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Capítulo 2: Danzan con la muerte.

Beastboy recorrió el innecesariamente largo pasillo, usando la forma de una rata. Esperaba que esta forma le diese al menos el elemento sorpresa. El pasillo era lúgubre, y apestaba a muerte.

-Puede que este sea mi final. -Cuestiono Beastboy mientras sentía como sus instintos enloquecían. Lo que sea que se encontrase al final del pasillo, no sería agradable.

El inmenso pasillo parecía haber sido decorado con los huesos de cientos de personas. Era asqueroso. Además de que Beastboy podía sentir como una extraña sensación de fatalidad lo rodeaba, sacando el aire de sus pulmones, impidiéndole caminar.

Literalmente estaba corriendo hacia su muerte. Beastboy lo sabía, y, talvez…. talvez no importaba.

Beastboy había escapado hace unas horas de la torre con la única intención de desaparecer, de perderse para siempre, de ser tragado por el olvido.

Lentamente, paso a paso, los pies de Beastboy comenzaron a ganar velocidad, ya no le importaba lo que pudiese encontrarse al final del pasillo, todas las señales de peligro o miedo comenzaron a perder importancia.

De hecho, ni siquiera necesitaba esconderse, por fin lo había entendido. Al final del pasillo, estaba la respuesta a la pregunta que no se había atrevido a pronunciar en voz alta.

Regreso a su forma humana, se froto el cuello, movió sus hombros, y se preparó para lo que vendría. Si iba a morir, Beastboy quería morir peleando. Incluso si nadie recordaba su nombre, incluso si su cadáver quedaba enterrado en un lugar perdido, él se reiría hasta el final.

Con una nueva resolución avanzo.

Curiosamente el pasillo ya no parecía tan largo, de hecho, fue un poco decepcionante el darse cuenta de que apenas si había avanzado unos pocos centímetros. Había estado tan asustado que no había notado que no se había movido ni un paso.

-Una maldición de miedo, o un hechizo de desconcierto. -Beastboy se rasco la cabeza. -Supongo que serán magos… mejor, me siento un poco molesto con la magia.

Beastboy llego al final del pasillo, este daba a una habitación relativamente pequeña, en la cual se podía ver un único asesor. Curioso porque el edificio solo tenía un piso.

Beastboy sabía que no podía usar el ascensor sin llamar la atención del mago que mantenía la barrera, por lo que se transformo en un insecto, para poder pasar por la puerta.

Luego bajo por lo que debieron ser seis pisos al menos. Este lugar parecía haber sido cavado, como una especie de mina. Cuando por fin logro llegar al final del ascensor, llego a una especie de habitación esterilizada. Toda bien iluminada, y completamente pulcra.

-Alguien a estado gastando una inmensa cantidad de dinero. -Comento Beastboy mientras examinaba los alrededores, con gran interés. - ¿Cómo le hacen los villanos para crear este tipo de instalaciones en plena ciudad sin que nadie se dé cuenta?

Beastboy se encontraba en una habitación totalmente blanca, cientos de tubos criogénicos adornaban las paredes, y cada tuvo parecía contener una especie de líquido purpura, dentro del cual flotaban trozos de carne irreconocibles.

Esto se esta volviendo mas aterrador que el maldito pasillo.

Beastboy continúo caminando en forma humana, ya había dejado la idea de un ataque sorpresa, por lo que no le interesaba usar alguna otra forma, después de todo seguramente el mago encargado de toda esta porquería ya debería estar al tanto de su intromisión.

Beastboy cerró los ojos tratando de recordar todo lo que sabia sobre la magia, y esas cosas. No le sirvió para nada, Raven era generalmente quien se encargaba de esas cosas, el simplemente no tenía el cerebro para hacerlo, y la verdad era que ese siempre les había funcionado. Lamentablemente eso no pasaría en esta ocasión, el estaba solo, en terreno enemigo, no había refuerzos en camino, y mas que nada, posiblemente ya lo estaban esperando para matarlo.

