Hora 23:00 – Regreso a la vida
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Sin ser del todo consciente del efecto disruptivo producido por su revelación, el médico continuó a contar con orgullo los detalles técnicos de sus intervenciones con el famoso astro.
-``¡En verdad me ha impresionado aquel hombre! Jamás había visto a alguien luchar tan obstinadamente por sobrevivir… ¡Su increíble voluntad seguramente fue fundamental para el éxito de la terapia y la recuperación de las funciones vitales! Se ha despertado esta mañana… para la alegría de sus admiradoras y de todos los amantes de Shakespeare como tú´´.
-``Terence… está vivo...´´ continuaba repitiendo mecánicamente.
Sólo en esos momentos Jason comprendió.
-``¿Tú en realidad estabas hablando… de él? No sabía que se apellidara Ganchester...´´
La chica cambió su expresión absolutamente maravillada por una mirada soñadora y de esperanza.
-``¿Es él… tú lo conoces?´´ constató incrédulo el joven.
-``¡Lo conozco... bastante bien, Jason!… ¡Llévame con Terence. Te lo ruego!´´.
La llama encendida de sus ojos no dejaban espacio a más preguntas. Ni de respuestas descontadas.
Él jamás la había visto así de radiante.
-``Ven conmigo. Vamos a ver si está despierto. Cuando salí de su habitación junto a su madre se había quedado dormido. Ha sufrido un notable trauma. No tienes que hacer que se agite. Recuerda que está extremadamente débil´´.
Candy lo tomó de la mano dulcemente, mirándolo con una profundidad que se le quedó impresa en el alma.
-``Dime que está bien Jason, que se recuperará...´´.
-``No te preocupes´´ òe respondió él abriéndole la puerta.
-``Necesitará una terapia de rehabilitación para volver a caminar porque sus piernas han arriesgado de iniciar la necrosis, pero no dudo que en pocos meses estará más sano que antes. Afortunadamente vosotros habéis sido de los primeros en ser rescatados por el Júpiter. Los médicos a bordo han logrado practicarle excelentemente los primeros auxilios que han sido providenciales. Mucha gente se había quedado en el agua por más de tres horas antes de la llegada de los rescates al lugar. Unos minutos más de retraso hubiera sido con seguridad letal´´.
-``¡La cajita de música… ha sido la cajita quien lo salvó!´´ exclamó la chica sorprendida.
Corrió hacia la habitación y tomó su bolso, sacó la pequeña cajita y la besó.
-``Gracias, querido amigo… ¡Este objeto me ha regresado mi felicidad! Cuando me la regalaste no comprendí completamente el motivo de ese gesto. ¡He tenido que enfrentar años de tormento y rozar tan cerca la muerte para poder comprenderlo, Stear! ´´.
Mientras tanto la voz de Jason la llamaba desde el corredor.
-``¡Candy! ¿Todo bien?´´.
-``Si Jason, ya voy!´´.
Para no perder más el tiempo se puso la bolsa en el hombro y se apresuró a salir.
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La habitación de Terence estaba al final del pasillo.
Mientras avanzaban en silencio, para no crear molestias entre los pacientes, Candy sintió varias veces que su cabeza giraba como en un vórtice. Aquel estrecho y oprimente corredor le hacía recordar la pesadilla de aquella carrera frenética para llegar a cubierta. Su lucha contra la corriente…
Se detuvo por un momento sintiendo aquella misma sensación de ahogamiento.
¿Cuántas veces tendría que revivir aquellas sensaciones antes de dejarlas definitivamente en el pasado?
Jason se dio cuenta de su malestar y se apresuró para sostenerla. Tomándola del brazo la ayudó a caminar.
-``Y qué es lo que pretendías hacer? ¿Recorrer controlando las habitaciones? Pero si no logras ni siquiera sostenerte en pie´´ la reprendió afectuosamente para distraerla de sus alucinaciones.
-``Ya llegamos, Candy. ¡Esta es la habitación de tu Terence!´´ le dijo cuando llegaron a la habitación privada, que por ironía de la suerte, tenía el mismo número del bote en el que se habían salvado.
