Playlist sugerido:
Bailando- Enrique Iglesias
No me acuerdo- Thalía
Señorita- Camila Cabello
Me enamoré- Shakira
LA CHICA LATINA
Los ánimos en el bar de la Nube estaban hasta arriba, las chicas esperaban en una mesa su turno para subir al escenario y cantar. Mientras tanto coreaban las canciones y se divertían con todos los que se atrevían a cantar frente a todos.
-¿Qué canción quieren?- preguntó Hinata
-Una de BTS, están súper de moda y son muy bailables. - exclamó emocionada Ino
-No todas hablamos coreano tonta.
- Tienen canciones en inglés- rodó los ojos- Además les gusta BTS o BLACK PINK, no tienen que saber coreano. Acaban de pasar a cantar unos chicos claramente de Konoha una canción de Enrique Iglesias. ¿Les entendiste algo? ¡Qué importa!
-Me gustan esos grupos Ino, pero estoy de acuerdo con Temari, preferiría una canción que pudiéramos cantar todas.
-¡Qué aburridas! Pero está bien ¿Les parece una de Ariana Grande?
-Si, la de thank u, next me encanta. ¿Y como segunda opción les parece Señorita de Camila Cabello?- sugirió Temari
-¡Ay sí! Me parece excelente. - juntó sus manos emocionada. -¿Estás de acuerdo Hinata?
-Sí, las dos me gustan. -
-¡Entonces, salud por eso!- las tres chicas alzaron sus mojitos y le dieron un sorbo grande.
Estaban a 3 turnos de pasar y todos aplaudían emocionados a la chica que cantaba "No me acuerdo" de Thalía, cuando Ino perdió los colores.
-¡Ay dios mío! ¡Ahí está! Ponte frente a mí Temari- Ino trató inútilmente esconderse
- ¿Quién? -
-¡Naruto! ¡Rápido hagan casita! - Hinata tan rápido como pudo se colocó en la mesa frente a ella, pero fue en vano. Como si pudiera leer su mente el rubio la ubicó. Venía acompañada de otro chico, que, de alguna forma, les pareció demasiado familiar.
Pero no me acuerdo, no me acuerdo. Y si no me acuerdo no pasó. Eso no pasó. Yo no me acuerdo…
-Hola Ino…¿Cómo estás? – apenas se escuchó su voz. No solo por el ruido sino porque sentía que apenas podía hablar de los nervios.
- ¿Cómo supiste que estaba aquí? – dijo molesta
-Instagram, deberías ser más cuidadosa con lo que compartes. - soltó el pelinegro
-¿Y tú quién eres mocoso? – interrogó rudamente Temari como de costumbre.
Pero si te hace feliz saber que estuve con otro, vamos a decir que si. Pero no me acuerdo, no me acuerdo…
-Es mi amigo Sasuke- Hinata se atragantó con su mojito.
-¿Uchiha Sasuke? ¿Eres el hermano menor de Itachi?- ahora todas caían en el parecido. De hecho, eran igualitos. La única diferencia era el largo del cabello y una o dos cabezas de estatura menos que el mayor.
-¡Pero que pequeño es el mundo! Quién iba a pensar que nos encontraríamos a tu cuñadito Hinata.- bromeó Temari
-¿Eres la novia de mi nii-san?- preguntó inquisidoramente.
Hinata se sonrojó. –Eh..si. Soy su novia. Mucho gusto Sasuke. Tu hermano me ha hablado mucho de ti.
-¿En serio? Es raro porque no me ha mencionado nada sobre una novia.
Obviamente Hinata abrió los ojos con sorpresa y cierta opresión en el pecho. Sin embargo, no pudo responder porque el rubio se le adelantó. – Probablemente no te ha dicho nada porque sabe lo pesado y posesivo que eres teme. No le hagas caso Hinata-chan. Sasuke es insufrible. Seguro que Itachi tiene sus razones.
La pelinegra sonrió. Por un momento había tenido dudas, pero debía confiar en Itachi y platicar sobre el tema antes de sacar conclusiones adelantadas.