Seguía caminando por la blanca habitación, tratando de encontrar algún punto de referencia, pero a su paso solo podía encontrar más y más tubos de cristal, algunos llenos de ese extraño liquido purpura y trozos de carne, otros estaban vacíos, esos le daban más miedo.

Por un momento llego a considerar que se había perdido. Eso será patético, una burla que le seguiría incluso después de la muerte.

Estaba apunto de rendirse cuando escucho un grito. Un agudo grito fue todo lo que necesito para ubicarse, comenzó a correr en la dirección que provenía el sonido, poco le importaba si era una trampa o algo peor.

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Barbara Gordon estaba teniendo su peor día en años, de hecho, este día era tan malo que ella fácilmente podía ponerlo al mismo nivel del día que perdió la movilidad de sus piernas.

Ella había decidido realizar una visita sorpresa a su compañero Ricardo Tapia, mejor conocido como Robin, pero todo había ido cuesta abajo desde que se bajó del avión.

Primero; había perdido su equipaje, y para poder recuperarlo tuvo que hacer una cola de casi cuatro horas.

Segundo; cuando se disponía coger un taxi fue interceptada por un grupo extraño, trato de luchar y gritar, pero un hombre de casi dos metros la mando a dormir con un simple movimiento de su puño.

¡Ella estaba en una silla de ruedas! ¿Como era posible que recibiese semejante trato?

Tercero; y posiblemente lo mas importante. Cuando ella despertó, estaba atada sobre lo que solo podía describirse como un altar de sacrificios, trato de moverse, pero sus manos estaban completamente inmovilizadas.

Barbara sabía que no podía esperar refuerzos, si bien le había dicho a Batman a donde iría, también le dijo que planeaba sorprender a su viejo compañero Robin, además, pese a las protestas de Batman, había realizado del viaje sola, por lo que había una gran ventana de tiempo donde nadie sospecharía de su desaparición.

Si tuviese al menos una de sus manos libre, podría apretar el botón de pánico que Batman instalo en su silla de ruedas, pero ya era tarde para eso.

Las horas pasaron, y cada cierto tiempo Barbara podía ver como uno de sus captores traían a mas mujeres jóvenes, todas estaban inconscientes, y seguramente no despertarían hasta que ya fuese muy tarde.

Barbara trato de forzar sus ataduras, pero estas no cedían sin importar lo que hiciese, por lo que llego a la conclusión de que lo que la estaba restringiendo tenia que ser una especie de atadura mágica.

Maldijo en voz baja, ella odiaba la magia, de hecho, ella odiaba todo lo que no podía comprender, o analizar.

El tiempo seguía pasando, y esto le convenia a Bárbara, Batman debería comenzar a preocuparse por su prolongado silencio radial, mas o menos al medio día. Siempre que no estuviese ocupado con algo, ya debería haber comenzado a buscarla.

Fue entonces cuando alguien nuevo apareció. Un hombre de unos 40 años mas o menos, vestía una ropas muy coloridas y llamativas, además portaba entre sus manos una inmensa daga, cuyo filo estaba invertido.

- ¡PREPARENSE HEMANOS! -Grito el hombre mientras repartía las dagas, el momento está llegando. -El momento está llegando.

Barbara maldijo nuevamente, era muy pronto, ella había esperado tener al menos una o dos horas más.

Varios hombres levantaron a la primera de las chicas, la desnudaron, y la colgaron de una inmensa rueda de piedra. Ataron sus extremidades a la rueda y esta comenzó a girar lentamente.

-Que comience la invocación.

La chica desconocida fue despertada bruscamente, y esta se puso a gritar al verse desnuda y rodeada de hombres armados con extraños cuchillos.

Barbara grito también, quería que se detuviesen, pero eso no paso, los hombres levantaron los cuchillos, y los bajaron rítmicamente, apuñalando a la pobre chica.

La apuñalaron, una y otra, y otra vez. Cuando esta hubo muerto, la rueda giro, y una nueva chica ocupo su lugar.