-``Yo volveré dentro de poco para ayudarte a regresar a tu habitación. Es mejor que no intentes caminar sola, podrías volver a debilitarte´´.
Tocó la puerta pero no escuchó respuesta.
-``¿Se puede, señor Graham? Tiene una visita que estoy seguro le hará mucho bien...´´ dijo en voz baja abriendo la puerta.
Después haciéndose a un lado invitó a Candy para que entrara.
-``No creo que me haya escuchado. Me parece totalmente inmerso en sus pensamientos´´.
Cuando ella pasó junto a él, el joven la tomó de la mano deseándole con sinceridad: ``Se feliz, Candy. Tus ojos son demasiado bellos para que los llenes solo con recuerdos o arrepentimientos...´´.
Ella correspondió con vigor su saludo, para después entrar con cautela mientras sentía segundo tras segundo como crecían sus ganas de vivir.
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La luz sobre la mesita de noche estaba encendida.
Sentado en la cama, con aire sufrido, ahí estaba Terence despierto.
Lo estaba desde hace casi una hora. Miraba al vacío, perdido en sus meditaciones.
Portaba una elegante bata de tela escocesa con el cuello de terciopelo bordado, probablemente se la había llevado su madre. Sus largos cabellos estaban recogidos con un listón de raso negro. Estaba pálido, los ojos hundidos. Sus lívidos labios aún estaban ligeramente morados. Su expresión intensa, era aún más evidente por una sombra de barba.
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Como si hubiera presentido su presencia en la habitación, giró en aquel momento la cabeza hacia su dirección. Sus labios se abrieron finalmente con una amplia sonrisa.
-``¡Amor mío! ¡Sabía que vendrías!´´.
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Sin pensarlo más, Candy se lanzó a sus brazos.
No podía contener más aquel torrente lleno de su alegría.
-``¡Gracias al cielo estás vivo, Terence! No puedes imaginar lo que he sentido cuando te has desmayado entre mis brazos… ¡He creído que te había perdido para siempre! ¡Ha sido horrible!´´ le dijo suspirando entre lágrimas, abrazada nuevamente a él, mientras no dejaba de cubrirle el rostro con infinidad de besos.
-``Ya todo está bien ahora. Te había prometido que esta vez nada podría separarnos...´´ la tranquilizó él correspondiendo con la misma pasión sus efusiones.
-``¿Tú cómo estás?´´.
-``Yo estoy bien, no te preocupes´´.
Sus labios no lograban separarse.
Continuaban a hablar mientras se besaban, fundiendo las palabras con la carne en un abrumador redescubrimiento de sus hambrientas bocas.
Sus cuerpos arrastrados por la agonía parecían sacar una nueva vida de aquella re conquistada cercanía.
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-``¡Terry!´´
De los labios de Candy resonó aquel nombre en el aire con una nueva certeza consciente.
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Como era dulce encontrarse.
Era de una dulzura absoluta.
Como era maravilloso y conmovedor volver a ver aquel fuego de vida en sus espléndidos ojos… y aquel calor ansioso encender sus pieles.
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En aquel momento Terence levantó su rostro sosteniéndolo entre sus manos.
También él tenía lágrimas en los ojos.
-``Mi dulce Candy… quería regalarte un sueño que recordar toda tu vida y, por el contrario, te he obligado a vivir una vez más una tragedia. No logro darte ni un poco de la felicidad que mereces...´´.
-``No digas tonterías… tú y yo increíblemente estamos aquí ahora. ¡Todo lo demás no tiene importancia!´´.
-``Te iba a pedir que te casaras conmigo en el viaje. Ya había hablado con el capitán para la celebración y había organizado todo para la decoración de la pequeña capilla. Pensaba comprarte el vestido de novia más bello que te hubiera gustado en el desfile de moda. Pero he perdido el anillo que me hubiera gustado darte...´´.
Candy estrechó su cuerpo contra su pecho con mucha más emoción.
-``¡No te preocupes. ¡Volveremos a organizar todo juntos, tan pronto como nos recuperemos! Y después viajaremos juntos a Stratford Upon- Avon por el tiempo que sea necesario´´.
Terence la besó una vez más impidiéndole terminar la frase.
La besó y la besó de nuevo. Incesantemente.
