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Capítulo 4: Cerrando siclos.

El pecho de Beastboy se movía lentamente, aún estaba dormido, pero ya no necesitaba de la asistencia de máquinas para poder respirar. Sus heridas habían sido mas profundas de lo esperado, por lo que los doctores habían necesitado de una operación de casi 14 horas seguidas para estabilizar su condición. Se podía decir que; escapo de las garras de la muerte por el margen más estrecho posible.

Raven por su parte no se había separado de su lado, usando su magia para tratar de sanar todas las maldiciones que lo aquejaban. la hechicera no estaba segura de la naturaleza de estos males, pero confiaba en que su poder podía disiparlas, o al menos atenuar sus efectos.

Starfire tampoco había querido alejarse de su verde compañero, y había hecho guardia en la puerta de su habitación desde que fue internado. Llevaba casi dos días sin dormir, pero se negaba tajantemente a separarse de su compañero caído.

Cyborg por su parte había pasado la mayor parte de sus días y noches buscando información sobre el grupo que había secuestrado a todas estas chicas. Su parte orgánica comenzaba a resentirse por el sueño perdido, pero él mitad maquina se negaba a alejarse de la investigación hasta tener alguna información que les permitiese identificar a este grupo subversivo de magos.

Robin era el único que no había estado alado de su compañero, o investigando lo sucedido con el culto de magos. Robin se había pasado todo este tiempo alado de Barbara, quien pase a haberse recuperado totalmente, seguía sin despertar. Esto molestaba al discípulo de Batman, quien ha ya había contactado con todos los usuarios de magia que conocía, pero ninguno le daba una posible cura.

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Robin suspiro de nuevo, mientras sujetaba delicadamente la mano de Barbara, su vieja compañera de armas seguía sin despertar, aun cuando los doctores ya habían logrado estabilizar sus signos vitales.

-Barbara, por favor, tienes que despertar, tienes que ser fuerte. -Rogo Robin, quien sentía como el corazón se el encogía.

Lamentablemente sus ruegos no fueron escuchados, y Barbara siguió durmiendo, tan pacíficamente que cualquiera diría que despertaría con el más mínimo toque.

Robin comenzó a llorar, no quería tener que despedirse de otro de sus compañeros, menos al recordar los malos términos en los que se separaron. Él quería disculparse, ¿Por qué no se había disculpado antes? ¿Por qué había esperado a que todo saliese tan mal para darse cuenta de su error?

-Barbara, por favor, por favor, te lo ruego, no te rindas.

Robin hubiese seguido rogando de forma indefinida, pero una presencia a sus espaldas se aclaro la garganta para llamar su atención.

-Disculpa la interrupción, pero me han pedido que viniese a examinar a tu…. ¿amada?

Robin no se esforzó por corregir el mal entendido u ocultar sus lágrimas, ambas cosas le daban igual. Únicamente se hizo a un lado, y dejo que la recién llegada examinase a Barbara, esto ya había pasado antes, en barias ocasiones de hecho.

La recién llegada levanto una mano, y un brillo rosado envolvió toda la habitación. Cuando el haz de luz paro, Robin, hizo la misma pregunta que ya había realizado tantas veces.

- ¿Puedes curarla?

A lo que la recién llegada se limito a mover la cabeza de un lado a otro. Robin ya esperaba esa respuesta, se había acostumbrado a recibirla, no por eso se había vuelto menos doloroso.

-Esta bien, agradece a Constantin o a quien sea que te haya pedido que viniese de mi parte. -Comenzó un discurso de agradecimiento que se había aprendido de memoria, pero no pudo terminar.

-No puedo curarla, pero se cómo tratarla.

Robin levanto la vista ante esa mención, esta era la primera vez que alguien le daba esperanzas.

- ¿Lo sabes? ¿Es enserio? No es por ser desconfiado, pero cada mago que conozco me a dado una negativa sobre la naturaleza de esta magia.

-Lo que aqueja a tu…. ¿amada? No es magia.

Robin levanto una ceja ante esa declaración.

- ¿Disculpa?

-No te disculpes, es natural que no te dieses cuenta, para cualquiera que no esté completamente empapado en este mundillo, confundirá sus dolencias con magia, pero eso es falso, el mal que la aqueja es fue causado por poderes psiónicos.

