Pero Te Conocí…

– Me alegro que hayas podido asistir querida niña –.

– Si – comenzó a decir – tengo que confesar que estaba un poco reacia en aceptar la invitación de alguien a quien no conocía – mirándola – pero la nota que me envió con su abogado me pareció sincera y es por eso que estoy aquí.

– Lamentó no habernos encontrado antes – comento – ni haberme presentado como correspondía esa vez.

– Bueno yo tampoco la deje – rio – lo siento pero estaba un poco apurada.

– ¿Apurada? – pregunta la Señora sonriendo.

– Si – asintió – tenía que entrevistar a una persona muy importante ese día.

– ¿Entrevistar? – volvió a preguntar y sonrió – lamento ser tan curiosa.

– No se preocupe – sonríe – lo que pasa es que soy Periodista y…

La castaña comenzó a comentarle varias cosas de su vida, la Señora Hana la observaba atentamente, aunque ella ya estaba enterada de la vida entera de la ojiverde por los informes que le habían entregado… todo era por una buena causa y para que su último deseo se convirtiera en realidad antes de partir de este mundo.

Sakura se sentía muy bien conversando con esa simpática Abuelita, sentía que la conocía de toda su vida.

– Y algo así es mi vida – termino de decir mirándola.

– Se escucha entretenida –.

– Si – sonrió – no me puedo quejar hasta el momento.

– Qué bueno que sea así – decía la mujer.

– Pero Señora Hana hemos hablado mucho de mí –.

– ¿Y quieres saber de mi querida niña? – pregunto mientras le sonreía – te molesta que te diga así.

– No al contrario – sonrió – me siento feliz que lo haga.

– Gracias por decirlo niña – le regalo una gran sonrisa – lamentablemente mi vida no es tan entretenida como la suya.

– ¿No? – preguntó sin entender.

– Bueno – rio – lo fue hace mucho tiempo atrás – mirándola – ahora en el presente me encuentro sola.

– ¿Sola? – volvió a preguntar la castaña esta vez con tono de tristeza.

– Si – asintió – mi Marido falleció hace años atrás y nunca pude tener Hijos.

– Pero más Familia – comento – ¿No tiene?

– No – negó con la cabeza – la única Familia que tengo por parte de mi Madre se encuentra en el extranjero.

– Yo – dijo.

– En este Pais solo tengo una amiga que es muy cercana a mi – sonrío – es como la Hermana que nunca tuve.

– La entiendo – decía – a mi me pasa lo mismo con mi mejor amiga.

– Qué bueno que tengas una.

– Si – sonríe – lo mismo digo para usted.

– ¿Y el Amor querida Sakura? – pregunto – ¿Tienes Novio? –.

– Yo…

La Señora la miraba atentamente tenia curiosidad de saber esa respuesta ya que eso era lo único que no pudo averiguar sobre ella y era un tema importante.

– Eh yo – comenzó a decir y a pensar en esa pregunta ya que ella no tenía muy claro la relacion que se estaba dando con Shaoran Li.

– Lamento si te incomode con mis preguntas –.

– No se preocupe – contesto moviendo la cabeza.

– De todas maneras si es que no tienes – comenzó a decir – mi mejor amiga Hui Ying tiene un Nieto – sonríe cerrándole un ojo – y déjame decirte querida niña que es todo un partidazo.

Sakura rio al escuchar esas palabras por que recordó las que había utilizado Tomoyo al referirse al joven Li.

– De verdad – seguía diciendo la mujer – es un joven soltero, con buenos modales, sano y lo mejor de todo es que es bastante apuesto.

La muchacha sonreía todavía.

– Así que si quieres te lo puedo presentar uno de estos días – moviendo la cabeza – podría organizarte una cita a ciegas – sonrió – Que te parece.

– Gracias por la ayuda y las recomendaciones Señora Hana – decía – pero tengo que decirle que mi corazón ya está ocupado en estos momentos.

– Oh que lastima – dijo tomándole las manos – pero me alegro que sea así por que sentirse enamorada es uno de los mejores sentimientos que el ser humano puede experimentar.

– Lo mismo pienso yo – respondió sonriéndole y pensando en cierto ambarino que la hacía suspirar.

Justo en ese momento a la castaña le llega una notificación al celular, lo miro y lo primero que se dio cuenta fue de la hora, se asombró al ver que ya habían pasado varias…

– Uf – suspiro – el tiempo pasa volando – dijo mirando a la persona que se encontraba en el otro lado de la mesa.

– Lamento haber quitado de tu tiempo querida –.

– No se preocupe por eso – respondió sonriéndole – yo me la he pasado muy bien junto a usted.

– Gracias por tus palabras – le sonrió – pero antes de que te vayas querida niña – comenzó a decir la Señora Hana levantando su mano hacia uno de los garzones que se encontraban en la puerta del salón.

Al hacer eso el hombre comenzó a caminar hacia ellas venía con una charola y en el interior de esta había una carpeta color verde, se acero hacia la joven para entregársela.

La castaña saco la carpeta y miro a la Señora.

