Capítulo 6
"Admiración"
Aquella había sido la peor noche que habían pasado en seis años, Brienne había tenido una semana difícil en el trabajo, trabajaba como abogada independiente, por lo que tenía bastante trabajo para ella sola, sin mencionar que daba clases de derecho e historia en la Universidad de Lannisport, y por si eso fuera poco en casa estaba al pendiente de sus hijos.
Brienne acababa de acostarse después de corroborar que Galladon estuviera dormido y sin ningún malestar, dos noches antes se había quejado de dolor de estómago antes de dormir y amaneció un una leve temperatura que iba y venía durante el viernes, por lo que no había ido al colegio, durante todo el viernes y sábado estuvo quejumbroso pero no pasó a más.
Aún no conciliaba el sueño, cuando los ojos de Brienne se abrieron de par en par al escuchar el fuerte berrido de su hija menor, miró lentamente el reloj del buró y corroboró la hora, justamente las 3:15 am, y no había podido dormir ni 15 minutos seguidos desde hace dos días.
-Yo voy cariño- dijo Jaime entre sueños - Duerme un poco, utilizaré la leche de la reserva- Jaime se levantó arrastrando los pies, también había pasado malas noches pero él pensaba que no se comparaba con Brienne, es como si ella siempre estuviera alerta. Caminó hasta la habitación de la bebé que lloraba por comer, la tomó en brazos y bajó en busca de la leche que Brienne sacaba cuando estaba llena o Alysanne no quería - Lo sé cariño, no soy mamá- dijo al ver como la pequeña se negaba a aceptar el biberón- Pero mamá necesita dormir un rato, hagamos esto por ella- le insitía a la bebé quien parecía entender y se calmaba ante la voz de su padre, la llevó con él a la habitación - ¿Brienne? - preguntó al llegar a la habitación y no ver a nadie en la cama
-Aquí-dijo desde el baño- no vayas a acostarte, Joanna vomitó - terminó de decir, mientras supuso enjuagaba a la niña que alcanzó a escuchar sollozaba
-¿Necesitas ayuda?- se asomó por la puerta y vió como la pequeña de dos años estaba sentada aun mojada en el lavabo, sus ojos se cerraban mientras al mismo tiempo sollozaba, sus mejillas estaban rojas de la fiebre
-No-dijo tomándola en brazos- Ya está
-Mañana deberemos ir nuevamente al médico- dijo Jaime sentándose en la mecedora y aceptando a la niña de dos años en su otro brazo mientras Brienne quitaba las sábanas sucias - Sigue teniendo fiebre y no ha podido tolerar nada de alimento, todo lo vomita hasta el agua
-Lo sé- Brienne asintió mientras tomaba a la bebé y poder darle de su leche. Fijó su mirada en la pequeña Joanna quien se había acurrucado en su padre e intentaba dormir de nuevo
-No has dormido en dos días - dijo Jaime a su esposa quien cabeceaba
-Me ha resultado bastante difícil poder hacerlo- dijo sonriendo recordando que sus hijos y la preocupación de madre le habían impedido dormir
-Te enfermerás tu también- dijo
-Estoy bien - le sonrió acomodando a la bebé en su pecho- Me preocupan más los niños
Jaime simplemente asintió y la observó mientras ella se perdía en esos momentos tan íntimos con sus hijos, él sabía que Alyssanne sería la última cachorra, por lo que tanto él como Brienne trataban de disfrutar al máximo esos momentos. Joanna seguía bastante caliente y eso los tenía muy preocupados principalmente a su esposa, Jaime sabía que ella pensaba en sus pequeñas hermanas que habían fallecido de meses por una fiebre severa.
Exactamente a las cinco de la mañana salieron de la casa para ir a urgencias, Joanna aún tenía mucha temperatura, había vuelto a vomitar y se quejaba entre sueños. Cuando llegaron al hospital de inmediato la atendieron, la niña estaba deshidratada y tenía una muy fuerte gastroenteritis aguda.
Jaime observaba a Brienne sentada junto a su pequeña hija, quien dormía plácidamente, tampoco Joanna había logrado dormir mucho con tanto malestar.
-Estará bien- dijo Jaime desde donde observaba a su mujer - Es tan fuerte como tú - le sonrió
-No me gusta verlos enfermos- afirmó Brienne viendo como una intravenosa estaba fijada a la mano de su pequeña niña
-A mi tampoco, me asusta- declaró Jaime - Pero ahora estará mejor, el medicamento está haciendo efecto, ahora tú deberías también dormir un poco
-Cuando estemos en casa y esté todo tranquilo probablemente dormiré- le dijo tomando un sorbo de su café
-Pero que terca- sonrió Jaime, él también necesitaba dormir, pero tampoco lo haría.
Miró enamorado a Brienne, nunca había admirado tanto a alguien en su vida como a su esposa, aguantaba de manera estoica todas las adversidades, sin ella, él definitivamente estaría llorando por Joanna o vuelto loco con atender a sus otros dos hijos, pero ella, a pesar de estar aterrada mostró siempre tanta paz, que era fácil contagiarse de ella, definitivamente admiraba a Brienne, a su Brienne, él no podía estar más feliz con la elección de madre para sus hijos y compañera para toda su vida.
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Hola nuevamente
Dejo otro capítulo de esta humilde historia, espero este siendo de su agrado. Si pasan por aquí, espero poder leer algún comentarios
Muchas gracias por leer
Saludos