Continuamos esta historia. No sé que pasó aquí.

Esto es:

Celos de Hija

- Rechazo, Perdón y Amor -


-¿Lincoln?... ¿Puedo pasar?- Preguntó Rita detrás de la puerta del cuarto que, en aquella casa de su padre, le había designado al único varón de 11.

Estaba allí porque ante toda la problemática; el cambio de casa, el tranquilizar a los más pequeños y un cansado etc. Se le había escapado una cosa importante: vigilar su celular de miradas curiosas.

Su niño lo había leído. Quien sabe qué tanto. Eso le angustiaba. Había sido demasiado descuidada y ahora, tendría que ver alguna forma de remediarlo.

-¿Lincoln?- Preguntó una segunda vez. Luego, abrió la puerta levemente. -Voy a pasar, cariño.- Y se adentró.

Lo vio acostado aun en su cama. De lado, dando la espalda. Lo había dejado que faltara a la escuela ante la situación actual que estaban viviendo, pero, después de lo que Lori le había dicho, necesitaba hablar con él. Hacerle saber que las cosas no eran como creía… entre otras cosas.

Se acercó con lentitud, lo vio. Su pequeño niño de pelo blanco.

-Lincoln, yo…debo hablar contigo.- El chico no se movió y Rita, se sentó al borde de la cama.

-Se que… leíste algunos mensajes de mi celular. Debo decir que, si bien eso no estuvo bien, lo importante aquí es lo que leíste en él. No quiero que mal interpretes las cosas.-

-Que voy a mal interpretar, mamá. Es claro lo que dice.- Dijo de pronto.

-Lincoln…-

-Te vas a divorciar de papá. Ya no lo quieres. Vas a poner una casa con alguien más, ¿no es así? Eso decían los mensajes.-

Rita suspiró. Cerró un rato los ojos, antes de continuar.

Sabía lo que vendría. Sabía de igual forma que, en todo caso, se lo merecía.

El desprecio de la mayoría de sus hijos.

¿Cuál es el costo de los sueños? ¿Es que era su destino inevitable el ser infeliz, por hacer felices a los demás? ¿Era regla de vida? Podían juzgarla de lo que quisieran, pero ella no estaba buscando de ninguna manera separarlos, ni que quisieran a nadie más como padre, ni hacerles daño.

Aunque, indudablemente, lo había hecho.

-Si, Lincoln. Eso decían los mensajes. Pero eso no significa que los voy a separar. Nunca los separaría de su padre, ni a tus hermanos.-

Lincoln por fin se movió. Giró y con algo de lentitud, se sentó en la cama.

-Yo me iba a ir con papá. Pero decidí quedarme por mis hermanas. También, he pensado lo difícil que es elegir entre tú y papá…-

Rita se quedó en silencio, sabía que Lincoln la quería mucho. La mayoría de sus hijos (si no es que todos) que sabían a ciencia cierta qué había pasado, no solo no querían estar con ella, si no que la aborrecían.

Luego estaba Lincoln.

-¿Ese tipo va a vivir con nosotros?- Preguntó el chico.

-No, Lincoln, no. No va a ser así. Viviremos aquí un tiempo más, luego, iremos a una casa nueva, pero él no va a vivir con nosotros, no tengas ese temor.-

-En los mensajes decía que iban a poner una casa juntos.-

-Si, por que me va ayudar a conseguirla. Pero no va a vivir con nosotros, en ningún lado de mis mensajes dice eso.-

¿Era verdad? Lincoln realmente no sabía que pensar.

Él, como todos, solo quería despertar y que todo fuera un mal sueño. Preocuparse por el día a día nuevamente, por ir a la escuela y hacer actividades con sus amigos.

Quería despedirse rumbo a donde sea dándole un dulce beso a su madre. Le pegaba muy duro, el ya no sentir esa necesidad por algo sumamente horrible que sentía en el pecho cuando ella se le acercaba. Algo horrible que lo hacía sentir miserable.

Y es que él, como todos, había notado que sus padres tenían un problema el mismo día en que se pelearon, no antes.

Pero el chico se había enterado de la peor manera, que su madre, su mamá, tenía un novio.

Se hablaba y se decía cosas, con alguien que no era su papá. Y eso lo superaba.

