Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de My Hero Academia, cuyo creador es Kōhei Horikoshi. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.
Día 04: Relación seria.
Summary: "Me di cuenta que este tiempo que hemos compartido ha sido incomparable, lo que siento por ti es incomparable".
Sin betear. Canción que inspiró: the time we shared por Vanilla Acoustic.
The Time We Shared
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—Uraraka, necesito hablar contigo.
Mirando a aquel que se había detenido frente a su pupitre, Ochako observó un poco sorprendida a Bakugo, cuyo tono era inusualmente bajo, en él no estaba esa chispa explosiva con la que solía dirigirse a todos. Pero eso no era algo extraño, pues él siempre tenía otra dinámica con ella, lo que le desconcertaba un poco era la relativa serenidad en su estar. Ella aceptó su petición, dejó sus objetos personales y le siguió fuera del salón.
Aquello que el chico fuera a hablar con ella era obviamente algo que los demás no tenían que presenciar, lo entendía porque el salón seguía con el habitual ambiente animado, tan así que el pequeño intercambio entre ambos, junto con su abandono del lugar, fue imperceptible.
Él caminaba delante de ella, manos en sus bolsillos y vista fija hacia adelante, ella no podía ver su rostro pero sabía que su ceño estaba fruncido, por mucho tiempo que le ha conocido y tratado, tantas las ocasiones en que ella le observaba sin darse cuenta -y luego por deseo propio- que sabía que ese gesto que él debía de estar haciendo se debía a que algo le preocupaba. Ochako mordió su labio, para ser sinceros, ella también tenía mucho en su mente.
Al llegar al final del pasillo, lejos de las aulas y el tránsito de alumnos, Bakugo se detuvo. Se encaminaron hacia una de las ventanas que daban vista a la entrada del edificio. Todo el ambiente era extraño, silencioso y pesado, tan diferente de hace días. Ochako sentía incorrecto abrir la boca y preguntar el motivo de esta incómoda reunión, más que nada porque creía saber el porqué.
Durante el par de años que habían transcurrido como compañeros, una confianza se había desarrollado entre ellos, sentía la libertad de hablar de cualquier cosa junto a él, no había reprimenda. Ella estaba acostumbrada a esos locos arranques de gritos y violencia que él solía tener en los entrenamientos o contra ciertas personas, y a decir verdad estos mismos habían bajado muy considerablemente en el tiempo transcurrido. Bakugo era más maduro, aunque su carácter salía a relucir cuando se le molestaba o retaba. Era parte de él, ella sabía, y no lo consideraba como algo malo.
Pero este incesante silencio sí era perturbador. Lo que le alertó fue darse cuenta que él se veía decaído y apesadumbrado, así que se aventuró y preguntó.
—¿Qué sucede?
Porque había un motivo tras todo eso, no sólo en ese momento, Ochako no podía negar más el que las cosas entre ellos estaban un poco tensas luego de "aquella situación" días atrás. Era eso lo que molestaba a Bakugo, pues siendo tan expresivo de lo que piensa y siente, que nunca retiene las cosas… solo que esta vez no era así. Había tratado de actuar como si nada hubiera sucedido. Siendo sincera, ella intentó hacer lo mismo, y se preguntaba si lo que tenía a Bakugo así de gastado era lo mismo que le carcomía a ella.
—¿Hay algo que te moleste?
Se atrevía a preguntar algo tan privado porque desde hace tiempo había obtenido tal privilegio. El estatus entre ellos era de amigos, buenos compañeros, -pero había algo más: sus constantes salidas y paseos juntos, la sensación de cercanía que se iba incrementando, esto que ella no podía etiquetar de la manera en que quería, porque no estaba segura de que fuera mutuo.
Bakugo le encaró, ceño fruncido y mirada penetrante en el rostro de ella, parecía que se le dificultaba hablar. Ella se acercó un poco a él, no podía evitar la preocupación, pero esta acción solo provocó cierto enojo en el chico, quien ya estaba cansado de la situación.
—Dime, ¿Aun tienes sentimientos por Deku?
