Vergonzoso.

Ella había estado haciendo el ridículo todos esos días pensando que un tipo como Ranma se podía meter en su cama.

Y él todo ese tiempo debía haberse reído a sus anchas.

Son las 11:10 PM del jueves.

He estado intentando encontrar una forma de vengarme, pero aún no se me ocurre nada.

Sigo mirando la pantalla de mi celular por si él envía un mensaje o recuerda que prometió venir hoy para hablar. Doy vueltas en la cama mientras una canción alegre se repite una y otra vez por quién sabe que razón. Me siento todo menos alegre.

La verdad es que estoy agotada y se me cierran los ojos pesadamente. Es una noche fresca así que dejó la música sonar y me entrego a los placeres de dormir.

El timbre de mi celular sigue sonando hasta despertarme.

Joder, apenas son las 12:39 de la noche.

Bostezo y deslizó mi dedo en la pantalla porque conozco el número de quien esta llamando a estas horas.

-Mas vale que estés a punto de morir-digo a modo de saludo. La persona al otro lado duda antes de responderme.

-Señorita Akane Tendo?.

-Ajam, dígame.-respondo entre otro bostezo- Espere, con quién hablo?-añado ya de mal humor.

-Buenas noches-me contesta la voz femenina-Le habla la enfermera Yamato del hospital de Tokio.

Un hilo de electricidad recorre mi cuerpo y me despierta por completo. La última vez que recibí una llamada así papá había sufrido un accidente. Afortunadamente esa vez fue solo un brazo roto.

-Sí, dígame, qué pasa-le apuro a contarme mientras salgo de la cama dando tumbos y me pongo el abrigo gris encima del pijama amarillo.

Tomo las llaves del apartamento y mi bolsa y me apresuró a calzar mis viejas zapatillas deportivas.

-Esta noche hubo un disturbio en un bar y como resultado tenemos algunos heridos. Uno de ellos me pidió que la llamara-la voz calmada contrasta con el griterío a su alrededor.

-Entiendo, ya voy para allá.


..


El auto frena abruptamente, por ya no sé cuántas veces. Ryoga, acostado en el asiento trasero, maldice por lo bajo y apenas levanta la vista en dirección a Akane.

Yo estoy sentado junto a ella y por primera vez desde que lo compré temo por mi auto.

-En serio tienes licencia?-le pregunto porque no tengo idea de cómo obtuvo el permiso de conducir.

-Claro que la tengo-me responde mientras sigue mirando por el espejo retrovisor como si estuviera en una película de acción-Es solo que hace mucho que no conduzco.

-Oigan ya llegamos o aún tengo que seguir siendo torturado?-Ryoga logra levantarse, esta vez sí que le han dado una buena paliza.

La luz del semáforo cambia y avanzamos muy, muy despacio.

Cuando por fin llegamos, él intenta salir y Akane se apresura a ayudarlo.

Patético.

Ni siquiera puedo decirle que no lo haga.

Ryoga cruza su brazo izquierdo sobre el hombro de Akane y avanzan así algunos pasos. La puerta del edificio se abre y los nuevos "amigos" del tonto de Ryoga le dan la bienvenida. La chica de cabello castaño aparta a Akane con una sonrisa en los labios, pasando a ocupar su lugar y el chico sujeta a Ryoga por el otro lado.

Desde aquí no puedo escuchar pero no creo que al menos la hayan saludado. Esos dos son...Ryoga tiene un gusto horrible para encontrar parejas.

Akane se queda de pie viendo como los tres entran al edificio.

No estoy acostumbrado a ser el que espera.

Ni en el auto ni por la chica, así que salgo y azoto la puerta con mi mano sana. Sus ojos cafés por fin regresan a mí de donde nunca deberían separarse. Yo tambien estoy herido, sabes Akane?

Odio que mires a alguien y todavía detesto aún más que ese alguien sea justamente Ryoga. Ella se gira y empieza a caminar de vuelta al auto.

De vuelta a mí.

-Lo siento-me dice ella mientras se acerca con un aire de ¿tristeza?-ya lo llevo a su casa.

