De paso por Nerima…

Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Esta obra se reserva en su totalidad los derechos de autor, prohibida su copia o uso.

Una historia AU (universo alterno) solo tomo prestado los personajes, no necesariamente deben apegarse a sus personalidades.

Advertencia: está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

O—

Apenas terminaba la primera clase y un grupo de chicos me rodearon, había olvidado que era "la nueva" y que por ende todos estaban curiosos por saber más de mí.

—¿De dónde vienes? —preguntó un chico.

—Dicen que vienes de Europa ¿es cierto? —preguntaba otro.

—Bienvenida, me llamo Yuka —dijo amablemente una chica muy risueña.

—Siempre tan simpática Yuka, hagan espacio a la chica con tanta pregunta la fastidiarán —mencionó otra que ya conocía… —Tendo, tanto tiempo te ves diferente —agregó.

—Tienes razón, han pasado cuatro años ¿no?

—Falta tan poco para graduarnos, todos aquí sino que su mayoría no te recuerda… ya sabes el curso se dividió y quedamos unos pocos —comentó mientras jugaba con su larga cabellera lila.

—Solo vine a terminar mis estudios, apenas dé mi último examen me voy de Japón —sentenció firme.

—Con ese tono cualquiera pensaría que detestas este lugar —musitó el chico que hasta hace dos segundos me observaba en silencio.

De pronto entraba otro maestro, todos se dispersaron regresándome mi espacio personal. Sin embargo, el sensei pidió que fuese a la biblioteca pues allí me entregarían material de estudios y no halló mejor forma que enviarme acompañada de Saotome, otra vez ese chico estaba sobre mis hombros.

—No es necesario que me acompañes, recuerdo muy bien donde queda la biblioteca —aseguré.

—Antisocial pero directa, creo que sí has cambiado un poco Akane —respondió.

—Solo digo que…

—Baja tu guardia, solo estoy haciendo lo que me pidieron —mencionó.

Continuaron caminando por el largo pasillo en absoluto silencio, una vez llegaron a destino la envejecida mujer que atendía allí le entregó unas veinte guías ¡por un demonio! Chilló internamente, apenas había llegado ayer y ya tenía tarea…

Cuando salí de la biblioteca Ranma me esperaba con una lata de soda de naranja, la dejó sobre las guías que llevaba y comenzó a caminar…

—Hey —dije deteniendo su actuar.

—¿Qué sucede? —preguntó mirando de soslayo.

—¿Qué es esto? —cuestioné.

—Una soda, creí que un poco de azúcar te quitaría el mal humor que cargas…

—¡¿Perdón?! —chillé molesta.

—Ya deja el berrinche, solo es una soda y es tu favorita… bueno eso me decías hace cuatro años —comentó más para sí, ¿cómo pudo recordar eso?

—Saotome no vine a rememorar gustos de hace cuatro años, tampoco estoy aquí por gusto, no me interesa tu amabilidad ni la de nadie en este lugar; solo quiero estudiar en paz ¿entendido? —sentencié devolviéndole la soda, pasé por su lado y comencé a caminar pero este me alcanzó interponiéndose en mi camino.

—¿Por qué? Puedo al menos saber ¿qué hice para merecer tu indiferencia?

Algo cabreada y cansada suspiré profundo antes de contestar…

—Nada, no hiciste nada —aseguré, la mirada inquisitiva de Ranma era la misma de hace cuatro años atrás, la misma que le dedicó ese día cuando salió tras ella.

Y así fue, nunca hizo nada incluso en esa última conversación en la cual dejó claro que solo eran compañeros y no, no esperaba que dijera que correspondía a su sentimiento pero creyó que al menos era un amigo en el cual podía confiar y esa mañana mientras regresaba a su casa se prometió nunca más fiarse de los demás.

Pasó por su lado y caminó sola de regreso al aula, sin mirar atrás volvió a acomodarse en el pupitre bajo la atenta mirada de todos.

—¿Y Saotome? —preguntó el maestro.

—No lo sé —respondió naturalmente.

Unos diez minutos después aparecía Saotome por la puerta y luego de una breve reprenda del maestro regresó a sentarse.

El resto de las clases trascurrieron en relativa normalidad, era hora de almorzar y tomé mis cosas para ir a la cafetería por algo de comer.

