Capítulo 11 – Resultados de la investigación

Al día siguiente, Lincoln estaba preparado para irse, ya tenía todo empacado y solo esperaba que diera la hora de irse a la estación, mientras, pasó ese tiempo despidiéndose de sus hermanas y su madre; casi todas lloraron: Lori se hizo la fuerte, aunque algunas lagrimitas le asomaron a los ojos; Leni lo abrazó llorando a moco tendido; Luna sonreía orgullosa, ella no se preocupaba porque el peliblanco estaría en Chicago, la misma ciudad en la que ella vivía y podría verlo seguido; Luan también lloró, aunque fue poco y cubrió todo exagerando de tal forma que parecía un chiste; Lynn solo le deseó suerte mientras lo apretó hasta hacerle crujir los huesos y después subió a su cuarto, solo ahí, en la intimidad, soltó el llanto que la avergonzaba; Lucy lo abrazó y lo besó en ambas mejillas mientras le deseaba suerte con la voz quebrada por la emoción; las gemelas tenían rato colgadas de su cuello y berreando mientras le suplicaban que no se fuera, y él solo acertaba a cargarlas para que no lo lastimaran mientras trataba de consolarlas; Lily imitaba a las gemelas, pero agarrada de sus piernas, lo que estuvo a punto de hacer caer a los cuatro, y Lisa... ella no podía ver esa escena, ver partir a su amado la lastimaba tanto que prefería no estar presente, ella se metió a su cama y lloraba debajo de las cobijas, mientras pensaba que lo perdería.

Cuando el equipaje estuvo dentro de Vanzilla, Lynn Sr. le hizo una señal a su hijo para que diera el adiós definitivo, pero al darse cuenta, Lucy subió y entró al cuarto de las menores

— ¿de verdad no vas a despedirte?... — dijo con voz baja, como queriendo dar cierto efecto a la pregunta —... tal vez no puedas verlo hasta navidad y... —

la castaña saltó de debajo de las cobijas, mostrando su cara llorosa y sofocada, el pelo desordenado y los ojos muy abiertos

— Linky... mi amor... — y ya corría fuera de la habitación cuando su hermana la detuvo

— ¿qué te parecería acompañarlo a la estación, eh? —

Lisa volteó a verla y la pelinegra le guiñó el ojo, Lisa sonrió y ambas salieron de ahí.

Después de otra ronda de abrazos y besos de parte de casi todas sus hermanas, el peliblanco estaba listo para irse, le dolía que Lisa, su Lisa, no hubiera estado ahí para despedirlo, pero pensó que tal vez era mejor así, quien sabe si hubiera tenido la fuerza necesaria para irse... Lincoln sacudió la cabeza y subió a vanzilla

— ¿listo para el viaje, campeón?... — le preguntó su padre, él joven asintió en silencio y en ese momento el celular del señor Loud sonó —... espera un momento, hijo... — y bajando de la camioneta, atendió la llamada —... ¿sí? ¿aló?, ¿aló?, colgaron y no reconozco el número... bueno, si es urgente volverán a llamar —

y subió de nuevo, encendió el motor y el vehículo partió rumbo a la estación de autobuses mientras Lincoln agitaba la mano despidiéndose de su familia y con tristeza vio que Lisa no estaba ahí; todas lloraban menos Lucy, quien sacudía su mano con una gran sonrisa puesta en la cara.

Luego de un rato, llegaron a un crucero y Lynn Sr. vio con disgusto su celular

— parece que la 85 está algo congestionada, no estoy seguro si ir hacia el sur para tomar Washington o hacia el norte para llegar por Lafayette... — de pronto, una voz los hizo saltar a ambos

— creo que deberías de ir hacia el norte, pero no por Washington, sino por la 36 hasta llegar a Hamilton y luego sobre esa con rumbo a Pontiac hasta incorporarte de nuevo a la 85, es más rápido y a esta hora hay menos tráfico —

ambos voltearon al asiento de atrás y vieron a Lisa, correctamente sentada y con el cinturón de seguridad puesto

— ¿L-Lisa?... — preguntó Lincoln sorprendido, la castaña le guiñó un ojo y le mandó un besito

