Malentendidos en Víspera Navideña
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Los personajes de Ranma son propiedad de Rumiko Takashi. Los cuales tome prestados para realizar esta historia que forma parte del desafío #Navifics de la página "Mundo Fanfic de Inuyasha y Ranma".
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Capitulo Uno: "Confusiones, Modas y Tendencias"
Ranma Saotome a sus dieciocho años se consideraba una persona bastante versátil, ya que desde una corta edad se vio obligado a tener que conformarse con lo poco que su padre conseguía para subsistir, soportar toda clases de penurias bajo el lema "Todo por amor al arte".
Como era de esperarse esto dejaría secuelas en su personalidad. El deseo de ser el mejor en lo que destacaba se convirtió en su meta, lamentablemente el camino a cumplir su sueño recién iba por la mitad. Aunque, lo calificaran de egoísta y ambicioso no era algo que tomara demasiado en cuenta, principalmente si gracias a ello lograba su fin.
Con el tiempo comenzó levantar ciertas barreras para que las personas que lo rodeaban no lograran ver las debilidades que guardaba en su interior. Lamentablemente hasta un plan que es considerado como perfecto puede tener sus fallas y él lo conoció cuando fue arrastrado dos años atrás a la ciudad de un amigo de su padre, con el objetivo de cumplir con una promesa que estos hicieron en su juventud.
Su talón de Aquiles se presentó en forma de mujer. Akane Tendo logró en poco tiempo robarle lo único que no deseaba entregar o simplemente ese musculo blando que habitaba en su pecho eligió entregarse sin siquiera considerar su opinión. El instinto protector se activó de manera inmediata hasta el límite que su subconsciente buscaba su presencia en cada minuto del día.
Los temores y miedos eran camuflados bajo un escudo de insultos y palabras hirientes que a la vez eran regresados con el mismo nivel, ocasionando que las discusiones estuvieran a la orden del día. No obstante, tres sucesos cambiarían la cómoda rutina que ambos llevaban hasta ese día, la batalla en Jusenkyo, posteriormente lo seguiría la boda fallida. Ambos fueron marcados de una manera profunda. La tercera fue el detonante para que sus vidas diera el giro que necesitaban y mentiría al decir que no estaba satisfecho con los resultados que ocasionó las más de veinte solicitudes de ingreso Universitarios.
Esa era una de las razones por las que se encontraba escondido en la azotea del Instituto, tratando de controlar que el castañeo de sus dientes, no opacara a la hora de escuchar la conversación que se desarrollaba a cierta distancia, irónicamente su cerebro no deseaba cooperar ya que este estaba empeñado en reproducir el sonido de una katana siendo desenfundada, cortesía obtenida gracias a las constantes advertencias que su madre empleaba para advertirle que su comportamiento dejaba mucho que desear.
—Akane ya es hora que tomes una decisión—cuestionó una de ellas. Desde su lugar Ranma no lograba adivinar de cuál de las dos féminas era dueña.
—Tonta Akane— murmuró Ranma entre dientes así de paso intentar controlar el movimiento mecánico que su mandíbula se empecinaba en realizar.
Para el joven azabache era injusto tener que estar escondido, cuando él fue el primero en querer buscar la atención de la menor de las Tendo. En el lapso de esa semana inconscientemente la había extrañado, a pesar de compartir juntos durante varias horas de las noches en los últimos cinco días. La época de exámenes estaba en su auge ocasionando que todo el alumnado enloqueciera, el alboroto que llegaba desde el patio del Instituto era prueba de ello, el tan ansiado viernes estaba terminando y con ello el bendecido receso Invernal daba comienzo. Quince días para planear las fiestas navideñas.
Akane Tendo definitivamente era una desconsidera, no solamente por solo dirigirle la palabra lo justo y necesario para explicarle alguna cosa en particular que no comprendía, sino que además tenía la osadía de declinar la silenciosa invitación que le hizo cuando fue el primero en abandonar el salón cuando terminó el examen. La relación entre ellos había avanzado favorablemente.
