CAPÍTULO 11

ENTREGA DE AMOR

MANSIÓN CROWNGUARD
ESTUDIO PERSONAL
03.00 PM

Tía y sobrino estaban hablando de Lux, aprovechando que esta no se encontraba en casa. A Tianna esas salidas por trabajo de los iluminadores no le gusta, pero no puede entrometerse en esos asuntos, confía en su sobrina y espera que no esté haciendo nada indebido.

-Tía ¿hablaste con mis padres? -curioseo el líder de la vanguardia.

- Sí aceptaron Garen, dieron su aprobación para que Lux se case con Jarvan - explicó la rubia.

-Sabía que mis padres caerían en la razón - agregó el castaño.

-Según se Augatha y Pieter no saben nada sobre Lux, ellos aceptaron por la posición política y económica en la que nos pondría un enlace con la familia real - ellos buscaban protección para Lux, pero sus padres se vieron tentados por el poder que les daría.

-En tu última carta me contestaste lo que pasó con Lux en la fiesta de Jarvan, habíamos quedado que, si ella volvía a usar magia, actuaríamos a nuestra manera, pues ha llegado nuestro momento - dijo Tianna.

- ¿Qué quieres que haga tía? - pregunto Garen.

-Mañana mismo irás al castillo, hablarás con el príncipe y le darás la mano de Lux en matrimonio, el rey ya lo sabe y quizás ya hasta se lo haya dicho a Jarvan IV - ordenó la mujer.

-Así será tía - contestó el hombre con pesar -Lux nos odiara por esto.

-Recuerda Garen lo hacemos por su bien, en el futuro nos agradecerá - comentó Tianna sintiendo el mismo sentimiento que su sobrino.

Algo le decía al castaño que su hermana no tomaría bien esta noticia y lo peor se ganaría su odio para siempre.

_ / / _

CELDA DE SYLAS.
03:30 PM

Dos personas se encontraban en medio de una celda, dos hombres para ser más específicos, uno de ellos de aproximadamente 45 años y el otro en sus plenos 30, la tensión era palpable en el ambiente, ninguno estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

En el centro de ellos, se podía ver un tablero de ajedrez, quedaban pocas piezas, sus miradas estaban fijas en el otro, como esperando cuál sería el siguiente movimiento del otro.

La verdad es que no se podía decir cuál de los dos era mejor, ambos han tenido buena racha y llevan casi el mismo número de victorias.

-Es tu turno Dave, te estoy esperando - dijo el pelinegro muy serio.

-Dame un momento que estoy nervioso, nunca pensé que fueras tan bueno en esto - mencionó el soldado, viendo el tablero.

-Y eso que tú me enseñaste, porque en realidad nunca lo había jugado - confesó Sylas.

El hombre hizo una jugada diagonal y con esto se retiró dándole el turno a su acompañante.

-Déjame decirte mi buen amigo Dave que ese movimiento que acabas de hacer fue tu perdición - el encadenado movió una pieza y destruyó su rey.

-Jaque mate, he ganado - el pelinegro se cruzó de brazos.

Dave vio el tablero y después a Sylas que tenía una expresión burlesca, lo derrotó muy fácil como no lo vio venir.

- ¡Mierda! acepto mi derrota y admito que aprendes muy rápido muchacho - elogió Dave riéndose -Pero en fin ya regresó, últimamente a esta hora es que la señorita Luxanna aparece.

El hombre se levantó y se fue dejando a Sylas solo, a los pocos minutos Dave regresó acompañado de la rubia.

El corazón de Sylas, bombeo con mucha fuerza al verla, ella despertaba en él tantos sentimientos, ella era su luz en la oscuridad.

A Lux le extrañó la escena, no pensaba que esos dos se llevarían bien, al menos cuando ella no pueda venir se entretiene con Dave jugando.

-Bueno yo me retiró, hey muchacho me debes la revancha, no pienses que esto se quedará así - dijo el soldado señalando lo con el dedo.

-Te estaré esperando - contestó este.

Dave recogió el tablero y se marchó dejándolos completamente solos. Lux al percibir que el hombre se fue no dudó en saltar a los brazos de su amado y darle un gran beso.

-Tal parece que ya no soy tu entretenimiento - Comentó ella un poco burlesca.

