Todos los personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi
Esta historia está basada en una película que al final les revelaré y es participante en la temática navideña de la página #MundoFanficsInuyashayRanma espero que la disfruten #Navifics_Con_MundoFanfics.
Un milagro para Navidad
CAPITULO VIII
Suena el despertador, el sueño había acabado, se sentía cansado y triste; tenía miedo de abrir los ojos, aunque quería pensar que al hacerlo la vería a su lado, mantenía una pequeña esperanza de que el universo se hubiera apiadado de él, pero, sabía que eso no pasaría.
Reconoció su habitación y nunca se imaginó odiarla tanto y extrañar ese pequeño cuarto en Nerima. Se levanto para comenzar su día en la vida normal que había llevado sin ella. Estaba preparándose para bañarse, sumergido en sus recuerdos de ese hermoso sueño, cuando alguien toco la puerta.
Nodoka – Ranma, hijo ¿ya despertaste? Serviré el desayuno en unos minutos, para que nos acompañes.
Ranma – Sí, mamá. Sólo me baño y salgo – por un momento había olvidado que sus padres estaban de visita y si ellos estaban ahí, quiere decir que esa mujer también seguía ahí.
Sin perder más tiempo después de su baño, salió corriendo de su habitación con rumbo a la que le había dado a su invitada, ni siquiera toco. Necesitaba entrar y hablar con ella.
Yuriko – Vaya, Ranma, entiendo que sea tu casa, pero ¿podrías tocar la siguiente vez? – Ahí estaba ella, vestida y completamente lista para iniciar el día, parecería que lo estaba esperando, como si supiera exactamente que movimientos haría él.
Ranma – Yo necesito hablar contigo, sobre lo que pasó anoche – justo en ese momento la madre de Ranma entraba a la habitación para decirles que el desayuno estaba listo.
Nodoka – Me puedes decir ¿de qué exactamente estás hablando hijo? – las palabras de Ranma podrían malinterpretarse, sobre todo si tomabas en cuenta que Ranma sólo se había puesto la ropa interior antes de salir corriendo a buscar a Yuriko.
La escena se prestaba a malos pensamientos, Ranma semidesnudo en la habitación de una chica preguntando por lo que pasó anoche. Cualquiera que lo viera pensaría lo mismo que la señora Nodoka.
Esto se estaba complicando, lo último que necesitaba era tener a su madre hablándole del honor y que debía hacerse cargo de la chica ahora, porque eso es lo que hace un hombre. Su mente estaba en blanco ¿Qué debía hacer ahora?
Yuriko – Claro Ranma, hablaremos de la maravillosa cena de Navidad a la que me invitaron, pero creo que sería mejor que te vistieras antes de eso y podríamos tener la conversación durante el desayuno ¿te parece? Me gustaría agradecerles también a tus padres – mantuvo la calma y observo a la señora Nodoka para intentar expresarle que sólo se trataba de eso.
Ranma, le agradeció y salió volando hacia su habitación para vestirse apropiadamente. Mientras los 3 invitados estaban esperándolo en el comedor.
El desayuno paso de igual manera que la cena, ambiente familiar y relajado, los que los vieran pensarían todos son o que al menos llevaban mucho tiempo de conocerse. Yuriko era una chica encantadora y muy buena conversadora, sin embargo, Ranma realmente necesitaba hablar con ella a solas, debía saber si todo lo que ocurrió fue real o solo un producto de su imaginación combinada con el alcohol. Así que estaba desesperado por tener un momento a solas con ella, pero ¿Cómo lo haría? no podría simplemente pedírselo frente a sus padres, no después de la escena de esta mañana; así que sólo le quedo mirarla para que ella entendiera la urgencia de la situación.
Por su parte, Yuriko sabía que Ranma quería aclarar todas sus dudas, pero no podía involucrar a más gente. Ya era demasiado riesgoso quedarse hasta este momento, así que sólo disfruto del desayuno familiar y la conversación que de estaba llevando a cabo.