— jovencita, creo que estas en problemas, seguro tu madre se estará preguntando en donde te metiste, además de que se suponía que nadie venia hasta acá para no hacer escándalo ni aglomeraciones —

— y no va a pasar padre, solo somos nosotros tres y no hay manera de que haya nada de eso, dado que Linky... quiero decir, Lincoln... — corrigió ella rápidamente —... se irá en el autobús... —

— está bien... — se rinde Lynn Sr. —... pero si las demás se enteran, no voy a cubrirte y estarás castigada —

— no importa, aceptaré mi castigo —

el señor Loud se alza de hombros y toma la ruta que su hija trazó hace unos momentos, mientras Lincoln y ella se miran fijamente.

Al llegar a la estación bajaron las maletas y se dirigieron al andén, Lincoln recordó que tenía que documentar el equipaje y hacia allá se dirigieron, pero cuando pesaron las maletas tenían un sobrepeso que había que pagar, pero el peliblanco no tenía efectivo, Lynn Sr. se ofreció a pagar pero tampoco lo tenía, entonces fue a buscar un cajero dentro de la estación; esta era la oportunidad que Lisa estaba esperando, así que jaló a su hermano a un rincón y le plantó un beso tan intenso que Lincoln sintió que se ahogaba, aunque respondió en cuanto supo de qué se trataba; ella se separó y sus ojos ya soltaban lágrimas

— mi amor, mi querido Linky, no voy a pedirte que te quedes, es una oportunidad que no puedes perder y solo quiero que sepas una cosa: te amo y no voy renunciar a ti, eres solo tú para siempre y... —

el discurso fue cortado por la voz de Lynn Sr. llamando a sus hijos, mientras volteaba hacia todas partes; Lincoln le dio un beso rápido a su hermanita mientras le decía

— no te preocupes amor, el tiempo no me hará dejar de amarte... —

y le limpia las lágrimas, ahora de felicidad, que caen por las mejillas de la jovencita, entonces voltean y caminan a prisa hacia donde su padre está pagando el extra en las maletas de su hijo; al verlos llegar mira que su hija tiene los ojos rojos por el llanto y le dice

— vamos Lisa, Lincoln no se va para siempre, además, puede venir al menos una vez al mes y podrás hablar con él por teléfono; ahora, vamos a dejarlo al autobús —

los tres caminaron hasta el andén, y padre e hija vieron como el peliblanco subía al vehículo, para iniciar una parte decisiva de su vida.

Al llegar a casa, nadie le recriminó a Lisa el haberse colado en Vanzilla para acompañar a Lincoln a la estación; todas pensaron que, durante el campamento, ellos habían estrechado más los ya firmes lazos que habían hecho durante los últimos meses, aunque nadie se imaginaba que razón había en esa idea.

En esa semana, días antes de regresar a la escuela, Lisa y Lucy estuvieron muy ocupadas; mientras la chica dark fingía salir con, ayudar a, llevar o ir por Lisa a montones de eventos y citas ficticios; la castaña hacía llamadas y mandaba mensajes a todos los grandes doctores y científicos que había conocido durante el campamento, ¿qué era lo que ésta activa chica buscaba?; Lisa estaba por entrar a la secundaria, pero quería brincar de grados, ir a la preparatoria si era posible o de plano destapar su genialidad y conseguir una beca para estudiar la universidad directamente; no era tan difícil, no es que no hubiera pasado antes, pero una beca no es fácil de conseguir en estos tiempos, y si Lincoln pudo conseguir una, ella lo haría hasta dormida.

Y así sucedió, con el aval de la junta de directores del campamento, los patrocinadores de la "Ivy League" y la "Oficina de Política de Ciencia y Tecnología" (OSTP, por sus siglas en inglés) (1), máximo organismo a cargo del evento y el ranking de prospectos; se le otorgó a Lisa una beca para cursar estudios universitarios; los colegios de la ya mencionada liga, le ofrecían becas en sus planteles en cualquiera de las carreras que impartían, pero Lisa fue tajante, quería estudiar en Chicago, dio como razón que ahí tenía familia que podría cuidar de ella, entonces buscó una institución que tuviera una ingeniería o licenciatura que le interesara y así fue como eligió al "Instituto de tecnología de Illinois" ("Illinois Institute of Technology") (2), donde se matriculó en "Ingeniería Mecánica".