Robin quiso quejarse, los mas grandes magos de la liga de la justicia habían venido, a tratar de curar a Barbara sin éxito, y de repente llega una desconocida a declarar que lo que le afecta a su compañera es ocasionado por otra causa. Eso lo molesto mucho, pero antes de que pudiese decir algo, la desconocida aplaudió fuertemente, llenando nuevamente de luz rosada toda la habitación, cuando esta desapareció Barbara parecía estar reaccionando.

Robin se lanzó a la cama, y con sus gritos trato de despertar a su compañera, pero tras algunos segundos, donde realmente parecía que Barbara podía despertar, esta regreso a su estado de aparente sueño.

- ¿Qué hiciste? -Pregunto Robin al borde de la histeria. - ¡Hazlo de nuevo, ella casi despertó!

La desconocida solo negó con la cabeza.

-Ella no despertara, no tengo el poder para lograrlo, necesitaras a alguien que tenga más poder psiónico que yo… -La desconocida se acercó, y le susurro al oído. -Pero debes encontrar a alguien rápido, o puede que no despierte. Su espíritu esta muriendo. Desgarrado por cientos de criaturas que buscan alimentarse de su voluntad.

Robin se quedó de piedra ante esa declaración, y antes de que pudiese recuperarse de la impresión, la desconocida había desaparecido. Cosa curiosa porque la puerta de la habitación seguía cerrada. Bueno, eso no importaba, Robin había descubierto una manera de despertar a Barbara, debía ponerse a trabajar en ello.

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Cuando Beastboy logro despertar finalmente, sus primeros pensamientos fueron un agradable nudo de dudas y desconcierto. No sabía dónde estaba, o porque esta allí, no sabia como llego allí, ni podía recordar que estaba asiendo antes de llegar allí. Aun así, no se preocupó, la agradable sensación que inundaba su mente lo llenaba de energía positiva.

Beastboy había experimentado un muy agradable sueño. No podía recordar exactamente que había estado soñando, pero la agradable sensación permaneció por varios minutos. Cuando se sintió un poco más fuerte, trato de recordar algo, pero nada, todos sus recuerdos estaban envueltos en un agradable todo dorado.

Luego trato de moverse, pero su cuerpo la era completamente ajeno, como si no fuese suyo realmente, se sentía pesado y sentía un extraño hormigueo recorrer sus piernas, casi como si algo pesado se hubiese dormido sobre sus piernas, y su sangre no hubiese podido llegar adecuadamente a la parte inferior de su cuerpo.

Tardo varios minutos, pero finalmente pudo moverse, solo fue un poco, pero era suficiente como para sentarse. Fue entonces que se dio cuenta de que su mano izquierda era apretada por la mano de una inconsciente Raven.

Beastboy sonrió, el amor de su vida estaba preocupada por su estado de salud, todo parecía tan perfecto que era casi irreal, ¿Era un sueño? No, no lo parecía.

Con algo de miedo deseo acercarse, acariciar ese cabello oscuro que tanto lo enloquecía. Pero cuando trato de mover su otra mano, se dio cuenta, que no podía, allí, donde debería haber estado su otra extremidad, solo pudo ver un muñón.

Lenta y dolorosamente los recuerdos comenzaron a regresar a la memoria de Beastboy, la situación, ya no le parecía tan perfecta, de hecho, ahora le parecía casi una comedia. Cerro los ojos, sin saber que era peor; recordar la verdad, o vivir en la ignorancia. Bueno, no era como si importase, en ambas terminaría sufriendo un muy desagradable desenlace.

Por unos minutos tuvo miedo de que Raven estuviese aferrándose tan firmemente a su mano por algún motivo oculto o algo peor. A estas alturas los demás titanes ya deberían haber descubierto que el vacío completamente la torre de sus pertenencias.

-Bueno, perdido, lo perdido.

Beastboy movió levemente su mano, tratando de despertar a Raven. Esperando que la hechicera se levantase de buen humor, o que como mínimo no hiciese una de sus típicas rabietas dentro del hospital.