-Tu siempre serás la mejor lucecita - Ella se echó a reír.

-Al menos cuando no estoy, no la pasas aburrido, además me alegra que no tengas un relación tensa con él, al contrario, es nuestro cómplice y hay que llevarnos bien - decía la rubia mientras se quitaba su típica capa, bolso de lado y tomaba asiento.

-Bueno digamos que él me propuso llevar una buena relación y la verdad no estoy en posición de objetar nada, aquella vez me defendió y le estoy muy agradecido por eso - él se sentó junto a la rubia.

A este punto ya han transcurrido casi 5 meses desde que Lux conoció a Sylas y comenzó todo este rollo de las visitas. El tiempo ha corrido muy rápido, les ha hecho aprender mucho sobre la vida y sobre ambos.

-Oye Lux quisiera hacerte una pregunta... ¿Por qué dejaste de venir en las noches? - curioseo

-Es porque mi tía y mi hermano están en casa y una noche de estas me fui muy tarde y no esperaba que ella estuviera en casa me indago con muchas preguntas, obvio le mentí, así que decidí cambiar el horario mientras ellos están en casa - contestó ella.

-Entiendo, y si mejor dejas de venir por un tiempo, para que no sospechen sobre tu visitas - propuso Sylas.

- ¡No!, Les he dicho que mis salidas se tratan de trabajo, ellos viven muy encerrados en su mundo para preocuparse por simples detalles como lo son mis salidas - no era un misterio para el Sylas que su familia es muy ocupada, ella misma le ha dicho que no ve muy seguido a sus padres, que su hermano siempre está de misión, por eso la mayor parte del tiempo está y vive sola -Pero, en fin, no me gusta hablar de mi familia, no quiero incomodarte.

-Ya hemos hablado de eso Lux -fue el simple comentario que hizo él.

Es verdad ya antes se habían propuesto que no hablarían sobre la familia de la rubia.

Lux se acercó más a él y se recostó en su hombro y suspiró un poco melancólica.

-A veces quisiera poder hacer algo más por ti Sylas, quisieras recompensar todo el daño que mi tía te ha hecho, pero lamentablemente no puedo, lo que más deseo darte me es imposible - ella tomó su brazo y puso mucha atención a sus grilletes.

-Lux, no aspiro a tener libertad porque sé que es imposible, no a menos que surja algún cambio en Demacia en pro de nosotros pero, la verdad ya no me aferró a ninguna esperanza, hace mucho dejé de tenerla, incluso en un tiempo deseaba morirme, el pensamiento suicida paso por mi cabeza, pero no tenía valor para hacerlo, tu presencia aquí es lo mejor de estos 15 años encerrado pero no representa una esperanza en mi vida - aunque eso último sonará duro y cruel, Lux entendía perfectamente su significado.

-Me gustaría poder hacer algo por nuestra gente, pero soy una cobarde, tengo miedo y no puedo hacer nada, pero si algún día pudiera hacer algo, lo haría pensando primeramente en ti, tú eres mi prioridad - ella dijo esto tomando su rostro haciendo que la viera.

-Lux no quiero pensar en el día en que tengas que irte y no regreses más, ese día me dejaras roto por dentro - actualmente ese era el peor miedo del hombre.

-No pienses en eso, porque no pretendo dejarte Sylas, el tiempo que he pasado aquí, ha sido el mejor de mi vida - ella le dio un lindo besito en su mejilla -No pienses en el futuro y solo disfruta el ahora.

Lux acunó su rostro con sus manos lo acercó a su rostro y le dio un beso muy tierno, mismo que fue correspondido por el hombre. Sylas la empujó un poco haciendo que terminará acostada en el muro, él tomó cada una de sus piernas por separado y le saco sus zapatos.

Se colocó encima de ella y la besó con amor, cariño y más adelante con deseo, que no era para nada reprimido, Lux tomo su mano derecha y la guío por debajo de su vestido para que él tocará sus piernas y caderas a gusto suyo.

En el poco tiempo que habían comenzado sus encuentros algo candentes, aprendieron mucho de ambos, que lugares les gusta que toquen y besen, él había descubierto que a ella le encantaba que dieran mucha atención a sus piernas, vientre y costado de sus caderas, la ponían en extremo mojada, él más que nadie lo sabía.