-``Entonces… está en nuestro destino casarnos en América´´ le dijo bromeando con aquel aire tan dulcemente despreocupado que a ella le encantaba tanto.
-``Así podrás compartir la alegría de aquel día con las personas que amas. Mi secuestro romántico ha sido un rotundo fracaso...´´
-``¡Podrás raptarme después de la boda! ¡En serio quiero regresar a Escocia!´´.
-``Claro...´´ aceptó él tomando su mano y llevándosela a su corazón.
-``Este es solo el inicio, Candy, el inicio de nuestra nueva vida. Yo te he entregado mi alma para siempre en aquel barco. He sobrevivido sólo para poder realizar el propósito de mi vida.
Quiero que tú seas feliz, amor mío. Quiero que tu sonrisa siga brillando y que tus ojos continúen resplandeciendo como dos estrellas fijas en el cielo. Quiero darte un futuro… y una esperanza…
Para que puedas recordar un día lo que hemos vivido y que viviremos sin dolor y sin remordimientos.
¡Aceptame de nuevo en tu vida y yo seguiré luchando contra todo y todos por nuestro amor!
¡Cásate conmigo, Candy!´´.
-``¡Te amo, Terry! ¡Acepto casarme contigo! ¡Ya lo he hecho! ¡Por toda la vida y también después!´´.
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Justo en aquel momento, la presión del bolso que ella todavía tenía en el hombro, hizo que funcionara de nuevo el mecanismo de la cajita de la felicidad.
Terence se apartó un poco sorprendido.
-``¿Y esa música… que es? ¿Es una caja musical? Me parece haber ya escuchado aquella melodía en algún lugar...´´.
La chica lo miró asintiendo.
-``Si, Terry, la has escuchado mientras estábamos en el bote. Ha empezado a funcionar cuando han llegado los militares del Juppiter. Su sonido llamó su atención para que se acercaran hacia nosotros. El doctor Dean me ha dicho que nuestro bote fue de los primeros en ser rescatado. Probablemente esta Cajita te ha salvado la vida...´´.
Un recuerdo fugaz le retumbó en la cabeza mientras terminaba aquella última frase.
Rápido abrió la pequeña cajita, dejando escapar una exclamación de alegría.
-``¡Mira! ¡Todavía está aquí! ¡Es un milagro que el papel se haya conservado perfectamente seco!´´.
Extrajo presa de la emoción una hoja y la desdobló, intentando alisarla con los dedos.
-``¿Puedo saber qué es lo que estás haciendo? ¿Qué es lo que has encontrado en tu cajita secreta?´´ la exhortó Terence curioso, intentando quitársela de las manos.
Ella aceptó su juego escondiendo el papel detrás de su espalda para impedirle curiosear, poniendo resistencia divertida en cada uno de sus asaltos.
Empezaron así un divertido juego hecho de besos y cosquillas.
En el calor de esas amorosas escaramuzas cayeron abrazados sobre la almohada.
Candy se acurrucó junto a él y levantó el papel frente a ellos para que él también pudiera leer el texto.
-``Oh Terry, esto es… un pequeño pedazo de corazón… el regalo que me ha hecho un ángel...´´ le dijo con los ojos húmedos y conmovidos, juntos empezaron a leer la poesía de Emily con voz clara y fuerte.
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``En una noche
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Te he conocido en una Noche.
Mis ojos distraídos tropezaron contigo.
Tú, has iluminado mi Esperanza con una sonrisa ligera,
Soplando sobre mí un aliento fresco y dulce de Felicidad
Que me ha enseñado a disipar las Tinieblas.
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Te he perdido en una Noche.
He llorado lágrimas saladas de mis pupilas vacías y sin Luz,
Estrechando un abrazo frío que me hablaba de Muerte.
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Te he vuelto a encontrar en una Noche.
Porque el Amor verdadero nunca termina en verdad.
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Y una nueva Alba nos regresa ahora a lo Eterno´´.
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Terence la atrajo a sí con toda su juvenil fuerza recuperada, en el abrazo más conmovedor que se hubieran dado jamás.
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Sabía a promesas aquel abrazo… y a risas. A carreras y sonrisas.