Raven se quejó cuando sintió como la mano de su novio se deslizaba de entre sus dedos, trato de apretar mas fuerte su puño, pero no logro atrapar nada, su mano estaba vacía. Un miedo casi primitivo apretó su corazón, obligándola a despertar, independientemente de su cansancio, ella debía despertar.

Cuando Raven levanto su cabeza, lo primero que pudo ver, fue el sonriente rostro de su novio.

-Buenos días guapa, ¿Dormiste bien?

La sonrisa de Beastboy era tan y como la recordaba, sin importarle nada más, Raven salto, tratando de abrazar a Beastboy quien finalmente había despertado. Apretó entre sus brazos a Beastboy durante varios minutos, mientras hundía su cabeza en su pecho, casi podía sentir como sus emociones se desbordaban.

Si bien Raven se las arreglo para no llorar, no hubo fuerza en el mundo que pudiese separarla de Beastboy.

- ¿En qué pensabas idiota? ¿Por qué saliste a patrullar solo? -Pregunto, mientras trataba de mantener su tono de voz y contener sus lágrimas.

-Era mi turno de patrullar y tu no estabas en ninguna parte. -Contesto Beastboy, tratando de sonar lo mas normal posible. No quería soltar lo que sabia de ella y Robin, no todavía. Ya lo haría después, pero no aquí, no en el hospital.

Raven sintió como la piel de su cuerpo se erizaba. Ella había estado con Robin esa mañana. Raven ya no pudo aguantar las lágrimas, la cuales comenzaron a caer sin control.

-Lo siento, lo siento, lo siento. -Comenzó a repetir sin parar.

Beastboy se limito a darle palmaditas en la espalda a Raven, sin querer discutir, solo quería salir del hospital, terminar sus asuntos, y luego irse para siempre. Aun así, una parte de él, una parte que seguía locamente enamorado de Raven, le rogaba otra cosa.

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Robin ya sabía lo que tenía que hacer, por lo que comenzó a mover sus contactos, primero que nada, contacto a su mentor y le informo lo que había descubierto. Batman prometió que encontraría a alguien con poderes psiónicos, para ayudar a Barbara.

Lo segundo seria contactar con Raven, ella había estado tratando (sin mucho éxito) a Beastboy todo este tiempo, seguramente la hechicera estaría feliz de….

Sus pensamientos fueron interrumpidos, cuando noto el ajetreo en la habitación de Beastboy. Dejando sus asuntos de lado, se acercó a uno de los doctores.

- ¿Qué ha ocurrido? -Pregunto preocupado el líder de los Teen Titans.

- ¡Su compañero ha despertado!

La respuesta cayo como un saco de ladrillos sobre Robin, Beastboy ¿Había despertado? ¿Cómo? Si bien los doctores ya habían tratado las heridas físicas de su compañero, el mal que le impedía despertar debería ser el mismo que aquejaba a Barbara ¿Verdad? ¿Cómo despertó? Se supone que Beastboy únicamente había recibido un tratamiento poco confiable por parte de Raven.

El atrofiado cerebro de Robin trato de encontrar alguna solución, una única solución que llego tras varios segundos.

¡Raven! si bien ella era considerara una hechicera, era bien sabido que ella tenía mas habilidades, algunas no relacionadas con la magia. Muy posiblemente ella tenia el poder que Robin había estado buscando.

Robin sintió que el estómago se le revolvía. Raven había estado actuando raro desde que este incidente comenzó, se negaba a hablarle, verle, o estar en el mismo cuarto que él, en general lo evitaba como si él trajese la peste. Starfire actuaba igual, pero lo de ella era muy posiblemente por un motivo diferente.

Con ojos fijos, y una voluntad erosionada, Robin se dispuso a esperar. Una vez las cosas se calmasen un poco dentro de la habitación de su compañero, el esperaría a que Raven saliese, para poder pedirle que atendiese a Barbara de la misma forma que había hecho con Beastboy. Solo tenía que esperar. Esperar, solo tenia que esperar.

"Tik tok, tik tok, el tiempo se acaba."

Los minutos pasaron, los doctores y las enfermeras fueron y vinieron, realizando todo tipo de pruebas. Mientras tanto, la desesperación de Robin siguió creciendo. Hasta que finalmente exploto.