Ambos podrían estar conversando amenamente en esos momentos, no obstante, ese par de mujeres siempre se le adelantaban ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que presencio como era arrastrada por ese dúo, siendo solo un simple espectador sin voz ni voto para objetar, no por no tener poder para hacerlo, sino que dudaba poder controlar su temperamento y como resultado su boca soltaría cosas que lo harían merecedor de una paliza, que para ser sincero no deseaba recibir.
—Yuka es entendible tu ansiedad, pero debes recordar que para Akane es más difícil— interfirió Sayuri con suavidad.
—Terca es la palabra más acertada, sabe que lo necesita. Todo su cuerpo lo solicita a gritos—señaló con molestia—Además, estoy segura que el trío de locas lo han hecho y no es justo que se quede atrás como siempre.
Ranma arrugó el ceño, no por la descripción empleada para referirse a sus autoproclamadas prometidas, sino porque involucrarlas ayudaría que Akane terminará aceptando. Yuka sabía jugar muy bien sus cartas. No obstante, seguía sin comprender que era lo que ese par deseaba que la peli azul hiciera y el silencio de la joven solo describía que estaba a punto de dejarse llevar por las palabras, intentó hacer memoria sobre el aspecto de la chica, sin llegar a notar nada fuera de lo común más que un leve oscurecimiento en el contorno de sus ojos, pero él también los poseía, debido a las pocas horas de sueño que lograron descansar esa semana, debido a las extensas horas de estudio. A sus ojos seguía igual de hermosa como siempre.
—Mi padre no me dejara, recuerden que en unos días es noche buena y nuevamente se realizara una fiesta en mi casa—admitió con pesadez. Akane no comprendía cual era afán de su progenitor para realizar esas celebraciones junto a sus conocidos, principalmente cuando tenían la experiencia de años anteriores del desenlace desastroso que se desencadenaría al final.
—Eso es cierto—musitó Sayuri con pesar al recordar como el año anterior la celebración terminó en una guerra de comida. Regresar a casa cubierta de diferentes alimentos fue incómodo y ni mencionar cuanto demoró en quitar la mezcla de aromas de su cabello.
—Solo serán dos noches y tres días. Además, es gratis—aclaró Yuka sin dejarse doblegar de su idea—. En tres meses terminamos el instituto, es una excelente compensación por todo el sacrificio que hemos hecho estos años. Nos merecemos terminar el instituto renovadas.
«¡Imposible!», pensó con incredulidad y hasta molestia se podía decir. Gracias a los años que llevaban juntos, la conocía demasiado, mejor que nadie y antes de que la peli azul hablara ya conocía su respuesta.
—Está bien, pero debemos estar de regreso en el tiempo acordado. Quiero reducir en lo posible la mayor cantidad de problemas que seguramente ese día sucederán— admitió con pesadez, sus amistades y conocidos no eran gente común.
El grito femenino alegre fue espontaneo. Akane solo negó con la cabeza ante el comportamiento de su amiga, no en vano llevaba toda la semana asaltándola a cada rato para brindarle miles de argumentos en un intento por convencerla de ir al nuevo emprendimiento de su tía, y según palabras de la misma Yuka, era un privilegio por lo solicitado que era, no por nada era la última "Tendencia" lanzada para mujeres y el poder acceder sin la necesidad de abonar ni un solo yen lo hacía demasiado atrayente como para rechazarlo.
—Vaya si se salió con la suya—admitió Sayuri avergonzada ante la efusividad de la chica.
—Prometo que no te arrepentirás. Lo único malo que puede suceder es que te conviertas en adicta a ello, como le sucedio a Miku de tercero A.
—¡Yuka, guarda silencio! —reprochó la otra castaña, no eran nadie para juzgar a la joven solo por hacer algo que necesitaba y deseaba, sumado que la adolescente no era considerada una mala persona— La campana va sonar y no sé ustedes, pero no quiero recibir un castigo.
Yuka iba a rebatir. No obstante, Akane actuó con rapidez al entrelazar sus brazos en una silenciosa invitación para abandonar la terraza, necesitaba despistar a ese para para ir en busca de un furioso Saotome quien seguramente le recriminaría el no acudir a su cita. La hora libre que tenían por delante debía aprovechar para contarle los planes de ese fin de semana, no quería que existieran malos entendidos.
