CAPÍTULO 13
LA CENA
UNA SEMANA DESPUÉS
Los días siguientes para Lux han sido completamente estresantes, Garen ha intentado hablar-cruzar palabras, pero ella no se lo permite, lo ignora o bien le dice que no quiere hablar con él y se va. Garen al ver que por más intentos que hacía su hermana no le daba pelota no insistió más y regresó a su trabajo, de todas formas, los planes de su tía y suyos estaban listos. Aunque en el fondo no quería irse y dejar las cosas así, pero, en fin.
Por el otro lado ni ella le habla a su tía y ni Tianna a ella, para la mariscal, Lux había entendido completamente cuál era su labor y compromiso, mismo que no estaba en discusión.
Con Sylas era una historia diferente, ella todavía no tenía el valor de decirle nada sobre su futuro matrimonio, sabía que le rompería el corazón, en sus visitas diarias siempre trataba de verse muy normal, aunque el hombre ha notado ciertos comportamientos raros en ella.
Pero como respeta mucho su privacidad, no ha querido molestarla con preguntas.
Hoy era la "encantadora" cena en la que el príncipe le pediría en privado si ella quiere ser su esposa, solo de pensar a Jarvan decirle eso, se le revuelve el estómago.
Sin saberlo, la dichosa cena se convertiría en una llena de sorpresas para Lux y Jarvan.
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PALACIO REAL.
SALÓN DE ENTRENAMIENTO
08:00 AM
Si Lux pensaba que solo ella estaba teniendo pésimos días, está equivocada, para el próximo príncipe coronado el transcurso de los días para llegar al actual ha sido de estrés, agobio y jornadas totalmente malhumorado.
Su padre no ha dejado de decirle, sobre cómo debe de cortejar a una mujer, que expresarle, que presentes podría darle, como si él no supiera todo eso, si hubiera sido todo para su hermosa pelimorada sería tan distinto, solo de pensar que se casaría con su amiga de infancia, se le erizaba la piel el cuerpo, pero de terror.
Lux ¿es alguien especial?, sí, ¿se conocen desde hace mucho tiempo?, sí, no negaba que era una mujer hermosa, inteligente, bondadosa, cooperativa y demás cualidades, pero no puede verla como algo más, su matrimonio será completamente infeliz, no puede ni pensar en ella de forma morbosa, es asqueroso y no está exagerando.
Hoy sería la "dichosa" cena, vale que al menos estarán solos, podrían conversar con tranquilidad sobre la situación tan compleja en la que están ambos. Sabía que su padre era capaz de todo, pero lo que hizo fue muy extremo, tan difícil es entender que él... Pues no es que no quiera casarse, no hay cosa más perfecta que contraer votos con su suculenta dragona, ella es la mujer de su vida, pero hay una gran diferencia, está obligándolo a casarse con su amiga y conocida.
Un sirviente llegó justamente donde él se encontraba, hizo una reverencia en respeto a su persona y habló.
-Majestad, su encargo está listo para ser enviado - comentó un joven mozo de unos 20 años.
- ¿Encargo? - preguntó - ¿Cual encargo?
-Sí los obsequios que mandó a solicitar, para la señorita Luxanna - respondió.
Jarvan se quedó impresionado, no había solicitado nada parecido, el foco se encendió rápidamente.
-Padre ¿Qué hiciste? - pensó, no le tocó de otra que atribuirse el hecho.
-Cierto, se me había olvidado. Por cierto ¿Que mande a pedir? - quería sonar sarcástico, pero no podía hacerlo.
-Oh majestad mandó a que confeccionarán un hermoso vestido para que la señorita Luxanna lo luzca hoy en la noche, junto a una exquisita joyería en oro blanco con incrustaciones en diamantes celestes ¿Desea verlos señor? - explicó el mozo.
Su padre como siempre exagerando, sabía por boca de Lux que no es muy adepta a las cosas tan finas.
-No, confío en el buen trabajo de los creadores, solo déjame ponerle una nota y la adjuntas al paquete - dijo tomando dirección a la biblioteca junto a la mozo, tomó una tarjeta y un bolígrafo.
Escribió rápidamente unas palabras, la metió en el sobre y sello con cera caliente, así nadie leería lo que le mandó a decir a Lux.
-Listo, puedes ir a entregárselo - ordenó Jarvan IV.
-Como ordene majestad - hizo una reverencia y se fue con el sobre en la mano.
Jarvan quedó hecho una furia por el actuar de su padre, tenía que desquitarse con algo, quizás golpear un muñeco de entrenamiento servirían de algo.
