Era demencial el dolor de cabeza que presentaba aquella mañana, intento ponerse de pie y el mareo que le siguió termino por tumbarla de nuevo en el lecho, "tranquila, tranquila, intenta respirar" le dolía el pecho como si hubiera recibido un gran golpe, le costaba trabajo inhalar aire, fue consciente del dolor en sus extremidades, ¿qué había ocurrido?, volvió a abrir sus ojos intentando visualizar la habitación en la que estaba, no reconocía nada, comenzó a respirar con gran velocidad ignorando el dolor de sus pulmones, entro en pánico, quería gritar pero su garganta dolía demasiado.
Tranquila estás a salvo- una voz gruesa a lado de ella le hablo, sonaba autoritaria, parecía más una orden que un consuelo, la figura a su lado se ladeo de frente a ella, recargo su cabeza sobre su brazo y con su otra mano acaricio su cabello, llevándolo a sus fosas nasales, aunque el tacto de aquel hombre era áspero y sus manos eran duras, la acariciaba con delicadeza.
¿qué paso? – dijo con temor en su voz
No lo sé con certeza, pero me parece que caíste de un puente y te arrastro la corriente hasta llevarte a la orilla
¿Dónde estoy?
En mi casa, en mi habitación, en mi cama
¿nuestra?
¿Cómo dices?
Sí, si estoy con un hombre en la cama, en su habitación, es porque estamos casados ¿no? O ¿qué clase de persona soy? No me digas que me pagas por estar aquí
No, no, detente, nada de eso, solo te estoy dando asilo
¿asilo?
Es correcto
Yo … yo no lo sé - ¿Quién soy? Un ligero brote de nuevo pánico estaba por explotar en su interior, pero aquellos ojos azules la mantenían en calma, por alguna desconocida razón se sentía segura
Así que no sabes quién eres, vaya que oportuno- el rey sabía que no podía ni debía fiarse de nadie, mucho menos de una desconocida, bien podría ser una espía que oportunamente había llegado hasta sus aposentos o bien podría ser solo una chica en apuros, lo mejor que podría hacer sería ocultar su verdadera identidad. De un salto salió del lecho se dirigió a las enormes cortinas que mantenían fuera la luz del sol y las corrió, dejando que la luz cegadora inundara la habitación.
No, detente, por favor, me lastima la luz- aquella desconocida había puesto como barrera entre ella y la luz, la almohada de plumas en la que descansaba, él volvió a cerrar las cortinas, dejando apenas un hilo de luz iluminar el cuarto.
Lo siento, olvide que tienes un gran golpe en la cabeza, permíteme llamar a alguien para que te revise
El rey salió de inmediato de la habitación, dejándola sola, ella intentaba unir cabos, pero nada tenía sentido, por más que intento recordar su nombre o su pasado no llegaba a nada a su mente, todos sus recuerdos eran una gran mancha negra, recordaba unos gritos, ruido distorsionado, pero nada claro, estaba asustada.
En ese momento entro un hombrecillo de muy baja estatura, llevaba en sus manos un botiquín, detrás de él lo seguía una chica de cabellos morados sosteniendo una tetera de porcelana a juego con la taza, el olor del té de jazmín llego hasta ella. Olores, esos si los reconocía, sabía de qué eran.
Rayos, estas mejor de lo que creí, nuestro soberano debió comprender muy poco sobre tu estado, dijo que era una emergencia, vine casi corriendo a verte pensando que estabas ya en el lecho de muerte, pero luces bien, dime que sientes.
Ella describió sus síntomas, mientras ingería un poco de té, la otra chica sacaba de un gran armario kimonos y varias telas, olían bien, frescas, casi a flores, tomo su cabeza y comenzó a desenrollar la venda que la cubría, el hombrecillo examino su herida.
Pues tienes varios golpes, es normal que te duela el cuerpo, con esta infusión trataremos de menguar el dolor, tomate dos tazas al día, una en la mañana y otra antes de dormir, con esta otra ayudaremos a tu cuerpo a contrarrestar cualquier infección que pudiera darte a causa de las heridas, debes tomar por lo menos 4 tazas al día y en cuanto a tu memoria, no tengo forma de ayudarte, esperemos que solo sea a causa del golpe y que pronto regresen tus recuerdos, fuera de eso ¿hay algo más que desees tratar?
