Disclaimer: The story doesn't belong to us, the characters are property of S. Meyer and the plot belongs to iambeagle. We just translate with her permission.
Disclaimer: La historia no nos pertenece, los personajes son de S. Meyer y la trama de iambeagle, solo nos adjudicamos la traducción.
Here's To Now
Autora: iambeagle
Traducción: Yanina Barboza
Corrección: Melina Aragón
Capítulo dieciséis
Estoy demasiado absorta en las devastadoras noticias que no puedo concentrarme en detalles simples. Como dónde está Edward o cuál era nuestro plan. Así que me siento en la acera, haciendo un trabajo de mierda para no desmoronarme hasta que él regrese.
Finalmente, lo veo caminar hacia mí, cargando una bolsa de comestibles. Cuando está lo suficientemente cerca para ver mi expresión, su rostro se vuelve serio.
—¿Qué pasó? —pregunta, dejando la bolsa en la acera.
Me pongo de pie, desmoronándome de inmediato contra su pecho, y él envuelve sus brazos a mi alrededor.
—Mi papá —sollozo contra su camisa—. Mi papá. Murió. Está muerto.
—Mierda —sisea contra la parte superior de mi cabeza—. Bella, lo siento mucho.
Con Edward aquí, genero una ronda de lágrimas que no pensé que fuera posible. Nos paramos en la acera y él me deja llorar, hasta que no me queda nada.
Ayudándome a subir al auto, principalmente viajamos en silencio a la casa, mi frente presionada contra la ventana.
—¿Quieres hablar de lo que pasó? —Su sinceridad me atrae.
Cierro los ojos, me tiembla la barbilla mientras hablo.
—Tuvo un ataque al corazón. —No suena ni se siente real—. Sé que había estado cambiando su dieta y estaba haciendo todas estas cosas diferentes para estar más saludable... pero nunca me dijo por qué. Así que asumí... no sé. Él nunca quiso que me preocupara. Nunca. Pero si hubiera sabido que algo andaba mal, ¿me sorprendería menos esto? —pregunto, sobre todo retóricamente, abriendo los ojos e inclinando la cabeza en su dirección—. Edward... necesito irme a casa.
—Lo sé. Te haremos volver.
Cuando llegamos a la casa, evito a Carmen y Marcus, corriendo a la habitación. Encuentro consuelo escondida debajo de la manta, y aunque probablemente debería empacar o reservar un boleto o algo, no puedo concentrarme. Me estoy desconectando, demasiado abrumada para resolver esto.
En algún momento me quedo dormida. Cuando me despierto, la voz de Edward está amortiguada detrás de la puerta, pero es fácil saber que está hablando por teléfono, lidiando con el aeropuerto. Levanta la voz un par de veces, y aunque estoy jodidamente triste, mis sentimientos por él se multiplican por diez. Él no tiene que hacer esto por mí, hacerse cargo de esta manera, pero lo hace y significa más para mí que cualquier otra cosa. Que todo.
Finalmente, hay un golpe suave en la puerta antes de que alguien ingrese a la habitación, sentándose en el borde de la cama.
—Mija —susurra Carmen, y me doy la vuelta para mirarla—. Lo siento mucho, cariño.
Ver la preocupación en su rostro es suficiente para desmoronarme de nuevo.
—Es... sí. No es genial.
—¿Qué puedo hacer? —pregunta ella, alejando el cabello de mi cara.
—No lo sé. ¿Nada? Necesito irme a casa —digo con voz ronca.
—Lo harás. Edward se está ocupando de eso.
Esto me hace llorar de nuevo.
—¿Cuán de mierda es que, en medio de todo este lío, también esté preocupada por dejarlo? —pregunto en voz muy baja, con sentimiento de culpa.
—No eres una mierda, eres humana, y es obvio que ambos se preocupan mucho el uno por el otro. El momento no es el ideal, pero se resolverá por sí solo.
—¿Lo crees?
