- Claro, mamá. Sí, estamos bien, no te preocupes.-la chica de cabellos violeta juguetea tontamente con las hojas verde oscuro de la planta junto a la ventana

-Shampoo, aquí está ya la...-Mouse aparece dentro de la habitación de hospital llevando consigo la silla de ruedas

-shh, es mamá-responde ella aún al teléfono. Hace una pausa para escuchar a su madre y sonríe-mamá te envía saludos, Mousse

El chico de gafas claras asiente con una sonrisa en los labios-igual yo-responde.

La llamada culmina y Shampoo se acerca a él con gesto burlón

- Para qué se supone que es la silla?

- No lo sé, cuando te dieron el alta una enfermera me la dio

-Pues no la necesito, me dieron en el hombro no en la cadera.

Después de pasar un día en el hospital Shampoo y Mousse vuelven finalmente a casa. Ni su madre ni su padre la visitaron mientras estuvo internada. Su madre dice que su padre está muy avergonzado como para verla a los ojos. Da igual, por ahora lo único que ambos desean es salir de ahí y volver a casa.

El trayecto es tranquilo y silencioso. Mousse conduce el auto de las hermanas Tendo mientras sostiene con delicadeza sus dedos entre los suyos, acariciando con su pulgar la delicada piel.

Cuando por fin llegan al edificio en que vive Mousse, Shampoo suspira de alivio.

-Hogar, dulce hogar- dice ella

Mousse la mira por unos segundos y luego, con suavidad extrema, la besa larga y tiernamente.

-Espera, te abriré la puerta-anuncia separándose de ella

Él sale rápidamente y acomoda sus lentes con su dedo índice al pasar frente al auto. Abre la puerta para ella y extiende su mano para ayudarla a bajar.

-Gracias, caballero-responde ella, sonriendo dulcemente

-Con gusto-le responde él.

El elevador está fuera de servicio, de modo que suben las escaleras hasta el departamento de Mousse.

-Oye, ahora que recuerdo, no estaba ese día por preparar una deliciosa cena?-pregunta el chico antes de meter la llave en la cerradura de la puerta

- No pensarás irte y dejarme sola como la última vez. -La chica se abraza como puede a su espalda, el cabestrillo en su brazo le impide hacerlo bien.-No te vayas, podemos pedir tallarines o pizza, no tienes que preparar la cena para mí siempre, Mousse.

-De acuerdo-responde él y termina de girar la llave. Mousse la coloca frente a él y abre finalmente la puerta

-Espero te guste-añade dándole un beso en la mejilla.

Dentro del pequeño departamento, el cual antes estaba lleno de cajas de maquillaje, se encuentran sus padres, las hermanas Tendo, la chica Ranma, a quien apenas a conocido y algunas de sus amigas.

De las paredes cuelgan coloridas letras hechas de papel que forman las palabras "Bienvenida" y globos con forma de corazón.

Shampoo mira todo frente a ella y le parece que está soñando. Su padre luce una débil sonrisa mientras su madre lo abraza. Sus amigas llevan grabando el momento, como siempre, y las hermanas Tendo junto a Ranma le brindan genuinas sonrisas.

-Sorpresa!-grita unos segundos después Nabiki Tendo y el resto de los invitados hace eco a su voz.

Mousse le da unos golpecitos en la espalda y ella reacciona. Sus ojos se humedecen con lágrimas de felicidad. No tardan en unirse a ellos y festejar su regreso.

El festejo dura hasta el anochecer y al despedirse su padre estrecha la mano de Mousse con sinceridad. Su madre los mira y sonríe complacida. Todos se van y el departamento se queda en silencio, sólo con ellos como únicos habitantes.

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-Entonces crees en el amor a primera vista?

- Por supuesto, tú no, Mousse?

-Bueno, no lo sé. Quizás no en el llamarlo "amor" a primera vista pero tal vez atracción o destino.

- No te enamórates de mí cuando me viste aquella noche?

-Pues, ah me pareciste muy linda cuando te vi, no sé si cuando salimos del bar esa noche ya te amaba, pero estoy seguro de que causaste un impacto profundo en mí. Shampoo, por qué de repente me preguntas algo así? Bueno, si tuviera que decirlo, sí, supongo que sí. Te he amado desde el principio y lo haré hasta el fin.

Ella suspira y se deja caer de nuevo en la cama junto a él.

-La verdad es-empieza a decir ella-que no entré por casualidad en el bar de las Tendo aquella noche.

Mousse se voltea hacia ella al escuchar eso.

- Ya lo sé, tus amigas te habían invitado y no pudiste negarte, no es así?-la secunda él

Shampoo lo mira a los ojos fijamente. Él arquea una ceja

-Yo las cité ahí-responde ella cubriendo su rostro con ambas manos por la vergüenza.

Mousse intenta en vano que se descubra el rostro nuevamente.

En lugar de eso se gira de espaldas a él con el rostro aún cubierto mientras sigue diciendo:

-Te había visto en Cologne antes, cuando llevaste las pruebas para el concurso.

Él la abraza y acomoda su barbilla en el hombro femenino.

-Oh, así que eso era.

La chica asiente con la cabeza y al mismo tiempo separa sus manos de su rostro.

-Aquí-dice y lleva la mano de Mousse a su pecho-te metiste aquí sin permiso y desde entonces no pude dejar de pensar en ti. Busqué en el formulario que llenaste tus datos de contacto y así supe que eras soltero. Luego te seguí un par de días.

-Oye, eso es acoso.

Shampoo sonríe tímidamente.

-Me di cuenta que pasabas la mayor parte del día llevando muestras a todas partes, las tardes en la taberna de las Tendo y luego ibas a descansar en el apartamento.

-Vaya, no puedo creerlo.

-Y una tarde recibí la llamada de mis amigas para reunirnos. Ni siquiera lo pensé y les pedí reunirnos allí.

-Pues ahora todo empieza a tener sentido-responde Mousse separándose un poco de ella, aunque sin soltarla.

-Luego compré ropa y zapatos y estuve en el auto casi una hora dudando si entrar o no.

-Y finalmente lo hiciste y luego me mentiste mirándome a los ojos. Que descarada, Shampoo!

-Estas molesto conmigo?

-Es broma, claro que no-responde él y la abraza nuevamente. Permanecen así, en silencio, hasta quedarse dormidos.

Poco después el llanto insistente de un bebé los despierta.

-Te toca-dice ella cubriéndose con la gruesa manta de algodón

- Voy-responde él, ya levantándose de la cama ante el llanto de su pequeña Shampi.

Después de cinco años de relación la pequeña niña había llegado a completar sus días de felicidad.

No se casaron y no planeaban hacerlo, al menos por lo pronto, aunque el padre de Shampoo insistió en que tenían que por sus tradiciones y todo aquello que representaba su hija para él. Pero para ellos no era necesario. La marca de maquillaje se había convertido con el tiempo en la más destacada de la línea Cologne y con las ganancias, Mousse compró una hermosa casa a las afueras de la ciudad.

- Qué pasa lindura, extrañabas a papá?

Tomó a la niña en sus brazos y la acunó dulcemente.

-Mamá está loca por papá, sabías eso?. Yo también estoy loco por ella.

La bebé lo miró y movió sus manitas.

-Oh, no te pongas celosa princesa, ambos estamos locos por ti.-añadió dándole un beso en la frente a su primogénita.

Fin ( *)

Un agradecimiento especial a Benani0125 por sus interacción con Starry Nigth. Espero que esta pequeña historia Mouse xShampoo sea del agrado de todos los que alcancen a leerla. Un abrazo.