Cuando la puerta fue cerrada. Ranma aprovecho para salir de su escondite, esperaría algunos minutos antes de abandonar también el lugar, una nueva brisa sopló agitando su cabellera y sin poder contenerse más se cruzó de brazos en un vano intento de menguar el frio que sentía. Estaba seguro que ahora lo iría a buscar, y como su orgullo estaba de por medio, no pensaba moverse de allí para facilitarle las cosas.
Moda y Tendencia eran las palabras que encabezaban la lista de las más odiadas en su lista personal. El último año la avara de su cuñada le había brindado una oferta demasiado tentadora para disminuir su deuda, además le mencionó que tenía que usar sus dotes marciales, lamentablemente cuando se dio cuenta que la tarea no era tan fácil fue demasiado tarde Nabiki ya lo había mojado con agua fría y arrojado a un grupo enfurecido de mujeres quienes luchaban por conseguir los objetos que vendían en diversas tiendas del centro comercial, desde ese día comenzó a reconsiderar seriamente la fortaleza del sexo femenino, los arañazos y golpes recibidos eran prueba de ello.
ῴ R&A ῴ
Una hora más tarde Ranma esperaba apoyado contra la reja de la entrada del instituto, en su rostro se reflejaba enfado, por mantenerse perdido en sus recuerdos vergonzosos como Ranko permaneció más tiempo del esperado en la azotea a merced el crudo clima. Sumándole el hecho que cierta mujer no había aparecido ni por error en esos casi cuarenta y cinco minutos, cuando despertó de su letargo faltaba apenas quince minutos para que la campana anunciara la finalización de jornada de estudios.
—Creo que el frío le congelo las neuronas—comentó Daisuke con resignación—, te dije que debíamos haber ido antes en su búsqueda.
—Sabes también como yo que pensábamos que estaba ocupado—Hiroshi intentó justificarse, todo el alumnado era testigo que su amigo tenía tres mujeres que no lo dejaban ni a sol ni sombra. Contadas eran las veces que el azabache se perdía para estar en soledad. Sin embargo, cuando anunciaron la hora libre y los acostumbrados disturbios no sucedieron, más sumando el hecho que Akane apareciera con sus amigas, fue cuando sus sospechas comenzaron a crecer, demoraron en encontrarlo y por descarte avanzaron hasta la zona del último piso, los tres se miraron con interrogación en medio de los escalones sin atreverse a comentar nada. Daisuke molestó le arrojó la campera al azabache, murmurando un regaño de cómo sus cualidades en las artes marciales no lo salvarían de un resfriado.
—Vaya cada vez está más bella—comentó Daisuke al cambiando de tema.
Ranma parpadeo confundido al notar como sus amigos estaban a su lado, estaba demasiado distraído en sus pensamientos para notar en que ese par no se había marchado.
—¿De qué hablan?
— Miku Kino—señaló con la cabeza Hiroshi la aglomeración de un grupo de estudiantes cerca de ellos.
—No sé ustedes, pero tienes tantos admiradores, que podría apostar que ella y Akane están casi al mismo nivel—admitió con sorpresa, el que su compañera de clase obtuviera un rival en el ámbito popular era la comidilla de ese año, lamentablemente Tendo no se dejaba llevar por ello y así cualquier anhelo por ver alguna disputa entre ellas, quedo en la nada— Posee algo que enloquece a los demás y hasta la fecha sigo sin descubrir que es.
Invadido por la curiosidad Ranma aprovecho que el grupo se dispersaba un poco, contemplando a la fémina, a simple vista no destacaba del resto, estatura promedio, cabello castaño nada a comparación de cierta chica que a sus ojos y el de unos cuantos idiotas que la rodeaban era perfecta, pero al detallar con meticulosidad su físico tembló inconscientemente, no porque se sintiera atraído, si no por lo despistados que podrían llegar a ser sus compañeros. Él con un simple análisis logró detectar ese detalle con facilidad a que la fémina llevará su abrigo abierto, permitiendo que la parte superior de su uniforme escolar se notara con claridad o simplemente tal se debía que se convertía en una mujer la mitad del tiempo gracias a su maldición.
