Pero Te Conocí…
Poco a poco el par de castaños llegaba a su destino, divisaron a todas las personas que salían del evento y entre ellos sus amigos.
Tomoyo se encontraba entretenida conversando con Eriol mientras que Tsuyoshi hablaba por su móvil.
Segundos después ya estaban todos reunidos
– Sakura – dice la ojiazul sonriendo.
Ella le correspondió con la misma sonrisa
Shaoran y Eriol se miran mientras que Tsuyoshi corta la llamada.
– ¿Y no nos vas a presentar? – decía la ojiazul pegándole un codazo a la castaña.
– Oh si perdón – responde ella un tanto avergonzada – Señor Li ellos son mis mejores amigos – mirándolo y luego mirando al ambarino – Tomoyo Daidouji y Tsuyoshi Yama.
– Mucho gusto – les dice haciendo una reverencia – mi nombre es Shaoran Li.
– Encantada joven Li – contesta alegremente la muchacha – usted es toda una celebridad.
– Lo mismo digo señorita Daidouji – responde mirándola y luego mirando a su mejor amigo.
El ojiazul se sonrojo un poco y miro hacia otro lado, ahí el chino se dio cuenta que ella era la enamorada secreta de Eriol… de ahora en adelante ya sabia con qué molestarlo.
– Señor Li – comenzó a decir Tsuyoshi – gracias por haber ayudado a Sakura.
– No hay de que – asintió – yo no dejare que nadie la ofenda ni mucho menos que le hagan daño.
– joven Shaoran – dice la ojiverde.
El la miro y le sonrió.
Las tres personas restantes los miraron, fue un momento incomodo ya que había Amor en el aire y ellos estaban sobrando.
– Bueno muchachas – dice Tsuyoshi en tono serio – se está haciendo tarde y es mejor que las lleve al departamento.
Al terminar de decir eso el joven comenzó a caminar.
– Si es verdad – dijo Sakura.
– ¿Pero si quiere yo las puedo ir a dejar? – pregunto rápidamente el ambarino, casi sin pensarlo.
Tsuyoshi frunció el ceño levemente al escuchar esas palabras todo su cuerpo se tensó por completo y dejo de caminar.
– Shaoran – decía Eriol mirándolo.
– ¿Qué? – dijo Li – ¿Dije algo malo?
– No claro que no – contestaba Tomoyo moviendo la cabeza.
– Pero no se preocupe – dice Sakura sonriendo – nos iremos con Tsuyoshi.
– Está bien – asintió el chino sacando rápidamente del bolsillo de la chaqueta una tarjeta – aquí está el número de mi asistente que es el – mira a Eriol y luego a la castaña – y también está mi número personal.
El joven le pasa la tarjeta a la ojiverde y ella la recibe sonriendo.
– Llame mañana para coordinar la entrevista – termino de decir.
– Claro –.
– Si ya están listas – dice Tsuyoshi mirándolas y luego mirando a los dos hombres asintió – buenas noches.
Los jóvenes asienten el gesto y sonriendo las muchachas caminan hacia su amigo que las esperaba y se retiran del lugar.
Antes de perderse por el camino Sakura se dio vuelta y observo que el ambarino estaba ahí todavía regalándole una gran sonrisa, era así Shaoran miraba como se iba el amor de su vida… aunque esta vez sabia en su corazón que todo sería diferente y que estaba seguro que el destino esta vez no le jugaría una mala pasada.
– No es mi intención sacarte de tus pensamientos – comienza a decir su mejor amigo tocándole el hombro – pero nosotros también debemos irnos.
– Si – dijo comenzando a caminar hacia el estacionamiento.
Y minutos después, en los vehículos.
Sakura estaba sentada al lado de Tsuyoshi, en el asiento del copiloto… miraba hacia afuera y sonreía de felicidad, por fin después de tres largos años lo encontró y sin buscarlo eso era lo mejor.
Rápidamente se sonrojo y puso sus dedos en su boca al recordar que casi se besaron, por que así iba hacer – suspiro – si no hubiera sido por los celulares que comenzaron a sonar… ellos se hubieran besado
También por fin sabia el nombre del dueño de su corazón por que así era, ella estaba completamente enamorada de el.
– Shaoran – dijo susurrando.
– ¿Me dijiste algo? – pregunto Tsuyoshi mirándola de reojos.
– No – dijo rápidamente – lo siento ya comencé a hablar sola.
De pronto se escuchó una risa detrás de ellos, era Tomoyo así que la castaña la miro comenzando a reír y con sus labios diciendo… gracias.