El iría en este momento, Beastboy ya estaba curado, podía quedarse en la habitación unas horas más. Barbara, no tenia ese tiempo.

Llamo al líder de los doctores, y le pidió que sacase a todos los doctores de dentro de la habitación, dándoles una escuálida escusa, ningún doctor lo contradigo, el no era el líder por nada, todos lo respetaban.

Cuando ingreso a la habitación, lo primero que pudo ver fue a Beastboy, efectivamente había despertado, lo saludo con un asentimiento de la cabeza, cosa que el titan verde imito.

-Es bueno verte despierto Beastboy, nos tenias preocupados, han sido casi cuatro días desde que caíste inconsciente. -Comento Robin mientras examinaba el estado de animo de los presentes.

-Lamento las preocupaciones, chico mantequilla.

Pese a que Beastboy quiso hacer su típica broma a la mitad de su frase, su tono, su expresión, y sus ojos no mentían, Beastboy no estaba de buen humor.

Raven por su parte no regreso a ver al recién llegado, se limito a levantar una mano como saludo, y luego siguió concentrada en sanar una herida en el costado de su novio.

Robin camino de un lado al otro de la habitación, tratando de hacer contacto visual con Raven, pero esta lo evitaba.

-Espero que no te sientas muy incómodo por…toda esta situación en general. La verdad es que muchos de los doctores que te atendieron te daban por muerto. Tus heridas simplemente no cerraban. -Comenzó una conversación Robin, sabiendo que no podía quedarse callado.

Beastboy solo se limito a mover sus hombros.

-Soy bastante mas solido de lo que aparento. Se podría decir que tengo la salud de un buey.

Robin sonrió de buena gana, esa broma había sido buena. Pero su sonrisa murió cuando sus ojos se encontraron con los de Raven, la hechicera lo estaba mirando con sus cuatro ojos demoniacos, cosa que solo hacia cuando quería enviar un ultimátum.

-Se que es un poco pronto, pero podrías darme algunos detalles de tu…desafortunado encuentro. -Robin trato de cambiar el tema rápidamente. Raven ya no lo ignoraba, en su lugar lo miraba como si quisiese matarlo.

Beastboy solo suspiro antes de responder.

-Te daré un informe lo mas detallado que pueda mas tarde, de momento me duele la cabeza tanto que pienso que me va a explotar.

Robin asintió, sabiendo que seria muy desagradable bombardearlo tan pronto de preguntas.

-Lo estaré esperando con ansias.

Robin estaba apunto de sacar otro tema de conversación, cuando una voz espectral resonó en su cabeza.

"¿Que estás haciendo aquí?" Pregunto Raven, mientras establecía una conversación psíquica.

"Necesito tu ayuda, por favor, ven conmigo." Declaro Robin, mientras sonreía.

"Olvídalo, lo que sea que quieras, no puede importarme menos."

La voz de Raven era firme. Y Robin entendía que no podría convencer a la hechicera de ayudarle. Por lo que debía cambiar de táctica, el tiempo se le acababa. Pero no se le ocurría nada que pudiese convencerla.

Lentamente la desesperación comenzó a estrujar con fuerza el corazón del joven líder. Enloqueciéndolo.

"Raven, no voy a discutir, no tengo tiempo. Así que lo haremos así, ven conmigo, o le diré a Beastboy cuanto te gusta que te de leche en el desayuno."

"…"

"….."

"¡No puedes estar hablando enserio!"

Robin casi podía escuchar como el piso debajo de él crujía, culpa del poder sin control de Raven. Por unos segundos el realmente se arrepintió de estar usando esta carta para chantajear a Raven, pero cuando recordó a como Barbara estaba acostada en una habitación cercana, supo que no le importaba, lo que sea que fuese a pasar, pasaría después.

"Pruébame"

Raven se levantó, cerro los ojos, y cuando los abrió, su rostro era el mismo de siempre.

-Si me disculpas Beastboy voy a atender algunos asuntos. Regreso enseguida.

Raven movió su capa y salió de la habitación.

Robin sonrió, luego se giro para despedirse de su compañero. Mientras sonreía con burla e ironía.