Ella por el contrario encontró que, a pesar de verse como un hombre duro, amaba el contacto que ella le proporciona, quién imaginaría que ese rudo hombre gozaba que le dieran extrema atención en su cuello y detrás de sus orejas por no decir que también le gustaba cuando ella tocaba su miembro y en algunas ocasiones siendo más traviesa y sensual le había practicado sexo oral, acción que lo hizo volverse más loco por ella.

En medio de su desenfrenado beso él desató las cuerdas traseras de su vestido mientras besaba su cuello, tocaba sus piernas y frotaba su dura erección contra su centro.

Lux se despegó de su beso, y tomó su mejilla derecha para poder verlo frente a frente.

-Sylas toma de mí lo que quieras, si mi presencia te trae felicidad, entonces que mi cuerpo sea tu templo - era la única forma de poder reconfortar su alma herida.

-Lux, yo no quiero mancillar tu inocencia - dijo él.

-Estoy segura de lo que quiero y es lo que más ansío en este momento, quiero que me hagas el amor, ¿Estás nervioso? Yo también lo estoy, pero como te dije la vez pasada solo me dejó llevar por mis deseos. ¿Acaso no me deseas? - preguntó Lux un poco dudosa de sí misma.

-Tengo miedo de lastimarte, nunca he hecho esto y temo que por seguir mis oscuros deseos te haga daño - expresó él con mucho amor en su tono de voz.

-Él dolor es inevitable, es normal, y... ¿hacerme daño? Yo sé que nunca lo harías - agregó la rubia enternecida por sus palabras

-Mi hermosa rubia de ojos bellos te he dicho alguna vez ¿que eres la mujer más linda que haya visto en mi vida? - mencionó él trazando patrones invisibles en su cuello

-No, nunca me lo has dicho -contestó ella riéndose de su frase cursi pero que en el fondo le gustó.

-Pues ya lo sabes - su rostro cambió visiblemente y se apartó de ella tomando asiento -Lux está lúgubre celda no debería ser el sitio en el cual te conviertas en mujer, te mereces un mejor hombre, que te ofrezca todo a lo que estás acostumbrada, pero, soy egoísta y no soportaría la idea que otro te toque de la manera en la que lo he hecho, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.

La rubia se incorporó y se agachó enfrente suyo tomando sus manos entre las de ella.

-Él lugar es lo de menos, no me importa, sino la persona a la cual estoy a punto de entregar lo más valioso para una mujer, yo quiero que sea contigo, quiero que me hagas tuya hoy y todos los días siguientes ¿Por qué?... Porque te amo Sylas - confesó por primera vez -No tienes que decirme nada, yo sé que expresarte te es muy difícil y lo entiendo.

Él no supo qué decirle, de verdad deseaba decirle que la amaba, pero tenía un nudo en la garganta, lo único que podía hacer era expresar con acciones su amor por ella.

-Solo ámame y déjate amar Sylas - Lux se puso de pie e hizo que él lo hiciera también se dio la vuelta terminó de soltar su corsé y bajó el zipper de su vestido dejando al descubierto la piel blanca de su espalda a la vista del hombre.

Ella siempre lograba encenderlo con simples detalles, poseerla es lo que más ha deseado, acaso no sabía que podría levantar las pasiones más oscuras de un hombre, su belleza y tratos hacia él eran comparable a la de una diosa.

La abrazó por la espalda besó sus hombros y cuello expuesto, mientras bajaba su vestido rojo con ayuda de ella hasta que esté tocó el suelo dejándola solo con unas bragas blancas, la tomo de sus nalgas, la levantó del suelo e hizo que enredara sus piernas alrededor de sus caderas.

Sería lo más delicado posible, podría en práctica lo poco que ha escuchado y leído sobre el sexo, iría despacio, extendería el momento hasta que ella estuviera preparada.

Al poco tiempo ambos estaban acostados en el suelo encima de una cobija besándose y acariciándose, esa celda sería el testigo de su primera muestra de amor carnal.

Los gemidos iban y venían por parte de Lux al sentir los labios del hombre besar y morder su sensible cuello, ella guío su cabeza hacia sus pechos, amaba sentir su boca succionar sus pezones hasta ponerlos duros.

