Capítulo 2
"Separación"
-¡No puedes hacer eso!- gritó en la sala a la otra persona
-Claro que puedo y lo haré - le gritó tomando las mochilas de sus hijos
-¡No!- volvió a quejarse- No te los puede llevar
-Ya te he dicho que sí puedo, soy su madre y hago lo que quiero- decía
-Piensa en ellos, por favor, ellos no querrían estar alejados de sus padres- decía- no seas egoísta Cersei
-¿Egoista? ¿Yo?- se rió -Por favor Jaime escuchate, aquí el único egoísta eres tú, yo no soy la que tendrá otro bebé
-¡Ay por favor! Tienes un hijo más grande que los niños y te casaste con otro hombre al año de los gemelos, no me puedes estar diciendo eso a mi
-Claro que puedo, tú embarazaste a otra mujer, te olvidarás de tus hijos, sin mencionar que me dejaste embarazada
-Cersei, ni siquiera teníamos una relación formal y jamás te falto nada durante el embarazo, estuve contigo en todo momento - reprochó
-Aún así yo puedo hacer lo que quiera por el bienestar de mis hijos
-¡Nuestros!- gritó- ¡Son nuestros hijos! Y todas las decisiones que competen a los gemelos, deben ser un mutuo acuerdo, por lo que no estoy de acuerdo que te los lleves a Kings Landing
-No Jaime-se rió sarcásticamente - esto no es así, yo decido, porque ¿qué crees? viven conmigo, y no creo conveniente que sigamos viviendo en Lannisport
-¿No crees conveniente?¿ O sólo estás haciendo un berrinche ?- preguntaba- Aquí tienes todo, no les hace falta nada
-No te tengo a ti Jaime- dijo molesta- y no, no es un berrinche, ademas yo no quiero que mis hijos crezcan cerca de la bestia de tu mujer y tu hijo
-¡No te atrevas a hablar así de ellos! -volvió a gritar
-Sólo digo lo que pienso - dijo sinacamente- ¡Y está decidido! Nos mudamos a Kings Landing- aseguró
-No te lo permitiré- dijo molesto
-Ya nos dirán nuestros abogados que se permitirá y que no- rió Cersei- Baja a mis hijos, Euron nos espera en mi casa- ordenó
Jaime subió de mala gana a la habitación que tenía designada para los niños en su casa, dentro se encontraba Brienne consolando a una asustada Myrcella por los gritos y Tommen quien jugaba con unos perros de peluche.
-Papi, quiero quedarme aquí hoy- dijo Myrcella con los ojos llorosos aún en los brazos de Brienne
-Mami espera abajo- le dijo sonriéndole y ofreciéndole su mano- Mañana los veré después del colegio
-Quiero quedarme contigo, con Bri y mi hermanito- dijo abrazando ya el abultado vientre de Brienne
-Yo también- sonrió Tommen
-A mi me encantaría que se quedaran- dijo poniéndose a la altura de los gemelos- pero mamá ya ha venido hasta aquí por ustedes, mañana podremos estar toda la tarde juntos ¿Está bien?- dijo con un nudo en la garganta ante la idea de que se mudaran de la ciudad
-Está bien- dijeron al unísono y desganados
-Mañana cuando vengan, compraremos algunas galletas para la tarde- se puso de pie Brienne y les sonrió - Ahora vayan con su madre y denle un gran abrazo- les indicó, mientras observaba como Jaime los tomaba a cada uno de la mano y comenzaban a salir de la habitación
-Hasta mañana Bri- dijo Myrcella mandandole un beso
Cuando Jaime vió que los niños caminaban de la mano de su madre y volteaban a mirarlo casi a cada paso, el corazón se le destrozaba, no estaba listo para alejarse de ellos, nunca lo estaría.
