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xSouh
Burakkurōzu
18: Un ninja de Konoha
─Sakura-chan...
─Naruto-kun, ¿Qué haces aquí? ─
─Cuando escuché que Ino habló sobre alguien con el cabello rosa solo pude pensar que eras tú. Fui con Tsunade-oba-san y me dijo que estabas en este lugar. ¿Qué haces aquí, Sakura-chan? ¿Por qué estás en la casa del Teme?
La presencia de Itachi se desvaneció cuando el ninja rubio apareció. Sakura buscó su firma de chakra, estaba oculta dentro de la casa donde habían decido instalarse, si Naruto se dio cuenta de algo, no pareció demostrarlo, ya que siguió haciendo espavientos mientras hablaba.
─Buscaba un lugar adecuado para vivir. ─le dijo, esperando que la lluvia de preguntas no durara mucho más, aunque lo dudaba. ─ Creo que planeo quedarme un tiempo en Konoha.
─¿De verdad te vas a quedar en Konoha? ─preguntó, emocionado como hace tiempo no lo veía. Ese pensamiento solo llevó a que la kunoichi recordara la última vez que se habían visto.
─Si, supongo que si.-
El ambiente cambió completamente, Sakura noto de manera perfecta como el semblante del ojiazul se tornó serio, mientas veía la lucha interna que mantenía. Suspiró, sabiendo lo que venía. Mejor ahora que en el futuro.
─Sakura-chan, ¿Puedo hacerte una pregunta?
─Ya me estás haciendo una pregunta, Naruto. Pero dilo de una vez.
─¿Por qué estaba con Sasuke el día que el peleó contra su hermano? ¿Esa es la razón por la que tú vas a vivir en su casa?
El bien y el mal siempre fueron dos conceptos muy claros en la mente de Sakura, y si tenía que ser sincera con ella misma, jamás se considero uno de los malos. Entendía la ley de la supervivencia shinobi, entrenó hasta desfallecer para estar lista para todo, por eso no entendía por qué no tenía palabras para explicarle a Naruto sus razones.
¿Cómo le decía que ella pertenecía a esa organización que buscaba capturar a las bestias de colas que residían en personas como el, matándolas en el proceso?
A veces le gustaba pensar que conocía a Itachi tanto que entendía su forma de pensar. Olvidaba completamente que ese hombre se había ganado el apodo de genio desde su infancia. ¿Qué ella conociera a Naruto años atrás también fue parte de los planes de Itachi o solo estaba divagando?
La verdad estaba cayendo como piezas de domino, más rápido de lo que le gustaría. Muchas personas de Konoha sabían del regreso de Itachi Uchiha. ¿Haría Naruto una diferencia?
─Esa es una historia muy larga. ─volvió a suspirar, cansada. Sabiendo que la verdad saldría a la luz más pronto que tarde, ya no tenía caso ocultársela al rubio. Sakura sentía que, por alguna razón, ese ninja que conoció durante una sola tarde hace demasiados años se merecía la verdad. ─¿Recuerdas cuando nos conocimos?
─Claro. Fue en una pequeña aldea cuando ero-sennin y yo fuimos a buscar a Tsunade-oba-chan.
─Ese día yo estaba en una misión. Mi misión era protegerte de varias personas que estaban detrás de ti.
─-¿Akatsuki?
─No, yo soy una Akatsuki, o al menos lo era hasta hace unos meses. ─explicó, sin estar impuesta a su nuevo estatus a pesar de solo haber sido un miembro oficial de la organización por tan poco tiempo. Naruto, por otro lado, no pudo evitar ocultar su rostro de consternación.
─Pero los miembros de Akatsuki son ninjas que desertaron a sus aldeas, tú me dijiste que no pertenecías a ninguna aldea─ trató de buscar una explicación.
─Realmente yo nací en Konoha, Naruto-kun. ─soltó su segunda verdad, esperando que Naruto pudiera entenderlo. Algo en ella le hacía sentir que el rubio merecía la verdad, Sakura sentía esa sensación en el pecho de nuevo, como si lo conociera de toda una vida y pudiera confiar ciegamente en él. Comenzó a caminar por los terrenos del distrito, serpenteando entre las casonas viejas y vegetación, seguida de cerca por el rubio, que se mantuvo en silencio a pesar de las mil preguntas que pasaban por su cabeza. ─Vivía en una de las muchas casas que fueron destruidas durante la invasión, mis padres y hermano eran parte de ANBU, era normal que pasara mucho tiempo sola en casa, pero hubo una misión en especial, fue muy lejos de la aldea donde murieron. Eso no es tan extraño en la vida shinobi ¿verdad?