-ahh, ahh - gimió ella sintiéndolo chupar y morder sus montículos, mientras su mano izquierda apretada el otro, siempre se había sentido opacada por el tamaño de sus pechos, los creía pequeños, pero tal parece que él los adoraba.

Sus gemidos eran música para los oídos del hombre, al principio eran movimientos tímidos y permisivos entre ambos, ahora nada de eso existía. Ella siempre ha sido muy sensible, bulliciosa y se dejaba hacer y bueno a él le encantaba tocarla y experimentar juntos lo que leían en libros.

Después de darle atención a su preciosos pechos, sus besos bajaron a su costillas, siguió el recorrido a su vientre donde también le dio la atención necesaria lo llenó de besos y mordidas, continuó hasta que boca se topó con su única prenda.

Busco su mirada y el fuego de la excitación se podía ver en ellos, era muy atrevida y sexy para sus ojos, ella mordió sus labios inferiores de un manera tan sensual que provocó más sensaciones carnales en él. Se arrodilló, tomó el borde de su bragas y se las quitó antes de lanzarlas lejos se llevó la tela a su nariz para poder degustar de su olor afrodisíaco, agarró su tobillo derecho beso, mordió, apretó y acarició ambas pierna hasta la parte blanda.

Evitaba su intimidad, quería alargar este momento todo el tiempo que pudiera.

Para Lux todo esto era una tortura, se moría porque él la saboreará y la tocará más profundamente, ella podía sentir la humedad que la aquejaba, su deseo por sentirlo dentro suyo la estaba matando.

Llevó sus caricias a los laterales de sus caderas y pelvis, sabía que era uno de sus puntos erógenos, haría que lo gozará y los disfrutará, y así lo hizo sus labios atacaron con mimos esas áreas estremeciendo a la rubia gimiendo en voz baja y arqueando su espalda para él.

Se volvió contra ella tomando su boca, explorando su cavidad bucal con su lengua, su mano derecha realizó un descenso a su centro y dos de sus dedos acariciaron lentamente su punto de placer, encontrándola mojada por sus anteriores caricias, inmediatamente las piernas de ella se abrieron aún más.

Sylas amaba sus expresiones y gemidos, lo invitaban a continuar, verla cerrar sus ojos y echar su cabeza hacia atrás lo llenaba de vigor. Había aprendido por parte de ella a tocarla en los lugares donde más le gustaba, sus pequeñas manos lo habían guiado e instruido.

Aprovechando su erótica posición, atacó de nuevo sus pezones, chupándolos fuertemente, solo para escucharla quejarse más alto y tomar su cabello y jalarlo más hacia ella, descendió por su cuerpo hasta toparse con su divino y hermoso lugar, no tenía otras palabras más con que definirlo, ella siempre estaba preparada para él, húmeda y sin vello alguno, aunque lo presentará, lo amaría de igual forma.

-Sylas por favor - su mirada y tono suplicante, delataba su desesperación por ser probada

Y el más grande deseo de Lux se hizo realidad su calidad lengua se paseó en su intimidad, chupaba y besaba su lugar más íntimo, no pudo evitar arquearse y agarrar su cabello con ambas manos para mantenerlo en su lugar.

Para el pelinegro saborearla era el paraíso, era delicioso degustar de su sabor, aunque al principio extraño, fue amándolo encuentro tras encuentro, él mantenía su mirada pervertida en ella, no podía verla a la cara, pero si veía sus pechos mismos que apretaba de vez en cuando.

Su humedad se hizo aún más presente en ella y junto a eso sus gemidos se volvieron más fluidos y altos, su cabello era sostenido ahora por una de sus manos mientras la otra estimulaba sus pechos, todo a la vista del hombre

Metió uno de sus dedos y la sintió estremecerse, quizás por incomodidad, pero necesitaba prepararla, por los dioses él tenía mucho miedo, quería causarle el menor dolor posible. Lux sintió algo raro cuando un dedo suyo entró en ella y se puso rígida, pero al instante se relajó, sabía por boca de otras mujeres que no debía de estar tensa, sino al contrario

Así que la rubia se dedicó a sentir cada pedacito del dedo que la invadía y a entregarse a la deliciosa sensación de ser tocada por un hombre que la deseaba con mucha pasión, nunca imagino lo rico que se sentía ser probada y penetrada al mismo tiempo. Otro dedo la invadió y no pudo negar que le dolió un poco, al igual que la vez anterior se relajó, ahora la sensación era más concentrada y por qué no, más placentera, al cabo de los minutos algo caliente se comenzó a formarse bajo su vientre, sus jadeos se convirtieron en casi sollozos, arqueo su espalda, su mano derecha agarro el cabello del hombre acercándolo más a su intimidad y con un grito alcanzó su ansiado orgasmo.

