XV

Abajo, Harry releyó la carta de Draco, esa horrible carta.

su introvertido entusiasmo, lo mimado que era, lo odioso que podía llegar a ser, su ignorancia, su intolerancia, su retorcido prejuicio. No puedo soportar la idea de que mi primo sea expuesto a él.

Son mi única familia.

Abriendo la libreta que el Draco adulto había dejado en la mesa del laboratorio, Harry comprobó que todas las instrucciones estuvieran allí. En la primera página había una lista de ingredientes escrita con la fina letra de Draco; en la segunda, una descripción de la poción que había hecho para la cura; en la tercera, una explicación de cómo funcionaría la cura; y en la cuarta, un resumen de cómo había intercambiado sus edades usando una poción que había desarrollado, llamada Intercambio de Años. Harry hojeó la segunda y la tercera página, asegurándose de que entendía las instrucciones y podía hacer todo lo que Draco había escrito.

Una vez que el Agua de la vida fuera agregada a la poción que Draco había preparado, la cura tardaría doce horas completas en madurar, e inmediatamente después tendría que ser administrada. Harry frunció el ceño y acercó la libreta para leer más de cerca.

El Agua de la Vida está diseñada para eliminar la edad, no para aumentarla. Piensa en ello como un dragón celoso y codicioso que acumula tesoros durante varios años. Mientras tanto, los 20 años que te proporcionará la poción Intercambio de Años son solo temporales. Según el cálculo biomágico, esos años todavía me pertenecen y, por lo tanto, no corresponden a tu edad en el espacio de tiempo lineal.

Cuando se me administre la cura, el Agua de la Vida en ella también intentará recoger mi edad, pero debido al Intercambio de Años, mi propia edad será inexacta; seré más joven de lo que se supone que debo ser. Como el tiempo es lineal, también lo es el Agua de Vida; por lo tanto, buscará mis años más recientes, los cuales te los di a ti con el Intercambio de Años. Si estás cerca (lo cual explicaré más adelante en la página siguiente), el Agua de la Vida dentro de mí se sentirá atraída por el exceso de edad dentro de ti. Sin embargo, debido a que el Agua de la Vida busca la verdadera edad, -el tiempo lineal- el Agua de la Vida en mí sacará años del alcance del Agua de la Vida en ti, en lugar de intentar extraer la edad que te di a través del Intercambio de Edad.

He agregado un reactivo en el Intercambio de Años que detectará la edad la edad que estás liberando desde adentro tuyo una vez que se realice el proceso, lo cual activará el Intercambio de Años para que mis propios años sean devueltos. El regreso de mis años anulará la atracción que hace que el Agua de Vida dentro de mí te busque, pero solo después de que tus años sean liberados. En resumen, la cura, si se me administra, intentará robarte los años y así engañar al Agua de la Vida que hay en ti para que liberes los años que te di; una vez que se juega este truco, todas las reacciones cesarán.

Aquí hay otra forma de pensarlo: normalmente el Agua de la Vida en ti absorbería tu edad, y el Agua de la Vida en mí absorbería mi edad. Sin embargo, el Intercambio de Años hace que mi Agua de la Vida se sienta atraída por ti, y una vez que te encuentre, mi Agua de la Vida quiere la edad que tu Agua de la Vida está acumulando. Trabajan para anularse mutuamente.

Cristo.

Harry dejó la libreta. Se quitó las gafas y se frotó los ojos. Le dolía la cabeza por concentrarse.

Draco había establecido propiedades específicas de la Fuente de la Juventud sin siquiera tener una disponible; se suponía que la Fuente era solo un mito, una leyenda. Además, había hecho todo esto sin que Harry lo viera, porque cuando Harry lo había estado ayudando, en su mayoría habían estado haciendo soluciones indicadoras y pruebas de diagnóstico.

Cristo. Harry siempre le había dicho a Draco que era un genio en pociones, y lo decía en serio, pero nunca se había dado cuenta de que Draco era tan bueno. Draco podría haber escrito artículos sobre pociones. Él debería haber escrito artículos, y Harry pensó en lo que el Draco adulto diría: "Nadie quiere artículos escritos por un mortífago". Entonces Harry pensó en lo que el Draco niño había dicho, sobre ser un erudito, y se preguntó cuántas cosas Draco no hacía porque otras personas lo habían detenido.