Ella sonríe, apretándome la mano antes de levantarse de la cama.
—Mi instinto siempre tiene la razón.
Carmen sale de la habitación y escucho una conversación en voz baja fuera de la puerta hasta que Edward entra arrastrando los pies. No dice una palabra, solo se acuesta a mi lado. Mi cara se siente inflamada, hinchada y el cansancio se afianza.
—Te conseguí un vuelo para mañana por la mañana —dice finalmente—. Sale de San José a las seis. Hay una escala en Atlanta, así que será un día largo, pero...
—Está bien. Gracias. Realmente... realmente lo aprecio. Te pagaré el boleto por Venmo cuando tenga servicio nuevamente. —Me quedo callada, sintiéndome culpable—. Debería haber podido ser contactada. ¿Por qué no cambié el plan de mi celular? Yo solo...
—No puedes castigarte por cosas así. —Sus dedos son ligeros como una pluma, creando consuelo mientras sube y baja por mi brazo—. Bella, puedo ir contigo... si quieres.
—No, no, no —enfatizo—. Edward. No voy a obligarte a hacer eso.
—Me estoy ofreciendo —susurra—. Quiero estar ahí para ti.
Mi pecho se hincha por este hombre.
—Por mucho que me tiente la idea de usarte como muleta, yo solo... necesito hacer esto sola, creo.
Buscando en mi rostro, asiente, pero todavía parece inseguro.
—¿Estás segura?
—Sí. —Acercándome más, me acurruco contra su cuerpo, descansando mi cabeza en su hombro.
—Háblame de tu papá.
Así que lo hago. Lloro todo el tiempo, arruinando por completo su camiseta, contándole lo maravilloso que es mi padre. Era. Recuerdo todos los viajes de pesca a los que intentó llevarme, que nunca me interesaron en absoluto. Pero fui todos los años, hasta los doce, porque eso lo hacía feliz. Nunca levanté una caña, pero solo tenerme cerca fue suficiente para él.
Mis lágrimas se convierten en risas cuando menciono la historia de nosotros en Disney World, cuando tenía catorce años. Hicimos la fila para la Torre del Terror, aunque mi padre no iba a subirse. El grupo de chicos frente a nosotros charló conmigo todo el tiempo, para el desprecio de mi papá, a pesar de ser inocente. Cuando llegó el momento de subir a la atracción, Charlie se dio cuenta de que iba a sentarme junto a uno de los chicos. Así que lo sacó de su asiento y Charlie se sentó en su lugar. Él gritó durante todo el recorrido, más que yo, lo que hizo que el recorrido fuera increíblemente más divertido para mí. Cuando terminó el recorrido, la seguridad lo estaba esperando. Ese recuerdo me recuerda cuán incondicional y protector era su amor, y cuán jodidamente afortunada fui de tenerlo como mi padre.
XXX
El sueño no llega para mí, pero eso no es ninguna sorpresa. No estoy segura de si Edward se queda despierto por mí, pero a pesar de todo, sus ojos no se cierran, y muy pronto es hora de que me vaya.
El viaje se siente rápido, y ninguno de los dos se molesta en ocultar la decepción. Edward estaciona el auto junto a la acera, encendiendo las luces intermitentes antes de que ambos salgamos. Trabajamos juntos, agarrando mis maletas del maletero y dejándolas en la acera. El tic-tac de las luces intermitentes es inquietante, como una cuenta atrás para nuestro adiós.
Las lágrimas permanecen alrededor del borde de mis ojos.
—Odio la forma en que esto está terminando.
Su sonrisa es triste.
—¿Así que ya terminaste?
Me encojo de hombros, mirando mis zapatillas deportivas.
—Nunca pudimos tener esa conversación...
—Por una buena razón —responde—. Estás vulnerable en este momento. Y tienes otras cosas en mente.
—Lo sé —enfatizo—. No estoy diciendo… No lo sé. No sé lo que estoy diciendo.
