Fic

Anhelado Amor

Por Mayra Exitosa

Para Albert, la vida había cambiado al toque femenino que su hermana daba en la casa, ahora eran los sirvientes enviados por el asistente administrador poco mal humorado de Johnson que antes solía ser cortes y amable, estaba serio iracundo y obediente, esto último su cualidad más natural, pero en lo otro, parecía echar de menos a su hermana poco más que él, también esto era notorio por parte de William padre, quien había notado cierto apego de su asistente a su hija, a estar como un gato observando y ligándola a la distancia, ahora que por fin la había casado, sabía que era lo adecuado, su hija merecía un hombre de recursos, ya si no la podía casar con alguien de la nobleza por no tener derechos a aspirar a esos títulos, al menos la casó con un hombre de visión y de recursos ilimitados a los que su hija estaba acostumbrada.

- Papá, tengo una idea para aprovechar el viento en una maquinaria. - ¿El viento? ¡interesante! Hablemos de ello, hijo, dejemos a Johnson meditar su inconformidad. Este levantaba el rostro y avergonzado por hacer que su jefe se diera cuenta de su tristeza, meditaba que no era adecuado y si ya lo había notado, significaba que sabía porque se encontraba triste.

En la mansión Brown, Rosemary se adaptaba a su nuevo hogar, no fue fácil convertirse en esposa, de un hombre completamente desconocido, más era atractivo, aunque tenía una pequeña hija y había enviudado recientemente, había sido delicado y cuidadoso con ella, la colmaba de atenciones y su amor por las rosas al solo expresárselo, fue multiplicado alrededor de toda la casa solo por confirmar que adoraba la estirpe de flores del lugar. - ¿Querida te sientes incomoda? - No, solo meditaba. - ¿Podrías acompañarme a nuestras habitaciones? - ¿pero si es de día, mi señor? - Para tu marido no hay horario al estar con su mujer. - Como guste.

Avergonzada por haber insinuado que él debía adaptarse a un horario nocturno, Rosemary se dirigía a sus habitaciones, seguida por su esposo, quien entraba tras ella, cerrando fervientemente sus habitaciones y tomando a su mujer a todas horas, estaba más que evidenciado del placer que sentía por su nueva esposa que no tenía limites, y si esa tarde debía estar mucho tiempo por parte de noche en una de sus inversiones, descansaría junto a su mujer lo más que pudiera para poder estar libre a las horas que requería estar observando su trabajo para sacarlo adelante ahora que tenía maquinaria a toda velocidad que pudiera multiplicar en horas lo de semanas.

Para Rosemary convertirse en esposa, fue nuevo, ser rodeada de lujos y regalos no lo era tanto, más esa nueva costumbre de complacer a su marido en horarios variados y que ambos se permitieran estar con las cortinas cerradas y su cama igualmente encerrada en completa desnudez era algo que a petición de su esposo gozaba de habilidad para darle a ella goces inesperados de los que al comienzo en silencio, y a petición de él podía realizar cualquier ruido siempre y cuando fuera exclusivo en sus habitaciones y sin que nadie se diera cuenta.

Rosemary fue la alteración de los planes de Brown, pues esa mujer no le ponía limites, ni se inventaba jaquecas o mostraba alguna dificultad ante su posición de complacer a su marido, todo esto debido a que la joven había sido educada por una mujer mayor y no su madre, no tenía indicaciones de negarse a nada y siempre estaba disponible para él, mientras que su anterior esposa se ingeniaba excusas para no hacer nada indebido, Rosemary le obedecía en todo a este a tal grado que podían hacer en ella todo cuanto se le ocurriera, mientras ambos se ocultaban de contar o mencionar cualquier detalle que era solo para ellos y de exclusividad marital. - ¿Podemos hacer eso, mi Señor? - Podemos, pero no debemos decirlo a nadie querida. - ¡No podría! - No, es solo entre usted y yo. Y nadie jamás debe saber lo que hacemos nosotros a solas en la intimidad de nuestras habitaciones.

La joven Rosemary quedo embarazada muy pronto y de ese embarazo dos pequeños con una edad de tres años y medio de diferencia de su hermanita mayor llegaban al hogar Abraham y Alexander. Un par de mellizos tan parecidos a sus padres, solo que Alexander tenía el cabello castaño mientras Abraham lo tenía rubio.

Para Candy ser la hermana mayor y tener como madre a Rosemary fue natural, ella no recordaba en nada a su madre Madeline, hasta que llegaba su tío y su abuelo a visitarla y se daba cuenta de que Rosemary no era su madre y era su madrastra, lo cual al tener a dos herederos de Anthony, este la sobre cuidaba y mimaba de todo cuando de protegerla de la vista de otros hombres se trataba, mucho más de la llegada de su ex cuñado y su ex suegro al haber fallecido su hija, la única conexión con él era su hija mayor a la que le traían regalos de sus andanzas. Candy recibía vestidos, muñecas de trapo enviadas por su abuela materna y detalles que cada cierto período llegaba recordándole que ellos también eran su familia y aunque su madre ya no estaba, sentían que en ella a la única mujer que formara parte de los Mc Curie.

Candy se desarrollaba sana y feliz eso a la familia de Madeline fue grato, pues la niña parecía hija de la nueva esposa de Brown y no le hacía ningún desprecio, por el contrario, la trataba como suya y lo habían constatado en muchas ocasiones. - Padre Candy será tan hermosa como la esposa de Brown, no tiene la agilidad y rebeldía de Madeline. - ¿Lo crees hijo? Yo lo dudo, esa niña aun no muestra su sangre ardiente y habrá que verla cuando sea mayor, ¿ya viste su rostro? - Si, su mirada es igual a la de mi hermana. - Y sus pecas muestran que ella dejo una niña linda como el cachorro de un tigre, bellos de pequeños, pero con garras y valientes cuando son grandes. - ¡Oh Papá! Si mamá pudiera verla. - Ya no está, hijo, ya no está, pero desde el cielo al igual que tu hermana, la cuidan. Ahora vámonos, Candy estará bien.

La familia de Madeline no era de altos ingresos, lo único es que eran muy unidos y Madeline se había enamorado de un inglés, mientras ellos eran irlandeses, para ellos tener a la pequeña lejos era visitarla y buscar la manera de que algún hombre de sus tierras la conociera y la llevara de nuevo a su hogar, por lo que el abuelo meditaba que la educación de su nieta no era como la de sus nietos varones, sino el de una dama inglesa. Sabía que ese tipo de educación era muy difícil de enlazar con un hombre como ellos, por lo que la niña tenía detalles de los Brown muy firmes y no creía que hubiera la posibilidad de tener de nuevo a su nieta en Irlanda.

Continuara...


La mujer Irlandesa en aquella época demostraba su apego a su familia y el amor a la libertad,

mientras que la mujer inglesa tenía una educación muy detallada dependiendo de los padres y sus posibilidades

Esperando sea de su agrado, continuamos con esta y más historias

Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa