Las maletas golpearon fuertemente el suelo, Kristoff lucía exhausto tras haberse ausentado de casa por motivos de trabajo y ella empezaba a pensar que lo correcto sería dejarlo descansar para que recuperase energías antes de agobiarle con alguna charla complicada respecto a su matrimonio.
—Hola — Saludó el rubio mientras se dirigía al sofá dónde ella se encontraba y se dejaba caer sobre éste, quedando junto al lado de su esposa —. Te extrañé — Admitió.
Elsa sonrió levemente a pesar de que él ni siquiera estaba mirándola en ese instante, llevó su mano hasta el cabello dorado de su marido y lo acarició levemente, mientras internamente aún se debatía entre si debía simplemente dar inicio a una incómoda conversación o simplemente fingir que no se había acordado de la última conversación que habían tenido antes de la partida del rubio.
—También te eché de menos — Dijo la rubia. Apartó su mano del cabello de Kristoff en cuanto éste se empezó a mover tan sólo para apoyarse sobre sus rodillas y acercarse a ella.
Con una de sus manos acomodó un mechón de cabello de su esposa y acarició su mejilla con suma delicadeza, mientras ella le miraba atenta con sus ojos azules, el rubio se acercó lentamente a su rostro, sus narices se rosaron, en cuestión de segundos sus labios habían reclamado los de ella, Elsa cerró los ojos y correspondió el beso.
Kristoff empezó a empujarla lentamente con el objetivo de que ella terminase por recostar en el sofá, pero ella le detuvo.
—Debes estar cansado por el viaje — Habló ella, colocando sus manos sobre sus hombros de manera delicada y a la vez firme —. Seguramente quieres descansar un poco, puedes ir a la recamara y yo me ocupo de desempacar tus maletas — Propuso.
—Estoy bien, solo estaba siendo dramático…ya sabes como soy — Dijo Kristoff —. Estuve pensando en ti, ya quería verte y lamento el no haber llamado siquiera…
—Kristoff — Lo interrumpió —. Creo que debemos hablar, yo también estuve pensando en ti y en la conversación que tuvimos antes de que te fueras.
— ¿Quieres que lo nuestro termine? — Preguntó en cuanto ella dijo eso.
—Quizá tú quieras que eso suceda — Murmuró — Kristoff yo…hubo alguien más — Confesó.
— ¿Alistair Krei? Lo sé — Dijo él, desconcertándola completamente —. No es precisamente el hombre más discreto del planeta y al parecer alardeo al respecto con alguien que se encargó por esparcirlo por la oficina — Le hizo saber —. Lamento si debí habértelo dicho, es sólo que…
—Nunca dijiste nada — Volvió a interrumpirle.
—Elsa, ambos estábamos pasando un mal momento y a veces siento que tu aún lo estás pasando mal, pero no eres precisamente de las que habla respecto a lo que les preocupa o sus problemas — Dijo Kristoff —, no sé qué tanto haya significado Krei, pero…no quería reclamar nada, las personas hacen toda clase de cosas en medio de un duelo o momento difícil.
— ¿No te importa acaso?
—Claro que he querido darle un puñetazo a Krei en más de una ocasión — Elsa rió levemente, entendiendo completamente ese sentimiento —. Yo voy a quererte siempre y estoy más que dispuesto a que volvamos a intentar ser una buena pareja, intentaré ser mejor esposo, podemos quedarnos aquí o iniciar de nuevo en cualquier otra parte… si tú quieres.
—Kristoff…yo… — Suspiró —. De verdad creo que quiero eso que tu propusiste antes de irte, intentar mejorar nuestro matrimonio y en un futuro adoptar un niño, ser una familia…creo que es algo con lo que soñaba desde antes de casarnos — Admitió —, pero yo…no creo merecer eso, ni sé si es algo que realmente deseo o simplemente añoro algo estable y que es algo que toda mi vida me hicieron creer que quería, no lo sé… — Dijo —, de verdad intenté pensarlo, pero unos días no es suficiente.