De inmediato notificó a sus padres y hermanas el asunto de la beca (Lisa inventó un asunto de aviso inesperado por parte del comité del ranking, y siendo tan crédulos como lo eran sus padres, no hubo problemas), además de su inscripción y traslado a la "Ciudad de los vientos"; por supuesto que esto causó revuelo en la familia, pero no hubo problema alguno, Luna ya vivía allá y fue la encargada de recibir a su hermanita en casa.

A la semana siguiente un viejo auto se estacionó frente a un edificio algo viejo pero en buen estado, el barrio es de clase media y Lisa mira admirada para todos lados; pese a todo, este reto de vivir "sola" la atemoriza un poco, Luna se para a su lado y le dice

— tranquila "little sis", este barrio es solo de estudiantes y salvo las fiestas de universidades, es bastante tranquilo, no tienes por qué asustarte, además, yo voy a llevarte y traerte de la escuela, me queda de paso; y cuando yo no pueda, Sam lo hará, así que vamos a instalarte —

las Loud bajan las cosas de Lisa del auto y entran al edificio, suben al 6to piso donde Sam les abre la puerta

— ¡bienvenidas! — dice la rubia y su pareja le reclama

— ¡podrías habernos ayudado a subir algunas cosas!... esto pesa mucho, ¿Qué diablos traes aquí, Lis? —

— solo lo más indispensable de mi equipo científico, hermana, y te suplico que seas cuidadosa, no quieres que este edificio vuele por los aires ¿verdad? —

la rockera palidece y la castaña le guiña un ojo; así que llevan todo con cuidado a la habitación que será de Lisa y ella de inmediato comienza a instalarse.

Lincoln estaba ya instalado en Chicago, no muy lejos de donde Luna vivía, pero al enterarse de que Lisa estaría ahí también, se cuidó mucho de frecuentarlas, sí las visitaba muy de vez en vez, solo que siempre mientras su hermana y Sam estuvieran presentes, ya que tenía miedo de no poder ser firme con respecto a la científica.

Lisa se dio cuenta de que Lincoln no caería y se dedicó a la escuela con todo lo que tenía, pero su tiempo libre se iba en pensar, extrañar y aun espiar a su hermano; se dedicó a fabricar todo tipo de artilugios raros dignos de James Bond: desde plumas o insectos falsos para escuchar sus pláticas, hasta drones que lo seguían por todos lados; Lisa usaba estas cosas y luego, cuando se aburría o pensaba que no eran suficientemente útiles, las vendía en internet, tenía buenas ganancias y de ahí pagaba su parte de la renta y demás gastos, ya que la beca pagaba solo la escuela; sobra decir que a Lincoln le molestaba descubrir este tipo de "gadgets" y le reclamaba a Lisa, pero ella solo se defendía diciendo que su amor era la razón de todo.

Cuando él la amenazó con terminar con todo, ella se calmó, pero el tiempo le sobraba y decidió entrar en otras dos carreras, así se matriculó también en "Bioingeniería e ingeniería biomédica" e "Ingeniería aeroespacial, aeronáutica y astronáutica / espacial" (2); parecía que lo difícil de las mismas tendría a la castaña muy ocupada y así era, apenas tenía tiempo para hacer tareas, comer o dormir, pero aun así le robaba tiempo a sus ocupaciones para seguir espiando a Lincoln.

Por su parte, el peliblanco llevaba una vida escolar bastante activa; pensaba que tenía que ser lo suficientemente bueno en su trabajo como para no tener rival y tener que ofrecerle algo a futuro a su amada, así que no solo estaba en su carrera, sino que, además, tomaba cuanto curso o diplomado estuviera relacionado, así que él también se ocupaba demasiado.

