Capítulo 16: La bestia ataca.

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Lincoln y Sid entraron a su hogar casi derribando la puerta, Ling Bo ingresó segundos después con un dolor de cabeza terrible debido a su contusión ¿Qué pasaría una vez pasara el umbral de la entrada? La última vez el castigo no fue tan severo, las probabilidades de que eso sucediera de nuevo eran nulas.

Por poco la expulsan de nuevo y ni hablar de la humillación que pasaron sus padres, solo faltaba darles un vistazo para saber que sobrepasaron su limite, cualquiera que sea el castigo que le dieran se lo tendría bien merecido. Con la cabeza fría era consciente de que ella misma se lo buscó, volvió a dejar que la ira tomara el control, aun así sentía que era injusto, ella solo defendió a su familia.

"No hice nada malo", se decía así misma.

—Tu padre está esperando Ling —La voz de su madre la sobresaltó, se había quedado paralizada en el recibidor.

En la sala su padre le daba la espalda, lo escuchó darse palabras de aliento para no perder ante el enojo, Sid se acercó a él para acariciarle la espalda, Ling se preparó para lo que se avecinaba.

—Esta vez fuiste demasiado lejos Ling Bo —habló el peliblanco volteando a verla—. ¿Tanto te gusta ponernos es ridículo?

—¡¿Qué?! ¡no, por supuesto que no! —La sola idea era descabellada.

—¡Entonces ¿por qué no nos escuchas?! —exclamó levantando la voz, apretó los labios y se tomó unos segundos para calmarse—. Esto debe parar Ling Bo, estás empeorado cada vez más, ya no sabemos qué hacer o que decir para que entres en razón.

—Ya estamos cansados de tu comportamiento Ling, no importa cuanto te lo digamos tu siempre eliges llevarnos la contraria, es como si fuéramos una broma para ti —continuó Sid al lado de su esposo—. Luxaciones, narices destrozadas y dientes rotos ¿acaso perdiste la cabeza? ¿en que estabas pensando?

—Esos imbéciles golpearon a la prima Lupa y le quitaron sus cosas, yo tenía que… —

—Ya deja de usar el mismo estúpido intento de excusa, perdiste el control de nuevo, y no por la razón que tu crees —interrumpió la mujer—. Sabemos que la has pasado muy mal, y aunque no fue de forma física fuiste herida muchas veces, estuvimos ahí contigo secando tus lagrimas.

—Entendemos el por qué de tu odio, pero molerlos a golpes no te hará sentir mejor, no traerá de vuelta a los amigos que perdiste y tampoco hará que Loan se recupere —Lincoln se acercó a su hija y se puso a su altura tomando las mejillas de la chica, sus pulgares acariciándola suavemente—. Date la oportunidad de seguir adelante Ling Bo, por favor, antes de que sea demasiado tarde.

—Hablan como si golpear a esos miserables fuera algo malo —comentó Ling apartando las manos de su padre, este se puso de pie—. No voy por ahí atacando todo lo que se mueva, no entiendo cuál es el problema.

—Te gusta Ling, se te nota con solo mirarte y por cómo hablas, hieres personas sin vacilar y no sientes culpa o arrepentimiento —reveló Sid—. Si permitimos que continúes así llegara un punto en el que te dará igual si una persona es "buena" o "mala", y ese día podrías lastimar a uno de tus primos.

—¡¿Cómo puedes decir eso?! ¡dañar a mis primos, es ridículo, saben que no podría hacer tal- ugh! —Una punzada en su cabeza detuvo su reclamó, puso una mano sobre el vendaje y espero a que el dolor se fuera—. Yo nunca podría aunque quisiera.

Que pensarán que era una buscapleitos es normal dado su historial, sin embargo, decir que dañaría a su propia familia era el colmo.

—Si es así mírame a los ojos y dime que en ningún momento disfrutaste golpear a esos chicos, en cada ocasión hasta ahora, que no sentiste satisfacción alguna —contraatacó Sid—. Júrame que no te hizo feliz herirlos, verlos llorar.

