Chiquitita – ABBA

Después de su reverencia al público, los tres hermanos sintieron el estómago revuelto, sudor y la respiración agitada. Habían dado una presentación espectacular, como siempre. Pero a pesar de sus sentimientos encontrados hacia los sonidos donde no se encontraban así mismos plenamente trataban de transmitir en cada acorde lo que manifestaba sus almas y corazones.

Para el público tal vez solo se trataba de sonidos estremecedores que los complacían, pero para ellos era el desahogo ante el quiebre de sus anhelos.

Los tres salieron del telón y Luffy con el rostro enrojecido abrazó a sus hermanos mientras soltaba un llanto infantil y escandaloso. Se aferraba a ellos como un niño perdido. Ellos los abrazaron de vuelta, se sentían de la misma forma que el menor: atrapados.

Entre los espacios detrás del telón, vieron flores por parte de Garp, su abuelo quién como siempre les mandaba cuando tenía que estar ausente un recordatorio de que se enorgullecía del camino musical y clásico que había inculcado en ellos, sus niños.

Mientras tanto, al otro lado donde habitaban los aplausos y la emoción, Law se sentía perdido, encontrado y de alguna forma: destruído. Se levantó del asiento y sin limpiarse el rostro salió empujado por el resto hacia fuera del auditorio.

– Fue supeeeeer trágico.– Exclamó Franky mientras lloraba y Chopper le daba pequeños golpes en el brazo, también estaba en lágrimas.

–Vamos, Torao. – le palpó el hombro Nami, a manera de apoyo. Law frunció el ceño. – Todos pasamos por ahí, ten.– le ofreció un bote de agua

Law ofendido lo aceptó. Se sentía demasiado cansado para pensar o discutir. Espero que el resto de los amigos de Zoro y Luffy se adelantaron y él quedó atrás con Zoro. Finalmente, decidió hablar.

– Conocí a Luffy un día que me perdí en los pasillos de la escuela. – hizo una pausa.– Su chelo me aterró. Sentí como me estremeció. Fue el día que menos punk me sentí en mi vida.

Law lo escuchaba atento. Comprendía a lo que se refería.

– ¿Se hicieron amigos?

Zoro sonrió un poco. – Algo así, Luffy es bastante social. – hizo una pausa.– Pensé que deberías conocerlo un poco antes de ir a su casa.

Law despertó un poco. Era verdad, ¿Entonces se refería a Luffy? En esos momentos se sentía ansioso, aun estaba intimidado por la ola de sentimientos que le dejó. Estaba confundido, tenía muchas preguntas pero no sabía cómo formularlas o qué es lo que quería saber. Tal vez todo.

A los pocos minutos se detuvieron sus pasos, todos se habían detenido, pero en especial él se congeló pues su mirada conectó rápidamente con la del chelista. Este pronunció su nombre, parecía bastante sorprendido. Y lo estaba, Luffy esperaba a todos menos a él. Law desvió la mirada que delataba sus ojos enrojecidos.

– ¿Se llama Torao? – preguntó Sabo apuntándole con el dedo, sin ningún acto de elegancia. Tenía curiosidad.

– Suena como a un imbécil. – escupió Ace.

– ¡Es Trafalgar! ¡Trafalgar Law! – contraatacó gritando. Después de percatarse de su voz y su tono, su alrededor retrocedió un poco. Se sintió avergonzado de haber llorado en sus actos. Genio su trasero.

–Aaaaace.–Chilló Luffy. – Me estás avergonzando. – susurró.

Ace chasqueó la lengua. – Luffy. Nadie con tatuajes puede ser una persona de confianza.

– Ace tu tienes tatuajes hasta las nalgas.

– ¡Sabo!

Luffy aprovechó la escena y corrió hacia sus amigos y el invitado inesperado. Se sonrojó un poco más y desvió un poco la mirada. –Lo siento, no sabía que vendrías. –tragó un poco de saliva. –Mis hermanos están un poco zafados, pero no molestaran cuando vengan a ensayar. ¿Me dejaran escuchar?

Law miró sus ojos ilusionados, desvió la mirada y asintió. – Es lo menos que podría hacer, es tu casa después de todo.– Luffy dedicó una gran sonrisa, provocando un pequeño sonrojo en el rostro enrojecido de Law.

– Te ves hinchado Torao. – mencionó dándose cuenta de su estado. Law frunció el ceño y se puso a la defensiva.

–¡Tuve un día cansado!

El resto de los amigos de Luffy rieron un poco. –Te ves muy guapo , Luffy. –mencionó Robin acercándose. Luffy hizo algunas poses y se rió. – Gracias, Robin. Pero se vería mejor si le cortara unas partes. ¡Apuesto que Nami podría hacerme uno así rasgado como de pirata!

– ¡Eso se vería suuuuuper, asombroso! Yo quiero uno de Ciborg.

– ¡O uno de ninja! – se sumó Chopper.

–¡O de esqueleto!–siguió Brook.

–¡Que miedo, Brook!– regañó Nami, ¿Acaso no podía tener amigos más normales? Bueno, por algo eran sus amigos.

El resto rió, incluyendo los hermanos de Luffy. Law sintió como si toda la tensión que vivió hace un rato en el auditorio ya no existiese. sin más había que los unía y ese momento lo compartían. Se sintió un poco liviano, no iba a mentir. Era agradable el ambiente, o por lo menos eso sentía el guitarrista. Estaba en un lugar pretencioso, pero se sentía como un hogar.

– Tu habilidad con el chelo fue impresionante. – soltó Law.– Pensé que no sabías hacer nada. O bueno, nada serio. –dijo sin pensar nuevamente captando la atención de todos, se puso nervioso.

