"Aceptación"

Las condiciones son dos, bastante simples, aunque un poco difíciles de mantener.

La primera es que nada puede pasar en términos de hacer pública su relación. Como bien lo menciona Nakuru en una ocasión, ella sabe lo suficiente de su carrera, y lo mejor para evitarle a Eriol la persecución de los medios y de sus propios compañeros, es parecer soltero. Además, existe la cuestión de no querer dar la impresión de que se acuesta con él para ganar trabajos. Eriol refunfuña con burla e incredulidad ante esto último, pero acepta con bastante facilidad.

Sakura y Shaoran son los únicos que saben acerca de su relación; y es que sería bastante imposible ocultarles la verdad. Lo que por cierto les viene bien y les ahorra explicaciones cuando un viernes por la noche son encontrados besándose en el sofá de la sala.

La segunda condición es que nada puede pasar en situaciones de trabajo, especialmente si ella participa en su sesión fotográfica. Establece un mal precedente además de ser poco profesional y Tomoyo aún tiene un calendario y algunos contratos que completar antes de retirarse de las pasarelas y el modelaje en general.

El rodaje de Yohji Yamamoto un mes después de iniciar su relación, es la primera prueba.

La cual fallan espectacularmente.


- "Detente" – ella susurra, empujando los hombros de Eriol, intentando alejar su boca de su garganta – "Alguien podría escucharnos.".

- "Es puro encaje azul, ¿qué esperas de mí?" – suspira contra su cuello.

El peso de él es insistente, inmovilizándola contra la puerta. La sesión es de interior, en una elegante mansión, y el resto del equipo está tomándose un descanso.

Sus manos se deslizan sobre sus muslos, arrugando la falda de su vestido.

- "Yohji Yamamoto te mataría ahora mismo" – suspira a través de un gemido, enredando las manos en su cabello.

Eriol sonríe sin sentirse arrepentido ni un poco – "Creo que él apreciaría probar la famosa expresión Prêt à porter* en su colección".

Tomoyo casi ríe, pero él la silencia con un beso, olvidando por un instante que parte del personal y los asistentes están a solo unos metros de distancia.

Quince minutos más tarde, Eriol es todo un profesional mientras se para frente a la cámara.

Es insufrible el hecho que cada vez que humedece los labios, ella tiene que morderse el interior de la mejilla.

Es bastante obvio que ha perdido esta batalla.


Pronto, Tomoyo piensa en el futuro de una manera diferente.

Y eventualmente el círculo de confianza se extiende. Ella se lo anuncia a su familia después de tres meses. Sus padres y Kaho sonríen complacidos y Touya, aunque con menos entusiasmo, también da el visto bueno.

Kaho le cuenta luego en confidencia que si no fuera por el hecho de que la carrera de Eriol va en alza y está en gran demanda, la desconfianza de Touya ante la posibilidad de que estuviera aprovechándose de ella, sería un hecho. Tomoyo está acostumbrada al recelo de su hermano, sobre todo porque en esta carrera, donde el escrutinio y el reconocimiento profesional también forman parte de la receta para el éxito, existen muchas personas que buscan conexiones por conveniencia para escalar con rapidez.

Eriol se sincera con Nakuru también, quien sonríe y grita "Lo sabía" una y otra vez cuando la invitan a cenar. Por añadidura, Yukito es el último en compartir el secreto.

La algarabía se calma, los meses pasan y ellos prosperan. Tomoyo continúa cumpliendo sus compromisos, desfiles y trabajos de impresión; pasando más noches en el apartamento de Eriol que en el suyo. Su figura adquiere una mayor demanda después de que los anuncios de Yohji Yamamoto se publican, pero rechaza cualquier nueva proposición. Algunos de sus contratos terminan a final de año e inmediatamente necesita empezar a trabajar en su nuevo proyecto. Siente que empieza a contar los días hasta que pueda ser completamente libre y compartir con Eriol sin ningún tipo de prejuicios extraños o consecuencias profesionales.

Sakura regresa de New York antes de lo previsto, intentando enfocar sus esfuerzos en la campaña de Diamantes Li; además de mencionar que le cuesta mucho no tenerla cerca compartiendo como siempre.

- "¿Sucede algo malo?" – pregunta, cuando encuentra la mirada sombría de Sakura repasando algunos blogs de moda en su iPad.

- "Tan solo buscaba las reseñas del primer adelanto de la campaña de Diamantes Li".

- "¿Malas noticias?" – para Tomoyo eso es lo único que podría explicar la expresión de su hermana.

Cuando Sakura niega con la cabeza, ella deja sus compras en la cocina y se acomoda a su lado en el sofá para poder entender su comportamiento.

De forma general, las reseñas son bastantes positivas, el problema es la fotografía principal que ilustra a la mayoría de los artículos, los que por cierto no pierden la oportunidad de agregar rumores "relevantes" que involucran al heredero de la compañía. Hay una hermosa joven de largo cabello negro colgada del brazo de Shaoran y el adjetivo 'Prometida' adherido a cada explicación que expone su identidad.

- "Yo no confiaría demasiado en estos reportes, Sakura. Ya sabes cómo funcionan los medios" – sonríe, intentando transmitir ánimo – "Además, me cuesta creer que en todo este tiempo Shaoran nunca mencionara algo tan importante como una prometida".

- "Él es bastante reservado con su vida privada" – ella suspira.

- "Le preguntaré a Eriol" – no agrega nada más pues es evidente que Sakura empieza a cerrase emocionalmente.

- "No te preocupes, no hace falta".

Tomoyo pasa el brazo derecho por los hombros de su hermana ofreciendo un pequeño abrazo y un beso en la frente.

- "No tiene nada de malo descubrir que alguien te importa mucho más de lo que pensabas".

- "Solo somos amigos" – se sonroja hasta las orejas – "Además, estoy trabajando para él".

- "El único motivo que me hace pensar lo detiene para intentar algo más" – es sincera – "No quiere obligarte a aceptar sus avances cuando se encuentra en una situación de poder".

Tomoyo le pide no torturarse con la cuestión y distraerse con la preparación de la cena.

No queriendo discutir el asunto con Eriol por teléfono, decide esperar a comentárselo hasta que regrese de su viaje de trabajo.


Regaba las plantas del apartamento de al lado cuando el rostro de un cansado Eriol se ilumina al verla.

- "Bienvenido".

Fue lo único que puede pronunciar antes de que el fotógrafo la tome en brazos y la bese ahí mismo en medio de la terraza; y entre risas y algunos trompicones la carga hasta la recámara.

Tomoyo ríe cuando la deja caer sobre el colchón, siguiéndola rápidamente, colocando el peso sobre sus antebrazos, cuidando de no tirar del cabello oscuro extendido en todas direcciones e inclinándose para besarla de nuevo antes de arrastrar sus labios por la línea de la mandíbula hasta su cuello.

- "Eriol... dime, ¿tú sabrías si Shaoran mantiene una relación seria con alguien, cierto?" – replica como puede y entre suspiros.

Él ríe contra su garganta.

- "Es un poco preocupante que pienses en la vida amorosa de mi mejor amigo cuando no me has visto en una semana y yo intento hacer que te olvides del mundo".

Ella acaricia su cabello, obligándolo a mirarla – "Pues no me has dado tiempo de nada más, y realmente deseaba preguntar" – hay una chispa juguetona en sus ojos azules.

- "Mmm, supongo que Sakura leyó las primeras reseñas de la campaña y vio la fotografía de Mei Ling" – se aparta de ella acomodándose a su lado, apoyando su cabeza sobre la mano izquierda mientras que con la otra acaricia su rostro y aparta un par de mechones rebeldes – "Le advertí a Shaoran que esto podría pasar y que provocaría un malentendido".

- "¿Quién es ella?".

- "Su prima".

- "¿Entonces, no es su prometida?".