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MANSIÓN CROWNGUARD
10:00 AM
Alguien golpeó suavemente la puerta, una sirvienta recibió al joven mozo del palacio, venían cargando caja algo grande, inmediatamente lo dejó pasar.
Como cortesía le ofreció un vaso de agua.
-Muchas gracias, ¿Se encuentra la señorita Luxanna? - preguntó al terminar de beber.
-Con mucho gusto, y por supuesto, ella está en casa - contestó la morocha.
-Traigo un paquete desde palacio, con órdenes exclusivas de dárselo personalmente a ella - explicó el mozo.
-Ohh ya mismo le aviso - y la muchacha se fue.
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BIBLIOTECA
Lux se encontraba agregando unos libros a su extensa colección, tenía su propio sistema de orden, los tenía separados por su naturaleza y por orden alfabético. Tal cual como a ella le gustaba.
Necesitaba entretener la mente de todo lo que estaba pasando, hoy no iría a visitar a Sylas, le había inventado una excusa y una muy creíble por supuesto, se sintió muy mal, pero tenía que.
La verdad es que, a pesar de odiar este día como ningún otro, una parte de ella también ansiaba conocer el punto de vista de Jarvan, quizás exista una esperanza y puedan romper este estúpido compromiso.
Una de las criadas se apersonó y le dijo que había llegado un paquete para ella, la extraño un poco porque no había encargado libros, todas las correspondencias recibidas por Lux, todas eran; libros y más libros.
La siguió hasta el recibidor y vio a un joven mozo, a su lado una caja de tamaño medio, al verla se puso rápidamente de pie y la saludó educadamente.
- ¡Buenos días mi lady!, Traigo un paquete directamente de palacio - comentó.
- ¡Buenos días para ti también!, ¿De palacio? - preguntó ella.
-Sí mi lady, su majestad el príncipe Jarvan IV se lo envía, tengo órdenes estrictas de dárselo personalmente a usted - volvió a mencionar.
-Listo, puedes regresar a palacio, muchas gracias - Lux le dio una muy buena propina al mozo.
- ¡Muchas gracias mi lady! - exclamó el joven, muy contento con su propina.
Despacharon al mozo y regresaron adentro.
- ¿Lo abrirá mi lady? - la sirvienta tenía mucha curiosidad por conocer el contenido del paquete.
-Por supuesto, me muero de la intriga - Lux abrió rápidamente el paquete.
Dentro del mismo había una caja aterciopelada, un sobre y se podía ver un extraño papel blanco cubriendo algo en el fondo, tomó el sobre y lo abrió.
Lux seguro estás impresionada por el dichoso paquete, yo estoy igual, sé que mi padre tiene algo que ver con esto, pretende que tú pienses que yo envié el paquete, así que para no complicar más el asunto en el cual estamos involucrados, te pido de corazón que utilices para hoy lo que hay en la caja.
Te veo hoy en la noche, tenemos mucho de qué hablar.
Atentamente: Jarvan IV
La rubia quería reírse por la nota, cualquiera pensaría que sería "romántica", más bien parece una nota... mortificante, estresante, quejosa, no sabía con qué palabra relacionarla.
¿Usar? ¿A qué se refería?, ahora tenía más curiosidad por saber que es.
Dejó de lado la caja aterciopelada, quitó el papel blanco y ahí vio un hermoso vestido, color celeste hecho en su totalidad con tela transparente, era hermoso y Lux no podía negarlo, era incluso más bonito comparándolo con el que usó en la fiesta de Jarvan.
-Es hermoso señorita Luxanna, está perfecto para su cena con el príncipe - comentó la morocha enamorada completamente del vestido.
-Sí, está muy bello - fue lo único que expresó la rubia.
Ahora entendía la nota de Jarvan, era obvio que él no le había mandado esto, todo era un plan de su padre, tal parece que todo el mundo conspira en contra de ellos.
Volvió a poner el vestido en la caja y su vista se enfocó en la aterciopelada, no era tonta para saber que dentro se encontraba alguna joyería, siempre vienen en esos típico compartimientos.
La abrió y tal cual para que combinará con el vestido, sus ojos observaron el collar y aretes confeccionados en diamante blanco y celeste, un regalo demasiado ostentoso para su gusto, el vestido pasaba, pero esto es demasiado, en fin tendría que aceptarlos y usarlos está noche.
- ¡Qué excelente combinación señorita Luxanna! - exclamó la joven a su lado, encantada con los regalos.
Lux no mostraba ninguna emoción en su rostro, la sirvienta estaba más emocionada que todo ella y no era para menos, la carga, estrés y los sentimientos encontrados por los cuales ha pasado, la han cambiado.
-Katlyn me haces el favor y lo llevas a mi habitación - pidió Lux sin ningún ápice de emoción.
- ¡Claro señorita! - tomó la caja y se fue.
Dicho eso Lux se marchó para continuar con su deber anterior, antes de que se llevarán la caja, se llevó el sobre con ella, no podía permitir que nadie leyera lo que esté decía.
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PALACIO REAL
COMEDOR
07: 00 PM
Se podía ver una mesa adornada con manteles, cubiertos, loza y copas de la mejor calidad del reino, las velas y las rosas acompañaban el lugar junto al gran candelabro justo arriba de la mesa.
Jarvan se encontraba sentado en la silla principal, misma que solo ocupa su padre, pero por ser una ocasión especial, este le dijo que la usará, después de todo tiene que "impresionar" a su futura esposa.
El mayordomo le avisó que su acompañante ya se había llegado, así que como todo buen caballero fue a recibirla.
Cuando iba de camino se encontró con su padre.
-Luces muy bien hijo mío - elogió la vestimenta del príncipe -Vas a impresionarla.
-Muchas gracias, Padre - su hijo ni siquiera lo volteó a ver, el hombre suspiró fuertemente.
-Jarvan sé qué piensas que soy cruel, pero en un futuro me lo agradecerás.
-Tú mismo dijiste que no hablarías más del tema padre, así que yo decidí no mencionar nada, ¿para qué?, si no te importa lo que quiero y menos mi opinión - dijo Jarvan muy tranquilo.
-Ahora me retiro, Luxanna ya llegó y me gustaría recibirla - dicho esto se fue dejando a su padre con la palabra en la boca.
En la entrada Lux hacía su llegada, tenía puesto el vestido y joyería que Jarvan "supuestamente" le había obsequiado, decidió recoger su cabello en un moño bajo con algunos mechones sueltos. Se bajó del carruaje con ayuda del cochero, caminó hasta la entrada, tocó la campanilla y esperó un momento.
Finalmente abrieron la puerta, siendo recibida por su amigo que no dudó en saludarla con un beso en su mano, ninguno de los dos tenía buena cara, pero ambos entendían el por qué.
Jarvan III la vio e inmediatamente y espero que ambos se acercarán.
-Señorita Luxanna, permítame decirle que hoy luce extremadamente hermosa, es un placer tenerla esta noche iluminando con su presencia este palacio tan solitario - al igual que su hijo le dio un beso en el dorso de su mano.
-Literalmente hablando, ella está iluminada - pensó Jarvan al recordar el evento vivido hace poca más de dos meses.
-Buenas noches majestad, primeramente, muchas gracias por la invitación - ella hizo un pequeña referencia.
-No hace falta las reverencias querida, no somos desconocidos - dijo el hombre mayor.
-Sería completamente inapropiado mi rey - excusó la rubia algo nerviosa.
-No se preocupe, más bien soy yo quien debería reverenciarla, gracias a usted mi hijo está con vida, le debo mucho, así que si en algo puedo ayudarla no dudé en pedírmelo - por fin el rey dijo aquellas palabras que hace mucho quería decir.
-Hice lo que cualquier persona de este reino haría, aparte Jarvan es mi amigo no podía dejarlo así y menos dejar que lo lastimarán - agregó Lux con una sonrisa en su rostro.
-Nunca dejaré de agradecérselo, es usted un ángel señorita Luxanna. ¡En fin! no los retengo más, vayan y disfruten su cena, yo me retiró, mi lady siéntase como en su casa - y se fue dejando a los jóvenes solos.
-Ven Lux, te enseñaré el camino - la tomó de su pequeño brazo y se fueron.
Llegaron al comedor, Lux arrugó la cara al ver el ambiente asquerosamente romántico que se respiraba en el lugar.
Jarvan pareció darse cuenta.
-Lux al igual que tú, estoy indignado con todo esto - aclaro él.
Tomaron asiento, Jarvan como todo un caballero le ayudó con su silla, para después sentarse él, suspiro fuerte, volteo a verla con una mirada profunda y le dijo.
-Bien Lux, aquí estamos, es hora de que hablemos, y muy seriamente sobre nuestra situación.
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EN ALGÚN LUGAR CERCA DE LOS MUELLES DE DEMACIA.
12:00 MEDIANOCHE.
Un hombre castaño de apariencia musculosa y fuerte se encontraba en su tienda tratando de concentrarse en el trabajo y los deberes, pero la situación era otra, por más que lo intentara, no podía.
Garen ese mismo día se había ido de misión, ya no podía estar más tiempo en casa, su objetivo ya estaba hecho, el compromiso de su hermana era una realidad, solo faltaba la pedida de mano de Jarvan y listo.
Su hermana no le dirigía la palabra desde aquella noche, no podía negar que le dolía la actitud de Lux, pero también entendía la posición y el enojo. Aun así, le preocupaba su secreto y era la razón por la que buscaba hablar con ella, si la rubia hablaba sería el fin para él.
Esperaba que ella no lo hiciera, aunque su yo interno le decía que podía tomar su secreto como venganza por su compromiso con Jarvan, una mujer herida es capaz de todo, al igual que una enamorada. Sea como sea, la situación con Lux en este momento es un peligro para él.
Dejando el tema de lado, su ejército se encontraba en Fuertealbor, un pueblo costero, los muelles y barcos se podían ver a los lejos, subsistían de la pesca y servía de punto para exportación con otros pueblos.
Estaba listo para dedicarse al papeleo correspondiente, cuando escucho un silbido familiar cerca de uno de los acantilados, su pulso se aceleró conocía ese sonido, no podía creerlo.
Volvió a silbar y él ni lento ni perezoso se levantó, salió del lugar y fue en dirección al ruido.
Camino unos minutos y vio una cueva oculta entre la playa y el acantilado, una fogata y pieles en la arena, su dueño no estaba dentro de lugar, siguió caminando más a la izquierda.
Y la vio estaba dándole la espalda a él, pero con vista a la playa, no usaba su típica ropa de cuero, al contrario, usaba un sencillo vestido negro con mangas y estaba descalza, sabía que era lo que usaba cuando estaba más relajada.
Su hermoso cabello escarlata se movía al fuerte viento, para él, ella era su diosa, la personificación de la sensualidad.
-Kata - llamó suavemente
Ella se dio la vuelta y lo vio.
-Garen - le dio una sonrisa suave.
Sus corazones latieron con fuerza al hacer contacto visual y al escuchar sus nombres en los labios del otro.
Él tiró su espada al suelo y corrió a su dirección, ella repitió su acción. Katarina saltó sobre él y enredo sus piernas alrededor de su cintura, fue recibida con gusto por el gran hombre que la sostuvo de sus nalgas.
Sus bocas se encontraron en un beso desesperado y apasionado, se habían extrañado, dioses claro que lo habían hecho, sus cuerpos habían ansiado el contacto del otro. Estos días separados habían sido una completa tortura para ambos.
Él la guío hasta la cueva, se agachó y la acostó encima de las pieles, era el lugar perfecto para su encuentro, Garen se quitó sus zapatos, armadura y traje de cuerpo entero, quedando completamente desnudo.
Volvió a besarla mientras se colocaba encima de ella, sus manos se escondieron bajo su vestido acariciando sus piernas tersas, suaves y duras.
-Ahh - gimió ella al sentir los besos en su cuello.
-Dioses como te extrañe Kata - apretó su pecho derecho encima de su vestido.
-Yo también, me has hecho tanta falta - sus manos acariciaron su espalda, torso y circunferencia dura como roca.
-Garen yo quisiera... - él la interrumpió agitado por sus caricias.
-No hablemos sobre esa noche, en este momento no viene al caso - levantó su vestido hasta la altura de sus voluptuosos pechos.
El frío endureció sus protuberancias, esto a la vista del hombre que envolvió con su lengua sus pezones almendrados, la pelirroja gimió ante sus caricias, y le brindó más espacio al hombre para que continuará su acto, quitándose el vestido.
Su grandes dedos se dirigieron a su triángulo de vello tal cual su cabellera, sus labios inferiores y centró estaban ansiosos por su toque, ella instintivamente abrió su piernas, él la encontró más que humedad y preparada para recibirlo.
-Mmm mmm - la mujer se retorcía bajo sus candentes caricias.
-Mi hermosa pelirroja, no sabes cuanto extrañaba verte así - volvió a darle atención a sus pechos, pellizcando sus pezones suavemente, con su mano libre.
-Ahh Garen follame ya - ordenó la mujer entregada a él completamente.
Y así lo hizo entró en ella, lentamente sintiéndola resbaladiza y apretada alrededor de su miembro, la dejo que se adaptará a él para después empezar a moverse suavemente, Katarina gimió suavemente ante su intromisión.
La tomó de sus piernas y las colocó en sus hombros, de manera que él tenía todo el control de la situación, se abrazó de sus piernas y comenzó a penetrarla siguiendo un ritmo de lento a rápido. En esa posición ella podía sentirlo en lo más profundo de su ser.
La visión que tenía la pelirroja era en extremo sensual, la mirada de él entrecerrada por el placer, sus fuertes brazos alrededor de sus muslos y su pene dentro de ella golpeándola con rudeza, sus pechos rebotaban en conjunto con sus embestidas.