Lisa seguía espiándolo, pero ya a prudente distancia y sus celos la metieron en problemas más de una vez, ya que Lincoln era social por naturaleza y muchas veces sospechó de que él tuviera alguna aventura o que de plano la engañara, entonces comenzó un asedio sistemático sobre algunas de las chicas que se acercaban a él e incluso llegó a amenazar a una que otra que fue lo bastante audaz como para cruzar la raya de la amistad con él, y cuando una chica se declaró al peliblanco, Lisa casi se volvió loca; planeó un secuestro exprés e incluso contrató a algunos delincuentes (a quienes depositó un dinero robado electrónicamente de alguna cuenta gorda de algún banco en Asia) quienes estaban a punto de llevar a cabo el crimen cuando pasó algo que ella no había calculado, Lincoln apareció tras la chica y hubo un amago de pelea, Lisa suspendió todo y los criminales se fueron atropelladamente; de todas formas se llamó a la policía y la investigación dio con uno de los contratados, quien cantó sobre el encargo y el dinero; se atrapó a la banda pero no pudieron dar más información acerca del cerebro de aquel plan, pero entre las pruebas Lincoln; llamado a declarar como testigo y víctima, vio algo que le pareció familiar en el "modus operandi", ¿Quién había usado este método alguna vez para obtener financiamiento para un proyecto hace algunos años? una araña mecánica gigante...

— ¡LISA LOUD, TENEMOS QUE HABLAR! —

la puerta del departamento de Luna y Sam es aporreada sin piedad, los golpes son fuertes y de inmediato se escucha una voz desde dentro

— ¡ya voy, ya voy! ¿Quién caraj...? —

la puerta se abre y Luna se encuentra con la cara seria de Lincoln

— ¿qué pasa Link? esa no es forma de... —

— ¿dónde está Lisa? —

— ya no debe de tardar, hoy solo tiene clases en la mañana —

— la esperaré entonces... —

— pasa... —

Lincoln entra y se sienta en la salita, Luna le ofrece algo de beber pero el solo niega con la cabeza y se queda callado, la rockera se da cuenta de que está muy enojado y decide dejarlo tranquilo, por lo que se va a su habitación, se acuesta y se pone sus audífonos, "Antrax" la ayudará a dormir un rato.

Un momento después, la joven científica llega al lugar y se encuentra al peliblanco, cree que están solos y se lanza sobre de él

— ¡Linky, mi am...! —

él la detiene y de inmediato le reclama — ¡vaya, al fin llegas!; ahora mismo vas a explicarme que tienes que ver con el intento de secuestro de la semana pasada, ¡y no quiero mentiras! —

la castaña se pone pálida, ¿cómo diablos lo supo?

— y-yo... Linky, pues... esteee... n-no es lo que parece, mira... —

— claro que es lo que parece; déjame decirte una cosa Lis, si yo tengo algo en esta vida es palabra, respeto mis juramentos casi tanto como a mamá y papá, y esperaba que tú hicieras lo mismo, pero todo este asunto de la vigilancia ya me tiene harto; si me entero de algo más, se acabó, tu y yo estaremos separados para siempre; y por si no me crees, mira esto... — Lincoln saca un folleto del bolsillo trasero de su pantalón, es un folleto de la Escuela de Artes de California —... ese será mi próximo destino si continúas con tus estúpidos celos —

Lisa toma el folleto y lo mira horrorizada, california está demasiado lejos, ella se acerca a su hermano y le toma la mano mientras se sienta a su lado

— l-lo siento amor... e-es que me volví loca... e-ella te declaró su amor y... yo no sabía qué hacer, te amo demasiado, siento que te perderé porque soy solo una niña, no tengo nada para competir con ellas y... —

—Lisa Marie Loud, te dije que te amo y que no habría otra mujer en mi vida, lo juré; pero si no soy digno de tu confianza tal vez sea mejor que dejemos esto —

— ¡ no mi amor, no!, ¡Lincoln te amo demasiado! sin ti me moriré... (snif) p-por favor, (snif)... (sob)... da-dame otra oportunidad... te... te juro que no (snif)... volveré a dudar de ti.. por... por favor... —

La castaña llora un poco mientras lo abraza y le busca los labios, él duda un momento, pero si Luna no salió después de los gritos, seguro que no lo hará ahora, entonces corresponde al beso suave que la joven le ofrece y por un momento el silencio del lugar es solo roto por los ligeros sonidos de los besos, aunque él fue muy precavido y no fue más allá.