Con el plato de estofado se dirigió a una mesa vacía y procedió comer, al apetitoso y caliente alimento la reconfortó, sabores únicos que le recordaban su infancia, incluso en Cambridge no encontraba un buen restaurant japonés así es que disfrutó mucho cada cucharada que se llevaba a la boca. Sumergida en el sabor e intentando ignorar las miradas curiosas a su alrededor tomó su móvil encontrándose con un mensaje enternecedor…

"Day one without you, I hope you are well" (Día uno sin ti, espero te encuentres bien)

La dulce sonrisa que mostró en ese momento la captaron solo algunos, el muchacho nuevo que ella acogió hace cuatro años la observaba detrás de su botella de agua. Aun no comprendía la actitud un tanto hostil por parte de Tendo, su única respuesta era que guardaba rencor por lo que vivió en esa época, sin embargo tenía mucha curiosidad por saber qué había sido de ella durante todo ese tiempo fuera.

En cuanto acabó con su tazón de estofado se levantó y se dirigió a los sanitarios de dama, Akane necesitaba un momento a solas, lejos de tanta mirada por ser "la nueva" y una vez dentro y a puertas cerradas soltó un enorme suspiro. Deseaba irse y tomar el siguiente vuelo a Inglaterra, pero… su padre aún no mejoraba y prometió terminar esta etapa de su vida en Japón hasta que mejorase. Ni siquiera acababa el día y la frustración, el reencuentro con personas que la marcaron hacía abrir una herida que pensaba había cicatrizado. Debía ser fuerte, soportar estos meses y abocarse a estudiar era lo único que le importaba.

Sin embargo, nuevamente era objeto de comidillo en boca de muchos…

—¿La viste? Es ella te lo juro, la misma Tendo —decía una.

—Al principio no lo creí, tuve que verla con mis propios ojos. No entiendo por qué regresó —comentaba otra chica.

—Pues el curso se separó, ya no estamos todos juntos aunque supe que quedó con Saotome —aseguraba otra voz más chillona.

Akane oía todo detrás de la puerta del sanitario, se vio las manos y pudo ver unos ligeros temblores que comenzaban a asustarla, indicios que convocaban un estado de estrés del que ella sabía muy bien.

—¡Qué suertuda! De nuevo con él…

—¿Por qué suertuda? Ranma nunca se fijó en ella, además las cosas han cambiado.

—Tienes razón, igual se ve diferente con ese cabello y esa ropa europea es una creída —escupió la chiquilla.

—¡No tiene amigos, en realidad nunca lo has tenido! —exclamó otra y todas echaron a reír sacando carcajadas burlonas.

La menuda Tendo puso la mano sobre la manilla para salir cuando oyó una voz fuerte haciéndolas callar…

—¡¿Qué es lo divertido?! ¿No tienen nada mejor qué hacer?

—¡No te metas Yuka! —arremetió la más venenosa.

—Ustedes hablan mal de una persona y ella ni siquiera se puede defender porque no está presente, además Tendo vino a estudiar, nunca más la volverán a ver y en vez de crear gratos recuerdos solo quieren lastimarla con sus lenguas afiladas —sentenció la chica.

—Eres una aguafiestas.

—Ni siquiera conociste a esa chica antes, no sabes todo lo que provocaba…

—Tienes razón, yo no la conozco, pero te equivocas en algo —replicó Yuka.

—¿En qué? —cuestionaron "ofendidas" y burlonas.

—Sí puedo saber lo que ella provocaba, ustedes ¡todas! La envidiaban e incluso me atrevo a decir que eso no ha cambiado ahora. Hasta ha viajado a otro continente, ella aprendió otra cultura ¿crees que un día podrás estar a su nivel?

La muchacha se fue dejándolas enardecidas, Akane no salió del sanitario hasta que no oyó voces; una gruesa lágrima bajaba por su mejilla y es que nunca nadie en esa escuela había sacado voz por ella y eso la conmovió por completo.

Luego de refrescarse salió rumbo al aula sumida en sus pensamientos, de alguna forma no sabía cómo reaccionar a lo que oyó. Prefirió guardarse una vez más los ataques infundados de sus pares y atesorar lo que esa chica llamada Yuka había hecho al defenderla, después de todo, ninguna de las partes dio cuenta de su presencia.

Mientras buscaba un bolígrafo, un par de ojos carmesí se acercaba hasta ella…

—No pude verte en todo el receso Tendo —la voz de la chica la fastidió.

—¿Qué quieres? —preguntó.

—Darte la bienvenida, han pasado muchos años…

—En serio no te molestes, además tú y yo éramos todo menos amigas —aseveró Akane.