—Yo… —Abrió la boca para responder negativamente, las palabras se estancaron en su garganta.

Quiso responder con un "no" pero la verdad es que jamás había sentido tanta dicha, fue tan satisfactorio que la primera vez que le dio una paliza a unos abusivos algo dentro de ella estremeció, frunció el ceño y respondió luego de una pequeña pausa.

—Y qué importa si lo disfrute, te torturan, agreden y humillan, no importa cuanto llores o supliques ellos no se detendrán, al contrario aman que hagas eso—recordó a una niña con chonguitos, su dulce amiga Lu Yong, humillada y con su rostro bañado en lagrimas a causa de una cruel "broma"—. Son escoria y la sola idea de ser amable con ellos me provoca nauseas, dicen que sienta lastima y simpatía por esas pestes ¿por qué debería ser buena con esos monstruos?

—¡¿Siquiera escuchas lo que dices?! !Son humanos Ling! —Sid sentía que su corazón se rompía, tanto odio empezaba a cambiar a su pequeña—. ¡Personas como tu y como yo, no puedes hacerles lo que quieras y esperar que todo siga como si nada, piensa antes de actuar!

—No se les puede considerar humanos, ya has visto de lo que son capaces ¿no sería una bendición si desaparecen? —concluyó la albina haciendo que Lincoln quedara boquiabierto—. Pienso que le hago un favor a todos encargándome de ellos, es más debería dejarlos paralíticos, en una cama no le harán nada a nadie.

—¡Basta, no digas más! —Sid se abrazó a sí misma, pensar que su hija diría algo tan cruel e insensible—. Ser tan agresiva no te traerá nada bueno, por favor recapacita.

—Estoy harta… —murmuró Ling con enojo olvidándose de la herida palpitante en su cabeza.

—¿Cómo? —

—¡Estoy harta! —gritó Ling furiosa haciendo retroceder a sus padres—. ¡¿Por qué solo me piden corra?! ¡Huir y apartar las vista como una cobarde, yo no soy una puta cobarde, si peleo es porque esos pedazos de mierda solo entienden rompiéndoles su maldita y jodida cara!

—¡Ling Bo Loud! —rugió Lincoln.

—¡¿Qué?! —Dejando salir un grito ahogado la albina se dio cuenta de lo que había hecho, de lo que dijo, rápidamente se inclinó en una exagerada reverencia—. ¡Me disculpo, padre, madre!

—En este momento no puedo reconocerte —Lincoln nunca imaginó que semejantes palabras saldrían alguna vez de la boca de su hija—. La hija que yo recuerdo nunca diría eso.

—Ling… —susurró Sid con tristeza—. ¿Qué fue lo que hicimos?

—¿De qué hablas? Ustedes no hicieron nada —Sin entender muy bien a su madre Ling se enderezó.

—Tantas peleas te han endurecido el corazón, te vuelves cada vez más agresiva y conflictiva, no permitiré que sigas por ese camino —declaró el hombre—. Creímos que aprender artes marciales sería algo bueno, que serías responsable con ese conocimiento, cometimos un grave error.

—¿A qué te refieres? —preguntó Ling, ya sabía cuál sería su castigo, solamente no quería aceptarlo.

—No seguirás practicando kung fu —reveló Lincoln—. Hasta que seas capaz de ponerle fin a todo ese resentimiento, las artes marciales quedan absolutamente prohibidas.

El corazón de Ling dio un vuelco y se puso aún más pálida, trató de hablar y una extraña mezcla de chino e ingles fue lo máximo que pudo pronunciar, quedó tan abatida que su cerebro dejo de funcionar correctamente, cayó de rodillas cuando las fuerzas abandonaron su cuerpo, su mirada perdida en el piso sin poder creérselo.

No podía ser cierto.

