Pero Te Conocí…

El evento se iba a realizar en uno de los grandes salones del "Hotel Estrella Naciente", varias personas de los medios y de la alta sociedad habían sido convocadas a esta noble causa.

Shaoran Li junto a su asistente Eriol Hiragizawa descendían del vehículo, segundos después subían la escalera para encontrarse de cara con los organizadores de la subasta y con la Directora del Hogar.

– Buenas noches – comento el ambarino haciendo una reverencia.

– Buenas noches – dijeron dos de las tres personas que se encontraban ahí.

– Gracias por asistir a esta humilde subasta señor Li – comenzó a decir la Directora.

– No me las de – responde sonriendo – para la Familia Li siempre será un placer ayudar y apoyar a causas como estas.

El ojiazul observo a su mejor amigo mientras que la Directora le sonreía, a los segundos una de las asistentes les indica que los llevaría a su mesa, ambos jóvenes asienten y con una reverencia se retiran de la entrada para ingresar al salón.

Justo en ese momento en el estacionamiento del Hotel aparecía la limosina de la Familia Daidouji.

– ¿Estas nerviosa? – decía la ojiazul saliendo del automóvil.

– No – contesto siguiéndola – ¿y tú?

– La verdad – decía riendo – hace tiempo que no asistía a un evento.

– Bueno eso era cuando acompañabas a tus Padres –.

– Si – respondió.

Las muchachas subieron las escaleras y después de saludar a los anfitriones del evento ingresan al lugar.

– La única diferencia si – decía Tomoyo – querida Sakura.

Sakura Kinomoto veía sonreír a su mejor amiga.

– Que esta vez es por mis logros y no por mi apellido –.

– Así es amiga mía – responde la castaña – por fin todos tus esfuerzos dieron resultados.

Ambas muchachas sonríen y se instalan en una de las mesas del lado izquierdo eran mesas que llegaban a la altura del pecho y sin sillas.

Pero más allá…

– Qué bueno que me acompañaste – comenzó a decir el chino.

– Se lo difícil que es para ti los eventos como este – decía el ojiazul en voz baja y mirando para todos lados.

– ¿Se te perdió algo? – pregunto Shaoran mirándolo extrañado.

– Eh algo así – comento.

En ese momento Eriol se dio cuenta que la persona que estaba buscando estaba dos mesas más atrás a su lado izquierdo.

Mientras tanto Tsuyoshi llegaba a la mesa donde se encontraban las muchachas.

– Buenas noches chicas – decía el ojiazul colocándose al medio de estas.

– ¿Tsuyoshi? – dijo Sakura sonriéndole – ¿Llegaste bien?

– Si – le sonrió – no te preocupes.

– Qué bueno que ya estas con nosotras – respondía Tomoyo.

– Lo mismo digo yo – asintió y comenzó a decir – tengo que decir que se ven muy guapas esta noche – sonrió – mis compañeras de la mesa.

– Gracias Tsuyoshi – respondió la castaña.

– Bueno tú no te quedas atrás – le dijo la ojiazul mirándolo de pies a cabeza.

– Gracias por el cumplido Tomoyo – hizo una reverencia – es un halago para mi escuchar esas palabras viniendo de una de las más talentosas diseñadoras.

– No hay de que – sonrió.

Sakura se encontraba mirando para todos lados esperando encontrar a su entrevistado ¿Ni si quiera sabia como era el dichoso Ceo de la Constructora? pero aun así trataría de hacer todo lo posible para dar con su paradero, obviamente no era el lugar apropiado para hacerle una entrevista pero si se disculparía y le pediría una cita nuevamente.

De pronto su vista se enfocó en una de las mesas de adelante, una de las que se encontraban en el lado derecho. Observo que habían dos muchachos en ella, sintió que su corazón latía muy rápido al darse cuenta en uno de ellos, se le hacía bastante familiar… Esa altura, esa postura, no puede ser el – se decía mirándolo detenidamente.

Justo en ese momento la encargada de la subasta hacia su entrada al escenario, agradecía la asistencia, a los donadores y también a los grandes benefactores.

– ¿Sakura estas bien? – pregunto su amigo susurrándole a su lado.

– Si – asintió mirándolo – lo estoy.

– Qué bueno – sonrió.

– ¿Y tú? – le comento la castaña observándolo – ¿Estás bien? –.

