Capítulo 9 – Tesis

Lisa bajó feliz del estrado con su diploma y su medalla, estaba buscando a su amado Linky para mostrárselos; aunque sabía que la había visto ganar y recibir sus premios, no había nada mejor que él la abrazara, la felicitarla y...

Ella dejó de correr cuando lo encontró; estaba al fondo del auditorio, recargado en la pared cercana a la puerta y platicando animadamente con alguien, al principio sólo vio una figura femenina, pero el alma se le cayó a los pies cuando la reconoció, ¿Stella? ¿qué diablos estaba haciendo ella aquí?... era amiga de Lincoln, sí, pero ¿por qué vino? antes de que se diera cuenta, Lincoln la vio y corrió para abrazarla, la levantó y le dio vueltas mientras la felicitaba

— ¡felicidades Lis! ¡sabía que ganarías! —

y le dio un beso, lo que la hizo sonreír, eso era lo que necesitaba, que su hermano le demostrara todo ese amor frente a ella, que quedara claro que la quería más que a ninguna... o al menos eso esperaba. Lincoln por fin la dejó en el suelo y ella se aferró un ratito más mientras rogaba que el sueño no terminara, pero él mismo fue quien la separó para decirle

— ¿mira quien vino? es Stella, cuando le dije que vendría aquí contigo me dijo que ella también vendría a dar una conferencia, es una agradable coincidencia ¿no lo crees? —

La castaña se sonrió de la mejor forma que pudo y saludó a la filipina, quien la felicitó también y se mostró muy interesada en el proyecto que había presentado; la vanidad de Lisa se doblegó al sentirse alabada en su sabiduría y habló de este con algo de displicencia, cosa que no le agradó mucho a Lincoln; él conocía mejor que nadie ciertos comportamientos de sus hermanas y ese no le gustaba nada, pero ya arreglaría cuentas con ella después.

el resto de la tarde y parte de la noche, Lisa tuvo que tragarse su coraje y permitir que Stella los acompañara, ella y Lincoln estuvieron hablando sin parar y la dejaron algo de lado, por lo que la castaña estaba cada vez de peor humor; esa maldita le estaba robando a su hombre y ella no podía hacer nada, Lincoln decidió que Stella iría con ellos a cenar y a Lisa no se le ocurrió como evitarlo.

De nuevo fueron al pequeño restaurante italiano donde cenaron aquella vez, pero ahora la jovencita lo veía obscuro y pequeño, se sentía muy incómoda, y se quejaba de todo y de todos mientras su hermano y la amiga de este, charlaban animadamente y se reían; la cena no pudo ser peor para los tres, Lisa estuvo intratable y se puso en un modo tan irritante que incluso gente de otras mesas se apresuraron a terminar su comida o la pidieron para llevar con tal de ya no soportar a esa "niñita quejumbrosa", como dijo una señora a sus espaldas; a Lisa no le importó nada de esto, ella quería irse y que dejaran a Stella en su hotel para al fin poder estar a solas con Lincoln, pero cuando por fin acabaron de cenar su hermano estaba de pésimo humor, él no entendía por qué su hermana se había comportado de esa forma, debería de estar feliz por su premio y por la cena, estaban en el lugar que tanto le había gustado la vez anterior, ¿Qué estaba pasando?

Cuando salieron, Lisa caminaba lo más rápido que podía, y a cada momento se volteaba para mirar a Lincoln y a Stella, como apurándolos, él hubiera querido regañarla por ese pésimo comportamiento, pero tenía pena de hacerlo frente a su amiga, y ella solo miraba a la pequeña de reojo, como entendiendo lo que pasaba; finalmente llegaron al hotel donde la filipina se estaba hospedando y entraron al vestíbulo; Lisa se dejó caer en uno de los sillones y tomó una revista para distraer su enfado y mientras, Lincoln y Stella se alejaron un poco y se despidieron

— buenas noches Stella, disculpa a Lisa, no sé qué le pasa, generalmente es muy educada y no molesta a nadie; ahora ha estado insoportable y no tengo idea que la incomodó, pero ya hablaré con ella y... –

— no te preocupes Lincoln, seguro quería celebrar con sus amigos y la trajimos a cenar sin preguntarle, yo también me hubiera molestado —

— ¿d-de verdad crees que sea por eso?, ¡que tonto soy! ella trabajó tanto en su proyecto; pero de todas formas no debió portarse así, si me hubiera dicho, podríamos haberla dejado allá sin problemas... en fin, ya me las arreglaré, hasta mañana y descansa —

—igualmente, Link —

y después de un beso en la mejilla, ella subió al ascensor mientras él buscaba con la vista a su hermanita, al encontrarla se acercó a ella y la llamó, parco

— vamos Lisa, ya es tarde y hay que llegar al hotel —

ella levantó la cara para mirarlo, él tenía un gesto de cansancio y la mirada baja, no se veía enojado pero tenía un aire de fastidio que la hizo levantarse de inmediato; ahora que se le pasó el coraje, se dio cuenta de lo infantil que se había portado, haciendo berrinche y siendo odiosa, era como si la Lola de sus días de infancia la hubiera poseído; se sintió muy culpable y durante el camino a l hotel no habló, pensando en cómo pedirle perdón a su hermano.

Llegaron a su habitación y de inmediato él tomó el teléfono para pedir una jarra de café y donas, a Lisa le pareció raro que tuviera hambre por que acababan de cenar, pero no dijo nada; Lincoln se sentó en la mesa del cuarto y encendió su laptop, sacó su tableta y se puso a dibujar, la castaña supuso que estaba enojado y sabía el por qué, pero estaba muy acobardada como para decir o hacer algo; el café no tardó demasiado en llegar, el carrito llevaba una jarra y dos tazas, azucarera, sustituto de crema y una caja de donas; el botones dejó una taza servida y se fue dando las buenas noche; Lincoln, estiró el brazo, buscando la taza con la mano, la tomó y se la llevó a la boca, dándole un buen trago, parecía no haber sentido que estaba caliente a pesar de que esta humeaba, luego su mano regresó y buscó a tientas hasta dar con las donas, tomó una y la mordió.

Así estuvieron mientras la primer taza de café y dos donas desaparecieron, Lisa estaba sentada en su cama, mirando su espalda, viéndolo trabajar en sabría dios qué, hasta que una voz la hizo saltar

— Lis, ¿me servirías más café por favor? —

ella saltó de la cama y de inmediato llenó la taza que le tendían, él de nuevo se la llevó a la boca y le dio un gran trago, luego buscó otra dona y ella le acercó la caja para que fuera más fácil que las agarrara, el peliblanco cogió una y la mordió, Lisa regresaba a su cama cuando escuchó una pregunta que no esperaba

— ¿aún estás enojada Lisa? — ella se volvió a mirarlo, pero él continuaba dibujando, pensó que lo habría imaginado hasta que la pregunta se repitió — ¿eh, Lis? ¿todavía estás enojada conmigo? —

— n-no, no... — tartamudeó ella

Lincoln se despegó de la pantalla y se giró en la silla para verla

— creo que no debí de alejarte de tus amigos hoy, querías festejar con ellos y yo te obligué a ir a cenar con Stella y conmigo, perdón Lis, estaba tan contento porque ganaste y porque ella había llegado... —

— no Link, perdóname tú a mí por portarme tan mal, tu solo querías que yo estuviera bien y yo... me sentí mal porque pensé que estabas contento ya que ella estaba aquí, yo... perdóname Linky —

Lisa se acerca despacio a su hermano y este le tiende los brazos, ella sonríe mientras se lanza sobre él y lo abraza tan apretado como puede, Lincoln siente los senos de su hermanita apretarse contra él y la sangre y el calor le suben a la cabeza, así que se zafa lo más rápido que puede mientras ríe, buscando algo para distraerla

— jajajajaja... o-oye, cuidado, no queremos tirar el café y las donas ¿verdad?... e-espera un momento... —

ella se hace a un lado y Lincoln cierra la computadora y la pone en su cama, luego pasa el café y las donas a la mesa y le dice a Lisa

— ven, celebremos tu triunfo con donas y café —

ella no está muy convencida ya que el café que suele tomar su hermano es muy fuerte y jamás le pone azúcar, además de que suele prepararlo de cierta forma que le da un ligero sabor a óxido, cuando Lincoln ve el gesto de duda se sonríe

— no te preocupes, este es café normal —

y le tiende una taza, ella lo prueba y en efecto, es café normal, pero sin azúcar; ella le pondrá una cucharada y después de aprobar el sabor, le da un buen trago, luego toma una dona rellena y la muerde, los sabores contrastan mucho pero combinan muy bien; Lisa sigue comiendo mientras él se sirve café en otra taza y lo toma despacio, viendo que ella se siente feliz de estar tomando café con donas, no entiende muy bien que ha pasado, pero al parecer todo el enfado se fue; Lisa estaba contenta de que Lincoln no estuviera enojado, pero seguía confundida sobre qué hacer: pese a tener una mente privilegiada, no entendió muy bien las "señales" que sus hermanas le habían recomendado y se sentía incapaz de hacer un avance de ningún tipo, además, Stella seguía siendo un obstáculo para ella.