Yuriko – Bien, no tengo como agradecerles el hecho de permitirme pasar la navidad junto a ustedes. - los miro - Pero debo irme ahora, tengo algunas cosas que hacer y no quiero interrumpir más su día de descanso. – comenzó a levantarse y a despedirse de todos ellos con una gran reverencia – Ranma, si no es mucha molestia ¿podrías acompañarme a la entrada? - esperaba que con esto él entendiera que necesitaban hablar.
Ranma se levantó inmediatamente, estaba comenzando a desesperarse cuando menciono que se iba, gracias a Dios se le ocurrió esa idea; sabía que ella también quería hablar con él y esta fue una buena excusa para poder despejar sus dudas, así que aprovecharía esta oportunidad para al fin obtener respuestas. Después de despedirse de sus padres, comenzó a acompañarla a la puerta, saliendo del departamento comenzó a hablar – ¿Fue real?
Yuriko – Técnicamente sólo fue una visión, pero sí fue real para ti.
Ranma – ¿Por qué? – subieron al elevador; en todo momento Ranma mantuvo su vista al frente, verla a ella le traía los recuerdos de su visión y aún dolía. Su voz estaba apagada
Yuriko – Necesitabas entender muchas cosas – llegaron al lobby del hotel, sabían que esta era la despedida - Sé que piensas que sólo me divertí contigo Ranma, y creeme que no fue así. Todo esto fue por tu bien. - Antes de salir del elevador Yuriko le dijo – ¿Aún crees que no necesitas nada? – ambos salieron y ella se acercó a él para darle un abrazo y le entrego un pequeño sobre – Feliz navidad Ranma – y se marchó
Ranma vio como desaparecía entre las calles, estaba demasiado confundido ¿Quien era ella? ¿Por qué le habían hecho todo esto? y entonces observo el sobre, le parecía muy familiar. Tardo unos segundos, pero lo reconoció, era la nota de Akane; sin pensarlo más llamó, le respondió su asistente y le dio una dirección. Ranma no perdió tiempo, salio del edificio y se monto a su auto para conducir a toda velocidad a la dirección que le habían dado.
Las calles parecían un borrón, ¿qué estaba haciendo? ¿de verdad estaba listo para esto? Intento calmar sus pensamientos y su corazón durante el viaje que no le tomo más que unos 20 minutos.
Al llegar a la dirección, observo un edificio y muchas personas saliendo de el con varias cajas, - "Muy bien Ranma, aquí vamos"- pensó y sin más entró. Subió las escaleras hasta llegar al piso que necesitaba. Estaba nervioso ¿cómo iba evitar abrazarla o besarla si la veía? Para él sólo había pasado una noche separado de ella; pero en la realidad de Akane habían pasado 8 años. Sin pensarlo más entró a la habitación y se encontró con una mujer.
Ranma – Hola, busco a Akane Tendo. Llamé esta mañana - sonó bastante tranquilo, cosa que le sorprendió porque no se sentía para nada así.
Asistente – Ah sí, señor Saotome, permítame un momento – y se adentra más en el lugar, Ranma la siguió a paso lento, observando todo el lugar; era bastante amplio probablemente igual o un poco más que su pent house, iba tan distraído y absorto en sus pensamientos que choco con una caja que tenia encima una figurilla ocasionando que esta cayera y se rompiera. El ruido llamó la atención de todos los presentes y ahí en ese pequeño momento de silencio y calma, donde el tiempo pareció congelarse unos segundos, apareció ella, Akane Tendo, justo con el mismo look de su visión.
Akane – ¿Estás bien? - se acerco a él observando si se había hecho algún daño.
Ranma – Wow, estás hermosa - no pudo evitar decirlo, era la verdad. Akane estaba hermosa
Akane sonrío – Sí muchas gracias, tú también te ves bien – Akane lucia un traje negro formal que hacía relucir su figura.
Ranma se perdió un momento admirándola – Oh, lamento lo de tu figura yo…
Akane – No te preocupes, me alegra que hayas podido venir, ven acompáñame – lo guió más adentro del departamento, dónde todo estaba empacado en cajas y los empleados seguían haciendo su trabajo.
Ranma la sigue - ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué hay tanta gente?
Akane – Me mudo a Nueva York – se agacho para tomar una caja, Ranma estaba en shock ¿se iba a ir? – Toma, son tus cosas, bueno algunas cosas que dejaste aquí – Dijo entregándole una caja, sin prestarle mayor atención para seguir dando ordenes y vigilar que se empacara todo de manera correcta.
