Cerré mis ojos, la oscuridad y el sonido hueco de mi habitación ganaban en el vacío súbito de mi dolor, mi corazón disecado alzándose sobre todo bañados de sangre.
Este dolor que llevaba acompañándome desde hace tiempo, me sentía impotente, me sentía sin identidad, mientras mi lengua se enroscaba como tal caracol.
como si no fuera nada en esta habitación llena de cosas ya etiquetadas por alguien más.
¿Quién soy?
Camarón inepto devolviéndole contra la corriente, me desbordo y muero ahogada entre el mar dentro de mis uñas levantadas.
- Deja de llorar -
ya no me pertenecía, había dejado que me faltaran al respeto, como si mi alma fuese perforada y ya no quedará más que deformidad en agua.
llevo la arena que se desborda sobre mis dedos, cae mi verdadera identidad, pero no logró definir cuál, ojos llenos de arena que no permiten ver.
¿Quién soy?
- Te he dicho que dejes de llorar-
estaba en el bucle del quién soy y el no ser nada, en una dimensión en donde mi dedo anular es alzado y mutilado, quiero llorar, pero no puedo, estoy hueca, alimentandome de uñas, que pánico.
Quiero gritar, pero dudo del significado, mi voz silenciada con un remolino pegado al inició no emiten sonido, solo siente pero no se decifra.
Deseo que esté sea el final, pero aunque diga que no siento nada, tengo un inmenso dolor recargado encima, un dolor que tiene nombre, pero el cual no pronunciare, por que en realidad ese no es su nombre.
Mis entrañas expulsadas con violencia, que pánico, mi garganta vuelve a llenarse de arena.
oh... viento que entra por la ventana y rasga las cortinas, agarra mi cerebro y hazlo trizas, por que no rompes mis penas y te llevas estos dolores.
ella dijo una vez, muy bajo pero audible, para superar debes aprender a perdonar.
Pero unas palabras no borraran mi estomago desgarrado y putrefacto, cada que termino la piel se arranca y doblada, que pánico, mi cabello se quema.
- Me obligaste a hacerlo -
Es irónico, de mi nariz brota un río, un río que no logró sentir, que pánico, dejar de desbordar.
el escenario de su voz al alejarse de mi lentamente, toma mi garganta y estira mi esófago, luego comelo y regurgitalo.
Que reacción cuando lo veo partir lentamente como cuando llegó, de mi solo queda pánico mezclado en en jugos estomacales.
- Dejame morir -