- ¡Ah, ah, ah! - su mano izquierda arañó el suelo de la celda y apretó la cobija bajo de ella.

Como apretaba sus dedos era una clara señal que estaba cerca de su final, ya antes había logrado que ella se viniera de esta forma, le había enseñado en donde debía tocarla y lamerla para que alcanzará su clímax, pero nunca había tenido la osadía de empujar dos de sus dedos adentro de ella.

- ¡Maldición! Adentro está muy caliente - pensó, ya se imaginaba la sensación de su pene siendo envuelto por ese calor abrasador.

Cuando su cabello fue fuertemente agarrado, puso más empeño a su labor, su lengua se movía a todas direcciones: abajo, arriba, a los lados, en Zig zag, chupaba y lamía su punto con una devoción, mientras que sus dedos entraban y salían de su cueva, quería verla entregarle su orgasmo, así lo hizo un par de movimientos más y ella se quebró, sus piernas temblaron y en un momento dado Lux intentó alejar su boca del lugar pero él no la dejó, sabía por palabras propias de ella que la sensibilidad percibida era más fuerte

Sylas inició un recorrido hacia arriba, cuando la tuvo cara a cara, se maravilló con la expresión de satisfacción en el rostro de la maga, su pecho todavía subía y bajaba, se recuperaba de la emoción antes vivida.

- ¿Te gustó? - preguntó él besándola, haciendo que se probará así misma.

-Acaso mis acciones no te lo dejaron en claro - Lux llevó sus manos a su masculino pecho -Has aprendido muy bien, pero ahora viene algo mucho mejor.

Tomó la hebilla de su faja y la saco, abrió el botón de la prenda y con la ayuda de ella su pantalón desapareció dejándolo completamente desnudo, él se arrodilló en medio de sus piernas abiertas y comenzó a masturbarse enfrente suyo.

Oh cuánto le encantaba ese hombre, la ponía caliente muy caliente, a pesar de vivir rodeada por muchos hombres importantes y guapos, ninguno tenía eso que le gustaba de Sylas.

Quizás era su apariencia de chico malo, su largo cabello, su edad o sus cicatrices, que demuestran el infierno que ha pasado en la tierra, tal vez será su naturaleza mágica, su compañía, la forma en la ha hecho sentir bien, son tantas cosas, solo sabe que lo ama y que hará cualquier cosa por él.

La rubia sintió como el hombre se ponía encima suyo y se acomodaba entre sus piernas, el momento había llegado.

-Lucecita si te lastimó dímelo, por favor - alineó su miembro con su entrada, su otra mano servía de apoyo.

-Mi dolor no se compara a los que has tenido que vivir estos 15 años - dijo ella tomando sus mejillas entre sus manos - Estoy lista.

Hundirse en su intimidad, fue algo difícil, la sensación estuvo abrumadoramente caliente, húmedo, estrecho y suave muy suave en el proceso la vio hacer pequeñas muecas de dolor acompañado por quejas muy bajas, quiso detenerse, pero ella no lo dejo, empujó un poco más y entró completamente.

Lux sentía como si un fuego la quemará, ardía y mucho, sabía que le dolería, pero no imaginó que tanto, algunas lágrimas se acumularon en sus ojos. Él al ver esto optó por darle un beso en su mejilla y tratar de calmarla no podía hacer más por ella.

Estuvieron así unos minutos, esperando que el dolor de ella pasará.

- ¿Te sientes mejor? - tenía el impulso de moverse, pero le daba miedo.

-Sí, puedes continuar - expresó sintiéndose mucho mejor.