—No tenemos por qué tomar una decisión así ahora, podemos hablarlo después y poco a poco decidirlo juntos — Propuso él —. Creo que debo disculparme por haberte presionado a hacer una elección de este tipo.
—Kristoff…creo que quiero pasar un tiempo a solas — Dijo ella —, debo estar completamente segura de que es lo que quiero, pero ¿Te digo de que estoy segura? Tú mereces a alguien que te amé completamente, que este cien por ciento segura de querer estar contigo — Habló —. Yo te quiero Kristoff, pero no te amo y creo que tú tampoco me amas realmente, sólo lo intentamos y no creo que esa clase de sentimientos se deban intentar o forzar para que existan — Continuó —. Ayer había decidido que te elegiría, que elegiría una vida dónde estaríamos nosotros juntos, una familia y que sería mejor esposa, pero…lo hice por los motivos equivocados.
— ¿A qué te refieres con motivos equivocados?
—Estabilidad, seguridad…— Mencionó algunas —. Eres un buen hombre Kristoff, pero enserio creo que lo mejor es que este sola un tiempo y no lastime a nadie más, te diría que puedes esperarme, pero…no quiero que lo hagas, quiero que tu tengas la mayor felicidad del mundo y si te quedas conmigo jamás la tendrás y lo sabes.
—Sugieres que tramitemos el divorcio.
—Creo que es lo mejor, pero ya sabes…no tenemos que hacerlo justo ahora, podemos hablarlo, tomar decisiones antes de comenzar con el proceso y…bueno…yo buscaré empleo y ahorraré para… no lo sé un boleto de avión a Noruega — Habló ella.
—Pensé que preferirías morir antes que volver a Noruega — Mencionó el rubio.
—No seas dramático, por más que deteste la idea de volver a vivir con mi madre estaré bien y sería temporal — Comentó ella —. O podría descartar Noruega si consigo un departamento con renta barata… ¡No lo sé! Pero te aseguro que estaré bien, por si acaso lo que te ha retenido a mi lado ha sido la preocupación de que yo no esté bien…lo estaré, lo estaremos.
— ¿Hay alguien más? — Preguntó — Si acaso es Krei aun, Elsa yo creo que estarías cometiendo un error.
—Como dije…por ahora necesito estar sola — Dijo —, pero te mentiría si te dijera que no he estado viendo a alguien más.
-o-
—Voy a divorciarme — Tras casi un mes sin verla, la rubia se presentó en la florería tan sólo para informarle sobre la decisión que había tomado.
— ¿Por qué me lo dices? — Cuestionó el pelirrojo un tanto extrañado y un poco molesto por no haber recibido un mensaje siquiera por parte de la rubia desde la última vez que se vieron — No me habías buscado desde que me echaste de tu casa.
—Me dio la impresión de que estabas proponiéndome un futuro juntos en ese momento — Confesó ella —, fue abrumador porque…bueno, quizá yo malinterpreté las cosas, disculpa.
—No lo hiciste, creo que fue el momento…no lo sé, tenías razón al decir que era apresurado — Dijo Hans —, pero aun así esperaba saber algo de ti.
—Kristoff me había pedido pensar sobre lo nuestro y que es lo que yo quería — Dijo —. Durante el tiempo en que estuvo fuera de la ciudad no hice más que evadir el tener que tomar una decisión, pero…creo que en ese momento te habría dicho que también quería conocerte mejor.
— ¿Y por qué no lo hiciste?
—Creí que lo correcto o mejor para mí sería elegirlo a él — Admitió —, sin importar si no lo amaba, pensé que lo que debía hacer era seguir a su lado y dejar de frecuentarte.
—Imagino que no resultaron bien las cosas…
—En realidad hablé con él al respecto el mismo día en que regresó — Dijo ella —, él sabe sobre ti de hecho, bien yo… quizá deba irme.
—No — Dijo él —, creo que nosotros tenemos mucho de qué hablar todavía.
—Claro, si tú quieres… — Murmuró la rubia.