Su mejor amiga le cerró un ojo, sabía que no quería hablar del tema.
Tsuyoshi las miro a ambas sin pronunciar palabra alguna, sabía que la ojiverde de vez en cuando vivía en su planeta pero ahora también sabía que era diferente ya que su nueva distracción debía tener nombre y apellido.
Mientras tanto Eriol y Shaoran se dirigían al departamento del chino...
El ojiazul iba con el Tablet en sus manos comentándole a su mejor amigo las cosas que había comprado en la subasta.
– Así que la pintura de la Dinastía Ming también la adquirió la Familia Li –.
– Qué bueno – contesto mirando hacia afuera – la Abuela estará muy contenta por eso.
– Claro – sonrió.
– Quiero que averigües todo sobre la revista "Nuevo Día" –.
Eriol rio por lo que le decía su mejor amigo.
Shaoran lo miro y comenzó a decir… Que tonto me imagino que toda esa información – sonriendo – ya la debes de tener.
– Eh yo – empezó a decir.
– Obviamente – moviendo la cabeza – si tu enamorada trabaja ahí.
– Li – dice sonrojándose.
– ¿O me equivoco querido amigo? – pregunto.
– Pues no – le respondió totalmente avergonzado – no te equivocas.
– Entonces mañana a primera hora mandaras un arreglo de las mejores flores a la señorita Sakura Kinomoto de mi parte –.
– ¿No me digas que ella es? – sonrió.
El ambarino lo miro detenidamente y con una gran sonrisa.
– Si Eriol – asintió – ella es la indicada.
Mientras tanto los muchachos ya habían llegado a su destino, al departamento de las chicas.
– Buenas noches Tsuyoshi – decía la ojiazul – gracias por venir a dejarnos.
– No hay de que – respondió.
– Bueno y ahora me retiro – dijo nuevamente.
Las dos personas que estaban ahí observan como la joven comenzaba a caminar hacia la entrada del edificio.
– ¿Quieres pasar a tomar un café? – pregunto la castaña.
– Yo – dijo el – es muy tarde y…
– Tienes razón – dice rápidamente – que tonta se me olvidaba que vienes llegando recién – sonrió – y debes de estar cansado por el viaje.
– Sakura yo – decía sonrojándose y asintiendo – así es.
– Me alegro mucho verte – comento abrazándolo.
Tsuyoshi le correspondió el abrazo, se dejó llevar por el momento y por el aroma a flores que lo embriago.
Pasaron unos segundos y se soltaron.
– ¿Me ibas a decir algo verdad? – dijo ella sonriéndole.
– Olvídalo – contesto moviendo la cabeza – anda a descansar.
– Está bien – asintió – me avisas cuando llegues.
– Si – sonrió – no te preocupes.
La muchacha comenzó a caminar y el joven observo todo ese proceso.
– Me siento un cobarde al no poder confesarle el amor que le he tenido desde siempre – se decía moviendo la cabeza.
Pero arriba en el departamento Sakura iba abrir la puerta cuando justo en ese momento se abrió desde adentro, su mejor amiga la estaba esperando.
– Sakurita – le dijo tomándola del brazo y jalándola al interior.
– Eh Tomoyo – dice ella asombrada.
– Ahora me vas a contar – comenzó a decir – ¿Quién era el?
– Yo – respondió sonrojándose – el Ceo de la Constructora – dijo sentándose.
– Si – asintió sentándose a su lado – lo sé pero… la miro inspeccionándola.
– Tomoyo el – contesto mirando hacia sus manos y suspirando – es el muchacho de esa noche.
– ¿El dueño del pañuelo? – pregunto asombrada y sonriente.
– Si – asintió levantando su vista hacia ella.
– No puede ser – dice ella juntando sus manos con las de ella – te dije que esta noche seria – le sonrió – tu noche de suerte.
La castaña movió su cabeza de un lado para el otro.
– Sakura – la miro con ternura.
– Tenías razón – le dijo – a pesar de todo fue una linda noche.
Al paso del tiempo ambos castaños se encuentran en sus habitaciones pensando en lo sucedido, se encontraban felices porque después de tanto tiempo se encontraron.
La ojiverde se sentó en su cama con la tarjeta del ambarino en sus manos.
– Shaoran Li – dijo en voz alta – ¿Sera bueno enviarle un mensaje? – miro la hora y suspiro – ya es muy tarde pero…
Mientras tanto el castaño dejaba su celular en la mesita que tenía al costado derecho de su cama.
– ¿Ya estará durmiendo? – se preguntó caminando hacia su ventana, miro a través de ella y observo el cielo estrellado, se encontraba la luna en medio del firmamento alumbrando toda la ciudad.
De pronto escucho que su celular sonó, se dirigió hacia allá y tomando el aparato con ambas manos lo desbloqueo y de inmediato una sonrisa se dibujó en su rostro.
"Buenas noches señor Li espero que haya llegado sin novedad a su hogar y que pueda descansar bien… Este es mi número de teléfono… Sakura"
– Señorita Sakura – dijo comenzando a guardar el número en su lista de contactos.
Y donde la castaña, se acomodó bien en su cama y mirando el techo comenzó a sentir algo en su estómago ¿Mariposas?... se sentía nerviosa y ansiosa
No quería ver el teléfono pero inconscientemente lo tomo y se dio cuenta que el había leído el mensaje de WhatsApp ya que los tic estaban en color azul.
También se dio cuenta que decía escribiendo y las mariposas comenzaron a revolotear en su estómago, segundos después llego el mensaje que tanto deseaba leer.
"Señorita Sakura llegue muy bien a mi destino y ahora que leí su mensaje dormiré excelente te mente bien… agradecido de que me haya hablado… Shaoran"
La muchacha sonrió y coloco el aparato en su pecho, ahora podría dormir y soñar con cierto ambarino que le robaba el sueño.
Para el joven era lo mismo, ahora podía descansar y soñar con la princesa de sus sueños, sabía que este era el comienzo de la nueva vida que tanto había soñado para el junto a ella, deseaba con todo su corazón que la muchacha también pensara como él.
Pasaron las horas, la noche y poco a poco el comienzo del nuevo día en Tokio.
Y en las oficinas de la Constructora Li & Asociados…
– ¿Hiciste lo que te pedí? – pregunto el chino mirando a su mejor amigo.
– Si – respondió mirando el celular que tenía en sus manos – de hecho ahora en este momento debe estar llegando.
Pero en ese mismo instante, en la revista Nuevo Día…
– Sakura – decía mara entrando a su oficina – lamento molestar.
– No te preocupes – contesto la ojiverde sonriendo – ¿Te puedo ayudar en algo? – pregunto.
– Lo que pasa es que hay algo que llego para ti en la recepción – comenzó a decir sonriéndole – y es muy grande.
– ¿Para mí? – decía asombrada.
– Si – asintió y comenzó abrir la puerta de la oficina hasta atrás – por eso lo han traído hasta acá.
En ese momento tres hombres entran en la oficina, dos de ellos traían un hermoso arreglo floral.
La muchacha se paró de su escritorio con una gran sonrisa en sus labios, asombrada y feliz.
– ¿Sakura Kinomoto? – pregunto el tercer joven.
– Si – asintió – soy yo.
– Por favor – comenzó a decir el hombre nuevamente – necesito su firma aquí.
Al terminar de decir eso le pasa un Tablet a la muchacha.
– Por su puesto – respondió tomando el aparato.
A los segundos el encargado y sus asistentes quienes habían dejado el arreglo en uno del escritorio de la castaña, se retiran del lugar.
Sus amigas llegan a su lado mientras que ella divisaba una tarjeta al medio del arreglo.
– Guau – decía la pelirroja.
– Esta hermoso – dijo la otra observándolo.
– ¿Es del Príncipe azul? – preguntaba Tomoyo susurrándole al oído.
– No lo sé – le respondía nerviosa y sacando la tarjeta.
Poco a poco abrió el pequeño sobre blanco…
"Buenos días Señorita Sakura deseo que tenga una excelente jornada laboral el día de hoy y que me permita invitarla a cenar esta noche"
Atte. Shaoran Li
La castaña suspiro pensando en cierto ambarino…
– No te quedes callada – decía nuevamente Mara.
– Si Sakura – decía la otra mirándola – no seas malita.
La ojiverde levanto su vista hacia ellas diciendo… Solo diré que fue una persona especial.
Al decir eso miro a su mejor amiga cerrándole el ojo derecho.
– Pero – dijeron las dos chicas.
– Bueno muchachas ya es hora de trabajar – las mira Tomoyo – me imagino que tienen muchos pendientes.
– Si es cierto – respondió una.
La otra asintió y ambas comenzaron a caminar hacia la puerta.
Tomoyo las siguió para cerrar la puerta de tras de sus amigas, segundos después camino hacia Sakura, la observo y sonrió al darse cuenta que ella era feliz… Se notaba que su mejor amiga estaba profundamente enamorada de cierto joven.
Saori Kinomoto Tsukino…