Y comenzó a moverse en un ritmo muy lento, ella estaba muy mojada, no quería imaginar si no lo hubiera estado, echo un vistazo al lugar donde se unían y vio un poco de sangre, se sintió terriblemente mal, la había lastimado siempre.

A pesar de que existía un poco de dolor, al cabo de los minutos una sensación más se hizo presente, empezaba a disfrutar de la sensación de ser penetrada, sus gemidos no se hicieron esperar y se aferró a la espalda de él buscando sostenerse de algo, se sentía mareada y sus piernas débiles.

La sensación de dolor desapareció para darle la bienvenida a un placer desconocido, la embestía de forma lenta y sensual, la fricción era deliciosa, jamás imaginó disfrutarlo tanto, pero, ella quería más, jadeaba y gemía con cada deslizamiento, la llenaban completamente.

- ¡Sylas dame más! - ella ansiaba más de ese hombre.

Llevado por la glorifica sensación de su pene siendo abrazado por ese divino lugar, hizo caso a la demanda hecha, si quería más era porque ya no le dolía. Tomó su nalga derecha e hizo que envolverá su pierna alrededor de su cintura y se movió más rápido.

Lo único que se escuchaba en esa celda era la respiración agitada de ambos, gemidos, besos y palabras inconexas, ella agarraba su cabello, tocaba y arañaba su espalda sudorosa, lo apretaba más a su dirección.

Él respiraba en su boca, ahogaba sus gritos eróticos, deseaba guardar en su mente sus gestos íntimos, ella no era tímida y se enorgullecía de mostrarle sus manifestaciones de placer.

Lux echó su cabeza para atrás mientras gemía, él no podía apartar la mirada de su rostro, estaba hechizado por los semblantes de goce exteriorizados por Lux, pero sus ojos también captaron su delicado cuello y sus hermosos pechos.

Sylas no perdió el tiempo y se dirigió a su cuello expuesto para besarlo y morderlo, su ritmo era cada vez más rápido al igual que sus gruñidos.

Volvió a darle atención a sus pechos, lengua envolvió sus turgentes pezones rosados, estaba haciendo un gran esfuerzo por no venirse pronto.

Era el paraíso para Lux, hacer el amor con el hombre que más ha deseado, sentirlo dentro de ella, tocándola en lo más profundo de su ser, su boca en su cuello y pechos ya imaginaba sus próximos encuentros quizás más apasionados que este.

El tiempo transcurrió, ambos no tenían prisa de finalizarlo, querían que fuera especial y que se guardará en su mente como un maravilloso recuerdo, el momento en que dos almas con destinos diferentes se unían en la máxima demostración de amor.

Él estaba muy cerca de su orgasmo, así que volvió apoderarse de su hinchada boca y su agarre en su pierna que se hizo más fuerte apretó la carne entre sus dedos. Ella pareció entender lo que venía.

-Hazlo afuera por favor - demandó la rubia sin aliento, no podía arriesgarse a que lo hiciera adentro, no a menos que ella encontrará una solución a ese problema.

Un par de movimientos más y rápidamente se salió del interior de la joven, soltando toda su semilla en su monte, ella sostuvo su rostro en sus manos queriendo guardar dentro de ella su mirada entrecerrada por su clímax, al terminar él le dio un pequeño beso y él se desmoronó a su lado.

-Whoa, esto estuvo... Intenso - dijo él riéndose, respirando fuertemente.

-Iba a decir que no sabía que podía ser tan hermoso y placentero - la rubia se incorporó, pero se quedó sentada.

- ¿Te he lastimado? - Ahora que toda la adrenalina había bajado otra vez el miedo había regresado.

-No puedo negar que me dolió, pero fue soportable - en realidad le dolía un poco, aun así, ella prefiero no decirle nada.

-Sangraste ¿sabías? - comentó.

Ella inmediatamente dirigió sus ojos a su miembro y vio rastros de sangre combinados con su semen.

-No, pero me lo imaginaba, se supone que toda mujer sangra en su primera vez. No te sientas mal por mi sangrado o porque "crees" que me hiciste daño, saca esos pensamientos.

Ella se montó encima de él, se inclinó y le dio un beso en su frente, se apoyó en su pecho para tener estabilidad.

-Lux -llamó el hombre.

-Sí - contestó ella acariciando su cabello.

