Holiiii!

Los personajes de esta historia no me pertenecen


Martes

Tres días para la fiesta de Navidad.

Decir que estaba desesperado, estaba corto, mientras caminaba por la calles viendo los locales buscando el regalo perfecto y aun no lo había encontrando y ya faltaban cuatro días para la fiesta de navidad, también estaba esa sensación de que lo estaban siguiendo, pero cada que volteaba no veía ni a su familia, o a ningún loco con cámara, así que no sabía porqué pensaba que los estaban siguiendo. Mejor valía ser precavido, el única sabia cuando su queridisima cuñana Nabiki podría salirse con algo. Con diecinueve años en el arte de la lucha y la lectura de sus contrincantes, aun no había descifrado a la mediana de los Tendo, teniendo en cuenta que ya hacia tres años que la conocía. Sin dudas daba gracias que ella no fuera una luchadora, sino tal vez hubiese perdido.

También estaba el otro asunto del mentado compromiso, no es que no quiera casarse con Akane, ni nada por el estilo, es que después del tiempo se había "olvidado", por decirlo de alguna manera, o no se había mencionado, hasta hace un mes o dos meses, que sus padre decidieron hacerlo oficial y anunciarlo el día 24 de diciembre con "regalo" de navidad para todos, eso le molesto, o mejor dicho le molesto que su prometida dijera primero el pero, él en un acto de molestia y ira termino diciendo que "él jamas se casaría con una marimacho poco agraciada como ella" y desde entonces, ella se había alejado. Si se hablaban y se trataban como comúnmente, pero sentía cierto rechazo de parte de ella. El como el atolondrado e, incluso, inocente que es solo lo dejo pasar y no hizo nada para cambiar la situación, hasta en los últimos días su trato había empeorado, tal vez porque la fecha de anuncio ya estaba cerca, y también por que ella no quería que eso sucediera.

Recordó como su prometida le había regalado una sonrisa luego de haber ganado el partido, había llegado justo a tiempo para ver el final y con ello verla dar el último punto, se veía hermosa, a pesar de todo. Cuando llego hasta ella para felicitarla, varios hombres se le acercaron a hacerlo también, y ella con amabilidad y una sonrisa se los agradecía, eso lo enfureció, solo faltaba que sus compañeros de trabajo también quisieran acercarsele, a no verdad que eso ya paso...

Terminó tan molesto por toda la situación que estuvo peleando con ella, ya que para no mostrar que lo que verdaderamente sentía eran celos, comenzó a criticarla, y ambos continuaron peleando hasta llegar a casa y encerrarse cada uno en su cuarto.

Entonces todo eso de querer hacer las paces, aún esta bien donde esta, gracias. Es ta de más decir que ellos solo habían ignorado la presencia del otro.

Se detuvo frente a una tienda, habían muchas cosas perfecta para un regalo.

Un oso de felpa, negó con la cabeza, de seguro que su linda prometida lo maltrata, con lo bien que duerme, así que no.

Una caja musical, tampoco...por una extraña razón las cajas musicales la perturbaban, así que no.

Una bufanda, menos, tal vez se ofendería, con la ultima que le dio hace dos años, toda mal hecha, no, no quería volar por los cielos, así que no.

Un collar, podría ser, era un buen detalle, además de que no daba a entre nada, un amigo podría darle un collar a otra amiga.

-- Hola, mi buen amigo -- escuchó mientras dejaba la vitrina de la tienda atrás, pensando que había elegido el mejor de los regalos y iba a una mejor tienda a comprarlo. El hombre era algo bajito tenía grandes anteojos que no se le notaban los ojos un cabello castaño desordenado, un gran bigote que no dejaba ver sus labios y su cuerpo estaba envuelto por una gran capa marrón -- ¿esta buscando un regalo para su novia?

Parecía andrajoso.

-- No me interesa, gracias -- cortó, no quería tener problemas y menos que viniera un vendedor ambulante a fastidiarlo con sus estúpidas pociones...ya tenia muchos malos recuerdo de esos.

-- Oh, vamos, joven...estoy segura que esto te va a encantar -- el señor empezó a reír, y antes de que el joven Saotome pudiera decir algo habló -- ¡mira esto! -- sacó de unas de sus larga capa una caja de madera larga de unos veinte centímetros y unos diez centímetros de ancha -- estoy segurisimo -- afinco la voz en la "o" -- que tu querida prometida quedara encantada.

-- ¿Disculpe como usted sabe que tengo prometida? -- Ranma alzó una ceja.

-- Ah, pues...-- la persona comenzó a sudar frío -- por estas calles se dice todo de todo, chico, es normal que te conozca -- rió de manera errática -- tienes que llevar esto, seguro combinará con los ojos de tu prometida. -- y los tuyos si te pones el otro, pensó el "vendedor"

-- No lo quiero, gracias -- desconfiaba de ese señor, su alejándose

-- Pero es todo una ganga...-- continuó siguiendo al chico -- tan solo miralo, y veras de que te hablo en serio.