-Me cae bien, Ino.- sonrió con autosuficiencia Temari.- ¿Por qué no le das una oportunidad al pollito?
Ino respingó. –Naruto yo…no sé…
Los aplausos se escucharon con el fin de la canción. Ya no había tanto ruido en lo que esperaban a los siguientes participantes.
-Ino, solo quiero decirte que estoy bien y que en realidad me gustaría conocerte, ¡si me das una oportunidad, me gustaría invitarte a salir dattebayo!
Sus amigas suspiraron. -¡Ay Ino dale una oportunidad! ¡Míralo! Es súper tierno el bebé.- dijo Temari con voz aguda.
-Yo…Naruto…
-Disculpen la interrupción, ¿Están listos para cantar? Las mesas anteriores aún no deciden su canción, ¿quisieran pasar antes? – se acercó la encargada del karaoke.
-¡Si! ¿Por qué no pasan Ino y Naruto? Soy la única que no te ha escuchado cantar y me dijeron que lo haces fabuloso. – mencionó emocionada Hinata
-Si me encanta la idea. – mencionó de acuerdo la rubia mayor.
-De acuerdo, ¿qué pista les ponemos? -
-Señorita de Camila Cabello- gritó Temari
-¡Chicas no!- pero todos los ignoraron.
Naruto podía ser muy miedoso con las chicas y en la intimidad, pero sobre el escenario, era una historia completamente diferente. De una forma viril y encantadora le ofreció la su mano a la rubia exuberante que trataba de conquistar. Caminaron despacio. Ella sentía que iba flotando. Cuando llegaron a la tarima Ino lucía bastante cohibida, el chico parecía que toda su vida había estado ahí.
-¡Tú puedes Ino! –gritaron sus amigas.
-¡Ino! ¡Ino! ¡Ino!-comenzaron a apoyarla todos los presentes. Naruto le dio un pequeño apretoncito en la mano y le sonrió de una forma que le robó el corazón.
-I love you when you call me señorita, I wish I could pretend I didn´t need ya… but every touch is ooh la la la
Sin soltarse de las manos y viéndose fijamente comenzó a cantar. No tenía una voz educada o super afinada, pero a los oídos de Naruto eran como cientos de ángeles entonando melodías celestiales…ángeles muy sensuales, por cierto.
-Land in Miami the air was hot from summer rain. Sweat dripping off me before I even knew her name la la la It felt like ooh-la la la yeah no…
Todo el lugar mostró su asombro al escuchar la increíble voz del rubio, era masculina, firme pero suave, y transmitía sentimientos reales. Acarició la mejilla de Ino y todos enloquecieron de emoción. Con más confianza ella comenzó a bailarle sin dejar de cantar. Él le siguió el ritmo
-Her body fit right in my hands, la la la. It felt like oh la la la
Fue una presentación llena de sensualidad y emoción. Bailando pegados, cantando sin dejar de mirarse.
-Ooh, I should be running. Ooh, you keep me coming for ya. – acercaron sus rostros como si fueran a besarse, pero sin hacerlo.
El público se puso de pie. Los encargados no recordaban una noche de karaoke tan intensa. -¡Beso, beso, beso!- Todos comenzaron a entonar. Cuando finalmente lo hicieron los gritos cual fangirls resonaron por todo el lugar. Temari comenzó a chiflar y Hinata derramó algunas lágrimas. Incluso el amargado de Sasuke se olvidó unos minutos de respirar por la emoción. Cabeza hueca suertudo. Sonrió y comenzó a aplaudir también.
Cuando llegaron a la mesa pidieron más mojitos y aguas minerales para los nenes. Era el turno de Temari y Hinata de cantar. La rubia estaba por pedir la canción de Ariana Grande. -¡Espera, tengo una idea! – gritó la ojiperla.
-¡Esta va para Naruto e Ino! –ambas chicas se pararon frente al micrófono.