A lágrimas y a silencios cómplices. A suspiros robados y escalofríos de deseo.
Sabía a vida.
Finalmente.
Juntos.
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-``¡Abrazame fuerte, amor mío… y no me sueltes nunca! ¡nunca más!´´.
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Elfin
o si preferís,
El comienzo...
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Nota
De los dos mil pasajeros que estaban en Mauritania esa noche, sobrevivieron unos setecientos treinta; El 80% pertenecía a la primera clase.
Adrian Foster fue rescatado por el lanzamiento número tres y se salvó después de una larga hospitalización.
La poeta Emily Greemshow fue encontrada muerta en el bote salvavidas ocho sosteniendo un cuaderno que contenía los poemas que serían recogidos en su obra póstuma "La voz de los recuerdos".
El transatlántico alemán Bremen reconfirmó su Cinta Azul por tercer año consecutivo.
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Dos palabras del autor sobre el título
Todo en una noche porque ... fue en una noche que pensé en escribir esta historia después de ver la película Titanic de James Cameron con motivo del centenario del hundimiento del legendario transatlántico. El carácter fuerte y apasionado de Candy y Terence, los maravillosos personajes que Keilo Nagita / Kyoko Mizuki nos hicieron amar y con los que seguimos soñando, me parecieron perfectamente aptos para probar en un remolino de emociones muy intensas como lo que esperohaberte hecho vivir.
Todo en una noche porque ... todos estos eventos conmovedores tienen lugar durante una larga noche (los últimos que podemos considerar tuvieron lugar en una 'extensión' de esa misma noche ya que ambos estuvieron inconscientes durante casi cuatro días).
Finalmente, quería que Candy y Terence 'revivieran' toda su historia simbólicamente en esta noche.
Se encuentran donde se conocieron. Viven momentos despreocupados como los que pasaron en Real Colegio San Paulo (incluso son descubiertos en un momento de intimidad, que es bastante casto, por una 'hermana Gray' que los separa mientras Terence estaba a punto de pedirle que se casara con él como en Londres se separaron justo cuando su relación estaba a punto de comenzar a la luz del día). Su momento de mayor intimidad (correspondiente al beso robado durante la Fiesta de Mayo) se interrumpe abruptamente. Allí fue una bofetada dictada por el miedo y la inexperiencia mientras que aquí es un evento superior e impredecible (¿y qué más podría haberlos dividido?). No es casualidad que Terence diga que parece que Mauritania ha sido golpeada por una 'bofetada'. A partir de ahí comienza la carrera. Durante un buen rato se separan en ese corredor inundado perdiendo el rastro pero logran reencontrarse, como sucedió en Chicago. Esperan salvarse y construir juntos su futuro pero el golpe de la separación llega para un noble gesto de altruismo. Se pierden de nuevo pero no quieren darse por vencidos. Se aman y se buscan. Candy ayuda a Terence a no ceder mientras nada como en Rockstown y Terence le da a Candy el coraje de resistir con sus palabras en la cubierta que ella recuerda en el bote salvavidas como lo hizo en el Hogar de Pony con el poema de Gibran..
Finalmente se encuentran, como unas horas antes, en el barco. Pero los acontecimientos todavía parecen ir en su contra. Terence se desmaya en los brazos de Candy quien, exhausta también, cree que está muerto.
Parece que vuelven a estar perdidos, en este naufragio que quiere volver a aplastar su amor con una última broma ... pero yo no soy la Nagita y, por suerte para ellos, Candy y Terence no son Romeo y Julieta ...
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Como en la cubierta B se volvieron a encontrar obstinadamente, finalmente se abrazaron en esa habitación del hospital porque no querían rendirse a los obstáculos.
Han sido más fuertes que el tiempo y esta vez se rebelaron contra el destino, escapándose obstinadamente de la muerte que les esperaba solo un paso con los brazos abiertos.
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AVISO A LOS LECTORES!
¡Atención! ¡La historia realmente no termina aquí!
Después de tantos años desde su redacción, este año escribí un epílogo porque aun tenia algo que contarte ...
¡Espero que te guste! Hasta mañana
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¡Gracias de todo corazón a quienes me están leyendo y a quienes quieren dejarme un muy apreciado comentario!