Al día siguiente ambos se despertaron tarde, tomaron tanto café que les costó trabajo dormirse y por lo mismo, levantarse fue muy trabajoso; ambos perdieron la primer clase, y aunque para Lisa no pasó de risas y burlas leves por haberse quedado dormida, a Lincoln sí le llamaron la atención. Pasado el mediodía, Stella buscó al peliblanco y se fueron a comer juntos, Lisa no se enteró por estar en clase; y ya en la tarde, cuando se terminaron las actividades sabatinas, la castaña fue a buscar a su hermano y se llevó la gran sorpresa, Stella lo esperaba en la puerta del salón, la pequeña Loud no podía estar más enojada por ello, pero recordando lo de la noche anterior, se abstuvo de demostrarlo, así, cuando Lincoln terminó su clase, se encontró con ambas chicas muy sonrientes, pero no hablando entre ellas ni mucho menos, el sintió cierta tensión, pero no pudo comprobar nada, por lo que pensó que sería su imaginación y lo dejó de lado.

De nuevo fueron a cenar los tres, solo que ahora cambiaron de lugar y comieron en un local de costillas y cortes del que Stella había escuchado; el lugar era muy al estilo texano y resultaba gracioso que estuviera lleno de troncos, cortezas de madera y paja estando tan cerca del centro de la ciudad; Lincoln de nuevo no tuvo ojos ni oídos más que para Stella y Lisa tuvo que comerse sus costillas con un poco de bilis como aderezo, sentía que lo poco que hubiera avanzado para conquistar a Lincoln se le iba entre las manos al aparecer esta mujer, porque ella ya era una mujer: de largas y torneadas piernas, de cuerpo delgado, y aunque no tenía el trasero Loud o los senos de sus hermanas mayores, si tenía las curvas y el volumen suficientes como para dejarla fuera de combate.

La castaña terminó su comida y se levantó para curiosear por el lugar, había un toro mecánico, una zona de juegos para los niños, una barra de bar y una vieja rockola que sonaba con música country, en resumen: nada para ella; estuvo vagando un rato más hasta aburrirse y luego regresó a su mesa, para su fortuna, Lincoln y Stella ya se preparaban para irse y en cuanto pagaron la cuenta, los tres salieron; caminaron tranquilamente mientras hablaban de lo buena que había estado la cena, la noche refrescaba y las nubes que se habían juntado pronosticaban que llovería de un momento a otro, así que tuvieron que apresurarse; un poco antes de llegar al hotel fue que comenzó a llover, y aunque no pasó de una llovizna algo tupida, esta bastó para que se mojaran.

Subieron a la habitación de los Loud para secarse, Stella pidió permiso para darse una ducha rápida, ya que se enfermaba con facilidad al enfriarse; Lincoln no tuvo problema y le dio una bata y una toalla, pero Lisa prácticamente estaba roja del coraje: había un no sé qué en el tono de la mujer que le daba mala espina, y cierto movimiento, ciertos ademanes... no, ella no iba a dejar que se saliera con la suya, pero ¿qué hacer?; cuando sentía vapor saliendo de sus oídos por falta de ideas, una voz la llamó

— Lisa, ¿no te bañas conmigo? así tampoco te enfermarás y ahorraremos agua, mientras Lincoln puede ir a buscar más toallas y otra bata para él —

Stella se reía de la cara de sorpresa del peliblanco, quien se vio despojado de todo y salió a buscar lo antes mencionado, y aunque pudo haberlo pedido por teléfono, más bien lo hizo pensando en darles espacio a las chicas para poder bañarse y vestirse sin que él estuviera presente, Lisa respiró aliviada y aceptó la invitación de la morena; ambas se desnudaron antes de entrar a la ducha y Lisa pudo comprobar que tenía razón, Stella era alta y delgada, de senos medianos y abdomen plano terminado entre los muslos, donde un pequeño triángulo de pelo negro lo adornaba; su piel morena se antojaba suave y la jovencita estuvo a nada de pasarle la mano por las bien formadas nalgas para comprobarlo; se detuvo a último momento mientras cerraba con fuerza los ojos y sacudía la cabeza ¿Qué rayos?; se recompuso y bajó la vista pasando rápidamente hacia la ducha y en ese momento una nalgadita la hizo saltar, se volvió con el rostro asombrado y un rubor que casi le ardía para encontrarse con la cara divertida de la filipina, quien sonreía descarada

— vaya, veo que no eres diferente de tus demás hermanas; tienes un trasero hermoso, y veo que por delante tampoco vas descaminada —

Lisa de inmediato se tapó la entrepierna y las pequeñas tetas, ¿acaso esa loca había planeado todo para quedarse sola con ella y violarla?, antes de que pasara otra cosa, la morena intentó calmarla

— ¡no, no! ¡tranquila Lisa!... no voy a hacerte daño... n-no pensé que te espantarías, en la universidad solemos bromear así con las otras chicas y... disculpa, ¿acaso nunca has jugado con otras chicas así?... digo, no es nada sexual, simplemente... —

— no... no tengo amigas... nunca tuve a nadie para... b-bueno, tengo a Darcy, pero jamás nos hemos bañado juntas... — dijo la castaña muerta de vergüenza, su dificultad para hacer amigos era algo de lo que no le gustaba hablar —... no soy muy b-buena haciendo amigos y... pues... —

Stella se acercó protectora y la abrazó como lo haría una madre

— tranquila pequeña, no tienes por qué ponerte así, si quieres tu y yo podemos ser amigas, supongo que las demás chicas de este campamento no te hablan tampoco ¿o sí? —

— bu-bueno, he logrado integrarme en un grupo de chicos, pero no creo que Jenna o Sharonna sean así, creo que nadie es así en este campamento —

Stella soltó a Lisa y le dijo sonriente

— ok, creo que tenemos que bañarnos de prisa antes de que tu hermano regrese, no quiero que vaya a encontrarnos desnudas o en "paños menores"... — dijo con tono afectado y fingiendo la voz —... eso sería un escándalo para unas damas de nuestra categoría —

Lisa rió con esto y entraron a bañarse, se enjabonaron y tallaron a contento, Stella ayudó a Lisa a lavarse el cabello y finalmente salieron envueltas en sus respectivas batas, la filipina se ofreció a secar y cepillar el pelo de la castaña a cambio de que ella hiciera lo mismo, lo que la jovencita aceptó gustosa; Lisa siempre vio a sus hermanas con algo de envidia, todas tenían con quien hacer estos "rituales de baño" menos ella, ya que Lily era menor, y aunque a ella le tocaba enseñarla, la verdad es que ninguna de las mayores lo había hecho con ella; siempre se negó argumentando que eran una pérdida de tiempo, por ello es que siempre tuvo el pelo corto y casi nunca lo peinaba; ahora se arrepentía de todo eso y muchas cosas que nunca había hecho.

Cuando Lincoln abrió la puerta, fue recibido con gritos y una almohada en la cara, la que lo hizo tambalearse y tirar las cosas que traía; Lisa y Stella se cubrían el cuerpo desnudo con toallas abrazadas al cuerpo

— ¿Qué diablos haces?... ¿estás loco?... ¡pervertido!... —

el peliblanco solo atinó a agacharse para recoger la bata y las toallas y salir corriendo, no entendía que pasaba y hubo de quedarse parado frente a la puerta hasta que una voz le dijo

—¡ya puedes pasar! —

abrió despacio y cuidándose de recibir otro almohadazo, cosa que no ocurrió, y al entrar encontró a las chicas vestidas y sentadas en la cama de Lisa, ambas ya estaban peinadas y muy frescas, sonriéndose y Stella le dijo

— ya puedes bañarte, Lisa y yo bajaremos al vestíbulo a tomar algo, y no te tardes, recuerda que nos están esperando en mi hotel... — Lisa volteó a ver a su nueva amiga como preguntando qué pasaba y la morena le dijo — cierto, no te dije que hay una fiesta y Lincoln y yo iremos un rato, no te preocupes, te lo regresaré temprano — y le guiñó un ojo

La castaña no se esperaba esto y lo sintió como una puñalada a traición, ¿acaso no era su amiga? ¿por qué se llevaba a Lincoln, a su ama...? cierto, ella no sabía nada; Lisa tuvo que tragarse su coraje y asintió.