Creo que no, podrían hablarle a mi esposo, me siento temerosa si él no está conmigo y más ahora que no tengo idea de quién soy
¿¡tu esposo dices!?- interrogo en un grito la chica que ayudaba al médico, notoriamente alterada
Tranquila Shampoo, la chica está confundida, haz favor de llamarlo
Aquella chica salió de la habitación no sin antes girarse a ver a Akane con odio en su mirada
¿él no es mi esposo? – pregunto sin ánimos de saber la respuesta, hasta el momento era el único ser con quien sentía genuina seguridad
No sé qué tanto pueda yo decirte respecto a su relación, ¿anoche consumaron su unión?
¿Qué? No, anoche estaba muy cansada solo dormimos, yo…no recuerdo nada más que anoche
Tranquila no queremos esforzar a tu cerebro, con los días te sentirás mejor
El rey llego seguido de la chica china, sin embargo, cerró la puerta antes de que ella pudiera entrar, fue de inmediato a la orilla de la cama, justo al lado de Akane, tomo su mano con delicadeza y sin emitir un solo sonido pregunto por su salud, viéndola directo a los ojos, ella sonrió, en un intento por calmar su angustia, ¿era cierto lo que ella veía en él o solo lo estaba imaginando?
El carraspeo del anciano los obligo a salir de su ensimismamiento.
¿Puedo dirigirte unas palabras?
¿Desde cuándo me hablas con tanta cercanía?
Desde que soy el único al que llamas cada que estas mal herido- "su esposo" se puso de pie y camino al fondo de la habitación, siguiendo al anciano, ella apretó su mano, en señal de súplica, no quería que la dejara sola, él regreso el gesto, confortándola, no le tomaría mucho tiempo hablar con su doctor.
¿sabes quién es ella?
No tengo idea
Debe ser alguien importante, observa cómo se mueve, tiene la gracia de alguien de la realeza, eso es por su memoria muscular, pero dice que no sabe quién es, sin embargo, no estoy seguro de que sea de la casa del rey, tiene rasgos que me harían pensar que pertenece al ejercito o bien practica alguna actividad que amerita gran trabajo físico.
Ya lo había considerado
Aunque su cuerpo luzca ejercitado, de momento está bastante débil
Está bien
No la hagas hacer esfuerzos, pudiera caer desmayada y ya no despertar
Correcto, sin esfuerzos
Lo digo enserio- el rey giro a ver a su doctor, su mirada amenazante, cualquier persona se congelaría ante aquellos ojos fríos, pero el doctor que prácticamente cuido de él desde que era un chiquillo que trabaja de sol a sol para pagar su comida.
¿a qué viene tanta insistencia?, ni que fuera de cristal la chica
Lo digo por todas las otras chicas que han salido casi destrozadas de tu lecho, eres muy brusco con ellas, algunas han tenido que pasar días en cama para recuperarse de una noche de "pasión" en tu compañía
No sé de lo que estás hablando- dijo huraño
Como tú no eres el doctor es normal que no lo sepas, solo, dale tiempo de sanar sus heridas.
Al finalizar con eso, el anciano se retiró de la habitación, dejándolos en completa soledad.
¿Ya comiste algo?
Solo he tomado té
Pídeme lo que quieras, lo que sea que desees yo veré que te lo den
Bueno es que no sé qué me gusta, mejor dime ¿Qué quieres tú para comer?
Yo podría desayunar faisán, curri, algunas verduras encurtidas- al decir verduras encurtidas, la chica sobre su cama arrugo la nariz- ¿no te gustan las verduras encurtidas?
No lo sé, pero recordé su olor y creo que no
No lo sabrás hasta que no las comas, pediré el desayuno
Él hacía preguntas que ella no sabía cómo responder, pero la conversación no se detuvo en ningún momento, la vio comer con gran apetito, eso le agrado, al llegar a las verduras se reusaba a probarlas, argumentando que el olor era muy fuerte, él la tomo por la cintura y la sentó en sus piernas, "no te dejare ir hasta que las pruebes" aunque se removió un poco no la dejo escapar, tomo los palillos y llevo un gran pedazo a sus labios "abre grande", cerro con fuerza los ojos, degustando aquella verdura, para su sorpresa aunque el olor incrementaba dentro de su boca el sabor era agradable, la textura algo nuevo, o eso creía ella, no sabía mal, nada mal, paso el bocado y volvió a abrir grande la boca, él siguió alimentándola.