—Tu padre y yo hemos hablado mucho sobre esto, dejar que aprendieras artes marciales fue una equivocación, creemos que es mejor para ti si te alejas de ese mundo por un tiempo —finalizó su madre.

Ling quiso refutar más no lo hizo, no tenía derecho a reclamares nada, los desobedeció de nuevo y para empeorarlo les gritó, no merecía menos.

Con su conversación finiquitada sus padres se dirigieron al jardín, Ling volvió en sí y fue tras ellos solo para ver cómo desmantelaban su equipo de entrenamiento; las barras, el muñeco, la bolsa de arena, lo quitaron todo. Luego fueron a su habitación y confiscaron lo que encontraron ahí, desde sus manoplas hasta sus libros, fue una limpieza total.

Al final solo sus comics y figuras de acción prevalecieron, todo lo demás terminó en cajas y bolsas de basura, almacenadas en un solitario rincón del oscuro sótano de su hogar.

"Esto es por tu bien" le dijeron antes de dejarla sola en su cuarto, Ling no pudo más y se derrumbó, sin saber que hacer lloró en silencio agarrándose el pecho con fuerza, ninguna fractura o desgarramiento le dolió tanto como aquello, perdió una parte importante de su vida y ella misma lo causó.

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—No lo había notado hasta ahora, pero es realmente aburrido sin Ling aquí —comentó Lacy saliendo de la escuela, a su lado estaban Liby y Lupa—. Fui a verla ayer y luce muy triste.

—No es para menos, escuche que los tíos le prohibieron seguir practicando artes marciales —añadió Liby—. Leia y Frankie también han estado hablando con ella, rechazó todas sus invitaciones.

—No me sorprende, los tíos le quitaron lo que le apasionaba, eso dejaría deprimido a cualquiera —mencionó la amante de los deportes, Lupa bajo la mirada.

Ya había pasado una semana desde que Ling fue suspendida y todos sintieron su ausencia, unos más que otros, como la propia Lupa o Frankie quién se deprimió tanto que dejó de asistir a la escuela, hace tres días fueron a la casa de la albina para intentar alegrarla sin mucho éxito.

—Es culpa mía que esto pasara —

—No es culpa de nadie Lupa, ninguna de nosotras habría podido detenerla —Liby frotó levemente el hombro de la gótica.

—No, fui descuidada e idiota, todo estaría bien de haber usado un poco mi maldito sentido común, al final Ling fue la que pagó por mi estupidez —La albina apretó las correas de su mochila con frustración—. No sé ni cómo verla a la cara, por mi le quitaron lo que más ama, es posible que ahora me odie.

Lacy y Liby rieron a carcajadas por lo dicho por Lupa.

—Oh que bueno que mi situación les divierte, primas de mierda —refunfuñó golpeando a las dos en la parte de atrás de la cabeza.

—No es eso Lupa —Lacy se limpió las lagrimas—. ¿Qué Ling te odia? Hay más probabilidades de que a un cerdo le crezcan alas y vuele.

—No nos gusta decirte esto porque no queremos que se te suba a la cabeza, pero lo que Ling más ama no es el kung fu, eres tu —reveló Liby—. Si hubiera una pirámide de su amor, tu estarías en la cima junto a los tíos.

—Eso es cierto, se le iluminan los ojos cuando estás con ella, Ling te ve más como su hermana que su como prima —

—¿No creen que están exagerando? —Las blancas mejillas de Lupa se tiñeron de rojo.

—Ya quisiéramos, a veces siento envidia al verlas, desearía que fuéramos así de unidas —Liby haciendo un puchero se cruzo de brazos—. No sé qué fue lo que hiciste, pero nuestra prima formó una vinculo muy especial contigo, deberías ir a verla.

—Eso de seguro la animara —concluyó Lacy.

Lupa miró a sus primas por breves segundos antes de sonreír levemente, no lo admitiría nunca en voz alta pero ellas tenían razón, nadie conocía a Ling mejor que ella; en esos momentos su prima debía sentirse deprimida, enojada y quién sabe que más, de ninguna manera la dejaría lidiar con todo eso sola.