La noche para ellos apenas iniciaba y no desperdiciarían el tiempo.
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PALACIO REAL
-Bien Lux, aquí estamos, tenemos mucho de qué hablar.
-Lo sé Jarvan - el tono de voz de Lux era muy vacío.
-Primero quiero preguntarte algo... Lux tú... ¿estás de acuerdo con esto? - la mirada que le dio la rubia, contestó su pregunta.
Lux negó suavemente.
-Lo sospechaba, no pareces la típica chica que se muere por casarse. Lux yo estoy atado de brazos no puedo hacer nada contra esto. Me disculpó por arrastrarte conmigo, jamás pensé que nuestros padres actuarían de esta forma - mencionó él con indignación.
-A mí solo me dijeron que me casaría contigo y listo, no me dejaron opinar ni decir nada - agregó ella.
-Se aprovecharon de un comentario dicho por mí, empezaron a indagar con preguntas y mi "opinión" sobre ti…Me alegré mucho cuando comentaron de tu coronación, así que mencioné, que si en algo te podía ayudar lo haría como mucho gusto, que era nuestro deber mostrarte apoyo en lo que se avecina, fue cuando me dijeron sobre nuestro matrimonio, según ellos tu necesitas una esposa y yo cumplo con lo que tú padre busca para ti... qué debería hacer notar mi apoyo convirtiéndome en tu esposa. - relato Lux lo vivido en la cena de hace una semana.
- ¡Es injusto! -Jarvan golpeó con su puño la mesa, asustando un poco a Lux -Lo siento, por mí comportamiento grosero, es que todo esto me ha tenido estresado... Decía que me parece injusto que se hayan aprovechado de tus buenos deseos y sentido de cooperación para obligarte a convertirte en mi esposa. Lux no niego que, si necesito una novia para poder ser rey, mi padre me dio un ultimátum, pero yo tendría que estar en esta situación, ¡no tú!
- ¿Sin una esposa no puedes ser rey? - pregunto ella extrañada
-Es correcto, fue la condición que puso mi padre, incluso en la fiesta de mi cumpleaños, tenía la misión de encontrar una futura novia, solo que yo decidí ignorarlo tal parece que los hechos vividos en la fiesta solo alimento las ansias por conseguirme una prometida - comentó el joven.
-Pero no lo entiendo ¿Por qué yo? Habiendo muchas más nobles - dijo Lux confundida.
-Ese día yo rechace toda compañía femenina que se me acercaba, excepto la tuya, fuimos el centro de atención y aunque para nosotros era normal, para mi padre no lo fue, él lo vio como... Pensó que tú y yo teníamos una "atracción", si quieres llamarlo así y aparte de eso también vio la oportunidad perfecta para presionarme aún más y por lo visto sobornar a tu familia -Jarvan no era tonto sabía que todo este rollo venía desde la fiesta
-Se lo dije en múltiples ocasiones que no me interesa casarme y menos contigo... No te ofendas Lux, eres una mujer hermosa, inteligente y demás cualidades, cualquiera se sentiría halagado de desposarte, pero para mí no lo es - no podía engañarla.
-No me ofende Jarvan, me gusta tu sinceridad, pienso igual que tú, eres un buen hombre, pero casarme no estaba en mis planes, menos ser reina, eso no es para mí, pero aquí estamos siendo arrastrados por los intereses de nuestros padres, sin importarles que queremos para nuestras vidas, sin importarles si hay alguien importante para nosotros ahí afuera - Lux agradece la honestidad de su amigo, si se casarían al menos no fingiría algo que no existía.
Jarvan se quedó pensando en la última frase dicha por la rubia.
- ¿Tienes alguien importante en tu vida Lux?
A la mente de la joven maga, apareció Sylas y todos los momentos que han pasado juntos.
-No, pero me refiero a que, si en dado caso hubiera existido esa persona, a ellos no les hubiera importado mandarnos a este matrimonio, tampoco tomaron en cuenta nuestras aspiraciones - Lux no mencionó a su amor secreto por obvias razones, así que trato de desviar el tema.
-Qué me dices tú, ¿Tienes a alguien especial?
El hombre suspiró fuertemente y con pesar le dijo que sí.
-Entonces habla con tu padre, dile que ya tienes a alguien importante, que rompa este compromiso hecho con mis padres, pídele a esa persona especial sea tu esposa, debe ser muy importante para que hayas puesto tus ojos en ella - Una luz de esperanza se iluminó para ella.
-Es imposible, no puedo estar con ella, primero no es una noble y segundo ella tiene... - se quedó callado un momento, a su mente regresó el recuerdo de Lux usando la extraña cárcel de luz.
-Tiene... - reiteró curiosa.
El príncipe se quedó callado por unos segundos, no sabía si estaba bien decirle a Lux su secreto con Shyvanna, tenía miedo de ganarse un mal perjuicio por parte de la rubia, pero, si sus sospechas eran ciertas y Lux era un maga, esperaba que en el fondo ella entendiera.
No dudó en decírselo.
-Ella porta lo que en nuestro reino es prohibido Lux - Jarvan tenía la intención de poner muchas cosas en claro, ser honesto y sacar verdades a relucir.
La rubia volteó a verlo sorpresivamente, no era tonta para saber a qué se refería. Hablar sobre magia con alguien como Jarvan me daba miedo.
- ¿Es una maga? -a pesar de estar incómoda, ella apreciaba la confianza dada por Jarvan.
-No necesariamente, digamos que ella está formada por magia, pero no me importa, yo la amo y quería que ella fuera mi esposa, pero mi padre nunca hubiera aceptado.
Lux hacía años había escuchado sobre una mujer arcana que había salvado al joven príncipe cuando éste fue raptado por noxianos, los rumores decían que tenía habilidades con el fuego y que se podía transformar en una criatura temible, era una híbrida de humano y dragón, no la conocía sólo había escuchado hablar de ella, pero, sí sabía su nombre.
-Es Shyvana ¿verdad? El medio dragón - era lo más lógico que se le venía a la mente.
Hubo un silencio sepulcral.
-Ella es mi vida Lux, le prometí que cuando fuera rey haría las cosas diferentes para los magos, haría entender al reino que la percepción que tenemos esta errónea, que es nuestra culpa que actúen de la forma en que lo hacen, si no cumplo esa promesa ¿Qué clase de rey sería?
Lux bajó la mirada y se quedó en silencio y negó con la cabeza. Estaba totalmente sin palabras.
-Soy un cobarde que no tiene la valentía de luchar por ella, por miedo a ser juzgado, así que lo mínimo que puedo hacer es cumplir su mayor anhelo, ser libre y no ser señalada por otros.
La joven maga, tenía los mismos sueños que la medio dragón, ser libre, no la conocía, pero solo de escuchar de los labios de Jarvan, su más grande anhelo, ya le agradaba.
Aprecia la honestidad y confianza del príncipe, e igual que ella no era nadie para juzgarlo, ella hacía lo mismo, tenía un amor prohibido y a eso le agrega el hecho que ella también porta magia. No puede señalarlo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y no sabía por qué, pero Jarvan necesitaba una recompensa por su enorme veracidad y confianza.
-Jarvan yo no tengo derecho a juzgarte ni hoy, ni mañana, ni nunca, no soy nadie para hacerlo, yo... -volteo su mirada a otro lado y rompió en llanto, inmediatamente él se acercó a ella preocupado por su actuar.
-LUX, ¿QUÉ TIENES? ¿POR QUÉ REACCIONAS ASÍ? - se agacho a su lado, tomando sus manos.
-Jarvan yo no soy tan diferente a ti o a Shyvanna, yo también tengo un secreto y espero que tu no me juzgues como yo no lo he hecho por favor - pidió ella.
Aun manteniendo sus manos unidas, ella manifestó la hermosa luz de su magia, a través de sus dedos. Jarvan no se mostró asustado, pues ya lo sospechaba desde su atentado, solo tenía dos palabras para describir lo que sus ojos veían: cálida y bella. Era un juego de destellos tal cual el arcoíris.
-He vivido con esto desde hace muchos años, pero siempre tratando de no avergonzar a mi familia y dejar el apellido en alto, no niego que vivo con miedo, esto es mucha carga para mí y aun así he podido sobrellevarla en mis jóvenes hombros - confesó Lux llorando, haciendo desaparecer la luz brillante de sus manos.
-Ohh Lux ven a aquí - la abrazó dándole consuelo, consuelo que ambos necesitaban.
-No te juzgaré, ¿sabes por qué?, Porque sé que no elegiste nacer con esto y has usado tu magia para beneficio de los demás, gracias a ti estoy con vida, me salvaste y.… nunca dejaré de agradecértelo - se separaron un poco y vio como de sus ojos salía un mar de lágrimas, pero también mostraban confusión.
-Ya lo sabía Lux, sabía que eras una maga, bueno lo sospechaba, aunque creí por un momento que eran alucinaciones por la pérdida de sangre, pero algo que me decía que no y tú confesión sólo lo confirmó.
-Entonces ¿no dirás nada? - preguntó ella tímida.
-Por supuesto que no Lux, estás confiándome un enorme secreto, secreto que estoy seguro, tu familia no sabe, ¿Verdad? - indagó él curioso.
- ¡Ellos no lo saben! Sería una gran decepción si esto saliera a relucir - ahí fue ella otra vez sobreponiendo su apellido y honor familiar.
-Tu secreto está a salvo conmigo, así como el mío contigo ¿Te parece? - propuso el príncipe.
Lux solo asintió con levemente, limpiándose las lágrimas.
-Ahora deja tus miedos atrás y regálame una de esas hermosas sonrisas que tienes, si te hace sentir bien los dos estamos jodidos - la rubia solo se rio por su intento de consuelo.
-Es el peor consuelo que me han dado en mi vida - comentó entre risas.
-Al menos te hice reír y que dejaras de llorar, no me gusta ver a las mujeres llorar - él también se reía.
Tiempo después ambos estaban cenando tranquilamente, mientras hacían pequeños comentarios con respecto a sus vidas ocultas.
-Y dime Lux ¿Hace cuánto que eres una maga? - pregunto.
-Tenía poco más de 12 años cuando comenzó, todo por medio de un accidente y desde ese momento solo he tratado de mantenerlo ocultó, aprendiendo sola en completa soledad.
-Qué dura carga ha de ser para ti Lux, no puedo imaginarlo - había dos líneas muy gruesas entre la vida de Shyvanna y la rubia.
-Lo es Jarvan... A veces sueño con una Demacia distinta, una donde no tenga miedo, donde pueda ser yo misma, he deseado hacer algo por los magos, pero mi posición no es suficiente -mencionó ella respirando profundamente
Al escucharla decir eso, una loca idea apareció en la mente del príncipe, él buscaba también hacer algo por los magos pero primero necesitaba ser rey, segundo para serlo, él necesitaba una esposa y su única opción de prometida era una maga e igual que él quería hacer para los de su clase.
Volteó a ver a la rubia que estaba tomando un sorbo de vino.
-Lux -llamó.
-Sí - ella inmediatamente dejó la copa en la mesa para contestarle.
-Va a sonar loco lo que te propondré Lux, cásate conmigo, yo necesito una esposa para poder ser rey y así poner en marcha mis ideas, obvio estaré abierto a escuchar las tuyas, si las tiene, también tendrás mi protección - propuso él muy serio.
-No necesito tu protección Jarvan, no te ofendas - dijo ella algo molesta por su comentario parecido al de su hermano.
- ¡Perdón!, admito que no me exprese correctamente, pero si estoy firme en algo Lux... ambos sabemos que no podemos hacer nada contra esto, estamos atados de manos y pies, así que la única opción que tenemos es casarnos y hacer algo nuevo y bueno por Demacia.
-No te digo que nuestro matrimonio sea real, si es lo que te aterra, será un trato entre los dos, todo por el bien común de ambos.
Jarvan pensaba mayormente en Shyvana, pero ahora su amiga entraba en esa lista y la necesitaba, ocupaba su ayuda, podrían venirse mejores tiempos para Demacia.
Por otro lado, Lux ya venía pensando todo eso desde antes, pero no imaginó que fuera tan fácil, según ella trataría de ganarse el respeto del hombre y hacer pequeños cambios. Conocer su secreto y planes, lo cambiaban todo positivamente. Su prioridad era Sylas, obvio también se preocupaba por los otros magos, pero su mayor deseo era darle su ansiada libertad.
-Jarvan estás hablando de una conspiración contra la corona - recalcó Lux un poco nerviosa.
-No Lux, nosotros seremos la corona y como tal tenemos el derecho de crear, cambiar y reformar algunas leyes en Demacia.
-Lux estoy seguro de que tienes buenas ideas no solo para el bien de los magos, sino también para bien social, estoy dispuesto a darte todo mi apoyo y comprensión en esto, te necesito de verdad - él tomó su mano suavemente, buscando su aprobación.
-En este momento no hay persona en quien más confíe, que no seas tú Lux, solo piénsalo un momento, no hay más opciones. ¡Alguien debe hacer un cambio ya! ¡Es urgente!, Temo por mi pueblo, que el pensamiento revolucionario se asiente en sus cabezas y todo lo ¿Por qué? Por no ser más justos y empáticos.
-Jarvan - Lux fue interrumpida.
