Paranoia:

Segunda parte

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—Pues... ¿Crees que venga otro hoy? — Preguntó mientras buscaba en su computadora más noticias acerca de la muerte del Duende.

El alien tardó unos segundos de responder sin antes soltar un pequeño gruñido.

—Tal vez sí, tal vez no. Pareces inquieto.

—Por algún motivo la policía ni los medios quiere revelar la identidad del Green Goblin, pero también es por si viene otra de esas cosas. No sé si sabes, pero yo tengo una familia, y en esa familia está una hermana que si se entera de que hay un alienígena en mi cuerpo me hará quien sabe qué.

—Si estuviera incluso a varios kilómetros lo sabría.

—¿En serio? —Cerró su computadora y tomó su mochila mientras miraba su reloj. Aún faltaban cinco minutos para irse.

—Ya tengo más fuerzas que antes al consumir a ese otro Klyntar, podría decirse que el rango aumentó. Aún así, no sería lo más sensato intentar abusar de esto, no estoy en mis condiciones óptimas... aún.

—¡Oye, bro! —Gritó Luna desde el primer piso. —. ¡Iremos todas centro comercial, ¿Te vienes también?!

—¿...Y justo ahora me lo viene a decir? —Preguntó para si mismo, soltando un pequeño suspiro de molestia. — ¡No, ire para la próxima, tengo que hacer... cosas!

Lincoln escuchó minutos después como todo el alboroto se silenciaba una vez Luna se iba en la vanzilla. Salió de su habitación, dirigiéndose a la sala para echarse boca arriba al sillón con las manos a la nuca.

—¿Sabes? Dejar que esa cosa derribe la puerta del gimnasio el día anterior fue una buena idea, ahora el director piensa que entraron a robar y no habrá clases hasta que repongan la puerta.

—Interrumpir la educación nunca es buena idea.

—Oye, no te pongas como mis... —El sonido de unos golpes a la puerta interrumpió las palabras de Lincoln, con desgana se levantó y se dirigió a la puerta, abriendola. —. Lo siento, no queremos comprar na... ¿Tú qué haces aquí?

Tenía en frente suyo a un pelirrojo con el cabello hasta la nuca, pecas y una mirada que incomodaba a Lincoln.

—Oh, vamos, Larry, ¿No puede un gran amigo tuyo visitarte?

—No somos amigos, y no me llamo Larry, ¿Qué es lo que quieres Chandler?

—Golpealo, hazte respetar

Lincoln ignoró eso. Chandler sacó de su bolsillo su teléfono y le enseñó un vídeo a Lincoln. En el se veía al peliblanco prendiendole fuego al monstruo que enfrentó el día anterior, y terminaba con el alien que tenía en el cuerpo salir de él para consumir el cadáver. Lincoln comenzó a temblar, y Chandler guardó su teléfono por su intentaba quitárselo.

—¿Puedo pasar?

Lincoln se hizo a un lado como si hubiera recibido una orden de alguna especie de amo, pero su rostro reflejaba enojo y nerviosismo. Chandler entró, mirando los alrededores de la con una cara de presumido, para finalmente sentarse en el sillón, con la vista fijada en Lincoln.

—Te volveré a preguntar, ¿Qué rayos quieres, Chandler?

—Viejo, sabes que me enteré de que tienes superpoderes y tú aún me preguntas el por qué de mi visita, vamos, ¿Me vas a contar todo o prefieres que yo cuente todo al resto?

—Claro, cuenta, ¿Quien va a creerte de que tuve una pelea contra un alienígena?

Chandler lo miró como si fuera alguna clase de estúpido.

—Pues... al vídeo de mi teléfono, tarado.

Lincoln llevó su mano a la cara unos segundos después de darse cuenta de la idiotez que había dicho.

—Realmente eres un tarado.

—Sí, tal vez tengas razón.

Chandler levantó una ceja.

—¿A quien le hablas? ¡Oh! ¿Es con ese monstruo que salió de tu cuerpo ayer? Espera, ¿Habla nuestro...?

Un grueso tentáculo salió disparado del pecho de Lincoln, rodeando el cuello de Chandler. El pelirrojo puso sus manos en esa masa viscosa, ignorando lo asqueroso que le parecía tocarlo, mientras que Lincoln, tan ignorante de lo que pasaba como Chandler, jalaba de la extremidad que sacó el alienígena en un intento por hacer que él suelte al chico que solía molestarlo.