-Te amo - confesó Sylas muy serio.

Lux se sorprendió un poco por su confesión, pero en el fondo sintió un calor en su corazón, quería llorar de alegría.

-Yo también te amo, eres la persona más importante para mí, recuérdalo - volvió a darle un beso muy romántico, él pasó su mano por la curvatura de su espalda.

- ¿Qué te parece si nos lavamos? -propuso ella irguiéndose un poco.

-Me parece bien - se incorporó rápidamente con ella en brazos y tomó dirección a su baño.

Si ella se sentía bien quizás podrían hacerlo de nuevo.

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DÍA SIGUIENTE
08:00 AM

Garen se dirigía al castillo, impulsado por su tía para hablar con su amigo y ofrecer la mano de Lux en matrimonio, la verdad estaba un poco nervioso sabía que el corazón de Jarvan pertenece a la dragona y por otro lado su hermana no ansiaba casarse.

Pero también sabía la posición en la que se encontraba el príncipe, le urgía encontrar una novia y ellos un esposo para la rubia, sin saberlo la solución al problema de ambas familias se encontraba entre ellos mismos.

Al llegar fue bien recibido por los guardias, tomaron su caballo y lo llevaron al establo. A los pocos minutos Jarvan llegó, le dio la bienvenida y le dijo que fueran a entrenar un rato ya que ambos vestían muy acordé.

-Gracias por concederme una audiencia majestad - Garen como siempre muy educado.

-Primero, no seas tan formal conmigo, solo llámame por mí nombre - pidió el príncipe, al gracioso.

-Lo sé, pero no me es respetuoso – refutó el castaño Crownguard.

- Por favor, nos conocemos desde hace mucho tiempo, te he dicho que en privado puedes tutearme, no me gusta que mi amigo me trate así, me hace sentir viejo - Jarvan tomó una espada y se la lanzó a Garen.

-Ahora tampoco quiero que me veas como tú amigo, si no como alguien que te va a dar una paliza - su posición defensiva y el primer golpe que lanzó dejo un poco fuera de lugar a Garen.

-Bueno Garen dime ¿En qué puede ayudarte? No creo que hayas venido solo para recibir una paliza.

-Estoy aquí por los rumores, mismo que tú me confirmaste sobre tu futuro matrimonio - contestó el castaño devolviendo el ataqué.

-Deseo hacer feliz a mi padre, pero ya sabes cuál es mi posición y si vuelvo a escuchar algo sobre el linaje familiar me tiraré a un pozo - ambos se echaron para atrás, preparándose para otro ataque.

- ¿Alguna candidata?, Aparte de Shyvanna, la cual ya sabemos que está descartada - dijo Garen un poco mal por la situación.

-Todas desean casarse conmigo, solo por el hecho de ser el príncipe, desgraciadamente ninguna es ella y no puedo hacer nada contra eso - Jarvan suspiro triste - A ninguna mujer le interesa conocer al verdadero yo, ni mis propuestas para el reino, solo les importa ser la reina y listo.

-Jarvan qué pasaría si te casarás con alguien que ya conoces, alguien que te conoce desde que éramos niños, una persona con la cual te llevas muy bien - comentó Garen.

- ¿A qué quieres llegar Garen? - preguntó el príncipe.

-Sabemos que tú padre está muy interesado en Lux, así que mi familia te da la mano de mi hermana en matrimonio ¿Aceptas? - propuso el castaño.

- ¡Qué! ¡Esto es una broma verdad! - exclamó Jarvan frunciendo el ceño.

-Jarvan como amigo sé que no estás en posición de rechazar la oferta - Garen le puso una mano en su hombro.

Jarvan sabía que lo dicho por su amigo era cierto, el tiempo se le acababa y su padre no dejaba de presionarlo, así que no tenía otra opción más que acceder.

- ¿Lux está de acuerdo? - pregunto Jarvan, recordó que la joven le había insinuado que no estaba interesada en casarse

-Lo único que tienes que saber es que ya no tienes que preocuparte por buscar una esposa, ya la tienes - fue la simple contestación de Garen, un poco ruda de su parte.

Algo le decía que Lux no estaba enterada de nada esto y al igual que él tendría que aceptar por obligación.

