Al día siguiente

Serena despertó desorientada con su mano palmeó el lado derecho de la cama, pero al encontrarla vacía, se levantó buscando a Setsuna con la mirada en la habitación, pero no la encontró estaba lista para levantarse hasta que ella apareció en la puerta con una bandeja de comida.

—Hola Serena -saludo con una gran sonrisa su rostro y se acercó a ella- buenos días, mira te traje él desayuno.

—Muchas gracias Setsuna -agradeció agarrando la bandeja de comida que le daba- ¿y tu ya comiste?

—Si, ya desayuné ahora tu come -ordenó de forma tierna algo sorprendente por parte de la peliverde- ¿de acuerdo?

—Esta bien -dijo con un suspiro llevando la taza disfrutando el suave olor- esto huele esquisito...

—Esto es un té que traje de uno de mis viajes -mencionó sonriendo ante el alago hacia el té que le dio- por cierto, hoy te llevaré a tu casa tu familia a de estar muy preocupada por ti.

—Esta bien -aceptó bastante rendida volviendo a dejar la taza en la charola- pero que sea un poco tarde ¿vale?

—Esta bien, lo que tu digas.

Mientras estaban platicando gustosamente, un poco después se fueron hacia la casa Tsukino ya sólo faltaba poco para llegar a la casa de Serena cuando la inseguridad la atacó.

—¿Ellos me regañaran? -preguntó asustada al saber que su madre cuando se enoja es muy terrible- tengo mucho miedo...

—No te van a regañar -mencionó Setsuna con una cálida sonrisa- mientras este contigo, no dejaré que la regañen.

—Muchas gracias Setsuna.

Al llegar frente a la residencia Tsukino, ambas bajaron quedando frente a la puerta donde suspiraron antes de tocar.

—Ya estamos aqui... -murmuro Setsuna y toco el timbre- solo esperemos que esten en casa.

—Muchas gracias Setsuna.

—No es nada.

—En serio gracias de nuevo Setsuna por darme alojó ayer y soportarme en mi momento de crisis emocional.

—No tienes que agradecer lo hago porque eres mi princesa y amiga.

Mencionó, pero decidieron callar cuando la puerta fue abierta por Ikuko quien al ver a Serena se lanzó hacia ella.

—¿Mamá? -preguntó sorprendida cuando Ikuko le abrazo con fuerza.

—¿Donde estuviste? -preguntó muy exaltada, estaba muy preocupada por la huida de la rubia- nos tenías preocupados... No te comunicabas en ningún momento con nosotros...

—Estaba con Setsuna, ella estuvo conmigo -dijo la rubia con la voz quebrada y le miró de reojo, una mirada bastante fría- y nunca me dejo sola.

—¿Que fue lo que paso? -preguntó con voz suave, ella podía darse cuenta de la situación, pero no quería presionarla- para que no vinieras a la casa, puedes contarme mi niña.

—Darien y Rei me engañaron... -dijo apretando los puños y comenzó a llorar cuando las imágenes del día anterior volvieron a atacar su cabeza- por ahora, no quería venir a la casa estaba muy dolida.

—Tranquila no llores -contesto abrazándola y ella le correspondió- ya todo estará bien.

Esa escena dejó bastante pensativa a la pelimorada y más al ver la mirada junto al brillo de los ojos en Setsuna.

Pov. Ikuko.

—"Siento como se transmiten amor" -pensé y suspire haciéndome a un lado para que ellas entraran- pasen a la casa, no aquí estén afuera.

—Gracias -agradecieron entrando a la casa, en ningún momento se soltaron... Ella seguía abrazando a mi hija y una vez sentadas por fin se soltaron- la traje a casa sana y salva.

—Bien mamá -dijo y le mire curiosa, porque siento que me va a salir con algo repentino y yo aceptare- me iré por unos días a la casa de Setsuna.

La señorita Setsuna quien estaba a punto de levantarse, ella quería replicar así que la interrumpí.

—Claro que si amor, pero Solo será por un tiempo -dije con ternura su así que me acerque a Setsuna y la abrace con fuerza- cuidala y protegela, se que la amas y ella igual a ti, pero ahora no se da cuenta por su estado actual... -le murmuré separándome y la vi que estaba sonrojada- "eres alguien con quien mi hija merece estar".

—¿Que pasa Setsuna? -pregunto inocentemente, realmente por esto amo mucho mi hija- ¿estas enferma?