Mientras esto pasaba, el hombre que había ordenado el inicio del ritual comenzó a gritar.

-Hierro y Plata como base.

- ¡Pido audiencia protectora del Equilibrio!

-En mis venas corre el pecado de mis ancestros.

-Que las puertas cardinales se cierren,

-Envíame a quien bifurca los destinos de los hombres.

La segunda chica fue despertada en este punto, y luego fue brutalmente asesinada, esta vez fue golpeada con martillos de madera.

-Llena con sangre tu copa.

-Destruye el cristal, y que la madera surja.

-Yo, llamo al pacto, que fue cantado en el inicio de todo.

La rueda volvió a girar, ocultando el cuerpo sin vida del segundo sacrificio, esta vez la levantaron a ella, y la ataron a la inmensa rueda de piedra. La pobre ex-heroína grito y se revolvió tanto como pudo, pero nada pudo hacer contra sus captores. La ataron a la rueda de piedra, ya completamente cubierta de sangre.

-Bendice a este humilde heredero del pecado.

-Fiel seguidor de tus leyes.

-Que tu espada controle mi destino.

-Como muestra de lealtad, te ofrezco esta vida no nata.

Justo cuando el hombre levantaba su daga para clavársela a Barbara, un inmenso tigre verde salto sobre el mago, y le arranco el brazo con una mordida.

El hombre grito unos segundos antes de caer al piso, no se volvió a levantar.

Barbara suspiro aliviada cuando sintió el frio metal lejos de su carne. Al menos ya no estaba desprotegida, pero estaba lejos de estar a salvo.

Varias decenas de hombre, cada uno de mas de dos metros saltaron sobre el tigre verde, todos portaban extrañas dagas ceremoniales, y las usaron para cortar la carne del asesino de su maestro.

La pelea fue feroz, el inmenso tigre lucho como pudo, pero la diferencia numérica era abrumadora. Si Beastboy no recibía apoyo, pronto seria reducido a carne picada.

Barbara seguía tratando desesperadamente de liberarse, pero era inútil, sus manos eran mantenidas en su lugar por una especie de energía etérea.

Fue entonces que un inmenso elefante verde envistió el altar de sacrificios, si bien el inmenso animal no fue lo suficiente como para destruirlo, varias partes de este se rompieron, lo cual le permitió a Barbara librarse por fin.

Barbara se arrastro como pudo por el piso lleno de escombros. Aun no podía imaginarse por qué solo se había presentado el titan verde en su rescate, pero no era momento como para pensar en eso, necesitaba salir de este lugar, necesitaba encontrar su comunicador, y necesitaba pedir ayuda, o todos estarían muertos en unas horas a más tardar.

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Beastboy corría de un lado a otro del extraño templo, mientras usaba la inmensa fuerza de las criaturas en que se podía transformar, para despedazar a sus enemigos. Aun así, trataba de llevar la batalla lo mas lejos posible del montón de chicas que por alguna razón seguían dormidas en una esquina del templo.

Los golpes y zarpazos corrían de un bando a otro. Mientras Beastboy contaba con el poder y la agilidad de sus criaturas, estos extraños sujetos portaban extrañas dagas mágicas, que quemaban la carne de Beastboy cada vez que le tocaban.

El titan verde sabía que no podría ganar esta lucha, estaba en demasiada desventaja, aun así, se negaba a darse por vencido.

Beastboy observo como varios de estos "sacerdotes" lo dejaban de lado, y se concentraban en buscar a la chica que habían estado a punto de matar. Eso le molesto, por lo que se transformó en un ave, voló sobre sus cabezas unos segundos, para después caer transformado en un inmenso gorila verde, los aplasto hasta que de ellos no quedo más que una pulpa purpura.

El titan nunca se había soltado así antes, siempre había tenido miedo a dejar que su parte animal tomase el control, que terminase lastimando a alguien. Pero esta vez eso ya no importaba. Y dios como lo estaba disfrutando, la sangre derramada, la carne cortada, el crujir de los huesos bajo sus pies. Toda la experiencia era orgásmica.