—¡¿Qué diablos estás haciendo, intentas matarlo?! —El nerviosismo dominaba el tono del chico, temeroso de que el peor resultado posible suceda.

—Está consciente de mi existencia. Dejarlo vivo sería un riesgo enorme. No puedo dejarlo irse.

—¡Él no dirá nada, idiota, no va a decir nada! —Levantó su mirada a Chandler, se asusto aún más al ver que sus ojos estaban entrecerrados, y su rostro de estaba poniendo de un tono morado. —. ¡Dile que no vas a decirle nada a nadie, dicelo!

—Yo... no diré nada... lo juro... por f...

El Klyntar decidió soltarlo unos segundos después, dejando a Chandler en el suelo, tosiendo de una forma salvaje y tomando todo el aire que podía. Lincoln llevó sus manos a la cara, pensando que por poco y casi tenía un cadáver en su sala. El alien salió del cuerpo de Lincoln como una cabeza unida a varios hilos negros al pecho de Lincoln, mirando fijamente a Chandler, y para su sorpresa, recibió el impacto de un golpe por parte del peliblanco en una de sus "mejillas". Sacudió su cabeza y volteó a su anfitrión con una expresión de molestia.

—¿Eso fue un golpe...?

—¡Casi lo matas, idiota!

—Eh... sí. Te dije que eso haría. No obstante, me di cuenta que consumir su cadáver tardaría demasiado, nos atraparían, y es otro riesgo que tomaría aún menos. De nad... —Fue interrumpido nuevamente por otro "puñetazo". Volvió a verlo, aún más molesto. —. Dejaré pasar eso y el otro golpe. Pero creeme, no se va a repetir...

—¡Oigan! —Gritó Chandler, seguido de otra fuerte tos mientras se ponía de pie. —. ¿Qué carajos...? ¿Qué diablos es esa cosa y por qué mierdas intentó ahorcarme?

—Tú empezaste —Respondió acercándose para tenerlo frente a frente, Chandler se hizo un poco para atrás, asqueado por el aspecto del alien. —. Sabes demasiado, pero matarte aquí sería aún menos conveniente.

—Sí, ¿Y sabes que es menos conveniente? —Dijo ando otro paso hacia atrás. —. Salir de donde estás revelando tu apariencia... y con la ventana abierta. —Señaló con el pulgar a la ventana que daba a la acera, sin dejar de mirar a los ojos al alien.

Lincoln al darse cuenta se apresuró a cerrar las cortinas. Volteó a Chandler, el cual se había sentado en el sillón, aún jadeando para recuperar aire.

—Y bien... —Comenzó el pelirrojo. —. Nunca le iba a decir a nadie, par de imbéciles... quiero ser su patrocinador.

Tanto Lincoln como el alien se quedaron en silencio, intentando procesar lo que había dicho Chandler, se miraron a si mismos por un momento, luego centraron su vista en el pelirrojo, volvieron a mirar, y a centrarse otra vez en a Chandler... para finalmente estallar en una risa que envolvió toda la casa en sonido por lo fuerte de estas, generando un contraste entre ellos por la monstruosa voz del Klyntar y la (aún) medio aguda voz del peliblanco. Chandler mantenía una cara neutral, sin mostrar reacción alguna ante esas fuertes burlas hacia él.

—Ja.. jeje... oye, no sabía que podías reír...

—Sí, yo tampoco.

—¿En serio? —Preguntó desconcertado.

—Claro que no, idiota —Respondió dejando de reír. —. Fue un chiste...

—¡Oigan, ya dejen de ignorame después de casi matarme! —Gritó Chandler, mientras cubría con su mano su cuello en caso de que el alien intente estrangularlo... otra vez. —. Miren: Parecerá estúpido, pero mi padre trabaja como representante para superhéroes amateurs en el país, así que cuando ví desde la ventana correr de ese monstruo y pelear con él en el gimnasio se me ocurrió empezar con un superhéroe nuevo —Señaló tan a Lincoln como al Klyntar con su mano libre. —, ¿Y qué tal si empiezo contigo? Viejo, si todo sale bien seremos millonarios, créeme, mi padre tiene contactos con superhéroes como el maldito Stark, si se fijan en tí podría llegar lejos... ah, y tú también. —Eso último vino acompañado con una risa que disgustó a los dos oyentes.

El rostro de Lincoln pasó de incredulidad a una de duda conforme Chandler le contaba su idea, pero la expresión del alien aún no cambiaba.

—Espera, si tu papá tiene contacto con esos idiotas importantes significa que tienen dinero, ¿Verdad?

