-Ranma, qué pasa?. Estaba en el hospital y mi teléfono no dejaba de sonar.

-Te llamé un millón de veces y hasta ahora respondes!-Ryoga separó el celular de su oído y se detuvo antes de salir del edificio.- Estamos detenidos, ven a sacarnos rápido!-escuchó gritar a su amigo a pesar de mantener distante el dispositivo.

-Qué, espera un segundo. Tú y quien más está detenido y por qué?-inquirió volviendo a interesarse en la conversación.

-Solo ven y sacanos de aquí!.

-Ok, dame la dirección. Sí, estaré allí en unos minutos.


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-Señorita Tendo?, sígame, por favor.-una mujer policía, de rostro sereno me señala el camino.

Ranma besa mi mano y yo intento sonreír aunque no sé si lo consigo.

-Estoy aquí, de acuerdo? Grita si necesitas ayuda-Ranma me sostiene entre sus brazos y apenas tengo fuerzas para separarme de él. Ahora mismo, me siento tan humillada.-No digas nada hasta que Ryoga este contigo, entendiste?

-Entendí, pero llámalo de nuevo, quizás ahora sí responda.

Me levanto y me dispongo a seguir a la oficial que ha venido a buscarme a la sala de espera. Apenas he dado unos pasos, cuando Ranma me toma de la mano y me obliga a detenerme y mirarlo a los ojos.

-Cuando salgamos de aquí, te llevaré a un lugar especial para compensarte. Solo tú y yo, de acuerdo?.

Asiento con mi cabeza y él se despide una vez más dándome un beso en la frente.

Después de que Kodachi apareció usando un cuello ortopédico en el estacionamiento, las cosas solo fueron de mal a peor.

Primero, ella empezó a gritar que ahora sí yo pagaría por haber intentado matarla.

Santo cielo, apenas y te lastimé, por Dios, mujer loca.

Y, por supuesto con el alboroto que siguió a continuación, poco a poco los empleados de la empresa se reunieron alrededor nuestro.

Entre todos ellos distinguí claramente a Shampoo, y juraría que ella estaba disfrutando verme en problemas.

Entonces, los policías intentaron ponerme las esposas y Ranma golpeó a uno de ellos para evitarlo. Y luego al otro.

Al final nos trajeron a los dos en el patrulla y hemos estado esperando al menos media hora aquí, mientras Kodachi Kuno y su abogado están reunidos con el fiscal que lleva, aparentemente, este caso.

Eso no es bueno.

Llegamos a la primera oficina del tercer piso. La mujer policía llama a la puerta dando dos ligeros toques con sus nudillos.

-Pase-responde una voz masculina al otro lado. La oficial me da una mirada breve y se despide de mí con un leve movimiento de su cabeza.

Cuando entro, veo a un hombre de al menos unos treinta años sentado frente a su escritorio, Kodachi está sentada de brazos cruzados en un sofá de cuero, mientras su abogado está de pie tras de ella.

-Pase y siéntese, por favor, señorita Tendo.-dice aquel hombre con un gesto amable.


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-Qué demonios estabas pensando Ranma? Como pudiste golpear a esos policías?-Me grita Ryoga tan pronto como me ve.

-No lo sé, solo actúe por instinto.-respondo.

-Claro, como sea, vámonos, ya pagué tu multa.

-Vamos a dónde? Te llamé para que defiendas a Akane, se la llevaron hace unos minutos. Ve con ella, rápido.

-Ranma. No sé cómo decirte esto.

-Decir qué? Habla de una vez.

-Llamaré a un amigo para que se encargue del caso de Akane, pero...

-Demonios, Ryoga, lo que sea dilo rápido!.

-Es Yuri. Tu esposa está, bueno, ella despertó, Ranma. Pidió verte y te está esperando. Tenemos que irnos.


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Kodachi colgó la llamada que acababa de recibir, con un contundente "yo me encargo". El auto cambió de dirección y minutos después la heredera de los Kuno se encontró de frente a la habitación 323 del hospital AAC de Japón.