Lincoln terminó de bañarse en muy poco tiempo y salió ya vestido del baño: vestía una camisa melón y unos jeans, tenis de lona y una chamarra azul; peinado y perfumado; Stella lo miró y aprobó sonriendo; lisa apenas podía creer lo guapo que podía verse su hermano con apenas un pequeño cambio de ropa, y estuvo a punto de saltar sobre él para embromarlo como siempre, pero recordó la situación y se quedó callada; Lincoln se acercó a ella y le dijo

— no te preocupes, no llegaré muy tarde, mañana es domingo y tenemos el día libre, no te desveles —

y le dio un beso en la frente; Stella ya lo esperaba en la puerta y cuando él la alcanzó, ella le dijo a la pequeña — ¡adiós hermanita! — mientras agitaba la mano, Lisa hizo lo mismo y cuando la puerta se cerró, las lágrimas comenzaron a brotar de esos ojos verdes escudados tras los lentes.

Se lo había llevado, frente a ella y con la sonrisa zorruna colgada del rostro; seguro estarían en la fiesta, si es que había una fiesta, y terminarían en el cuarto de ella, teniendo sexo; el llanto arreciaba cuando Lisa pensaba en esto, sentía rabia y celos, pero sobre todo, se sentía derrotada, ¡maldita puta! ¡y dijo que sería su amiga!... quería ganársela para poder llevarse a Lincoln sin problemas ¡a su Lincoln!... y todavía tuvo el descaro de decirle hermanita ¡perra hipócrita!...

Lisa lloró un buen rato, gritando y golpeando la almohada sin parar, se fue calmando poco a poco, pero apenas pensó en ellos de nuevo la hizo enojar y volvió a llorar y el berrinche recomenzó aunque era más débil, el llanto se volvió de pura tristeza y la idea de la derrota se le apareció más real que nunca; le habían quitado a su hermano sin siquiera una pelea, con una sonrisa y mostrándole las armas para amedrentarla, y al parecer, había funcionado.

La pequeña estaba muy acalorada después del gran berrinche y se desnudó parcialmente, quedando en ropa interior; encendió la televisión con la esperanza de que la hiciera olvidar lo que acababa de pasar, a fin de cuentas, ya no tenía remedio; cuando se volvió hacia su cama, recordó que había desordenado todo y lo lanzó al suelo; fue a levantar las sábanas y el cobertor junto con las almohadas, pero no quería trabajar mucho, así que más o menos lo acomodó y se echó encima.

Comenzó a hacer zapping sin encontrar nada que realmente la atrapara: entretenimiento barato, series, programas infantiles, documentales falsos, deportes... nada valía la pena, llegó a la barra de películas dispuesta a descalificar todo y así lo hizo, sin apenas mirar algo más que el título, pero al terminar esa barra, se encontró con otra de canales bloqueados, se incorporó un poco y el primer título la puso en alerta, haciendo que se sonrojara un poco: "America meets Asia #5"; ¿acaso eso era...? el reparto no dejaba dudas: Christina Tang, Leilani Chong, Asia Wong... claramente era una película XXX, la duda la asaltó de pronto ¿quería ver esto?, Lisa no se lo pensó demasiado, buscó en el cajón del buró que separaba las camas y se encontró con una biblia y una tarjeta donde estaban las indicaciones generales del hotel y al final de la lista, una en letras más pequeñas: si quería desbloquear esos canales, tenía que llamar a recepción para pedirlo; una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.

Todo fue tan sencillo que la propia Lisa estaba decepcionada, solo hackeó el sistema del hotel con la computadora a través del WiFi, y de inmediato los canales estaban abiertos; el caso es que de inmediato sus ojos se abrieron tanto como podían viendo como un rubio de buena musculatura penetraba a una menuda chica asiática de enormes senos operados que rebotaban como balones de basquetbol, ella pujaba y gemía invocando a dios y pidiendo más con un muy falso acento "chino", y el hombre la complacía sin más, entrando y saliendo de su coño con fuerza y una velocidad impensada para una cadera humana; la científica Loud dejó de hacer sus críticos estudios de anatomía al encontrarse húmeda de la entrepierna, se sintió un poco mal porque su hermano, su querido hermano tenía que masturbarse por su hermanita, quien lo añoraba y hacía lo mismo en su nombre; eso la calentó más y comenzó un tímido masaje por sobre su panty blanca de algodón, luego siguió pensando cada vez más en él y cada vez menos en la película.

Muy pronto se detuvo para desnudarse completamente y luego se abrió entera para poder alojar dentro de su virgen vagina un tímido dedo, mientras que su otra mano se concentraba en un clítoris levantado y duro que sobresalía ya de su capucha de piel; el fondo sonoro de la película solo aumentaba el morbo y la calentura en la mente de Lisa, se sobaba con furia pensando en cómo estaría Lincoln sudando sobre Stella, quien gemía y pedía más, justo como la puta asiática de la película; todo en su mente comenzó a mezclarse: la película, Lincoln y Stella en una escena de sexo borrascosa y sucia, ella mirándolos, sus manos trabajando su sexo inundado y pegajoso hasta hacerla gritar en un orgasmo violento.

Estaba bastante cansada después de todo el tiempo que estuvo subiendo y bajando de la montaña rusa del sexo, medio adormilada, fue al baño a orinar y en cuanto regresó al cuarto, entró en la cama y se durmió, pero sus sueños no eran nada limpios tampoco, siguió soñando con todo lo que hasta hace un momento la tenía en vilo: un sueño muy húmedo que la cansó aún más.

En la madrugada, Lincoln entró tratando de no hacer el menor ruido posible y no prendió la luz para no molestar a su hermanita, que seguro estaba dormida; estaba un poco bebido, pero no tanto como para caer o tropezar con algo, caminó despacio hasta llegar a su cama y se desnudó, estaba muy cansado y por el momento no le importaba ponerse una pijama ni nada; levantó el cobertor para meterse debajo y un olor ligeramente almizclado, con un toque de orina y sudor, le golpeó la nariz, ¿eso era...?, se acercó y olió de nuevo, pensó que estaba un poco más ebrio de lo que pensaba, y que tenía tiempo sin... un gemidito proveniente de su cama le quitó la duda

— hhuuummm... L-Linmcoln... damme mazz... ezza berra no... —

el peliblanco levantó un poco más el cobertor y para encontrarse con el pelo café revuelto de Lisa, y era lo único que la cubría además del cobertor, él pudo ver con claridad la piel pálida de su hermana, sus senos pequeños pero firmes y sus pezones parados y duros, seguro por el f... no pudo evitar mirar que ella tenía las manos firmemente clavadas en la entrepierna y que había una mancha de humedad en la sábana debajo de ella; Lincoln volvió a cubrirla y se metió de prisa al baño.

Al día siguiente, cuando la castaña despertó, de inmediato fue presa del pánico: estaba desnuda, olorosa a sexo y en la cama de Lincoln, quien... no estaba por ninguna parte; el enfado regresó a la cabecita científica, seguro aún estaba con esa maldita puta oriental; Lisa suspiró pesadamente y se dirigió al baño, pero al abrir la puerta casi se ahoga del susto: en el suelo del baño estaba Lincoln, acostado sobre algunas toallas, y tapado con una bata, la cual apenas lo cubría; ella cambiaba de color mientras miraba cada parte del cuerpo fraterno que estaba al descubierto, pero cuando miró más debajo de la cintura, sus ojos casi saltaron de sus órbitas: ahí estaba, en toda su longitud y esplendor, el "tronco mañanero" de su hermano; seguramente el frío lo había activado, porque aunque era verano, la persistente llovizna de anoche había refrescado lo suficiente como para que se sintiera bastante gélido en la madrugada, ella le calculaba unos 20 centímetros, los cuales le parecían monstruosos, apenas podía creer que...

