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xSouh
Burakkurōzu
01: Capa negra Nubes rojas.
Sakura salió de la cama a regañadientes, aún no entendía como su cuerpo no se acostumbraba a madrugar. Lavó sus dientes y se vistió con unos pantalones que se le ajustaban de la cadera y los tobillos y el resto era bastante suelto, la camisa de maya de manga larga y una de manga corta rojo oscuro con un circulo blanco en la espalda. Contrario a sus años más joven, ahora su cabello era largo y estaba atado en una coleta alta.
Caminó por los pasillos aun oscuros hasta la cocina, donde a diferencia de hace dos años cuando llegaron, ahora estaba completamente equipada. Prendió los fogones y comenzó a cocinar mientras leía uno de los tantos libros que siempre había por toda la casa.
Dejó sobre la barra Chakra curativo: volumen IV y colocó la mesa.
─Un día de estos vas a incendiar la estufa por siempre tener la nariz metida en un libro.
─Dudo que eso pase, Itachi.
─Entonces me vas a envenenar. ¿Quién lo diría?
─En ese caso me asegurare de cobrar tu recompensa del libro Bingo.
─Muy graciosa, rufiana.
Sakura le lanzó una seña con los dedos que se hubiera ganado la mirada desaprobatoria de cualquiera que viera a una niña de nueve años haciéndola, pero su compañero solo se había reído. Llevaba dos años viviendo junto con Itachi, y en ese tiempo había descubierto muchas cosas de él, como que era una persona madrugadora, no le gustaba hablar de su familia pero si le podía contestar de cualquier otro tema que ella tuviera una duda, no importaba si era de ninjutsu, genjutsu o taijutsu. Además, tenía la paciencia de cualquier profesor de academia para responder todo.
Itachi siempre entrenaba muy temprano por las mañanas y de nuevo por las tardes, acostumbraba leer en las noches y siempre era feliz con un buen plato de comida casera, por otro lado, no tenía tan buen humor cuando viajaban y tenían que comer comida de lata ninja.
Sakura había hecho una rutina de entrenamiento parecida, con Itachi como sensei personal había mejorado más de lo que cualquiera hubiera esperado, estaba lejos de estar al nivel de Itachi, pero si se era sincera, dudaba que alguna vez lograra igualarlo, aunque eso no la desanimaba.
Estar encerrada en una guarida no había sido el fin del mundo para ella, los Uchiha tenían una biblioteca digna de admirarse en ese lugar, además de un laboratorio. Después del incidente con el antídoto para veneno de serpiente, Sakura había creado una enferma obsesión por venenos y antídotos que seguía creciendo gracias a los múltiples viajes que hacían.
Sakura sabía que había sido Itachi quien había matado a todo el clan Uchiha, el mismo se lo había dicho poco tiempo después de vivir juntos, pero nunca habían hablado más del tema.
Ella no era tonta, el Itachi que ella conocía no era un loco asesino, en su corazón algo le decía que las cosas nunca eran tan sencillas como parecían.
─Entonces eres un... ─preguntó sin podérselo creer. Esa tarde el entrenamiento se había extendido más de lo normal, afuera ya estaba oscuro. Ambos estaban sentados en uno de los sillones, con el cabello aún mojado por el reciente baño.
─Soy un agente anbu de Konoha, que trabaja directamente para el Hokage y el consejo. ─Explicó, cerrando los ojos, dejando que su mente se llenara de todos los recuerdos de su vida en la hoja ─ mi misión es conseguir información que pueda servir a Konoha y prevenir futuros ataques.
─Pero tu y el clan Uchiha...
─Mi clan entero murió la noche que deje Konoha. Yo los mate a todos menos a mi hermano menor.
─Pero si eres un anbu de Konoha. No entiendo... ¿Por qué lo hiciste? ─Preguntó la menor, viendo como una solitaria lagrima escapaba de los ojos cerrados dell Uchiha.
─La política de Konoha no es solo la parte superior que todos conocen, a veces hay cosas que se tienen que hacer para que la voluntad del fuego siga ardiendo.
─¿fue...? ─-No se atrevió a terminar aquella pregunta, ella misma había leído uno de los libros que estaban en esa guarida donde mostraba una historia muy distinta a la que ella había conocido, a la que había visto en las páginas de un libro con el que enseñaban en la academia ninja.
