar atada a ti de por vida? —La volvió a interrumpir Luz con mucha burla.
Amity adoptó una expresión desubicada. Apretó sus dientes y miró a todas partes en busca de apoyo. En serio necesitaba un consejo. Creyó que la humana era suya pero al parecer las relaciones son un poco más complicadas.
Siguió buscando a alguien que la ayudará. Vio a la Dama Búho y no, esta no sería de mucha ayuda. Vio a la líder del Aquelarre del Emperador y su maestra, Lilith y tampoco parecía estar en condiciones. Aunque por lo que sabía, ella no era ni casada por lo que no podría ayudarle.
Y mucho menos su hermano Edric ya que la Dama Búho lo dejó en silla de ruedas prácticamente.
—Mira te daré un consejo —la llamó Luz.
Amity la volteo a ver rápidamente. Asintió con su cabeza en repetidas veces, al parecer estaba urgida y eso le divirtió a la humana.
—Si quieres llegar al corazón de alguien, debes esforzarte más y volverte esencial para esa persona —explicó Luz.
Amity lo medito un poco. Entendiendo lo que debía hacer.
Pasar más tiempo con la humana. Las dos solas.
Y empezaría ahora mismo.
—¿Quieres venir al conjuro bajo la luna a mi casa? —Preguntó Amity con una sonrisa.
Luz alzó una ceja. No sabía que era eso.
Aunque Amity le explicó con detalles lo que era.
—¿Y vendrás? —Preguntó impaciente la joven bruja.
—Lo pensaré, ya que es dentro de un mes y no se si surgirá algo ese tiempo —dijo sin muchos ánimos la humana.
Amity suspiro. Al parecer no tendría una respuesta clara de ella por ahora.
—¿Y no quieres ser mi novia? —Preguntó. Debía intentarlo.
—Lo siento, por ahora soy más una aventurera que alguien con compromisos —respondió ella con una sonrisa.
Amity se removió en su asiento. Ya no sabía que hacer. Creyó que eran novias.
Todo estaba mal.
—Muy bien humana, te haces la difícil —dijo seria. —¿Cuánto quieres por ser mi novia? —Preguntó de brazos cruzados. Ya estaba harta de no poder conseguir lo que quería.
Luz alzó ambas cejas. No podía creer que la chica quisiera comprarla.
—Chica, ni todo el dinero del universo me puede hacer cambiar de opinión, si en verdad quieres ser mi pareja... —Acerco su rostro al de la peliverde y la miró fijamente a los ojos. —Debes esforzarte.
Amity estaba sonrojada. Tener a la humana tan cerca si que la ponía nerviosa aún.
Sus labios empezaban a temblar y cuándo creyó que podía besar a Luz. Esta la tomó de la barbilla y con dulzura le hizo a un lado el rostro para depositarle un beso en los cachetes.
—Ya te dije, esfuérzate —fue lo último que le dijo Luz antes de levantarse de su asiento e irse al baño.
La peliverde quedó boquiabierta. Jamás en su vida había visto a alguien tan genial.
—La llevare a casa con mamá... —Dijo con una sonrisa tonta.
Un rato después.
La puerta de la Casa Búho se abría y Emira entraba a esta buscando a sus hermanos. Hace un par de días que no los veía y su madre estaba como loca.
—Los encontré —dijo aliviada al ver a su gemelo en la sala. Aunque este estaba en silla de ruedas. —¿Edric que te paso? —Preguntó mientras se acercaba a él.
—Yo... Ah... —Intento responder pero una mano se poso en su hombro lo cual lo hizo voltear y ver que se trataba de la Dama Búho quien lo miraba con una expresión severa y le negaba con su cabeza. —Este... Me caí... —Le respondió a su hermana con una sonrisa nerviosa.
Emira río por lo torpe que era su hermano.
—Solo falta Manoplas y nos vamos a cas... —Decía la peliverde mayor pero al girarse y verla sentada junto a la humana riendo. Se molesto mucho.
Apretó sus dientes y se acercó hasta donde estaban las dos. Tomó a Amity de la mano y la obligó a alejarse.
—¡Oye! —Se quejo la menor.
—¡Amity recuerda que Amelia te tiene prohibido acercarte a la humana! —La regaño.
La menor simplemente apretó sus dientes y bajo su mirada. Era cierto, la mayor de todos los amenazó pero luego les dijo que hicieran lo que quisieran con la humana.
Y eso haría aunque fuera a escondidas.
—¿Qué me ves? —Preguntó Luz con burla a Emira ya que esta no dejaba de verla con enojo.
—Grrrrr... —Esta en cambio gruñó con fuerza. Le encantaría darle su merecido a la chica pero ya tendría luego su oportunidad.
Y así Emira obligaba a los otros dos a dirigirse a la salida sin despedirse ya que la Dama Búho no estaba por ninguna parte. Tampoco Lilith. Se fueron de la habitación mientras sucedía el encuentro con la humana.
Quién sabe dónde estaban.
Amity volteo a ver a Luz con una sonrisa triste. Se despidió de ella agitando su mano. La humana simplemente le guiño un ojo y le lanzó un besito en el aire.
La peliverde sintió su corazón acelerarse. Si no fuera educada, morderia a su hermana ya que esta la llevaba tomada de la mano y se iría corriendo hacia Luz para saltarle encima y besarla.
Pero todo a su debido tiempo.
—Ya verás Luz, seré una asombrosa novia para ti en el futuro —dijo decidida la peliverde.
Un rato después.
Luz subía a la habitación de Eda para ver si está le hacía algo de comer pero la encontró junto con su hermana leyendo el papel que le hizo firmar ayer.
—¿Oye y que era eso al final? —Preguntó.
—Papeles de adopción... —Dijo Lilith con una sonrisa.
—¿Ah? —Luz paro en seco.
—¡Significa que soy Tú madre ahora! —Grito Eda impactada. Lilith le asintió y ella volteo a ver a la humana. —¡Hija mía! —Grito de repente y se acercó a Luz para darle un fuerte abrazo.
Levantandola del suelo.
Luz estaba impactada y simplemente hizo lo que cualquiera hubiera hecho en su lugar.
—¡AAAAAAAAAAAHHHHHHH!
Gritar a todo pulmón por semejante cosa que le acababa de pasar a su vida.
Las cosas se empezaron a salir de control y no sabía que hacer.
Mientras tanto.
—Ah... Ah... Ah...
Willow miraba con la boca abierta el vídeo que Amity le envió en la mañana. En dónde ella y Luz tenían relaciones.
—Oh por el Titan... —Fue todo lo que pudo decir la de anteojos antes de borrar semejante cosa.
Sin duda alguna su amiga Amity tenía serios problemas.
Pero lo importante era que todas eran amigas y debían apoyarse las unas a las otras.
Cómo debe ser.
Continuará...
Eda es mamá... O algo así y Luz... Pobre Luz xD.
No olviden decirme que les pareció el capitulo dejando un comentario si leen la historia en Wattpad o con un review si la leen en Fanfiction. Recuerden seguir mi perfil para obligarme a seguir escribiendo xD.
Nos vemos en la próxima, adiósh ;3.