¡¿Qué demonios estaba pensando?! ¿Qué hacía Lincoln ahí tirado y desnudo? entonces sí llegó la noche anterior, ¿pero por qué no se acostó en la otra cama?, Lincoln soltó un ronquido y estiró un poco la mano para buscar algo que lo tapara, sintió apenas la orilla de una toalla y se la echó sobre el hombro, Lisa salió despacio de ahí y cerró la puerta; ¿qué había pasado?, un escalofrío y una mirada hacia abajo le explicaron todo; su mente analítica trabajó a toda su capacidad y reconstruyó todo de inmediato: al llegar y ver su cama, la encontró a ella: dormida, desnuda y recién masturbada, posiblemente todavía húmeda y sudorosa, oliendo a sexo y quien sabe en qué extraña posición; lo más probable es que se metiera al baño a masturbarse y después ya no quisiera salir de ahí y tratara de acomodarse lo mejor posible para pasar la noche, pobre y tonto hermano suyo.

Lincoln despertó poco después por el frío, y al salir, se encontró con la ausencia de Lisa, tomó su celular y le marcó

— ¿bueno...? —

— ¡Lisa!, ¿Lisa, Dónde estás?—

— Hola, Link, al fin despiertas, estoy abajo en el restaurante, te estoy esperando para desayunar, por favor no tardes mucho porque me muero de hambre —

— bajo en diez minutos —

Lincoln se duchó deprisa y bajó corriendo; al entrar al restaurante, miró a su hermanita sentada en una mesa al fondo, con ella estaban tres de sus amigos: Jenna, Sharonna y Michael; Lincoln llegó despacio y saludó a los chicos, Michael lo saludó alegre, pero las chicas lo miraron fríamente y apenas respondieron, de inmediato se levantaron y se fueron sin despedirse, Michael si le dijo adiós y se fue detrás de las chicas

—vaya ¿Qué fue eso?... — dijo el peliblanco —... he visto caras más alegres en un velorio —

— te sugiero que no le robes los chistes a Luan, si ella es mala contándolos, tú eres peor; ¿ya puedo pedir algo de desayunar? —

Lincoln asintió, Lisa estaba bastante seria y parecía molesta, él recordó todo lo que encontró la noche anterior y estaba a punto de preguntarle a su hermana que había pasado, cuando una voz alegre los saludó

— ¡hey, Louds! ¿Cómo amanecieron? —

Lisa apenas podía creerlo, ¿Qué rayos estaba haciendo ella aquí?, Lincoln se levantó para saludarla y ella le dio un beso en la mejilla y se sentó a su lado; Stella de inmediato se dio cuenta de la incomodidad que le causaba a la jovencita ya que Lisa estaba mirándola de muy mala forma, pero no dijo nada y el desayuno comenzó con la castaña muriéndose del coraje y de hambre, mientras su hermano y su rival platicaban muy quitados de la pena; llegó la comida y la joven científica pensó que no podría probar bocado, y sin querer, comenzó a escuchar la plática a retazos

—... te digo link, causaste furor en la fiesta... muchas chicas estaban bastante interesadas en ti, por un momento estuve celosa, pero después me dio risa... yo celosa de que alguna chica te atrapara... su novia celando a su mejor amigo jajajajajajajaja... suena a telenovela mexicana... ups, perdón si te recordé algo... —

— no te preocupes, Ronna es mi amiga... eso quedo atrás hace mucho tiempo... la verdad no me quedé mucho tiempo porque estaba preocupado por Lisa, la dejé sola en el hotel y hay mucho pervertido por ahí, pero de todas formas... —

ahí Lisa dejó de escuchar, entonces ellos no se habían acostado, lo importante aquí era que Lincoln no tuvo sexo con Stella ni con nadie, ¡estaba preocupado por ella!

En ese momento, Lincoln se levantó, disculpándose para ir al baño, y se fue; Lisa todavía estaba algo conflictuada, pero todo su enojo desapareció cuando la filipina le sonrió

— ¿Qué pasa Lisa? desde ayer te noto algo rara, deberías de estar feliz de haber ganado ese concurso; quienes ganan están haciendo puntos para las mejores universidades del país y... —

mientras la filipina le hablaba, la castaña se dio cuenta de algo, Stella era algo más que una cara bonita, ¿Lincoln dijo que venía a dar una conferencia?

— ¿vienes a dar una conferencia? — la interrumpió

— así es... — dijo la morena sin apenas cortar el hilo de palabras —... es una plática sobre la difusión de la ciencia en el mundo actual; está muy bien que haya tantos chicos interesados en hacer ciencia y todo esto, pero la gente común y corriente ignora absolutamente todo al respecto; si los chicos de tu edad tienen un interés nulo en clases, imagínate a sus padres, que técnicamente son analfabetas funcionales; el conocimiento tiene que ser difundido de alguna forma y ahí es donde entro yo: comunicadora, investigadora y periodista; creo que nuestro papel como comunicadores es muy importante al respecto, en lugar de solo dar noticias o el clima, deberíamos hablar más de ciencia, impulsar a las personas a conocer y saber más de... — Stella se interrumpe cuando Lisa le hace una seña para que baje un poco la voz, ya que varias personas han volteado a ver a la chica que da tan ardiente discurso —... pe-perdón jejejeje... creo que me emociono demasiado —

la morena mira a la joven de lentes y le sonríe en un gesto que Lisa toma de la peor forma ¿acaso se está burlando de ella?, la duda la hace preguntar tímidamente

— ¿e-entonces no viniste por Lincoln? —

Stella la mira confusa y a la castaña le toma apenas unos segundos darse cuenta de que su desconcierto la hizo hablar de su más obscuro secreto, entonces abre grandes los ojos detrás de sus lentes y palidece, Stella sigue mirándola, al parecer no acaba de entender lo que recién escuchó, pero después de un momento, imita el gesto de sorpresa de la pequeña frente a ella, solo que no se pone pálida, si no que de nuevo sonríe y la abraza; Lisa no puede estar más sorprendida y forcejea un poco, pero se queda quieta cuando escucha a su "rival"

— ¡que tierna!... ¿estás enamorada de Lincoln?... no te preocupes, yo no vengo a quitártelo; Lincoln es un amigo muy especial para mí y solo eso; es muy tierno que te enamores de tu hermano mayor...— aquí Stella deja de abrazarla y la mira de frente —... supongo que será una especie de complejo de Electra, aunque me parece que ya estas algo grande para eso, y espero entiendas que está mal; además, posiblemente él piensa lo mismo; mira Lisa, yo no voy a darte un sermón, creo que lo mejor es que aprendas por tu cuenta... — la filipina cambia el gesto por uno de seriedad —... peroooo... él no lo sabe ¿verdad?; tal vez yo podría ayudarte a decirle ... —

— ¡NO!... t-tengo que decirle yo... m-mis hermanas me dieron tips y me dijeron sobre las señales para conquistar a un chico... pe-pero no entendí mucho y-y... no sé qué hacer... — ante la cara de desconsuelo de Lisa, Stella le pasa un brazo sobre los hombros y le dice

— yo te diré que hacer, pero si él te rechaza, (lo que seguro sucederá), no insistas; no solo porque eres una niña... — la pequeña genio Loud levanta la cara ofendida, pero Stella la enfrenta —... sí, una niña; además eres su hermana, eso está mal de varias formas y tu deberías saberlo mejor que nadie, aunque creo que solo experimentando lo entenderás... —

y así comienzan los consejos de Stella para el intento que Lisa hará para pescar al peliblanco.

Después de mucho rato y de dar varias veces la lección, las chicas se extrañan de que Lincoln no regrese, y cuando están a punto de ir a buscarlo, lo ven venir, caminando apresuradamente, cuando llega tiene cierta cara de fastidio

— perdonen chicas, tuve la mala suerte de encontrarme con el Dr. Archer, uno de los decanos, y me entretuvo al salir del baño, apenas pude quitármelo de encima... — ellas lo miran sonriendo, solo a Lincoln pueden pasarle esas cosas —... pero ya estoy aquí ¿qué les parece si vamos a pasear al parque o algo? —

— perdona link, tengo que llamar a mis padres, pero ve con tu hermana, seguro estará encantada —

Lisa lo mira con una sonrisa que quiere ser seductora, pero al parecer no está haciendo el efecto adecuado porque su hermano no muestra mayor interés en ella

— ¿estás segura que no puedes venir, Stella?... — ante la nueva negativa de la morena, Lincoln se alzó de hombros —... está bien, nos vemos mañana —

la filipina se despide y se aleja rápidamente, Lincoln se vuelve a mirar a Lisa y le guiña un ojo al tiempo que le sonríe

— ¿Qué hacemos entonces? —

Al parecer todo lo que pasó anoche se olvidó, entonces la jovencita se sonríe y se cuelga de su brazo, y salen del hotel a disfrutar de ese domingo.