-Yo también me despido, que descanses.

Beastboy solo levanto una mano, y volvió a acostarse.

Robin estaba apunto de salir de la habitación cuando noto que una nueva figura se reflejaba en el cristal de la puerta. Parpadeo un par de veces tratando de enfocar mejor. Era una chica, vestía ropas extrañas, estaba acostada en la misma cama que Beastboy, su rostro estaba cubierto por un extraño velo. Le sonreía, ¡Se estaba burlando de él!

Trato de darse la vuelta para encararla, luego todo se volvió blanco.

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Beastboy soltó un suspiro de alivio cuando Robin salió de la habitación. El realmente había creído que le tocaría explicar porque su habitación ya no contenía ninguna de sus pertenencias. También se sintió aliviado de que Raven se fuese moviéndole las caderas a Robin, con esa prueba podía aplastar esa parte de su corazón que se había ablandado por el repentido estallido emocional de su novia.

Con su única mano buena, apretó su pecho, su corazón le dolía tanto, que se lo arrancaría si tuviese la fuerza necesaria para hacerlo.

-No deberías preocuparte tanto master. Me asegure de que ninguno de tus compañeros pudiese entrar a tu habitación. -Hablo Caster, apareciendo justo encima de la cabeza de Beastboy.

Beastboy levanto una ceja ante esa declaración.

- ¿Cómo?

-Simple, coloque un pequeño hechizo en la perilla de tu puerta, cada persona que la toque olvidara los últimos cinco minutos de su vida. ¿A que soy genial?

Beastboy levanto una ceja, el estaba seguro de que había visto eso en algún lugar antes, pero no podía ubicar donde. Bueno, no era como si importase realmente, lo que realmente le llamaba la atención en este momento eran otras cosas, cosas como; ¿Cómo diste con mi habitación? ¿Cómo supiste que eso me beneficiaria? O más importante ¿Por qué me ayudas? Pero tras pensarlo bien, Beastboy se dio cuenta de que las respuestas a esas y otras varias preguntas, no podían importarle menos.

Beastboy cerro los ojos, buscando en su interior, hasta que finalmente encontró la única pregunta que a él podía importarle.

-Cuando nos conocimos mencionaste una guerra, por favor aclárame eso.

-Vaya ¿realmente no sabes nada? -Caster sonríe con burla. -Esto será mas divertido de lo que calcule en un inicio. Bien, veamos…supongo que comenzare por aquí. Te has metido en una especie de guerra, la guerra del Santo Grial para ser exactos, esta consiste en siete Master y siete Servants matándose entre sí.

-Vaya, que bien. -Respondió Beastboy sarcásticamente.

-Eres un Master, por lo tanto, deberías tener tus Hechizos de Comando en el dorso de tu mano. Espero que los tengas en la que aun tienes, por que si estaban en la que te cortaron estamos en problemas.

Beastboy gruño, pero igual levanto la mano, efectivamente había unas líneas negras en su mano.

- ¿Son estos…garabatos?

-Si. Esos garabatos te identifican como un Master, cada uno de esos garabatos te permiten dar tres órdenes absolutas a tu Servant, aun en contra de su voluntad.

- ¿Te puedo ordenar lo que quiera? -Pregunto con incredulidad Beastboy.

-Si, pero no te emociones tanto, porque solo tienes tres, y una vez los uses no hay forma de obtener más. Son una carta valiosa, úsala con cuidado.

Beastboy no estaba seguro de la veracidad de los sellos comando, pero no pregunto más, tenía curiosidad por otras cosas.

-Háblame de la guerra.

-Cada cierta cantidad de años, se eligen siete Masters y se les dan siete Servants para que los ayuden en la guerra por el Grial.

- ¿Quién elige a los Master y los Servants?

-El grial los elige.

- ¿Cómo y por qué?

-Como elige a los Masters es un tema que se ha discutido mucho, pero no estoy segura. Lo que si se es que cada Master elegido posee algo que el grial quiere.

- ¿Algo que el grial quiera?

-Si, una palabra, un deseo, un susurro, o un recuerdo. Los parámetros no son claros, pero la constante es que la cuota que todo Master tiene que pagar cuando es elegido, es algo que el grial no tenía antes.