El Draco niño fingía que no le importaba. Fingía que no quería ser un combatiente del Fuego Maligno; fingía querer casarse; fingía que quería ser Ministro de Magia. Harry no había pensado en Draco como alguien que no iría tras algo que anhelaba; Draco había trabajado tan duro para perfeccionar sus habilidades en pociones. Había comprado su propia tienda; la había renovado él mismo. Había desarrollado curas y soluciones indicadoras y mucho más, pero cuando finalmente le dijo a Harry lo que quería ser, resultó que no tenía nada que ver con pociones.

Golpeando la libreta con su varita, Harry lanzó el hechizo de lectura. La voz adulta de Draco le leyó los ingredientes y las notas una y otra vez, aunque Harry tuvo que lanzar el hechizo nuevamente luego de escuchar la lectura de la primera página, porque había dejado de escuchar el contenido y había comenzado a escuchar la voz. La voz infantil de Draco era aguda y dulce, pero la voz adulta de Draco hirió a Harry, como si Harry fuera un instrumento sintonizado de alguna manera para responder a la misma frecuencia que el tenor de Draco. A Harry le encantó. Estaba avergonzado de cuánto lo amaba; era estúpido.

Harry se preguntó qué otras cosas Draco quería y nunca había hecho.

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La siguiente página de la libreta contenía información sobre lo que haría la cura una vez que fuera administrada. Harry había esperado que una vez que Draco bebiera la poción regresaría a su edad normal instantáneamente. La realidad parecía mucho más complicada.

Todas mis pruebas indican que la Fuente de la Juventud no puede funcionar al revés. Por lo tanto, la poción que causó tu perdida de años funcionó sin dolor a través de procesos naturales. El Intercambio de Años es igualmente inocuo, ya que no ha cambiado nuestras verdaderas edades de forma permanente. Sin embargo, el proceso que he ideado para devolvernos a los dos a nuestra edad adecuada va en contra del propósito natural del Agua de la Vida y, por lo tanto, se debe tener cuidado para evitar que haya daños a largo plazo.

Esta solución que he ideado se basa tanto en la naturaleza lineal del tiempo que intentar restaurar toda nuestra edad de una sola vez sería una locura. He diseñado la cura de modo que la reacción se provoque a intervalos. Cada reacción resultará en la adición de un año, un año "verdadero" para ti, del Agua de la Vida dentro de ti, y un año regresado a mí de todos los que te di a través del Intercambio de Años. Sin embargo, debido a que tú —aunque mediante engaños químicos— tienes la edad adecuada, no deberías sentir ningún efecto. Yo, siendo mi yo más joven, experimentaré el envejecimiento un año a la vez, con brechas significativas entre ellos.

Además de dividir el proceso de crecimiento en etapas manejables de un año a la vez, el medicamento que he desarrollado debería brindar protección contra posibles daños psicológicos y físicos que puede infligir crecer de esta manera. Un elemento de esto es la dosis de anestesia que he incluido en la cura, así como un ligero retraso en el tiempo. Si se administra correctamente, mi yo más joven debería caer inconsciente en intervalos de tiempo, luego experimentar la restauración de la edad mientras está en coma. Después de un período constante de tiempo inconsciente (presumiblemente tres horas), se despertará siendo un año mayor, con los recuerdos de ese año intactos.

Debido a que la Fuente de la Juventud es un fenómeno que ocurre naturalmente en la Tierra, está limitada por la magia del tiempo de la Tierra. Por lo tanto, cada órbita de la Tierra alrededor del Sol (un año, en caso de que hayas olvidado la astronomía) es una poderosa unidad de tiempo que el Agua de la Vida debería reconocer, razón por la cual diseñé la cura para envejecer a mi yo más joven un año a la vez. Los eventos traumáticos pueden retrasar el proceso de envejecimiento, pero no permitas que esto lo alarme. Si mi yo más joven no envejece un año completo durante ninguno de los pasos, debería recuperar el tiempo perdido en el siguiente paso, ya que el Agua de la Vida naturalmente volverá a la unidad anual.