El día pasó rápidamente entre el paseo y la felicidad en la que Lisa estaba enredada, fueron de una punta a otra de la ciudad visitando y conociéndolo todo, fueron al parque caminaron por las calles, comieron hot dogs y helado, entraron al cine e incluso encontraron una pequeña feria donde se subieron a todos los juegos mecánicos; Lincoln intentó ganar algo para ella en los juegos de tirar botellas, dispara a los patos y en los dardos, con pésima suerte, y aunque él estaba triste por no ganar nada para su hermana, Lisa estaba enternecida por el gesto; finalmente en el último juego ganó un osito de peluche y ella lo recibió como si hubiera sido el mejor premio, y lo era porque quien se lo daba era Lincoln.

Anochecía ya cuando regresaban al hotel, algo cansados pero muy contentos, el estómago de Lisa rugió anunciando que tenía hambre y ella bajó la cara apenada, Lincoln se sonrió y le preguntó

— ¿y qué quieres cenar? podemos ir a donde quieras sin problemas, esta noche es tú noche —

Lisa estaba segura de que haría todo lo que fuera para que esa frase se hiciera realidad, así que se colgó del brazo de su hermano y ambos se fueron a buscar algún lugar; no tardaron mucho en entrar a un restaurante del tipo "dinners"(1), de esos que son tan comunes en todo el país, y aunque Lincoln quería sentarse en la barra, ella lo arrastró a uno de los sillones, y se sentó frente a él; de inmediato llegó una chica de copete alto, cofia y delantal para tomarles la orden, estuvo muy solícita y sonriente, y al final, se fue guiñándole un ojo al peliblanco; este no le prestó mucha atención, pero Lisa estaba molesta, si todas las mujeres que estuvieran cerca de Lincoln lo iban a tentar así, ella jamás tendría oportunidad, al menos ahora él parecía no haberse enterado

— primero que nada ¡felicidades Lis! — le dijo Lincoln tomándola de las manos —... sabía que ganarían sin problemas —

— te debo al menos la mitad de ese premio Linky... — la voz de la castaña temblaba un poco —... si no nos hubieras ayudado con todo lo de la presentación, no habríamos entregado el proyecto a tiempo; yo creo que estaríamos descalificados sin remedio —

Lisa se acercó lo más que su estatura y la mesa le permitieron, y lo miro con ojos que querían ser seductores, pero al parecer, él no captaba la señal, porque se sonrió más aun y la soltó de improviso; ella giró los ojos con resignación mientras Lincoln le preguntaba

— y entonces, ¿qué tal va el campamento? ¿crees que está a tu nivel?... — Lisa es sacada de sus pensamientos — seguro que después del concurso avanzaste mucho y te diviertes bastante... —

esto último dicho con gesto de burla y una sonrisita que la castaña aguanta solo porque es Lincoln

— pues no, pero era necesario venir a este "mercadillo" de la ciencia para ver qué es lo que les pueden enseñar a los chicos de mi edad, aunque, he de aceptar que hay talleres que me han gustado bastante; con respecto a lo otro... p-pues los chicos me han tratado bien, aunque no creo hacer demasiadas migas, me parece que el pequeño grupo al que pertenezco será suficiente —

Lisa seguía sin saber qué hacer, ella estaba muy emocionada ya que es algo que estuvo esperando, pero aunque lo deseaba, esto no era una cita; Lincoln la llevó ahí para celebrar el triunfo y además tenía el que consideraba el obstáculo más grande de todos y ante el cual no estaba preparada: su propia inexperiencia; Stella le había dado varios consejos, pero una cosa era decirlo y una muy diferente hacerlo.

Llegó la comida en forma de un par de hamburguesas, malteadas, papas fritas y aros de cebolla; que Lisa miró con reservas, no es que esperara un beso (aquí la chica se desmayaba ¡un beso!), pero ¿cebolla? en fin... Lincoln comenzó a comer con apetito y ella lo imitó porque de verdad tenía hambre, así que, por un momento, ninguno dijo nada y solo comieron.

Ya calmadas las primeras ansias de comer, se dieron un respiro y Lisa miro a su hermano, se acomodó el cabello por detrás de las orejas, dejándole ver mejor su cara, y sonrió tímida (señal #1), Lincoln la miró de reojo y sonrió también, pero solo eso; Lisa le preguntó

— yyy... Lincoln, ¿Qué más haces de tu vida? digo, sé que dibujas y todo eso, vas a tus eventos de comics y ahora estas aquí, "atrapado" conmigo y el trabajo etc. etc. pero, es realmente poco lo que sé de ti; me da pena reconocerlo, pero en casa me ocupo muy poco de la mayoría de ustedes y creo que está mal, q-quiero aprovechar estos momentos para hacer más recuerdos felices y-y... — el discurso de la jovencita comenzaba a fallar y se sentía perdida —... bu-bueno, tú sabes... —

sorprendentemente, Lincoln bajó su hamburguesa y después de un trago a la malteada, le contestó

— pues, terminé la preparatoria, pero eso lo sabes porque fuiste a la graduación; no apliqué a ninguna universidad ni el año pasado ni este; quiero trabajar haciendo comics e ilustraciones y creo que tengo el talento necesario, pero eso también lo sabes; y... p-por lo demás... n-no me ha ido bien con las chicas, l-lo de Jordan es... digo, fue algo difícil y... —

—perdona Linky, y-yo no quería recordarte nada desagradable, s-solo... — la mano del peliblanco toma de nuevo una de las suyas y le dice

—no te preocupes Lis, eso ya está en el pasado, aunque sea un amargo recuerdo, ya es solo eso; ahora este tiempo es solo de nosotros y... — ambos se miran a los ojos y un rubor intenso les cubre la cara, él la suelta de prisa, tosiendo —... ¡cof! cof!... jejeje... ¡he-hey! ¡las papas están deliciosas! ¡y los aros de cebolla también! ¿no vas a probarlos? —

Lincoln rompió el momento y eso arruinó la oportunidad, Lisa intentará seguir coqueteándole como Stella le dijera; pero el estarse arreglando el pelo o jugando con él; reírse coquetamente de las cosas que su hermano comenta o mirarlo a los ojos y pestañear, simplemente no logran nada; el colmo fue cuando Lincoln le preguntó si algo le molestaba en los ojos por la forma de pestañear, ella se rindió y siguieron cenando hasta terminar.

al llegar al hotel, Lisa quería olvidarse de todo y subir, pero Lincoln le dijo que subiera y que él la alcanzaría de inmediato, ella se extrañó un poco pero aceptó y entró al elevador, donde dio rienda suelta a su coraje; ¡ese estúpido! ¿por qué diablos no entendía? ¡maldita sea! todo falló miserablemente ¿acaso era tan tonta que no podía poner en práctica el método de coqueteo? hasta Lana... no, ¡¿hasta Lynn era capaz de hacerlo, y ella no?!... ¡puuffffff!

Salió caminando pesadamente del ascensor y entró a su cuarto, donde se tiró a la cama; se sentía demasiado mal para siquiera cambiarse, así que se quedó ahí, tirada; minutos después escuchó a Lincoln luchando un poco con la puerta hasta lograr abrirla

— ¡eso es! — dijo alegre — al fin le entendí, Lincoln: 1, tecnología de puertas: 0; ¿Lisa?, ¡hey, mira lo que traje! —

la castaña apenas levantó la cara para ver a su hermano y... ¿una botella de vino?, también traía dos copas de plástico

— ¡mira, conseguí una botella de vino aquí en el hotel! ahora sí podemos celebrar —

Lisa se levanta extrañada, ¿de verdad van a tomar vino? bueno, es solo una botella, así que la cosa será tranquila, entonces se levanta y se acerca, el alcohol es bueno para alejar las penas... o al menos eso ha escuchado; el peliblanco destapa el vino y sirve una copa que le da a Lisa y otra que se queda en la mano, pone la botella en el escritorio y procede a levantarla señalando a su hermana

— salud Lisa... — dice solemne —... ¡por la chica más genial del mundo! —

y le da un trago, Lisa se sonríe, divertida por la solemnidad ridícula de Lincoln, y también le da un trago al dulce vino tinto de su copa, de verdad es delicioso; la castaña siente como se le calienta el estómago de inmediato y piensa — tranquila, esto me ayudará a relajarme —

Lincoln se sienta junto a ella y chocan sus copas con un sonido hueco y raro, el peliblanco hace — ¡cling! — con la boca, queriendo imitar el sonido del cristal, y Lisa se ríe, ella también imita el sonido mientras chocan de nuevo las copas y las empinan hasta vaciarlas; la sensación de calorcito es agradable y el alcohol comienza a hacer su efecto.