—No importa, nosotros somos fieles a la hermosa de Akane—la seguridad se reflejaba en cada una de las palabras que pronunciaba Daisuke, el que la peli azul estuviera comprometida, no quitaba que está siempre sería su amor platónico.
Ese simple comentario bastaría para ser merecedor de la ira de cierto azabache. afortunadamente para su suerte este ignoró sus palabras ya que los pensamientos de Ranma Saotome estaban dirigidos en encajar todo lo que esa mañana como si de un puzle se tratara y el resultado obtenido era demasiado desagradable.
«¿No sería capaz?», pensó lleno de desesperación mientras buscaba ansiosamente la figura de su prometida. Al no verla dio un paso adelante, dejando atrás todo aire de indiferencia que deseaba aparentar al comienzo e ir en su búsqueda y de ser necesario la arrancaría del lado de ese par de locas.
—¡Airén!
—¡Ran-chan!
—¡Ranma-sama!
Ranma bufó al girarse y contemplar como el trío de féminas estaban paradas solo a unos metros de distancia de él, enfundadas en vestimentas abrigadas acordes al clima, a pesar de ello percibió como todas poseían las fosas nasales rojas por el evidente resfriado que obtuvieron como resultado de su terquedad al querer vigilarlo en la intemperie durante sus horas de estudio.
—¿Qué es lo que quieren? —cuestionó con premura, no estaba de humor para aguantar esa clase de escenas. Tenía algo importante que hacer.
—Airén decidir con quién va a pasar noche buena—exigió Shampoo. Ukyo y Kodashi asintieron a la par dando entender que deseaban saber su respuesta.
Ranma iba a decirles que no elegiría a ninguna, pero un estremecimiento muy conocido le recorrió por la columna. Apenas logró formar una sonrisa nerviosa cuando su mirada se cruzó con la de Akane quien iba envuelta en un aura roja, mientras era arrastrada por sus amigas.
—Aka…—intentó llamarla, pero el sonido de metálico de la espátula de su mejor amiga lo alertó, con un movimiento de cabeza se preparó mentalmente para un nuevo enfrentamiento, mientras rogaba poder alcanzar a la menor de las Tendo antes de que cometiera un error.
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Los últimos rastros de claridad, se habían ocultado varias horas atrás cuando el heredero del estilo libre de combate Saotome por fin llegó al Dojo Tendo. Con movimientos bruscos se descalzo en la entrada, sin molestarse en anunciarse fue directamente a baño en busca de una ducha caliente para menguar el dolor de los golpes que su cuerpo había recibido.
—Cada vez están más locas—gruñó al quitarse la campera o lo que quedaba de ella, era difícil de distinguir con los cientos de cortes que poseía debido a que los ataques de armas de sus antiguas prometidas—Ahora no molestaran más—se felicitó cuando por fin ese día había llegado la hora de ponerles un freno a tanto acoso, posiblemente exageró un poco al develar el mayor secreto que guardaba con recelo, pero definitivamente estaba satisfecho, aunque esto ocasionaría que recibiera una fuerte reprimenda por no saber mantener la boca cerrada.
Varios minutos después, ya cambiado ingresó a la sala de la casa, en un escaneo rápido entre los presentes, no se encontraba la única persona que deseaba ver, lo cual se reflejó en su rostro.
—¿Dónde está Akane? —cuestionó.
—Se fue hace horas con Yuka y Sayuri—informó con una sonrisa Kasumi, mientras comenzaba a servir la cena.
—Sí que Akane es afortunada—mencionó Nabiki—. Sin contar que ni siquiera tuvo la consideración de invitarme, principalmente cuando sabía que deseaba desde hace meses ir a un lugar de esos.
—Mi niña se merece lo mejor—intervino Soun orgulloso de haber complacido a la menor de sus hijas. Aunque, muy en el fondo era consiente que en los últimos años su pequeña hija le había tolerado todas las locuras que ideaba para que el compromiso arreglado se segmentara.