Debido a que el Agua de la Vida en mí reaccionará al Agua de la Vida en ti, debes estar cerca de mi yo más joven para la primera reacción, no más de diez metros. Esa primera reacción construirá un puente temporal entre nosotros, lo que significa que el Agua de la Vida en mí puede encontrar más fácilmente al Agua de la Vida en ti; cada reacción fortalecerá esta conexión. Por lo tanto, la distancia que mantengas de mi yo más joven se convertirá en un radio cada vez mayor. Para cuando él cumpla los 18, tú deberías poder ir a cualquier lugar dentro de Londres y hacer que la cura siga siendo efectiva; para cuando cumpla los 25, deberías poder ir a cualquier parte del Reino Unido. Entiendo que es posible que tengas asuntos relacionados con tu trabajo de Auror, y es probable que haya otras razones por las que quieras mantener la distancia.

El puente temporal que mencioné tiene el efecto negativo de fortalecer el control que el Agua de la Vida tiene en tu edad, ya que se familiariza con el Agua de la Vida en mí y la obliga a soltarse año tras año. Esto significa que los intervalos en los que mi yo más joven caerá inconsciente serán cada vez más largos. Después de beber la cura, el primer período de inconsciencia debería ocurrir casi de inmediato. Después de eso, el próximo período será dentro de unas horas. Para cuando cumpla los 18 años, la brecha entre estos períodos debería alcanzar casi la duración de un día; pueden ser d días por intervalo cuando alcance mi edad correcta. Por tanto, la curación tardará en total varias semanas.

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Después de asegurarse de que entendía todas las instrucciones, Harry revisó el gabinete donde debería estar la poción que Draco había preparado. Se veía exactamente como Draco había dicho que debería verse: una sustancia viscosa de color marrón amarillento en una botella de medio litro. Con el Agua de la Vida agregada, esta sería la cura que restauraría las edades de Harry y Draco de forma permanente.

El primer lugar para buscar el Agua de la Vida sería el almacén donde la poción que había comenzado todo había caído sobre él, pero Harry no estaba seguro de qué hacer con Draco mientras Harry no estaba. El yo adulto de Draco había dicho que quería pasar el menor tiempo posible en la compañía de Andrómeda, pero no había dicho que no debería estar en la compañía de Andrómeda en absoluto.

Por supuesto, Andrómeda perdonaría cualquier cosa que el niño Draco hiciera o dijera; ella podría no haber tenido experiencia de primera mano con su "retorcido prejuicio", pero había tenido suficiente experiencia con sus hermanas. Ella sabría en lo que se estaba metiendo, pero eso no era lo que preocupaba a Harry. El problema no era si Andrómeda pudiera perdonar a Draco. La cuestión era si Draco podría perdonarse a sí mismo.

El contenido de la carta insinuaba que era poco probable y Harry quería salvar a Draco de eso. Quería salvar al yo mayor de Draco de todo; quería darle la cura al Draco niño y hacer que se convirtiera en alguien que tuviera recuerdos felices de Harry Potter en su infancia. Quería que Draco volviera a convertirse en alguien que entendiera que él era más que sus errores, que podía ser amado a pesar de ellos, podía ser amado por la persona en la que se había convertido gracias a ellos.

Así que Harry no quería dejar a Draco con Andrómeda, pero las únicas alternativas era dejar a Draco solo o llevarlo al almacén con él. A pesar del Ojo-que-todo-lo-ve y los diversos hechizos de protección que Harry podría poner, llevarlo sería potencialmente peligroso. Por otra parte, Dumbledore había enviado a Harry a situaciones peligrosas todo el tiempo. Cuando Harry pensó en lo que podría pasarle al Draco niño, se preguntó cómo pudo haberlo hecho Dumbledore. Dumbledore debió tener sus razones y, sin embargo, Harry estaba seguro de que el Draco adulto nunca haría eso. Andrómeda podría haberlo hecho. Hermione no lo haría. Draco había perdido la cabeza cuando Harry se había subido a un taxi, y Harry estaba comenzando a sospechar que Dumbledore no era el mejor ejemplo de cómo debería actuar un adulto.