Esto anima a la pequeña, que estira su copa para que le sirvan más vino, lo que Lincoln hace de inmediato y después el llena su propia copa; después se sienta y le pasa un brazo por encima de los hombros a su hermana, quien casi tira el vino por la sorpresa, pero se recompone de inmediato

— estoy muy contento de haber venido, Lis... — dice Lincoln después de un trago de vino —... en esta semana te he conocido mucho mejor y me siento más cercano a ti ahora, n-no es que antes no lo estuviéramos; hemos estado trabajando juntos y haciendo muchas cosas, pero ahora, ahora es de otra manera, es algo más personal, creo... —

Lisa está super avergonzada, pero este desliz de su hermano le prueba que siente algo más, así que, después de un buen trago de vino, le pregunta

— entonces Linky... ¿estás contento de haber venido conmigo? ¿de verdad? —

— s-sí Lis, al principio... perdona que diga esto, al principio estaba algo fastidiado, tu sabes, el evento y los cincuenta dólares del espacio, pero después de una semana de trabajo y... y de e-estar contigo; ahora entiendo muchas cosas de t-ti —

— ¿ah, sí? — ella comienza ya un ataque franco —¿Cómo cuáles? —

— pues... e-en casa eres muy distante, muy seria; todo lo que haces es hablar de ciencia y tecnología; tu tiempo solo lo divides entre la escuela y el laboratorio; incluso Luan hizo una rutina cómica sobre eso y... — nota mental de Lisa: ver la rutina de Luan, y si no es graciosa, lavarle el cerebro — pe-pero, de verdad, no eres para nada como allá, creo que somos muy molestos y por eso no eres muy abierta, aunque aquí eres totalmente distinta, tienes amigos, sales, te he visto muy feliz —

— Bueno, tampoco es que haya sido tan fácil... —

— ¿ah, no?... — dice Lincoln con tono de broma —... pues a ese chico Michael te lo echaste al bolsillo apenas entraste al hotel... espera, eso se escuchó muy mal ¡jajajajajajajajajajaja!... —

— ¡óyeme! ¡qué cochino eres Lincoln! —dijo la castaña en un grito, pero también se reía — yo no me he echado a nadie encima ¿entiendes?... — Lisa se volteó fingiendo enfado mientras pensaba — al menos, todavía no —

— está bien, está bien perdóname; yo me puse algo celoso y... — estas palabras hacen voltear a Lisa, quien mira a su hermano fijamente

— ¿celoso, por qué celoso? —

—bu-bueno, un poquito... — Lincoln dice desviando la mirada y vaciando de un trago la copa —... eres mi hermanita y... a-además eres muy bonita, era claro que también iba a venir a cuidarte de los hom... de los chicos; están creciendo tan hermosa como Leni y yo... —

él se interrumpe para ir a servirse más vino, pero Lisa ya no pide más, ya se ha dado cuenta de que su hermano está algo achispado y le conviene que se acabe la botella para que se le afloje más la boca; él continúa hablando mientras se sirve

—... yo tengo que cuidarte, e-eres muy importante para mí —

— ¿de verdad?... yo pensé que solo me acompañabas porque mamá y papá te obligaron, por eso en cuanto pude busque alguien que... —

Lincoln se sienta junto a Lisa y después de vaciar su copa de un trago, abraza estrechamente a la chica

— no digas eso lis, no tienes que buscar a nadie, y-yo te quiero mucho...— Lisa está muda por el súbito gesto —... t-tal vez demasiado, pero n-no pienses mal de tu hermano, yo nunca... jamás me atrevería... —

Lisa se zafa del abrazo de su hermano y va por la botella; queda un cuarto, tal vez un poco menos, ella le sirve más y se sirve a sí misma, con lo que la vacía, luego se sienta de nuevo al lado de Lincoln y él de nuevo la abraza

— gracias hermanita... — y le da un buen trago a su copa —... yo he estado solo una buena temporada, Lis y si no fuera por ti y por Lana, no sé qué habría sido de mí, estaba triste... muy triste, pero ya no, no más; ahora entiendo que ella no era para mí... —

— ¿d-de verdad, Linky?¿qué es lo que te hizo dejar de estar triste? —

— me di cuenta de que soy bueno en lo que hago, de que hay gente que me aprecia y de que puedo hacer mucho más de lo que pensaba... — el segundo trago deja vacía la copa de nuevo —... este viaje me ha dado mucho, mi am... iga!, ya e-eres más que mi hermana, Lisa... — ella lo ha volteado a ver impresionada — eres u-una amiga que me ha apoyado en todo... eso es, ¡eres mi mejor amiga! —

Lisa le da su copa a su hermano, ella apenas le ha dado un sorbo, pero ese desliz la hace intrépida y piensa que es ahora o nunca, Lincoln le da un trago a la nueva copa y se sonríe bobo, el alcohol le está relajando la guardia y la lengua, estuvo a punto de decirle "mi amor", pero eso es imposible, ¡es su hermana!; Lisa se pone en modo ataque, abraza a su hermano por la cintura y levanta la cara, quedando muy cerca de la cara del peliblanco

— ¿de verdad, Linky? eso me alegra mucho, aunque yo creo que podemos ser más cercanos, después de todo somos hermanos ¿o no? —

Lincoln resopla nervioso y le da un trago largo a su bebida, terminando con ella, deja la copa en el buró y se vuelve a ver a su hermanita, sus ojos verdes brillan con una luz que no recuerda haberle visto nunca, la nariz delicada como todas ella, los labios que se miran suaves, húmedos; el pelo café enmarcando su rostro delicado y fino, como si fuera una ninfa; el rubor, su cuello fino y... la blusa que lleva está un poco abierta y ese escote lo deja ver el nacimiento de dos senos jóvenes y delicados; Lincoln levanta la vista bruscamente, no debe de tener esas ideas de ella, ¡no de ella!

Unas delicadas manos le toman la cabeza y lo hacen voltear, no se ha dado cuenta cuando es que Lisa se puso de pie y esta frente a él, lo mira con una sonrisa angelical y se acerca despacio hasta besarlo, la razón le grita que se haga a un lado, que la aparte, pero su corazón domina ahora su cuerpo, y el beso es correspondido; los firmes brazos de él la rodean por la cintura mientras las lenguas batallan entre si y el sabor del vino se confunde con las salivas; Lisa vuela al repetir ese brevísimo contacto que se diera hace dos semanas, pero no es igual, esto es exponencialmente mejor, es el estallido de una supernova, es el choque de dos hoyos negros, es... es... ¿amor?

la boca de Lincoln se separa de la de ella y baja desbocada por su delicado cuello, sus manos recorren su espalda despacio de arriba hacia abajo sin atreverse apenas a ir más allá de su cintura; el cuerpo de Lisa se cimbra al recibir los besos húmedos de su hermano; siente un calor intenso y solo acierta a abrazar esa cabeza y desordenar el pelo cano de quien ha dejado de ser su hermano, ahora es el hombre que ama; un gemido ligero se le escapa de la garganta al sentir las manos que han roto la barrera hacia abajo y se apoderan de su trasero, todo rastro de pudor y decencia ha desaparecido y ella, aunque no puede explicarlo, está tan feliz, que gruesas lágrimas ruedan por sus mejillas.

ambos caen sobre la cama y se revuelcan besándose y dándose lametones, jadeando por el calor que los invade; Lisa se despega por un momento y levanta la playera de su hermano, urgiéndolo a desnudarse, lo que él obedece de inmediato, y ella pega la cara a su pecho; siente su piel sudorosa, con un aroma que jamás conoció antes, ese olor masculino que le enciende el motor, entonces se da cuenta de que está inundada y pegajosa, que su sexo se quema y le pide algo más que los tallones ocasionales y desordenados contra algo que adivina ha crecido mucho en la entrepierna de su hermano, recuerda la imagen de la mañana y decide que irá por todo.

