Malentendidos en Víspera Navideña
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Los personajes de Ranma son propiedad de Rumiko Takashi. Los cuales tome prestados para realizar esta historia que forma parte del desafío #Navifics de la página "MundoFanficdeInuyashayRanma".
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Advertencia: este capítulo contiene lemon o puede catalogarse también como un intento de ello.
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Capítulo tres: "La navidad, es mejor si estas junto a mí"
Después de la tormenta siempre llegaba la calma. Ranma lo sabía al sentir, la que lo azotaba internamente días atrás, había menguado y su ser nuevamente estaba en calma, a pesar de estar apoyado contra una de las paredes rocosas de esa cueva, la sonrisa que se dibujaba en sus labios era sincera, exhaló un suspiró con fuerza al sentir como la locura de los últimos días por fin había acabado, dejando que el sonido del crepitar de los leños de la improvisada fogata se uniera a los acelerados latidos de su corazón.
—Esa sonrisa boba que tienes jamás me dio confianza—murmuró una segunda voz.
Ranma enfocó su mirada azulada en la mujer que estaba frente a él descansando sobre su regazo. A pesar de que su aspecto no fuera el mismo del que tenía cuando arribaron a Nerima horas atrás, la corta melena completamente enmarañada de Akane era una imagen que se repetía constantemente mientras su cabeza reposaba sobre su pecho.
—Así me amas— fue su única respuesta a la vez que con su mano derecha rozaba perezosamente por encima de la ropa las curvas femeninas de la joven de cabellos azulados.
Akane se mordió el labio tratando que sonido vergonzoso saliera de ellos. A pesar de los meses que llevaban como una pareja real, seguía causándole ternura y hasta admiración ver como Ranma había madurado, dejando atrás a ese adolescente que usaba insultos para cubrir sus temores, por uno que no dudaba en demostrarle sus sentimientos cada vez que la ocasión se presentaba.
—Puede ser, pero gracias a tu impulsividad y tu falta de voluntad por controlar tus palabras media ciudad debe imaginarse lo que debemos estar haciendo en estos momentos.
A pesar de las que las palabras de su pareja no reflejaban molestia, sino incomodidad. Ranma tenía que aceptar que su comportamiento no fue el mejor. Sin embargo, no se arrepentía de salir huyendo con ella entre sus brazos, apenas se abrieron las sus puertas del tren, lamentablemente Yuka había adivinado sus intenciones cuando en plena huida emitió un "Usen protección" en medio de una multitud de personas.
—Eso sí que no, esa es culpa de tú amiga—agregó mientras que un leve carmín cubría sus mejillas al sentir nuevamente la misma incomodidad de que eran observado por tantos espectadores— No le alcanzó con todo lo que hizo en el "Centro" tenía que seguir desquitándose de alguna manera conmigo.
—Tampoco fue tan malo, durante todo el día te la pasaste en cama.
—No tenía de otra—bufó con cierto resentimiento. La castaña de verdad había conspirado para mantenerlo alejado. El tener que permanecer como mujer como condición para quedarse, solo fue lo primero de varios sucesos, porque si no, que explicación tenía que extrañamente todos servicios que tomaban estaban sujetos a altas temperaturas. La respuesta era simple solo para que él no las acompañara.
—Bien bebito—musitó divertida al intentar comenzar a arreglar su ropa, sin embargo, la mano masculina del azabache se lo impidió—Ranma tenemos que ir al Dojo, recuerda que hay una fiesta.
—No vamos a ir—su rostro era firme y no aceptaba replicas—. Somos japoneses, nuestra cultura dista mucho de las locas ideas de tu padre. Además, hablé con mi madre y le pedí que avisara que nos íbamos a ir de entrenamiento por el torneo que tenemos.
Akane lo miró con sospecha, si bien lo del torneo era cierto, ya que la idea de participar en pequeños encuentros con el fin de mostrar que el estilo libre de combate estaba presente y listo demostrarle de lo que eran capaces de hacer.
Esa noticia fue anunciada por sus progenitores en la época donde empezó a barajar la decisión sobre su futuro universitario. Su ex prometido fue para sorpresa de toda la familia el primero en exigir que ambos hicieran un viaje de entrenamiento. La alegría y esperanza entre los miembros interesados no se hizo esperar, no era secreto que la boda fallida había deteriorado su ya extraña y compleja relación.
Si en algún momento llegó a creer que Ranma no lograría sorprenderla más, estaba completamente equivocada, apenas llegaron a un claro del bosque, este se había quitado la mochila con un movimiento pesado y sin mediar palabra alguna comenzó atacarla sin las características delicadezas de siempre. Después de varios minutos de intensidad logró poder seguirle el ritmo, era como si por primera vez lograra leer sus movimientos.