Ella retrocedió un pasó, ya fuera por el tono brusco y de acusación de Bakugo, o por el golpe de esa pregunta en ella. La chica tenía sus ojos muy abiertos, asombrada y confundida por esta cuestión que no esperó para nada.
—¿Uh? —fue su inteligente respuesta. Pero era que entre más repetía la pregunta en su cabeza y miraba al molesto de Bakugo, que más confundida se ponía. ¿De dónde venía esa pregunta?— ¿Por qué tan de repente tú…?
—Hey, yo hice la pregunta primero. Responde —su brazo apoyado sobre la pared junto a ella, atrapándole. Bakugo se acercó demasiado y la chica se sentía acorralada, y peor aún, nerviosa por la proximidad— ¿Qué es lo que sientes por Deku?
¿Le pedía una respuesta cuando él actuaba de tal manera que a ella le dejaba así de confundida? Era la misma pregunta, pero ella no pudo más que centrarse en la persona frente a ella, su rostro, su voz y la cercanía que le ponía tan nerviosa, las reacciones de su cuerpo ante la consciencia de Bakugo frente y tan cerca. Así, sus latidos aumentaron, los sentía retumbar en sus oídos y sus ojos fijos en los labios de él. Sin querer, memorias de situaciones compartidas entre ellos le abrumaron.
Todo había pasado de una manera tan inesperada, no solo el acercamiento entre ellos, sino el desarrollar sentimientos por él. Ochako nunca lo planeó, ni siquiera lo había pensado jamás. Pero entre diálogos intercambiados, sesiones de entrenamientos, salidas y charlas más personales… que sin darse cuenta la brecha emocional y física se desdibujó. Luego eso pasó.
—¡Uraraka!
Ella respingó, alerta por aquel llamado -había olvidado que no estaba en su habitación rememorando y perdida en las sensaciones del recuerdo, no. Estaba frente a él, siendo interrogada por los posibles sentimientos hacia alguien más. Pero para mayor confusión, Bakugo se mostraba cansado.
—Así que, aun estás enamorada de él.
Ella no entendía el porqué, pero es que no se dio cuenta de que para él, el repentino sonrojo en ella y su silencio habían sido un tipo de respuesta para eso que le preguntaba.
—¿Qué? Espera, no es como-
Pero su mirada penetrante la silenció. Cuando Bakugo estaba molesto todo explotaba -literalmente- entre su furia y sus gritos, pero en ese momento todo estaba intacto. Era más que ira lo que él sentía. Soltó aire, como si hubiera estado reteniendo la respiración.
Decepción.
De a poco él separó su brazo de la pared junto a ella, dando pasos hacia atrás para regresarle el espacio que una vez hubo entre ellos. Pero eran sus ojos persistentes en el rostro de ella, y era como si quisiera grabar en su cabeza su imagen, como si estas silenciosas acciones fueran una despedida.
Ochako sentía que Bakugo estaba terminado algo que ella había estado esperando por suceder.
No más miradas furtivas, no más sonrisas tenues, no más roces breves… todas esas pequeñas acciones de Bakugo que a ella le provocaban esa cálida emoción que antes no se atrevió a llamar amor, no habría más de ellas.
El pánico se apoderó de ella, el miedo a perderle antes de tenerle, que de inmediato tomó de su mano con ambas de ella, deteniéndole.
—¡Bakugo-kun, espera! No es en Deku-kun en quien estaba pensando. Desde hace mucho que él no… —ella sentía encogerse ante la mirada del rubio. Le era difícil decir en voz alta estos sentimientos que desde hace tiempo ese chico frente a ella le provocaba. Quería evitar su mirada y tapar su rostro, pues su sonrojo era tan evidente, pero era mayor el miedo de soltar su mano y que se alejara para siempre— Eres tú en quien he pensado, incluso desde antes de aquel beso…
Oh, su cara estaba tan roja, estaba haciendo todo lo posible por mantener los pies en la tierra y no dejarse llevar por su propio quirk, pero era que traer a voz eso, lo hacía más real; hace varias noches, en el vestíbulo de los dormitorios, entre el intento de ella de esconder su risa y la mueca de fastidio de él, y la repentina unión de sus labios iniciada por parte del chico. El breve y suave tacto que robó más que su aliento. El leve sonrojo en él, el estupor y el espiral de emociones dentro de ella, que incluso días después se le hacía increíble asimilarlo. Hacía tanto tiempo que Ochako sabía que algo se estaba desarrollando entre ellos, y ese beso fue el detonador.