él la recuesta en la cama y comienza a desnudarla, delicada y lentamente; Lisa esta tan roja que le arde la cara; es la primera vez que un hombre la verá desnuda; siente sus manos desabrochar botón a botón hasta abrir la blusa y siente el frío erizando su piel pálida, despertando sus pezones, que son contenidos a duras penas por el brasier, del cual se verán liberados casi de inmediato para ser aprisionados por una boca sedienta y una lengua húmeda y caliente; Lisa jadea y jala aire desesperada al sentir una caricia tan profunda; Lincoln cambia su boca de un pezón al otro y acuna mimoso las jóvenes tetas de su hermanita en sus manos: son tan blancas, tan suaves, saben a gloria y el las chupa haciendo que ella se arquee, que diga su nombre entre suspiros y que golpee la cama temblando mientras que el primer gran orgasmo de su vida la invade; la hace tensar todo el cuerpo, pero él no se detiene, sigue con el juego de su lengua y sus dientes, ella creerá que se vuelve loca y un gemido largo la deja sin aire; entonces cae floja en el refugio del placer absoluto, para perderse por unos instantes. Ella regresa lentamente de su particular cielo del placer para encontrarse abrazada estrechamente por su hermano, pero ahora son más que eso; pasaron la barrera y Lisa está determinada a completar el acto; Lincoln se acerca y la besa tan suavemente, que apenas siente sus labios, ella corresponde y de nuevo el encuentro de bocas es el preludio al amor.

Mientras siguen besándose, Lincoln mete las manos dentro del pantalón de ella para tener contacto con sus nalgas ya sin ninguna barrera; Lisa respinga ante este movimiento y se separa para verlo a la cara, lo ojos azules de su hermano son un cielo en el que ella se perderá sonriendo, sabe que nadie puede quererla más, que nadie la protegerá ni estará con ella durante el resto de su vida, está segura desde el fondo de su corazón y se le entrega franca; entonces él le quita el pantalón y la panty, dejándola desnuda por completo; se la hecha encima y mientras la besa, la acaricia desde la nuca hasta donde alcanza de los muslos, pasando sus manos ansiosas por ese pequeño cuerpo que ahora es suyo; se detiene un poco en el trasero y lo aprieta, juguetón, haciéndola chillar y retorcerse, pero no es rudo, no la lastima, la ama demasiado.

Lisa se hace un poco de lado y baja las manos acariciando el pecho y el estómago de su hermano, llega hasta la pretina del pantalón, pero no lo abre y continúa el viaje por encima de la mezclilla hasta llegar donde un bulto cálido se mueve, le pasa las manos por encima, lo hace embestir con la cadera y él gruñe bajito, disfrutando de la caricia, la castaña de nuevo besa a su hermano, mientras se soban, aumentando el calor y las ganas.

Lincoln se vuelve más audaz y mete una mano por entre las nalgas de la castaña, quien levanta un poco el trasero para que haya paso libre, y los dedos de él llegan a su coñito mojado; primero la acaricia apenas por encima y ella se retuerce del gusto mientras mueve el trasero hacia arriba, la mano empieza entonces un movimiento de ida y vuelta desde el monte venus hasta el culo de la jovencita, sintiendo todos sus pliegues y esparciendo su humedad por todos los rincones; luego comienza un ataque focalizado en el botoncito frontal de Lisa, quien entierra la cara en el pecho de su hermano; ella jamás se dio tal placer, sus exploraciones inexpertas nunca fueron más allá de sobarse por encima, apretar las piernas mientras suspiraba calladamente y tener orgasmos que ahora se le antojan un mal chiste, las manos expertas de Lincoln la están haciendo derretirse, la llevan a la locura y ella quiere perderse ahí , empieza a contraerse en el segundo orgasmo de la noche y él se da cuenta, entonces la otra mano, que se había mantenido en sus nalgas, entra en acción, y mientras una soba el clítoris con un ritmo endiablado e hipnotizante, la otra entra entre sus piernas y un dedo se mete despacito a su vagina, luego sale y luego entra de nuevo, no hasta el fondo, no mucho, pero está sobando un punto, un lugar... Lisa se retuerce en un segundo orgasmo largo y fuerte, Lincoln no se detiene y ella cree que se volverá loca.

Cuando ella se ha calmado, se mueve perezosa sobre de él, su hermano ha sido muy bueno y la hizo venirse dos veces, ahora la jovencita quiere compensarlo; entonces se sienta en sus piernas y enfrenta el reto de sacar a la serpiente de su guarida, entonces estira las manos hasta sentir de nuevo el bulto de su hermano, quien la mira fijamente, de nuevo siente el movimiento debajo de la tela y traga grueso, aquí va, no hay vuelta atrás; sus manos torpes luchan un poco hasta desabrochar el botón y bajan el cierre, la tela de algodón tiene ya una mancha de humedad muy notoria y el olor la marea por un momento, es muy fuerte, pero no le desagrada; encuentra casi a tientas el elástico del boxer y lo levanta, jalándolo hacia ella, al parecer el... (¿Cómo le dirá?: "pene" suena muy académico, "pito" es muy vulgar y ni hablar de las otras "ordinarieces" que ha escuchado por ahí, decide que le pondrá un nombre en cuanto lo vea)... al parecer el "eso" de su hermano está atorado con la tela, entonces ella mete la mano y lo agarra; está caliente y lo siente palpitando, cuando lo tiene agarrado, siente que se mueve y lo suelta con un grito mientras levanta la cara para ver a Lincoln con una sonrisa divertida

— ¡tonto! ¡me espantaste! —

él se da cuenta de que el movimiento que ella hizo lo liberó y le hace una seña con la cabeza, la castaña mira hacia abajo y hace una cara de sorpresa ¡es enorme!, bien puede medir los veinte centímetros que le calculó, tal vez hasta un poco más; de nuevo lo toma con la mano y lo estudia detenidamente, la longitud, el grosor, el color, la textura... ¿el sabor?, lo ha visto en algunas revistas sucias de Lynn y en internet, no sabe que placer podría darle a ella si lo lame, pero seguro que él estaría muy complacido, así que se acerca, el olor de nuevo le golpea la nariz y se le mete al cerebro, no es un perfume, pero por alguna razón se siente atraída, ¿feromonas?... ¡qué carajo importa!

Lisa se acerca y saca la lengua, tocando la punta apenas, luego un poco más hasta que le da un lametón, como si fuera un helado, Lincoln gime y ella levanta los ojos para verlo, él tiene los ojos cerrados e incluso babea un poco, entonces ella sabe que lo tiene y recomienza la tarea, lengüetazo tras lengüetazo, por todas partes, aunque nota que cuando lo lame por debajo de la cabeza él incluso brinca, entonces se concentra ahí, tallándolo en su lengua, dándole besos o chupetones, los gemidos y jadeos del peliblanco son tan profundos que ella sabe que está haciendo un buen trabajo; de repente Lincoln le agarra la cabeza y la va guiando poco a poco hasta que la perfila de frente a su miembro y le dice en voz baja

—abre la boca, Lis —

ella obedece y el la baja hasta que la punta del pene entra y ella lo rodea con sus labios, comienza a chuparlo como si fuera una paleta que entra y sale apenas de su boca, Lincoln usa sus manos para llevar el ritmo y su cadera embiste suavemente, entrando cada vez más, llenándola; cuando casi llega a su garganta, ella se resiste un poco al movimiento pues comienza a sentir arcadas y él parece darse cuenta porque no va más allá, pero sigue con el movimiento arriba y abajo hasta que lo escucha decir

— ¡uhhh!... ¡Li-Lisaaahh!... ¡me vengooohhhhh!... —

y una oleada caliente y pegajosa le llena la boca y le golpea la garganta, ella intenta tragarlo todo para no ahogarse, pero no alcanza a mantenerlo en la boca y lo siente salir por las comisuras y resbalar por sus labios y su barbilla; Lincoln continúa impulsándose dentro de su boca y ella aprieta los labios y la lengua contra él, haciéndolo temblar mientras resopla; esto fue muy raro, aunque increíblemente excitante.