-- No.

-- No te vas a arrepentir.

Y así fue por más tiempo, el señor tratando de vender un objeto misteriosa y Ranma diciendo que no, hasta agotarse su paciencia.

-- ¡Ya, señor! ¡Esta bien! -- exclamo exasperado con ganas de golpear al señor -- ¡Tomé el dinero, deme eso! -- le entregó unos billetes y le arrancó la caja de madera de las manos -- ¡Y ya déjeme en paz! -- con ese grito alto a un tejado cerca, ojala y ese anciano loco no sepa saltar por los techos de las casas.

-- Debí ser vendedora -- de pronto el señor empezó a quitarse la capa, el bigote, el cabello y los lentes. Apareció una chica de cabello rojizo y ojos verdes con una gran sonrisa en su rostro llena de orgullo. Pronto decayó su semblante al recordar como les había ido el día anterior -- ojalá eso le de un empujón y la vea más que amiga y ella deje de odiarlo...ojalá -- miró los billetes de sus manos, pensando en que le había vendido las joyas de su familia a un completo extraño por solo cinco mil yenes -- momentos desesperados, medidas desesperadas -- dijo, su tío la iba a matar por eso...pero ya no había vuelta a tras -- ojalá ese chico no las bote, o sera mi ruina. -- tragó en seco. Pasaron los segundos y se preguntó como le estaría yendo a su amigo, aunque ya le había informado que la menor de la familia Tendo se la iba a pasar todo el día en su casa.

El joven Saotome llego a la casa molesto y empapado. Soltó un bufido.

Desde que huyó de aquél señor había encontrado problemas en el camino, primero había parecido Shampo diciendo que esperaba que su regalo fuera hermoso, que sabia que estaba comprando un regalo.

Luego apareció su amiga de la infancia diciendo que estaba muy emocionada por saber que le iba a regalar.

Y luego, para colmo se males, apareció la loca de Kodashi diciendo que solo su regalo tenía que ser del mismo tamaño que su "amor", y la loca pensaba que iba hacer "enorme".

Agradecía que esas locas se pusieran a pelear entre ellas para salir de aquello, pero al ver que huía comenzaron a seguirlo. Se liberó de ellas, una transformándola aunque salió más asustado él y termino con mente de gato, así las espanto a todas. Después la misma señora que le echaba agua a la calle, salió y le echó agua, logrando con ello transformarlo y devolviéndole la cordura.

«Maldición» pensó con frío, el agua estaba helada. Ahora tenía que cambiarse rápido para ir a trabajar, ya que le tocaba el turno de la tarde. También para no morir de hipotermia.

Lo más extraño del asunto es que en ningún momento soltó esa caja de madera, que le había dado el vendedor andrajoso de aspecto extraño. Lo lanzó a su futon haciendo que este se abriera, y antes de quitarse la camisa, noto como este brillaba gracias al reflejo el sol.

Cuando lo tomó y lo terminó de abrir quedo impactado por lo que había adentro.

Eran dos cadenas una de plata y la otra de oro, se pregunto si eran reales, con tres kanjis cada uno, la plateada tenía dos plateados más pequeños y el de en medio grande y dorado, y la de oro era a la inversa...pero el mensaje estaba más que claro, y por un momento enrojeció...

El de la derecha presentaba cual había sido su primer sentimiento cuando conoció a su prometida.

好 (Suki) "Afecto"

El de la izquierda representaba a lo que ese afecto había surgido.

恋 (koi) "Amor apasionado"

Y el del medio, el más grande, estaba representando lo que el se había negado y le había negado al mundo entero.

愛 (ai) "amor profundo".

Sentimientos que todavía negaba hasta la muerte.

Guardó la caja, escondiéndolo bien, si lo que había en esa caja eran metales reales, era mejor que ninguna persona de su familia supiera que había allí, hasta saber que hacer con él, si darle eso de regalo a su prometida o no. Pues ya no tenía más dinero, al parecer había que esperar un mes para que le pagaran en su trabajo y ese mes no se cumplía hasta el año siguiente, peor suerte no podía haber tenido.

Continuará...


Eeeen fin...Esto ha sido todo por hoy, ya uno consiguió comparar un regalo, pero con el ánimo que cargan ¿Será que lograrán estar de acuerdo alguna vez y decir lo que verdad sienten el uno por el otro? ¿La periodista Hinata Sullivan se quedará sin trabajo? O ¿Conseguirá que estos chicos se junten por fin? Eso de dársela de Cupido es complicado. Aja, aja...U.UBueno, gracias por los comentarios, y espero que este cap les haya gustado.Bye, bye