Ranma – ¿Estás casada? - necesitaba saberlo, necesitaba saber si ya era muy tarde.
Akane volteo a verlo y comenzó a reír - ¿Qué? !No!, claro que no. He estado muy ocupada para pensar en eso ¿Qué hay de ti?
Ranma - No, tampoco lo estoy... - espero un momento, no era fácil hacer la siguiente pregunta - ¿Nunca pensaste en mí? ¿En lo que pudo haber pasado?
Akane no se esperaba una pregunta así – Amm... estás actuando algo extraño - lo observo - Te diré algo; si alguna vez vas a Nueva York, búscame e iremos a tomar un café ¿está bien? Ahora discúlpame Ranma, pero estoy muy ocupada – lo dijo sin ningún sentimiento, mientras lo acompañaba a la puerta y él sin poder reaccionar sólo la siguió.
Esto no podía estar pasando, ella se iría de su vida para siempre. Pero el shock de la noticia no lo dejo pensar claramente y simplemente se fue.
Al regresar a su departamento sus padres ya se habían ido y le dejaron una nota como despedida. Ranma fue a la sala, se sirvió una copa, estaba meditando mucho si abría o no la caja. Si la abría sabía que los recuerdos iban a resultarle muy dolorosos y ahora con la noticia de que Akane se iba no podía hacer más
- "Eres un cobarde, Ranma" - pensó - "Te jactas de ser hombre entre los hombres y le tienes miedo a una caja" - se estaba retando a si mismo, el miedo lo estaba congelando pero jamás se podía resistir a un reto, así que comenzó a ver el contenido de la caja, ahí se encontraba una camisa roja, la que muchos años atrás no se quitaba, también estaba un botecito de pastillas, la medicina familiar que siempre lo sacaba de un apuro y qué decir de esa bufanda amarilla; estaba navegando en recuerdos hasta que lo vio: fue ese pequeño libro que en años pasados no soltaba, el mismo libro rojo de su visión. ¿Por qué Akane no se había desecho de todo esto? ¿Será que le está mandando una señal? ¿Tendrá alguna oportunidad aún?
Al abrirlo se encontró con unas fotos de ellos juntos, tomadas en una cabina fotográfica. Recordó lo feliz que fue, esa vez fueron al centro comercial en su primera cita, después de que Ranma al fin pudiera expresarle sus sentimientos. Las emociones lo invadieron y todos los recuerdos volvieron, parecía que había sido ayer. Entonces tomo una decisión: No podía perderla, no podía estar más tiempo sin ella, no de nuevo. Él la amaba y necesitaba que ella lo supiera, tenía una nueva oportunidad y no iba a dejarla pasar; muchos años estuvo lamentándose por no poder verla, por haber elegido su carrera sobre ella; pero al mismo tiempo esforzándose para tener el éxito que una vez le prometió, por ambos, para alcanzar la vida que merecían, para que así la culpa no se lo comiera vivo.
Salió corriendo y subió a su auto, pero antes de encenderlo ¿a dónde iría a buscarla? Pasaron horas, probablemente ya deba estar en el aeropuerto, pero ¿en cuál? Estaba perdido, no tenía como localizarla ¿realmente la había perdido? Ya era demasiado tarde para buscar por toda la ciudad y todo era su culpa, si tan solo pudiera regresar el tiempo o cambiar su vida por su visión lo haría; sin embargo, la vida no funciona así
Antes de caer en la desesperación y desconsuelo total, tocaron su vidrio. Ese pequeño sonido lo saco de sus pensamientos derrotistas y alzó la cara. Se sorprendió de verla de nuevo, creyó que su despedida había sido definitiva, pero no fue así. Al otro lado de la ventana se encontraba Yuriko. Comenzó a abrir la ventana, pero antes de que él pudiera preguntarle algo, ella hablo.
Yuriko – Creí que tendría que sacarte de tu habitación arrastrando, te tomo bastante tiempo tomar una decisión – le sonrío – Aeropuerto internacional Haneda, date prisa; su vuelo sale muy pronto. Si te vas ahora llegarás cuando estén abordando. Se feliz Ranma.