Lisa regresa del baño, a donde fue a enjuagarse la boca, Lincoln está sentado en la cama, recargado en la cabecera y con el cobertor tapándolo hasta la cintura; tiene los brazos levantados y las manos detrás de la cabeza, mirando al techo; ella brinca a la cama y gatea hasta donde él está, se mete también debajo del cobertor y lo abraza

— ¿qué pasa amor?... — le pregunta ella mientras le da besitos en el pecho, Lincoln baja un brazo para abrazarla y le responde

— no sé, esto me gusta tanto que no quiero que termine; pensé que después de lo de Jordan no podría querer a nadie, pero en este tiempo me has demostrado que soy muchas cosas, me has ayudado tanto y además, me amas, siento que no lo merezco —

Lisa se levanta y se monta sobre de él

— escúchame y escúchame muy bien, Lincoln Loud: tienes talento, eres guapo (tal vez demasiado), eres simpático y sexy; no sé si te hayas dado cuenta, pero varias mujeres están esperando que tu dejes emparejada la puerta para saltar sobre de ti; la única persona que puede frenarte eres tú mismo y no voy a dejar que eso pase, tu y yo vamos a llegar muy lejos juntos; ¿me escuchaste? muy lejos —

y se inclina para besarlo, primero despacio, con besitos cortos y rápidos, como hace dos semanas, solo que ahora todos tienen como blanco los labios de Lincoln, luego comienzan a ser más largos y amorosos, Lisa aprende rápido y Lincoln se deja hacer, solo extiende los brazos para poner sus manos en la cadera de la castaña quien se pega a él ya frotando la cara contra la de su hermano; de pronto, ella hace una pausa para decirle

— Linky, mi amor, te quiero dentro de mí —

debajo de ella, justo donde su flor de amor, cálida y vibrante, ya chorrea sus jugos, el miembro de Lincoln se pone duro y siente la calidez de la cuevita de Lisa; el peliblanco duda

— Lis, n-no sé si sea una buena idea, eres algo pequeña y no estoy seguro de... —

— oye, "Linky-winky" ahora es mío y yo soy la que decide que hacer —

— ¿"Linky-winky"?... no me digas que... —

— todas las formas de decirle me parecen muy vulgares: "pito", "verga", "polla", "palo", "nabo", "zanahoria" y no sé cuántos otros que he escuchado; decidí que, ahora que es de mi propiedad, debe de tener un nombre bonito y que me recuerde a ti, ya sé que suena algo cursi, algo que Lola haría, pero no puedo evitarlo —

Lincoln rió divertido —jajajajaja... vamos a ver cuánto le dura el nombre a "Linky-winky" —

le dijo al oído, y la besó mientras la tomaba por la cintura y la levantaba, era ligera y fácil de manejar; él se sintió casi culpable de estar haciendo esto con su hermanita, pero el deseo de ambos era más fuerte que cualquier otra idea que pudiera estorbarles.

El pene de Lincoln estaba ya bañado en los fluidos de Lisa, pero él no se decidía por más que la castaña le rogaba, finalmente ella se zafó de las manos de su hermano y se dio un sentón que la penetró de golpe hasta el fondo, Lisa sintió el golpe hasta el estómago y se quedó quieta, con la cara agachada y las uñas clavadas en los hombros del peliblanco, quien la sostenía mientras le preguntaba preocupado

— ¿e-estás bien Lis? espera, n-no te muevas, respira despacio... ¿a-amor? —

Lisa escuchó la palabra clave y de nuevo sus ojos se inundaron, al fin dejó de ser Lisa o "Lis" para se la mujer a quien Lincoln ama

— ¿m-me dijiste "amor"?... — ella pregunta insegura, quiere confirmar que escuchó bien — Repítelo... di-dime que me amas... Linky, mi amor —

— te amo, Lisa Marie Loud, te amo... —

ella levanta la cara y lo mira, él tiene una expresión de susto

— ¿segura que estas bien? ¿n-no te lastimé? —

— no te preocupes, estoy bien, solo que tenía que acostumbrarme a este m... a "Linky-winky" —

Lisa sube un poco y se asoma para ver sus labios vaginales con hilillos de sangre y distendidos al máximo, su virginidad se fue y se la quitó el mejor, el único; intenta subir más, pero le arde bastante, bajar también le duele, por lo que decide que se quedará otro rato ahí; las piernas no le aguantan mucho y empieza a dudar hasta que Lincoln va en su ayuda y la recuesta sobre de él suavemente; Lisa está empalada hasta el fondo y no sabe qué hacer, de pronto empieza a sentir un empujoncito que le arde un poco pero es muy suave, luego el miembro sale otro poco y de nuevo adentro, muy despacio sin lastimarla, la castaña se afloja entonces y se deja hacer por su hermano, quien se mueve lentamente para que ella se acostumbre.

Después de un rato, el movimiento se vuelve más intenso y ella empieza a sentir algo diferente, muy rico y comienza a faltarle el aire, comienza a resoplar y jadear sintiendo el topecito de la gruesa herramienta de su hermano dentro de ella; ese ir y venir es cada vez más largo, hasta que Lincoln le saca el pene casi entero para volver a meterlo hasta el fondo, pero siempre con mucho cuidado

— va-vamos Linky... ha-hazlo m-más rá-rápido... —

Lincoln la mira pero ella tiene los ojos cerrados y lo abraza con fuerza, así que el aumenta la velocidad, Lisa levanta la cabeza y abre los ojos sorprendida

— ¡SÍ!... ¡ASÍ!... ¡UUUUUHHHH!... ¡Q-QUE BU-BUENO ESSSS!... —

el cuerpo de la pequeña responde en automático a la penetración de la que es objeto y pronto ella está cabalgando a su hermano con todo lo que tiene, suda abundantemente mientras se clava a "Linky-winky" hasta el fondo; Lincoln está extasiado, ella es tan estrecha, tan justa, siente con el glande todas las rugosidades de esa vagina que lo recibe apenas, pero que no lo deja salir y lo succiona cada vez más profundo, y al llegar a su útero el rozón que dan ahí lo marea de tan bueno; ambos están golpeándose contra el otro con un ritmo enloquecido, ella gime agudo y jadea profundo mientras el gruñe bajo y resopla como locomotora, es un sexo desbocado que no durará mucho a ese ritmo. Pronto Lisa comienza a contraerse mientras siente cómo sube poco a poco el tercer orgasmo de la noche, seguramente el más grande, y arrecia el movimiento de su pelvis; Lincoln siente el ataque y sabe que ella está al venirse, entonces redobla la fuerza de sus embestidas golpeando cada vez más fuerte el coño de ella, la toma con firmeza de las nalgas y los golpes de verga son tan violentos, pero tan deliciosos, que ella comienza a gritarle

— ¡ASÍ, LINKY! ¡ASÍ!... ¡MÉ-MÉTEME LA... VER-GA HAS... HASTA EL FONDOOOOHHHHH!... ¡RÓM-RÓMPEME!... ¡DÁMELA TODAAAAHHH! —

y con la última gran estocada, que entra hasta el fondo, Lincoln dispara toda su leche y Lisa siente que se queda en blanco, este orgasmo la invade y la descontrola, tiembla en una oleada de gozo animal y se olvida de todo, solo el epicentro que es su vagina, sigue mandando señales placenteras que no sabe cómo manejar de tan numerosas; entonces llora y ríe, abraza a su hermano, quien todavía se impulsa dentro de ella, y lo besa tallándose la cara con él, mordiéndole los labios y sorbiendo su saliva, rasguñándole la espalda y sacudiéndose como desquiciada; el sale de su orgasmo para abrazarla y tratar de calmarla.

Al día siguiente lisa abre los ojos pesadamente, le duele todo el cuerpo, pero sobre todo cierta parte, que le arde; se siente un poco apretada y se da cuenta de que son los fuertes brazos de su amante hermano que la abrazan, y se sonríe feliz, ¡claro que no fue un sueño!, y aunque está adolorida y no recuerda lo que pasó después de que su tercer orgasmo comenzara, tiene muy presente que Lincoln de verdad la ama.

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Notas:

1- No estoy seguro que les digan así, aunque yo los conozco por ese nombre, son los clásicos de los años 50's - .

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Hasta aquí el capítulo de este fanfic, espero les haya gustado y sigan leyéndome.

Por favor comenten, sus comentarios me nutren

POOORR FAVOOOORRRR!...