Ambos continuaron estudiando y viéndose de vez en cuando; visitaban Royal Woods o eran visitados en Chicago por el resto de la familia; Lisa seguía siendo celosa, pero conforme fue creciendo maduró y entendió todo lo que Lincoln le dijera y le jurara; cuando se recibió en sus tres carreras, estaba harta de los libros y la escuela, así que se tomó un año de descanso, Lisa contaba ya con 17 años y se había desarrollado tanto como la mayoría de las hermanas mayores, incluso Lola le envidiaba el cuerpo, porque la científica había salido más favorecida que las gemelas, lo que la reina de belleza ignoraba, era que su hermana menor se había ejercitado mucho para tener semejante físico; Lincoln la miraba asombrado y algo perturbado, pues se daba cuenta de la belleza que tenía frente a él, y Lisa y Lucy se sonreían cómplices al verlo.

Lincoln terminó la carrera con mucho éxito y de inmediato consiguió trabajo, hacía diseño para una editorial, pero además ilustraba libros, hacia comics e incluso se aventuró al campo de las campañas publicitarias, aunque lo dejó después de poco tiempo, era mucho trabajo, y aunque la paga no era mala, le quitaba tiempo para lo que de verdad le gustaba. Por su parte, Lisa regresó a estudiar e hizo 2 maestrías y sus correspondientes doctorados y así, al titularse como doctora por segunda vez, alcanzó también los tan anhelados 21 años: ya era mayor de edad, podía beber, podía tener licencia de conducir y sobre todo, podría hacer de su vida lo que quisiera y sabía muy bien lo que quería.

De inmediato fue a buscar a su hermano, quien se encontraba en un evento de comics, aquél al que no pudo ir cuando lo mandaron a cuidar a su hermanita a cierto campamento de ciencias; él estaba en una mesa, ya comenzaba a tener fans y daba autógrafos; él que se encontraba con la cabeza baja mientras firmaba un comic y cuando acabó esa firma, escucho una voz que le decía

— por favor señor, lo admiro mucho, usted ha sido un modelo y un ejemplo en mi vida... — la voz le sonó algo conocida y levantó la vista para encontrarse con una hermosa chica que llevaba lentes redondos de gruesa pasta; pelo castaño un poco desordenado que le bajaba por los hombros, y que le tendía un librito de sketches que había tomado de los que estaban en la mesa —... por favor ponga "con todo mi amor para Lisa"... —

quienes estaban detrás en la fila, rieron un poco por la dedicatoria que le pedían, pero él la escribió tal cual y se la dio diciendo

— y de verdad es con todo mi amor, Lis... —

y se levantó para tenderle los brazos, ella saltó sobre la mesa y se lanzó a esos brazos que la recibieron para apretarla mientras ambos se besaban profundamente, los fans miraban todo en silencio, pero de inmediato gritaron y silbaron emocionados, se hizo un escándalo que atrajo al personal, que no sabía bien lo que estaba pasando, la gente los rodeaba y hacían todo tipo de comentarios

— ¡hey! ¡esto es genial!... ¡qué romántico!... hacen muy buena pareja... ¡wooooooohhh!... ¡consíganse un cuarto de hotel!... —

ambos se separaron y rieron de lo que escuchaban, entonces Lincoln la ayudó a bajar de la mesa, y comenzó a buscar algo sobre la misma, al fin tomó una hoja de papel, le arrancó un pedazo que enrolló y después le dio forma de anillo; Lisa estaba atónita cuando él se arrodilló ante ella y mirándola le dijo

— Lisa L... perdón... Lisa, ¿te casarías conmigo?... — antes de que ella contestara, un fan se acercó con una esfera de plástico de maquinita, de esas donde hay juguetitos sorpresas, y la abrió para ofrecerle un anillo de metal barato y joya de plástico, Lincoln lo tomó mientras le daba a cambio un libro autografiado al fan, quien estaba sorprendido... — gracias amigo, te lo has ganado... — le dijo Lincoln

el peliblanco se volvió de nuevo a su amada Lisa, quien ya lloraba a mares y volvió a preguntar

— Lisa Marie, ¿te casarías conmigo? —

ella tendió su mano temblorosa para que le pusieran el anillo, que apenas le entró en la punta del dedo, pues era para un dedo infantil, y abrazó a su adorado peliblanco mientras decía

— sí... sí... sí... sí... acepto, acepto, acepto, acepto ¡ACEPTO!... —

y de nuevo los gritos de los fans fueron el fondo del beso que sellaba esa unión.