Debo salir, no tardare
Puedo ir contigo
¿te sientes mejor?
Pues casi no me duele la cabeza – intento levantarse, pero de inmediato le vino el mareo
Yo creo que mejor me esperas aquí
¿volverás? ¿lo prometes?
Lo más pronto que pueda
El rey salió de la habitación se dirigió a su sala de reuniones, todos sus generales y comandantes lo esperaban, diseñaron nuevas tácticas, podrían llegar de nuevo hasta el reino vecino procurando menos bajas en el camino, pero aun así ninguno se sentía seguro de poder ganar en esta ocasión, la junta se alargó más de lo esperado, debían contar a sus hombres, sus armas y prepararse para una emboscada, ya era raro que el reino contrario no haya ido a buscarlos, moralmente les llevaban ventaja, ellos aun conservaban el elemento sorpresa de sobrepasar la cantidad de soldados, pero no debían confiarse, aun desconocían la mente maestra detrás del último ataque, los pocos hombres que lograron capturar prefirieron la muerte antes de hablar, por más tortura que impusieron en ellos, ninguno hablo, el mismo rey bajo a las mazmorras a hacer uso de sus instrumentos de tortura para infundir temor y aun así aquellos infelices mantuvieron silencio, ordeno decapitar a los más heridos, los pocos sobrevivientes, estarían presos frente a las cabezas empaladas de sus amigos, sin comida ni agua, con suerte alguno hablaría en menos de dos días, no podía darles más tiempo.
Subió a sus aposentos, llegando la media noche, esperaba ver a su doncella dormida, descansando, pero en vez de eso, ella jugaba damas con su mucama, Shampoo, con notoria ventaja.
¡Mi señor! Lo siento, yo perdí la noción del tiempo, me retiro ya mismo – la chica del cabello morado recogió el juego y se marcho
¿Qué comiste?
Arroz, pescado, verduras encurtidas que resulta saben maravillosas y mochi
Te tienen muy consentida
Fue lo que tú ordenaste, ¿no?
Sí, pedí específicamente que te cuiden como si se tratara de una divinidad
Vaya, pues no tengo ninguna queja, ¿tú comiste algo? Te ves cansado
Lo estoy, estoy furioso
¿Por qué?
Parece que nadie sabe hacer bien su trabajo, estoy cansado de pensar y pensar y no saber que hacer, ninguna de las ideas de esos idiotas me parece buena
¿te puedo ayudar?
¿tú qué sabes de tomar un imperio?
No mucho, no recuerdo que hacía antes de llegar contigo, pero acabo de descubrir que soy bastante lista, ¿Qué ocurre?
Quiero hacerme de unas tierras y la persona que las tiene me ha subestimado, pero de igual forma en mi primer intento no ha salido nada bien y si no logro vencerlo pronto él vendrá a mis tierras
Eso suena a una guerra, ¿Cómo alguien podría tener problemas contigo? Eres realmente amable
Eres la única que así me considera
Por qué es lo que sé
Mira aquí
El rey extendió un mapa, le mostro todo su poderío y el terreno del que quería hacerse, ella comprendió que aquel hombre amable y bondadoso que tenía frente a ella deseaba cumplir su sueño, todo el mundo merece alcanzar a cumplir sus sueños, no estaba segura de hacer lo correcto, pero en definitiva no estaría haciendo daño alguno al ayudar a alguien como él.
Vio el mapa y le dijo, "hay tres formas de entrar a esas tierras, por el lago, la montaña o rodeando la montaña, el puente que divide al lago se derrumbó, no es seguro ni para ellos ni para ti, derrúmbalo por completo que sea inaccesible, la cueva destrúyela, que nadie pueda pasar, solo les quedara rodear la montaña, es inclinada, bastante ventajosa para ti si deseas entrar y si ellos quieren venir, prepara una emboscada aquí y aquí, no sabrán por donde saliste, cerca el paso, nadie sale, nadie entra, los tendrás sitiados, en algún momento deberán salir, su ganado, sus cosechas, todo lo que sustenta a aquel reino esta fuera del palacio, si no salen morirán de hambre, construye una presa en el rio, limita o anula su suministro de agua dulce, si no terminan rindiéndose, por lo menos los debilitaras lo suficiente como para obligarlos a pedir piedad"
Su idea no era mala, en realidad nada mala, era excelente, esa chica era increíble, no es posible que alguien sin memoria tenga semejante ingenio.