—Puede que tome un desvío para ir a su casa, hace dos meses le preste la saga de viernes 13 y la muy tonta seguro olvido que aún la tiene —Tal vez podría incluso quedarse a dormir ahí y hacerle compañía.

Horas más tarde cuando la escuela se encontraba totalmente vacía a excepción de un par de guardas, el director Mcgregor iba saliendo del recinto en dirección al estacionamiento de la escuela, se quedó hasta muy tarde debido a cierto "asunto" con una de las maestras, lo que las personas hacían por un aumentó de sueldo era increíble.

Al llegar a su destino fue recibido por una vista que le hizo soltar sus llaves y abrir su boca exageradamente, su precioso y costoso auto deportivo fue completamente desarmado, en la carcasa que sobró había un grafiti que decía "director #1" en brillantes letras fluorescentes.

—P-pero que… —

—¿Lo disfrutó director? —

Una voz lo hizo girar sobre sus talones dándole el susto de su vida, sentado en una pila hecha con las llantas de su auto se encontraba Todd, inhalaba alguna clase de polvo de una pequeña bolsa plástica, era de un color azulado y parecía brillar tenuemente.

Llevaba puestos unos guantes negros y una sudadera amarilla, esta última machada con un poco de sangre.

—¡J-joven Russo! ¡¿usted hizo esto?! —preguntó el hombre señalando lo que quedó de su auto.

—No, fueron uno amigos míos, son muy buenos en lo que hacen —Todd guardó la bolsa en el bolsillo de su sudadera antes de saltar de su "silla", se acercó lentamente al director—. Vamos director respóndame ¿fue placentero?

—¿Placentero? ¿de que habla joven Russo? —

—De su revolcón con la maestra Halley en su oficina —La intimidante mirada y gran sonrisa afilada asustaron a Mcgregor, retrocedía al tiempo que Todd se aproximaba más y más, la persona frente a él no se sentía humana—. ¿Estuvo rico? Por sus bramidos me parece que si.

Macgregor chilló de forma patética cuando su espalda chocó contra el frío metal de su auto—. ¡¿D-dónde están los guardas?! ¡Es imposible que destruyeran mi auto sin hacer ruido!

—¿Hablas de ellos? —Con una linterna apuntó a cierto lugar y Macgregor miró en esa dirección, colgados de un árbol estaban los guardas nocturnos, habían sido brutalmente golpeados—. No dieron mucha pelea, deberían mejorar su seguridad.

Antes de darse cuenta ya tenía a Todd a unos centímetros de él, Macgregor chilló de nuevo, la sonrisa del chico desapareció dejando atrás una expresión de enojo—. ¿Por qué lo hizo director? Llamar a mi madre, pensé que teníamos un trato.

Mcgregor solo balbuceo debido al miedo, eso enfureció mucho más al pelirrojo, tomándolo violentamente del cuello levantó al obeso hombre con un brazo como si nada, Mcgregor quedó sin habla por la inmensa fuerza del chico, a pesar de ser más pesado que el chico sus pies no tocaban el suelo.

—¡Contésteme! —rugió el joven, sus pupilas estaban muy contraídas, Mcgregor atribuyo esto y su fuerza a ese extraño extraño polvo—. ¿Acaso sabe lo que eso provocó? Confíe en usted, me lo prometió, y me traicionó.

La voz del chico desbordaba cólera y su mano ejerció más presión alrededor del cuello del director, a tal punto que dedos se marcaron en su piel, la saliva del hombre caía de su boca mientras luchaba por respirar.

—Lo siento —fue lo que pudo alcanzar a decir.

—¡Sus disculpas no me sirven! —Todd giró su cuerpo y estrelló a Mcgregor contra el pavimento, adolorido intento escapar pero pie del chico cayó sobre su gran barriga reteniéndolo en su lugar—. Ya deje de retorcerse como el cerdo que es.