EPÍLOGO

Años después, la pareja de hermanos se fue a vivir a la ciudad de Calgary, en Canadá; allí Lisa trabajaba en una compañía satélite de Sikorski, constructora de helicópteros y otras naves aéreas, haciendo prototipos; era un trabajo tranquilo y bien pagado, además, daba clases en la universidad de la ciudad; Lincoln trabajaba para un bufete de diseño, pero hacía trabajo de freelancer también; así es que, siendo un matrimonio sin hijos, podían darse una buena vida.

Cierto día, una bella mujer con lentes y de pelo castaño recogido en una cola de caballo, conduce una camioneta suburbana hasta llegar a una casa antigua en las afueras, estaciona el vehículo al frente y mientras ella baja, de la casa sale un hombre de edad media que la saluda agitando la mano

— hey, Lis, ¿traes algo que cargar? —

— hola amor; no, solo mi cansancio, ¿me ayudarías con eso? —

— claro querida, ven acá —

y de inmediato la carga, ella se acomoda junto a ese pecho que la sigue haciendo suspirar, mientras él la lleva en brazos como la primera vez que entraron a esa casa, recién casados y con un futuro por delante; ahora es solo un recuerdo muy querido, pero cada vez que pueden lo repiten, Lincoln le dice a su mujer

— ¿adivina quién vino a visitarnos? —

ella salta de inmediato al suelo y se para muy formal

— ¿te-tenemos visita? ¿ y por qué diablos me cargas? ¿qué tal si ellas se dan cuenta y...? — Lisa sigue temiendo que su familia, que suele ir a verlos, ya sea en grupo o individualmente, se entere de su relación

—tranquila hermanita... — tercia una voz que sale de la casa, Lisa voltea y su acelerado corazón va frenándose —... te dije que no se lo diría a nadie —

— ¡LUCYYY!... —

la castaña corre al encuentro de su hermana y la abraza, Lisa jamás se olvidó de quien la ayudó tanto para lograr el sueño que hoy disfruta, así que estrecharon mucho sus lazos para convertirse en las mejores hermanas, casi tanto como las gemelas o Luna y Luan; las hermanas entraron del brazo con Lincoln detrás, se sentaron en la sala mientras él les servía café, luego pasaron a la cocina a cenar y en ningún momento dejaron de platicar; Lincoln estuvo con ellas un rato, pero como participaba poco en la plática y se aburría, las dejó ahí y subió a trabajar; cuando de nuevo fueron a la sala, ya con unas cervezas en la mano, Lucy miró a su hermana en silencio durante unos instantes

— ¿Qué pasa Luce?, te noto algo... nerviosa —

— Lisa, te he visto vivir feliz por años con Link, y la verdad estoy muy contenta por ti, sé que lucharon mucho por esto y espero que duren toda la vida... eeeh... pe-pero yo... no sé cómo decir esto... — mientras Lucy duda, un sin fin de cosas tormentosas van pasando por la mente de la científica —... mira, nunca le dije esto a nadie, y mucho menos a ustedes... yo... yo... perdóname hermanita, y-yo... estoy enamorada de Lincoln... — Lisa está tan sorprendida que la mandíbula se le cae —... siempre lo estuve, pero jamás me hubiera atrevido a decirle nada... c-cuando tú me descubriste el amor de ustedes, solo pude desearte lo mejor y ayudarlos, era para que él fuera feliz, ¡para que ambos lo fueran!... solo... solo quiero pedirte un favor: regálenme una noche; mira, sé que es difícil, no es solo con él, lo quiero con ambos, disfrutar algo de su amor, algo con ustedes... Lisa... por favor... —

Lucy tiene la cara baja, no se atreve a mirar a su hermana a la cara porque lo que le ha pedido es mucho, ella fue hasta allá solo para eso y ha arriesgado demasiado porque si le dicen que no, jamás podrá volver a pisar esa casa, que es tan quería para ella

— y-ya le dijiste a Linky, ¿verdad? —

el tono de Lisa está entre la tristeza y la desesperanza, ¿sería por eso que Lincoln estaba tan contento?

