Por fin, este es, quizá, uno de los últimos capítulos. Todo depende.
Esto es:
- Celos de Hija -
La Peor de las Verdades
-Mamá, una cosa más.-
Rita suspiró. Todo era un asco.
Fue consciente de todo lo que se vendría cuando tomó las decisiones que tomó, pero ahora, estando en el centro de la tormenta, solo quería volver al pasado y ser nuevamente una mujer frustrada que sostenía a una familia enorme, con tal de sentir paz.
Lori había bajado las escaleras, y a diferencia de hacía menos de una hora, ahora le miraba con enojo.
-¿Dime Lori?-
-Ten por favor por lo menos, la decencia de no dejar tu celular por ahí. -
-¿De qué estás hablando?- Dijo cansada.
-Lincoln leyó tus mensajes. Ahora él sabe al igual que yo, que la familia no se va a reunir de nuevo. Porque por lo que dice tu celular, ya no hay esperanza para los Louds. Ya estás oficialmente con alguien más y Lincoln quien sabe desde cuando lo sabe.
¿No notaste que nuestro hermano, está irreconocible?-
-Oh por Dios…- Rita se había llevado una mano al rostro. -No me percate…Lori, lo siento, mira yo…-
-Ya le dices "amor" Y "cariño" a alguien más. Alguien que no es papá. – A Lori se le cerró a garganta. -Esto…esto no es culpa de Lola ni es culpa nuestra. Eres tú, que ya no querías a tu familia.-
-Eso no es cierto, Lori. Por más molesta que estés, sabes que no es cierto lo que dices. Los amo, y mucho. Pero es un deber humano, igual ver por la felicidad propia. Tu padre perdió el interés, me abandonó en el nivel de la atención. Y aunque yo esté con otra persona, a ustedes jamás les va a faltar nada.-
-¡Es que nunca nos hizo falta nada! Si estábamos en números rojos, nos hubieran involucrado y entre todos aportábamos a la casa como siempre lo hicimos. Ahora, justo ahora, a mis hermanas ya les hace falta su padre, y nosotras, ya no sabemos quién eres tú. –
-Lori…-
Luna venía bajando las escaleras. Se sorprendió de ver a su hermana hablando con su madre del tema, nuevamente.
-Por ahora nos vamos. Ya consolé a Lincoln y me lo iba a llevar, pero dice que se quiere quedar a ver por sus hermanas pequeñas. Le dije que nunca nos vamos a separar y que apenas pueda me los llevó a todos conmigo.-
-No soy la enemiga, Lori. No lo soy, no me hagas ver así. Tus hermanas son cuidadas y queridas como siempre han sido. Son felices con el abuelo. Con Lincoln si fue mi error, lo sé, y hablaré con él. Quiero que entiendan que yo no les voy a separar. Nunca haría eso. No es lo que busco.-
-Vas a tener un nuevo hogar, con otra persona. Ya lo estas planeando.-
-No es tan así como lo dices.-
-Tendrás una casa nueva y totalmente extraña para nosotros, con una persona que, de solo pensar, aborrezco.
Lili, Lisa, Lola, Lana, Lucy y Lincoln, tendrán que vivir en ese hogar nuevo, con esa nueva persona que está supliendo a nuestro padre.-
Lori apretó los puños y los dientes.
Lynn, Luan, Luna, Leni y yo, no formamos parte de tu hogar.
¿Ves cómo la familia, ya está quebrada?-
-Vámonos, Luna.- Finalizó la rubia para salir de la casa hecha una furia.
Luna se quedó viendo a su madre, se había derribado en el sillón de la sala, con la vista perdida en las tazas de té.
Luna sentía un rencor imposible en el pecho contra su ella, una furia igual que la de su hermana.
Pero algo en el fondo, la golpeaba.
-Mamá…¿Por qué lo hiciste?...-
Rita solo agachó la cabeza.
-¿Por qué, mamá…? –
Y desde el profundo silencio de la sala, Luna dijo una verdad.
-¿Sabes? También te extrañamos. Y muchísimo. -
Rita le volteó a ver.
-Pero es una forma de extrañar que ya no se va, aunque estés aquí…y me está matando por dentro…-
Luna se limpió un par de lágrimas, y salió.
En el cuarto de Luan y Luna, estaban las hermanas reunidas. Lori, apenas llegando, había convocado a la camada para informar sobre lo acontecido con su madre, con sus hermanas y con Lincoln.
Si, si tenían algo de culpa. Habían acelerado un proceso y, ante todo, había que aceptar que Lola no era para nada culpable sola. Lo eran todas por igual.