—Pero Tendo, eso no paso. Akane lo amenazó con …— Genma comenzó a hablar, pero un dolor en sus costillas lo obligó a guardar silencio.
—Guarde silencio Saotome—Soun miró con molestia a su amigo, en una clara advertencia. Nadie debía saber cómo su retoño más pequeño lo había amenazado con irse lejos, cuando quiso negarse a su petición.
—¿Qué clase de personas son ustedes? —Ranma estaba dividido entre la molestia y la incredulidad—¿Cómo pueden dejar que cometa semejante locura? —gruñó al girarse y abandonar la habitación.
—Vaya, por fin terminó enloqueciendo—musitó Nabiki con diversión, sin tomarle en cuenta el comportamiento de su cuñado.
Nodoka suspiró a la vez que seguía de cerca a su primogénito, y no le sorprendió encontrarlo en su habitación metiendo varias de sus prendas sin cuidado alguno en su acostumbrada mochila de viaje.
—Tu comportamiento deja mucho que desear—fue lo primero que mencionó al ver como su hijo no había notado su presencia o en su defecto la estaba ignorando intencionalmente.
—Madre… no tengo tiempo para esta charla—imploró al momento de cerrar su mochila—cuando regrese con la mujer más terca que conozco podremos seguir con ella.
—Por supuesto—acotó con sarcasmo—. Y se puede saber dónde iras a buscarla, porque estoy segura de que no tienes esa información.
—Le preguntaré a Nabiki de todas maneras, siempre terminó endeudado con ella. Además, Akane lo vale.
—No es necesario que lo hagas— admitió a la vez que sacaba una tarjeta del bolsillo de su Kimono. Tuvo que utilizar sus reflejos para esquivar el movimiento cuando su hijo hizo el intento de tomarla—No tan rápido, primero debes prometer que no actuaras impulsivamente. Tu prometida tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, entiende que, aunque sufras esa maldición, no significa que puedas brindar opiniones sobre cosas de mujeres, principalmente cuando cada vez que tienes oportunidad la hieres con mentiras.
—Es verdad—admitió con pesar. Él era el principal causante de las inseguridades de Akane, estaba agradecido que ese mal entendido había sido aclarado y hasta la fecha se esforzó para demostrarlo tanto con palabras como en hechos.
—Sé que la amas hijo, pero solo lo digo por tu bien— musitó con ternura, obteniendo un sonrojo por parte del azabache como respuesta—Sé que todavía no están casados, pero no estaría demás demostrarle tus emociones por medio de las capacidades que como un digno Saotome debes poseer.
—Mamá… sobre eso hay algo muy gracioso que no te he dicho—Ranma se rascaba la cabeza con nerviosismo y una sonrisa bailaba en sus labios—, pero necesito que me prometas de que no se lo dirás a nadie…
ῴ R&A ῴ
El reloj marcaba casi las diez de la noche cuando arribó a la estación de trenes, sin perder el tiempo avanzó hasta la taquilla de boletos.
—Un boleto con destino a Nagano—solicitó a una mujer que debido a su apariencia podría tener la misma edad que su madre.
—El último tren acaba de salir hace quince minutos— Informó con una sonrisa. Ranma negó con pesar su madre lo había entretenido más de lo necesario exigiendo detalles sobre la noticia recibida— Va a tener que esperar hasta el próximo.
—¿Y eso sería?
—Mañana a las siete de la mañana.
Ranma maldijo por décima vez ese día a su mala suerte y de paso a la mujer que estaba a punto de enloquecerlo, prometiéndose a sí mismo que se cobraría con creces cada una de las cosas que le sucedieron.
Continuara…
N/A:
¡Hola! pues aquí les presento mi pequeño aporte para el desafío de la página. La historia constará de tres capitulo y el ultimo será una especie de epilogo. Solo espero que esta primera parte sea de su agrado.
Aclaró estuve haciendo una investigación y en Japón en los últimos días de diciembre se realiza el receso invernal o como en mi país le decimos vacaciones de invierno.
Sin más que decir, mañana subiré el siguiente parte.
