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xSouh
Burakkurōzu
39: Hermana
Kakashi sacó una mano de los bolsillos de su pantalón, la piedra era suave contra sus manos llenas de callos por la vida que habían llevado. Perdió la cuenta de las veces que sus dedos delinearon esos nombres en busca de calmar las pesadillas que sabía que tendría en cuanto se quedara dormido.
La reputación que cargaba en su espalda era de temer, ni siquiera se molestó en llevar la cuenta de las personas a las que había matado, las misiones horrorosas que hizo después de unirse a ANBU, seguir las normas, un bien mayor. La voluntad del fuego.
Pero Obito no murió ese día, él se dio cuenta de la basura de compañero de equipo que fue, jamás se podría perdonar por lo de Rin.
Él fue el culpable de que alguien como Obito se convirtiera en Madara.
―Kakashi-san. ― lo interrumpieron, tomándolo por primera vez en muchos años con la guardia baja.
―Itachi-san ― se incorporó, con la espalda demasiado recta para fingir su pose despreocupada tan característica.
― ¿Regresando de misión? ― preguntó, volteando al oriente, los primeros destellos de luz comenzaban a asomarse. Era un escape fácil, algo en el Uchiha le hacía sentir empatía por el hijo del Colmillo Blanco, su plan no era aumentar la incomodidad en el ambiente.
―Pequeños ajustes después de todo lo ocurrido. ― dijo con voz cansada, metiéndose de nuevo en la máscara de tranquilidad. ―Naruto vuelve hoy, no le gustará saber que se perdió toda la diversión.
―El plan era que no se desatara una guerra, creo que el trabajo fue decente.
―Aún te falta conocer un poco más a Naruto. ―rio bajo la máscara el peliplata. ― El drama es parte de la vida de ese niño desde que nació, Minato-sensei no debió de ponerle el nombre de un personaje de las novelas de Jiraya-san.
―Hay personas que nacen para ello. ―estuvo de acuerdo, aunque el dato sobre el nombre del rubio no era algo que ya sabía pese a los libros de información de los jinchuriki que manejaba Akatsuki. ―La historia necesita héroes, aunque la mayoría de los eventos pasen tras bambalinas y nunca sean narrados.
―No recordaba que fueras tan inspirador, Itachi-san. ―se burló de juego, sin poder evitar traer a la mente esos días de su juventud cuando el Uchiha se unió a ANBU.
―La edad, Kakashi-san. La edad. ―Suspiró.
― ¿Conociste a Obito en tu tiempo en Akatsuki? ―por fin se animó a hacer la pregunta que tenía minutos en su mente.
―Tobi no era Madara, pero tampoco era Obito. ―Itachi pensó muy bien las palabras que quería decir ―Había más de Orochimaru en su ser que cualquier Uchiha. Las personas se olvidan que esta villa también fue fundada por un Uchiha, por muy viscerales que ambos pudieran ser, no dejaba de ser su hogar.
―hmn…
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―Sakura, eres un gennin. ―le dijo con voz seria Tsunade Senju, sentada en su escritorio con la barbilla sobre sus manos apuñadas.
―Si… ― estuvo de acuerdo Sakura, sin entender el hilo del pensamiento de su maestra, bueno, lo que realmente no entendía era por qué la había mandado llamar un fin de semana a las cinco de la mañana solo para decirle eso.
Su cuerpo aún estaba cansado después de la pelea con Kabuto dos días atrás, sus músculos y mente pedían descansar al menos hasta que el sol saliera, pero al parecer su Hokage tenía otros planes.
―Bueno, mi aprendiz no puede ser solo un gennin. ―explicó, como si fuera lo más obvio del mundo.
―Estoy segura que esta confesión hubiera tenido la misma intensidad dos horas más tarde. ―se quejó, bostezando.
―No es momento de descansar cuando hay tanto que planear, niña. ―la regañó, buscando entre los papeles de su escritorio uno que estaba firmando con el sello del Kazakage. ―Los exámenes chunnin están a la vuelta de la esquina, y tú ocupas un equipo para poder participar.
― ¿No puedo ir como participante independiente? ―preguntó, prestando más atención.
―Eso no existe, Sakura. ― le mostró el pergamino. ―Es en Equipos, representados por un jounnin-sensei.
―No tengo un sensei, ni compañeros.
―Bueno, ya pensé en eso. ―sonrió. ―Tu y Uchiha Sasuke irán como equipo de dos, Uchiha Itachi será su Jounnin sensei.
― ¿Puede haber equipo de dos? ― cuestionó, aunque realmente no quería saber la respuesta.
―Se hacen excepciones cuando algún miembro del equipo muere o ya fue promocionado. Ahora vete a entrenar o algo, tengo mucho que hacer antes de que el contingente tenga que salir a Suna.
― ¿No es muy cruel de su parte hacer eso, Tsunade-sama? ―preguntó Shizune, entrando a la oficina después de que la pelirosa saliera por la ventana.
― ¿A qué te refieres, Shizune? ―esquivó la pregunta, sacando una botella de Sake de los cajones del escritorio, aun ni siquiera salía el sol, pero acababan de evitar una guerra, eso era algo para presumir, se lo merecía.
