Las Anécdotas del Lobo

Capítulo 9-Los cuatro pilares del destino

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Mi celular comenzó a sonar con un tono conocido y sonreí al mirar el nombre en la pantalla. Las risas de las chicas eran tan estridentes que tuve que alejarme para contestar la llamada.

Saludé a papá y me comentó que Runyu el asistente de tío Hien, estaba terminando de armar los equipos para integrar a los practicantes en las distintas oficinas de empresas Li. Días atrás, me había enviado un correo, pero con el viaje a Japón olvidé responderle, de hecho, quería que papá me diera su opinión.

Princesa, tu tío me pidió que te preguntara si ya decidiste en qué filial realizarás tus prácticas, porque revisó el informe de su asistente y no vio tu nombre ―dijo papá―, quería saber a qué proyecto te habían asignado.

―No papá, aún no ―respondí, diablos lo había olvidado por completo.

Tienes varias opciones, puedes regresar a Hong Kong, ir a Shanghái o apoyar a tu primo en Japón.

―¿Qué me sugieres?

Por tu perfil creo que es mejor Shanghái, además dejaste muy impresionados a los inversionistas en la última visita. Aunque si te quedas en Japón tendremos información de primera mano sobre tu primo y su novia, esa parejita es tan tierna, no puedo esperar a que la pequeña Sakura sea parte de la familia.

―Claro, no puedes esperar para que sea víctima de tus ocurrencias, ni porque sabes que tía Ieran te reñirá. ―Papá rió ante mi comentario.

Tu tía me riñe desde que tengo memoria, es tan divertido hacerla enojar y tu tío Hien está de acuerdo.

―Parecen niños pequeños ―comenté divertida.

Tenemos que meterle un poquito de chispa, sino sería muy aburrido vivir entre tantas tradiciones y ceremonias de los Li.

―En eso tienes razón.

Bueno princesa, me despido, tu madre está saliendo de su oficina y la planeó secuestrar. Piensa bien donde harás tus prácticas, y no olvides responderle a Runyu.

―Si papá, diviértanse.

Tú también, princesa.

Ya que estaba lejos de mis amigos decidí meditar un poco sobre a qué ciudad me iría y aprovecharía para tomar un poco de aire fresco, hacía mucho que no estaba en contacto con la naturaleza y sí que me hacía falta. Caminé por las pintorescas veredas del complejo, era un lugar muy sencillo, pero no por eso dejaba de ser bonito y acogedor. Las series de luces que adornaban los árboles le daban un toque romántico. Así que decidí seguir hacia donde se veía más iluminado, mientras más me adentraba no pude evitar pensar que ese sitio era mágico, ideal para estar en pareja. A lo lejos vi un par de siluetas, al parecer el encargado estaba mostrando el lugar a un chico, ¿era Yamazaki? Quizás estaba preparando algo para Chiharu, me sentí feliz por ellos, era bueno saber que el amor seguía presente a pesar de los años. Agité mi cabeza y sonreí, en qué cosas estaba pensando, debía concentrarme y decir el rumbo de mi vida. Así que continúe por un camino de tierra alejándome de ese lugar iluminado, me pareció que si seguía por otra vereda podría encontrar un lugar tranquilo para disfrutar de la brisa de la noche llena del delicioso aroma de los cipreses y lavanda. Perfecto para pensar los pros y contras de cada lugar que me proponía papá y dejar a la parejita con su encuentro romántico, después interrogaría a Chiharu, estaba segura que nos contaría todo con lujo de detalle.

Caminé por varios minutos y miré a mi alrededor con la sensación de que ya había pasado por ahí, demonios debí seguir un camino ya trazado, entonces escuché voces conocidas que parecían algo agitadas. No alcanzaba a entender, pero me preocupé al percibir sollozos. Apresuré el paso, estaban atrás de unos árboles en ese momento pude oír claramente a Eriol:

—Hace unas semanas recibí una llamada de Shaoran. —Puse toda mi atención, ¿qué tenía que ver mi primo en todo ese alboroto?—. Ese día me comentó que iba a regresar a Japón. Después de tantos años separados no deseaba estar lejos ni cinco minutos de Sakura, por eso me pidió que le ayudara a organizar una propuesta.

Abrí mis ojos sorprendida y me acerqué hasta donde el follaje me lo permitía. Necesitaba confirmar esa información, ignoré la imagen que se formó en mi mente de mi madre riñéndome por escuchar conversaciones ajenas, porque este era un tema que involucraba a la familia Li.