Me siento mal por ver la decepción en su rostro y al mismo tiempo estoy aliviado.

Ahora lo mejor será ser el tipo descarado.

Bueno, supongo que puedo volver a mis antiguas costumbres. Seducir a una mujer nunca se me hizo realmente difícil.

Akane, Akane, estás mirando hacia Ryoga solo por qué aún no he hecho que me mires.

-No habíamos dejado ya las formalidades, Akane?. No tenemos ni cinco años de diferencia. Venga, dame las llaves, conduzco yo.

-Claro que no, estás herido no puedes conducir!

Bueno, al menos ella lo sabe!. Creí que ni siquiera me había notado.

-Incluso con una sola mano lo haría mejor que tú.-le respondo y con un movimiento rápido le quito la llave del auto.-Vaya, tienes unas manos muy pequeñas.

Ahí va el cambio de tema inesperado. Akane ni lo notó teniendo su mano atrapada entre los largos dedos de Ranma.

-¿Sabes que es posible ver tu futuro en las líneas de tu mano?

Ahora mismo ella no recordaba ni cómo se llamaba, pero negó con la cabeza e intentó sostener la mirada sin que él notara que ya no estaba respirando.

- ¿Quieres que te diga qué dice en tu futuro?

-Prefiero que me digas qué pasó entre nosotros antes, así que habla Ranma Saotome.-su voz sonó calmada aunque el contacto de sus manos la inquietaba de una forma inesperada.

-De verdad quieres saberlo?.-

Akane asintió-Bien. Solo nos besamos.-respondió mientras trazaba las líneas en la mano de su asistente.

-Eres un mentiroso!-lo interrumpió ella, sonrojada por lo que escuchó y por la suave caricia recibida.

-Y... Luego vomitaste encima de mis zapatos. Pero lo del beso ha sido cosa tuya.-se defendió él mirándola entonces a los ojos fijamente sin soltar su mano.-Y dijiste que ahora soy tuyo, que me has ganado en una apuesta.

Inesperado.

Ranma confesó, incluso más de lo que ella ya sabía. Ella tenía planeada una larga discusión, pero y ahora?.

=Flashback=

-Akane.-advirtió por última vez el hombre

-Bésame, Ranma, o te juro que esta vez sí renuncio

Ranma alejó las manos femeninas de su rostro y puso su dedo índice sobre los labios color cereza de Akane. Los acarició horizontalmente y luego se detuvo en el límite de los labios semiabiertos.

Cuanto tiempo llevaba esperando ese momento?.

Ranma sonrió y esa sonrisa la sedujo más que ningún otro gesto.

-Yo gané la apuesta, eres mío, Ranma

=Fin del flashback=

-Entonces qué dice mi mano, según tú-consiguió decir después de unos segundos e intentó alejar su mano.

-Dice que deberías aceptar salir con el primer hombre que te lo pida.

-No me digas-respondió la chica y se alejó finalmente dando dos pasos atrás-Y quién se supone que es ese hombre? Tú?

-De verdad crees tener tanta suerte?-bromeó él

Akane pudo contener la risa hasta que Ranma ladeó la cabeza y se acercó a ella. Los vellos de su cuerpo se erizaron. Él beso su mejilla izquierda y le susurró al oído.

-En realidad, si la tienes. Y ahora que soy tuyo me aseguraré que solo me mires a mí.

-Eso fue una tontería, yo no estoy interesada en ti y... puedo mirar a quien yo quiera-su intención era sonar segura pero no lo logró.

Ranma se separó de ella y arqueó una ceja al ver su rostro enrojecido.

-Te dejaré ir por ahora.-dijo y le devolvió las llaves del auto.-Este también es mi edificio, ve a casa con cuidado.


Benani0125:Me encantan tus deducciones jajaja. Espero que te siga gustando la historia.

Kris Saotome:Mil gracias por tus comentarios. Akane poniendo sus reglas y Ranma intentando seguir provocándola jajaja. Y si, Shampoo es siempre mi perfecta villana mujaja.

Bianka Sherlin:Me alegra que te guste. Espero siga siendo de tu agrado más adelante.