—Eh... supongo. ¿Por qué la pregunta?

—¿Entonces por que carajos vas en una escuela pública y no en una privada?

Chandler abrió la boca, dispuesto a responder su pregunta, y quedó en esa posición al darse cuenta que de hecho no sabía como responder eso.

—Pues... mierda, es una buena pregunta supongo que podría ser porque quiere que empiece desde lo más bajo como él, y... ¡Hey, dejen de cambiar de tema! —Ahora parecía enojado. Ni él ni Lincoln podrían decir si el alien tuvo la intención de molestarlo, pero viendo que en su expresión parecía contener una sonrisa, era algo probable. —. Entonces... ¿Van a aceptar mi oferta o no?

Lincoln se quedó callado a darse cuenta que Chandler iba en serio. Ahora que se daba cuenta, no pensó que podría hacerla de superhéroe aún cuando literalmente tenía algo similar a los superpoderes, tal vez porque estaba muy ocupado con su vida, con el hecho de que vivía en un pueblito el cual no tenía un índice considerable de crímen... o porque a su lado tenía a un monstruo el cual no le dejaría hacer lo que el quiere. Pensó en lo que pasó el día anterior, casi muere por... ni siquiera sabía por qué le pasó eso exactamente. ¿Los superhéroes pasaban por eso a tiempo completo? No quería creer algo así, porque de ser el caso, entonces hasta al día de hoy siguen vivos con suerte, era eso, o simplemente su pelea de ayer demostraba que Lincoln serviría de héroe como cero a la izquierda. Miró al alien, el cual también parecía estar pensativo, y el lo miró a él.

—Un superhéroe... a mí me gusta la idea, pero... ¿Tu qué dices?

—Ser eventualmente una persona millonaria... No es necesario decir que eso ayudaría. Mira, ni siquiera me pienso quedar por mucho tiempo en tu cuerpo así que no estoy pensando en esa clase de cosas que son más a largo plazo.

—Entonces... —Chandler se levantó del sillón. —. ¿Eso es un sí?

—Es un "Haz lo que quieras por el momento" —Su tono de voz parecía tajante. Definitivamente Chandler no era de su agrado. —. Si quieres que el niño juegue por el momento, por mi dará lo mismo siempre y cuando no arriesgues el hecho de que tiene a un Klyntar metido.

Chandler saltó de emoción con un gran "¡Sí!" por la sala, a Lincoln le dio risa, al alien... no tanto, haciendo que vuelva a meterse al cuerpo de su anfitrión. El pelirrojo se acercó a Lincoln y tomó su mano para estrecharla con un apretón firme, sin dejar de lado su sonrisa.

—Fue un placer hacer negocios con ustedes, Larry Loud, y... ¿Cómo se llama el otro?

Lincoln se vio confundido ante la pregunta, ahora que se daba cuenta...

—Pues... creo que no tiene un nombre, o nunca me lo dijo. Llevó solo seis días con él y cuando digo algo sabe si le estoy hablando o no. Y no me llamo Larry.

—Vaya, eso es... momento, ¿No te llamas Larry?

A Lincoln ya le pareció una broma de mal gusto, más aún considerando que poco más y Chandler era un cadáver en su sala.

—Claro que no. Me llamo Lincoln.

—Y ahora veo por qué te llamaba Larry. Mejor te diré Loud, es más fácil.

—Bueno, eso... —Un cosquilleo en la nuca interrumpió las palabras de Lincoln, volteó a la puerta pensando que había aparecido otro de esos monstruos y no había nada. Si había otro, entonces estaba lejos, mucho más lejos.

—Lo sentiste, ¿Verdad?

—Sí, lo sentí. Está lejos, ¿Verdad?

—¿Sentir qué? —Chandler pasó a un rostro confundido al ver a Lincoln fijar su vista a la puerta. —. ¿Quien está lejos?

—Sí. No sabría decir si se está quedando en el lugar o viene aquí. Pero si sé que es más débil que el anterior, y nosotros mucho más fuertes.

—¿Entonces vamos?

—Si no te acobardas como la última vez entonces la tendremos ganada.

El albino asintió, intentando ocultar que comenzaba a ponerse nervioso.

—Lo siento, Chandler —Dijo volteando al pelirrojo. —. Pero debo irme, es mejor que te vayas, estar cerca mío podría ser peligroso.