Pasaron el resto de la noche atando cabos, nada se le escapaba, era como hablar con un espejo, pero mejor, en determinado momento vio en sus ojos el cansancio, ella tenia sueño, la alzo en brazos y deposito con sumo cuidado en el lecho.
No me voy a romper ¿sabes?
El medico dijo que debía tener cuidado contigo, tu cabeza, ¿aun duele?
Cuando estas conmigo no, pero no soporto la voz chillona de Shampoo- dijo con molestia
¿te hizo algo?
Nada en realidad
Entonces, ¿Por qué estas molesta con ella?
¿Qué es ella de ti?
¿Por qué debería responder?
Bueno eres más que amable conmigo, todos aquí se inclinan si te ven pasar, se dirigen a ti como señor, amo, supremo general y demás, nadie te mira a la cara, incluso ella sigue tus ordenes, pareciera que todo el mundo te respeta bastante
Tal vez me temen
No, no es eso, oh bueno quizás sí, pero también te respetan, hasta me atrevo a decir que varios te admiran, pero si actúan así contigo es por que tú así lo indicaste, en cambio conmigo me permites hablarte como si nos conociéramos de toda la vida, duermo en tus aposentos, sobre tu cama, me provees de alimentos y vestimenta y que decir de atención médica y dentro de mí…, siento, yo….
¿Qué? ¿Qué sientes?
No lo sé, es como si contuviera el aire cuando no estas a mi lado y solo cuando estamos juntos me siento en paz, ¿tal vez estaba enamorada de ti antes de perder la memoria?
No lo sé, por ahora eres un enigma para mí
Rayos que molesto, algo dentro de mi ser me dice que hay un gran amor, ojalá si seas tú
El rey a quien nunca se le habían confesado con tanta sinceridad y amor en las palabras no sabía que sentir, en ese instante deseo que todo fuera verdad, por un instante se permitió ser parte de aquella fantasía, era algo nuevo, terrenos no explorados, desconocía completamente aquel sentimiento, tomo a la chica en brazos, abrazándola como nunca se había permitido hacerlo, la estrecho con fuerza, inclino su cabeza hasta alcanzar sus labios y la beso, por primera instancia ella se sorprendió, pero no tardo en corresponder el afectivo gesto, entrego el amor que yacía en su ser y lo beso con hambre, permitió que aquel omnipresente rey tomara su boca, sus labios, su lengua, entrego todo de ella en beso, permitiéndole explorarla y acariciarla, fue solo, cuando a ambos les hizo falta el aire que rompieron la unión la unión de sus bocas. Ella resplandecía con un sube tono rosado en sus mejillas, él estaba extasiado, ya había tomado antes a otras mujeres, pero ninguna logro hacerlo sentir de aquella forma, completo.
Entonces …¿Qué es ella de ti? ¿tu concubina? - pregunto ella relamiendo sus labios, tratando de ocultar su molestia
No, solo es una persona que conozco casi de toda la vida, su abuela me entreno en algún momento de mi vida y creo que ella solo busca sentirse segura en algún lugar, pero no es nada para mí- dijo restándole importancia a su pregunta, ella alzo los brazos hasta su cuello y dejo varios suaves y delicados besos en su rostro
Duerme conmigo
¿te sientes mejor?
Lo suficiente
Esa no es la respuesta que me gustaría escuchar, dormiré contigo, peor solo eso
Solo eso te estaba pidiendo, ¿estabas pensando en algo más? - pregunto con picardía
No seas molesta y duérmete
La envolvió igual que la noche anterior, no faltaba mucho para que saliera el sol, ojalá pudiera retrasar el amanecer para poder pasar más tiempo junto a ella, envueltos bajo las sabanas en su propio mundo.
¿Cómo te llamas? - pregunto ella pegando su mejilla al pecho masculino
Que interesante pregunta- el giro sobre su espalda, hasta su mesa de noche tomo un pergamino y una pluma, escribió los canjis con los que se referían a él cuando encontraba notas contrarias- no tengo nombre, no tuve padres, pero cuando alguien se refiere a mí me describen con estos canjis
Caballo salvaje, vaya, Saotome Ranma, Ranma Saotome, suena bien
¿sabes leer?
Y escribir, no me preguntes como, solo sé que lo sé
Quisiera saber tu nombre
Yo también- dijo bostezando su doncella, tomo su mentón y deposito un último beso antes de dejarla descansar.
