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Advertencias del capítulo: (Lenguaje obsceno)

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CHAPTER 2

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El tenso silencio en la mesa pesaba sobre los hombros de Akane. Todos parecían a la espera de que ambos chicos explicaran como se habían conocido.

La morena no sabía lo que sucedía, era la primera vez que veía a los dos desconocidos que aseguraban ser los padres de Ranma.

Le dio una mirada de reojo al chico a su lado, notando la tensión en sus hombros. Desde que le conocía, Ranma había resultado ser un chico despreocupado y excesivamente confiado, contrario a eso, era la primera vez que lo notaba tan nervioso y eso le hacía replantearse la mentira.

Su padre les había llevado al salón principal de la casa, decidiendo que no podían conversar aquello en la entrada del dojo, Kasumi se había ofrecido a hacer algo de té y con la excusa de tener dificultades para moverse debido a su embarazo, se había llevado a Nabiki, lo cual era un alivio, su hermana era demasiado astuta y podría ver las mentiras sino enmascaraba bien su rostro mientras las soltaba.

—Akane… – la voz de su padre la sobresalto, le miro rápidamente y observó su expresión seria. Nerviosa, trago saliva mientras Soun señalaba a la pareja de mediana edad – Ellos son Genma y Nodoka Saotome… como seguramente te diste cuenta, los padres de tu novio.

El sonido de aquella última palabra le peso en el pecho. Akane sintió como se le aceleraba el corazón y apretó las manos que había apoyado en sus rodillas, arrugado la tela de su vestido.

—Un gusto… – su voz se escuchaba ligeramente tembloroso, por lo que carraspeo – Conocerlos, Ranma me ha hablado mucho de ustedes – soltó intentando disimular sus nervios.

—El gusto es mío mi niña – la mujer le dirigió una dulce sonrisa.

—Has crecido mucho desde la última vez que te vi Akane – comentó el hombre seguidamente. Akane se tenso y le dirigió una mirada baja.

—Bueno… – se detuvo, sin saber muy bien que decir, no recordaba haberlos visto jamás en su vida, pero parecía que ellos sí la conocía.

—Era una pequeña cuando la conoció Saotome – intervino su padre.

—Así es Tendo, apenas parecen haber pasado algunos años.

—Han sido un poco más de 18 años – Soun señaló a Ranma – Mire a su muchacho, es un hombre fuerte y muy guapo.

—Es mi orgullo Tendo y se parece a mi – se jactó el otro.

—No diría que se parece a usted – Soun le lanzó una mirada maliciosa – Más bien por gracias de Dios, heredó la belleza de su madre.

—¿Que esta insinuando Tendo?

—¿Solo digo la verdad Saotome.

—Entonces… – Nodoka les interrumpió – ¿Desde hace cuanto salen chicos?

Ambos jóvenes se tensaron, pero justo en ese momento apareció Nabiki y Kasumi, con una bandeja en manos y un fino juego de porcelana, además de un plato de galletas.

—Traje un poco de té – anuncio la mayor con una sonrisa.

—Eso se escucha maravilloso hija – alabo Soun irguiéndose con firmeza.

Mientras servían el té, Akane le dio una mirada de reojo a Ranma, notándolo cabizbajo y taciturno. Él había sido quien se llevó peor impresión al observar a sus padres ahí. No podía creer en la casualidad que implicaba que los padres de ambos fueran tan buenos amigos en el pasado y que el destino hubiera urgido un plan tan maquiavélico para llevarlos a su casa aquella navidad cuando justo presentaba a Ranma con su falso novio ¿Acaso alguien la odiaba arriba?

Se había mentalizado sobre lo que diría aquellos días, había practicado mucho para fingir que Ranma y ella eran solo otra pareja de enamorados, jamás había esperado tener que decir una mentira de tal calibre, menos engañar a dos familias enteras, que juntas hacían tambalear cualquier situación antes prevista.

¿Y si les decía la verdad?

Tenía tiempo aun para retractarse, todavía no había dicho nada acerca del noviazgo, al menos no había salido palabra alguna de sus labios, por lo que podía decir que todo había sido una broma de Ranma. Nabiki seguramente se burlaría de ella y todos los demás incluso podían molestarse por un momento, pero quedaría libre de cualquier mentira o al menos podría decir que Ranma era lo más cercano a su mejor amigo y por ello lo había invitado a su casa esa navidad. Cualquiera que fuera la excusa, era mejor que seguir aquella farsa. Ranma también debía de suponerlo, a juzgar por la tensión en su cuerpo. No había más del carismático y divertido chico que conocía, seguramente pensaba también en todos los problemas que implicaban el seguir con aquella mentira.

Kasumi extendió una taza de té en su dirección y otra frente a Ranma, luego dejo un pequeño platillo con bocadillos frente ambos.

Todos tomaron la pequeña taza frente a ellos y le dieron un sorbo en silencio. Akane agradeció el momento, mientras pensaba en cómo abordar el tema. No era fácil admitir aquel engaño después de todo.

—Entonces Akane… cuéntanos ¿Cómo es que Ranma y tu se conocieron? ¿Y hace cuanto son novios? – pregunto Nabiki mientras les dirigía una mirada astuta a ambos.

—Verán… la verdad es que… – la pelinegra se irguió y dejo la taza a un lado apoyando ambas manos sobre la pequeña mesa, se apresuró a entrelazar los dedos temiendo que le temblaran – En realidad es muy gracioso, porque Ranma y yo no…

Una mano se apoyó sobre sus dedos entrelazados deteniendo su tembloroso monólogo. Akane desvío rápidamente la mirada hacia su lado izquierdo, al perfil serio de Ranma.

—Lo que Cheekie quiere decir es que… – una deslumbrante sonrisa apareció en sus labios – La manera en la que nos conocimos fue muy graciosa ¿no es cierto hermosa? – le dirigió una mirada dulce.

—Yo… – Akane no supo que responder, con la garganta seca y el rostro enrojecido de vergüenza al verse como espectadora de aquella expresión tan aparentemente amorosa.

—Lo que sucedió fue… que durante una de las fiestas que hace la casa de deportes en la cual participo, conocí a una chica, debo advertirles que tenía un gusto pésimo en mujeres antes de conocer a Cheekie – susurro encantadoramente.

¿Ósea que esa chica que conociste no fue Akane? – Nabiki apoyó su rostro en una mano.

—No, pero me llevo a ella.

—Continúa…

—Bien, pues esta chica me invito a su dormitorio y luego nos separamos, debíamos encontrarnos media hora después en su apartamento – volteo hacía Soun y su madre rápidamente – Deje eso en el momento en el que me enamore de ella.