Así que solo había una opción: dejar a Draco solo en casa. Harry tampoco estaba muy emocionado con esta opción, pero como parecía la más viable, Harry procedió a hacer los preparativos. Primero, revisó las protecciones de Elixires Especializado y las del apartamento arriba de la tienda. Draco había tenido razón al preocuparse cuando vieron a Vance en Grimmauld Place; si Vance, o Savage, ya que los había visto a ambos en la Oficina de Aurores, pensaba que Harry sabía sobre la red ilegal de pociones y sobre su proveedor ilegal y veía a Draco con Harry, podrían intentar silenciar a Draco también. Pero ni Vance ni Savage habían estado aquí, y las protecciones de Draco eran bastante buenas. Harry agregó otra capa de protección solo por precaución, sintiendo su magia mezclarse con la de Draco de una manera que hizo que sus dedos se curvaran de placer.

Luego le envió una lechuza a Andrómeda, haciéndole saber lo que había sucedido. Harry la había vinculado a las protecciones para que pudieran alertarla si algo salía mal, y dejó en claro que no debería ir a buscar a Draco a menos que alguna de sus protecciones la alertara, o si no tenía noticias de Harry después de tres horas. Harry no esperaba que su viaje al almacén tomara más tiempo. Después de eso, todo lo que quedaba era lanzar hechizos protectores sobre el mismo Draco.

Cuando Harry apareció arriba, encontró a Draco acurrucado en la silla con estampado de flores con tres libros en su regazo. Había otros libros esparcidos por todas partes, y Harry recordó a un Draco adulto que estudiaba pociones, con el té humeante junto a su codo. Harry no pudo evitar comprobar si Draco había encontrado los álbumes de fotos, pero una mirada le mostró que Draco no solo había fallado en descubrirlos, no parecía haber pasado del primer estante. El Patronus de Harry se acurrucaba a los pies de Draco, luciendo somnoliento. Draco ni siquiera lo miró cuando se Apareció.

—Necesito irme por un tiempo —dijo Harry, tratando de que pareciera que no iba a ningún lugar especial y que Draco no estaría en peligro si lo dejaban solo.

Quizás no debería haberse molestado, ya que Draco no dijo nada. Quizás no se había enterado.

—Draco —dijo Harry.

—Hmm —fue la respuesta.

Harry se acercó. —Necesito irme un rato.

Draco pasó una página.

—Draco —dijo Harry, mucho más fuerte y más cerca de Draco ahora.

—No hay necesidad de gritar —dijo Draco, sin levantar la cabeza del libro.

—Tengo que irme —dijo Harry.

—Está bien, ya —dijo Draco.

Durante esta conversación, el zorro se había levantado, sacudiéndose para bostezar. Ahora se quedó allí mirando a Harry, como si lo estuviera acusando de algo. Draco ni siquiera lo miró, recordándole a Harry un poco a Rose. Cuando estaba enojada con Ron o Hermione, dejaba de hablarles por completo.

—¿Hice algo malo? —Harry finalmente preguntó, perdido.

Draco pasó otra página.

Draco.

—¡Cielos! —Draco saltó, luego volvió a mirarlo—. ¿Qu-perdón?

—¿Por qué estás-? —ignorándome, iba a decir Harry, luego recordó a Teddy en lugar de Rose. Cuando Teddy estaba enojado, gritaba. Sin embargo, cuando escuchaba música, ignoraba a todos. Harry había aprendido que no lo hacía por despecho; simplemente apagaba al resto del mundo. Se llama ser adolescente, había dicho Andrómeda. Draco tenía once años, pero tal vez también era la edad. Harry, que no tenía mucha experiencia con ser un adolescente normal, había tenido que creen en la palabra a Andrómeda.

—¿Necesitas algo? —Draco colocó un marcador en las páginas de su libro con el mismo cuidado preciso con el que siempre lo hacía su yo adulto—. Podrías haber dicho.

Harry podría haber dicho algo de verdad; había estado esperando que Draco le prestara atención. Harry tragó, recordando que no había querido que Draco se preocupara.

—Tengo que irme por un tiempo, y quiero lanzarte algunos hechizos de protección para mantenerte a salvo mientras estoy fuera.

Poniendo los ojos en blanco, Draco volvió a coger su libro.

—Por los pantalones de Merlín, no tengo siete.

—Estaría más tranquilo así.