"Ya quiero verte, Rita…cuando nos podremos ver…"

"La casa va a ser hermosa, ya verás…"

"…no pasa nada, los niños van a estar bien…"

"Te extraño, bonita…ya quiero besarte de nuevo…"

-Ma-mamá…tú, ¿quieres mucho a esta otra persona?-

Rita lo miró. Él solo veía las sábanas. Suspiró.

-Y…yo…-

-¿Lo cambiaste por papá?-

-Yo no cambie a tu padre por…- Se detuvo.

- Son… cosas de adultos, Lincoln, cuando seas grande, lo entenderás.-

-¿Fue algo que hizo?-

-Tu padre y yo ya no nos llevábamos bien desde hacía tiempo. Solo que no se los decíamos por no inquietarlos, desgraciadamente, algunas cosas ocurrieron que hicieron que tomáramos la decisión de separarnos definitivamente. Si una pareja ya no es feliz, Lincoln, lo mejor es no seguir juntos. A la larga, solo habría más problemas para todos.-

-Intento…comprender, mamá, de verdad que lo intento.

Pero esto…me duele tanto. Saber que no estaré al diario con mis hermanas ni con papá, saber que mi vida cambio así, tan…de pronto; me duele mucho. Siento que me ahogo.- Lincoln comenzó a llorar, quería ver a su mamá a la cara, pero simplemente no podía.

-Tú quieres a quien sabe quién, dices que quieres verlo pronto. Que quieres besarle… le dices que lo extrañas y que quieres estar con él…-

-Lincoln, no…-

-Nos vas a dejar…- Y el chico se dejó caer en su cama dando la espalda nuevamente, abrazando su almohada y cobijas. Quería de manera inconsciente callar un llanto potente, por sus hermanas menores.

A Rita se le dolió mucho el verlo y abrazó al chico que no hizo movimiento alguno. Solo se quedó allí, recibiendo el tacto de su madre.

-Perdóname, cariño…por favor, perdóname…yo no te voy a dejar nunca…- Un sentimiento profundo le golpeó al sentir a su hijo alejarse de ella.

-Voy a estar contigo siempre, mi niño...- Y Rita se dejó llorar igual, un llanto sin parar.

-…siempre, Lincoln…-

El chico ahogaba su llanto en la almohada. Un lamento de dolor se esfumó en la cama y es que Lincoln se sentía profundamente horrorizado por querer tanto a su madre y a la vez no querer que lo tocara.

mándame una foto, linda…así como me gusta…


Cuando Lynn Loud padre bajó, ya eran las diez de la mañana.

Había decidido no ir al restaurante para el horario de desayunos.

Sin embargo, a sabiendas de que no podía desperdiciar un día de ganancias, había telefoneado a Kotaro preguntándole si podía atender el solo el horario matutino.

Su amigo le había dicho que podía atender todo el día y le insistió que se lo tomara. Le había dicho que, desde que su separación se había iniciado, no se había tomado descanso alguno.

Lynn aceptó, no muy de buena gana (no le gustaba sentir que se aprovechaba de él).

Para esa hora ya se había bañado, vestido, cepillado. Lo último que deseaba era que le sintieran el olor seco del licor ruso.

Mientras bajaba las escaleras, volvió a pensar en lo que recordaba de la noche anterior.

"Anoche me embriagué como aquel que no tiene responsabilidad alguna en la vida. Ni siquiera cuando joven cometí estos desmanes. Pero claro, nunca en la vida, me había enfrentado a una situación como esta. Tan…maldita.

Rita ya no me ama, eso ya lo sé. Y mientras bebía me pasé rememorando cada día con ella.

El cómo criamos a los chicos juntos. Como cada lugar al que fuimos era magnifico solo por estar todos, siendo felices. Como sea, siempre felices.

Todos.

Luego la realidad, el dinero, los problemas, la sensación de estancamiento que todo lo pudre.

La excusa que mis niñas le facilitaron a su madre, por celos de una niña ajena. La pérdida de la mitad de mi vida en un santiamén.

Y luego mi Luan…"

Mientras pensaba, terminó de bajar las escaleras y giró a la cocina. El sabía que era día de escuela así que dio por hecho de que estaba solo.

