Setsuna seguía observando el lugar muy asombrada no podía creer dónde la rubia la había llevado.

—Serena, estamos en...

—¡Así es Setsuna, estamos en Hawaii! -exclamó emocionada siempre le había gustado ese lugar y cuando la reina dijo que debían abandonar él país lo primero que se le ocurrió fue ese lugar- siempre quise vivir aquí ¿te gusta?

—Si es agradable y ya he venido aquí -mencionó saliendo del shock y miro a Serena- pero ¿porque a este lugar?

—Es muy bonito y repito, yo siempre quise vivir en Hawaii.

—Bien veo que estas muy emocionada -dijo ahora sonriendo al ver la emoción de la rubia- por cierto ¿como le haremos con nuestras cosas?

—Ya están en la casa -comentó tomando el celular que estaba en su bolsillo del pantalón- ya todo esta arreglado le mandaré una mensaje a mi mamá de que yo estaré bien

—Pero Serena.

—Ya veo, no quieres estar conmigo... -dijo haciéndose la ofendida sabia muy bien que con eso ella se rendiría fácilmente a sus palabras- que mala eres conmigo Setsuna.

—¡Claro que quiero estar contigo, yo te amo mucho! -exclamó rápidamente al pensar que la hizo sentir triste- pero esto me sorprendió y mucho.

Serena sonrío al ver que su actuación sirvió en la peliverde.

—No tanto Setsuna, esto será algo bueno para ambas -dijo Serena tomando su mano dándole un apretón a su mano- vamos, tenemos que ver la casa que encontré hace unos días

—De acuerdo.

Fue jalada por Serena aquella casa al llegar quedó maravillada al ver la casa, no era ni tan grande ni tan pequeña es un lugar en donde ellas se adaptaran a vivir como la pareja que debió de ser desde el principio.

—Este es un lugar perfecto -murmuró observando de reojo a la rubia quien sonreía contenta- para nosotras dos, Serena...

~Japón, Distrito de Juban~

Había pasado al menos ya algunos días de lo sucedió con Serena, pero no parecía nada igual con los protagonistas del dolor de la rubia ya que ese día ellos se reunieron para poder hablar sobre eso.

—Ella nos vio... -dijo Darien desesperado sabia que había roto el corazón de la pobre chica- ella nos vio en aquella situación...

—Hice sufrir a mi mejor amiga... -contestó de la misma manera que el pelinegro y tomó su cabello- jamás me lo perdonaré.

—La hicimos -le corrigió mirándole, en ambos se podía observar las ojeras debajo de sus ojos producto de no poder dormir por la culpa- yo también lo hice contribuí en su sufrimiento Rei, así que no te eches la culpa.

—Lo se, pero no dejó de pensar en esto y más al imaginarme su rostro contraído por él dolor... Me duele con sólo imaginarme eso...

—No eres la unica, me siento culpable y la culpa ya no me deja dormir ni un poco, me despierto cuando ella me grita llorando.

—¡Nunca debí venir! -exclamó llorando y golpeando el sillón al mismo tiempo que jalo su cabello- ¡si no lo hubiera hecho ella jamás hubiera sufrido de esta manera tan cruel, por nuestra culpa!

—Sino hubiéramos tomado y estuviéramos viéndonos a escondidas...

—Me siento tan culpable nunca debí meterme contigo... Debí respetar su relación desde un principio -dijo aún llorando y mirando a Darien quien sintió bastante rabia por él, por lo que le había hecho a su única familia y se sentía como un inútil- Darien, tu eres su novio... Yo nunca le había hecho esto a ninguna amiga o conocida...

—Tranquila Rei, ella es una persona de buen corazón y nos perdonara.

Dijo abrazándola él sabia como es la rubia con todos, pero sabia de ante mano que con ese tipo de traiciones nadie perdona ni aunque fuera su propia familia. Decidió no decir nada más y ambos permanecieron abrazados en el sillón hasta que Rei pudo transquilizarse.

—Eso espero Darien, recuerda hasta el más amable llegar a odiar... -dijo separándose de él y observo su reloj dando un suspiro- me tengo que ir Darien.

—Ve con cuidado

Se despidió de ella llevándola a la puerta donde espero hasta que se fuera y se metió al departamento mirando las fotos de el junto a Serena.

—Que he hecho... -dijo bastante enojado jalando de sus cabellos se sentía realmente frustrado- si ella no me perdona por mi estupidez, el futuro que tanto anhelamos se va ir a la basura y todo será por mi culpa.

Se dirigió a la sala tomando todo lo que encontró en su camino y lanzo todo lo que pudo hasta bajar su coraje.

~En Hawaii~

Después de acomodar todas las cosas en su nuevo hogar pudieron sentarse a descansar un poco y comer algo para reponer sus energías.

—Estuvo realmente cansado -dijo dejando su jugó y suspiro- ¿verdad Setsuna?

—Si, pero vale la pena el cansancio.

—Ya es algo tarde -observo el reloj que esta a un lado de ella y suspiro- vámonos a dormir un rato.

—Si, ve en un momento te alcanzó.

Ella asintió pudo observar como Serena se alejaba de sala de estar, Setsuna sonrió sonrojada y feliz, por fin podía estar con la persona que ella ama.

—Por fin puedo estar con el amor de mi vida y nunca la dejare ir...

—¡¿Que haces?! -pregunto asomándose por las escaleras interrumpiendo la ensoñación de la peliverde- ¡Setsuna no te quedes parada, ven a dormir!

—Ya voy, no te desesperes.

Ella siguió sonriendo mientras seguia a la rubia hacia su habitación.

Continuará...