Sin más, les dejo el cap.
Esto es:
- Celos de Hija -
CARIÑO
Huele a alcohol.
Otra vez huele a alcohol.
Con cautela, me adentro al cuarto que alguna vez fue de dos. Habitación donde siempre existía un aroma en el aire a perfume y talco. A seguridad y amor.
Huele a alcohol.
¿También esto es nuestra culpa? ¿Acaso no tiene nombre lo que hicimos?
¿Acaso somos tan desgraciadas?
Dentro de la habitación reina la penumbra. Cierro la puerta detrás de mí con tanto sigilo que lo siento eterno.
Allí está él. Sentado a la orilla de la cama mientras en el buró, se ve una botella casi vacía. La reconozco, es esa que ha estado en la alacena por años, esperando un gran momento para ser abierta. Vodka Grey Goose, decía.
No me atrevo a avanzar más. Hubiera preferido encontrarlo dormido para darle un beso en la frente y decirle que lo siento tanto. Que nadie es feliz con este mundo nuevo. Que yo cada vez me conozco menos y a veces no sé qué hacer. Que mis celos son muy fuertes y que sí entiendo mis malas decisiones.
Pero no estás dormido, estás sentado allí en la cama, dándome la espalda en medio de esta triste oscuridad.
"Papá" Te he dicho débilmente, y volteas con la lentitud de alguien que sale de sus pensamientos más profundos.
"¿Qué...qué haces a-aquí, Luan?" Apenas puedes hablar; tu voz es atropellada y pesada. Te tallas la cara, sacudes lentamente la cabeza.
Cuando te dejabas ver así, cariño.
Yo vine aquí porque no podía aguantar las ganas de decirte que te amo, mucho, muchísimo y que me perdonaras, por favor. Que ninguna de nosotras quiso jamás esto, y que estábamos infinitamente arrepentidas.
Pero comenzaste a reírte. Una risa pesada, lastimera, de esas que duelen mucho.
"¿Sa-sabess, Luan? La mamá de la Jordan…no ess fea…ya…ya que toooodo Royal Wood creen…creen que ando con ella…creo…je, creo que debería invitarla a salir. ¿No crres?"
"¿Invitarla a salir? Yo…no creo que sea buena idea, papá…" Contesté, pero tu seguiste como si no hubiera hablado.
"Imagina-te…seríamos de nuevo…dde nue-vo una gran famil-familia…hasta tendrían je, un-a nueva hermana… que si le guste cocinar…"
Siento que mi corazón se funde. Mi labio tiembla y he comenzado a sollozar. Me duele mucho lo que dices…y tú me has volteado a ver. Puede sentir en tu mirada algo, algo, igual, como de un gran dolor.
Sacudes la cabeza como negando algo.
"Lu-Luan…amor, vete a tu cuarto…es-estoy diciendo…cosas que no. Vete, mi niña, anda…"
Te tallas el rostro nuevamente, te mueves con lentitud y dejas caer parte de tu cuerpo en la cama.
"Ya…me…ya me voy a dormir, ¿bien?, anda…vete a tu cuarto…mi…niña…"
Cerraste los ojos.
Respiro con profundidad y me seco una lágrima. No quiero ni pensar en eso que me acaba de decir.
Maldita Jordan.
Pero no vine a esto.
Me acerco a la cama y te observo; pareces dormir profundamente. Así que tomó la botella del buró para tirarla al bote de basura.
"Allá va la reserva para un magno evento" Pensé.
Es difícil concebir que algo que algún día relució, hoy se ha vuelto suciedad. Casi como su matrimonio.
Suspiro.
Noto que has dejado los pies abajo, así que, con dificultad, subo una a una, tus piernas al colchón.
Me ha costado trabajo. Pesas algo, papá.
"No importa si estas molesto con nosotras, mañana hablamos sobre ti y el vodka"
Murmuro más para darme valor que para hacerlo realidad.
Me siento en la esquina de la cama para desabrocharte los zapatos. Con tranquilidad y delicadeza quito uno, luego el otro y los colocó acomodados debajo. Retiro tus calcetines y los pongo en el cesto de la ropa sucia.
"Usted, jovencito, es un descuidado" Vuelvo a murmurar y descubro que realizar esas tareas me da, no sé, algo de calma y felicidad.
Hace frío, así que buscó la sábana debajo de la almohada y la extiendo cubriéndote completamente, procurando dejar libre tu cabeza.