Beastboy grito, no un grito humano, o coherente al menos, grito como una bestia sediente de sangre, como un depredador desencadenado que solo buscaba matar.

¡La bestia estaba suelta!

Un inmenso licántropo se paro frente a los sacerdotes, y los ataco con todo lo que tenía, enterró sus garras en lo profundo de sus cuerpos, uso sus colmillos para arrancarles pedazos enteros de carne. Pero los sacerdotes no parecían acabarse, por cada uno que mataba, dos más venían a atacarlo.

Lentamente la bestia comenzó a perder terreno, el numero de atacantes aumentaba con cada segundo que pasaba, y las fuerzas de la bestia mermaban a cada paso.

Beastboy rio, o al menos eso escucho, en lo profundo de su mente escucho una risa que solo ganaba fuerza, este era el final, y tal y como había dicho, él no podía parar de reír.

Comenzó a retroceder, más que nada porque quería poner espacio entre el y los cautivos, los sacerdotes no parecieron darse cuenta, estaban muy concentrados en seguir atacando, en eliminar al intruso, que no se dieron cuenta de la trampa, hasta que, era demasiado tarde.

Cuando se vio acorralado en una esquina, sonrió, justo antes de transformarse en una mosca. La cual se pegó al techo, atravesándolo por una de las grietas.

Luego volvió a transformarse, pero esta vez lo hizo en una criatura mucho mas grande, la presión que la estructura ejerció sobre su cuerpo era increíblemente dolorosa. Pero no se detuvo, si moría aplastado por la mala implementación de esta idea no le importaba.

El techo finalmente comenzó a ceder, y colapso sobre todos los sacerdotes que observaban sin moverse, como todo a su alrededor se derrumbaba.

Beastboy salió caminando de entre los escombros. Se había transformado en una ballena en el techo, el realmente no había creído que pudiese sobrevivir a la presión que ejerció cuando cambio de insecto a ballena, pero de alguna forma lo hizo, de alguna forma gano esa apuesta muy arriesgada.

-Esto es genial, si alguien me vuelve a molestar, me trasformase en hormiga, me meteré en su cabeza, y luego regresare a mi forma original. -Bromeo Beastboy, imaginándose todo el problema que se armaría si realmente terminaba cumpliendo esa amenaza.

Pero su felicidad no duro mucho, un sacerdote salió de los escombros y lo apuñalo por la espalda.

Beastoby logro arrancarle el brazo al hombre, antes de que la cuchilla fuese mas profundamente en su cuerpo. Y aunque evito la muerte, eso poco importaba, cientos de nuevos sacerdotes aparecieron, al parecer estos estaban escondidos en algún lugar de arriba.

-Esto es malo. Jejeje, hay demasiados de ustedes.

Fue entonces que Beastboy noto una peculiaridad en el rostro de sus enemigos, todos ellos tenían esencialmente el mismo rostro. Obviamente había diferencias entre uno y otro, pero a grandes rasgos, el rostro era el mismo, era como si alguien hubiese simplemente hecho CTRL C y luego CTRL V con los rostros.

-Ya veo, son homúnculos. -Menciono Beastboy. Una parte de él sentía alegría al poder unir los hechos, para poder llegar a la verdad. No era que importase mucho de todas formas.

La declaración del titan verde parecido ofender a los sacerdotes, porque reanudaron su ataque, ahora más furiosos.

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Barbara había logrado arrastrarse hasta el lugar donde los secuestradores habían dejado sus cosas.

Saco rápidamente el comunicador, y llamo a Robin. El cómo líder tenía que venir a parar esta masacre, ¿Cómo permitía qué uno de los miembros de su quipo matase de forma tan indiscriminada? No, incluso si la situación era complicada, el matar nunca era una opción aceptada.

Intento llamar por algunos segundos, pero nada, al parecer la señal no podía salir de este lugar. Barbara maldijo de nuevo, ¿Cuántas veces lo había hecho hasta ahora? No importaba, lo único que importaba era comunicarse con sus compañeros.