Akane observó sorprendida como aquellas pocas palabras habían tranquilizado a todos. Su padre asentía con aprobación mientras felicitaba a su mejor amigo por la educación que le había dado a su heredero, quien asentía orgulloso, la madre de Ranma parecía aliviada y orgullosa, y Kasumi estaba notablemente feliz por ambos.

Miró a Ranma y le acometió la certeza de que de verdad era el mejor novio falso que jamás podría haber llevado como cita de navidad.

La única que no parecía impresionada era Nabiki.

—¿Y que paso con su amiga? – indagó sin desviarse del tema – ¿Te acostaste con ella?

—Nabiki ¡No seas grosera! – su padre la riño rápidamente, aunque un segundo después volteo hacía Ranma – No lo hiciste ¿cierto?

—Pues llegue al apartamento de ella y se desarrollo una escena muy íntima en cuanto me abrió la puerta, pero resultó que su amiga aún no había llegado y que en realidad fue Akane quien me recibió.

—¿Las confundiste? – la chica de cabello corto alzó una ceja.

—Las luces estaban apagadas y no logré distinguir su rostro – Ranma se encogió de hombros.

—Que extrañamente romántico – suspiró Nodoka emocionada.

—Que divertido – Kasumi se río.

—Vaya manera de conocerse – se sorprendió Genma.

—No fue divertido ¡Creí que era un violador! – chilló Akane sorprendida porque lo encontrarán gracioso.

—Si, y recuerdo que me distes un golpe en mis partes nobles por eso – acusó Ranma con falsa dulzura.

—Te lo merecías ¡Me asustaste!

—Akane ¿lo golpeaste? – indagó su padre sorprendido. La morena volteó y notó que todos le observaban asombrados. Sintió como su rostro enrojecía furiosamente.

—Solo me defendí como me lo enseñaste padre – se justificó avergonzada. Soun la miro seriamente y luego se echo a reír.

—Esa es mi niña – infló el pecho con orgullo.

—Es una mujer de armas tomar Tendo.

—Es de familia Saotome.

—Entonces ¿Así se conocieron? – Nabiki entrecerró los ojos.

—Fue extraño en un inicio. Luego de eso nos encontramos varias veces y aunque ella no quería saber nada de mi, insistí mucho. Es una chica difícil – bromeó y todos se rieron – Pero valió la pena – la miró con un suspiro. Akane sintió como se estremecía, avergonzada por aquella inusual y extraña actitud de cariño. Negó con la cabeza recordando que Ranma solo actuaba.

—Yo no quería que se me acercara – susurró bajando la mirada, su familia se rió nuevamente.

—No esperamos esto – Nodoka miró a Soun y Genma – De hecho, venimos a pasar la navidad aquí para conocer a Akane y… para ser honesta, pensamos que ustedes harían una excelente pareja por lo que esperábamos invitarla a pasar con nosotros el año nuevo y conocerte hijo – miró a Ranma sonriente – Imagínate nuestra sorpresa cuando los encontramos a los dos aquí ¡Y juntos!

—El destino obra de maneras perfectas – anunció Soun con sabiduría.

—Si pues…

Nerviosa, Akane se puso rápidamente de pie, interrumpiendo a su novio.

—Estamos muy cansados y creo que… Ranma se sentía un poco indispuesto – miró al aludido significativamente – No es así cariño.

—Claro Cheekie – el moreno se levantó también y le pasó un brazo por la cintura con familiaridad – He estado un poco resfriado, pero tome algo antes de venir – le advirtió a su madre rápidamente.

—Entonces… – Akane aplaudió llamándola atención de todos – ¿Dónde se quedará Ranma?

—¿Como que donde? – indagó Nabiki rápidamente.

—¿En que habitación? – susurró Akane con obviedad.

—Contigo claro – la castaña rodó los ojos – ¿No es así padre?

—Como no teníamos previsto que vendrías acompañada, la habitación de huéspedes está tomada por los Saotome – se disculpo su padre – Y tus hermanas también ocuparon sus propias habitaciones.

—Además… estando en la universidad, ustedes seguramente durmieron juntos en algún momento ¿no? – la castaña sonrió perversamente.

—¡Nabiki!

—En noches de estudio – se corrigió al instante – Ustedes son los malpensados.

—Es que… – Akane sintió como sus orejas se calentaban.

—Si es un inconveniente, Ranma puede dormir con nosotros – convino Nodoka al notar la incomodidad de la morena.

—No es necesario madre – intervino el chico con rapidez – Además, nos gusta acurrucarnos juntos ¿no es cierto Cheekie? Si no es molestia alguna señor Tendo – volteo hacía el mayor

—No es lo correcto – carraspeo – Pero en vista de las circunstancias, solo espero que respeten este lugar.

—Claro que si – asintió rápidamente.

—A todos esto… ¿de donde vino ese apodo? – Nabiki se cruzó de brazos.

—Disculpa – Ranma la miró fijamente.

—No paras de llamarla "Cheekie"

—Ahhh – el moreno sonrió encantadoramente – Eso es algo muy personal, no es así amor – miró a Akane de forma intencional.

—¡Nos vamos a mi habitación! – soltó la azabache agitada, le tomó rápidamente de la mano y lo llevo por el pasillo.

El sonido de la risa burlesca de Nabiki seguida de su familia, les siguió todo el camino.


En cuanto se detuvieron frente a una habitación, Akane soltó a Ranma y abrió la puerta de su habitación, permitiéndole entrar.

El moreno dio una mirada a la decoración mientras daba unos pasos dentro.

—Creí que sería diferente… tenia dos ideas distintas sobre como seria tu habitación, aunque déjame decirte que ambas me daban escalofríos…

—No podemos seguir con esto – sentenció Akane en cuanto cerró la puerta. Ranma la observó con el ceño fruncido.

—¿Como así?... acabo de confirmar ante todos nuestro noviazgo – señaló hacia la puerta, con una clara implicación – ¿Qué se supone que digamos ahora?

—Pues algo debe ocurrírsenos… – le miro con los ojos entrecerrados – Eres bueno con las mentiras y tienes una mente rápida para ellas.

—Estaba siguiendo mi parte del trato – le aclaró – ¿Crees que no pensé en la posibilidad de que me hicieran esas preguntas? Venia preparado para ellas.

—¡Pero yo no! – se cruzó de brazos ansiosa – No esperaba conocer a tus padres de esta manera ¿Qué demonios hacen aquí?

Observó que Ranma frunció el ceño.

—No me malinterpretes, tu madre es una dulzura y tu padre es el mejor amigo del mío, pero… ¿tienes idea de lo que eso implica?

—Que nos ahorraremos otro viaje.

—No puedo mentirle a ambas familias Ranma – lo fulmino con la mirada – Es deshonesto y…

—Estabas dispuesta a mentir antes.

—Si ¡antes! – señaló entre dientes – Antes de que tus padres se presentarán aquí.

—Solo debes fingir ¡mierda Cheeks! No lo arruines, viste la sonrisa de mamá.

—Por eso mismo te lo digo – se acercó a la cama y se sentó rápidamente – ¿Como haremos luego?

—¿Luego de que?

—De las fiestas Ranma – gruñó al instante – Ellos de verdad creen que somos novios.

—Es el punto Cheekie, ellos deben creer eso precisamente ¿Por qué demonios crees que estamos aquí?

Ella intento refutar, pero no se lo permitió.

—No voy a dar un paso atrás, tu y yo tenemos un trato.

—Pero Ranma…

—Además, cuando volvamos a la universidad dejaremos pasar un par de meses y luego anunciaremos que no funcionó y será cosa del pasado, piénsalo.

—Ranma, puedes creer que saldrá bien, pero las mentiras siempre salen a la luz.

—No es así, solo tienes que actuar con naturalidad.

—¿Como puedo actuar con naturalidad cuando la situación es completamente inesperada?

—También me sentí desconcertado Cheekie – tomó la silla que estaba en el pequeño escritorio y se sentó frente a ella – ¿Crees que esperaba encontrarme con mis padres aquí? Ni siquiera sabia que tu padre conocía al mío.

—¡Yo igual! – bajó rápidamente la voz al percibir que había chillado – Había escuchado que papá hablaba de su mejor amigo de la universidad, pero nunca había visto a tu padre.

—Igual Genma… – negó con la cabeza – Como sea, tienes que mantener el plan, no puedes retractarte ahora.

—Ranma…

—Invente una maldita comedia de amor por ti.

—Contaste la verdad – le observó rápidamente.

—Tuve que colorear muchas cosas para que pareciera que estoy enamorado de ti – se inclinó – No fue sencillo, menos cuando te tensas tanto al tocarte.

—No espere que lo hicieras – se excusó sintiendo como el calor subía a sus mejillas.

—¿Y como se supone que fingiéramos entonces Cheekie? – el moreno entrecerró los ojos – Tenemos veinticuatro años, no puedes esperar que tu familia crea nuestro noviazgo si solo nos damos la mano.

—No lo había pensado – susurró.

—No empieces a actuar como una virgen Cheeks, porque no lo eres.

—Claro que no – aclaró ofendida.

—Estoy intentando adaptarme a mi papel de novio abnegado y enamorado, espero que hagas lo mismo, ya sabes…

—¿Que?

—Ser dulce, atenta y eso… eso que hacen las novias – pareció incomodo por un momento – Porque has sido novia de alguien ¿verdad?

—Te dije que no soy una mojigata.

—Bien… solo intenta parecer receptiva a mi toque ¿okey?

—Pero no te vayas a pasar.

—Ya quisieras – rodó los ojos.

—Ahora… – Akane lo miro seriamente -- ¿Cómo vamos a dormir?

—Me gusta la orilla.

—Olvídalo, si crees que… – rechistó rápidamente.

—Te voy a detener aquí – Ranma la interrumpió al instante – Somos lo suficientemente adultos como para compartir una cama… y si crees que voy a dormir en el piso, estas muy equivocada.

Akane se sonrojo furiosamente, pues era justo lo que estaba apunto de decir.

—Bueno – acepto intentando parecer sofisticada – No me importa siempre que mantengas tus manos para ti mismo.

—No corres ningún peligro conmigo Cheekie, te lo puedo asegurar.

Su desinteresada confianza no debió haberla irritado tanto. Debería sentirse mucho más segura tras dejar los límites de su relación, pero escuchar que no le parecía ni siquiera ligeramente atractiva fue decepcionante. Asumió que se trataba de un sentimiento ocasionado por su orgullo herido y se puso rápidamente de pie.

—Muy bien, a desempacar – le anunció mirando las maletas.

—Estoy cansado del viaje – mientras ella se encaminaba a la puerta por su equipaje, escuchó como el chico se tiraba a la cama.

—Ranma, espero que no subas los pies con… – volteo y observó que estaba solo en calcetines.

—Se que no te gustan los zapatos en la cama Cheekie.

—Como sea… – arrastró la maleta hacia el escritorio y la abrió.

Ranma la observó mientras ella arreglaba su ropa en el armario, era tan meticulosa como sabía que seria y no le extraño cuando en menos de media hora había ordenado todo, incluso su ropa.

—Eres un amor, mi vida.

Akane le dirigió una mueca de desagrado.

—Cuando estemos solos no me digas así, por favor – arrugó los labios, Ranma sonrió.

—Estoy practicando.

—Como sea – rodó los ojos – Creo que debemos salir.

—Dijiste que querías descansar.

—Pero fue porque quería hablar contigo. Además, no he visto a mi familia en tres años, quiero estar con ellos, deberías de sentir lo mismo.

El moreno se encogió de hombros, a lo que Akane negó.

—Bueno, diré que sigues dormido – se puso de pie.

—No, yo también voy – se sentó y empezó a ponerse los zapatos – Tengo que conocer a los familiares de mi novia, además… extrañe a mamá.

—Wow… tienes sentimientos por alguien más que tu mismo – se burló la chica con maldad.

—No tientes tu suerte.

En cuanto terminó, el moreno se puso de pie y se acercó a la puerta. Akane lo tomó del brazo, deteniéndolo.

—Por cierto… quería advertirte algo.

—Dime Cheekie.

—Debes tener cuidado con Nabiki, ella es muy perspicaz, debiste notarlo antes… si alguien descubre esta farsa, podría ser ella.

—Descuida… te aseguro que no puede conmigo – aseveró con exceso de confianza, luego extendió una mano justo frente a ella – ¿Vamos?

Akane asintió y tomó la mano antes de que Ranma abriera la puerta. El moreno se encargo de entrelazar sus dedos mientras seguían por el pasillo principal.

Ninguno se explicó, porque el contacto además de extraño, les ocasionó un singular escalofrío en la piel, tampoco lo pudieron pensar demasiado pues en cuanto llegaron al salón, notaron que todos se encontraban ahí.

—¿Akane?

Un hombre se puso de pie mirando a la chica, Ranma le observó extrañado hasta que su falsa novia le soltó y se acercó corriendo al desconocido antes de lanzarse a sus brazos con confianza y cariño.

—¿Qué demonios?

—Pero mira nada más… que guapa estas – el sujeto se alejó y la miró de arriba a bajo.

Ranma entrecerró los ojos, repentinamente irritado.

—Eres un adulador – la morena río ligeramente, al Saotome le pareció excesivamente coqueta ¿Cómo se le ocurría dejarse llevar cuando él estaba ahí? ¡Se suponía que eran novios!