-La vida me empezó a cambiar la noche que te conocí, tenía poco que perder y la cosa siguió así..-cantó Hinata
-Yo con mi sostén a rayas y mi pelo a medio hacer. Pensé: "Este todavía es un niño pero, ¿Qué le voy a hacer?"- siguió Temari
Los chiflidos y aullidos envolvieron su canto. Incluso muchos comenzaron a corear la canción- Es lo que andaba buscando, el doctor recomendando, creí que estaba soñando oh oh oh oh
Por supuesto que la mitad de las personas, incluidos los adolescentes, no entendían absolutamente nada. Pero era tanto el amor que transmitían las chicas que no pudieron evitar encender el ambiente. Y aquellos que si conocían la letra la cantaron junto con ellas a todo pulmón.
¿De qué me andaba quejando? No sé qué estaba pensando. Voy pal cielo y voy pateando, oh oh oh oh
Itachi y Shisui veían una película en la casa de éste último. Habían subido todo el repertorio completo de Rápidos y Furiosos. Apenas iban por la mitad de la primera e Itachi ya sentía que le pesaban los párpados.
-No te duermas viejito. - le aventó unas cuantas palomitas
-Entonces pon algo más entretenido. No puedo creer que te gusten estas cosas.
-A todos los hombres nos gustan "estas cosas"- recriminó metiéndose un puño de palomitas a la boca
-Al menos mastícalas troglodita- se escucharon los reclamos indescifrables de Shisui con la boca llena.
Ignorándolo prestó atención a varias notificaciones de celular y al revisarlas vio que venían del perfil de Ino.
La primera historia era de las chicas sonriendo listas para salir. Click en Corazón. Hinata se veía preciosa. La segunda había un mini fragmento de Ino cantando muy pegadita a ¿Naruto?.
-¿Qué estás viendo?- Itachi le acercó la pantalla de su celular.
-Es el amigo de Sasuke cantando con Ino.
-¡Ese es el chico que estaba cantando en el bar! ¡C-con el que se fue y que después Temari se puso como loca!
Ahora que lo recordaba había escuchado a su hermano menor decir que Naruto vivía con su abuelo, un viejo pervertido y dueño de un bar. Y recordaba de muy pequeños haberlo visto cantar en los festivales del colegio.
-No tenía idea de que cantaba, y lo hace bastante bien. - tal vez se había alejado demasiado de su hermano y su vida, que incluía detalles sobres sus amigos cercanos. De vez en cuando hablaba con él, pero no era lo mismo, ni siquiera le había comentado sobre Hinata.
Siguiente historia, otro fragmento de un video, esta vez eran Hinata y Temari quienes cantaban: -Me enamoré, me ena na na moré. Lo vi solito y me lancé, me enamoré. 1 mojito, 2 mojitos,…- El pelinegro sonrió, estaba considerando realmente aprender español por ella. Aunque por los movimientos que hacían podía imaginarse la intención de la canción.
Llegaron varios mensajes de Whatsapp de Hinata.
Mensaje de audio: De fondo se escucha bastante ruido, aun así entiende la dulce voz de su novia ligeramente gritando. Hola AMOR cómo estas, te tengo una sorpresa. No vayas a molestarte ¿ok? Me aseguraré de llevarlo a casa con bien y de que no beba nada de alcohol. Tampoco vayas a regañarlo por meterse de incógnito en el bar. Me prometió que será la última vez que lo hace.
Imagen enviada. Aparece un Sasuke sonrojado con la vista desviada. Hinata tiene su cara pegada a él abrazándolo sonriente.
Imagen enviada. Naruto sale besándose con Ino.
Imagen enviada. Sasuke sale rojo como tomate en medio de Temari Y Hinata mientras le dan un beso en cada mejilla.
Audio enviado. –Itachi-nii-san yo convencí a Sasuke de venir (No es tu hermano tarado) ¡Cállate teme! Estoy salvándote el pellejo. Itachi-nii-san, el teme vino por mi culpa, yo lo obligué, si tienes que molestarte que sea conmigo dattebayo! Por cierto, que linda es Hinata-chan aunque ya le dije a Sasuke que no se le acerque tanto. ¡No te preocupes, yo la cuido por ti dattebayo! (¡Yo no estoy tocando a su novia zopenco!) .