Ignorando cualquier respuesta de Chandler, Lincoln comenzó a caminar hacia la puerta, la abrió y bajó a la acera, ignorando esa bicicleta junto a una mochila tendida en su patio delantero, pensamos que seguramente Chandler debió llegar con eso. Lo que sea que estaba sintiendo, venía desde muy lejos, pero no tanto como para estar fuera del pueblo. Empezó a caminar en dirección a donde estaba el monstruo, hasta ser detenido por el pelirrojo quien lo tomó del hombre y se puso frente a él.

—Espera un momento, Loud, te estás yendo de repente sin darme explicaciones, ¿Qué diablos piensas hacer?

—No le vayas a decir.

—¿Recuerdas al monstruo con el que me enfrente el día anterior? Parece que hay otro un poco lejos de aquí, y a menos que quiera que él venga a mi casa, tendré que encargarme yo mismo.

Lincoln oyó un pequeño gruñido en su mente.

—No tienes idea de cuánto te detesto.

—Espera, ¡¿Cómo?! —Chandler se exaltó, dándose la vuelta para ir a su bicicleta, levantandola y dirigiéndose otra vez al albino con ella. —. ¡Yo te llevo, es más! —De la mochila sacó una pequeña camara de vídeo para enseñársela a Lincoln por un segundo antes de volver a guardarla. —. Te grabaré peleando contra esa cosa, así puedo mostrar esto a contactos de mi padre y poder...

—No creo que eso sea buena idea —Dijo interrumpiendo, ya empezaba a molestarse un poco. —, mira, como dije, no quiero que se revele mi identidad, además eso podría ponerte en un peligro innecesario...

—Oh, vamos, ni siquiera te preocupas por él, lo que tú quieres es no ser grabado poniéndote a chillar como niñita gritando "no voy a morir", y te seré sincero, fue demasiado vergonzoso tener que escucharte.

—Oh, vamos —Insistió el pelirrojo. — al menos déjame llevarte, siempre quise estar cerca de gente con superpoderes.

Lincoln suspiró, a este punto ya no sabía que hacer, y ahora que lo pensaba, si no se apresuraba esa cosa podría llegar a su barrio y hacer quien sabe qué cosas.

—Bueno, ahora que insistes...


—Oye, Chandler... —Dijo Lincoln, el sonrojo en su rostro era demasiado visible.

—¿Sucede algo? —Chandler pedaleó con mas fuerza siguiendo las indicaciones dadas anteriormente por Lincoln, soltando una mano un momento para limpiarse el sudor de la frente.

—Bueno, verás... esto... —Tragó saliva, preparándose para decirlo. —. Esto es super gay

El asiento de atrás de la bicicleta Chandler se había roto, haciendo que Lincoln tenga que sentarse en el tubo superior, haciendo un esfuerzo infernal para no quejarse del enorme dolor en su trasero, molestándose del hecho de que parecía ser que Chandler saltaba por baches a propósito. Y el hecho de que algunas personas y niños los miraban mientras iban en la bicicleta no ayudaba mucho, menos cuando comenzó a escuchar unas carcajadas desde el fondo más oscuro de su mente. El alien parecía disfrutar de eso. Inmediatamente el pelirrojo al darse cuenta de eso, se puso como un tómate.

—¡Tarado, ¿tenías que hacerme pensar en eso también?!

—Bien, mientras Clyde o otro de mis amigos no nos vean estaremos...

Antes de terminar la frase, Chandler pasó por una calle en la que (de forma muy poco conveniente) Clyde estaba caminando con una bolsa de compras, el cual dio una mirada rápida a los dos por un segundo antes de volver a ver al frente, para nuevamente fijarse en ambos una vez se dio cuenta quienes estaban en la bicicleta, abriendo los ojos de par en par y con la mandíbula tan caída de la sorpresa que cualquiera podría decir que llegaba al suelo. Los siguió con la mirada sin cambiar esa expresión hasta que el pelirrojo doblo en la siguiente calle para no tener que seguir en la mira del chico de piel morena. Chandler tenía una mirada completamente sería, con una sombra que parecía salir de la nada cubriendo sus ojos con vista al frente.

—Oye —Lo llamó con un tono completamente serio y casi rozando lo molesto. —. ¿Tu amigo es de esos que tienen la boca floja?

—No... —Dijo Lincoln, su voz estaba algo temblorosa. —. Pero tampoco es de los que olvidan algo como esto...

—Oh. —Fue lo único que pudo salir de la boca de Chandler ante esas palabras.

—Eh... sigue adelante.