—Solo digo la verdad. Te extrañamos mucho por aquí.

—Yo también los extrañe, a todos ustedes.

—Voy a fingir que es cierto – pareció detenerse y su mirada se fijo en el extraño que le fulminaba con unos fríos ojos azules… – Por cierto… creo que tienes un invitado.

Akane frunció el ceño y un paso atrás, saliendo de los familiares y cálidos brazos para mirar a su espalda. Observó la expresión seria de Ranma y extrañada, se acercó a él.

—Ahh si… déjame los presento. Él es Ranma, es mi…

—Soy el novio – aclaró Ranma rápidamente, pasando un brazo por la cintura femenina mientras extendía la mano libre hacia el desconocido.

—¿Con que tienes novio? – El hombre dirigió una mirada rápidamente a la chica. Ranma frunció el ceño, mientras notaba de reojo como Akane se sonrojaba. El castaño tomó la mano extendida y le dio un amigable apretón – Un gusto conocerte Ranma.

—El gusto es mío señor… – dejo el resto intencionalmente en el aire. Akane carraspeo al instante.

—El es Tofu Ono, mi cuñado – soltó suavemente – El esposo de Kasumi.

—Ahh, bien… ¿el doctor?

—Si, el mismo – fue el hombre quien respondió con evidente orgullo.

—Bueno, un gusto doctor.

—Solo dime Tofu… eres de la familia ahora.

Akane se tenso ante aquellas palabras, pero Ranma le dio un apretón en la cintura.

—Bien Tofu… entonces – miró al resto – Akane y yo decidimos que podíamos descansar luego ya que preferimos aprovechar un momento en familia.

—Que alegría escuchar eso – Nodoka aplaudió entusiasmadamente.

—Por ahora, solo conversamos, pero tomen asiento – Soun señaló el lado vacío de la mesa, donde estaba Nabiki.

Ambos chicos se acercaron.

—Entonces…

—Estábamos hablando de la navidad – empezó Nodoka – Faltan apenas dos días y creemos que sería lindo si la celebramos en todo su esplendor.

—Me extraño no ver ninguna decoración – señaló Akane – Cuando niña, adornábamos todo el dojo – le comento a Ranma volteando hacia él.

—No lo he hecho en los últimos años – susurro Soun de hombros caídos – Mis niñas ya no están en casa y…

—Pero podemos hacerlo ahora – le interrumpió Kasumi entusiasmada al notar como su padre parecía entristecerse.

—Sería divertido adornar – apoyó Nodoka.

—Podemos poner el árbol papá – aporto también – Y adornar afuera. Además… podemos preparar algo delicioso para la cena navideña.

—Mientras no seas tu quien entre a la cocina – se burló Nabiki.

—Cállate tonta – Akane la fulmino con la mirada.

—¿Y eso? – indagó Ranma.

—¿No lo sabes? – la Tendo del medio se inclinó sobre la mesa para tener una mirada de su cuñado – No puedo creer que Akane no te lo haya dicho aun, seguramente estaba esperando no espantarte.

—Nabiki ¡No molestes!

—Niñas… – Soun las miro seriamente.

—¿Decirme que? –preguntó Ranma extrañado.

—Su mala sazón… nunca permitas que te cocine nada, podrías morir intoxicado.

—¿Tan malo es? – el moreno frunció el ceño.

—Peor que eso…

—No vine aquí para que se burlen de mi – la chica intento ponerse de pie, pero Ranma la tomó del brazo rápidamente, deteniéndola.

—Toma asiento Cheekie – le miro seriamente.

—Déjame.

—No me importa que no sepas cocinar, solo me sorprendió un poco. De cualquier manera soy un excelente cocinero, mi madre puede confirmarlo, así que no te preocupes – sonrió coquetamente – En el futuro, yo cocinare para ambos.

—Eso es muy dulce – festejó Kasumi.

—Cocina muy bien Akane – le informó Nodoka rápidamente.

—Entonces hay salvación – se burló Nabiki.

Akane no la escuchó mientras lentamente volvía a tomar asiento. Se zafó sutilmente del agarre de Ranma y volteó con rapidez el rostro fingiendo poner atención a la conversación que volvió a tomar protagonismo en la mesa.

Sus mejillas ardían con furia por lo que inclinó el rostro para que nadie pudiera verlas, sin embargo, no logro encontrar la manera de acallar el acelerado latido de su corazón.


Su piel ardía, acalorada.

Akane se movió abriendo lentamente los ojos. Por un momento se sintió desconcertada mientras observaba extrañada el familiar y aun así inusual techo. Tardó unos segundos en recordar donde estaba y solo entonces espabilo.

Un bostezo escapó de sus labios e intento levantarse. Hacia tanto calor. Cuando se movió noto un par de cosas. Sus piernas se encontraban atrapadas en un extraño agarre y pudo percibir la respiración de alguien rozándole el cuello. Sintió como se tensaba mientras rápidamente bajaba la mirada. Observó para su asombro que Ranma la tenía casi sujeta bajo su cuerpo.

Su brazo firme la sostenía por la cintura y había entrelazado sus piernas. Tenía el rostro enterrado en su cuello y sintió como su cuerpo se encontraba fuertemente pegado al de ella. La mano en su cintura se encontraba peligrosamente cerca de sus senos y ¡¿En que momento se había quitado la camisa?!

Observó asombrada los músculos definidos de sus brazos y su tenso abdomen. Sintió como se le secaba la boca, pero luego recordó la posición tan comprometedora e invasiva en la que estaban y su ceño poco a poco se fue frunciendo.

—Ranma… ¡Ranma! – se movió hasta que pudo liberar un brazo y empezó a sacudirlo por el hombro – Ranma ¡Despierta!

—Un momento mas – le escuchó mascullar. Los labios masculinos le acariciaron la piel del cuello mandando un escalofrío extraño a su cuerpo.

Aunque había estado en una misma cama en diversas ocasiones mientras tenían sus viernes de películas, Akane siempre había mantenido la distancia, se negaba a ceder justo en ese momento.

—Ranma, debes despertarte ¡Y suéltame!

—No, estoy cómodo – la mano de el bajo lentamente por su cintura, Akane sintió como la respiración se le agitaba cuando se deslizó por su cadera.

Un escalofrío recorrió su cuerpo y sintió un extraño calor le atenazaba el centro de su estómago.

Alterada, no supo que hacer cuando aquella mano siguió su recorrido hasta casi tomar su glúteo. Apenas pudo controlarse cuando su mano impacto contra la mejilla expuesta del chico.

Ranma se levantó bruscamente, alejándose de ella, pero estaba a la orilla y el impulso le llevó sobre su espalda.