―Cuando Naruto defendió a Konoha durante el ataque de Pein, usted solicitó al consejo de clanes una promoción de rango para él; después de lo que Sasuke-san y Sakura-san, junto a Itachi y los demás hicieron, usted podría hacer lo mismo por ellos.
―Es más difícil cuando se trata de dos ninjas que han estado fuera de Konoha tanto tiempo. ―se excusó.
―Naruto también estuvo fuera de Konoha por tres años. ―agregó ―Lo que usted quiere es mandar a tres de sus mejores ninjas a hacer pedazos a todos en un examen internacional.
―Si lo pones así, suena mejor. Los otros países deben de ver que Konoha es fuerte, pensarla dos veces antes de actuar, y aunque nuestros lazos sean fuertes, no está de más recordárselos de vez en cuando. ―rio, tomando un trago de la bebida. ―Tienes una mente cruel y analítica, Shizune.
―Usted no tiene lucha.
―Esos dos viejos se creen muy listos. ―le dijo a la pelinegra, recordando a los dos hombres viejos. ―De vez en cuando debemos recordarles su lugar.
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Cuando regresó a casa, supo que su cuerpo ya no la dejaría dormir más, ni siquiera hizo la lucha. Brincó entre los arboles del nuevo bosque hasta llegar a la orilla del lago, caminó por el pequeño muelle de madera y se sentó en el borde, cruzando sus piernas en una posición de meditación.
Los sonidos del viento moviendo las ramas de los árboles sonaba lejano, trayendo aire que durante las mañanas era fresco e indicaba que la estación estaba cerca de cambiar.
― ¿Fuiste a hablar con Anko-san y Yamato-san? ―le preguntó a Itachi cuando sintió su presencia lo suficientemente cercana como para que pudiera escuchar su voz.
―Si. ― fue todo lo que dijo por dos minutos completos. ―Yamato fue de ayuda con la información sobre el laboratorio, pero no recuerda mucho de esos años.
―Eso es lo mejor. ― suspiró, no queriendo ni imaginar que tipo de memorias podría tener una persona que vivió para contar las atrocidades que hacía ese hombre. ―La muerte de Tobi no es el fin para el legado de Orochimaru, pero creo que Kabuto puede hacer un buen trabajo con Oto.
― ¿Por eso no lo mataste? ―cuestionó, sentándose junto a ella, la punta de sus sandalias ninja podían tocar la superficie del agua, cosa que llamó la atención de los peces, acercándose a buscar comida.
―En todos estos años, encontramos más mierda enterrada en esta aldea, la que se supone que es la buena Konoha, donde viven los ninjas que tachan de blandos, que en Akatsuki, la organización criminal más peligrosa del mundo. No veo porque ellos no puedan merecer su segunda oportunidad.
―La vida no siempre es justa para las personas. ―le dijo el Uchiha, recordando su platica matutina con Kakashi, podía entender como se sentía el hombre.
― ¿Ya sabes que has sido nombrado Jounnin sensei? ― cambió el tema, dejando caer sus pies al agua y chapoteando con las sandalias ninja, cualquiera que la viera pensaría que era solo una adolescente civil perdiendo el tiempo en una plática casual.
― ¿Sensei? ¿De quién? ―soltó, sin saber si la muchacha le estaba haciendo una broma o no.
―Al parecer Sasuke y yo necesitamos un sensei para poder presentarnos a los exámenes Chunnin, y tu vas a hacer ese papel.
― ¿Básicamente me tengo que encargar que tu y Sasuke no sean abusivos con los pequeños gennin recién graduados?
―Por la forma en que lo dijo Tsunade, creo que quiere exactamente lo contrario. ―rio, dejando fluir chakra en las plantas de su pie, creando ondas por toda la orilla.
―Entonces quiere que cuide que dos adolescentes sobre capacitados para el examen no vayan a hacer escenas románticas bochornosas en otras aldeas. ―dijo, quejándose de su mala suerte, aunque eso solo era una actuación, lo que quería era no perderse la cara roja como tomate de Sakura, la kunoichi empezó a mover las manos de forma exagerada en un intento de negar todo.
―Yo… eso no es cierto, es mentira. ―
―En ese caso necesito que vuelvas a checar mis ojos, quizá estoy perdiendo la visión de nuevo, porque eso fue lo que me pareció ver.
―No es cierto, no hubo ninguna escena romántica bochornosa. ―aclaró, con las mejillas sonrojadas.
―Sabes que no habría nada de malo si así fuera, ¿verdad? ―le hizo saber, dándole un golpecito con los dedos en la frente.
―S-si…Tienes que dejarlo que Sasuke te lo diga, y hacer que sea mucho más vergonzoso que esto. ―pidió, con las mejillas infladas y los brazos cruzados sobre el pecho.
―Siempre te vi como mi hermana pequeña, pero supongo que ahora serás mi hermana pequeña.
― ¿Vas a querer que te diga Itachi-nii-san?
―Imoto baka…
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FIN
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