—¡¿Le va a pedir eso?! —interrumpió Tomoyo—. ¡¿Por qué no me dijiste nada?!

—¡No grites! —Tuve que tapar mi boca pues yo también quería gritar—. Algo así.

Después siguieron hablando de que todo se arruinó por la llanta ponchada y llegó el encargado disculpándose. Así que decidí alejarme del lugar porque ya había escuchado suficiente.

¡Por todos los dioses! no podía creer, Xiao-Lang le pediría matrimonio a Sakura, ella se convertiría en mi prima, más pronto de lo que pensé. Sentí una punzada en mi corazón y mis manos se hicieron puños, pero no era porque ella sería la esposa de mi primo, me molestó que él no me hiciera parte de su plan. Respiré hondo para tratar de calmarme y no ir a reclamarle, entonces reflexioné, quizás no me hizo partícipe porque todo el tiempo estuve con mamá y si ella se enteraba, tía Ieran se lo sabría y su propuesta romántica se iría a la basura. Gruñí unos segundos, por esa ocasión obtendría mi perdón, pero solo esta vez, porque la noticia era fantástica.

Caminé despacio para no llamar la atención y tomé de nuevo la vereda de tierra y estando lejos no pude evitar brincar de felicidad, tuve que tapar mi boca de nuevo, porque un grito amenazaba con salir y no podía llamar la atención de nadie. Si había escuchado bien todo iba a ser una sorpresa, Xiao-Lang siempre tan detallista y galante. Ya quería ver la cara de Sakura, tendría preparada la cámara de mi celular, un momento... ¿Cuándo me convertí en Tomoyo?

Reí bajito y di un gran suspiro mientras caminaba de regreso a la fogata, avanzaba dando pequeños saltitos, solo pensar que desde pequeña había soñado con el día en que mi primo diera el gran paso, llenaba mi espíritu de emoción. Mi corazón estaba totalmente feliz porque fuera con Sakura, señal inequívoca de que el amor que sentía por él había madurado y florecido hacia un enorme cariño fraternal.

Fue entonces cuando por fin me supe emancipada de aquel amor romántico que creía sentir; era libre de empezar algo nuevo y con una sonrisa enorme recordando mi primer amor, como un hermoso pasado. Entonces tomé una decisión: me iba a ir a Shanghái, inmediatamente respondí el correo... En ese lugar me esperaban grandes comienzos, agité la cabeza cuando sentí que el rubor me invadía, no era tiempo de pensar en esos inquietantes ojos plateados y esa voz profunda. Entonces enfoqué de nuevo mi atención en la noticia maravillosa que me acababa de enterar.

Aprovechando que no había nadie cerca dejé salir el grito de emoción que estaba atorado en mi pecho, podía jurar que hasta asusté a unas aves pues salieron presurosas del follaje de los árboles. Es que simplemente no podía con la ilusión, la familia Li tendría una boda totalmente tradicional, como se debía celebrar para la unión del heredero del clan, sería como regresar en tiempo a la época de las grandes dinastías, no podía esperar para ver la mansión llena de decoraciones fastuosas en tonos rojos y dorados. Todos ataviados con trajes tradicionales de seda, ya podía escuchar el sonido de los gongs en la entrada.

¡Dioses solo pensar en el ajuar de la novia! Ahora entendía a Tomoyo cada vez que se emocionaba con sus diseños, por supuesto ella debía de involucrarse en cada detalle del hanfu de Sakura, solo imaginarla envuelta en aquella seda carmín con detalles dorados, sin duda mi prima se vería como una princesa.

Los bordados del atuendo deberían de ser especiales, y de acuerdo con su personalidad inocente, pero al mismo tiempo fuerte y esperanzadora. Quizás sería lo ideal que tuviera flores de loto, por su significado de pureza en cuerpo y alma. Aunque también auguraba mucha descendencia, no pude evitar reír, claro que quería tener sobrinos, pero, aún era muy pronto, mis primos se merecían un tiempo para compartir juntos, antes de tener lobitos y cerecitas. Estaba segura de que tía Ieran les diría que las familias chinas de acuerdo con la tradición debían tener cinco hijos, ya quería ver la expresión de Sakura, pero tenía la certeza de que mi primo sabría cómo decirle a su madre que llevaría ese tema con calma y si era necesario yo entraría a defenderlos. A veces tía Ieran y mamá pensaban que seguíamos en los tiempos de los antiguos emperadores.