Akane escuchó el gemido de dolor, arrepentida. Estaba por inclinarse para buscar al chico cuando él se irguió. Usualmente llevaba el cabello trenzado prolijamente, pero ahora era una maraña oscura sobre su cabeza, tenia un ojo medio abierto y otro medio cerrado, y parecía profundamente desconcertado.

—¿Cheekie, que haces…? ¿Qué sucedió? – parecía confundido, como si no comprendiera porque esta ella ahí, frente a él, en lugar de cualquier otra persona.

—Intente despertarte, pero estabas profundamente dormido y solo se me ocurrió esa manera de levantarte.

—¡Ahh mierda! – él pareció recién darse cuenta del ardor en su mejilla – ¡Me golpeaste!

—Porque tu estabas… estabas… -- sintió como las mejillas se le encendían.

—¿Yo estaba que?... mierda Cheekie, no vuelvas a despertarme así.

—Estabas tocándome – le acuso sentándose rápidamente. Ranma se levantó y se sentó en la cama.

—Estaba dormido.

—Pero me tenias… y tus manos…

—¿Mis manos que? – él la miró ceñudo.

—Olvídalo ¿y porque estas desnudo? – miró su espalda definida.

—Tenia calor anoche.

—No puedes quitarte la ropa, estas en mi habitación y compartimos cama.

—Solo fue la camisa – soltó con obviedad – Ya has visto a algún hombre sin camisa ¿no?

—¡Claro que si! – se arrastro a la orilla y se levantó rápidamente – Puedes creerte muy atractivo Ranma, pero no eres el único hombre en la tierra

—No dije eso ¿y porque estas tan molesta?

—No lo estoy – se encamino hacia la salida, Ranma la siguió con la mirada

—¿Que hora es? – bostezo – Parece muy temprano.

—Es hora de levantarse – ella abrió la puerta principal y volteo hacía él. Tenía el cabello revuelto y la camisa de la pijama ligeramente desabrochada. Ranma fijo la mirada en su escote, no tenía sostén.

—¿Ya?

—Recuerda que tenemos muchos planes para hoy. Voy a tomar un baño, luego sigues tu.

—Como sea – rodó los ojos mientras se dejaba caer de espaldas a la cama, escuchó como la chica azotaba la puerta y se preguntó que la había dejado tan molesta.

—Mujer problemática.


Luego del desayuno, todos se dispusieron a adornar la casa. Las decoraciones navideñas que tenían desde pequeña, se había conservado muy bien, su padre las dejó en cajas seguras en la bodega, pero tras probar las luces, Akane se dio cuenta que tendrían que ir por algunas cosas.

Ranma no parecía muy interesado, más pendiente de su celular. Akane se preguntó si mensajeaba con alguna nueva conquista. Talvez la chica con la que la había confundido esa mañana

—"¿Cheekie, que haces…? ¿Qué sucedió?"

Intento no pensar en ello, convenciéndose que no le importaba y terminó de ordenar las cadenas de luces buenas, metiendo en una bolsa las que no servían.

—Creo que voy a tener que ir a la tienda por algunas extensiones de luces – les comunico a los demás.

Kasumi y Nodoka revisaban los adornos, mientras su padre y el de Ranma, se encargaban de extender el árbol de navidad. Nabiki era la única se había negado a ayudar, aunque al final terminará apartando las cintas y enrollándolas desde un sillón.

—Okey, nosotros estamos bien – indico Kasumi – Talvez solo podrías conseguir algunas esferas rojas, las que tenemos están un poco descoloridas – le mostró una.

—Esta bien ¿algo más?

—¿Crees que puedas pasar por algunos dulces para poner en las botas? – le pidió la madre de Ranma amablemente.

—Claro que si, voy a volver pronto.

—Ranma, hijo… ¿No vas a acompañar a tu novia? – se apresuró a decir Nodoka inmediatamente luego.

—No creo que…

—No es necesario – Akane interrumpió al moreno – Puedo ir sola.

Tofu, que en ese momento estaba acomodando unas guirnaldas en el arco del salón, volteo hacía ella.

—Estoy terminando ¿si quieres te acompaño?

—No te preocupes Tofu – intervino Ranma rápidamente, se puso de pie – Yo voy con mi chica.

—No es necesario Ranma – la morena lo miro seriamente, intento ignorar la manera en la que la había llamado.

—Insisto… sabes que me encanta pasar tiempo contigo Cheekie, no puedo pensar en nada mejor – se acercó a ella y le acaricio la cintura. Akane se tenso, pero se obligó a relajarse rápidamente.

—Que romántico ¿no les parece? – dijo Nabiki a los demás, con una sonrisa extraña.

—Son muy lindos juntos – apoyó Nodoka con sinceridad.

—Iré por tu abrigo amor, no quiero que te resfríes – Ranma se encamino a la habitación que compartían.

—Te voy a esperar en la entrada – refunfuño Akane antes de encaminarse a la puerta principal.

Ranma tardó algunos minutos en volver, aunque ella quiso tomar el abrigo, él se negó y le ayudó a acomodarlo sobre sus brazos, lo que trajo más frases pintorescas y románticas de su familia. En cuanto salieron de la casa, Akane se dirigió por la calle pisando fuerte. Estaba nevando y el día se veía gris.

Ranma la siguió hasta que la chica se detuvo a un par de cuadras.

—¡Tienes que dejar de actuar así!

—Solo sigo mi papel – Ranma se encogió de hombros, inmutable a su evidente enojo.

—No, te burlas de mi.

—¿En que momento dime, me burle de ti?

—Todo el tiempo – lo fulmino con la mirada – Además, no querías venir y no fue hasta que Tofu se ofreció que te diste cuenta seguramente de lo mal parado que quedarías.

—Claro, por que prefieres venir con Tofu y no con tu pobre novio.

—¿De que demonios estás hablando?

Ranma la miró seriamente, con las manos en su abrigo y los ojos ligeramente entrecerrados

—¿Estas enamorada de tu cuñado? ¿Por eso no has venido los últimos tres años?

—¿Que estas diciendo? – jadeo sorprendida.

—Una vez me dijiste que tu hermana se caso hace más o menos unos tres o cuatro años, casi el tiempo que tienes de no venir, luego ayer…

—¿Ayer que? – se cruzo de brazos, empezando a molestarse.

—Ayer parecías tan emocionada cuando él te saludo.

—¡¿Como?! Llevaba mucho tiempo sin verlo

—Eso no contesta mi pregunta.

—Y nada lo hará, porque no te voy a dar una respuesta a algo tan tonto – dio media vuelta y siguió caminando – Lo que insinúas es completamente ridículo.

—Te vi Cheeks.

—Me viste abrazar a un viejo amigo con cariño.

—Y luego coqueteaste con él – se apresuró hasta ponerse a su lado.