El párpado izquierdo le empezó a temblar. Si su madre se enteraba que Sasuke andaba en un bar se volvería loca. Y debía admitir que verlo tan cerca de Hinata le había provocado más náuseas de lo que hubiera esperado. Un adolescente hormonal cerca de su novia, pequeño Sasuke o no, no le agradaba la idea. Y menos con el recién desvirginado y potencialmente caliente-mala-influencia Naruto.
Grabando audio: Hina, estoy con Shisui, tardaré al menos dos horas en llegar, aunque salga ahora. Pasaré por él cuanto antes. Gracias por cuidarlo.
Mensaje de audio: Dd-de acuerdo. Estaremos en el departamento. Ven con cuidado por favor. No seas duro con él ¿si? Te quiero.
Hinata se sonrojó ante lo último. Ese te quiero se le había salido y ya no podía borrarlo. Esperó la respuesta nerviosa con el corazón latiéndole a mil por hora.
Grabando audio: Tramposa. Está bien, lo pensaré en el camino. Yo también te quiero HIME.
Era la primera vez que se expresaban esa clase de sentimientos, de forma verbal. Y para su suerte había quedado grabado en notas de audio. Sonriendo como boba, acompañó a todos a pagar la cuenta.
Naruto se llevó a Ino a su casa. Tenían mucho que ponerse al corriente. Las chicas se llevaron a Sasuke.
-Por favor, siéntete como en tu casa. Te traeré unas sábanas y algo para que puedas dormir. El baño está el fondo del pasillo y puedes tomar lo que gustes de la cocina. –
-Gracias- respondió Sasuke.
-De acuerdo yo me iré a dormir, estoy muy cansada. Un gusto niño. Descansa- se despidió Temari
Sasuke se quedó mirando la sala, era un departamento bastante amplio. Había varias fotos en la mesita de centro. De las mujeres que acaba de conocer y otras personas que no conocía. Entonces en un marco bastante bonito vio la foto de Instagram en la que su hermano besaba a su novia. La sostuvo ensimismado.
-Esta foto es mi favorita- Sasuke la colocó en su lugar rápidamente. Hinata sonreía mientras acomodaba las sábanas en el sillón.
-Lo siento-
-No tienes por qué. Está es tu casa…¡Quiero decir! Puedes tomar lo que gustes, no tienes que preguntar. -
-¿Tú y mi nii-san llevan mucho tiempo juntos? –preguntó con suspicacia.
-No, solo unos meses. Un poco más de 3. Él me ha hablado mucho de ti, te quiere mucho.
-¿En serio? Nunca tiene tiempo para mí. - parecía algo triste, aunque trataba de ocultarlo.
-Trabaja mucho, nosotros prácticamente nos vemos los fines de semana y…sé que está algo distanciado de casa. - Sasuke solo asintió sin decir nada.
Hinata sintió opresión en el pecho. Tal vez estaba quitándole tiempo de calidad con su hermano. Tendría que hablar de eso con su novio, aunque a veces sentía que las horas que pasaban juntos no eran suficientes, debía impulsarlo a compartir más con su hermano menor. Ella entendía como se sentía, más ahora que estaba lejos de casa, el no poder pasar tiempo con Neji y Hanabi.
-¿Quieres algo de cenar? Me dio un poco de hambre. ¿Qué te gusta comer? ¿Quieres que ordenemos algo?
Terminaron saliendo a una pequeña tienda de conveniencia ya que Hinata no tenía mucha experiencia cocinando comida del País del Fuego, y no estaba segura si lograría llenar las expectativas de su cuñadito. Compraron onigiris empacados, algunas papas de sabores que nunca había visto y sodas bastante coloridas. También unas especies de gelatinas rosas con un dango como decoración. Sasuke insistió en llevar varios tipos de dulces y una especie de pan de hot dog rellena con fideos.
Vio como las duras facciones de Sasuke se relajaban mientras comían y más cuando Hinata hacía caras raras al probar tanto los dulces como las papas. Algunos eran sabores muy fuertes otros muy suaves, pero todos extraños a su paladar. Estaban sentados en la barra de la cocina, degustando y probando.