─Fue una orden directa del consejo y el hokage. ─terminó, sabiendo que no podía decir mucho más a pesar de que en ese tiempo el había aprendido a confiar en la pequeña pelirosa que ahora quería como si fuera su propia hermana. ─Nadie más sabe que fue una orden, así que te pediré que no vayas a decir nada, esto es importante para mí próxima misión.
─¡Esto no es nada justo, Itachi! ─su voz se llenó de furia, pero también conocía a Itachi, y si él había decidido hacer las cosas así, seguro era la mejor opción.
─La vida no es justa, Sakura-chan.
─No... no lo es.
─Entonces, ¿Cuál es tu misión peligrosa?
─Amegakure esta reuniendo ninjas renegados de otras aldeas, uniéndolos a Akatsuki, un grupo de mercenarios.
─¿Esto también es una orden del Hokage? ─preguntó Sakura recelosa, sabiendo que si Itachi entraba ahí no habría forma de salir.
─No, pero servirá para el objetivo de la misión.
El pensamiento de la pelirosa comenzó a trabajar con mucha velocidad, si Itachi se iba, ella de nuevo quedaría sola. No podía volver a Konoha, a sus nueve años aún iba a estar a cargo de los servicios infantiles al menos hasta que lograra graduarse de la academia.
─No te pienso dejar sola, Sakura. Pero tampoco quiero que termines vinculada a un grupo de ninjas rango S, ya bastante tienes con viajar con un asesino rango S que mató a todo su clan. Tu podrías volver a Konoha en unos años si quisieras.
─Pero tu estas en una misión. ¿Por qué Konoha te tiene en su libro Bingo?
─Se podría decir que es parte de la puesta en escena.
─Yo me quiero quedar contigo. No hay nada en Konoha que me quiera hacer volver. ─dijo con seguridad.
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Desde aquella platica un año atrás los entrenamientos con Itachi se habían intensificado y sus prácticas de ninjutsu medico ocupaban el resto de su día.
Su plan no era ser parte de Akatsuki, pero si se iba a mantener cerca de Itachi tenía que ser capaz de defenderse si quedaba inmiscuida en alguna pelea tanto fuera como dentro de la organización.
Sus músculos se sentían como un pedazo de carne recién pasado por un moledor mientras mantenía la posición de meditación. Odiaba esa parte que venía al terminar de entrenar taijutsu.
─Concéntrate, Sakura. ─le ordenó Itachi.
─La próxima vez no me disloques el hombro entonces.
─Deja de llorar, niñita. ─Se burló ─Por la tarde llegaran Konan y Pein.
Sakura ya sabía quien eran esas dos personas. Ella misma había estudiado los libros Bingo de otros países para saber quiénes podrían ser los futuros miembros de la organización a la que Itachi estaba a punto de entrar. Sabía que Pein era el líder de akatsuki y Konan era su segunda al mando. Trató de absorber todo el conocimiento que pudo y aun así no se sentía lista para aquella visita.
─Buenas tardes ─Saludó un hombre alto de cabellos naranjas, entrando a la enorme habitación del hostal de un pueblo cercano a la guarida Uchiha. Lo más llamativo no había sido el color de su cabello, si no las múltiples perforaciones que tenía por todo el cuerpo y esos extraños ojos con multiples aros. No se necesitaba mucho conocimiento médico para saber que no eran normales, poniendo todo su cuerpo en un estado de defensa a pesar de no haberse movido ni medio centímetro.
La mujer que entró después tenía un aspecto más normal a pesar del su tono de cabello azul, ambos tenían una edad cerca de los 17 o 18 años y vestían con capas negras con nubes rojas que cubrían todo su cuerpo.
─Buenas tardes ─regresó el saludo el Uchiha, levantándose de la silla en la que había estado hasta ese momento, la mirada de ambos viajó a la cuarta persona que estaba en la sala, Sakura quien en ese momento su cabello era de color negro azabache. ─Está conmigo.
La última frase dio por terminada cualquier discusión acerca del tema, Itachi sabía que ellos lo querían en su organización, así que aprovecho eso a su favor.
─Mi nombre es Sakura ─ se presentó sin bajar la cabeza a pesar de lo tenso que estaba el ambiente y cómo ambos la observaban buscando en ella cualquier señal de una trampa. ─Deberías de cuidar esa herida.
─Es solo un pequeño rasguño ─ gruñó la peliazul al notar las gotas de sangre que manchaban la manga izquierda de su capa, nada comparado con las heridas que había sufrido en enfrentamientos o entrenando.