— ¡no, no!... yo... yo tenía que decírtelo a ti, tú tienes que decidir; Lincoln... él me diría que no, él te ama demasiado para hacer algo como esto... p-pero tú me quieres, tu tendrás compasión de tu pobre hermana, ¿verdad? —

— ¡p-por Einstein, Luce!... es-esto que me pides es... y-yo no puedo hacer eso, e-es... tú y yo... y él... —

la idea ya revolotea en el cerebro calenturiento de Lisa, bien mirada su hermana tiene un muy apetecible cuerpo y es muy hermosa, de pronto ya está alucinando con verla desnuda y estar frotándose en sus...

— ¡¿POR SPINOZA, QUE CARAJO ESTOY PENSANDO?!... —

Lisa salta del sillón y comienza a caminar, en realidad no es por la moral, eso la tiene sin cuidado; solo que Lincoln es más conservador que ella, y aunque a la hora del sexo es muy apasionado, no tiene ni idea de que diría o pensaría si le llegan con ideas como esta

— mira, yo te debo mi felicidad... y-y no es como si te lo pagara así, p-pero Linky... é-él es algooo... ¿cómo decirlo?... no es tan liberal, no sé cómo reaccionaría si... —

— ¡¿entonces es un sí?!... ¡GRACIAS HERMANITA! ¡YO SABÍA QUE NO IBAS A NEGARTE!...no te preocupes, no vas a arrepentirte, te juro que... —

— ¿qué pasa? ¿por qué tanto escándalo? —

la voz de Lincoln corta todo y las Loud se congelan

— ho-hola amor... — dice Lisa

— tenemos algo que decirte, Linky... — Lucy suena demasiado segura y la castaña siente que algo podría salir terriblemente mal.

En la habitación principal de esa casa, se escucha una mezcla de suspiros, besos y hasta uno que otro gemido apagado; la cama King size está siendo escenario de un encuentro poco usual, dos hermosas mujeres, una castaña y una pelinegra, se besan mientras un hombre de pelo blanco yace acostado debajo de ellas; la castaña está sentada en su cara, recibiendo un trabajo oral, mientras la pelinegra sube y baja despacio sobre el miembro viril, que entra y sale de ella.

Lincoln protestó cuando las chicas le dijeron lo que querían, eso era demasiado, y no era desagrado ni asco u odio, pero Lucy era... su hermana; este era un argumento muy tonto dado que se había casado con Lisa, que también era su hermana, pero el hecho de pensar en...

—... por favor, Linky... — le suplicaba la pelinegra —... es la única vez que lo harás y después no volveré, si no quieres; yo también te amo, solo que jamás iba a decir nada precisamente por lo mismo, eres mi hermano y se supone que esto está mal, aunque... a mí me encanta todo lo que está mal... —

Ni él mismo supo porque aceptó, ¿acaso era que Lisa lo había contagiado de la lujuria que la poseía cuando tenían sexo? ¿era Lucy tan atractiva...? bueno, sí lo era, solo qué...

— ... ¡dale más duro Luce!, ¡que sienta de lo que eres capaz!... ¡venga hermanita, cógetelo! —

la arenga de su esposa regresó al peliblanco al presente porque sintió como los sentones de Lucy se hacían más fuertes y rápidos, el no pudo evitar responder con la cadera mientras se comía el coño de su esposa, quien pujaba y se pellizcaba los bastante grandes senos. El encuentro fue subiendo de tono y después ellas estaban una sobre la otra, Lisa sobre Lucy, besándose y tallando sus sudorosos cuerpos entre sí mientras Lincoln las penetraba alternativamente; él ya había renunciado a entender nada, ahora solo era el muy afortunado hombre que se tiraba a estos monumentos en tanto que ellas se decían que se amaban.