Le dio una mordida al pan con fideos. –Esta bueno, aunque algo fuerte para mí- decidió hacerlo a un lado
Sasuke le dio una mordida al suyo- Es muy popular en mi escuela, casi diario como uno.
-¿Y en qué año vas?
-Acabo de entrar a la preparatoria. Soy el capitán de los rookies de karate y subcapitan del equipo de kendo.- dijo muy orgulloso.
-¡Qué increíble! Yo nunca he sido buena para los deportes. Pero me gusta mucho bailar-
-Yo no tengo talento artístico. Eso se lo dejo al dobe.
- ¿Tu y Naruto son muy amigos?
-Si, algo así. Nos conocemos desde el preescolar. Nuestras madres eran amigas, hasta el accidente de sus padres.
-Lamento escuchar eso.
-Si fue muy triste. Ocurrió un poco antes de entrar a la primaria. Desde entonces vive con su abuelo- dio otra mordida a su comida.
Unos pequeños golpes se escucharon desde la puerta. Sasuke inmediatamente enderezó la espalda. Hinata abrió la puerta encontrando el rostro un tanto molesto de Itachi, ella lo miró con indulgencia, suplicando con la mirada que no fuera muy duro con él.
-Pasa, Sasuke está mostrándome aperitivos populares entre los jóvenes de Konoha. – le sonrió tomándolo de la mano y llevándolo a la cocina. El pelinegro se terminó el yakisoba pan que dejó abandonado su novia. Había tensión en el ambiente y Hinata cada vez se ponía más nerviosa, al no saber cómo aliviarla.
-Es tarde, termina pronto Sasuke para poder retirarnos. Tengo que llevarte a casa y después ir a mi departamento. - lo cual implicaba bastante tiempo de traslado.
-¿Por qué no se quedan? Ya le he traído sábanas a Sasuke y una de tus playeras. – invitó jovialmente. Desde que habían comenzado a dormir juntos, había dejado unos cuantos cambios de ropa y artículos personales. Y ella a su vez en el suyo. Los ojos de su hermano menor brillaron, una pijamada con su hermano mayor.
-Gracias Hina, pero mi madre se preocupará si no llega a dormir Sasuke.
-Kaasan no me espera, iba a pasar la noche en casa de Naruto.-
-¡Entonces ya está decidido!- se adelantó a decir Hinata juntando ambas manos, antes de que su novio con cara nada convencido con la idea, pudiera debatir. –Los dejaré a solas, iré a alistarme para dormir.
Un silencio incómodo los rodeo. Se escuchaba el tick tack del reloj de la cocina.
-Me cae bien tu novia. Además…te ves diferente.
-¿Diferente? ¿En qué sentido?- su tono seguía ligeramente frío.
Sasuke respingó un poco- Si, bueno…no sé. Feliz. Sé que estas molesto conmigo, pero en cuanto la viste tus facciones se relajaron y ella, creo que en verdad te quiere nii-san.-
Tal vez su pequeño hermano tenía razón. Tenía semanas que se sentía más ligero, como si de pronto hubiera dejado de cargar con el mundo sobre la espalda. Había cambiado drásticamente sus rutinas, ya no iba al trabajo los fines de semana. Obviamente sus resultados no habían decaído, pero por primera vez en sus 28 años estaba dándose tiempo para cuestiones personales. Estaba probando cosas nuevas y conociendo una forma de vida más libre de la que jamás hubiera imaginado.
-Siento haberme alejado de casa, trataré de ir a verte más seguido.
-No te preocupes nii-san, la verdad creo que kaasan se pasó de la raya esta vez. Eres libre de elegir con quien quieres estar. Es más, deberías llevar a Hinata a casa.
Llevaba días pensándolo, pero no sabía si era el mejor momento. Conocía a su madre. Estaba viviendo un período tan increíble personalmente que no estaba seguro si estaba listo para meterle drama a su vida. Porque eso era lo que se avecinaría en cuanto decidiera presentarla formalmente ante su familia. Una tormenta. Podía ver los ojos con escrutinio de su Padre y la mirada llena de reproche de su madre.