También era verdad que su madre ya era cortejada por ese hombre desde antes, su conclusión era que nunca le fue indiferente y la probabilidad de que ya anduvieran desde antes, era alta.
Lola fue una excusa, eso ya era innegable.
Luego, su padre, ausente, optimista y algo descuidado. El asunto del dinero.
La imposibilidad de un regreso entre ellos ya que Rita estaba en una nueva relación indudablemente.
La posibilidad de cambiar a algunos de escuela. El miedo de que se llevaran a los menores a otro lugar. Eso sin contar que Lori había llegado a una inminente conclusión:
-Creo que…es hora de decirle todo a papá.- Dijo, e increíblemente, esta vez ya nadie dijo que no.
A todo esto, Luan había estado actuando de forma inusual. Siendo ella siempre la más activa a la hora de defender a papá; se le veía ahora acostada en su cama, con la mirada distraída, prestando nula atención a la charla.
-¿Nadie se va a oponer?- Insistió Lori.
Solo hubo silencio.
-¿Luan?-
-¿Qué quieres, Lori?.- Contestó fastidiada.-Diga lo que diga, lo van a hacer. Hagan lo que quieran y déjenme en paz.- Y La castaña giró en su cama y les dio la espalda.
Mientras las Louds hablaban, Lynn padre había llegado a la casa.
Fue a la cocina directamente y se dirigió al refrigerador, abrió la puerta y guardó una bolsa blanca con una cajita rectangular.
Luego, fue a las escaleras y se quedó viendo hacía arriba. Sabía que las cosas se pondrían un poco incómodas, así que trataría de estar lo más tranquilo posible.
-¡Chicas! ¡¿Pueden bajar un momento?!- Gritó.
-¿Nos llamó, papá?- Dijo Lynn.
-Parece que ya llegó. - Aseveró Luna.
-Pues entonces, prepárense, chicas. Vamos a escucharlo y luego…decirle la verdad.-
Todas, menos Luan, asintieron.
Una a una, fueron bajando las escaleras.
Lynn les esperaba sentado en el sillón de la sala, las invitó, de igual forma, a tomar asiento.
Todas tuvieron miedo de pronto.
-¿Dónde está Luan?- Preguntó el hombre.
-Dice que se siente un poco mal.- Respondió Lynn Jr.
Lynn lo pensó un poco. Sin embargo, de sobra sabía que Luan no estaba enferma. Supuso que estaba triste por la charla de la mañana.
-Por favor, Lynn, dile que baje. Necesito que escuche lo que voy a decir.-
Y la pequeña deportista subió las escaleras.
Unos momentos después, una Luan con cara de fastidio estaba sentada junto con sus hermanas, en la sala. Lynn suspiró fuertemente antes de iniciar.
-Niñas, como ustedes saben, es un momento difícil para todos. De verdad quisiera que fuera una pesadilla y que mañana amaneciéramos como antes. Como solía ser. - La expresión melancólica de Lynn era innegable y todas podían detectarlo.
-Desgraciadamente la realidad no es así y bueno, es probable que estemos de esta manera, un tiempo indefinido. -
-Puede que incluso, sea permanente, ¿no, papá?- Dijo Luna seria. Sus hermanas le voltearon a ver.
-Eso…no lo sé, Luna. Pero les reuní aquí porque me he enterado de que en la escuela saben de nuestra…situación. El problema no es ese en sí, sino que también saben del rumor de la señora Jordan, conmigo; y eso solo lo sabíamos su madre, yo y ustedes.-
Las miró a todas una a una. Serias, tristes, inamovibles.
-¿Alguien tiene algo que decir?-
-Yo digo que fue esa niña Jordan la que dijo todo.- Expresó Luan molesta.
-Bien, Luan, pero ¿cómo se enteró ella?-
Todas guardaron silencio.
-Y hablando de la niña Jordan, igual me enteré que alguien le ha estado molestando, incluso insultando a su mamá. Por lo que aquí les hago la pregunta:
¿Alguna de ustedes cree realmente que engañé a su madre con la mamá de Jordan? Porque solamente así, sería la excusa para molestar a una niña que no tiene la culpa de nada.-
Don Lynn se veía molesto. Su rostro era de total seriedad y había levantado un poco la voz.
Las chicas, por su parte, se veían entre ellas. El momento había llegado.
-No, papá, aquí nadie cree que tú haya engañado a mamá…- Dijo Luna.
-¿Entonces por qué los rumores? ¿Por qué molestar a una chiquilla que no tiene nada que ver con nuestros problemas?