─Iré por el té ─ Sakura se encogió de hombros, restándole importancia al asunto y preparándose por si había tenido razón y ese corte era con una de las tantas plantas que estaban cerca de la guarida y les había puesto de un tipo de veneno.
La tetera aún no hervía cuando escucho la voz de Itachi llamarla, la peliazul estaba inconsciente siendo sostenida por su compañero.
─¿Qué pasó? ─preguntó a pesar de ya tener una idea bastante clara de lo que había pasado.
─¿Podrías ayudarla? ─ le pidió el Uchiha.
─¿Qué es lo que le pasa? ─ La voz del de cabellos naranja ya no era suave como lo había sido al llegar.
─Seguramente la herida de su brazo fue con una planta local que tiene un efecto sedante muy potente ─mintió, no planeaba decirles que ella misma había puesto ese veneno para protección de la guarida ─ relaja los músculos haciendo que el corazón deje de latir.
─Tenemos que buscar a un médico.
─Será más rápido si lo hago yo misma ─podría dejarla sufrir un poco más solo por el hecho de haber menospreciado cuando le advirtió por primera vez, se maldijo por haber leído el código del medininj y se dispuso a trabajar. Extrajo el veneno utilizando su chakra y después de administró el antídoto. No había sido muy complicado, en menos de una hora ya había mejoría en la peliazul.
─Tienes un futuro muy próspero como Kunoichi, Sakura-san. ─le dijo Pein mientras ayudaba a su compañera a sentarse en uno de los sillones ─A tu corta edad ya tienes noción del ninjutsu médico, y si vas a estar cerca de Itachi-san, podrías considerar ser miembro de Akatsuki en un futuro como médico, Yuumi-san ya es bastante mayor y seguro le alegraría tener una entusiasta aprendiz.
El resto de la visita pasó bastante rápido, Itachi se mostró inseguro con ellos de aceptar la oferta de unirse, querer tentar a Sakura con una medininj mentora había sido una idea de Pein para que ella también quisiera entrar y atrajera a Itachi.
─No tienes que unirte tu también, Sakura ─la voz de Itachi sonaba cansada, lo que menos quería era arrastrar a su compañera a la misma vida que tenía el. ─Akatsuki es un grupo de criminales clase S.
─No te dejaré ir solo a ese nido de serpiertes, Itachi.
─Solo tienes 11 años.
─¿Y quieres que te recuerde que estabas haciendo tu a los 11 años? Ya eres un ninja de Konoha.
─Eres una boba cuando te lo propones.
─Y tu eres un pesado.
─hmnp...
─¡No me hmnpnopies!
─Ni siquiera sé que es "hmpiar"
Durante el entrenamiento de esa tarde fue la primera vez que Sakura vio el Susano, una perfecta armadura de huesos y músculos que protegía a Itachi de cualquier ataque que ella le mandara. Ni siquiera con todo lo que había mejorado en taijutsu podía, sintió como los huesos de su mano se fracturaban cuando le dio el ultimo puñetazo con la energía que le quedaba.
─No es muy listo de tu parte atacar a una armadura más dura que el acero con la mano limpia. Podrías empezar a practicar con un arma que te ayude.
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─¿Estás seguro que es aquí? ─preguntó Sakura, parada un claro, no había nada a su alrededor salvo árboles y más árboles. Su cabello volvía a ser negro , amarrado en una coleta alta y un par de mechones que caían en su frente, a diferencia de Itachi ella no portaba ningún protector.
─Seguro. ─Respondió el Uchiha, ambos estaban concentrados en su entorno buscando a la persona que les daría la supuesta bienvenida.
─Bienvenidos, chicos ─escucharon una voz tranquila.
─Ya se estaban tardando ─Sakura solo alzó una ceja al notar como la misma persona pero con distinto tono de voz volvía a hablar.
─Pasemos por aquí ─El extraño hombre con el cuerpo pintado en blanco y negro los guío por una cueva que había hecho aparecer en una enorme roca, los pasillos eran humedos y oscuros, apenas había luz suficiente para caminar sin tropezarse.
La pelirosa no había logrado ver cómo es que habían abierto aquel pasaje, cuando llegaron al final del pasillo había otra pequeña puerta y finalmente a una habitación enorme y circular con múltiples puertas.
No había sillones ni nada que indicara que esa habitación era para descansar, solo una enorme mesa redonda con sillas de respaldo alto a su alrededor. Justo frente a la entrada y de la única puerta de dos hojas salió la peliazul que los había visitado un mes atrás.