Usando lo que le quedaba de sus agotadas fuerzas, logro subirse a la silla de ruedas, pero antes de que pudiese intentar salir del lugar, un inmenso temblor sacudió toda la estructura. Pedazos de techo comenzaron a caer, y a Barbara no le quedo otra opción mas que tratar de buscar refugio bajo el marco de una puerta.

Los minutos pasaron, y las cosas parecían por fin haberse calmado, Barbara suspiro, ya se imaginaba la lista de quejas que le daría a Robin sobre Beastboy, pero antes de que ella pudiese pensar en algo más, cientos de nuevos sacerdotes llegaron.

Aunque lo que mas le aterro fue el hecho mas simple. Todos parecían tener el mismo rostro del hombre que la ataco, o el rostro del hombre que quiso sacrificarla ¿Pero qué rayos? ¡Todos tenían el mismo rostro! ¿Qué estaba pasando?

Antes de que pudiese averiguarlo uno de los sacerdotes la capturo.

-E recuperado el sacrificio, ¿Continuamos con la invocación?

-No. El circulo esta roto, su sangre ya no nos sirve.

- ¿Qué hacemos entonces?

-Capturen al verde, su sangre hierve con odio y furia, será un catalizador más apropiado.

-Por tu voluntad.

Todos los sacerdotes dejaron a Bárbara y las demás chicas en paz, concentrándose en matar a Beastboy, quien seguía peleando, en algún lugar fuera del alcance de la visión de Barbara.

Barbara se encogió de miedo, debía salir de aquí de alguna forma. Pero el numero de sacerdotes que bajaban por la escalera no parecía tener fin.

Suponiendo que el final había llegado Barbara sujeto una de las dagas que estaban regadas en el piso, ella puede que no volviese a ver la luz del día, pero eso no significaba que se iría así sin más.

Ella escondería el trasteador que su silla de ruedas tenía instalado en algún lugar, Batman seguramente ya la estaba buscando, y siempre que pudiese localizar este lugar, su muerte no seria en vano, este lugar ya no sería un templo escondido, donde se sacrifican mujeres a un dios desconocido.

Con un poco de miedo logro mover su silla de ruedas a una equina, fue mucho más difícil de lo esperado, en especial considerando la inmensa cantidad de escombros que había regados en el piso.

Una vez estuvo en una esquina saco el radiofaro de la silla, y lo introdujo en lo que esperaba fuese una ventila de aire.

Allí estaría escondido por algún tiempo. Barbara esperaba este tiempo fuese suficiente como para que este lugar fuese encontrado.

La pelea siguió, los gritos siguieron, los gruñidos no disminuyeron, pero en si la batalla ya estaba disidida, y ella no estaba en el bando ganador.

Una nueva ola de sacerdotes bajo por la escalera, estos estaban cubiertos de una especie de baba morada. ¿Se habían estado bañando en loco cuando la pelea comenzó?

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Maldición del pasillo.

Magia de; Recubrimiento.

Nivel; medio-alto.

Descripción;

Es un hechizo de amplio alcance, normalmente usado por usuarios mágicos que viven en entornos rurales. Genera un área en donde el miedo y la angustia envuelven a los intrusos, y los impulsa a abandonar su camino.

Afecta a cualquier ser vivo que no posea la runa de protección, la cual se usa como llave.

Su forma de actuar es corroyendo la mente del afectado, conduciéndolo a un estado de alerta constante. Mientras más fuerte sea la mente del afectado, peores serán los efectos.

Pros.

Pese a ser considerado un hechizo de nivel medio-alto, es relativamente fácil usarlo, además de que no requiere una gran cantidad de mana para mantenerlo activo.

Su protección es bastante amplia.

En relación costo veneficio es uno de los hechizos de protección preferidos por los usuarios mágicos.

Contras.

El hechizo pierde efecto en aquellos que desean la muerte.

Aquellos que abrazan su final, no tienen por qué tener miedo de nada.


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Agradezco a Kaiser por su ayuda con este cap.