Pero Te Conocí…
Pero en el Departamento de Tomoyo y Sakura…
– ¿Me extraña verte aquí Hermano? – preguntaba la ojiverde abriendo la puerta.
– La verdad es que si no fuera importante no hubiera venido – le respondió en tono serio – odio la Capital.
– Hay Touya – dijo riendo.
Una vez dentro se encuentran con la ojiazul que estaba en la cocina preparando te.
– Buenas noches Touya – comienza a decir sonriendo.
– Hola Tomoyo – le respondía con la misma sonrisa.
– Voy a cambiarme de ropa – dijo empezando a caminar hacia el pasillo – vuelvo enseguida.
El joven observo a su pequeña Hermana pasar hacia el fondo del Departamento.
– Ponte cómodo – comento la joven mirándolo.
Touya Kinomoto miro hacia ella y asintió caminando hacia el sofá.
Segundos después la muchacha se dirige hacia el con una bandeja y tres tazones.
– Él te está listo – dijo ofreciéndole un de los tazones.
– Gracias Tommy – contesta tomando un sorbo – esta delicioso.
– Me alegra que te guste – respondió.
– ¿Te puedo preguntar algo? –.
– Claro – asintió – dime.
– ¿Sucede algo con mi Hermana? – pregunto de nuevo.
– Por qué lo dices – decía un tanto asombrada.
– No se – movió la cabeza – digamos que mi intuición me dice que algo está pasando con ella.
– Touya –.
– Note algo nuevo en Sakura –.
Justo en ese momento venia llegando la castaña.
– Bueno ya estoy lista – comienza a decir-
Las dos personas la miran…
– ¿Pasa algo que me miran así? – pregunto sentándose al lado del hombre.
– Viste Tomoyo – comento Touya mirándola y luego mirando a la castaña.
– No – negó la joven riendo.
– ¿Viste qué? – dice Sakura mirando a su Hermano y luego a la ojiazul – no se queden callados.
– Lo que pasa Sakura es que – comienza a decir su mejor amiga.
– Le dije a Tomoyo que te encuentro cambiada – la interrumpió – ¿Sucede algo? –.
– Yo – contestó la ojiverde sonrojándose – Hermano que estas diciendo.
– ¿Hay algo que deba saber? – pregunto de nuevo.
– Deja de interrogarme – dijo Sakura cruzándose de brazos – ¿Por qué no mejor me dices que es lo que haces aquí?
El joven observo a su Hermanita con un semblante muy serio.
– Está bien – decía con voz de resignación – aunque me cambies el tema.
– Bueno yo me retiro – empezó a decir la ojiazul – hasta mañana.
– Hasta mañana – dicen ambos mirándola.
Tomoyo se retira del lugar…
– ¿Y? – preguntó Sakura.
– Hay un tema muy delicado que tratar – comenzó a decir en tono serio.
– Touya me estas asustando – respondió mirándolo – ¿Le paso algo a mi Papá?
– No – comento rápidamente – tranquila.
– Uf menos mal – suspiro – ¿Entonces? –.
– Es sobre el Restaurante y la carta de aviso que encontraste ayer en el buzón –.
– Malas noticias –.
– Me temo que si – asintió.
El muchacho le comento lo que realmente estaba pasando y de toda la conversación que tuvo con su Padre.
– ¿Pero no entiendo por qué Papá no nos dijo nada? –.
– No somos nadie – moviendo la cabeza – para juzgarlo Sakura.
– Tienes razón – respondió – tenemos que buscar una solución.
– Por eso estoy aquí – sonrió levemente – mañana a primera hora voy a ir al Banco para ver en qué situación estamos.
– Podemos ir juntos –.
– No te preocupes – contesto – sé que estas muy ocupada en el trabajo.
– Es que Touya – decía.
– Sakura prometo que cualquier cosa que pase te iré avisar de inmediato –.
– Por favor Hermano – respondió con voz de tristeza – se cuán importante es el Restaurante para nuestro Padre… que si lo llegáramos a perder – suspiro – ni si quiera puedo imaginarme lo que sucederá.
Al terminar de decir eso la castaña baja su mirada hacia sus manos
– No pensemos en eso – comenzó a decir mientras colocaba la su mano en el rostro de su pequeña Hermana logrando con eso que ella lo levantara – ya veremos que habrá una solución.
– Eso espero – respondió con un suspiro nuevamente.
Shaoran ya había llegado a su destino, se encontraba tomando una ducha en el baño de su departamento… dejo que la agradable agua caliente corriera por su cabeza, por sus hombros y por todo su cuerpo.