—Las personas cambian Akane, así como tú…

—No me conoces Shampoo, nunca te diste el tiempo de hacerlo ¿por qué ahora?

—Bueno, antes era verdaderamente insoportable y ahora ya no. Intento ser una buena chica, aquí en la escuela y con mis amigos.

—Bien por ti —respondió tajante.

—¡Vamos a un karaoke al terminar las clases, todo el curso asistirá!

—No gracias —contestó Tendo.

—Vamos, no seas aburrida… ¿cuándo regresaste a Japón?

—No quiero, no insistas por favor.

—¡Déjala ya Shampoo! Ella no desea compartir con nadie aquí, tendrá sus razones —arremetió Ranma quien se acercaba.

—¡Cariño! —Chilló ella colgándose de su brazo— solo quería sociabilizar pero Tendo no quiere —agregó casi haciendo un mohín absurdo.

El maestro una vez más salvaba el incómodo momento, todos a sus lugares y con ello podía hundir el rostro en su cuaderno. Las siguientes horas fueron algo lentas pero finalmente podía irse de allí.

Salió rauda entre los pupitres y caminó hasta la salida, una vez fuera pudo respirar con cierta normalidad, había andado alrededor de una cuadra camino a la estación más próxima cuando oyó su nombre a viva voz… ¡Akane!

—Eres muy rápida, creí que no te alcanzaba —dijo Ranma agitado por tanto correr.

—¿Qué haces, por qué me buscas? —preguntó intrigada.

—Sé que ya me enviaste al carajo pero… —se tomó unos segundos para continuar— ¿me puedes escuchar solo cinco minutos? —agregó sorprendiéndome.

—Ya que corriste hacia mí, te los daré —respondió.

Nos acomodamos en una banca y este me vio directo a los ojos…

—Lo siento —fue lo primero que salió de sus labios.

—¿Ah?

—Lo siento mucho Akane, creo que eso me faltó decir esa vez hace cuatro años.

—¿Po qué lo sientes? —preguntó.

—Porque creo que tienes resentimientos, no fui el mejor compañero, tú me ayudabas mucho y eso me permitió tener buenas calificaciones y de pronto un día desapareciste y no te vi más.

—Me estás diciendo que fui útil un tiempo hasta que no regresé a la ¿escuela?

—No, no, no me malinterpretes. Lo que digo es que, pude ser mejor contigo y fui miserable al no comprender tus sentimientos.

—¡¿Perdón?! ¿De qué sentimientos hablas?

—Todo mundo señaló que yo te gustaba y que…

—¡Para por favor! ¿Acaso crees que me fui de aquí, de mi país, que me alejé de mi familia por ti? —el rostro de Ranma estaba en una encrucijada, parpadeó varias veces para comprender el garrafal error que cometía al sacar aquella conclusión.

—Pensé que te gustaba… eso me dabas a entender —replicó cabizbajo.

Akane se puso de pie muy enojada, lo vio con muy mala cara y…

—¡Claro que me gustabas! Tú les gustabas a toda la maldita escuela ¿y qué con eso? —el chico estaba asombrado de la forma en que ella disparó sus dardos, admitía que le gustó pero y ¡qué!

—Solo digo que…

—¡Cállate Ranma! Nunca me conociste ni siquiera ese tiempo estando juntos, solo era la chica tímida que te ayudaba a estudiar ¿verdad?

—Lo siento Akane, pero entonces ¿por qué me odias?

—Yo no te odio, detesto todo este lugar porque lo pasé muy mal, fue en donde recibí las peores humillaciones de mi vida e incluso tú ese día, no me defendiste.

—Fui un idiota, luego supe que te habían molestado…

—Demasiado tarde y por lo demás todo aquello ya no me importa.

—Pues no lo pareciera… —replicó.

—No intentes psicoanalizarme Saotome, no intentes buscar una explicación porque solo te encontrarás con un gran muro.

—Solo quería pedir disculpas por haberte hecho sentir mal, no sé exactamente qué hice pero…

—Ya te lo dije, no hiciste ¡nada!

—¿Podemos llevar la fiesta en paz?

—No me vuelvas a hablar —sentenció.

—¡No seas extrema Tendo! —gritó mientras se alejaba.

Akane estaba muy molesta con él, era un bobo que no veía más allá de su perfecta nariz. ¿Qué te crees Ranma Saotome? Se preguntaba iracunda, nunca fuiste el motivo de mi partida, pero cómo dolió sacarte de este tonto corazón que no comprendía que no sería correspondido; concluyó en reproche.