—¿Q-qué es lo que quieres? ¿dinero? ¡Puedo darte lo que quieras! —

—Hahahaha míreme ¿le parezco alguien que busca sacarle plata? ¡Pues no, no quiero su puto dinero de mierda! ¡no lo quiero, no lo quiero, no lo quiero! —Todd lo pisoteó una y otra vez hasta que se obligó a parar, lo necesitaba consciente—. Me disculpo por eso, no han sido días muy buenos y necesitaba liberar algo de estrés.

—¿E-es por la suspensión? —preguntó con la nariz sangrante.

—Un asunto familiar —corrigió mirando la luna, le gustaba mucho, dependiendo de la situación podía ser algo muy aterrador o todo lo contrario—. La maestra Halley, tener sexo con ella, te hizo feliz ¿cierto?

—S-si —Fue honesto, no quería seguir siendo golpeado por mentir—. Pero ¿a qué viene esa pregunta?

—… Mi madre ya no sonríe, pasa todo el día llorando, especialmente cuando tiene que compartir sus noches con ese hombre —Todd recordó a su progenitora, lagrimas cayeron por sus mejillas, su rostro expresaba un profundo dolor—. Ella sufre, le duele… ahora sus abrazos son fríos y sus ojos perdieron su luz.

—¿Qué tiene ver conmigo? ¡Lo que le pase a tu madre no es culpa mía! —Mcgregor fue silenciado por una patada en la cara.

—¡Eres tan culpable como yo o ella! —ladró Todd—. Sus acciones la llevaron a dónde está, la condenaron a una vida infeliz y miserable, obligada a satisfacer los deseos de un hombre que le desagrada… yo rompí la promesa que le hice.

—¿A quién te refieres con "ella"? —inquirió el director cubriéndose la nariz con una mano.

—Ling Bo Loud —pronunció el pelirrojo—. Seremos castigados, y yo voy a ser el verdugo.

El pelirrojo lo agarró del cuelo de su traje, sacándole al director un quejido de dolor, iracundos ojos verdes se encontraron con temerosos ojos marrones—. La escuela tiene archivada la información de cada estudiante ¿cierto? En caso de alguna emergencia.

—E-está bajo llave en administración —

—Perfecto, vas a llevarme ahí, quiero saber dónde vive Lupa Loud —

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El abdominal numero dos mil marcó el final de su sesión de ejercicios, vestida solo con ropa interior deportiva Ling se quedó sentada justo para ver al sol asomarse por el horizonte, dando respiraciones lentas y profundas cerró sus ojos, relajándose por la luz que le brindaba calor e iluminaba todo lo demás.

—Aaah qué bien se siente hacer esto —La herida en su cabeza había sanado rápidamente, agradecía al cielo por eso, las jaquecas fueron horribles.

Se puso de pie disfrutando la sensación del pasto en las plantas de sus pies descalzos. Si bien le prohibieron el kung fu no dejaría que su condición física decayera, aparte así evitaría ese molesto dolor corporal.

Ella se esforzó y sufrió mucho para conseguir las capacidades físicas que poseía, realizar ejercicios básicos como sentadillas, lagartijas y flexiones le ayudarían a no perderlas, sus padres no se opusieron siempre y cuando se mantuviera alejada de las artes marciales.

—Esto de la abstinencia es más difícil de lo que imagine —comentó abriendo y cerrando sus puños—. ¿Esa es la palabra? ¿abstinencia? Meh revisare el diccionario luego.

Mientras se ejercitaba sintió una abrumadora necesidad de practicar su ataque y defensa más de una vez, aprovechar que sus padres dormían y seguir desarrollando sus habilidades en secreto, tuvo que morderse los brazos varias veces para no caer en la tentación.

—Que lata —comentó mirando el cielo, sus días se resumían en ayudar a su papá en la casa con los quehaceres, muy aburrido si le preguntaban—. Tu te lo buscaste, ahora aguántate idiota.