─Sakura-chan...
─Yo era pequeña, ni siquiera tenía la edad suficiente para entrar a la academia ninja. ¿Qué hace una niña huérfana y sin recursos? No tenía familia que pudieran hacerse cargo de mi legalmente y no quería terminar en un orfanato, no tienen la mejor fama. ─Suspiró, sin saber como había sido la vida del niño frente a él. ─Ahora que lo pienso mejor, mi decisión de irme de Konoha a otra aldea pequeña donde pudiera aprender medicina ninja no fue lo más brillante. ¿Quién sabe qué cosas pudieron haberme pasado? De cualquier forma, no llegué muy lejos sola. Conocí a Uchiha Itachi durante mi viaje, para mí fue lógico seguirlo cuando se unió a Akatsuki. El cuido de mi en todo momento y me entrenó como ninja. Konan y Pein me asignaron a una sensei que me entrenara como ninja médico con la finalidad de convertirme en la medininj de la organización.
"─No me volví una miembro oficial hasta hace un par de meses. En ese tiempo tuve la misión de guiar a Sasuke Uchiha hasta el lugar donde sería la batalla con Itachi, donde Sasuke vengaría la muerte de su clan.
─Pero Itachi Uchiha no mató a su clan por las razones que todo mundo cree. ─interrumpió Naruto, sorprendiendo a Sakura de que el tuviera esa información, ¿Tsunade le habría dicho la verdad?
─¿Qué quieres decir con eso? ─preguntó con cuidado.
─Hace poco me encontré con un Akatsuki. Madara Uchiha, aunque se hace llamar Tobi. Él está manejando a Sasuke, no entiendo bien cómo pero también a Akatsuki.
─¿Tobi es Madara Uchiha? ─ Dijo Sakura, tratando de poner las piezas del rompecabezas en su lugar para entender mejor el escenario. Además, ¿Qué hacía Sasuke con Tobi, Madara o quien fuera?
─Si, el mismo me lo confesó, y esta usando a Sasuke para fines propios, creo que busca hacerlo sentir culpable por haber matado a su propio hermano, ese hombre esta retorcido.
─Pero... ─Sakura guardo silencio, mordiéndose la lengua antes de decir que Itachi estaba vivo, pero si Marada Uchiha estaba vivo, lo mejor seria que el menor número de personas lo supieran. Bastante tenían ya con que Hyuuga, Nara, Yamanaka y Tsunade lo supieran.
─Pensé que la venganza de Sasuke terminaría cuando matara a Itachi Uchiha. ─La voz del rubio sonaba cansada, Sakura no entendía hasta qué punto estaban unidos ambos como para verlo así de abatido, pero ninguno de los dos sabía lo más importante: Itachi no murió a manos de Itachi. Lo que sea que estuviera usando Tobi para manejar a Sasuke dejaba de importar si el sabía la verdad, ¿no?
Cuando Naruto dejó los terrenos Uchiha, prometiendo que se verían pronto, Sakura se quedó sentada en el viejo muelle del lago. El agua era cristalina y calmada, con demasiados peces que se acercaron al ver a alguien cerca y no acostumbrados a los extraños en ese sitio.
─Madara Uchiha está vivo y al parecer le contó toda la verdad a Sasuke. ─susurró Sakura cuando notó una presencia conocida tras ella.
─Lo escuche, pero de alguna forma no puede ser posible, murió hace años. ─dijo Itachi, sentándose a su lado.
─¿Cómo no nos dimos cuenta? ─preguntó, conteniendo el coraje. ─Cuando lo conocí sentí algo extraño, pero jamás imaginé que fuera alguien como Madara Uchiha.
─Ni siquiera yo me di cuenta de quién era, Sakura. Pero si lo que Naruto dice es cierto, entonces deberé hablar con Sasuke directamente y aclarar las cosas de una vez por todas. No esperaba que esto pasara tan rápido, incluso pensé en vivir una vida tranquila en el anonimato de un Henge como un civil.
─¿Cómo puedes pensar siquiera eso? Tú eres un shinobi de nacimiento, uno de los mejores.