-Lo pensaré, debo hablarlo primero con Hinata.
-De acuerdo. Cuenta con mi apoyo nii-san. –sonrío como cuando era pequeño y le contaba una historia antes de arroparlo.
-Gracias Sasuke, aunque no creas que por eso te salvarás del sermón. ¿En qué estabas pensando al entrar un bar siendo menor de edad?-
Cuando Itachi entró a su habitación la encontró sentada en su tocador trenzando su largo cabello. Tenía puesto un lindo camisón blanco que no había visto antes. Debió notarlo en su mirada porque se puso de pie para mostrárselo. No era nada revelador, o en teoría así debía ser. Pero Hinata tenía el efecto de convertir cualquier prenda simple en una obra de arte. Blanco de satín, tirantes delgados, ligeramente pegado a la cintura y una falta larga hasta los tobillos.
-¿Te gusta? Ino insistió en que debía comprar ropa para dormir…más femenina. Me regañó por seguir durmiendo con mis playeras gigantes- las cuales eran cortesía de su hermano mayor Neji.
-Me encantan como se ven tus playeras enormes, especialmente cuando usas las mías. - Se acercó observándola sin reserva abrazando su cintura. –Pero, me agrada. Dale las gracias a Ino de mi parte. –ambos sonrieron, besándose tiernamente.
-¿No fuiste muy duro con él verdad?- se vieron sin dejar de abrazarse.
-No mucho, pero tuve que conservar mi papel de hermano mayor responsable.
-Entiendo- río acariciando su mejilla.
-Además…mi principal preocupación era comprobar si las palabras de cierta chica fueron reales- dijo con tono juguetón sintiendo como apretaba el agarre de su cintura. Un leve sonrojo adornó sus mejillas.
Hinata se armó de valor. -Itachi yo…es cierto. Yo te quiero…te quiero mucho- respondió con seguridad sin dejar de mirarlo. Él no pudo evitar sonrojarse ante tales declaraciones, pero nuevamente acercando sus rostros, a centímetros de sus labios, le susurró las mismas palabras de amor. –Te quiero Hinata, no sabes cuánto. - y se besaron.
Lo sintió inclinarse más para besar que espacio que tanto le gustaba, donde su cuello y su hombro lo envolvían. –Itachi..yo quería decirte…¿podemos hablar?- Él sabía que ella nunca podía resistirse cuando besaba ese punto, por lo que debía ser algo importante. Se sentaron en la orilla de la cama tomados de las manos.
-Dentro de un mes iré a Kirigakure, aprovechando un pequeño receso que tendremos después de los exámenes bimestrales. Le prometí a Hanabi que celebraríamos Halloween juntas. Quería saber…si tu…no estás muy ocupado…quisieras acompañarme y…conocer a mis padres. Y si no es mucha presión, estaba pensando que podrías traer a Sasuke, ¡si tus padres están de acuerdo, claro está! Hablando con él, me di cuenta que he estado absorbiéndote demasiado, creo que les serviría también para pasar tiempo juntos. ¿Qué te parece? – lo miró entre ansiosa, apenada, expectante y feliz de haber transmitido todas sus ideas de forma coherente.
-Que me agrada la idea de que estés absorbiéndome demasiado- bromeó mordiendo ligeramente su cuello.
-¡Itachi!- chilló apenada. ¿Desde cuándo se comportaba de esa forma tan jovial? ¿Sería su influencia? ¿La felicidad que le provocaba ver a su hermano?
-Será un placer acompañarte Hina. Lo de Sasuke me parece increíblemente generoso de tu parte, pero no te prometo que pueda acompañarnos. La relación en este momento con mis padres es…algo complicada. - Hinata tomó su rostro con ambas manos.
-Lo entiendo, tal vez sea la oportunidad para arreglar eso ¿no crees? Tómalo de quien está lejos de su familia. Al menos inténtalo ¿si?-
Sonrió cubriendo sus manos con las propias. –Lo haré Hime-