—¿Coquetear? – volteo el rostro en su dirección, sin detener el paso – ¿En que maldito momento coquetee con él?

—Déjame recordar – Ranma fingió estar pensativo un segundo – Fue algo como "eres un adulador, ja-ja-ja" – imito su voz.

—Yo no hice eso.

—Claro que si.

—No, y no voy a seguir con esta absurda conversación.

—Cheekie – el moreno la tomó del brazo, deteniéndola – ¿Estas enamorada de tu cuñado?

—Si crees que…

—Si, si lo creo ¡Contesta!

—Suéltame – intento zafarse – No voy a contestar esa estúpida pregunta y no veo en todo caso porque te importa.

—Quiero saber ¿te gusta tu cuñado?

—¡Claro que no!

Ranma la miró seriamente, luego entrecerró los ojos

—¿Te gustaba antes?

Un rubor delatador inundó las mejillas de Akane. Ranma pareció sorprendido un segundo.

—Estabas enamorada de él – no fue una pregunta, sino más bien una afirmación.

—Eso es una tontería.

—No, no lo es – su ceño se frunció por un momento – Acéptalo, estuviste enamorada de Tofu hace tiempo.

—Y si fuera así ¿Qué?

Ranma la observó en silencio un momento y luego se encogió de hombros.

—Nada, solo quería saber – susurró antes de avanzar. Akane parpadeó extrañada, luego volteo y miró la espalda del chico. Se apresuró a alcanzarlo y caminaron algunas cuadras más en silencio.

—Te dije que era el médico de mi familia. No diría que estaba enamorada, sino más bien encaprichada.

Que fuera ella quien sacara el tema sorprendido a Ranma.

—¿Si?

—Fue hace años, tenía unos catorce años cuando descubrí que estaba "enamorada" de él, pero no duró más que un par de años y nunca pasó a más. Nadie en la familia lo sabe. Kasumi y él empezaron a andar cuando cumplí dieciocho y se casaron hace tres años. Estoy feliz por ambos y me encanta la idea de ser tía. Quiero mucho a Tofu, pero ahora es más como un hermano mayor para mi.

—Bien.

Ranma no agrego nada más y simplemente siguió a la chica mientras entraban a la tienda.

Intento no pensar demasiado en el extraño alivio que sintió su cuerpo luego de aquella última declaración.


—Parece que todo está listo – chilló Nodoka emocionada.

—Si, se ve mejor de lo que espere – soltó Akane mirando el pino decorado.

Habían decidido poner la cintas y los adornos rojos y dorados por lo que todo parecía envuelto en un halo luminoso y elegante. La cinta parecía flotar alrededor de las ramas y los adornos habían sido estratégicamente colocados para llenar cada hueco. Akane miró como su padre se inclinaba y terminaba de acomodar la extensión en el conector que estaba en la pared.

Inmediatamente las luces se encendieron centellando como pequeñas estrellas luminosas. Akane miró todo el trabajo, profundamente satisfecha.

Pasaban de las cinco de la tarde y todos se habían puesto en acción para llevar un poco de espíritu navideño al dojo Tendo. Había adornado el exterior del dojo con extensiones de luces y asimismo el techado principal de la casa. Tofu y Ranma se encargaron de decorar las columnas en la entrada y Nabiki sorprendentemente fue quien se ofreció a adornar la puerta principal.

El salón también había sido embellecido. Metros de guirnaldas rodeaban las paredes en las entradas en toda la habitación, las cuales fueron adornadas con esferas y estrellas de los mismos colores del árbol, además de otros curiosos adornos. Sin embargo, era el árbol el centro de atención. Era enorme, casi tanto que por poco rozaba el techo y había sido tan equilibradamente adornado que era lujo para la vista.

Solo faltaba una última cosa.

—¿Donde esta la estrella?

—Creo que en la bodega – contestó su padre luchando por encontrarle orden a los cables.

—Voy por ella.

Se encamino por el pasillo principal. La casa contaba con un pequeño cuarto afuera, el cual se había dejado como almacén, al salir se encontró con Ranma y Tofu.

—¿Adonde vas? – indagó el moreno.

—Voy por algo, ya vuelvo.

—Te acompaño – no espero su contestación y la siguió.

Akane no se negó y ambos dieron la vuelta al dojo y llegaron a la bodega. Era un cuarto estrecho con múltiples cajas de todo tipo.

—¿Que buscamos?

—Es una caja pequeña, tiene la estrella del árbol.

—¿La olvidaron?

—Seguramente se quedo cuando vinieron por los adornos.

Akane se agachó y empezó a buscar entre una pila de cajas pequeñas. El espacio dentro de la bodega era bastante estrecho, aún así Ranma también se inclino y empezó a buscar. Habían todo tipo de caja con recuerdos y más cosas, pero cuando le preguntó a Akane lo que debía buscar, ella le indico que se trataba de una caja pequeña, del tamaño justo que debía tener una estrella del árbol. Luego de varios minutos, fue Ranma quien encontró el pequeño recipiente de cartón bajo un contenedor grande.

—Mira ¿será este? – movió la caja grande y la puso a un lado antes de tomar la más pequeña. Akane volteo y soltó un jadeo.

—Ohh no, espero que no se haya roto – la chica la tomo cuando él se la extendió.

Ranma observó como delicadamente abría la caja y miraba el contenido. Se trataba de una estrella de árbol de navidad, común y corriente, parecía hecha de alambre y tenía un resorte en la punta, era dorada y estaba llena de brillos que la hacía resplandecer con luz propia. Miro como Akane deslizaba los dedos por la superficie rugosa

—Mi mamá la escogió cuando compramos el árbol, al menos es lo que dice papá – le comento suavemente con una pequeña –dulce– sonrisa en los labios.

—¿Tu mamá? – en todo el tiempo que tenia de conocerla, no solía hablar mucho de su progenitora, más que para aclarar que había muerto cuando era joven.

—No tengo muchos recuerdos de ella, pero si recuerdo que en navidad ella le pedía a papá que me levantara para poner la estrella cuando el árbol estaba completo – se río suavemente – Era mi parte favorita cuando decorábamos la casa. Luego mamá me tomaba en brazos y me besaba, algunas veces no recuerdo su rostro, pero las fotos ayudan, aunque… creo que no podría olvidar su sonrisa o al menos la sensación que sentía en esos momentos. Nunca he sentido nada más cálido que eso.

El moreno la escuchó atentamente, observando por primera vez un lado dulce en la chica que usualmente era todo un desafío.

—Es algo lindo. Lamento lo de tu mamá.

—Fue hace mucho tiempo – descartó Akane poniéndose de pie, Ranma también se levantó.

—Aun así, no imagino lo que se siente.