- "Hay una historia detrás de ese rumor" – replica, antes de volver a tumbarla sobre su espalda y reanudar su labor besándola hasta que intenta recuperar el aliento – "Pero eso puede esperar" – sus manos acarician su cuerpo y Tomoyo arquea la espalda a modo de invitación.

Y el sentimiento de querer quedarse para siempre así, donde cada uno intenta descubrir del otro todos sus secretos, los más oscuros y los más brillantes, los envuelve en la emoción de sentirse completos. Vivos. Con el mundo volviendo a tener sentido a su alrededor al encontrarse en los brazos del otro.


Al día siguiente, Eriol visita el apartamento de Tomoyo, pide comida a domicilio y comenta de la manera más casual la identidad de Mei Ling y que los rumores de un compromiso vienen precisamente desde dentro de la familia Li.

Sakura está más que sorprendida ante este hecho.

- "¿Por qué harían algo así?" – duda sin entender.

- "Verás, los Li son una estirpe con valores tradicionales que se han perpetuado por dinastías. Es una familia numerosa y todavía hay algunos que conservan un estricto sistema de jerarquía; para ellos, el matrimonio es un asunto directamente ligado a la familia y tradición y consideran transcendental que los miembros más importantes se casen con otras personas de igual condición y status social" – intenta explicar – "por lo tanto, no rechazan la idea de una unión entre individuos de ascendencia común".

- "¿Y pueden forzar a Shaoran a aceptar ese tipo de imposición?" – Tomoyo quiere saber.

- "Afortunadamente, los tiempos han cambiado y él es libre de escoger con quién quiere casarse" – sonríe – "por supuesto que eso no evita que otros cabezas de familia dispongan de estrategias que creen puede provocar algún tipo de presión".

Eriol también asegura que Mei Ling no busca otro tipo de relación con su primo, y que, de hecho, la razón por la que aparece con él en todas las fotografías relacionadas a la publicidad de la campaña de Diamantes Li, es porque ella tiene estudios de fotografía y diseño gráfico y por ende le interesa todo lo relacionado a ello.

Ante la mirada llena de esperanza en los ojos verdes de Sakura, Tomoyo sonríe y piensa que quizás su hermana también llegue a tomar una decisión que se transforme en una oportunidad.


Eriol va a París durante un mes y ella ve los blogs de moda que siguen sus movimientos con las personas y modelos con las que está trabajando. Con sorpresa, descubre que existe cierta molestia, incluso cuando trata de controlar ese sentimiento. Nunca se ha considerado una persona celosa y a pesar de que la sensación no es visceral, existe. Es una punzada incómoda en su pecho.

Sin poderlo evitar piensa en lo que él le dice todo el tiempo "las condiciones son tuyas y solamente tuyas para cambiarlas".

Cada vez quedan menos contratos por cumplir y cada tiempo libre es una oportunidad para trabajar en su nuevo proyecto. La identidad de su marca es fácil de establecer, los números están hechos y las licencias y permisos están casi listos. Por supuesto que aún hay mucho trabajo por hacer, como organizar la inversión para la comercialización y publicidad, oficina, materiales y otros suministros, pero en general, el plan va viento en popa.

Eriol regresa de París mientras ella está en su apartamento con su computadora portátil, sentada en la isla de la cocina donde revisa propuestas de proveedores de telas, cuando oye girar la llave en la cerradura. Sakura debería estar por regresar con las compras de esa semana.

- "¿Encontraste la promoción de repostería que tanto esperabas?" – comenta con la mirada entrecerrada en la pantalla.

- "Algo mejor, creo".

Tomoyo mira por encima de la pantalla con asombro. Eriol se apoya contra el marco de la puerta de la cocina, con un cansancio notorio alrededor de los ojos, pero sonriendo. Los dedos de ella se curvan en el borde del mostrador de la isla.

- "Se suponía que no volverías hasta dentro de tres días" – murmura por fin.

- "Sorpresa" – amplía su sonrisa.