Aunque a mí me gustaban muchas de las tradiciones tenía que admitir que algunas ya no iban para nada con la sociedad y las nuevas formas de ver el mundo. Como decía mi papá era necesario integrar un poquito de chispa, pero todo eso era un proceso por el cual debía pasar la familia Li, y estaba segura de que cuando Xiao-Lang fuera el líder se encargaría de aquello.

Entonces regresé mis pensamientos al hanfu de Sakura, porque esa prenda si debía ser totalmente tradicional con bordados de fénix y dragones, representando el yin y el yang. El equilibrio de la dualidad hombre-mujer, luz-oscuridad, el balance perfecto para mi primo. Aunque también los adornos podrían ser flores de cerezo, así como su nombre. Solo pensar en los preparativos me ponía a soñar despierta, podía imaginar con claridad la reacción de mis primas, mamá y mi tía, cuando se enteraran.

Las adivinaciones eran otra parte fundamental para determinar la fortuna de los enlaces matrimoniales, y evitar los malos augurios. Y después comenzar con los regalos, por supuesto que yo ayudaría con todos esos preparativos.

Primero Xiao-Lang debía regalar una pareja de patos de porcelana a Sakura, como símbolo de fidelidad en el matrimonio. Además, tenía que incluir dos agujas enhebradas con hilo de seda rojo, este regalo era mi favorito, porque simbolizaba que eran dos almas destinadas a estar juntas. También le regalaría frutas de muchas semillas, nuevamente para indicar que tendrían muchos hijos. Estaba segura de que me divertiría con las reacciones de ella una vez que supiera el significado de todo aquello.

Pero lo primero era leer la suerte de los novios, y para eso yo estaba totalmente capacitada. Durante los años que estuve "comprometida" con Shaoran, en unas vacaciones me comuniqué con la meipo de la familia, porque quería saber si nuestras almas estaban destinadas, así que le solicité me enseñara a hacer la adivinación. La señora Jinmi, la casamentera, me vio con ternura y no se negó. Quizás ella quería ayudarme a abrir los ojos, así que la acompañé con distintas parejas y realizamos los rituales necesarios. Solo necesitábamos las fechas y horas de nacimiento y que las estrellas hicieran su parte. Practiqué muy intensamente, hasta que logré obtener mis cuatro pilares del destino, pero regresamos a Japón y tuve que hacer la adivinación de Xiao-Lang sin ayuda.

Estaba ansiosa por saber el resultado de la compatibilidad entre los dos, tenía los datos de mi primo, pero cuando uní nuestras fechas, las estrellas no nos favorecieron o no como yo esperaba. Nos auguraban una gran relación, pero nunca amorosa. La primera vez que la hice estaba segura de haberme equivocado, estuve triste por días y él se dio cuenta. Me preguntó porque no tenía la misma energía de siempre y me preparó chocolate caliente con bombones, era invierno y estábamos en Japón. Si se preocupaba por mí de esa manera y yo estaba segura de que lo amaba entonces, ¿por qué las estrellas no nos favorecían? No lo entendí hasta muchos años después e innumerables veces que consulté a los diez dioses y el resultado seguía siendo el mismo.

Entonces decidí que mi regalo para ellos sería la lectura de sus cuatro pilares del destino, estaba segura de que serían almas gemelas, pero no estaba de más confirmarlo, además era parte de la tradición. Pero me faltaba la hora en la que había nacido Sakura, así que debía buscar a mi primo, para obtener la respuesta y ponerme a trabajar.

Caminé en dirección a la fogata, tenía que atraer su atención para que me diera la información que necesitaba, por lo que había escuchado no faltaba mucho para la sorpresa, así que al menos debía realizar los cálculos básicos. Saqué mi teléfono y lo sostuve en mi mano como si acabara de colgar y caminé rápido para que fuera más creíble.

―Primo, acabo de hablar con papá, me dijo que Runyu necesita que le confirme unos datos, porque tío Hien no los encontró en el último reporte ―dije apresurada, técnicamente no estaba mintiendo―. Necesito que me acompañes para que me corrobores una información.

Su reacción fue exactamente la que esperaba, se levantó con urgencia, siempre sería en extremo responsable y más cuando debía cumplir con los objetivos para la oficina de Japón.