Luego de llegar a casa fue a ver a papá que seguía en reposo, lo encontró dormido y no quiso hablarle pero su hermana mayor le pidió ayuda en la cocina y se entretuvo lavando algunos vegetales…

—¿Cómo te sientes Akane? —preguntó la mayor.

—Estoy bien Kasumi —respondió.

—Pero tu cara dice todo lo contrario, te ves cansada y molesta.

—Dormí poco, aún no me acostumbro al cambio de hora eso es todo.

—Y la escuela ¿cómo te fue?

—Estuvo bien —contestó.

—Viste a tus antiguos compañeros ¿verdad?

—Solo algunos, irrelevantes la verdad.

—Ay Akane, no seas así eran unos chiquillos inmaduros…

—No deseo hablar de mis peores años de escuela hermana, iré a recostarme.

La mayor de los Tendo se quedó un poco preocupada de la actitud de su hermana menor, era obvio que no estaba a gusto incluso cuando le comunicó que era preciso que viajase a Japón Akane se resistía a la idea de tener que terminar sus estudios en la misma escuela que la hizo tanto sufrir. Además la chica había formado un grupo íntimo de amistad en Cambridge y estaba segura de que debía extrañarlos.

Una vez llegó a su habitación dejó caer su menudo cuerpo sobre la cama, comenzaba a sentir los estragos del viaje, la diferencia de nueve horas y por supuesto el estrés del primer día de clases. Tomó su móvil y releyó el mensaje de él… tenía tantos deseos de verle, de contarle cada detalle vivido desde que llegó a su tierra natal, estaba segura de que al final de cada reclamo o queja este sacaría algo positivo y por supuesto la haría sonreír.

Suspiró extrañándolo cuando de pronto una video llamada entraba… era Emily su mejor amiga en Cambridge y se incorporó de puro gusto.

—¡No puedo creerlo! —gritó.

—¡I miss you Akane! —chilló al verla muy emocionada.

—No esperaba una llamada ya es algo tarde allá…

—Sí lo sé, pero quería verte —mencionó— ¿Cómo estuvo el viaje?

—Agotador —respondió.

—Lo imagino, pero ¿cómo está tu padre? —preguntó Emily.

—Estable, la operación en su columna salió bien pero necesita terapia, reposo casi absoluto el primer mes, solo espero que mejore pronto —respondió.

—Me alegra oír eso amiga, estoy segura de que el señor Tendo es fuerte confía en la medicina y en la voluntad de tu padre.

—Sí lo haré.

—Aquí todos, todos te extrañamos… no es lo mismo sin ti little japanese— sus amigos en Cambridge también hablaban japonés, el instituto al cual ella pertenecía era un intercambio contante de lenguas a través de becas que solo alumnos connotados podían adquirir, ese era precisamente el caso de Akane.

—No me digas eso que… me da mucha tristeza —respondió seria.

—Solo serán unos meses, sabes que estamos esperándote aquí.

—Hoy no fue un buen día Emily…

—¿Te molestaron mucho?

—¡Todo sigue igual, todo! —exclamó afligida.

—Akane, debes ser fuerte. No permitas que menoscaben tu espíritu, ellos no te conocen no son nada en tu vida no le des mucha importancia a lo que puedan decir o hacer.

—Lo hago, eso intento pero es duro… es difícil porque allí no tengo amigos.

—Te llamaré diario, lo prometo —se apresuró a decir su colorina amiga.

—No es necesario, sé que no puedes siempre… pero estaré feliz cuando lo hagas.

—Akane te quiero, no olvides que eres una chica muy valiosa. Organizaré un video llamada en donde estemos todos, lo prometo.

—Está bien, lo esperaré con ansias…

—Él ¿te escribió?

—Sí, de hecho iba a responderle…

—Oliver cuenta los días para ir por ti al aeropuerto —comentó Emily.

—Lo sé —respondió más para sí.

—¿Has pensado en la propuesta? —Preguntó su amiga— Akane, lo que sea que decidas Oliver lo va a respetar porque te quiere de verdad —agregó.

Entonces un toque a su puerta la distrajo.

—Debo atender…

—Ok, no te preocupes hablamos por texto cuídate mucho bye.

La llamada terminaba estrepitosamente, Akane se paraba de mala gana a ver qué carajos quería ahora alguna de sus hermanas… sin embargo, cuando abrió la puerta un par de azules la veían muy serio.