-¿Cómo estás?- preguntó Brienne parada junto a las escaleras, mirándolo aun en la puerta
-No quiero hablar de ello- le dijo cerrando la puerta
-Creo deberías hacerlo- le dijo caminando hacia él
-Sólo déjame sólo- le dijo reacio, Brienne sabía que estaba molesto consigo mismo y era uno de esos momentos donde solo quería autocompasión y ella estaba decidida a no dejarlo hundirse en sus miserias, no lo necesitaba
Jaime caminó hasta la habitación de los gemelos y suspiró sentándose en la cama de uno de ellos, nunca había pensado en la posibilidad de separarse de sus hijos, aún estando lejos de su madre, él intentaba estar presente lo más posible, sabía que ahora su atención la tendría que dividir en tres y eso lo aterraba, tenía miedo a dejar de lado a los gemelos, no darles suficiente atención que se sintieran rechazados por su padre. Ahora la noticia de la mudanza lo aterraba más, no estaría siempre presente.
-Está bien que te sientas así- le dijo Brienne desde el marco de la puerta, ya sabía que Jaime no quería compañia pero no lo dejaría sumirse en sus miserias
-Nunca debí estar con Cersei- dijo lamentándose
-No creo que estés hablando enserio- le dijo Brienne cruzando los brazos
-Lo estoy - dijo
-Claro que no- le dijo Brienne- tus hijos te importan más que tu vida misma, y lamentarte de lo que sucedió con Cersei, los incluye a ellos
-No estoy hablando de los niños- le dijo mirándola
-No fue lo que yo escuché- Brienne aseguró
-¡Cielos no!- estalló levantándose- Brienne me siento terrible, no se como voy a poder manejar esto, no los quiero lejos de mi, ¿estas conciente que no los veré crecer? no los tendré cerca todos los días, sin mencionar que tengo miedo de que piensen que soy un mal padre, que los rechazó o dejo de lado
-Jaime calma- le dijo acercándose a él- Estarás bien y ellos también, nos arreglaremos, Kings Landing está a dos horas de distancia
-No lo entiendes- dijo cabizbajo y sonando miserable
-Claro que no lo entiendo- le afirmó- pero lo intento y sé que es doloroso, nadie quiere ser alejado de un hijo- dijo colocando su mano en su vientre- pero Jaime, no los están alejando de tu vida, haremos todo por tenerlos aquí el mayor tiempo posible
-Tengo miedo Brienne, ¿como dividir mi amor en tres? ¿y si me vuelvo como mi padre? ¿y si no soy un buen padre?
-Jaime, el amor no se divide- le dijo tomando su mano- estoy segura que a Myrcella y a Tommen los amas por igual, y a este bebé lo amarás igual que a sus hermanos- dijo poniendo la mano de Jaime en su vientre- todos tendrán la misma cantidad de amor tuyo- aseguró- Y eres y serás un excelente padre
-¿Tú crees?- preguntó con mirada de cachorro
-¿Sentiste eso?- preguntó Brienne como respuesta, Jaime sintió el movimiento dentro de ella fuertemente una y otra vez, algo a lo que ya se había acostumbrado- tu hijo se vuelve loco cada que te escucha- le informó- cuando llegas, cuando hablas, cuando nos mimas, Jaime eres un excelente padre y estoy segura lo serás, por lo pronto este pequeño ansía conocerte, Tommen y Myrcella son afortunados en tenerte, haremos lo mejor posible para que estén junto a ti tanto tiempo como sea posible
-Eres una santa- le dijo Jaime mirándola con lágrimas sin quitar su mano de su vientre- ¿Escuchaste?- le preguntó al vientre- Tu mamá es una santa
¡Ay por favor Jaime!- rió - sólo soy una esposa
-Y eres la mejor - dijo para después besarla suavemente.
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Hola a todos!
Dejo otro capítulo por aquí, espero sea de su agrado y leer algún comentario al respecto. Este capitulo es más cortito que el anterior.
Saludos
Nos leemos pronto