"A ver si tu Jordy esa, haría esto." Pienso y luego me reprendo mentalmente. No vine a esto. Ya dije que no debe afectarme. No está bien.
Te observó nuevamente un rato, duermes como lirón. Así es como te quería ver cuándo entré. Bueno, sin ese olor seco del vodka, pero no todo se puede en esta vida. Me acercó y te doy un beso en la frente.
"Te amo, papi"
Respiro un poco aliviada, hoy es hoy, pero mañana hablaremos todos, aclararemos todo, perdonaremos todo, y saldremos adelante.
Me alejo de la cama rumbo a la puerta.
Te dejo, papi. Descansa. Recuerda que nadie te amará como yo.
"Pásame… la…sal…" Murmuraste con dificultad, mientras te movías levemente. Yo me he detenido en la puerta que estaba a punto de abrir.
"…pásame…"
Al parecer, sueñas que cocinas.
"…pásame la sal que se..s..se quema…"
Me he quedado un rato inmóvil para ver si despiertas; sin embargo, realmente sigues dormido. Tu profundo respirar te delata.
"…es…el ajo…el que va…no…"
Bueno, veo que duermes de forma intranquila, es normal después de beber tanto, ¿no? Saco mi celular del bolsillo, y activo una alarma para dentro de dos horas y media.
Me quedaré un rato contigo para vigilarte y regresaré a mi habitación antes de que amanezca.
Coloco el celular en el buró y con sumo cuidado me meto del lado donde solía dormir mi madre. No voy a mentir que siento una sensación extraña; pero no es nada malo.
Solo deseo ver que duerma bien, podría sufrir un accidente por tomar…o algo así.
Levantó la sábana para escurrirme suavemente y quedar al lado de él. Siento que se mueve por el sueño intranquilo.
Lo abrazo y no puedo evitar sonreír. Suavizo mi respiración y cierro los ojos por fin. Me pegó a él como antaño. Como cuando una pesadilla me atosigaba y lograba colarme a este cuarto.
Mi madre era la que nos echaba porque él siempre nos recibía con gusto. Luego le pusieron cerrojo a la puerta.
Tallo mi nariz en tu brazo y le doy un beso.
No sé si es mi imaginación, pero se ha quedado quieto. Se ha tranquilizado.
Necesita sentirse querido mi pobre padre. Debe saber que no está solo y que no tiene que cargar a la familia solo, ni todos sus problemas. Nos tiene.
Me tiene.
Yo estaré con él siempre. Siempre.
Son sus manos fuertes, que me atrapan y acarician. Que suben por mi espalda desnuda, ágilmente.
Siento en su contacto un choque tan potente, tan fuerte. Me he mordido la mano para callarme.
Me recorren toda, completa. Mi piel se eriza mucho, tanto que duele.
Yo no quiero detener nada.
Se siente tan bien.
Él lo quiere, lo necesita, lo busca.
Y yo también.
Sus pulgares en mis pechos me queman, tan calientes, tan ardientes; giran y juegan.
Siento todo arder, todo. Voy a explotar.
Son sus besos en mi cuello, en mis hombros, en toda mi espalda.
No sé en que momento, en que momento esto se volvió un tornado de fuego en el que estoy en medio. Puedo sentir sus manos, sus dedos, lo puedo sentir todo él, contra mi.
Lo deseo todo, todo.
Estoy debajo, él está allí, allí donde palpita mi corazón, allí donde hay un deseo de no sé qué.
Me besa, me besa el cuello, me abraza y me pega completamente a él, con tanta fuerza. Me funde tanto calor.
Respiro, respiro entrecortado, lo deseo, deseo esto siga. Que siga por siempre.
Siento una explosión asfixiante en mí. Siento que algo pasa, que me quema y no puedo detenerlo.
Lo amo, lo sé, y no sé…no sé…
Yo recojo las piernas no sé por qué…no sé por qué…
…
...y él me besa...
...
El despertador suena…
Con esto dejamos celos de hija ya para la otra semana.
Y bueno...de los males el peor. ¿Estará todo perdido?
Un saludo a todos y gracias nuevamente por sus comentarios.
J0nas Nagera Bueno, aquí esta la siguiente parte jejeje
Jolio que bueno no terminaste amenazando a alguien por eso que no te paso a ti :)
LOBO ALIAS EL HIBIKY