Cuando el ataque había disminuido le reprochó su comportamiento, pero internamente estaba feliz porque era la primera vez que era tomada en cuenta por el azabache. La respuesta por parte de él fue inmediata le echó en cara las solicitudes de Universidad. Como era de esperarse sus orgullos salieron a flote y en medio de los gritos surgió la inesperada declaración "Eres tan tonta para darte cuenta que te amo". No obstante, su silencio por culpa de la sorpresa, emitió un mensaje contradictorio, tardó en darse cuenta como la vergüenza en Ranma era sustituido por una tristeza al sentirse rechazado.
Lo siguiente que paso seguiría grabado de por vida en su corazón, en un arrebato para demostrarle su error se arrojó a sus brazos, con suave murmullo lo suficiente alto para que solo lo oyera el, le confeso los sentimientos que guardaba en su corazón. Ese fin de semana comenzó una bella locura de amor, típica de ellos cuando en el trayecto de regreso pasaron frente al ayuntamiento. Con una mirada cómplice y sin mediar palabras ingresaron, para hacer por decisión propia lo que sus padres no consiguieron en dos años.
Akane se mordió al sentir como en su cuello era rozado por los labios de su esposo.
—¿En qué piensas? —murmuró con dulzura, mientras que sus manos se movían con agilidad para terminar de desprender los últimos botones de la blusa que Akane llevaba ese día.
—Que nuestros padres comenzaran a sospechar—ronroneó dejándose llevar por las caricias recibidas—. Sabes que estamos tentando a la suerte ¿cierto?
Ranma se encogió de hombro restándole importancia. Ya que estaba más interesado en desabrochar el molesto sostén que comenzaba a complicarse.
— No pueden hacer nada—admitió con una sonrisa victoriosa cuando la prenda cedió—. El matrimonio fue consumado, no lo único que no hay es el heredero que tanto desean.
—Una locura a la vez Saotome—recordó de manera sutil, como habían decidido que primero terminarían la universidad y después a futuro se vería la posibilidad cuando estuvieran preparados.
—Lo sé, pero imagina como se verían en ese estado— comentó al acariciar los senos femeninos con maestría obtenida de la práctica que compartían.
—Estas obsesionado con ellos.
Ranma solo la miró con diversión y sin romper el contacto visual fue acercando sus labios hasta atrapar entre ellos el botón rosado que se alzaba ansioso de su atención. Ambos exhalaron un gemido ahogado al sentir como sus intimidades comenzaban a sentir el deseo que nacía cuando sus cuerpos compartían esa clase de contacto.
Akane se estremeció cuando la boca de Ranma comenzó a atender el otro pezón que silenciosamente pedía la misma atención. Su interior se contrajo con fuerza a la vez que su boca se abría en busca de aire.
Ranma murmuró una maldición entre dientes cuando su masculinidad fue apretada de manera deliciosa por el interior de su mujer. Estaba maravillado como con tan poco Akane podía activar su libido y arrastrándolo a él también en el camino. Su pelvis hizo un pequeño movimiento para demostrarle que estaba listo, un suave balanceo de las mejores caderas de Japón fue la respuesta recibida.
Ambos compartieron una mirada que develaba que estaban listos para compartir otra entrega y sin decir más decir unieron sus labios en un en beso urgente y duro, haciendo que sus lenguas bailaran en una sensual compartida solo entre ellos.
Los embistes comenzaron a tomar velocidad a medida que sus cuerpos lo iban exigiendo. Ranma siseo cuando el ardor nació en su piel debido a las uñas femeninas que se clavaron en sus hombros. Esa era la señal que necesitaba, envuelto en la adrenalina desvió sus manos cubrir las nalgas de Akane, haciendo que las penetraciones fueran más profundas. El coro de gemidos nuevamente fue la melodía que los acompañaba.
Las fuertes y constantes embates lograron el interior femenino se contrajera de una manera dolorosa. Ranma se mordió el labio cuando su miembro tembló cediendo a la presión recibida sacudiéndose entero, mientras sentía como su simiente se derramaba en su interior, permaneciendo unidos en la misma posición que al comienzo.
—Creo que vamos a progresando— murmuró Ranma al ver que en este encuentro habían logrado quitarse algunas prendas, muy por el contrario, a cuando recién llegaron a la cueva, que apenas lograron correr las prendas lo suficiente para que sus pieles entraran en contacto.
—Eres demasiado pervertido ¿lo sabias? —cuestionó levantando apenas la cabeza del hombro del azabache al recordar cómo fue literalmente acorralada contra una de las paredes rocosas.
—Jamás te oí emitir alguna queja, mi camisa es prueba de ello—señalo la prenda que todavía portaba. Sin embargo, esta ya no poseía ningún botón en ella.
—B-bueno, cual es el plan que tienes en mente—cambio de tema, al no tener ningún argumento para excusarse.
—Simple, nos quedaremos aquí hasta año nuevo.