—No es nada -dijo ella que se volteo y yo me fui a la recamara de Serena por sus cosas, pero me detuve en él término de las escaleras para seguir escuchando- tu mamá es agradable.

—Si, ella siempre es muy agradable.

Cuando escuche eso sonreí, ella es tan tierna y madura aunque muy inocente en algunas ocasiones... Decidí dejar de espiar para ir por la cosas, minutos después baje ya tenía las cosas de mi querida hija y se las di.

Pov. Normal.

—Gracias mamá -agradeció la rubia dándole un abrazo y suspiro- te hablaré seguido explicales todo papá y al enano.

—Claro hija, cuidate.

Ambas subieron al carro yéndose siendo despedidas por Ikuko quien sonreía extremadamente contenta.

En el carro.

—Serena, pero me hubieras dicho esto...

—Me ibas a decir que no te conozco muy bien Setsuna, así que lo decidí yo solita.

—Esta bien -dijo dando un suspiro de rendición ante la cara tierna de la rubia- aunque te llevaré a la escuela cada día.

—Gracias y lo siento Setsuna, pero se que esto se me hará bien.

—Lo se, estar un poco alejado de la cosas que nos daña siempre hace bien -dijo mirándole de reojo y luego su reloj- mejor duerme un rato Serena, que será muy largo.

—Esta bien.

Serena se recargo en el asiento e inmediatamente cerro los ojos cayendo en el profundo sueño.

~

Serena abrió los ojos dándose cuenta que se encontraba en el milenio de plata, en aquel gran jardín en él cual había pasado su juventud.

Otra vez este sueño estoy en el milenio -exclamó sonriendo muy emocionada- se muy bien que yo era muy traviesa.

Se vio así misma en la sala de oraciones donde estaba el gran cristal del milenio y una gran puerta plateada.

Bien, tengo que ir con plut -dijo acercándose a la puerta grande y miró a la lados- ¿estas aquí Plut?

Princesa -contestó rápidamente al verla entrar al lugar y se inclino- bendiciones a la futura gobernante.

Hola Plut -saludo haciendo un puchero ganándose una pequeña carcajada por parte de Plut- pero ya dijimos que tienes que decirme Serenity.

Me gusta molestarte -dijo riendo mientras se levantada del suelo- milagro que se te ve aquí Serenity.

Sabes que tengo que estar tratando con el príncipe fanfarrón... Ya sabes el tratado de paz entre ambos reinos.

Fanfarrón... -murmuró enojada al recordar eso- y si, el dichoso tratado... Me molesta que tengas que estar ahí...

No te pongas así tu sabes que eres la única en mi corazón, la única... -dijo acercándose lentamente colocando sus brazos alrededor del cuello de la guerrera- mi guerrera del tiempo, eres la única y lo sabes.

Oh Serenity -pronuncio y juntaron sus labios- te amo tanto.

Ambas se hacian mimos cuando Plut recordó algo que vio.

Serenity -le llamó separándose de ella- vi algo en en futuro.

¿Que es? -preguntó asustada al ver la mirada de tristeza de la peliverde- ¿acaso es algo malo?

Que estabas en la tierra gobernando un nuevo reino junto a Endimion... -dijo y de repente se puso a llorar- y ustedes tenían una hija.

No llores sabes muy bien que no lo amo y si lloro alguna vez por él, recuerdame que soy... -le hizo prometer eso juntando sus meñiques y le volvió a abrazar- si viste eso en el futuro sabes que a veces llega a se distorsionado o jamás ocurre.

Sabes como hacerme sentir bien Serenity -dijo correspondiendo al abrazo- te amo

Yo igual... -respondió sonriendo, pero tocó su cabeza al sentir leves punzadas en ella- me tengo que ir nos vemos después y nunca olvides que te amo.

~

Fue abriendo sus ojos nuevamente cuando fue sacudida de forma leve por Setsuna.

—Serena ya casi llegamos al la casa.

—Esta bien -contestó estirándose un poco y suspiro- dormí bien a pesar que es un carro...

—Me alegro que durmieras bien.

—Si... -respondió aunque todo quedó en silencio nuevamente cuando Setsuna volvió las vista al volante- "Setsuna".

Pensó mirando a Setsuna recordando su sueño y más esas escenas cariñosas.

Continuará..