Cuando el reloj marcó las siete en punto la familia de tres se encontraba en la mesa devorando los manjares que el albino preparó, como el comedor quedaba justo en frente de la sala de estar Lincoln encendió el televisor sintonizando el noticiero matutino, lo que se mostró en la pantalla dejo sin palabras a los tres.

"Asesinato en la secundaria Royal Woods"

El padre de familia subió el volumen.

Hace solo unas horas Dale Mcgregor, director de la secundaría Royal Woods, fue encontrado sin vida dentro de las instalaciones del centro educativo —informaba una atractiva reportera en vivo desde la escena del crimen—. Se sabe por parte de los forenses que fue golpeado hasta la muerte, la evidencia es poca y los testigos nulos, según palabras de la policía el perpetrador se aseguró no dejar nada que lo delatara.

Encontramos el vehículo de la victima completamente desmantelado en el estacionamiento, buscamos huellas o algo que pudiera ponernos en buen camino, por desgracia no tuvimos éxitocomentó uno de los investigadores.

Se mostraron imágenes de los alrededores, el auto destruido y la oficina dónde mataron al director.

—Dios mío… —soltó su madre con una mano en el pecho.

¿Venganza? ¿una pelea? ¿cuentas pendientes? Se desconoce el motivo, por la condición del cuerpo se presume que el asesino lo torturó antes de darle el golpe final —Pasaron grabaciones de agentes sacando el cuerpo de Mcgregor de la escuela, metido en la típica bolsa para cadáveres—. Por el momento esa es toda la información, adelante estudio.

Gracias Alva, en otras noticias la taza de crimen en los barrios bajas ha tenido un aumento repentino, la desaparición del misterioso individuo que aterrorizaba a las pandillas locales se hace cada vez más notable, los vecinos de esta comunidad claman por el regreso del "castigador" mencionó el conductor del noticiero, dando paso a la siguiente nota.

—Bueno… al parecer la suspensión no me afectara tanto después de todo —dijo riendo nerviosamente, la verdad no sabía si sentirse mal por el director, sus amigos le contaron cosas turbias sobre él.

—Ling Bo —Lincoln le llamó la atención suavemente.

—Lo siento papá —se disculpó apenada y siguió comiendo.

El desayuno se desarrollo sin mayores inconvenientes, pero el ambiente se sintió extraño, al menos así fue para la pareja ya que Ling repasaba en su mente frases celebres de Confusio.

—Lincoln cuando vayan de compras tengan mucho cuidado, Royal Woods ya no es tan seguro como antes —Aconsejó Sid lista para irse a trabajar, los tres reunidos en el pequeño garaje de la casa—. Si algo les llegara a pasar…

—No te asustes estaremos bien, tu ten cuidado, algún loco podría quedar cautivado por tu belleza e intentar secuestrarte —Bromeó Lincoln compartiendo un largo y casi apasionado beso con Sid.

Sid subió al único de la familia y partió no sin antes despedirse de Ling, Lincoln se dirigió a su hija—. Nos espera un largo día, recoge toda la ropa sucia que encuentres y ponla en la lavadora, mientras yo haré la lista para las compras.

—Si papá —

Con esto padre e hija iniciaron sus deberes.

Algunas horas más tarde a unas cuantas calles Lupa se preparaba para salir con algunos amigos, gracias a que el director la palmó les dieron a todos un pequeño descanso de ese purgatorio llamado escuela, su club también tuvo que cerrar pero al menos no habrían tareas o proyectos por un tiempo.

—¡Mamá iré al arcade con unos amigos, estaré de regreso antes de las cinco! —gritó Lupa al pie de las escaleras del segundo piso.

—Que los espíritus resguarden tu camino —contestó Lucy desde su cuarto con una voz más suave.

—Si si lo que digas —Lupa salió de su casa con prisa.

Ese día el arcade estrenaba un nuevo juego de realidad aumentada, muy famoso alrededor del mundo por su excelente inmersión y acción, ella y unos cuantos miembros del club querían ser los primeros en probarlo, hubiera invitado a Ling pero no puede salir de su casa.