Beastboy levanto la cabeza, ¿Él había pagado algo cuando fue elegido? No podía recordarlo.

-Caster, hasta donde yo sé, no soy mago, ¿Eso no me descalifica desde el principio?

Beastboy no era muy listo, pero incluso él podía entender que la magia era un requisito primordial en esta competición.

-Para ser Master, no es indispensable ser mago. Si bien la magia es un factor importante, ya ha habido casos de personas no mágicas que han sido elegidas como masters. Sin ir muy lejos, en la tercera y la cuarta guerra, los Masters de Caster y Rider no eran magos. Por lo que puedo asegurarte que el único, pero será encontrar el mana que necesito, y… hay varias formas de conseguirlo.

Beastboy levanto una ceja.

- ¿Cuarta y tercera? ¿En qué guerra estamos?

-Esa es una pregunta difícil de responder Master.

Beastboy noto como Caster parecía estar evadiendo la pregunta a propósito, talvez había tocado una fibra sensible. Bueno, no importaba.

- ¿Dónde se va a llevar a cabo esta guerra?

-Odaiba.

Beastboy gruño, si la memoria no le fallaba, eso debería estar en Japón.

- ¿Cómo esperas que llegue a Japón? Eso esta al otro lado del mundo.

-Bueno, no es como si tuviésemos que llegar en este mismo momento, podemos tomarnos nuestro tiempo.

Beastboy se quedo pensando, no era como si tuviese algo que hacer de todos modos, en última instancia podía transformarse en un insecto o algo parecido, y abordar un avión a Japón. El reto real en este momento era; ¿Cómo podría escabullirse de sus compañeros? Robin y Batman seguramente querrían interrogarlo, por lo que se podía ir despidiendo de la idea de salir tranquilamente del hospital. No, esa opción se había perdido cuando decidió involucrarse en ese secuestro.

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Cyborg miraba horrorizado como Raven y Robin salían de la habitación de Beastboy. Era increíble que esos dos no pudiesen controlar sus hormonas ni siquiera en este momento tan crítico.

Para su fortuna, logro hacerles el esquinazo, y así evitar mas problemas. Lo último que quería él mitad maquina era meterse mas en este problema. Aun así, él sabia que mientras mas se demorasen estas cosas en salir a la luz, peor sería el resultado.

Saco una moneda de uno de sus bolsillos, y luego la lanzo al aire, cerrando los ojos.

-Cara, entro a la habitación de Beastboy. Cruz, me regreso a la torre.

Cyborg se negó a abrir los ojos, hasta que estuvo seguro de que esta había dejado de revotar. Internamente rogo que la moneda hubiese caído en cruz, pero el día de hoy la suerte, no parecía estar de su lado.

-Cara, ¿Por qué tenía que ser cara?

Cybor se lamentó, pero termino cumpliendo su promesa con la moneda, y se preparo mentalmente para ingresar a la habitación de su amigo, pero antes de que pudiese girar la perilla, noto que había dos voces dentro de la habitación. Eso era raro, el estaba seguro de que todas las enfermeras y doctores se habían ido.

Con algo de precaución se acercó, tratando de escuchar a escondidas. Armándose de valor, coloco un micrófono en la puerta.

-Master, usted está siendo muy dramático, el final de un viaje, es solo el comienzo de otro.

-Admito que esto se siente nostálgico.

-Deberíamos prepararnos para partir de inmediato.

-Ya te lo dije, no es como si pudiese salir por la puerta principal, gritando; "allí se ven perras" tengo obligaciones que cumplir.

-Creo está usando estas "obligaciones" para escapar a su llamado Master.

-No puedo negar esa declaración, pero…..

Repentinamente las voces de callaron. Cyborg trato de subir el volumen, la conversación que estaba escuchando era muy interesante. En eso la puerta se abre y una fuerza invisible, jala a Cyborg dentro de la habitación.

- ¡Viejo! ¿Nadie te ha dicho que escuchar conversaciones a puerta cerrada está mal?

Cyborg se sintió mal cuando fue reprendido por su mejor amigo, pero no lo demostró.