– Eh yo si – se sonrojo – quisiera hablar contigo después del evento.

– Claro – respondió – Tsuyoshi.

Pero en la mesa de los muchachos…

– ¿Por qué miras tanto a esa mesa? – pregunto Shaoran susurrándole y mirándolo de reojos.

– Es que ahí se encuentra la persona que andaba buscando –.

– ¿Tu enamorada? – volvió a preguntar – ¿La de la revista?

Al decir eso el ambarino comenzó a darse vuelta para mirar hacia allá pero no pudo ya que Eriol lo tomo del brazo provocando con eso que él no pudiera mirar hacia ese lugar.

– Que haces – susurro el chino frunciendo el ceño.

– Nada – contesta el ojiazul mirando hacia el frente – el evento comenzara.

– Eriol –.

Así fue, El evento comenzó, uno a uno pasaban los objetos subastados, varias obras de artes, como pinturas y figuras de porcelana. Luego fue el turno de los diseños de Tomoyo y también del libro de Tsuyoshi.

Estos últimos habían sido un éxito ya que se habían subastado en precios elevados.

Al paso de una media hora hubo un pequeño receso, Shaoran decidió ir a tomar aire mientras que su mejor amigo se daba el valor para ir a la mesa donde se encontraba su amor platónico… Tomoyo Daidouji.

Y en los jardines del Hotel, el ambarino se encontraba tomando un poco de aire, no le gustaba ni le llamaban la atención los eventos con prensa solo le traían malos recuerdos pero tenía que decir que estar esta noche aquí era por una buena causa.

Se desarmo el nudo de la humita que tenía y se sentó en una de las bancas, comenzó a observar el cielo estrellado… inmediatamente se le vino a la mente el rostro de aquella muchacha dueña de su corazón.

Habían tantas estrellas que brillaban en el firmamento como aquella noche, una de ellas le llamo bastante la atención ya que paso muy rápido… una estrella fugaz – se dijo.

En ese momento su mente viajo al pasado, a cuando era un niño y su Madre lo arropaba todas las noches.

– Shaoran ya debes acostarte – comenzó a decir la Señora Li entrando a la habitación.

El niño que apenas tenía 7 años estaba mirando por la ventana y al escuchar las palabras de su Madre se dio vuelta a mirarla.

– Mamá – decía el – es que vi una estrella que se movía.

– ¿Qué se movía? – pregunto sonriéndole a su único Hijo.

– Si – asintió – brillo mucho y paso así – contaba moviendo su mano en una línea diagonal – y zas.

– Esa – dijo tomándole la mano y llevándolo a su cama – se llama estrella fugaz.

– ¿Estrella fugaz? – pregunto mientras se acostaba nuevamente en su cama.

– Si mi amor – contestaba la mujer arropándolo y sonriéndole – son estrellas mágicas.

– ¿Mágicas? – volvió a preguntar en tono de curiosidad.

– Se dice que cuando pasa una tu cierras los ojos y puedes pedir un deseo – mirándolo – algo que quieras con todo tu corazón y se cumplirá.

En ese momento Shaoran regresa al presente diciendo… ¿Algo que quiero con todo mi corazón?... Yo lo que deseo es volverte a encontrar – se dijo mirando el cielo.

Y en el interior del salón de eventos…

– Buenas noches – decía el ojiazul acercándose a la mesa.

– Buenas noches – dijeron las tres personas que estaban ahí.

– Quería decirle que soy uno de sus mayores fans – le decía a Tomoyo.

– Yo… no sé qué decir – respondió la ojiazul mirando a los presentes – joven.

– Mi nombre es Eriol Hiragizawa – comento pasándole una tarjeta de presentación.

La muchacha tomo la tarjeta en sus manos mientras que Sakura y Tsuyoshi…

– Buenas noches joven Hiragizawa mi nombre es Sakura Kinomoto – decía la castaña mirándolo – y el nuestro amigo Tsuyoshi Yama.

El joven asintió al escuchar su nombre.

– Mucho gusto señorita Kinomoto y joven Yama – hace una reverencia.

Tomoyo observo la tarjeta que aún tenía en sus manos y se dio cuenta que el joven que tenía al frente era bastante guapo había que reconocerlo – se dijo para sí misma y moviendo la cabeza se dijo de nuevo – pone atención Tomoyo a lo importante de esta situación, levanto su vista hacia el muchacho que la miraba con una gran sonrisa.