─Bienvenidos, Itachi-san, Sakura-san. Me alegra que hayan decidido venir, vamos que Pein-sama nos espera.
La puerta doble llevaba a lo que Sakura pensó que era un estudio, con las paredes tapizadas de libros, un escritorio y varias sillas.
Ninguno de los 3 tomó asiento, Pein no se molestó en saludar o dar alguna otra intención, abrió el cajón de su escritorio sacando una cada forrada en piel que le cabía fácilmente en las manos.
─Este anillo es el que te convierte oficialmente en un Akatsuki, el anillo es la llave para todas las guaridas y también te permite comunicarte cuando no puedas estar presente en las reuniones generales. Tienes derecho a una paga mensual además de comisiones dependiendo los trabajos que hagas. Sakura y tu podrán disponer de los laboratorios de Akatsuki.
─Como miembro de Akatsuki deberán portar la capa negra con nubes rojas y tu protector debe estar marcado.
─Entendido.
─En la guarida Este es donde esta Yuumi-san, si Sakura desea aprender de ella. Ambos pueden vivir en la guarida que deseen siempre y cuando no entren en rencillas con los demás miembros. Siempre deben de tener en mente que el objetivo futuro de Akatsuki es conseguir los 9 Bijus. Trabajamos en equipos de 2, así que se te asignará un compañero lo más pronto posible, el resto de tu tiempo libre lo puedes invertir como desees.
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Unirse a Akatsuki no había cambiado mucho la rutina en Sakura e Itachi, aunque ahora que viajaban más ella había ampliado su repertorio de plantas e ingredientes para venenos y antídotos, así como otros usos. La mayoría de las misiones en Akatsuki eran seguir personas o conseguir objetos, ella aún no entendía como es que sus compañeros eran ninjas desertores clase S. la mayoría eran idiotas consagrados que actuaban como niños, o al menos esa sensación le daba a ella.
Kisame Hoshigaki era uno de esos idiotas. Sakura no lo conocía mucho, lo suficiente para saber que ese hombre había matado a muchas personas en su aldea natal y tenía el aspecto de un humanoide con rasgos de tiburón, no hablaban mucho de su pasado, pero el hombre era divertido y se podría decir que le caía bien.
La espada fue el arma que decidió utilizar, no era la más original pero había bastante de esas en la armería de los Uchiha, aún no era una maestra de la espada pero era lo suficientemente buena para defenderse a pesar de lo que dijeran Kisame sobre qué los legendarios espadachines de la niebla se estarían revolcando en sus tumbas al ver a cualquier inútil con una espada. Su entrenamiento médico también le había servido para la batalla. Las infinitas horas que Itachi la obliga a meditar las tenía que agradecer, si había algo en lo que podía decir que era casi tan buena como Itachi era en el control de chakra.
─Agregue también dos docenas de kunai ─le pidió al encargado de la tienda de armas donde se encontraba, sacó su dinero de un bolso interno de su capa de akatsuki, pocas personas conocían a la asociación de ninjas así que no era un problema estar con ella.
─...quedó totalmente destruida, dicen que fue Orochimaru quien los atacó aliados con el kage del viento y mató al tercer hokage durante los exámenes chunnin─
Sakura no le había estado prestando atención a la conversación de los otros clientes mientras pagaba su pedido, pero cuando escucho el nombre del antiguo sannin y lo que había hecho, pagó rápido y salió del local buscando a Itachi quien ya la esperaba en la puerta.
─Lo escuchaste ─No le preguntó, solo al ver su cara podía saber que, si lo había hecho.
─Tenemos que ir a Konoha.
─¿Por qué? Su seguridad debe estar a tope en estos momentos, con la muerte del hokage también muere tu secreto. Ya nadie en la aldea sabe que sigues trabajando para Konoha.
─Porque a pesar de que sabía que esa misión era una trampa de Danzou y el consejo para acabar con el clan, quería que mi hermano viviera. Orochimaru siempre ha querido el Sharingan y algo me hace sospechar que Danzou tambien. Tengo que recordarles que no he muerto, que soy una amenaza para ellos y Sasuke tiene que recordar que debe volverse lo suficientemente fuerte para vengar a su clan. Para protegerse de cualquiera que atente contra él.—
Los ojos negros se convirtieron en rojos y las aspas del sharingan giraron, Sakura se desvaneció, en su mente apareciendo en otro lugar, calles llenas de personas muertas, niño pequeño de siete años y todas las escenas que Itachi Uchiha vivió el día que su clan murió.