-Esa es mi línea bestita, ¿Quién es esta chica con la que estas hablado? ¿Cuál es su relación? ¿Por qué te llama Master? ¿Raven sabe de ella?

Trato de defenderse Cyborg, pero sabía que estaba atrapado. Los ojos de Beastboy lo quemaron por varios segundos, antes de que este suspirase.

-Vale, comencemos con las prestaciones. Caster, él es Cyborg, es algo así como mi mejor amigo. Cyborg, ella es Caster, ella es a falta de un mejor termino, un recordatorio andante de mi mayor fracaso.

Cyborg se sintió realmente mal cuando Beastboy lo presento así, ¿Acaso el titan verde ya no lo consideraba su mejor amigo? Eso dolió mucho. Aun así, se las arregló para inclinarse y saludar.

-Encantado, mis compañeros me llamas Cyborg.

-Igualmente, solo llámame Caster, odio que la gente use mi verdadero nombre.

Cuando Cyborg levanto la cabeza, se topó una extraña mujer, pero la principal peculiaridad que pudo observar, era la disparidad en lo que estaba observando, la imagen que captaba con su ojo humano, no coincidía con lo que le mostraba su ojo biónico. ¿Qué estaba pasando?

-Cyborg, se que esto puede sonar un poco repentino, pero necesito pedirte un favor. Necesito que me consigas un anillo holográfico, necesito comenzar un viaje lo antes posible.

Cyborg dejo de examinar a Caster, para centrar su atención en Beastboy, quien estaba convaleciente en la camilla.

-No estas en condiciones de salir de allí. Casi mueres ¿Recuerdas?

-Es imposible olvidar algo que cada persona que entra en esta habitación repite sin cesar. Pero eso no importa. Viejo, necesito tu ayuda, esto es algo urgente, algo muy importante.

Cyborg se sintió tentado a refutar esa declaración, pero se guardo su comentario, la ultima vez que ignoro una petición de Beastboy este casi muere, le daría el veneficio de la duda, de momento.

-Incluso si estuviese dispuesto a ayudarte…. ¿A dónde tienes que ir con tanta urgencia? Tu cuerpo no está para viajes largos.

-Necesito regresar a África. Hay un problema con mis padres.

Cyborg trago saliva, uno de los pocos temas que Beastboy nunca había querido sacar, fue su familia. Beastboy les había contado un poco, pero mas que nada fue por obligación.

- ¿Puedo preguntar por qué…? ¿Para qué vas a usar el anillo holográfico?

-Este es un problema familiar, y me gustaría resolverlo en privado.

Cyborg tenia serias dudas, pero decidió no ahondar mas en el tema. Mitad por respeto, mitad porque esta era posiblemente la solución que había estado buscando. Si Beastboy se iba durante una temporada, la situación dentro de la torre podría mejorar, Starfire iba a dejar a Robin, y si este y Raven comenzaban una relación formal, podía empujar varios de los problemas de las continuas aventuras de su líder debajo de la alfombra. Aunque había un problema.

- ¿Realmente crees que Raven aceptara eso? Si desapareces así sin más, no te sorprenda que Raven te cambie por otro.

Cyborg realmente no quería traer el tema de Raven a la discusión, pero si lograba plantar un escenario en la cabeza de su amigo, este tendría que aceptar que, si se iba en secreto, Raven era libre de unirse a otra persona.

Beastboy asintió.

-Se que es posible, y realmente no la culpare.

Fue en ese momento que Cyborg se dio cuenta de una horrible verdad. Beastboy ya sabía de la situación entre Raven y Robin. Lo cual explicaba la completa desaparición de su comunicador, así como otras inconsistencias en la pasada misión. Beastboy no había estado patrullando solo, el había querido irse en secreto, pero no pudo negarse a ayudar a quien lo necesitaba.

-Yo…preparare el anillo y los pasajes, ¡Pero prométeme que saldrás solo cuando los doctores te den de alta!

-Me parece justo.

Cyborg y Beastboy se miraron durante unos segundos, luego Cyborg volteo la cabeza, avergonzado.

-Lamento que las cosas hayan llegado a esto.

-Nada de esto es tu culpa. A por cierto, necesito otro favor, es el ultimo que te pediré en esta vida.


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