—¿Más tranquilo? —Draco comenzó a fruncir el ceño—. Dime, ¿a dónde vas?

—Necesito un ingrediente especial para curarte.

—¿El artefacto oscuro? —Draco dejó el libro a un lado, luciendo interesado ahora—. ¿A dónde vas? ¿Qué es?

Harry iba a tener que explicárselo todo en algún momento, ya que la cura aparentemente tenía que ser administrada a Draco y no a él.

—Se llama Agua de la Vida —comenzó Harry.

—¿De la Fuente de la Juventud? —Draco se levantó de un salto—. ¿La han encontrado? ¿Alguien la ha encontrado? Tienes que- no, espera, no le digas a nadie. ¿Sabes lo asquerosamente ricos que podría hacernos eso? Podría hacernos famosos. Seríamos… —Draco pareció buscar una palabra— influyentes.

—No la voy a vender, Draco. La usaré para tu cura.

—¿Pero sabes dónde está? —Preguntó Draco con entusiasmo—. ¿Está en el Caribe? Escuché que está en el Caribe. ¿Vas al Caribe? Quiero ir al Caribe. Algunos de los hechizos son diferentes en América, ya sabes, y tienen cocos-

—No voy a ir al Caribe —dijo Harry—. Creo que el proveedor que mencioné pudo haber introducido algo de contrabando en un almacén aquí en Londres, y tengo que ir a comprobar si está allí.

—¿Un almacén? Eso no parece muy emocionante —Sonando decepcionado, Draco se cruzó de brazos—. ¿Es un mago oscuro? ¿Uno poderoso?

—No sé quién es el proveedor —dijo Harry—. Solo sé que hay personas que pueden saber que nosotros sabemos sobre el Agua de la Vida y que no querrían que la encontráramos.

—Por eso es peligroso —dijo Draco pensativamente.

Harry ya podía ver la pequeña mente de Draco trabajando. Tenía ese brillo familiar en sus ojos, el que obtenía su yo adulto cuando Harry le traía una nueva poción, la que Draco había obtenido había rejuvenecido por primera vez, cuando estaba inventando algo nuevo sobre su vida adulta. Harry también haberla visto en la escuela; Malfoy solía verse así cada vez que se le ocurría un nuevo tormento para Harry o sus amigos.

—Draco —dijo Harry—. No puedes venir conmigo.

—¿Por qué no puedo? Acabas de decir… —Los ojos de Draco se abrieron un poco y luego chasqueó los dedos, tal como lo había hecho cuando se dio cuenta de quién era Harry—. ¡Pero tengo treinta y dos! Apuesto a que hago todo tipo de cosas peligrosas, ¿no?, porque soy inteligente y sé cómo lidiar con ellas.

Harry se dio cuenta de que Draco ni siquiera habría captado la idea si no se la hubiera dado. Entrar deliberadamente en una situación peligrosa nunca fue parte de la idea de diversión de Draco, ni la del niño ni la del adulto. Tampoco había sido la de Harry, exactamente, solo que nunca lo había disuadido.

—Debería ir contigo —continuó Draco—. Apuesto a que puedo ayudarte.

—Estás ayudando —dijo Harry—. Eres de gran ayuda para mí. Pero Draco, solo recuerdas los hechizos que conociste a los once. Si encontráramos a alguien que quisiera evitar que obtuviéramos el Agua de la Vida, podrías resultar herido.

Draco abrió la boca, pareció pensarlo mejor y luego la cerró. Sus labios se curvaron, y frunció el ceño al pensar.

—¿Bien, que hay de ti? —Preguntó, después de otro momento—. Ya que normalmente te estoy ayudando, ¿no necesitas a alguien más que te ayude? Y apuesto a que no conoces a nadie ni la mitad de listo que yo-

—No lo hago —interrumpió Harry.

El pecho de Draco se hinchó. Se veía tan complacido.

—Por eso no puedo arriesgarte —dijo Harry—. Si lastimaran a tu yo de once años, ya no tendré a tu yo de treinta y dos para que me ayude.

—Y soy tu mejor amigo —Draco se mordió el labio—. Supongo que no querrás perderme.

—Definitivamente no.

Draco todavía parecía complacido, pero su expresión había decaído. Miraba a Harry de reojo, fingiendo una vez más que no estaba mirándolo en realidad.