Tomoyo cierra su computadora portátil al tiempo que él se mueve del marco de la puerta y se acerca a ella, sus manos enmarcan su rostro. Su boca es cálida sobre la de ella y sus manos suben por la camisa, buscando a tientas los botones mientras los dedos de él se entrelazan en su cabello suelto.

- "Eres un desconsiderado por no decirme que regresarías antes" – respira contra sus labios, para después quitarle la camisa de los hombros.

- "¿Te das cuenta? Intento hacer algo agradable, y esto es lo que recibo" – replica con malicia, rodeando su cintura y alzándola para apoyarla contra el mostrador de la cocina. El movimiento la deja paralela a su altura, ella acaricia con sus dedos su mandíbula, y él desliza sus manos bajo el suave dobladillo de su vestido.

- "Me alegra que estés de regreso" – se inclina para besarlo, pensando en cada publicación en línea con fotos de él y Mei Ling, de él y las modelos de la temporada, siempre en horas de almuerzo o tomando un café. Ella sabe que solo son negocios, lo sabe; y aun así existe siempre esa extraña sensación de posesión, de querer algo que sea solo de ella, tal y como en lo que él se ha convertido.

Eriol intenta murmurar algo, aunque sin hacer mucho sentido. Y Tomoyo está tan atrapada en la sensación de su boca sobre la de ella, sus dedos rozando su muslo, que casi se pierda de la fría presión del anillo en su palma.

Él muerde su labio inferior para llamar su atención.

- "Eriol... qué" – contiene la respiración, con ojos flamantes mirando su palma. La joya es encantadora, una banda de platino con tres pequeños diamantes brillando alegremente para ella en la luz de la cocina.

Le toma un momento reaccionar, para luego mirarlo, intentando interpretar la completa sinceridad desnuda en su mirada y la suave curva de sus labios esbozando una media sonrisa – "¿Esto... es en serio?" – pregunta después de un instante de silencio.

Él se inclina, acercándose más, sus dedos se cierran alrededor de su muñeca en una dulce caricia – "Sí" – dice en una voz muy baja – "Deseo que... ".

Tomoyo se muerde el labio inferior, sus mejillas se enrojecen y el corazón empieza a martillarle el pecho – "Yo... es solo que... no estoy del todo fuera; aún tengo algunos contratos por cumplir".

- "No lo considero un problema" – suspira – "Todo este tiempo, lo único que deseaba era que estuvieras conmigo en París; asistir a todas esas estúpidas fiestas y tener mi brazo alrededor tuyo".

No puede evitar sonreír. Al parecer ella no es la única que se siente posesiva.

- "Sabes que te amo y que voy a apoyarte en cualquier cosa que decidas hacer. Solo quiero ser capaz de hacerlo sin mirar atrás y sospechar de cada sombra y esquina" – agrega con vehemencia.

Tomoyo rueda el anillo en su palma. Se siente ligero –sorprendentemente- al igual que el aire que los rodea. Puede verlo con claridad, los meses por venir, llenos de algunas peleas, compromisos, doblegando sus condiciones, la boca de él sobre la suya, su mano en la parte baja de su espalda en las sombras de las fiestas y eventos que finalmente tomarán la decisión por ella.

- "Tengo condiciones" – dice al fin.

Eriol sacude la cabeza – "Por supuesto que las tienes" – murmura, tomando el anillo y deslizándolo en su dedo.

- "¿No quieres escucharlas?" – pregunta. Es un eco que se siente bienvenido.

Él la besa, sus manos enmarcan su rostro, deslizándose por las hebras de su cabello – "Siempre y cuando tu respuesta sea ".

- "Sí" – suspira sobre su rostro, sus muslos se tensan alrededor de sus caderas. Eriol sonríe y el gesto se siente especial. Todas sus sonrisas se sienten así.


Dos semanas después, con solo Sakura y Shaoran en el juzgado, se casan.

Ella viste Yohji Yamamoto. Eriol lo nota.


