Pero Te Conocí…

Sakura observo al hombre que le sonreía así que le pregunto…

– ¿Dígame en que le puedo ayudar? –.

– Discúlpeme – comenzó a decir – primero que nada me presentare – hizo una reverencia – mi nombre es Abe Shinzo y soy el abogado de la Señora Hana.

– Ya – comentaba la castaña tratando de recordar si conocía a esa persona.

– La Señora Hana me pidió que le entregara esto – dijo nuevamente el hombre esta vez mostrándole un sobre blanco y acercándolo hacia ella.

– Gracias – contesto ella recibiéndolo.

– Puede leerlo –.

La muchacha asintió poco a poco comenzó abrirlo, se asombró al encontrar una invitación al interior del sobre y unas palabras escritas en ella.

"Querida Sakura la invito cordialmente a un almuerzo en el Restorán Flor De Loto este día me encantaría que pudiera asistir"

Atte.: Mami Hana

– ¿Bueno y que me dice? – pregunto el abogado mirándola atentamente.

– Si – asintió, tenía un poco de curiosidad de saber quién era esa Señora – estaré ahí.

– Muchas gracias – hizo una reverencia – Señorita Kinomoto.

Shaoran y Eriol se dirigían a la oficina, el ambarino pensaba en lo que había sucedido con su amada Princesa… Al fin se sinceraron y habían arreglado la situación de la noche anterior, se sentía muy feliz porque ambos compartían el mismo sentimiento.

– ¿Y en que quedaron? – preguntó – ¿Ya se hicieron novios? –.

El volteo su cabeza y observo que su mejor amigo lo miraba atentamente… era verdad ¿En que habían quedado? No habían hablado de eso, bueno en que momento en todo caso – rio.

– ¿Dije algo gracioso? – preguntó Eriol nuevamente.

– No – negó con la cabeza – es que me vas a creer que no hablamos de eso.

– Si – ríe – te creo.

– Pero bueno – mirándolo – mejor porque no me cuentas como te fue a ti.

– Yo – se sonrojo moviendo la cabeza – ¿Por qué me preguntas eso? –.

– Por qué no solo tú puedes hacer preguntas – sonrió – querido amigo.

El ojiazul rio por las palabras del castaño.

– Tienes razón – asintió – la invite a cenar esta noche.

– Muy bien – le dio una palmada en el hombro – y yo que pensé que eras lento.

– Oeh – dice cruzándose de brazos – y cómo andamos por casa.

El castaño se puso a reír, su amigo tenía un buen humor hasta en los momentos serios.

– Dejémoslo en que los dos somos lentos – comenzó a decir – para que no tengamos ninguna discusión.

– Me parece – dijo.

– ¿Qué sigue en la agenda? – pregunto el ambarino.

– Tenemos la reunión nuevamente con el grupo de Planificación para la propuesta que queremos ofrecerle al Señor Yamamoto.

– Tiene que estar lista a más tardar mañana Eriol – decía Shaoran moviendo la cabeza – esa licitación es muy importante para nosotros.

– Si estoy – asintió – sé que sería el proyecto del año para la constructora.

– Así es – respondió y volvió a preguntar – ¿Y en la tarde? –.

– Tenemos que seguir supervisando las Construcciones en las afueras de Tokio.

– Ok – dijo suspirando – ojala me de el tiempo para poder verte Princesa – se decía para sí mismo.

– Tranquilo – comentó el ojiazul – terminaremos antes de la cena.

El chino sonrió.

– Créeme que haré todo lo posible para que así sea – volvió a decir Eriol pensando en cierta muchacha que lo acompañaría esta noche.

Y en el edificio donde se encontraba la Revista, Sakura camino hacia el estudio de Tomoyo, vio que su mejor amiga estaba concentrada así que decidió golpear la puerta para captar su atención.

La ojiazul estaba tan concentrada dibujando en su libreta y se dio cuenta que la castaña la observaba sonriendo.

– ¿Sakura? – dijo – pasa.

– Espero no interrumpir nada – decía la muchacha caminando hacia ella.

– No claro que no – movió su cabeza de un lado para el otro.

– ¿Estás trabajando en algún diseño nuevo? – pregunto.

– Creo – respondió mirando la libreta y vaya que fue su sorpresa al darse cuenta que había dibujado el rostro de Eriol Hiragizawa, se sonrojo al notar eso… Sakura la miro y le sonrió.

– Yo – comenzó a decir la ojiazul sentándose en su escritorio – ¿No sé por qué dibuje eso?

– Será que cupido toco a tu puerta – sonrió – como a mí.