―Vamos a las bancas que están por allá ―señalé un lugar apartado de nuestros amigos, donde había un par de sillas y una mesita―. Lo siento chicos, pero debemos resolver esto, no tardaremos mucho ―dije hacía nuestros amigos.

Llegamos con paso apresurado, demonios había olvidado lo rápido que era capaz de caminar, como bien lo había dicho Sakura, un paso de Xiao-Lang eran hasta tres míos. Él iba revisando su celular mientras caminaba.

―No me ha llegado ningún correo, ni me ha llamado Runyu. ¿De qué se trata, Mei? ¿Por qué no se comunicaron directamente conmigo? ―Me vio atentamente y entrecerró los ojos, en cuanto se percató de mi sonrisa frunció el ceño y se sentó serio y con los brazos cruzados.

―No me engañes con temas de las empresas, Meiling ―me reprendió, y yo sonreí, ese gesto era idéntico a tía Ieran.

―Xiao-Lang, lo siento, pero tenía que parecer creíble ―dije juguetona y me senté a un lado de él, que solo rodo los ojos―. Necesito que me digas a qué hora nació mi prima. ―La última palabra la dije sin ser consciente, pues mi corazón ya la había aceptado como parte de mi familia.

―¿En serio, Mei? ¿Cuál de las cuatro? ―cuestionó enfadado―. No es más fácil que les preguntes a ellas, porque no estoy seguro, creo que todas fueron cerca de medianoche, pero no tengo el dato exacto.

―No, Xiao-Lang. No me refería a ellas ―dije, ruborizándome por completo. Había metido la pata, ahora se daría cuenta de que sabía lo de su sorpresa.

―Si no recuerdo con exactitud la hora de nacimiento de mis hermanas, ¿cómo quieres que recuerde las de nuestros demás primos? ―bufó―. Bueno la tuya si la sé, a las diez de la mañana.

Una sonrisa emergió sincera desde mi corazón, nunca pensé que la recordara, solo se la había dicho esa vez.

Estaba sentada en el sofá de la sala cubierta con la manta verde esmeralda de mi primo, me sentía arropada por sus brazos porque la tela estaba totalmente impregnada de su fragancia, mi corazón estaba roto después del terrible resultado de la adivinación. Escuché sus pasos ligeros y subí mi rostro para mirarlo.

Es una noche muy fría, ya subí la calefacción y te preparé un poco de chocolate indicó dejando una charola con dos tazas de humeante líquido café, acompañadas de un tazón con bombones. Sé que no te gusta tan dulce así que traje los bombones aparte, ¿Cuántos le pongo?

Tres está bien musité.

Verás como una taza de delicioso chocolate te reconforta. Además, esa manta es muy calentita, la uso siempre que muero de frío. ¿Quieres ver una película? tomó el control de la televisión y comenzó a cambiar los canales, hasta que localizó una que trataba sobre la princesa de la luna y su amor imposible, sabía que a él no le gustaban esa clase de películas románticas, pero con tal de hacerme sentir mejor la vimos juntos.

Xiao-Lang tenía razón, el chocolate regresó un poco la alegría a mi corazón, una vez que terminó la película se estiró y me dedicó una sonrisa.

Ahora si me vas a decir porque estas cabizbaja.

Porque nací a las diez de la mañana un veinticinco de marzo hice un puchero y mi primo rió.

¿Aprendiste a adivinar los pilares del destino?

¿Cómo lo sabes? me sorprendí abriendo mucho mis ojos.

Te vi irte con la señora Jinmi dijo y se comió uno de los bombones que quedaban en el tazón.

Xiao-Lang... bajé la mirada, porque recordé nuevamente los designios de las estrellas.

Lo que sea que esté pasando por esa cabecita tuya tomo mis mejillas y me miró, debes tranquilizarte. El destino no está escrito, lo que digan los diez dioses es solo una guía, Mei. Debes tomar tus puntos fuertes, aprovecharlos y trabajar en aquello que no te favorece, pero no des por perdido algo, sin que antes tú te esfuerces por conseguirlo.

Sonreí enternecida, su consejo me había sido tan útil a lo largo de mi vida, era increíble cómo siguió sin ser consciente de cuánto nos ayudaba a todos, después de escuchar las historias de nuestros amigos, me convencí aún más de que la parejita no tenía idea de el gran apoyo que eran para cada uno de nosotros. En definitiva, sin importar lo que dijeran las estrellas ellos eran el uno para el otro.