Ranma le respondió la sonrisa – Gracias – y sin más que decir, arranco el auto y se fue a toda velocidad al aeropuerto.
No se tomó la molestia de estacionarse adecuadamente, ni siquiera le prestó atención al oficial que le gritaba que no podía quedarse ahí. Entro corriendo y comenzó a buscarla desesperadamente, hasta que la vio, justo en la fila para abordar.
Ranma grito con todas sus fuerzas - ¡AKANE!
Akane volteo sorprendida – Ranma ¿Qué haces aquí? – dijo mientras se acercaba a él.
Ranma – Akane, quédate. No subas a ese avión; por favor tomemos una taza de café, es lo único que pido. Habrá otro vuelo a New York está noche.
Akane llegó a su lado – ¿Es por lo de hace 8 años? ¿Quieres tranquilidad? – Akane estaba confundida, después de 8 años sin verse viene ahora a pedirle que no se vaya – Porque después de todos estos años, descuida, estoy bien. Muy bien, en realidad. No voy a mentirte, estaba decepcionada, pero lo superé me sobrepuse y sé que tú también lo harás – le acaricio el hombro y tuvo una especie de dejavú, excepto que ahora los roles de habían cambiado. – Lo siento, pero debo irme ahora – y comenzó a alejarse de él, nuevamente a la fila para abordar.
Ranma no podía dejarla marchar, no cuando sabe la vida maravillosa que pueden tener juntos – Tenemos 2 hijos – Akane de detuvo antes de entregar su boleto y volteo a verlo – Sayumi y Kano; ella no es muy buena en las artes marciales, pero se está esforzando, es muy lista y directa. Dice todo lo que piensa, sin guardarse nada – siguió avanzando hasta donde se lo permitieron – y Kano, él tiene tus ojos; siempre está atento, cuando lo ves te das cuenta de que está aprendiendo algo nuevo; es como un milagro. La casa está mal, tu trabajo es horrible y a mí me pagan a penas lo necesario para vivir; tenemos algunos problemas, pero nada de eso importa porque nos amamos. Después de 8 años de matrimonio, seguimos enamorados como el primer día, no me dejas tocarte si no te lo digo y te canto; no siempre, pero sí en ocasiones especiales – Akane estaba sorprendida, no entendía de qué estaba hablando Ranma, pero la forma en la que la miraba y la forma en la que le decía todo eso, era imposible de ignorar.
Ranma siguió hablando al ver la atención que Akane le ponía – Hemos tenido sorpresas y ambos hemos hecho sacrificios, pero seguimos juntos. Eres mucho mejor que yo y yo me he vuelto mejor por estar a tu lado – comenzó a reír – Sé que suena raro, después de todos estos años, sólo aparezco para decirte que no te vayas; tal vez fue un sueño solamente, pero te juro que nada me ha parecido más real y si subes a ese avión ahora, se irá para siempre – sus ojos encontraron los de Akane – Podemos seguir con nuestras vidas y estaríamos bien, lo hemos estado estos últimos años separados, pero he visto lo que podemos ser juntos y eso quiero. Por favor Akane, solo un café y luego puedes ir a Nueva York si quieres.
Fue su ultima carta, ya no tenía más par usar. Mantenía la esperanza de que ella se quedara por él, pero también debía ser realista. Él no la había elegido hace 8 años ¿por qué ella debería elegirlo ahora?
Estaba sumergido en sus pensamientos que no notó cuando Akane se acercó a él, hasta que le toco el brazo y le sonrió – Esta bien, Ranma. Tomemos ese café.
En medio del aeropuerto, se puede ver a una pareja disfrutar de un café y una conversación amena, es como si el tiempo jamás hubiera pasado entre ellos; el ambiente es tranquilo y cálido, justo como se esperaría de una noche de navidad.
El café prometido llegó y la conversación que dejaron sin terminar hace 8 años, al fin tendría continuación.
FIN
Notas del autor
Es un capitulo bastante corto, lo sé. No me maten, Akane se quedó ¿o no? Ustedes que hubieran hecho.
¿Listos para iniciar un nuevo año?
¿Ya tienen sus propósitos?