Un rato después, ambas recargaban sus cabezas en el sudoroso pecho de Lincoln y se miraban entres si sonriendo

— entonces Linky, ¿debo hacer las maletas ya? —

preguntó una pícara Lucy que jugueteaba con el pezón del peliblanco

— Luce, sabes que no te diría eso nunca, a-además, después de esto... —

—... ¿después de esto que, amorcito? —

pregunta lisa mientras su mano baja hasta apoderarse de los testículos de su esposo

— Lisa, te recuerdo que tú fuiste la que aceptó, y yo todavía no entiendo cómo es que me convencieron, pero tengo que confesar que no estoy arrepentido... —

— jajajajajajajaja... ¡te lo dije, ñoña!... me debes cien dólares —

dice la dark con burla y estira su mano hasta tocar la nariz de Lisa

— ¡maldición...! —

Esta especie de trío se repitió varias veces cuando Lucy los visitaba, pero ella no estableció una relación con Lincoln o Lisa, solo le gustaba coger con ellos y ya.

Con el tiempo Lisa quiso tener familia, así que se puso manos a la obra y estuvo haciendo cultivo y selección de espermas y óvulos de ambos hasta que logró dar con unos que no presentarían problemas genéticos y se implantó el embrión; cuando avisó a la familia que estaba embarazada todos pusieron el grito en el cielo, unos por la sorpresa y otros por el escándalo; los padres pensaban que Lisa al fin tendría una pareja y algunas de las hermanas se escandalizaron pensando que Lincoln había hecho de las suyas y todos fueron hasta Calgary en tropel, pero cuando llegaron, todo enojo que hubiera se olvidó; "conocían" a Lincoln y nadie lo creía capaz de haber hecho esa bajeza, además de que Lisa "no lo hubiera permitido", se dieron las enhorabuenas y las felicitaciones, aunque les extrañó que Lisa dijera que no dejaría de vivir con Lincoln ni tendría una pareja, y él se veía de lo más tranquilo con esto, entonces todos se alzaron de hombros y lo aceptaron, a fin de cuentas sus hermanos siempre fueron "raros".

Lisa pasó un embarazo sin problemas más allá de los normales y nueve meses después nació un niño de cabello rubio muy claro, casi blanco, que tenía todo el aire de los Loud; Rita y las demás estaban embelesadas mirándolo, solo Lucy se acercó a la reciente madre y le dio un leve abrazo diciéndole al oído

— buen trabajo, Lis... —

Lincoln estaba ahí también y se preocupaba de todo, como buen padre, pero como siempre se portó así con sus hermanas, a nadie le cayó de extraño; cuando los llevaron a casa, todas proponían nombres a cual más extraños para el chico: Landon, Lyndon, Leonard, Luke, Laramy, Lemuel, Leeland, Lyton... el único que no dio una opinión fue Lincoln, pero Lisa los fue rechazando uno por uno

— lo siento, pero mi hijo se llamará Lincoln Lucius Loud, en honor a quienes más me apoyaron a ser lo que soy ahora; mamá, papá, no quiero decir que ustedes o las demás no lo hicieran, pero sin Lincoln y Lucy no estaría aquí ni sería tan feliz como lo soy ahora —

la familia soltó un — ¡AAWWWWWWW...! — colectivo y se acercaron para abrazar a la nueva madre, mientras, el pequeño Lincoln era tomado en brazos por su padre, quien lo miraba pensando

— hijo, serás el más afortunado porque tienes a esta familia —

FIN

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Notas:

1- La OSTP existe, aunque no se encarga de las cosas que yo digo en este fanfic.

2- El "Illinois Institute of Technology" también existe, al igual que las carreras mencionadas.

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Con este capítulo llegamos al final de este fanfic, que me costó más trabajo del que pensé, la verdad escribir a Lisa resultó un reto del que espero haber salido bien librado; muchas gracias por leerlo, y por sus votos, comentarios y reseñas.

Por ahora solo me queda terminar "Entre diablos..." y ya se verá después.

De nuevo gracias por todo y nos leemos por acá.

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