—Es un recuerdo constante en mi. La amo mucho aunque ya no este y todos los días la extraño – susurro suavemente, antes de cerrar la pequeña caja, tomó una profunda inhalación – Bien, la tenemos. Vamos dentro.

—¿Arreglamos las cajas? – miró dentro de la bodega. Si bien no habían hecho ningún desastre, movieron todo de lugar.

—Déjalo así, vamos.

Entraron al dojo en silencio. En el salón, el árbol brillaba en todo su esplendor. Nodoka terminaba de arreglar los adornos restantes, mientras Soun y Genma jugaban una partida de shōgi, Nabiki parecía muy concentrada en su celular y Tofu le servía una taza de té a su esposa, quien acariciaba su enorme panza desde una cómoda silla.

—Encontramos la estrella – anuncio Akane mientras entraban al salón.

—Que bien, hay que ponerla – soltó Soun desde su puesto.

—Es lo único que falta para completar el árbol… – Nodoka se puso de pie – Enséñala.

Akane abrió la caja y se la mostró.

—Es algo sencilla.

—Esta perfecta – la mujer sonrió – Traeré la escalera para que puedas…

—No es necesario madre – intervino Ranma, la castaña le observo extrañada.

—¿Iras tu?

—No, pero… se me ocurrió algo – se acercó a Akane.

Ninguno pareció saber de que hablaba hasta que tomó a la chica de la cintura y le dio la vuelta, luego la afianzó de la cadera y la alzó, sobre su cintura.

Akane soltó un jadeo, sorprendida y le miro por encima del hombro.

—¿Que haces? – preguntó más desconcertada que nunca.

—Creo que es obvio, ahora… pon la estrella en el árbol rápido cariño, no tienes peso de pluma – se burlo con una sonrisa de sorna.

Akane bufó y luego miró el árbol, sacó la estrella y le paso la caja a Nodoka, luego estiró el brazo y puso la estrella en la punta del árbol.

Justo cuando la acomodó y conectó el pequeño cable en una de las extensiones de luces, Akane observó sorprendida como la estrella se encendía con una luz cegadora, cálida y brillante.

Por un momento sintió como su pecho se apretaba y le acometió la más agradable de las sensaciones. Le había dicho a Ranma sobre uno de los pocos recuerdos que tenía de su madre y los cuales relacionaba con la época, no había esperado que él actuara para revivir algo tan nostálgico y aun así, increíblemente dulce.

Era un gesto tan significativo que Akane sintió como se le formaba una presión en el pecho. Escuchó como el chico se quejaba y luego la bajó lentamente hasta que sus pies tocaron el piso. Cuando la soltó, Akane dio media vuelta y le observó, sintiendo como sus mejillas empezaban a arder en rubor en cuanto sus ojos se encontraron. A la luz de la centellante luminosidad del árbol, los ojos de Ranma parecían aún más azules y profundos.

—¡Quedo bien! – el grito entusiasmado de Nodoka, rompió su conexión.

Akane dio unos pocos pasos lejos, mientras llevaba las manos a su pecho, donde su corazón latía a un ritmo inusual e irregular. Notó que Ranma parpadeaba seguramente extrañado por su comportamiento, pero luego sonrió, cuando su madre se posicionó a su lado.

—Me recuerda a las navidades cuando eras pequeño – comentó la mujer con evidente nostalgia.

—Fue hace mucho tiempo mamá – sonrió el moreno divertido.

—Si, eres un hombre ya… pero siempre serás mi pequeño.

—¡Mamá!

Akane notó con asombro como el chico se inclinaba y pasaba un brazo por los hombros de la mujer, dándole un abrazo superficial y aun así cariñoso. Era extraño verlo actuando de esa manera cuando la idea que siempre había tenido de él era la de alguien indiferente y relajado, sin duda la experiencia de conocer otra faceta de Ranma, más allá de su sonrisa burlesca y sus actitudes desafiantes, era todo una sorpresa.

Le observó intercambiar algunas palabras más con su madre y luego acercarse a ella.

Nodoka volteo hacia el grupo y anunció con felicidad que haría la cena esa noche, por lo que les ofreció elegir el menú, a lo que todos empezaron a hablar al mismo tiempo.

Akane miró de reojo a Ranma, sintiéndose repentinamente nerviosa.

—¿Y tu no pedirás nada? – susurró sin saber muy bien que decir.

—No me importa lo que cocine, mamá siempre hace algo delicioso.

—Me imagino que de ella aprendiste – el chico le observó desconcertada por un segundo – A cocinar.

—Si, ella me enseñó… – se inclino sobre su cuerpo – Pero no te preocupes Cheekie, como dije antes, no pasaras hambre conmigo, pretendo alimentarte muy bien – su tono fue intencionalmente insinuado.

—¡Deja de molestar! – le miro ceñuda, volteando el rostro, sus mejillas ardían, pero espero que nadie lo notará.

—¡Un beso!

El grito de Nabiki le distrajo a ambos. Enrojecida, Akane volteo mirando la sonrisa maliciosa en los labios de su hermana.

—¿Que dices Nabiki?

—Dale un beso a Ranma – expresó al chica mientras apoyaba el rostro en una mano.

—¿Que? ¿Por qué? – chilló escandalizada.

—Es una de las normas de Navidad.

—¿De que estas hablando? – Akane le dirigió una mirada nerviosa al chico, luego observó a su hermana ceñuda.

—Miren arriba – señaló con el índice sobre sus cabezas.

Ambos chicos levantaron la mirada y observaron un ramaje parecido a un pequeño arbusto, con troncos finos y cortos, y bayas de color rojo, estaba adornada con una cinta y una campanita dorada en el centro de la parte superior.

—¿Que es…? – Ranma hizo una mueca mientras miraba el adorno, Akane palideció.

—¡Es un muérdago! – Nodoka parecía entusiasmada.

—Eso es tan romántico – musito Kasumi a su esposo que había tomado asiento a su lado.

—Si, lo es.

—Vamos Ranma, debes cumplir las tradiciones – exclamó Genma animado.

—¿Que tradición? – Ranma fulmino a su padre con la mirada.

—La del beso bajo el muérdago – fue Nabiki quien contestó – Cuando una pareja se pone bajo el muérdago, debe besarse.

—Pero…

—Vamos Akane, parece que nunca se han besado – Nabiki rodó los ojos.

—Claro que si – afirmo Ranma con confianza – Es solo que Cheekie es un poco tímida de hacerlo frente a su familia.

—Una tradición es una tradición.

—¿Padre? – Akane miró sorprendida a su progenitor.

—¡Beso! ¡Beso! – la voz de Nabiki se vio seguida por un coro de otras voces emocionadas.

Nerviosa, Akane volvió hacia Ranma en busca de apoyo para negarse, pero solo le vio encogiéndose de hombros.