Se sentía inquieto y feliz, feliz e inquieto por que a pesar de todo lo que sucedió esta noche, él se había atrevido a besar a su Princesa de sus sueños… una sensación agradable sintió en su pecho, una calidez lo invadió por completo al recordar sus labios sobre los de ella, de esos hermosos labios sabor a cereza.
Tenía que reconocer que estaba perdidamente enamorado de Sakura Kinomoto aunque había un gran problema y ese era ese muchacho que la abrazaba con tanto cariño.
– ¿Habrá sido su novio? No – se dijo – no creo que haya sido así pero – se preguntó nuevamente – ¿En todo caso no le he preguntado si tiene Novio?...
– Shaoran… Shaoran – comenzó a decir moviendo su cabeza y saliendo de la regadera se coloca una toalla en su cintura – mañana habrá oportunidad de hablar con ella – sonrió viéndose en el espejo y acomodándose los mechones revoltosos – cuando vayas a la entrevista y veas como te sonríe saldrás de todas tus dudas.
Sakura se había ido a descansar a su habitación, sentía mucha tristeza por haberse enterado de la verdadera situación que estaba viviendo su Familia pero no perdía la esperanza de que realmente hubiera una solución.
Se acostó y dejo su celular debajo de su almohada, se acordó de cierto ambarino que le quitaba el sueño y de todo lo que habían pasado juntos esa noche…
Poco a poco coloco sus dedos en su boca recordando aquel beso que le habían dado, sintió su corazón latir con mucha fuerza y las mariposas en su estómago se hicieron presentes nuevamente, sabía que se le haría difícil dormir por culpa de todas las sensaciones que la invadían cada vez que pensaba en él, en Shaoran Li.
Cerro sus ojos y la imagen del muchacho sonriéndole llego a su mente en un dos por tres, al menos tendré bonitos sueños – se dijo tratando de dormir.
Llego la mañana siguiente…
El ambarino se estaba arreglando cuando escucho el timbre de su departamento, camino hacia allá cerrando los botones de su camisa.
Abrió la puerta y se encontró con su mejor amigo parado ahí…
– Eriol pasa – comenzó a decir el chino dando un par de pasos hacia la sala.
– Buenos días amigo – contestó el ojiazul entrando y cerrando la puerta.
– Me falta un poco para terminar – volvió a decir Shaoran caminando hacia su dormitorio – ponte cómodo.
– Claro gracias – respondió – pero tranquilo porque aún tenemos tiempo.
– Si – respondió desde adentro de la habitación – pero sabes que me gusta ser puntual.
– Lo sé – rio caminando hacia allá.
Una vez ahí observo que el ambarino se estaba haciendo el nudo de la corbata, Shaoran vestía un traje negro de tres partes y una corbata color verde esmeralda.
– Bonito el color de la corbata que te pusiste este día – dijo el joven.
– Cierto – dijo como si nada – tu sabes que el verde y sus derivados son mi color favorito.
– Ya que estamos hablando de eso querido amigo – comenzó a decir nuevamente Eriol – ¿Cómo te fue anoche? – pregunto.
– Anoche – repitió el muchacho dejando de hacer lo que estaba haciendo.
– Si – asintió – en tu cita con la Srta. Sakura Kinomoto.
– Eh bien – contestó sonrojándose y terminando el nudo de la corbata.
– ¿No fue como esperabas? – pregunto de nuevo al notar que su mejor amigo no le dijo nada más.
– Mejor de lo que esperaba – sonrió mirándolo.
– Eso es bueno – sonriéndole también.
– Así es Eriol – respondió el ambarino mirándose en el espejo.
Mientras tanto en el Banco Mitsubishi UFJ Financial Group…
– No debiste a ver venido – decía el ojinegro mirándola seriamente.
– Pero Hermano – contestó – esto también me incumbe a mí.
– ¿Y tu trabajo Sakura? – pregunto – no quiero que tengas algún problema – moviendo la cabeza.
– No te preocupes por eso – respondió – terminamos aquí y me voy derechito para allá – sonrió – lo prometo.
– Está bien – suspiro.
Justo en ese momento se acerca una señora a donde estaba ellos…
– El gerente del Banco – comenzó a decir – los espera.
El joven asintió parándose del asiento.
– Gracias – contesto la muchacha.
Ambos caminaron hacia la oficina del hombre y segundos después ya estaban instalados en el lugar.