– ¿Tu lo crees? – pregunto con duda.

– Que más podría ser amiga –.

– Es que yo – suspiro – no lo sé.

– Tomoyo yo creo que deberías averiguarlo –

– Amiga – dice sonriendo y recordando que ella le había aconsejado algo similar.

– Sonríes porque te acordaste – decía – que tú misma me habías aconsejado algo similar ¿No es así?

– Estas en lo cierto – asintió – esta noche lo averiguare.

– ¿Te invitaron a cenar? –.

– Si –.

– Entonces cuando estés con él te darás cuenta que es lo que realmente sientes –.

– Gracias Sakura – sonrió – pero hablando de sentir – le dice tomándole las manos – cuéntame que te parecieron las palabras del Joven Li.

– Hermosas – suspiro – aun siento como se eriza la piel con tan solo recordarlas.

– Me imagino – comento.

– Anoche no pude contarte como me había ido en la cita –.

– Es cierto – contesto soltándole las manos – te escucho.

– Fue una noche inolvidable – comenzó a decir sentándose a su lado – después de comer algo nos fuimos al Parque donde nos conocimos.

– Que kawai – decía sonriendo de felicidad.

– Ahí hablamos de nuestras vidas personales y ahí también – se sonrojo – me beso.

– ¿Estás hablando en serio? – pregunto asombrada.

Sakura movió su cabeza de arriba hacia abajo.

– Que romántico – suspira – todo esto es sacado de un cuento de hadas y…

– Y por eso me asusta – la interrumpe.

– ¿Por qué es muy perfecto para serlo? –.

– Si – suspiro – tengo miedo.

– Algo inevitable Sakurita – mirándola – te entiendo pero no pienses en eso – moviendo la cabeza de un lado para el otro – solo piensa en el presente y en los hermosos momentos que puedes tener junto a él.

– Gracias amiga por tus palabras – la abraza – siempre encuentras las adecuadas para hacerme sentir bien y tranquila.

– Para que somos las mejores amigas ¿No? –.

– Tienes razón – respondió soltándola – tú también sabes que cuentas conmigo.

– Lo sé – sonrió y pregunto – ¿Almorzamos juntas? –.

– Lo siento – contesto – tengo una invitación almorzar.

– ¿De tu Príncipe azul? –.

– No – comento.

– Bueno – sonrió – te vas con cuidado.

– Gracias –.

Y así paso la mañana, Sakura estaba lista para salir, bajo las escaleras y se dio cuenta que al final de estas estaba estacionado un automóvil negro y un hombre que le sonreía.

– Buenas tardes – decía el haciendo una reverencia.

– Buenas tardes – contesto la castaña.

– Soy el chofer personal de la Señora Hana – empezó a decir mientras abría la puerta – adelante Señorita Kinomoto.

– Muchas gracias – dijo la castaña – ¿Pero podríamos pasar a un lado primero? –.

– Si – asintió – no hay problema.

– Espero no molestar – volvió a decir ella subiéndose al vehículo.

A los segundos…

– No se preocupe por eso – respondió – tenemos tiempo de sobra.

– Gracias – sonrió.

– Usted me indica a donde quiere que vayamos –.

– Es cerca del centro –.

– Ok –.

Así que emprendieron el viaje hacia ella mientras tanto en la sala de reuniones de la Constructora Li & Asociados, ya habían pasado la mayor parte de la mañana encerrados ahí.

El ambarino miro la hora en su reloj y se dio cuenta que ya era la hora de almuerzo, sabía que andaban un poco justos con el proyecto pero no podía dejar que sus colaboradores se saltaran la comida también así que decidió dar un pequeño receso… una media hora para comer o descansar.

Se levantó de su silla y comenzó a estirar sus brazos, tomo su celular y se dio cuenta que una lucecita se prendió… que raro – dijo – ¿Por qué no sonó?

Recordó que lo tenía con el silenciador, deslizo la pantalla y se dio cuenta de un WhatsApp que era de parte de su Princesa.

"Querido Shaoran espero no molestar pero le deje algo con su Secretaria, que tenga una buena tarde… nos vemos a la noche"

El joven sintió una alegría que lo recorrió por completo, así que rápidamente salió de la sala de reuniones y camino hacia su oficina.

Sakura iba en el automóvil todavía, se imaginó la sonrisa de cierto ambarino al ver lo que le había dejado…

– Ojala sea de tu agrado Shaoran –.

– Ya estamos por llegar Srta. Kinomoto.

– Gracias – respondió.

Pero…

– Srta. Tsukino me comentaron que tenía un encargo para mí – preguntaba el muchacho.