—¿Es broma? —cuestionó con incredulidad, pero nuevamente el rostro de Ranma era serio—¿Qué va a pasar con…
—Solo concentrémonos en nosotros, lo merecemos. Además, con tus avances en combate ayudará a cubrir cualquier idea que surjan en ellos—argumentó cansado de escuchar sus negativas. Los últimos cinco días su familia, junto a la parvada de locos los habían acosado hasta el cansancio. La única parte positiva fue que las notas obtenidas en sus exámenes, le ayudaban a que su beca deportiva en la misma Universidad que iría Akane estuviera asegurada.
—Obviamente, soy una excelente alumna.
Ranma se felicitó a si mismo ante la respuesta recibida, ahora solo debía aprovechar esos días de tranquilidad, demorando así la posibilidad que Akane lo mandé a volar cuando se entere que la noticia de su matrimonio, ya no era un secreto.
Aprovechando que estaba aburrido en esa habitación, mientras la joven de cabellos azulados disfrutaba del sauna, había llamado a la residencia de los Tendo, agradecido que fuera su madre quien atendiera, gracias a ello se enteró que sus ex prometidas interrumpieron como era costumbre exigiendo respuestas sobre el enlace sorpresa. Desde el comienzo en su mente se formó la idea de ese "viaje", pero diversos sucesos interrumpieron sus planes.
Tres mochilas reposaban en una esquina, dos llenas de alimentos y la última poseía algunas prendas de cambio para ambos. Cortesía de Nodoka Saotome.
Un estruendo interrumpió el silencio que reinaba en esa tenue e iluminada cueva. Anunciando así que la media noche había llegado.
—¡Feliz Navidad Ranma! —musitó antes de depositar un beso en la mejilla masculina.
Ranma arrugó en ceño ante la insatisfacción que le produjo la caricia. Aprovechando que la distancia entre sus rostros era casi nula, capturó sus labios con los suyos.
—¡Feliz navidad Akane! —murmuró cuando el contacto de sus bocas ceso, exhalando un suspiró por ese sabor que lo enloquecía—La navidad, es mejor si estas junto a mí.
¿Fin?
N/A:
Bien, debo decir que este es el final de la historia y con ello termino también este extraño y llenos de altibajos 2021.
Para el 2022, pues ya no espero nada, de todas maneras, siempre termina siendo peor que el anterior, así que solo hay que saber sobre llevarla y no bajar los brazos.
Sin embargo, si les deseo a ustedes lo mejor para el año entrante, que todos sus deseos y metas se cumplan.
También quiero agradecer a todos los que se tomaron la molestia de leer una de mis ideas y aunque no hayan comentado, sinceramente con solo leer ya me doy por satisfecha.
Como cierre final, les dejare a continuación un pequeño bonus como regalo.
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Epilogo:
Siete días después, tal como lo acordaron el tan esperado regreso a Nerima se tenía que realizar. Ranma caminaba varios pasos atrás con paso lento, mientras que Akane emanaba un aura de tranquilidad, debido a que había aprendido nuevas técnicas enseñadas por su azabache.
—Vamos Ranma, debemos llegar antes de que se marchen.
Ranma solo asintió con desgano, cada paso que daba lo sentía como si caminara voluntariamente a su sentencia de muerte, e irónicamente, aunque estaba exagerando un poco. Lo cierto es que la paz que mantuvieron en ese tiempo iba a esfumarse, por la simple razón de no haber elegido las palabras correctas para que el acoso que era sometido menguara. Definitivamente estaba arrepentido de su desliz. No obstante, ahora solo debía afrontar las consecuencias de sus actos, ya que estaba segura que técnica "el tigre caído "no surtiría efecto contra la furia de Akane Tendo, corrección Akane Saotome.
—¿Por qué tienes tanta prisa? —cuestionó al situarse a su lado cuando doblaron en la calle que estaba el Dojo.
—Son cosas de mujeres—desvió la vista en un intento de desviar el interés de su respuesta, lamentablemente obtuvo el resultado adverso en el azabache.
—¡Akane! —la llamó, pero no solo fue ignorado por la chica, sino que con una sonrisa en labios comenzó a correr. Al entender que quería que la siguiera, cumplió con ello—¿Qué pasa? —cuestionó cuando vio que no se movía. Estaba tan acostumbrado que mantuvieran el mismo paso en la destreza, que no percibió que ya habían ingresado a la residencia.
Ranma miraba estupefacto el enorme cartel que colgaba en la entrada de la casa "Felicidades al matrimonio Saotome-Tendo", fue lo último que leyó.
—Ranma… ¡Corre!
Mientras retrocedía tratando de esquivar que el enorme mazo se incrustara en su cabeza, se vio en el derecho de admitir que un simple "malentendido en víspera navideña"
podía desencadenar un completo caos.
Fin.
N/A 2:
Saludos especiales para : Benani, Silvia, Ruth, Romina Landa, HowellSao y Kamisumi.