—Solo es un beso – susurro él solo para ella.

La morena trago saliva, sin saber como salir de aquel problema. Sintió como las manos de Ranma le rodeaban la cintura y su aliento pareció escapar de sus pulmones cuando la apegó a su cuerpo con un movimiento firme.

Noto como se inclinaba sobre su rostro y el pánico la alcanzó. Había sido una estúpida al creer que podía fingir que eran novios frente a su familia sin protagonizar una escena. Ranma claramente no tenía un problema en besarla, pero no le pareció extraño de él, quien se enrollaba con la primera chica bonita que veía en una fiesta. Ella por otro lado era mucho más selectiva sobre los hombres con los que tenia un contacto tan íntimo, un beso se lo parecía, aún cuando se tratara de un roce… sin embargo, no quería parecer una mojigata como Ranma tantas veces la había llamado, además, no podía negarse sin llamar la atención de todos sobre el tipo de relación que tenían.

Observó como el chico empezaba a cerrar los ojos y siguió su ejemplo cuando percibió el cálido aliento sobre su rostro, un suspiro escapó de su boca cuando sus labios se tocaron. Se habían besado una única vez, la noche en la que se conocieron cuatro años atrás, pero justo en ese momento Akane era plenamente consciente de las sensaciones que le atacaban.

Un rápido escalofrío le recorrió el cuerpo erizándole los vellos de los brazos. Su corazón se detuvo durante un segundo y luego empezó a latir a un ritmo apresurado. Sintió como los labios de Ranma se moldeaban a los suyos, eran más suaves de lo que había imaginado o recordaba y no eran tan avallasadores como en aquel entonces. Su toque era más bien gentil.

Sintió como él ladeo el rostro hacia la derecha e hizo lo mismo hacia el lado contrario. Ranma succiono suavemente su labio inferior y Akane abrió la boca sin aliento, dándole espacio a su traviesa lengua

Un toque fue suficiente.

Un gemido escapo de entre sus bocas, ninguno supo quien lo había protagonizado, pero no importo cuando Akane apoyó las manos en los hombros masculinos y se alejo.

—¿Contentos? – miró a su familia con el rostro intensamente enrojecido – Debo ir al baño.

—Te ayudare con la cena mamá – susurró Ranma a su vez encaminándose a la cocina.

Ambos pensaron que el otro quería escapar y acordaron sin necesidad de palabras, que necesitaban un poco de espacio para procesar lo que había sucedido.

No podrían haber siquiera adivinado el cúmulo de sentimientos que justo en ese momento les había sincronizado a un nivel sentimental.

Aun menos comprender que en lugar de solo escapar, ambos habían tenido que alejarse con un pensamiento en mente.

—"No debe volver a suceder"

Porque un solo roce, había tambaleado por completo no solo el acuerdo, sino también su amistad.

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FIN DEL CAPÍTULO


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NOTAS DEL CAPÍTULO:

Y de este capítulo viene el título.

Muchas gracias por el apoyo a esta pequeña historia. Tengo dos capítulos más adelantados y el resumen ya preparado de los dos restantes, pero no he tenido tiempo de terminarlos —sorprendentemente las vacaciones son más ocupadas de lo que pense— por lo que las actualizaciones si serian día de por medio para al menos darme tiempo de terminar los capítulos faltantes.

Me alegra que todos vieran la química que quería plasmar en estos dos. Los capítulos son más largos de los que espere y tienen drama, pero los momentos románticos , espero que lo hagan valer la pena. Prometí después de todo un romance navideño cliché ¿no?

A mis personas preferidas.

Romina Landa: ¡Tu eres RowenStar! He visto tus fanart ¡Bellos! Muchas gracias por tus palabras linda, el capítulo de "Lo que fuimos" me tiene en aprietos, por que es demasiado largo, solo espero que no sea tedioso de leer porque no puedo cortarlo. Volviendo al tema, me alegra que te gustará este fic, gracias por tu apoyo bellísima. Un abrazo navideño.

HowellSao: Muchas gracias por pasarte aquí a leerme y ¡ame tu comentario! Porque me representa mientras escribía. Yo también estoy a favor de que están enamorados, pero son chicos orgullosos y de carácter. Sobre Nabiki, en este capítulo lo dicen, ella sería la única en descubrir el engaño ¿Podría afectar eso a estos novios falsos? Muchas gracias por recibir esta historia en su dinámica. Y me alegra que te gustará. Te mando un enorme abrazo bella.

Benani0125: Hola mi Beni, no sabes cuanto amo leerte. Gracias por tu apoyo, pronto viene la actualización del longfic y me encanta saber que cuento con tu apoyo ¡Muchas gracias! Feliz Navidad atrasada y te mando un abrazo gigantesco, nos leemos luego.

Guest: Me alegra que te gustara y el punto era dejarlos en suspenso. Gracias por pasarte a leer, besos.

Felicius: Jajaja, me mataste con lo de "lemons de calidad" me sonrojo. Gracias por darle una oportunidad y me encanta saber que te gustó, besos y abrazos bella.

Guest2: Que alegría leer tu comentario, no sé si te he leído o respondido antes ¡dame tu nombre! Este fic es todo drama y flores de muchas colores, me alegra que te gustará y amo que sigas "lo que fuimos" es mi primer RanKane y con el que incursione en este fandom. Muchas gracias por tu apoyo bella, espero leerte de nuevo.

Vane: ¡Es una de mis películas favoritas también! Y debo confesar que si es más o menos igual y pensé en ella mientras armaba la idea, en este fic ellos son polos opuestos en todo sentido, por lo que necesitaba que se conocieran de una manera fuerte y llamativa ¡y que manera! Que bien que te gustará y ojalá este capítulo también lo haga, gracias por pasarte por este humilde fic, un enorme abrazo de oso por ser tan bella, nos leemos luego.

DULCECITO311: ¡No sabes como extrañaba leerte por aquí! Sentí tu ausencia de verdad bella, que alegría que volvieras y gracias por tu apoyo como siempre, eres de lo mejor. Me alegra tu rápido y sencillo análisis de la historia, jajaja… porque es así como la veo ¡Felices fiestas también! Ojalá la hayas pasado muy bien en compañía de todas las personas importantes para ti, un enorme abrazo y ojalá no te pierdas de nuevo. Besos.

A las demás personas, gracias por leer esta pequeña historia, espero que se animen en algún momento a comentar, al menos para saber que tal se ve todo desde su punto. El fic esta ambientado en la actualidad y es un poco AU, espero mantener al menos un poco la personalidad de los personajes y que les guste como se va desarrollando poco a poco todo.

Gracias por su apoyo, besos y abrazos. Nos leemos luego.

28/12/2021

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