El camino del secreto sigue siendo complicado. Tomoyo está decidida a esperar hasta terminar todos sus compromisos para luego volcarse a su nuevo proyecto a tiempo completo. Sin embargo, mueve todas sus cosas al apartamento de Eriol.

Sus padres no están muy contentos al saber que no pueden hacer la fiesta que tanto desean para celebrar el matrimonio y que ni siquiera pueden pensar en una fecha que coloque un plazo al acontecimiento.

La carrera de Eriol sigue en aumento y tiene una gran demanda. El anillo de ambos es solo un símbolo, escondido bajo cadenas y escotes cuando están en público. Algo empieza a desgastarse y a combinarse con una pizca venenosa cuando las colegas a su alrededor hablan y ella llega a casa para encontrar más fotos de Eriol y sus compañeras modelos.

Después de unos meses, la última fiesta del año se convierte en el hervidero de todo.


Nakuru empuja una copa de vino blanco –demasiado llena- en sus manos.

- "Ten. Parece que lo necesitas".

- "¿Ya está aquí?" – Tomoyo pregunta, mordiéndose el interior de la mejilla.

Los ojos de Nakuru, Kaho y Sakura, que también están presentes, se deslizan desde su rostro hasta su dedo anular y luego a su cuello, ambos desnudos esta noche.

- "Oh, por Dios. Están peleando de nuevo" – Nakuru concluye con un suspiro – "ya te había advertido que nada bueno puede resultar de una relación que intenta mantenerse en secreto por tanto tiempo".

Tomoyo se inclina contra la pared, su mirada se posa sobre el amplio salón de baile. Su vestido, de Yohji Yamamoto, el mismo que usó hace tanto tiempo ya en aquella sesión de fotos y que había conservado con una sonrisa, ahora solo es un recordatorio de lo complicadas que se han vuelto las cosas.

A pesar de que todos sus contratos como modelo están finalmente terminados, aún tiene que asistir a este tipo de eventos relacionados con el negocio, los cuales todavía no puede disfrutar como quisiera al lado de Eriol.

Totalmente su decisión, por cierto.

- "Lo dices como si discutiéramos todo el tiempo" – mira a la distancia, a otras jóvenes que lucen mucho más relajadas que ella.

Los ojos de Kaho están llenos de cariño y comprensión – "Si lo hicieras público..".

- "Podría arruinar su carrera" – murmura – "No voy a ser responsable de eso".

- "No creo que a mi hermano le importe un carajo" – Nakuru dice con sencillez, tomando un sorbo de su vaso con soda.

- "Por supuesto que le importaría".

- "Las personas casadas son interesantes" – Sakura ofrece con seguridad – "Apuesto a que podrías aprovechar la publicidad".

- "Exacto. Ya sabes cómo funciona esto. Además, tienes un excelente ejemplo de cómo se ordeña esa vaca" – Kaho muestra su mano izquierda, enfatizando la sortija en su dedo anular a modo de explicación.

- "Dos excelentes ejemplos" – Nakuru realiza la misma acción.

Sakura contiene la risa ante el rosto afligido de Tomoyo. La lucha entre sostener las reglas por miedo a las consecuencias y la de mandar todo al diablo, es fuerte y parece pronta a alcanzar su punto máximo.

La habitación cambia de una agitación apagada a una mucho más excitante. El aire se espesa.

- "Mi hermano se ve bien esta noche. ¿Segura que están peleados?".

Tomoyo dirige la mirada a la entrada del salón. Eriol camina sin saludar a nadie, boca y ojos fijos, repasando con la mirada rostro a rostro entre la multitud. El traje azul oscuro le sienta más que bien.

- "Estoy segura" – replica secamente, cuando sus ojos la encuentran.

- "Bien, me parece que he dejado solo a Touya por demasiado tiempo haciendo interacción social. Debe estar desesperado por tener un respiro" – Kaho dice alegremente, rozando los labios contra su mejilla – "Estamos orgullosos de ti, querida".