-Lux déjame hablar por favor, déjame expresar todo aquello que he ocultado dentro de mí. Alguna vez llegué a sentirme orgulloso de ser demaciano, pero Shyvana me hizo darme cuenta de que estaba mal, que era un egoísta, viviendo feliz en mi palacio con lujos, mientras otros la prestaban pasando mal, ver cómo rechazamos y culpamos de todo a personas que no tienen culpa alguna de nacer con habilidades que están fuera de la comprensión de aquellos que somos normales, he estado en las tierras del interior y no son nada agradables.
- Lux cuando muera quiero ser recordado no como el rey Jarvan IV, si no como el rey demaciano que marcó un antes y después para su pueblo.
Lux se quedó callada, cerro su ojos y pensó rápidamente sobre todo lo que su amigo le decía, había verdad y un gran sentimiento de honor y justicia en sus palabras
En el fondo ella cree en las palabras de Jarvan, pero atarse a un matrimonio es la parte que no le gusta, todo los matrimonios reales son hasta que la muerte lo separé, la palabra divorcio no existe.
-Jarvan, si yo aceptara ¿Qué probabilidad hay de que podamos disolver el matrimonio? Ni tú ni yo queremos estar atados de por vida a la infelicidad y desamor.
-Lux, yo considero que podemos establecer un tiempo d años, en ese tiempo trabajaremos en los cambios que deseamos hacer, como así mismo comenzar a implementarlos y con respecto al matrimonio, no te preocupes tengo un as, que nos servirá para cuando queramos disolver el matrimonio - explicó él muy confiado.
Hubo un silencio sepulcral, Jarvan por un lado esperaba que Lux aceptará, ella no digo palabra alguna en unos minutos y eso lo puso un poco nervioso.
La rubia por otra parte analizaba todo lo anterior dicho por Jarvan, aceptaba el matrimonio como tal, pero lo que más le interesaba era que en un futuro su unión se pudiera disolver y así quizás tener una relación decente con Sylas.
Finalmente ella rompió el silencio que tanto incomodaba a Jarvan.
-Acepto Jarvan, acepto en convertirme en tu esposa - dijo ella para buena fortuna del hombre.
Jarvan se levantó, se agachó y le dio un gran abrazo, aún estado ella sentada en la silla, ella lo recibió y lo devolvió algo impresionada por el actuar de su amigo.
-Sabes una cosa Lux, agradezco a los cielos que mi padre se haya fijado en ti, creo que el destino tiene cosas grandiosas para nosotros, alguna día el sufrimiento de otros será recompensado y nuestro sacrificio quedará solo como un recuerdo pasajero, tendremos nuestro final feliz, ya veraz.
-Eres un gran hombre Jarvan, confío en ti, sé qué será una tarea difícil, pero lo lograremos, haremos de una Demacia una nación inclusiva - Lux coloco su mentón en el hombro de él, lágrimas salieron de sus ojos en forma silenciosa.
A pesar de que su conversación era secreta, justo cuando el príncipe se levantó abrazarla y ella se mostró sensible por el momento, el rey Jarvan III los vio y no pudo hacer más que sonreír, su más grande deseo se había hecho realidad, su hijo se casaría y nada más y menos que con la hija menor de los Crownguards.
-Pronto habrá una boda ¡Que emoción! - pensó el rey mientras se retiraba del lugar.
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¡Buenas noches gente linda! ❤️
Perdón por el atraso , pero tengo una buena excusa, estoy en clases de inglés y estás consumen mucho de mí tiempo, aparte de eso, todos los días me dejan harta tarea, lo cual me deja con menos tiempo, lo bueno es que están clases duran 4 meses, de todas formas, cada vez que tenga tiempo libre lo aprovecharé para escribir.
La reconciliación de nuestra pelirroja y nuestro Garen, al fin se dio, no me acribillen, pero no tenía idea de cómo hacerlo, este fue el resultado final y no me molesta al contrario estoy satisfecha.
Al fin Jarvan y Lux se vieron y como les dije, la cena estuvo de muchas sorpresas y muchas, pero muchas confesiones, me gustó el desenlace que tuvieron ambos, una vez una amiga, también escritora me dijo que tanto Jarvan como Lux poseen la madurez necesaria para fingir un matrimonio y yo también lo creó.
El matrimonio de ellos es un hecho, pero los evento próximos a este acontecimiento, serán en extremo cargados de sentimientos.
Por mí atraso les daré una pequeña sorpresa está historia tendrá segunda temporada según mis cálculos la primera temporada que está en proceso tendrá 16 o 18 capítulos, eso quiere decir que estamos muy cerca.
Eso sería todo, espero que este capítulo les guste tanto como a mí, sé que no hubo momentos románticos, pero lo acontecido en este capítulo es de suma importancia para toda la historia en general.
No olviden dejar su comentario y su voto.
Se despide cordialmente
Dixiana98