Abrió la puerta con propiedad y se detuvo junto a la cama donde una joven mujer de largo cabello negro permanecía.

-Deja de actuar, mocosa. Ya es hora de que te levantes.

La mujer continuó con los ojos cerrados, inmóvil, mientras una vena en la frente de Kodachi Kuno empezaba a crecer.

-Levántate de una buena vez!-gritó a todo pulmón tomando del cuello a la mujer que parecía estar en un profundo sueño.

-Santo cielo, quieres callarte?

Yuri, esposa del jove Saotome, abrió los ojos finalmente y se libró del agarre de Kodachi.

-Qué quieres ahora?-agregó acomodándose la bata nuevamente.

-Necesito que dejes de jugar a ser una planta, niña.

-Y yo necesito que dejes de gritar, maldita loca. Si descubren que yo estaba mintiendo, Ranma se divorciará de mí, así que no, gracias. Ahora vete, si alguien entra echarás a perder todo.

-Escúchame bien, tonta. Ranma acaba de presentar a su asistente como su novia, así que párate de esa cama de una vez por todas.

-Eso no importa, seguramente solo se está divirtiendo un poco con esa chica. También se divirtió contigo un rato, pero cómo estás loca se aburrió de ti.

-Silencio, ilusa!. Ranma solicitó el divorcio hace tres días y pidió a su abogado reservar una fecha cercana en el juzgado para casarse nuevamente.

-Él hizo eso?-Yuri se puso de pie ágilmente- Pero todos estos años él, ha estado viniendo a verme y prometió cuidar de mí para siempre. No es posible.

-Jojojo eres una tonta, Ranma está hechizado por su asistente. Te recuerdo que tú y yo hicimos un trato Yuri, después de ti, Ranma sería mío.

La mujer palideció y ya no pudo responder.


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-Señorita Tendo, tiene usted un abogado? Si no tiene uno, le será asignado uno de oficio.

-Mi abogado está en camino, señor.

-De acuerdo, entonces, le parece si vamos adelantando mientras llega su abogado?.

-Esta bien, pero me gustaría saber por qué estamos aquí.

-Usted está aquí por agredir a la señorita Kuno, creí que ya se le habían notificado.

-Conozco la acusación, lo que no sé es por qué usted pasó media hora hablando a puerta cerrada con la señora Kuno y su abogado y ahora me pide a mí que venga para hablar sin la presencia de mi representante legal. No soy experta, pero no creo que sea el procedimiento usual.

-Vaya, eso no, no es lo que parece. La señorita Kuno y yo somos viejos conocidos, no hablamos de su caso, solo de negocios en común.

-Comprendo, de cualquier forma prefiero esperar a mi abogado.

Kodachi Kuno cruza las piernas y habla desde donde está sentada sientiéndose la reina del lugar.

-Jhony, querido puedes traerme un café mientras esperamos?.

El fiscal Matzumoto Jhony se levanta apresurado de inmediato y sale de la oficina en busca, supongo, del pedido de Kodachi.

Pasan cuatro largas horas antes de que pueda salir de la sala en la que me interrogaron. El abogado se despide recordándome que la audiencia será dentro de siete días, pero me advierte que llevo las de perder pues el fiscal encargado es muy amigo de Kodachi, aparte de un conocido corrupto.

La noche cayó hace al menos media hora y está lloviendo demasiado. Ni siquiera tengo mi celular y estoy a punto de congelarme de frío.

Estoy sola.

Ranma no está en la sala de espera en la que estuvimos antes, tampoco en la planta baja.

Antes de irse Kodachi se detuvo junto a mí y dijo:

"Si yo fuera tú no lo esperaría, él regresó con la mujer a la que le dió su apellido"

Maldita bruja.

Demonios.

Odio sentirme así. Limpio la lágrima que se ha escurrido en mi mejilla y concluyo que no dejará de llover pronto. No tengo ganas de seguir aquí por más tiempo así que decido salir del edificio.

-Tonta, a dónde crees que vas con esta lluvia?