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Esa misma noche mientras cenaban padre e hijo, Jarvan estaba muy ausente, cosa que fue notada por el rey.

- ¿Qué te pasa hijo mío?

-Sabes que Garen estuvo por aquí, hoy en la mañana - dijo el joven.

-Sí, claro que me enteré - ya podía sospechar el porqué de la actitud de su hijo.

-Padre no soy tonto, sé que tú tienes algo que ver esto, Garen me ofreció la mano de Luxanna en matrimonio, según él sus padres accedieron - atacó el príncipe.

-No voy a negar que yo hablé con los Crownguards, al principio se negaron, pero como puedes ver cambiaron de opinión - explicó el rey muy relajado.

- Padre, yo no amo a Luxanna, ella es solo mi amiga, no me puedes hacer esto - Jarvan alzó su voz un poco.

-El mundo no es color rosa jovencito, ella es la mejor opción, no voy a permitir que elijas a cualquier mujer, ¡no señor!, el amor vendrá con el tiempo, por cierto...dentro de una semana tendrás una cena con ella para formalizar el matrimonio y no quiero volver a escuchar más sobre este tema, - dicho esto el hombre se retiró dejando a Jarvan con un sabor muy amargo en su boca.

-Shyvana perdóname, no tengo elección - pensó el joven príncipe abatido por dentro, el tiempo se le acabo y no tiene más chance.

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DÍAS DESPUÉS

CELDA DE SYLAS

El pelinegro se encontraba pensando en su hermosa rubia, habían transcurrido unos 4 días desde aquella primera vez juntos, desde ese momento no han dejado de demostrarse cuánto te desean, ella resultó ser una mujer en extremo apasionada, sus movimientos, sus gestos, su entrega para con él, en fin, no puede quejarse.

La ama, pero sabe que tarde o temprano Lux se irá y quizá no vuelva más, después de todo es una noble y llegará el momento en que sus padres quieran dar su mano en matrimonio. Ella merece algo mejor que tener un amor a escondidas y menos con un prisionero que no tiene nada que ofrecerle.

No soporta la idea, cada vez que lo piensa arde de celos. Porque la vida es tan cruel y lo hizo conocer a una mujer que le ha enseñado el amor, la confianza, le ha brindado calor y compañía como nadie, a veces solía divagar en un universo alterno en el cual él nunca haya caído en prisión, y pensaba ¿Lux también aparecía en el?

Salió de sus pensamientos al escuchar pasos a lo lejos, decidió dejar todo de lado y disfrutar de la compañía de su hermosa maga de la luz, ella merecía su completa atención.

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¡Buenas noches gente linda!

De vuelta con un capítulo muy especial, no saben cuántas veces borre e inicie de nuevo, no me convencía, de hecho, todavía no lo hace, pero ya no puedo más, el fandom me llamaba, yo sé que ustedes ya estaban esperando esta actualización.

Garen ya ofreció la mano de Lux en matrimonio, quiero aclarar que no estoy poniéndolo como el malo, simplemente como se vio en el comic él lo hizo sin pedirle consentimiento a ella, tomo el apoyo de sus padres y tía.

Pobre nuestro Jarvan, sabe que ya no puede hacer nada y no le quedara de otra que aceptar a Lux como su novia, se vienen muchos descubrimientos, charlas y ... No lo dire Ja Ja Ja. He dado muchas pistas de lo que pasará chicos.

Que puedo decir de este capítulo, ha sido el que más me ha costado escribir, y saben que soy muy detallista y bueno quería darles un buen lemmon, ¡ojo! no significa que este sea el único, se vienen muchos. al igual que muchos momentos tensos y tristes.

Fandom necesito saber si la historia todavía los tiene enganchados, imagínense que ni yo que soy lectora me tiene a full, me gustaría saber cómo están ustedes, después de todo ustedes son los que mandan.

Por cierto, la escena donde Dave y Sylas juegan ajedrez fue una petición de Anastasia_and_Viy , ahí la tienes, lo prometido es deuda.

Espero que el capítulo les guste enserio.

No olviden dejar su voto y su humilde comentario.

Quería agregar si alguno/alguna desea preguntarme algo puede hacerlo por privado para no spoilear a los demás, estoy abierta a leerlos y responderles.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Se despide cordialmente.

Dixiana98