—¿Ranma? ¿Cómo subiste, qué haces aquí? —el chico extendió una bolsa para que ella la recibiera.

—No vine por voluntad, para que no pienses que estoy acosándote —contestó— mi papá es muy amigo del tuyo y mi madre también, se conocieron hace años justo cuando te fuiste.

—Entonces…

—Me pidieron venir con ellos, para darle la bienvenida a la hija pródiga —finalizó.

—Ah… ¿Qué es esto? —peguntó curiosa.

—Mi mamá no sabe tus gustos, pero son dulces que ella misma preparó —mencionó rascándose la nuca un poco avergonzado.

—Ella sigue ¿abajo?

—Sí, acabamos de llegar y tu hermana casi me empujó escaleras arriba, el patito en tu puerta me indicó que esta era tu alcoba.

—Iré a agradecerle, aunque no la conozco…

—Bien, iré bajando mientras.

En ese instante aparecía Kasumi con refrescos y galletas…

—Ranma qué haces ahí parado, Akane déjalo pasar es tu compañero ¿no? —ambos se vieron con cierto desdén, era incómodo en verdad considerando la plática a la salida de la escuela.

Akane entró con Ranma detrás y Kasumi dejando la charola sobre la mesa, sonrió como siempre y se fue cerrando la puerta.

—¡Por un demonio! —chilló Akane molesta.

—Puedo bajar por la ventana Akane no te enojes…

—No es eso, me molesta que haga esas cosas y lo sabe. Te pido una disculpa pero es que mi hermana cree que estamos en la guardería y todos debemos ser amigos.

—Ella suele ser muy amable, aunque me insistió mucho en que viniera a saludarte y de paso mi mamá me entregó la bolsa con golosinas.

Los dos se quedaron viendo en silencio…

—Esto es estúpido ¿no crees? —comenzó a decir Akane.

—¿A qué te refieres?

—No somos amigos, no hay nada en común entre los dos pero ellos quieren juntarnos.

—Ah… no te preocupes yo tengo novia —soltó de cuajo.

—¿Novia? ¿Crees que podría importarme eso?

—Ya quieres pelear Tendo —dijo este alzando los brazos.

—¡Largo de mi alcoba! —gritó.

—Con gusto —respondió yendo hacia la puerta, puso la mano en el pomo y esta no se movía…

Akane se acercó al notar que este movía efusivamente el infame pomo…

—¡Hazte a un lado! —Chilló y este obedeció haciendo un mohín— ¡Maldita sea se atoró! —exclamó.

—Qué grosera Tendo, Europa te enseñó ¿eso?

—¿Deseas oír insultos en inglés? —le increpó con el ceño fruncido casi que chocaban sus frentes.

Ranma la veía molesto pero por alguna razón esa menuda chica tímida que escondía su bonito rostro entre su larga cabellera no estaba, esos lindos ojos lo miraban de forma interminable como si siempre tuviese algo que decir, ahora alegaba, maldecía y hasta respondía. Sí, Akane no era la misma de hace cuatro años quizás era mucho mejor.

Continuará…

Estimado lector, esto recién comienza a armarse hay mucho por saber todavía pero en cada capítulo les iré dejando pistas. Ahora bien, creo sin duda alguna que la parte más potente fue cuando Akane oía nuevamente prejuicios hacia su persona. ¿Creen que realmente superó esa etapa de su vida? No es fácil regresar al lugar que te hizo tanto daño y además esas mismas personas al parecer siguen siendo igual de fastidiosas y malas que antes. Por ello, mi bella protagonista utiliza una armadura "made in Cambridge" su amiga la llamó por dos motivos; la extraña y además quería darle ánimos porque es seguro que sabe el precedente que hirió profundamente a una adolescente Akane. ¿Qué opinan? ¿Piensan que Ranma oyó parte de esa conversación? Justamente cuando Emily menciona a un tal ¿Oliver? ¿Quién es ese dulce chico inglés que hace sonreír a Akane?

Y ¿qué hay de la conclusión un tanto egoísta del trenzudo? Este Ranma no es tan arrebatado, aunque eso podría cambiar…

Gracias a todos quienes leyeron y comentaron o dejaron su fallow.

Si te gustó este capítulo por favor no dudes en dejarme tu review.

Desde Chile una fanática más de Ranma ½

Pd: la continuación de este fic se retomará en Enero 2022.

Que tengan lindas fiestas y próspero año nuevo, les desea con cariño Sweetsimphony.