– Señor Hiragizawa – comenzó a decir la ojiazul – ¿Usted es la mano derecha del Presidente de la Constructora Li & Asociados?

– Así es – asintió.

Ambas muchachas se miran rápidamente.

– ¿Y su jefe se encuentra aquí? – volvió a preguntar.

– Si – contesto de nuevo – en estos momentos da un paseo por el jardín.

La castaña rápidamente comenzó a dar un par de pasos mientras que Tsuyoshi la tomaba del brazo.

– ¿Sakura a dónde vas? – pregunto.

– Tsuyoshi tengo que solucionar un tema –.

– ¿Quieres que te acompañe? –.

– No – respondió soltándose del agarre del muchacho – no te preocupes vuelvo enseguida.

– Está bien pero – dijo.

– En serio- sonrió – voy y vuelvo.

Pero…

– ¿Dije algo malo? – pregunto Eriol sin entender lo que había pasado.

– No – movió la cabeza – es solo que mi amiga tenía una entrevista con su jefe esta mañana y no pudo asistir.

– Cierto – dijo el ojiazul – esta mañana al Señor Li lo dejaron plantado – decía en tono serio.

– No fue intencional – comenzó a decir la joven tomándole las manos – se lo aseguro.

– Si lo dice usted – respondió en tono de galán de telenovela – le creeré.

Eriol sonrió mientras que Tomoyo le correspondía con la misma sonrisa.

– Sakura estaba muy apenada por la situación – decía soltándole las manos – así que quería pedirle disculpas a su jefe personalmente.

– Eso habla muy bien de ella y de la Revista –.

Justo en ese momento se acerca Tsuyoshi a la mesa.

– ¿Todo bien? – pregunto Tomoyo mirándolo.

– Si – asintió mirando hacia la salida.

Mientras tanto la castaña llegaba a la puerta principal, bajaba corriendo los peldaños de la escalera… Se sentía ansiosa y un poco nerviosa, tenía que buscar las palabras adecuadas para pedir disculpas y una nueva cita.

Pero al ir tan rápido sus tacones le jugaron una mala pasada ya que no pudo parar y choco con una de las dos personas que se encontraban al pie de la escalera, provocando que la copa que tenía el hombre en su mano se derramara en su propia ropa.

El hombre indignado y molesto comenzó a insultarla, Sakura trataba de disculparse por la situación pero él no la dejaba.

Se formó un gran alboroto y las personas que estaban en los alrededores se acercaron para ver el show que se estaba formando en ese momento.

– ¿Acaso no te fijas por dónde andas? –.

– Yo lo siento mucho – comenzó a decir la muchacha haciendo una reverencia.

– Lo siento – dijo de nuevo el hombre – ¿Acaso no sabes el costo del traje fino que traigo puesto?

– Lamentablemente no – contesto ella.

– Que va a saber una persona como tú – decía la mujer acompañante del hombre – se nota que eres una fulana cualquiera – mirándola de pies a cabeza – sin modales ni estatus social.

– No le permitiré que me hable de esa manera – decía Sakura – puede que no tenga dinero ni un estatus social como ustedes – sonrió – pero lo que tengo si son buenos modales – hace una reverencia otra vez – así que le pido disculpas nuevamente.

– No necesitamos tus disculpas igualada –.

Al decir eso la mujer bota el bolso de mano que tenía Sakura en sus manos así que la castaña se agacho a recogerlo y se dio cuenta que su celular estaba quebrado en la pantalla por el golpe.

– Eso te enseñara a que el lugar de las personas como tú – decía la mujer – es en el suelo.

Minutos antes los amigos de Shaoran y Sakura escucharon que había una discusión en el patio así que decidieron ir hacia allá.

En ese momento Eriol, Tomoyo y Tsuyoshi bajaban por las escaleras al darse cuenta de lo que estaba pasando.

Pero también justo en ese momento se escuchó…

– ¿Qué se supone que pasa aquí? –.

Todos los presentes miraron a la persona que preguntaba eso y se dieron cuenta de quien se trataba, no era nada más ni nada menos que el Presidente de la Constructora más grande el país.

Saori Kinomoto Tsukino…