―Yo me refería a mi próxima prima ―dije apenada, ya me había puesto en evidencia.

―¿Cuál? ―preguntó distraído, mirando hacía la fogata y perdiéndose en la visión de Sakura.

―Xiao-Lang eres lento o no me quieres contar qué le pedirás matrimonio a Sakura.

―¡¿Qué?! ―se movió tan rápido que estuvo a poco de caer de la silla.

―No lo quieras ocultar, escuché a Eriol ―dije, señalándole con el dedo acusador.

―Ese tonto ―gruñó para sí.

―Estoy muy feliz por la noticia ―lo abracé―. No puedo esperar, tendremos una boda tradicional.

―No, Mei ― trató de hablar, pero me adelanté.

―Quiero regalarles sus cuatro pilares del destino ―dije―, recuerda que es muy importante tenerlos en cuenta para decidir la fecha del matrimonio. Tenemos que revisar el calendario lunar, porque deberá ser en luna creciente, pues es presagio de fortuna y felicidad. ―Solo veía su cara de desconcierto, pero seguí parloteando, quizás él no tenía claro todos esos detalles―. Recuerda que la luna menguante significa decadencia y no podemos permitir eso. También es importante saber el día en que el espíritu de la alegría se hará presente, para hacerlo coincidir con la celebración. Y poder invocar a los espíritus Hou y He de la concordia y la armonía. Tenemos que saber también quiénes de nosotras acompañaremos a Sakura, pues debemos verificar que nuestro signo sea cíclico con ella. ―Saqué mi celular a falta de una libreta―. Debo anotar todo, son muchos cálculos los que tengo que hacer. Entonces ¿Cuál es la hora de su nacimiento?

―Espera Meiling, creo que estas entendiendo mal la situación. No me casaré con Sakura.

―¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no te casa...?! ―grité expulsando todo el aire de mis pulmones, pero él tapó mi boca y miró en todas direcciones. Por suerte nuestros amigos no prestaron atención, pues sabían que los temas de las empresas Li eran aburridos.

―No grites, y déjame explicarte.

Yo asentí desesperada, porque mi primo en el afán de hacerme callar, no solo tapó mi boca, sino también mi nariz. ¡Dioses no podía respirar! Segundos después, convencidos de que no volvería a gritar, quitó su mano. Entonces di un enorme respiro y sentí como el alma me regresaba al cuerpo.

―Casi me asfixias ―dije exagerando la situación, él sólo esbozó una sonrisa traviesa.

―Lo siento Mei, pero ante situaciones desesperadas, medidas desesperadas ―asentí y lo miré atenta necesitaba una explicación, pues estaba segura de haber escuchado a esos sinvergüenzas.

―¿Cómo que no te casarás con ella? ―dije en un susurro, asegurándome que no había nadie cerca.

―No me casaré con ella, por ahora ―dijo―. Pero, si lo haré en un futuro. Claro si acepta ―puso una de sus manos atrás de la cabeza en señal de nerviosismo.

Me reí divertida por su reacción, todavía dudaba que Sakura aceptara estar con él, de verdad que ese par eran unos lentos de primera.

―Primo, no se necesita ser genio para saber que aceptará ―traté de tranquilizarlo―. Solo basta con verlos intercambiar miradas enamoradas, desaparecemos junto con el mundo y solo están ustedes dos babeando el uno por el otro.

Él se ruborizó hasta las orejas y yo reí, momentos después aclaró su garganta y me miró con un brillo de confianza en sus ojos, yo le sonreí para invitarlo a continuar.

―Por ahora sólo le propondré que vivamos juntos ―confesó con voz decidida—. Sí le entregaré un anillo, pero no será para que nos casemos de inmediato, en estos momentos solo quiero pasar el mayor tiempo junto a ella.

Abrí mis ojos muy grandes realmente sorprendida, pues no esperaba esa propuesta, pero de cierta manera lo entendía éramos muy jóvenes aún y ellos habían estado separados por tanto tiempo que ya se merecían estar juntos, y claro mi primo estaba pensando en formar un hogar y conocerse como pareja sin que Sakura tuviera que pasar por todo lo que implica ser una Li, al menos por un tiempo.

―Pero Xiao-Lang, la familia no lo permitirá ―dije preocupada.