- "¡Ah! Shaoran acaba de llegar. Iré a saludarlo" - antes de que Sakura –y Nakuru, quien parece iba a escabullirse sin siquiera dar una explicación- se alejen, Tomoyo susurra con seriedad.

- "Ni siquiera lo piensen".

- "Él es tu problema legal, no el nuestro".

El comentario de Nakuru provoca que Sakura intente esconder las risas detrás de su bebida. Tomoyo le dirige a su hermana una mirada que pretende ser severa - "Puedo matarte mientras duermes" – amenaza.

Ella amplía su sonrisa – "Es posible que haya cambiado las cerraduras del apartamento. No es como si alguna vez estuvieras allí".

- "Lo estaré esta noche" – murmura, observado por el rabillo del ojo como Eriol se abre paso entre la multitud hacia ella.

Es Nakuru quién interviene rápidamente esta vez – "Por favor, cariño; para mí ese rostro refleja claramente 'sexo de reconciliación'" - Sakura casi se ahoga con el sorbo de la bebida que intenta tomar – "Pero te diré algo, si las cosas se resuelven a favor de todos, y aun así te sientes un poco insegura, solo tienes que darme una señal y crearé la noticia y distracción perfecta".

- "A todos nos vendría bien una distracción" - Eriol está ya frente a ellas.

Tomoyo entrecierra los ojos – "Hiragizawa" – saluda cortésmente entre dientes.

Un destello frío surca su mirada azul y su boca se contrae – "No juegues conmigo" – susurra en tono muy bajo.

Sus ojos parpadean en dirección a la garganta de él, donde puede ver la cadena de plata debajo de su camisa almidonada. Si la desabotonara, encontraría su anillo de matrimonio, donde ha reposado durante meses.

- "Bueno, nosotras nos retiramos" – antes de que Nakuru tome el brazo de Sakura para alejarse, le transmite una vez más la mirada que asegura que tiene la distracción ideal y a su disposición de ser necesaria; y ante su expresión incrédula, Nakuru se acerca a su oído para que únicamente ella pueda escucharla – "Estoy embarazada".

Tomoyo no tiene mucho tiempo para salir de su asombro cuando Eriol toma la copa de vino en su mano, la coloca en la bandeja de un mesero que convenientemente pasa a su lado, toma su muñeca y la obliga a seguirlo por rincones oscuros hasta salir por una puerta lateral que da a un pasillo frío iluminado con una tenue luz fluorescente.

- "¿Te volviste loco?" – susurra, su mano libre se enrosca en el pesado encaje azul de su falda.

El agarre de Eriol se tensa un poco más alrededor de su muñeca – "No estás usando tu anillo".

Es fácil leer la tensión en sus hombros – "Eriol, me parece que..".

- "Simplemente, no lo estás usando" – gruñe, al tiempo que empieza a presionarla contra la pared.

Ella desliza su mano capturada y entrelaza sus dedos contra los de él – "Sabes que no es habitual que lo use en eventos. Siempre ha sido así" – replica tranquilamente.

A lo lejos pueden escuchar la música y la algarabía de las personas.

- "Estoy cansado de esto, Tomoyo. No lo tolero más" – dice entre dientes; y ella siente que retoman el momento de su discusión antes de que ella abandonara molesta el apartamento – "No puedes... ya estás fuera de la parte del negocio que te preocupaba. Has terminado. Y estoy cansado de las condiciones" – dedos apretados contra los de ella.

Tomoyo se siente agotada de repente. Su peso descansa pesadamente contra la pared y su mano libre se apoya sobre el pecho de él, alisando las líneas de su chaqueta.

- "Yo también estoy cansada" – dice en voz baja – "Eso solo que... no quiero que salgas perjudicado y..".

- "No tiene nada de malo que también pienses en ti" – la interrumpe, mientras se inclina y presiona su frente contra la de ella – "Siempre piensas en los demás primero, lo que necesitan y lo que quieren; y eso tiene que terminar".

- "Tengo derecho a preocuparme por ti" – protesta, con las mejillas sonrojadas.