─Tal vez eso fue para lo que nací, Sakura. ─explicó de forma tranquila sin quitar la vista del agua. ─Ese era mi destino como Heredero Uchiha, me lo dijeron sin parar desde que nací... Tenía que ser el mejor shinobi, el más fuerte, el más listo. Siempre ir más allá para demostrar la valía de los Uchiha. Ni siquiera me paré un segundo a pesar en que era lo que yo quería, eso solo sería doloroso porque yo ya tenía un camino trazado.
─Pero dejaste a la aldea, eso ya quedó atrás.
─No, una vez que acepté la misión solo cambió el rumbo. Unirme a Akatsuki también fue parte de un plan, encargarme de que Sasuke fuera lo suficientemente fuerte para poder defenderse de cualquiera que quisiera hacerse del poder de los Uchiha. Quizá el hecho de que viajaras conmigo es la única decisión que he tomado por y para mí mismo. Y no, no me estoy victimizando, simplemente hice lo que se tenía que hacer, lo que en su momento creí que era la mejor decisión.
Sakura estaba cansada y sus niveles de chakra aún fluctuaban, el cielo pasó por colores rojos y violetas hasta quedar negro y llegarse de estrellas, no fue consciente en qué momento se quedó profundamente dormida, ese día había estado lleno de emociones fuertes.
Cuando regresó al estado de consciencia, estaba dormida sobre un futón acolchonado en una habitación que no conocía. Por la luz que se colaba por las ventanas y los últimos remanentes de aire fresco que invadían la primavera se aventuró a decir que aún era temprano por la mañana.
La habitación era espaciosa, con pocos muebles y un enorme ventanal, el par de hojas corredizas a su derecha podrían ser un armario. No se tomó el tiempo suficiente para descubrirlo. Salió, encontrándose un pasillo con varias puertas más y un espació enorme donde alguien ya había puesto un par de sillones con vista a una terraza. Las escaleras estaban un poco más allá y sin pensarlo caminó siguiendo el olor de pescado frito que logró que sus tripas despertaran y le recordaran que hacía horas que no comía nada.
La planta baja no era nada como ella la recordaba, no quedaba mucho de esa casa vieja y empolvada que había visto ayer. Sakura prestó atención a la sala de estar y el comedor, perfectamente amueblados, además de una cocina bien equipada.
─Buenos días, Sakura. ─le saludó Itachi, perfectamente vestido con un conjunto básico de entrenamiento mientras volteaba el pescado del sartén.
─¿Cuándo hiciste todo esto, Itachi? ─preguntó, sin esconder la sorpresa.
─Te dije que el complejo estaba lleno de cuevas subterráneas con centenares de cosas guardadas. No fue muy difícil buscar un poco para hacer de este lugar algo donde vivir. ─ explicó, sirviendo dos platos con un desayuno completo.
─Me hubieras despertado para ayudarte.
─Nada que un par de clones no puedan hacer. ─le restó importancia, colocando la mesa para ambos. ─además ocuparé tu ayuda para demoler todo lo que no es útil. Sería más fácil quemar todo, pero eso llamaría mucho la atención.
─Buscaré el pergamino del jutsu que nos ayudará a tener un bosque en toda el área.
─A comer.
─¡Ahhh! ─gritó Sakura al ver por primera vez los platos en donde estaban comiendo un simple desayuno. Ella jamás había visto un plato como ese, era de un color blanco inmaculado con pequeños relieves dorados a las orillas que podría jurar que era oro. ─¿Por qué estamos comiendo en estos platos? Parecen valer más que la misma casa.
─No creo que valgan más que la casa. ─le dijo de forma tranquila el pelinegro, mientras tomaba un par de palillos de plata. ─ pero las únicas vajillas bien conservadas eran las que todos guardaban para ocasiones especiales.
─¿Y esta bien que las usemos? Tengo miedo solo de que le queden marcas.
─No deberías preocuparte por eso, hay bastantes chucherías bajo estas tierras que seria un desperdicio de dinero comprar más.
La pelirosa no aceptó del todo esas palabras y no pudo evitar tener un poco de cuidado al comer, sus ojos viajaron por el resto el comedor, notando como de manera sutil y no tan sutil, todo parecía elegante, mostrando con orgullo el abanico rojo y blanco. Había sido fácil olvidar que los Uchiha eran uno de los clanes nobles de Konoha, no era extraño que estuvieran rodeados de riquezas, ni siquiera los años de ninja renegado que pesaban por Itachi le habían quitado el aire estoico que se esperaba del heredero de un clan.