Sin embargo, en la cocina estaban las cinco Louds mayores; y el choque fue como un golpe frontal.

Se quedó de pie frente a ellas aguantando la respiración.

Las chicas le veían con un semblante entre triste y apenado.

Él las veía una a una.

Notó que Luna tenía la cabeza totalmente agachada. Notó que Luan le miraba de reojo. Y que Leni no dejaba de tejer.

-¿P-por que no fueron a la escuela?- Intentó sonar rígido.

-Bueno…nosotras…- Dijo Lynn Jr. sin terminar.

Lori tragó saliva, se dirigió al refrigerador y sacó la bolsa que el día de ayer, Lynn padre había metido al refrigerador.

Lynn no sabía bien que pasaba, pero no las detendría. Lori sacó de la bolsa aquel pay de fresa y lo puso en la mesa de la cocina, luego dio dos pasos atrás.

Lynn notó que le habían escrito algo encima. Se acercó.

Escrito con crema se alcanzaba a leer:

"Perdónanos"

Y al lado una nota que tomó de la mesa.

"Nunca en la vida hubiéramos deseado esto y menos hacerte daño. Por favor, come el pay con nosotras y hablemos."

El hombre sonrió con tristeza y eso les pegó a todas. Fue una sonrisa no convincente. No de perdón.

-Sé…que es…algo ingenuo esto papá, pero…- Adelantó Lori.

-Yo les dije que no iba a funcionar…- Dijo Lynn con tristeza.

-Teníamos que intentarlo por lo menos…-Respondió Luan.

-Basta.- Se escuchó. Venía de Leni, que había dejado su tejido a un lado.- Fue mi idea.-

Leni caminó hacía su padre y le miró.

-Yo sé que no es suficiente el pay para que nos perdones, pero lo que está escrito es de corazón, papá.-

-Leni…-

-Sabes que te amamos mucho, muchísimo, y que esto fue una estupidez de nuestra parte, pero; tú me perdonas a mí las estupideces que cometo. ¿Podrías perdonar esta vez, la de todas?-

Lynn no supo que responder, y ante el silencio de su padre, Leni frunció el ceño. Caminó hacía Luna y la tomó del brazo.

-¿S-sis?- Tartamudeó la chica al ser jalada hacía su padre. Leni la colocó en frente de Lynn y le dijo:

-Abrázala. Ayer lloró porque no la abrazaste...y la verdad yo también.-

Lynn Loud vio a su segunda hija mayor por algunos segundos, y sonrió; luego miró a Luna quien no se atrevía a hacer nada.

La abrazó con fuerza.

La joven, sorprendida por todo, se hundió en el pecho de su padre y suspiró con un profundo alivio; comenzó a sollozar mientras le devolvía el abrazo.

-¿Aun nos quieres, papá?- Dijo Luna tratando se sonar normal.

-Nunca dejaré de quererlas. Hagan lo que hagan.- Respondió el hombre.

Leni sonrió enorme y ya se disponía a volver a su tejido, pero Lynn la pescó y la abrazó también.

-¿A donde vas?- Dijo.

Felices por cómo se daban las cosas, se acercaron Lynn Jr., así como Lori.

Todas sentían como un peso enorme, indescriptible, era liberado. Una sensación de plenitud unido en ese gran abrazo.

El señor Lynn, a su vez, se sintió con fuerza. Tenían que salir adelante sea como sea. No podía ser presa de su autocompasión. Lo tenía que hacer por ellas.

Sintió que alguien más le abrazaba por el lado derecho. Volteó a ver, y era Luan que le veía a los ojos con una enorme sonrisa.

-De verdad lo sentimos, papá.- Dijo, para luego agregar sin soltar sonido alguno.

-Te amo.-


Buenas noches, la actualización de esta semana.

La próxima actualización tiene que ser una comedia, ya es mucho drama, raios...

Lincoln vio demás en el cel. El que busca encuentra, chamos.

Lynn libero a las nenas de su culpa (o no?) y Luan...bueno, Luan...

Saludos a todos, Veremos que más pasa esta semana.

Jolio Gracias por el comen. Pues no tendrá muchos capítulos, eso sí.

J0nas Nagera Jonas, pues aun no se define que pasó. Pero Luan no se ayuda jajaja...saludos!

Lobo Hibiky