Ella de verdad no quería desistir.
—Desde antes del beso has sido importante para mí, y luego… estos días me di cuenta que este tiempo que hemos compartido ha sido incomparable, lo que siento por ti es incomparable.
Pocas veces Bakugo Katsuki era dejado sin palabras. Ahora él le miraba atontado, no había esperado esa sinceridad. Lo que Uraraka le decía lograba transmitirle sus sentires. Ella no era alguien egoísta, y desde hace mucho tiempo que él estaba al tanto de lo que sentía por ella, pero la inseguridad por el viejo amor de esta chica le hacía detenerse, desconfiar. Y sin embargo ahí estaba Uraraka frente a él, cara sonrojada, ojos claros y palabras cálidas. Le hacía sentir como si flotara.
No, espera… de verdad estaba flotando.
—Qué dem-
—¡Ah! ¡Bakugo-kun, lo siento!
Solo la mano que ella sujetaba evitaba que él topara contra el techo. Había sido su quirk. Sofocó su propia risa, al tiempo que ella desactivaba su poder y le traía de nuevo al piso. Entre disculpas apenadas de ella, Bakugo negó con su cabeza. Todo parecía irreal.
—Hey, cara redonda —el sonido ofendido de ella le hizo sonreír un poco a él. Estiró la misma mano que ella aun no soltaba, y la atrajo así sí, tanto que sus cuerpos chocaron. El rostro aturdido de la chica era digno de fotografiar—, ya que te has declarado, no me queda de otra más que aceptar.
—Uh... ¡¿Uh?! ¡Yo cuándo… si tú fuiste él que!-
—No puedes echarte para atrás. Esto es en serio.
Tras sus palabras, entrelazó su mano con la de ella, un breve apretón para hacer énfasis.
La mirada de la chica pasó de sus manos al rostro de él. ¿De verdad estaba pasando eso? ¿Realmente era lo que ella pensaba?
—¿Quieres decir que estamos saliendo formalmente?
Ah, de verdad lo dijo. Antes de siquiera poder avergonzarse, una media sonrisa arrogante por parte de él le detuvo.
—No vayas a esperar algo diferente.
Porque Bakugo siempre era claro con sus metas y con sus pensamientos, fueran del agrado o no. Él no se rendía, él no hacía las cosas a medias ni actuaba fuera de su moral. Era lo mismo para con ella.
Si bien los momentos que han tenido juntos han sido tras la línea de "tal vez más que amigos", ahora él lo dejaba en claro.
Una relación seria. Un noviazgo formal.
El primer beso compartido había creado un espiral de emociones que Ochako no había podido detener, pero eran esas simples palabras que en ese momento provocaron pequeños temblores en ella, latidos disparados y una profunda e incontrolable emoción surgió, así, ella le rodeó con sus brazos, enterró su rostro en su pecho y murmuró frases incoherentes. No eran importante lo que decía, sino sus emociones detrás.
Por ahora ninguno de los dos podía decir en voz alta sus sentimientos y catalogarlos como un loco y ardiente amor, pero no era una carrera. Ambos se habían sincerado, ella con su media declaración, él con sus acciones, y eso era suficiente, pues de ese día en adelante vivirían más momentos juntos.
Podrían hacer crecer ese cálido sentimiento.
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Este fue el primer one-shot que escribí para la pareja, estaba muy insegura –aun lo estoy- de si lo estoy haciendo bien, pues de verdad temo escribir muy ooc. Lo siento si así es, trataré de mejorar.
Me hace muy feliz saber que alguien ha leído esto, lo estoy haciendo con mucho cariño, muchas gracias.