Los siguientes tres días no recibieron ninguna visita, algo que agradecieron, ya que usaron ese tiempo para terminar de equipar la casa y ponerle una nueva capa de pintura que mucho le hacía falta. Deshacerse de todas las construcciones viejas y poco útiles fue fácil teniendo a una usuaria del elemento tierra, dejando tan solo un terreno árido que se llenó de enormes arboles y pasto gracias a un jutsu que Sakura sacó del santuario familiar.
Fue triste que no hubiera una técnica que creara el armazón 0, donde pondría su invernadero, esperaba que Konoha tuviera todo lo necesario para la construcción, por lo pronto se tuvo que conformar con poner las semillas de todas las plantas que había conseguido a lo largo de su vida. Una lastima que los pergaminos de almacenamiento no fueran buen lugar para las macetas si no ya tendría toda una colección.
Fue hasta la mañana del cuarto día cuando Naruto apareció en la puerta de su casa.
─Sakura-chan, Tsunade-oba-chan me pidió que te llevara a la torre. ─Dijo Naruto, con su sonrisa habitual, sorprendiendo a Sakura. La ultima vez que ambos habían hablado, la pelirosa había esperado que el Uzumaki no quisiera volver a verla jamás, era algo lógico para ella.
─¿Para qué me necesita? ─preguntó sin sorpresa fingida.
─No lo sé, no le pregunte. Pero vamos, también quiero que vayamos a comer ramen. ─le pidió emocionado ─hace años te dije que si venias a Konoha te llevaría a probar el mejor ramen del mundo, ¿lo recuerdas?
La euforia del rubio evitó que siguiera preguntando razones y fue arrastrada por el bosque hasta llegar al centro de la aldea, donde ya había movimiento de los aldeanos que pasaban al mercado o niños que se dirigían a la academia ninja. El sonido de risas, gritos y conversaciones por todos lados era algo a lo que Sakura no estaba acostumbrada, sus ojos querían seguir todos los movimientos, pero era algo imposible y alegre a la vez.
Naruto no se detuvo en el recibidor de la gran torre roja, saludó a muchas personas a su paso y la guío a grandes zancadas hasta la puerta de la oficina que estaba en el ultimo piso y sin tocar abrió como si fuera su propia casa.
─Oba-chan, ya traje a Sakura-chan. ¿Ves? Te dije que yo era más rápido que todos esos ANBU.
Sakura observó la oficina con ojo crítico, en el escritorio frente a ella estaba sentada la godaime hokage, sin ninguna seña de haber estado de un coma profundo hace menos de una semana, a su izquierda dos ANBU perfectamente uniformados que no movían ni un musculo y del lado derecho un hombre que Sakura no supo identificar, no estaba en ningún libro Bingo o archivo que hubiera pasado por sus manos, su semblante amable le quitaba toda muestra de hostilidad o peligro y su firma de chakra no era como ninguna a las que estaba acostumbrada en su vida. Sin embargo, había otras presencias en la sala, evitó mover los ojos para buscarlas y llamar su atención, pero eso no quitó que se concentrara en ellas.
─Nombre: Haruno Sakura. Sexo: Femenino. Fecha de nacimiento: 28 de marzo. Edad: diecisiete años. Tipo de Sangre: 0Rh+ Nacimiento: Aldea Escondida entre las Hojas. Afiliación actual: ninja renegado. Afiliación anterior: Ninja renegado, medininj de Akatsuki, Equipo: Uchiha Itachi, status muerto y Hoshigaki Kisame status muerto. Naturaleza de chakra: Desconocida. Misiones completadas: Desconocidas. Estadisticas: Desconocidas.
El silenció reinó en la sala cuando uno de los ANBU comenzó a leer un pergamino con toda la información que tenían de ella, sorprendiendo al castaño de coleta que estaba a la derecha de la hokage al escuchar su afiliación, sin embargo, no dijo nada.
─Haruno Sakura, nacida en Konoha, estas aquí para valorar tu estatus como ninja renegado y unirte a las filas ninja de Konoha.
Sakura esperaba que aquello pasara, pero no que fuera tan pronto, sabía que las sombras se estaban moviendo rápido en todo el continente, pero si Konoha estaba interesado en unirla a sus filas de manera tan precipitada solo quería decir que las cosas iban a mayor velocidad de lo que creía.