—Hola presidenta ¿va a algún lado? —

Cuando apenas llevaba media cuadra escuchó la voz muy familiar a sus espaldas, al darse la vuelta un sonriente Todd la saludó con la mano, el pelirrojo se veía extraño, tenía un aspecto preocupante que le puso los pelos de punta.

—¿Qué mierda… —No pudo terminar su pregunta.

El chico se movió a una velocidad alucinante, recibió una fuerte descarga eléctrica en el cuello proveniente de una porra eléctrica, se desmayó al instante.

Antes de que se desplomara Todd la atrapó y se la hecho encima de su hombro, la acomodó y tanteó su peso dando pequeños saltos, la pobre gótica se agitaba como un trapo mojado.

—Es más liviana de que lo esperaba presidenta, se nota que cuida lo que come —comentó, tranquila y casualmente camino hacia una vieja camioneta.

En la calle no se veía ni un alma así que no había prisa, la tiró en los asientos traseros sin delicadeza.

—Ahora solo faltas tu —

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Ling se encontraba en el patio meditando en la postura del loto, se dio cuenta que poco a poco fue perdiendo la costumbre por lo que pensó retomarla de nuevo, pensó que le ayudaría a organizar el caos que era su cabeza esos días.

A los pocos minutos se dejo caer de espaldas, irritada por no poder concentrarse—. ¿Qué pasa conmigo? No puedo vaciar mi cabeza, antes podía hacerlo fácilmente.

Iba a tomar una siesta ahí mismo cuando su celular sonó, era el tono de llamada de Lupa, contestó con una sonrisa—. Prima Lupa que bueno que llamas, moría de aburrimiento.

—Lamento decepcionarte Ling, no soy ella —La voz que escuchó la hizo sentarse bruscamente, sabía a quién pertenecía.

—¿Dónde está ella y por qué diablos tienes su celular? —inquirió al instante.

—La presidenta no está disponible, al despertar no quiso cooperar y tuve que improvisar un poquito —dijo Todd con tono burlón—. Está aquí conmigo, no es muy conversadora pero es una buena compañía.

—Si tienes un problema conmigo no metas a mi familia, déjala ir —

—No tengo ganas de hacer esto por teléfono, ven al deshuesadero de la ciudad y hablaremos en persona —El chico no tenía intensiones de alargar la llamada—. Oh y te sugiero que seas rápida, tu prima es muuuy linda y mis chicos están molestos contigo, si te tardas demasiado podrían hacerle cosas no muy agradables~.

La llamada terminó con una carcajada de Todd.

—¡Hijo de perra! —Ling se levantó de un salto olvidando su celular en el suelo.

Conocía el deshuesadero, no quedaba muy lejos, escuchó a su padre gritar su nombre al salir corriendo de la casa pero lo ignoró y corrió con todo lo que pudo; Loan, sus amigos, no pudo ayudar a ninguno, y una mierda dejaría que pasara lo mismo con Lupa.

"¡Por favor dios, mis padres creen en ti, si es verdad que existes no dejes que lastimen a Lupa!", clamó la albina sin detenerse, debía apresurarse, antes de que otra tragedia ocurriera en la familia Loud.


Hasta aquí el cap y espero que lo hayan disfrutado tanto como en escribirlo, esta vez si que me tarde y pido disculpas por ello, no la he pasado muy bien y tengo la cabeza hecha un caos así como Ling XD. Pues en el próximo capitulo será la pelea entre Ling y Todd, quería ponerla en este pero vi que si lo hacía este cap hubiera quedado demasiado largo, y no podía hacerles leer eso, no sentí que fuera lo correcto.

Como siempre muchas gracias por dedicar un poco de su valioso tiempo para leer esta historia, no sé cuando vaya a subir el siguiente cap pero espero no tardarme tanto, nos leemos en el prrrrrróximo capítulo ;)