―Eso lo sé. Ya me tocará hacerlos entrar en razón ―dijo con una pequeña sonrisa, pues sabía que su decisión acarrearía una pelea con tía Ieran en la que seguramente mamá también participaría.

―Sabes, siempre he creído que algunas tradiciones son arcaicas ―coloqué una mano en su hombro, y dije firme―: No los enfrentarás solo primo, ahí estaré, para hacerlos entender que ya no vivimos en los tiempos de la dinastía Ming. Es más, hablaré antes con papá, estoy segura de que nos apoyará con tal de llevarle la contra a su hermana y ganar la discusión.

―¿Crees que tío Bohai se ponga de mi lado? ―musitó esperanzado

―Claro, papá es muy accesible, hasta creo que tío Hien estará de acuerdo, porque sabe que tu relación con Sakura va en serio. Solo será cuestión de hacer entender a tu mamá y a la mía, pero al final lo lograremos. No te preocupes ―afirmé con confianza.

―Gracias, Mei ―sonrió tranquilo.

―Entonces ya me dirás la hora de nacimiento de Sakura ―insistí jalándolo de la manga de su camisa.

―Las doce del día ―respondió relajado.

―Gracias, primo. ―Salí corriendo, para comenzar mi adivinación.

Fui con la administración de las cabañas y pedí una hoja en blanco y comencé con mis cálculos. Los designios de los diez dioses no me sorprendieron, pero me llenaron el corazón de amor y esperanza. Pedí una hoja más y comencé a escribir los resultados, con la mejor caligrafía que tenía.

Los cuatro pilares del destino Xiao-Lang y Sakura:

Xiao-Lang y Sakura son parte del mismo triángulo de compatibilidad, lo cual favorece una relación de amor, tienen todos los recursos para llevarse bien y construir una relación estable y fértil a largo plazo. Sakura sabrá cómo aligerar la personalidad autoritaria de Xiao-Lang y él apreciará e incentivará la energía creativa de ella. Ellos forman un par ideal, son almas gemelas, tienen fuertes lazos de complicidad y admiración mutua y siempre están dispuestos a ayudar a los demás. La adivinación les augura grandes momentos de felicidad, un poco de adversidad, pero nada que no puedan solucionar. Una vida larga, llena de oportunidades. Un hogar lleno de amor y comunicación, además de una familia unida y alegre.

Dudé un poco en incluir el último resultado, en él se mostraba que darían una descendencia prodigiosa y numerosa al clan. Al final no lo escribí, pues sabía que esa adivinación caería en las manos de mi tía y no quería que los comenzaran a apresurar, ellos se merecían disfrutar de su amor de pareja. Los sobrinos vendrían y serían los niños más consentidos, pues malcriar cerecitas y lobitos se convertiría en mi especialidad, pero no había ninguna prisa.

Después seguí dibujando las coincidencias de las estrellas, sus días de la suerte, sus elementos regentes y todo lo que indicaba que el universo entero sabía que ellos estaban destinados.

Tía Ieran y mamá no podrían negarse a que ellos vivieran juntos, las estrellas habían hablado, ellos estaban atados por el hilo rojo y yo era la más feliz de comprobarlo según nuestras tradiciones.

―Bienvenida a la familia, Sakura ―dije con una sonrisa, doblé la hoja en tres partes y la guardé con cuidado entre mi ropa, decidí que se las entregaría después de que mi prima aceptara la propuesta de Xiao-Lang.

Regresé dando brinquitos alegres hasta la fogata.

—¿Todo bien, Mei? —preguntó Sakura

—Las estrellas dicen que todo está justo como debe de ser y auguran grandes cosas —respondí con una sonrisa y mire hacia el cielo.

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N/A:

Hola bellos lectores, primero que nada muchas gracias por tantas muestras de cariño hacia esta historia, nos alegra que la disfruten junto con nosotras.

Estoy muy contenta por ser parte de las Okami Fickers, gracias a todas chicas, sin duda fue un tiempo lleno de aprendizaje y diversión, lo disfruté mucho.

Una vez más leímos a Meiling ahora en modo fangirl contándonos las mil y una tradiciones para las bodas chinas, espero que Sakura no se agobie demasiado al pasar por todo eso XD

Les deseo mucho éxito, cuídense mucho y nos leemos pronto.

Lady Isabella gracias por darme años de vida, no te preocupes que no te los quito XD (espero...)