– Buenos días – dice el señor sentándose en la silla detrás de su escritorio – por favor tomen asiento.
– Buen día – decía Sakura.
– Gracias – respondió Touya.
– ¿En qué les puedo ayudar? – pregunto el Gerente del Banco.
– Mi nombre es Touya Kinomoto – empezó a decir mirándolo – y ella es mi Hermana Sakura.
El hombre al frente de ellos asintió.
– El motivo de nuestra visita esta mañana es porque necesitamos información de una Propiedad que le pertenece a mi Familia –.
– Por su puesto joven Kinomoto – dijo prendiendo el notebook que estaba en su escritorio.
– Se trata del "Restaurante Mis Amores" que se encuentra en Yokohama –.
El Gerente busco información en sus registros y después de unos segundos comenzó a decir… me temo que no les tengo muy buenas noticias.
– ¿Tan grave son? – pregunto la joven.
– Desgraciadamente si – asintió mirándolos – la Propiedad salió a remate el día de ayer y ya fue adquirido por alguien más.
– ¿Está hablando en serio? – Ahora era el turno del muchacho preguntar moviendo la cabeza – pero la carta que llego al Restaurant decía que salía a la venta el mes entrante – termino de decir.
– Si eso es cierto – respondió – pero la deuda era muy grande.
– Touya – dice Sakura mirando a su Hermano con pena y luego mirando al hombre al frente de ella – ¿No hay nada que podamos hacer? –.
– Me temo que no señorita Kinomoto – le respondió.
– ¿Y nos podría decir quien o quienes fueron las personas que lo compraron? –.
– Esa es información que – decia – no les puedo brindar.
– Entiendo – contesto el muchacho.
Touya coloca su mano sobre la de su Hermana a su lado.
– Gracias por su tiempo – comenzó a decir mientras se paraba.
Sakura lo imito.
– Lamentó no poder ayudar más –.
– No se preocupe – comento la muchacha.
El Gerente del Banco observo como las dos personas salían de su oficina, rápidamente tomo su celular y marco un número en él, segundos después se escucha que aceptan el llamado… Estuvieron aquí los Hermanos Kinomoto preguntando por el Restaurante, si claro… de nada.
Sakura y Touya salen de la oficina, caminan sin decir nada hasta afuera del establecimiento…
– Pobre de mi Papá – dijo finalmente la ojiverde.
– No te preocupes pequeña – comento el joven tratando de sonreír – el viejo es fuerte y ya verás que se levantara de esta.
– Tienes razón – deteniendo el paso – con nuestra ayuda él se repondrá.
Al terminar de decir eso lo abrazo, sabía que sería difícil decirle lo sucedió a su Padre pero también sabía que el mundo no se estaba acabando y que saldrían adelante como siempre lo habían hecho.
Un vehículo negro iba por las calles de Tokio en dirección a la Revista Nuevo Día…
– ¿Estas nervioso? – preguntó Eriol.
– No – contesto moviendo la cabeza – ¿Pero por qué tú pregunta? –.
– Porque hace tiempo que no das una entrevista –.
– Ah por eso – rio.
– ¿Y también porque vas a ver a tu enamorada? –.
– Y tú a la tuya – le guiño un ojo.
– Si – asintió – es verdad.
Los dos se miraron y compartieron una sonrisa.
Y en la Revista…
– ¿Ya está todo listo? – pregunto Tomoyo mirando a sus otras dos socias.
– Si – responde Kiki.
– Y ya me se todas las preguntas que le hare al señor Li – decía mostrándoles una agenda – que tengo aquí.
– Qué bueno – contesto la ojiazul.
– ¿Y Sakura no va a venir? – pregunto.
– Si – comento – es solo que tenía que resolver un asunto Familiar primero.
– Ojala que llegue antes de que terminemos la entrevista – decía la pelirroja – gracias a ella esto se pudo concretar.
– No se preocupen – sonrió – de segura que ya viene para acá.
Dicho y hecho la castaña llegaba al edificio junto a su Hermano que la venia a dejar.
– Prométeme que vas a estar tranquila – decía el joven tomándole las manos y tratando de sonreírle.
– Tratare – suspiro bajando su vista hacia las manos.
– Sakura – comenzó a decir soltándola y acariciándole la cabeza.
Justo en ese momento…
– Buenos días – se escuchó.
La ojiverde poco a poco subió la vista hacia la persona que le estaba hablando, sonrió de inmediato al darse cuenta que el ambarino estaba ahí... a su lado
Saori Kinomoto Tsukino…