Chandler acató la orden en silencio. Quedaron así por varios minutos, preocupando a Lincoln dándose cuenta que parecían dirigirse a los límites del pueblo, y Chandler pareció notarlo también, pero no le quería dar relevancia alguna, tal vez porque aún estaba molesto de haber sido visto de tal manera por un "conocido", o porque ver a Lincoln pelear contra otro monstruo le parecía mucho más interesante. El albino se preguntó si tendría que hacer esto regularmente, claro, llegaría el tiempo en el que el alien logre recuperarse completamente abandone el cuerpo de Lincoln, pero... ¿Y si ni así dejaba de ser perseguido? Sintió un escalofrío de pensar que una de esas cosas podría entrar en su casa de noche y lastimar a alguna de sus hermanas, pero el no podría defenderlas al no tener al alien consigo... Ahora que lo pensaba mejor, ¿Acababa de dar por hecho de forma indirecta que necesitaba al alien consigo? ¿Debía tomar eso como un avance en su relación de "amistad"? Si le decía eso, lo más seguro es que tome posesión de su brazo para volverlo a golpear, y eso definitivamente no era algo que quería, por él descubrió que podía llegar a golpear incluso más fuerte que Lynn.

Chandler se detuvo una vez Lincoln le indicó que parase, cuando ambos se fijaron de lo que tenían frente suyo, hicieron una cara de total disgusto.

—¿El... vertedero? —Lincoln tragó saliva.

—Está adelante. Ve.

—¿Tengo qué?

—Sí.

—Sí —Dijo también Chandler, sacando la cámara de su mochila. —. Está podría ser mi gran oportunidad, grabar un encuentro entre dos alienígenas podría llevarme a grandes oportunidades de adulto. Y ya bajate de la bici, la ensucias.

Lincoln acató la orden frotándose la retaguardia para aliviar el dolor, sin saber si lo hacía de mala gana, considerando que ya quería bajar desde que Chandler pareció notar que le resultaba incómodo estar ahí y empezó a ir por más baches. Miró la entrada frente a él, soltando un suspiro y comenzando a caminar sin antes decirle a Chandler que vaya detrás de él. Pensó en como podría matar al nuevo monstruo sin acobardarse como la última vez. ¡Pero claro! Según el alien esta vez ellos eran los más fuertes, además de que sabría cómo lidiar con otro de esos con su...

—Momento —Dijo parando su recorrido, buscando en sus bolsillos con la mirada nerviosa, sin encontrar nada. —. ¡Diablos!

—¿Qué diablos sucede? —Chandler bajó la cámara con extrañes.

—¡El lanzallamas, olvidé el maldito lanzallamas! —Gritó. Sin importar que fuese oído por alguien, o algo. —. Tenemos que volver y...

Un rugido similar al que él escuchó el día anterior se oyó a varios metros, ambos voltearon en dirección del ruido, de forma muy poco conveniente, venía de la entrada, y ahí estaba. Cuadrúpedo, tan grande como vanzilla, varios tentáculos, enfermizo color verde, y una falta de ojos, pero que aún así parecía mirar fijamente a Lincoln, sin parecer feliz. Volvió a rugir, Lincoln tomó del brazo a Chandler ylo llevó corriendo a una zona "plana" del vertedero, dónde casi no había basura en el piso, pero que de forma poco conveniente, estaban rodeados de una gran chatarra, parecía una arena de pelea, una que Lincoln estaba seguro que perdería. Chandler se apartó en una esquina, tomando su cámara para apuntar al albino, pero tembloroso, mirando a ratos la salida por si algo salía mal, mientras que Lincoln solo miraba como el monstruo entraba en su terreno.

—¿Alguna idea? —Aún con el miedo, estaba completamente dispuesto a enfrentar al Klyntar.

—Vamos a atacar directamente. No necesitamos el lanzallamas, de ser así te habría avisando antes.

—¡¿Estás loco?!

—No. Mira tus manos.

Lincoln lo hizo, pazaron de un tono palido, a un fuerte color negro, con la misma textura que tenía el alien al salir de su cuerpo. Lincoln comprendió, y esperó al próximo movimiento del alien que estaba frente a él. El cuadrúpedo avanzó rápidamente, dispuesto a darle un zarpazo a Lincoln, el cual se deslizó a la izquierda y golpeó lo más fuerte que pudo. Había visto ese movimiento antes cuando vio a Lynn en sus prácticas de boxeo, según ella, varios golpes para acumularle dolor al oponente servía, pero un golpe bien conectado podía dejar knockout al oponente, aunque claro, él no era un aspirante a boxeador, y tampoco sabía como conectar un buen golpe, pero era más fuerte ahora. La criatura salió volando hasta estrellarse contra un montón de chatarra, el alien dentro de Lincoln sonrió desde el interior, mientras que el albino soltó un pequeño silbido por la sorpresa.

