- No se que pasa contigo, estás muy enferma... y no has parado de vomitar en lo que va de la semana - Era un comentario regido por su progenitora, antes de entregarle unos cuantos medicamentos los cuales la castaña acepto
- ¿No habrá sido intoxicación? - Mencionó su marido como opción a lo cual esta no tardó en negar.
- Parece más bien... - Negó ante el comentario que estuvo por dar y suspiro - o no.., tal vez si pueda tratarse de una intoxicación - su hija había terminado de tomar la medicina que le había dado minutos antes y esta aprovecho para arroparle - Esta vez te permitiré faltar a tus clases, pero para mañana debes estar mejor señorita -
- Si madre - Musitó antes de cubrirse completamente.
- Es una lastima no poder ver a Mark está noche - Mencionó su progenitor sin darse cuenta de la expresión amarga que ponía su hija bajo las cobijas.
- Si, pero el planea pasar sus vacaciones aquí, podrás verlo después, además solo es un viaje de trabajo de una semana, no es mucho tiempo - Mencionó la mujer en respuesta a lo cual el hombre asintió dirigiéndose hacia la puerta.
- Será mejor irnos y que Rebecca descansé - La mujer asintió repitiendo la acción parándose junto a su marido.
- Bien, que duermas a gusto Rebecca - Antes de que la chica dijera algo o éstos esperaran que respondieran, cerraron la puerta dejándola completamente sola.
No sabía por qué se sentía tan agotada, pero no había parado de vomitar y gracias a esto no había podido dormir.
pero tras cerrar los ojos, no se cruzó por su cabeza pensar en el transcurso del tiempo, solo paso y ella siquiera lo notó.
Lo único que hizo que por fin saliera de su profundo sueño, era su madre entrando una vez más a su habitación, pero esta vez prendiendo la luz pues ya había oscurecido.
- Umh... ¿Madre? - Observó como está se acercaba, y luego se sentaba en el costado de su cama.
- ¿Como te sientes? - Mencionó la mujer sin expresión..
- Aún no me siento bien - Balbuceó la chica mientras se sentaba y hacía referencia a esto último mientras frotaba su estómago.
La mujer en respuesta suspiro y de su abrigó sacó una cajita con un dispositivo, el cuál era desconocido para la castaña.
- Necesito que vayas al baño para que orines un poco sobre esto...- Mencionó mientras dejaba la caja a un lado y ponía aquel dispositivo en sus manos - ¿De acuerdo? - Está la miró confundida, de hecho todo en ella mostraba una enorme confusión.
- ¿Para que es? - La mujer chasqueó la lengua y la tomo de su muñeca para obligarla a salir de su cama.
- Solo hazlo ¿Ok? - Dejo sin opciones a su hija, pues ya la había metido al baño viéndose obligada a obedecer la petición de su madre.
El problema no era orinar, pues acababa de despertar, pero lo raro del asunto si lo era, ¿Para que su madre necesitaría aquel artefacto?¿Acaso moriría?.
Al salir se lo entrego y ambas se quedaron en el pasillo durante un buen rato.
La chica no sabía que pasaba, pero la forma en la que su madre miraba el artefacto, la asustaba un poco.
- Madre, eso es...? - La mujer de un momento a otro frotó su rostro y comenzó a lagrimear, mientras está no pudo terminar su oración cuando una cachetada en su mejilla fue estampada, a tal grado que la tumbo y la dejo contra el suelo.
- ¡¿Embarazada rebecca?! ¡Como pudiste! - La mujer mostraba furia en su rostro, mientras está solo permanecía confundida.
-¿E- embarazada? - Tenía tantas preguntas, pero estaba tan confundida y asustada a tal punto de comenzar a temblar mientras no dejaba de repetir aquél tip nervioso que tanto la caracterizaba.
Pero ahora era su madre la que parecía nerviosa y balbuceaba cosas sin sentido.
- N-no puede ser... no puedes hacerle esto a mi niño... - La mujer estaba realmente alteraba a tal punto de que actuaba como si estuviera enloqueciendo -Oh mi pobre mark... -
La chica que estaba postrada en el piso, se puso de pie, sin evitar soltar algunas lagrimas elevó su voz contra su madre.
- Lo sabías - La mujer guardo silencio y siguió observando la prueba de embarazo sin parar de temblar - ¡Lo sabías y nunca dijiste nada! ¡Nisiquiera trataste de ayudarme! - La mujer en respuesta plantó un puño en su rostro, causándole una hemorragia rápida que goteaba como un río desde sus fosaz nasales.
- ¿Crees que no lo se? ¡Te la pasabas insinuandotele y ahora quieres meterle un hijo - Seguido de esto escupió sobre está, en un lugar poco específico - Pero no dejaré que lo hagas...¡Tu vagabunda se lo meterás al primero que te de bolilla como ese chico kyle...!- La chica que se había reincorporado del golpe, limpió su nariz, dejando algunos residuos de sangre seca extendidos en sus mejillas, para luego ahogarse sus palabras y pasar al costado de su madre en dirección a las escaleras -¿ ¡A donde vas!? -
- No es asunto tuyo - Bajo tan rápido como pudo, abriendo la puerta por la cual le daba gracias a Dios por no tener esas mil cerraduras que le ponían sus padres al anochecer.
- ¡No dejaré que hagas algo para afectar a mi niño! - Fue lo último que escucho la castaña antes de cerrar la puerta y huir de ese infierno descalza.