-Tampoco es tan así, papá.- Dijo Luan mirando a su padre con enojo. -Esa niña tiene su parte de la culpa. Tú dejaste de prestar atención a la casa, a nosotras, por estar con ella. Y si ella no es culpable de eso, entonces fuiste tú. Pero su presencia detonó todo. Si ella no hubiera venido., esto no hubiera acabado así.-
-Luan, espera…- dijo Luna.
-¡NO!, ya quedamos que lo íbamos a decir, ¿no?-
-¿Decir qué?, de que hablas Luan.-
-Luan, cállate. - Intervino Lori. Ni Leni ni Lynn jr. dijeron nada.
-¿De que estas hablando, Luan?-
-Luan así no eran las cosas.- Exclamó Luna.
-¡A CALLAR!- Grito Lynn padre. Todas se asustaron.
Lynn padre miró seriamente sus hijas.
-Qué es lo que me iban a decir…-
-Yo…- Toda la seguridad que Luan había sentido, se esfumó de pronto, le castañearon los dientes. -Y-Yo…-
-Mamá creyó que la engañabas con la señora Jordan, por nuestra culpa.- Se escuchó.
Era Lori, quien se había puesto de pie y había dado un paso hacía su padre.
-…-
-¿Qué?- Preguntó el señor Lynn viendo con incredulidad a su hija mayor, luego volteó a ver a las demás.
Nadie le sostuvo la mirada.
-Nosotras, todas, estábamos tan celosas de la niña Jordan, que hicimos de todo para que se fuera. Tú lo notaste. Y una de las cosas que platicamos fue hacer que alguna dijera cerca de mamá que esa señora te visitaba seguido; a fin de que ella te hiciera una escena de celos y dejaras de darle atención a esa niña.- Lori dio un paso más a su padre quien fue bajando la mirada conforme la escuchaba.
-No íbamos a llevarlo a cabo, pero Lola nos escuchó…y lo hizo. Dijo cerca de mamá que tu pasabas mucho rato en la cocina con la señora Jordan…-
Lynn metió los dedos en su cabello, se había encorvado en el sillón, con la cabeza hacia el suelo. Lori se abrazó a sí misma.
-Después de eso, mamá…hizo todo lo que hizo…-
Y quedó solo un silencio sepulcral.
El hombre se enderezó.
Respiró profundo. Abrió los ojos y las miró a todas.
-Así que por eso su madre sacó de la nada que yo le era infiel.-
-Papá…- Dijo Luan pero Lynn la silenció con un ademán mientras le negaba con la cabeza.
-Su madre encontró la excusa perfecta…y ustedes se la dieron…simplemente, ¡wow!-
Lynn se puso de pie. Se estiró un poco.
-De alguna manera tiene sentido ahora. Me voy a mi cuarto. En el refrigerador encontrarán Pay de Fresa. Pensé que lo comiéramos juntos después de que me prometieran no molestar más a Jordan en la escuela. Pero de pronto solo…no tengo hambre.-
Luna caminó rápidamente hacía su padre, pero este puso la palma abierta hacía ella. Hacía todas. Luna se detuvo.
-Por ahora, necesito pensar. Solo quiero estar solo.-
A Luna le brillaron los ojos.
-¿Vas a rechazarme un abrazo, papá?-
Él la miró. Luego a cada una de eso seres que amaba con toda el alma.
-Siempre las amaré.- Les dijo.
-Solo, denme tiempo…-
Y el hombre subió las escaleras, como quien camine hacía ningún lado.
Esa noche había una impresión de vacío en el aire. Un frio inusual.
La sensación en el pecho de cada uno de los habitantes, era lo más parecido a un funeral.
Lynn no había salido ya de su habitación esa noche y, obviamente, nadie había probado el postre.
Mientras la penumbra la rodeaba, parada enfrente de la puerta que antes era de dos padres, estaba Luan.
Ya tenía un rato allí.
Su pecho le dolía mucho. Extrañaba a su padre demasiado. A su amor, como solía decirle.
Pero a la vez, sentía celos. Muchos. Había roto su almohada de coraje.
Todo por esa estúpida niña.
Eran nuevamente las 3 de la mañana y se prometió solo verificar que su padre estuviera bien.
Tomó el pomo de la puerta y lo giró muy despacio.
Adentro, olía a alcohol.
Y bueno, es la actualización de hoy.
Lynn dice que fue la excusa perfecta...
Luan va de nuevo a ver a su papá de madrugada.
Rita a tiene hasta el terreno comprado de la nueva casa.
A ver que pasa.
Un saludo a todos los hermanos y hermanas que comentan.
Lobo Hibiky