Eriol niega con la cabeza – "Está bien, preocúpate por mí si lo deseas. Pero quiero que sepas: yo estoy bien. Si las personas no quieren trabajar conmigo porque estoy casado, que se vayan al diablo".

Suspirando, ella inclina la cabeza hacia adelante y lo besa, deslizando sus labios con suavidad y tomándose su tiempo – "¿Y qué tal si..?.

- "Y si alguien se atreve a difundir rumores sobre ti o intentar perjudicarte, me ocuparé de eso" – replica contra su boca.

- "Puedo cuidarme sola" – sonríe.

- "Genial. Entonces realmente hagamos esto y cuidémonos mutuamente, ¿de acuerdo?".

Tomoyo cierra los ojos y vuelve a besarlo, el calor empieza a expandirse por su cintura.

Eriol busca algo en el bolsillo de su chaqueta – "Lo traje conmigo" – murmura, deslizando el anillo en su dedo.

- "Siempre preparado".

La sonrisa peligrosa regresa a su rostro, curvándose y adornando sus dientes. Sus manos se deslizan sobre los pliegues sueltos de su falda, afianzando sus muslos para después alzarla en vilo – "Bien, fuiste tú la que escogió este vestido" – su aliento es cálido contra la piel de su garganta.

- "Pobre Yohji Yamamoto" – suspira.

Eriol ríe – "Aunque es mi vestido favorito de entre los tienes".

- "Estoy tan sorprendida" – dice con evidente sarcasmo.

El zumbido de la música resuena a través de ambos en medio de suspiros. Los besos y las caricias son cálidas a su alrededor; hay un susurro que la llama 'esposa' y que la hace estremecer.

Y es suficiente. Tomoyo sabe que es más que suficiente.

Tiempo después, alisa cualquier hendidura en su vestido y Eriol sostiene frente a ella la cadena de plata que soporta su anillo de matrimonio, observándola con determinación.

- "Quiero que estés segura" – dice en voz baja.

Ella sonríe y toma la cadena de sus manos para liberar la argolla y colocarla en su dedo. Sus manos encajan y se entrelazan al tiempo que él besa su frente.

- "Estoy segura" – puede advertir su sonrisa contra su piel – "Además, todavía tenemos la distracción que tu hermana está dispuesta a provocar si la atención sobre nosotros se vuelve demasiado insoportable; basta con que le dé la señal" – replica divertida.

Tomoyo puede sentir como su felicidad hace eco en él. Está lista para caminar a su lado y no tiene miedo de hacerlo.

Notas de la autora: Supongo que mentí cuando dije que subiría el complemento de la historia a la semana de haber publicado. La vida como siempre se cruza en mis planes, aunque en esta ocasión solo me retrasó una semana.

Fue divertido escribir esto, con un nuevo estilo y un manejo diferente sobre las interacciones y personalidad de los personajes. De hecho, me convencí de que debería hacer una versión Sakura/Shaoran complementaria a la historia, pero las estadísticas me dicen que no parece que este trabajo haya resonado con muchos lectores, así que quizás siempre no. En todo caso fue una experiencia muy buena.

Por cierto, para las escenas de la pequeñísima y sencilla propuesta matrimonial y la fiesta, me pase escuchando 'One last dream' de Radical Face sin parar. Que pieza para la inspiración.

Y una vez más he intentado describir las situaciones de la manera más simple que me fue posible. Espero de verdad que el formato sea consistente y no se pierda nada de lo que intentaba transmitir.

*Prêt à porter: Es una expresión francesa que significa textualmente "Listo para llevar" o "Ready to Wear" en inglés. Se utiliza para prendas de moda producidas en serie con patrones que se repiten en función de la demanda y, actualmente, hay también un prêt-à-porter de lujo producido por numerosas firmas de máximo prestigio.

Comentarios, tomatazos, dudas, reclamos y todo lo que quieran en un review.

¡Nos leemos pronto!

Saito Ryuzaki