—¿Estarías muy triste?

—Sí.

—¿Lo harías? ¿Encontrar a alguien más que te ayude con tu trabajo de Auror?

—No hay nadie más.

—No creo que lo haya —dijo Draco—. ¿Lo harías…? —Se interrumpió—. Llorarías mucho, supongo.

Harry no estaba seguro de qué decir, ya que en general no lloraba tan a menudo. Apenas había llorado cuando Dumbledore murió, pero, de nuevo, no había tenido muchas oportunidades de hacerlo.

—Probablemente —dijo Harry tardíamente, mientras Draco pretendía convencerlo de quedarse aquí—. Yo… estaría triste de nunca… —Harry tragó—. Nunca te dije lo mucho que significabas para mí.

—No te pongas tonto conmigo ahora —Tosiendo un poco, Draco se dio la vuelta—. Pero —añadió— podrías decírmelo ahora. Cuánto- quiero decir —continuó, su voz sonaba un poco extraña—. ¿Qué pasa si no sobrevivo?

Harry lo miró fijamente, la pequeña espalda tensa de Draco. Las puntas de sus orejas estaban rojas, y Harry realmente no sabía lo que Draco estaba preguntando, pero estaba seguro de que el mismo Draco tampoco sabía muy bien lo que estaba preguntando. Antes, Harry había estado convencido de que Draco estaba preguntando si su yo adulto se había acostado con Harry, pero esto parecía diferente. Draco quería saber si Harry se preocupaba por él y, sin embargo, parecía avergonzarlo. Posiblemente con Lucius desalentando cualquier cosa remotamente homosexual, también había censurado las discusiones sobre sentimientos.

—Mucho —fue todo lo que Harry pudo pensar en decir—. Me importas mucho.

—¿Pero tu…? —Draco se volvió lentamente hacia Harry, mirando por el rabillo del ojo de nuevo. Su rostro estaba cubierto de manchas de rubor—. ¿Te gustan otros chicos-? ¿Tienes otros amigos —dijo apresuradamente— que te gusten tanto como yo?

Harry miró a Draco, sus ojos brillantes, su mata de cabello rubio blanquecino.

—No me gusta nadie de la forma en que me gustas tú —dijo Harry, su voz un poco ronca—. No creo que alguna vez haya sido de otra forma.

La cara de Draco se puso más roja y se giró de nuevo.

—Bueno —dijo, sonando profundamente preocupado. Luego no dijo nada más, y por primera vez Harry se dio cuenta de que discutir sus sentimientos por un adulto con un niño de once años podría no ser apropiado, incluso si el adulto y el niño de once años en cuestión fueran la misma persona. Quizás especialmente porque eran la misma persona.

—Draco —dijo Harry—. Creo que sería mejor si te lanzara esos hechizos de protección.

—No —Draco se alejó.

—Draco —dijo Harry de nuevo, acercándose—. No quise decir —comenzó, pero definitivamente quiso decir lo que dijo. No sabía cómo terminar.

—No me importa si te preocupas por mí —dijo Draco—. No me importas nada.

La mandíbula de Harry cayó con sorpresa.

—¿Draco?

—No te conozco, ¿verdad? —Draco se dio la vuelta—. Ni siquiera sé si me agradarás cuando te conozca. ¡Quizás, quizás nada de lo que me has dicho es cierto!

Draco no parecía enojado. Sonaba asustado.

—¡Solo tengo once años! —Draco prosiguió, como si leyera los pensamientos de Harry—. Yo… yo no he hecho nada todavía. No tengo que ser tu amigo.

—No —asintió Harry en voz baja—. No tienes que serlo.

—¡No tengo que hacer nada! No he hecho nada. Y no puedes obligarme.

—No puedo.

—Cuando llegue a Hogwarts, te voy a ignorar. Me haré amigo de otras personas, personas que le agradarán a Madre y a Padre. No les agradarías. Y tú tampoco me agradarás-

—Está bien —dijo Harry, sintiendo que su garganta se apretaba.

—Nunca me gustarás. Me mantendré lejos de ti. Y luego, y luego seré Ministro de Magia. Y me casaré —añadió Draco como una ocurrencia tardía—. Vas a ver. Verás que nunca me preocupé por ti.