Él suelta un suspiro, cerrando la distancia, parándose a centímetros de distancia.
—La oferta para ir contigo sigue en pie.
Lo miro, negando con la cabeza.
—Eso no va a funcionar.
—¿Por qué no?
El resentimiento se acumula en mi pecho y me esfuerzo mucho por empujarlo.
—¿No sientes que hemos estado viviendo en este mundo de fantasía, en esta burbuja?
Su rostro decae.
—No es un mundo de fantasía... es mi vida.
—Pero no es la mía.
—Podría serlo.
Las lágrimas difuminan su rostro, pero lo miro directamente a los ojos, sintiendo su tristeza mezclándose con la mía.
—Esta no puede ser mi vida. Me fui por un mes y mira lo que le pasó a mi papá.
—No puedes controlar lo que sucede, solo puedes controlar cómo reaccionas. Independientemente de dónde estuvieras... hubiera sucedido, Bella. Lo entiendes, ¿verdad?
Odio que sus palabras traigan claridad.
—En última instancia, sí, lo entiendo. Pero díselo a mi conciencia.
Con la mandíbula tensa, palmea mi mejilla, acunando mi rostro.
—Por favor, no me alejes.
Tomando una respiración profunda, levanto una mano, cubriendo la suya.
—No quiero, pero esto no es fácil. Solo dime qué hacer.
—No puedo hacer eso.
—Bueno, entonces no sé qué decir.
La comprensión destella en sus ojos, y da un paso atrás, la mano se ha ido de mi mejilla.
—Tal vez deberíamos hablar cuando todo se calme para ti.
—¿Como cuando tenga mi mierda en orden?
—Sí.
—Quiero decir, ¿cómo siquiera te contacto? —Me río sin humor—. ¿Dónde estarás?
—No lo sé. No sé dónde estaré, pero eso no importa.
—¿Tu celular funcionará?
—Me aseguraré de ello —promete.
—Bien.
Caemos en un abrazo, sosteniéndonos el uno al otro. No dura lo suficiente antes de que yo retroceda, solo un poco. Siento su mirada en mi cara, pero la mía está en sus labios, porque si veo lo triste que luce, me romperá el corazón aún más y no tendré más remedio que llevarlo conmigo.
Inclina la cabeza, besándome suavemente. Es dulce y deprimente y se siente mucho como una despedida. Mis mejillas están húmedas contra las suyas mientras le devuelvo el beso, profundizándolo solo por un momento. Nos separamos y me besa en la mejilla, su boca permanece cerca de mi oreja.
—Vas a superar esto —susurra—. Te voy a extrañar.
—Yo también.
Finalmente, nos alejamos el uno del otro. Se siente tan jodidamente incorrecto, la grieta en mi pecho se hace más grande con cada centímetro que me alejo de él. Agarrando mis maletas, levanto uno de los bolsos de lona sobre mi hombro, dando unos pasos hacia atrás hacia las puertas corredizas.
—No voy a mirar atrás —le digo con voz ronca—. Pero no es porque no quiera. Solo… necesito hacer esto más fácil.
Su rostro permanece estoico.
—Está bien.
Girando sobre mis talones, camino a través de las puertas y entro al aeropuerto. Por muy tentador que sea ir en contra de mi palabra y mirarlo una vez más, no me lo permito. Porque esta no será la última vez que lo vea. No puede ser, me niego a aceptarlo. Entonces, con eso en mente, puedo alejarme.
¡Hola!
¿Nos cuentan qué les pareció el capítulo?
Muchas gracias por los comentarios en el capítulo anterior: EmilyChase, saraipineda44, Maribel 1925, Lady Grigori, somas, Dama Sincera, Noriitha, tulgarita, Adyel, Arlette Cullen Swan, Cassandra Cantu, Tata XOXO, Lizdayanna, Isis Janet, Jade HSos (x2), alejandra1987, Franciscab25 y BereB.
¡Hasta el próximo capítulo!