─Debido a tu edad y nivel... ─habló Iruka por primera vez, impuesto a tratar con niños pero no con casos como el de la kunoichi que estaba frente a él ─ estaría demás pedir que curses la academia ninja para convertirte en ninja oficial de Konoha de la forma tradicional, aún así debes de cumplir con los principios básicos de todo estudiante. Estoy al tanto de tus servicios a la aldea all ayudar a Hokage-sama, aún así debes de pasar un examen de conocimientos básicos y otro de aptitudes físicas.
─¿Queeeeé? ¿Tiene que pasar un examen escrito? ─gritó Naruto ─Pero ella no estudio la academia por lo que es normal que no sepa de cosas aburridas de la historia.
─La historia no es aburrida, Naruto. ─le regañó el maestro.
─No tengo ningún problema es hacer un examen de conocimientos, Naruto-kun.
Los dos adultos la guiaron hasta una sala alterna, llena de libros, con varios escritorios y sillones, la luz era la adecuada para una lectura cómoda. Uno de los ANBU le entregó un cuadernillo con el suficiente grosor para que le tardara toda la mañana en resolverlo.
Las primeras eran cosas básicas que Sakura sabía desde antes de dejar Konoha, un poco de historia, ciencia, matemáticas y geografía. Conforme pasaba las hojas las preguntas de teoría de sellos, ninjutsu y genjutsu aumentaban de dificultad. Había otras de evaluación psicológica, en esas estaba perdida, nunca le interesó mucho esa rama. Ella desconocía el nivel que tenía que tener un estudiante de academia, pero estaba segura que eso sobrepasaba los límites, confirmó que la estaban probando cuando comenzaron a aparecer preguntas sobre medicina ninja y jutsus médicos, revolviendo anatomía y fisiología con problemas aritméticos.
Pensó en contestar de forma errada, pero serviría de poco teniendo en cuenta que ya había logrado hacer algo que ninguno de los medininj de la aldea habían podido. Tachó respuestas incorrectas de forma intencional en la sesión de genjutsu avanzado y sellado, aprovando perfectamente el resto.
Tardaron dos horas para entregarle los resultados, ese ese tiempo la habían puesto a prueba mostrando jutsus básicos y atinando dianas con distintas armas. El sol estaba ocultándose cuando finalmente la llevaron de nuevo a la oficina del la hokage.
─Has aprobado satisfactoriamente todas las pruebas que se te han puesto, Haruno-san. ─le dijo Iruka, sonriendo al lado de la godaime.
─Yo, Tsunade Senju, Godaime Hokage de Konoha, te entrego este protector símbolo de que eres gennin oficial de la aldea.
─¡Si, Yo sabía que podías hacerlo, Sakura-chan!
─Tu no creías que podía pasar el examen escrito, Naruto-kun.
─Lárguense los dos ahora mismo, necesito descansar.
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─Con la puntuación que sacó en el examen escrito pudiera entrar incluso a ANBU. ─habló Hiashi Hyuuga, sentado en uno de los asientos que confirmaban la gran mesa redonda donde estaban los lideres de los principales clanes de Konoha junto a un hombre de chaqueta de cuero negra.
─Pasó el examen psicológico, puedo estar casi seguro de que no es un peligro para Konoha. No si mantenemos a Uchiha Itachi con nosotros. ─ susurró Ibiki Morino, con la vista en los papeles de los resultados del examen.
─Por ahora estamos en lo correcto en mantenerlos de nuestro lado. ─ esta vez fue el líder del clan Nara quien habló, mostrando una sonrisa tranquila característica en él. ─ Eso elimina a dos probables enemigos.
─No te olvides del otro Uchiha, con la nueva información obtenida, Uchiha Sasuke vendrá a su hermano. ─predijo Inoichi Yamanaka. ─ y será un arma menos de Uchiha Madara.
─Tendremos que seguir trabajando sin que el consejo se de cuenta. ─terminó Tsunade, que había reunido a los clanes después de leer el reporte de misión de Uchiha Itachi días atrás, por ahora tendría que confiar en ellos. Ella no podía luchar sola contra Homura Mikotaddo y Koharu Utatane, aunque Danzo ya no estuviera, pero ni siquiera el consejo de ancianos de Konoha se levantaría contra los líderes de los clanes.