—Vaya, ¡Eso si que es una mejora de fuerza!

—Y eso que no estoy en completa forma —Su sonrisa desapareció una vez vio al otro Klyntar levantarse, aún más furioso que antes. —. Prepárate. El siguiente ataque va a ser el último. No es listo, va a volver a atacar de frente, y lo remataremos con esto.

Para sorpresa de Lincoln, su brazo inmediatamente dejó de serlo, se había transformado en una enorme aguja negra, aunque parecia viscosa, él podría apostar que estaba muy afilada. Sacudió su cabeza, sabiendo que no tenía tiempo para admirar lo que podía hacer, y se puso en guardia. El monstruo volvió a avanzar rápidamente, incluso más rápido que vanzilla a maxima velocidad. Pero Lincoln estaba quieto, pese a su nerviosismo.

—Espera...

Lincoln ya se estaba preparando, mientras que Chandler estaba haciendo zoom a la cámara, sabiendo lo que estaba por venir.

—Un poco más...

Y al otro extremo del lugar, sin ser visto, alguien sonreía.

—¡Ahora!

Lincoln soltó un grito y clavó la aguja en la boca del monstruo, haciendo que el otro extremo salga por la parte trasera de lo que parecía ser su "craneo". La aguja desapareció, haciendo que Lincoln recupere su brazo, y el monstruo cayó muerto, para finalmente ser absorbido por el alien de Lincoln unos segundos después, con este soltando una monstruosa risa al terminar.

—¡Un poco más, y estaré en condiciones óptimas!

—¡Viejo, eso fue increíble! —Chandler guardó la cámara al terminar de grabar y corrió hacia Lincoln, emocionado al pensar que vio lo más increíble de su vida

—¡Lo sé, ¿Viste como lo golpeé? Fue tan... Diablos, increíble!

Se dieron un fuerte choque de puños, con una enorme sonrisa de par en par por parte de ambos... para después darse cuenta de lo que habían hecho y apartarse sonrojados por la vergüenza.

—Oye, tampoco le cuentes a alguien sobre eso —Chandler desvió la mirada. —, si alguien se entera de que actué amistoso contigo, te meto en un bote de basura.

—Sí, sí, tu tampoco le...

¡Vaya, eso sí fue impresionante, linda simbiosis!

Lincoln y Chandler voltearon al sonido de la voz, y ahí estaba, en medio de una gran pila de chatarra, mirando desde arriba, algo que parecía ser una especie de monstruo similar a de las otras veces, solo que mucho más pequeño. Este iba en dos patar, o piernas en este caso, era más pequeño que los anteriores, Lincoln podria jurar que tenía la altura de su padre al verlo, esta vez tenía ojos similares a los del alien de su cuerpo, pero contrario a los otros monstruos, carecía de boca, tenia un fuerte color verde oscuro en los brazos y piernas, mientras que su torso y cabeza tenía un verde mucho más claro. Este no bajó, de hecho, puso sus manos en sus caderas, como si se considerara alguna clase de superior frente a unos niños.

—¿Qué diablos...?

—Yo... no lo sentí, no tuvimos la sensación de peligro esta vez.

El "monstruo" abrió sus ojos de par en par.

Oh, cielos, lo siento.

Para la enorme sorpresa de los tres de abajo, no era realmente un monstruo. Su "piel" se retiró y se fue para la espalda, revelando a un humano de tez morena clara, de pelo negro corto sin barba, de pantalones oscuros y una camisa del mismo color de la criatura que era hace un segundo. Este con una sonrisa que no inspiraba confianza en ninguno de los tres, hizo un gesto de saludo con su mano, con la otra aún en su cadera.

—¿Dónde están mis modales? —Se preguntó para si mismo el hombre, dirigiéndose a los muchachos y al alien. —. Ramón Hernández. Pero ustedes pueden llamarme... Lasher.

Lincoln tragó saliva, y esta vez sintió como su interior gritaba como miles de voces una sola palabra a todo pulmón.

"Escapa"


NA: ¡Vaya, si que esta vez me apresuré en sacar capitulo, ¿Verdad? No me morí, lamento mucho los retrasos para el capitulo anterior, pero esta vez les prometo un constancia para los capítulos.