Harry esperó por más, pero Draco aparentemente había terminado.

—¿Puedo lanzarte esos hechizos de protección ahora? —Preguntó Harry, después de otro momento.

—Pero —El hombro de Draco se hundió—. ¿No escuchaste? ¿Lo que acabo de decir?

—Te escuché. Todavía quiero que estés a salvo.

—Pero he dicho... he dicho que no me importas.

—Está bien —dijo Harry—. Yo mismo pensaba eso a menudo.

—¿De verdad? —Los ojos de Draco se agrandaron.

—Sí —dijo Harry—. No me importaba. Todavía me preocupo por ti.

—Oh —dijo Draco sin aliento. Luego se enderezó, hinchando un poco el pecho. El color comenzó a desvanecerse de sus mejillas—. Eso está bien, entonces —dijo, repitiendo las palabras de Harry—. Quiero decir… —Agitó una mano—. puedes sentir lo que quieras. Espero- bueno —Luciendo considerablemente más satisfecho con cada momento que pasaba, continuó—. Bueno, voy a crecer para ser discreto. Eso es lo que dice Padre. Discreto significa que nunca le dejas a nadie saber lo que estás pensando.

—Sí —asintió Harry—. Eres muy discreto.

—¿Te das cuenta? —Draco levantó la barbilla un poco más—. Papá dijo que podía ser discreto. Madre tenía miedo de que yo no pudiera.

—Bueno —dijo Harry—, lo has logrado.

—Sí. Probablemente soy la persona más discreta que conoces. Apuesto a que nunca sabes cómo me siento realmente.

—Apuesto a que no.

—Soy un completo misterio —dijo Draco felizmente—. Soy… discriminante.

—Ciertamente discriminas-

Draco se pavoneó, levantó su nariz en el aire y una sonrisa brilló en su rostro. Rompió el corazón de Harry.

—¿Puedo lanzarte los hechizos protectores ahora? —Preguntó, tratando de no sonar desgraciado.

—Supongo —dijo Draco alegremente—. Si es necesario.

—Es necesario —dijo Harry, sacando su varita.

Draco se estremeció de todos modos cuando Harry comenzó a lanzarle los hechizos, y Harry trató de hacer que los hechizos fueran aún más suaves, envolviéndolos alrededor de Draco como algo cálido y suave. No estaba seguro de si Draco esperaba ser herido por alguna razón; las cosas que Draco ya le había dicho sobre Lucius no lo hacían sonar como si Lucius apuntaría a su hijo con su varita, pero nunca se sabía con estas cosas. Mientras tanto, los ojos de Draco estaban luminosos; observó el movimiento de la varita de Harry con los labios entreabiertos.

—Ya —dijo Harry, guardando su varita—. Todo listo.

La mirada encantada se desvaneció cuando Draco miró sus manos y pies, como si pudiera ver la magia en ellos.

—Nadie va a intentar matarme, ¿verdad? —Preguntó, sonando un poco conmocionado.

—No —dijo Harry—. Es solo una precaución adicional. Mi Patronus se quedará contigo.

—Oh —Sorprendido, Draco miró al zorro, que se había estado rascando detrás de la oreja la mayor parte de este tiempo, mirándolos sin mucho interés.

—Está bien —dijo Harry, guardando su varita—. No creo que me lleve mucho tiempo-

—Quizás aún deberías llevar a alguien contigo —dijo Draco abruptamente, mirando del zorro a Harry—. Quizás deberías ir con… ¿no hay otros Aurores? Tienes que cuidarme, después de todo. O… mi padre podría ir contigo. Es muy bueno con la magia. Y con magia oscura. Quizás podríamos-

—Estaré bien —dijo Harry, sonriendo un poco.

—Pero —Draco se mordió el labio y Harry se dio cuenta de que estaba en conflicto. Harry recordó lo enojado que estaba consigo mismo por no convertirse en el mejor amigo de Draco. Este Draco estaba preocupado por lo contrario.

—Todo saldrá bien —Un momento después, Harry se Apareció, dejando a Draco envuelto en tantos hechizos protectores que probablemente no sería capaz de estornudar sin que Harry lo supiera.