– Si Señor – asintió – lo deje encima de su escritorio.

Al decir eso la joven le indica hacia su oficina.

– Gracias – responde caminando hacia allá.

A los segundos ingresaba a su oficina, llego a su escritorio y se encontró con una bolsa de papel en medio de este… estaba tan feliz por la situación que parecía un niño que estaba a punto de abrir su mejor regalo la mañana de navidad.

Saco la bolsa que cubría las cosas y de su interior saco dos envases, uno era una ensalada cesar y el otro era un mousse de chocolate junto a una bebida sin azúcar.

También había una nota que decía…

"Espero que no le moleste que le haya enviado algo parecido a un almuerzo pero no podía dejar que se quedara sin comer nada… ojala que sean de su agrado y lo otro quería hacerle una propuesta

¿Le parece que lo invite a cenar al departamento?... me escribe cualquier cosa y no se sobre exija tanto por favor

Sakura"

Shaoran sonrió aún más porque se sentía querido y amado, hace tanto tiempo que no se sentía que alguien se preocupara tanto por el aparte de su Abuela y mejor amigo… ¿Qué no sabía que hacer o decir?

Saco su celular del bolsillo de su pantalón y marco un número, segundos después escucho que sonaba el tono de marcación.

El vehículo negro se estaba estacionando en las afueras del Restaurante "Flor De Loto" cuando empezó a sonar un celular en su interior… Sakura saco el aparato de su cartera y sonrió inmediatamente al ver quien la llamaba, deslizo la pantalla…

– Joven Shaoran – comenzó a decir.

– Señorita Sakura – decía el ambarino – espero no molestar.

– No para nada – contestó.

– Que bien – dijo – quería agradecerle el gesto que tuvo conmigo y también su invitación a cenar.

– No me dé las gracias por algo tan pequeño – respondía ella – usted se a portado tan bien conmigo que era lo mínimo que yo podía hacer por usted.

Al terminar de decir eso la ojiverde escucho una risa que provenía de la otra línea.

– Esa melodiosa risa – se decía ella – amo escucharla.

– ¿Señorita Sakura sigue ahí? –.

– Si claro – respondió rápidamente.

– Le parece que a las 8 de la noche es buena hora.

– Por supuesto –.

– Entonces hasta después –.

– Hasta después –.

Ambos cortan la llamada y…

– Señorita Kinomoto – dijo el chofer que la observaba atentamente – mi Señora la espera en el salón vip.

– Gracias – respondió mientras salía del automóvil – por toda su ayuda y amabilidad.

– No hay de que – contesto el hombre haciendo una reverencia.

Pero en la oficina de Shaoran, su mejor amigo entraba allí…

– ¿Y eso? – pregunta asombrado el ojiazul mirando al castaño.

– Me lo trajeron – dice abriendo el pote de la ensalada y comiendo su contenido.

– ¿Tu enamorada? – preguntó sonriéndole.

– Pues claro – asintió – por lo menos alguien piensa en mi – rio – ya que mi asistente personal no lo hizo.

– Oye no digas eso – comento mostrándole sus manos.

Eriol traía en su poder dos sándwich de miga.

– Lo siento jefe yo solo le había traído esto humildemente – mirándolo – obviamente no se compara a lo que está comiendo – terminó de decir sentándose al frente del.

– No te ofendas querido amigo – rio.

– No se preocupe – le dice sonriendo y abriendo uno – más para mí.

– Eriol – responde moviendo la cabeza – Eriol.

Sakura ya se encontraba en el interior del establecimiento, camino hacia uno de los salones vip acompañada por uno de los anfitriones, a los segundos llegaron al lugar y entro en él, se asombró un poco al notar que se encontraba completamente sola.

– La Señora Hana viene enseguida – comienza a decir el hombre haciendo una reverencia y saliendo rápidamente del lugar.

Pasaron los segundos que para la muchacha se hacían eternos, se sentía nerviosa y ansiosa ya que no podía imaginar quien era la persona que amablemente la había invitado almorzar.

De pronto escucho que la puerta se abrió así que observo que venía ingresando una mujer adulta.

– Buenas tardes Señorita Kinomoto – decía la mujer llegando a su lado.

La castaña la observo y sonrió.

– Buenas tardes – respondió haciendo una reverencia y de inmediato recordó que ya conocía a esa persona – usted es aquella Señora que…

– Si Hija – la interrumpe – pero por favor toma asiento.

– Claro gracias – asintió.

Mami Hana se sentó al frente de ella y con una gran sonrisa en sus labios.

Saori Kinomoto Tsukino…