Luffy se sorprendió. No esperaba un ¿halago? por parte de él, a su manera. Luffy sonrió un poco nervioso, no esperaba realmente eso. Aunque Ace se puso malhumorado un poco y sabo también, ¿Le habían dicho tonto a su hermanito?

– Pero si puedo decir algo más…

–¿Más? – soltó ofendido Ace

Law solo rodó los ojos.– No parece que el chelo vaya contigo, aunque nunca en mi vida vi algo así.

Luffy sintió que le habían dado uno de los mejores halagos de toda su vida. Uno extraño pero en teoría se sentía complacido. Al final estaba indeciso, quería hacerle un par de preguntas, pero sentía aún un manojo de emociones en su interior. Para él el día también había sido muy intenso. Mejor se resignó con una sonrisa.

shishi, y creo que chelo no saca mi verdadero poder.–presumió.–Tengo que irme, pero agradezco que todos vinieran chicos, tú también, Torao. Fuiste una linda sorpresa. –sonrió para regresar con sus hermanos.

Law no evitó sonrojarse. Sanji soltó una rosa y le palpeó el hombro. – Y son aún peores sus hermanos.

Los demás no evitaron reír.

– Cuidado, Sanji.–Le reclamó Nami.–Lo vas a asustar.

– Eso no es muy punk de tu parte, Torao.– siguió Usopp el cual se arrepintió al instante al recibir la mirada amenazante de Law.

Zoro los miraba divertido desde lo lejos. Sí,él sabía de primera mano que aquél trío de hermanos era todo un tema, y ganarse la confianza de los dos mayores era una odisea que al final no decidió pelear. Sonrió satisfecho.

–ey, cocinero. – le llamó con voz áspera, pero tranquila. –Hora de irnos.

Sanji le miró un poco irritado pero luego bufó. – Deberías conseguir tu propio transporte. –tal vez en el fondo mentía al decir eso.

Zoro lo tomó con gracia y después miró a Law.–¿vienes?

Este espabiló y asintió. Moría por llegar a casa y colapsar. Así que cualquier ride lo agradecería enormemente con toda la gratitud que le cuesta dar.

Una vez que todos se fueron por su lado, en el carro abundaba un silencio, no incómodo más bien era por el cansancio que poseían. Las noches sinfónicas siempre les hacían cargar con las emociones que expresaban los Mokey. Pero ahí estaría para demostrar el infalible apoyo hacía su amigo.

– Te recomiendo llevar papas bbq. Le encantan a Luffy.– rompió el silencio Sanji.

Law con pesadez le miró. ¿hablaba del día del ensayo?

– El cabeza de musgo me contó.–dijo con cizaña. De Zoro solo provinieron ruidos de molestia, no tenía ganas de discutir y Sanji se aprovechaba de eso.

–Lo tendré en cuenta.– se limitó a decir a Law.

Una vez llegando al domicilio de Law, un complejo de apartamentos dónde él vivía, agradeció y fue derechito a su infalible cama, lo único que pudo pensar al final fue en el sentimiento de tristeza y desesperanza que dejó en él. ¿Había algo que podía hacer por él?No sabía si exactamente, él, Trafalgar D. Walter Law podría hacerlo, pero sabía que la música sí. La música lo podía todo.

Despertó con ojeras más caladas que algunas veces, sintió que se hundió en sus sueños que no podía recordar mientras dormía, pero sobre todo en la primera persona que pensó al despertar fue en el chelista de anoche. Luffy. Se sentó rígido y con algún extraño entusiasmo decidió buscarlo en internet. Ese chico sería su perdición.

Se quedó totalmente anonadado con los vídeos de las presentaciones que encontraba en youtube. esa postura, esos dedos que se deslizaban con audacia y fragilidad mediante el violonchelo. Era sublime, pero al mismo tiempo trágico. Encontró un par de vídeos extras, Luffy con el violín, audaz y elegante, nuevamente sintió que miraba algo magnífico pero que no cabían en la imagen de aquél chico en el bar que hablaba sobre la guitarra, su sonido y la libertad. Y por último miró algunos tocando el piano, lucía flamante y mucho más serio, pero al igual que con los instrumentos anteriores las historias que contaban le dejaban un hueco, un vacío en su interior.

Miró algunas fotos, encontró su instagram pero se abstuvo de parecer un loco frente a él. Y no lo seguiría, por lo menos aún. Encontró muchas con sus amigos, especialmente con su nuevo baterista. A veces Law podía ser buen stalker cuando se lo proponía. Leyó un par de comentarios, vio algunas frases, algunas poses. Sí, bueno, él sabía que Luffy y Zoro eran muy buenos amigos. ¿verdad? Muy buenos amigos hasta que se topó con algo que no supo cómo sentirse. Law no creía en el amor a primera vista, pero definitivamente nunca había escuchado un sonido que le hiciera sentir tan magnetizado cómo el de Luffy. Se sintió un poco extraño, pero no sabía por qué. Igual solo lo había visto dos veces, pero como dice la vida, la tercera es la vencida.

Law no sabía mucho de la vida, lo que sí sabía es que quería ir ya rápido al ensayo, quería ver a Luffy y sobre todo conocerlo. Su alma de músico no lo dejaba en paz, pues había encontrado unas notas que se la habían robado completamente y con ello tal vez, un poco el corazón.


Me tardé un poquillo, pero ya quería actualizar jeje, sino iba a tardar más años así que decidí dejar aquí este capítulo pero creo que está bien. Habrá ZoSan secundario implícito, por si lo ven, si es real. soy fan del multiparing, a veces, y tiendo a recurrir pa crear dramilla de fondo, jeje. Igual, ¡Espero les guste!