– ¿Esto es? – preguntaba ella.

– Es un regalo para ti – decía sonriendo – puedes abrirlo.

¿Para mi? – pregunto con duda y abriendo la carpeta.

Grande fue su sorpresa al darse cuenta que eran las escrituras del Restaurante que fue de su Familia.

– Pero esto es – dijo mirándola con asombro.

– Como te dije querida niña – contestó – es un regalo.

– Señora Hana yo no entiendo – moviendo la cabeza de un lado para el otro – ¿Es una broma?

– No – comento – se que ese Restaurante fue de tu Familia y que por problemas económicos lo perdieron.

– Si pero – la interrumpe.

– Escúchame por favor – dijo de nuevo la mujer.

– La escucho – asintió la castaña.

– Esta propiedad la compre para ti –.

– No – negó con la cabeza – yo no puedo aceptar algo asi.

Sakura se paró y llego al frente de ella con la carpeta en la mano, la Señora la imito parándose también.

– Claro que puedes hacerlo – dijo tomándole las manos – fue de tu Familia toda la vida.

– Si – asintió – eso es cierto pero por cosas del destino lo perdimos y ahora es suyo.

– Si tienes razón – respondió – pero como te dije lo compre para ti – sonrió – sé que eres muy orgullosa y por eso no quieres aceptar el regalo que te estoy haciendo.

– No es eso Señora Hana es solo que yo – suspira – no acostumbro a recibir las cosas de esta manera.

– Entonces si es por eso querida niña – le soltó las manos – te propongo un trato.

– ¿Qué clase de trato? – pregunto rápidamente.

– Como te comente anteriormente soy sola y necesito a una persona que este a mi lado y me pueda ayudar con los deberes.

– Es que yo – dice – tengo mi trabajo en la Revista y no tengo mucho tiempo libre para dedicarle.

– Podrías ser mi encargada de relaciones públicas – dijo y le pregunto – ¿Qué te parece eso?

– Su encargada – decía – ¿Y en qué consistiría eso? –.

– Bueno tengo que asistir a uno que otro evento de beneficencia, ver los hogares de niños – movió la cabeza – Hospitales y jardines infantiles.

La joven solo la miraba sin decir nada.

– Y todo esto lo haríamos en tu tiempo libre – sonrió – prometo que no te causare ningún problema con tu trabajo ni en tu vida fuera de el.

– Señora Hana –.

– Así no te sentirás que estas en deuda conmigo por el Restaurant – decía – aparte que en primer lugar la que estaba en deuda contigo era yo – asintió – me ayudaste sin pensarlo dos veces.

La ojiverde la miro y vio como le sonreía aquella abuelita.

– Prometo que lo pensare – contestó.

Y al paso de las horas…

– ¿Estás hablando en serio? – pregunto asombrada.

– Si – asintió – sabes que no jugaría con algo así.

– Sakura – sonrió – supongo que le dijiste que sí.

– Que lo pensaría – suspiro resignada – no me quedaba de otra.

– La señora debe sentir mucha estima por ti – comento – para haber comprado el Restaurante y regalártelo así como así.

– Y no sé por qué tanto – movió la cabeza de un lado para el otro – si solo la vi una vez y la ayude a cruzar la calle.

– ¿Pero te preguntaste cuanto tiempo estuvo ella ahí? –.

– Tomoyo –.

– ¿Quizás mucho y nadie la ayudo como tú? –.

– No yo no…

– Amiga tu sabes que las personas de esta época están más preocupados por ellos mismos y por eso no se fijan en su alrededor – suspiro – ya no hay empatía.

– Puede que tengas razón –.

– A mí me parece un gesto noble de la Señora – sonrió – y si te sientes en deuda como dices – la mira – haz lo que te pide aparte que me comentaste que no tiene más Familia – moviendo la cabeza – así que imagínate como se debe sentir.

– Hay Tommy – suspira – me estas creando un cargo de conciencia.

– No es mi intención hacerlo –.

– Ya me siento culpable –.

– Entonces háblale y dile que vas aceptar su propuesta –.

– Está bien – contesto.

Y en la Mansión de la Familia Hana…

– ¿Así que por fin la conociste mejor? – preguntaba su mejor amiga.

– Si – respondió – es una muchacha realmente encantadora, apasionada y llena de vida.

– Qué bueno – sonrió.

– De hecho te podría haber asegurado que hubiera sido la Esposa perfecta para Xiao Lang –.

– ¿Tú lo crees Mami? –.

– Claro – asintió – es una joven muy bien parecida, trabajadora y servicial.

– ¿Pero por qué me dices que hubiera? – pregunto sin entender.

– Por qué me dijo que estaba enamorada en estos momentos –.

Las dos mujeres se colocaron a reír y a los segundos…

– No sabes el peso que llevo en mis hombros al imponerle un matrimonio arreglado a mi querido Nieto – dijo moviendo la cabeza.

– No lo sientas Hui Ying – mirándola – es algo que se escapa de tus manos.

– Desgraciadamente si – suspiro – pero aun así me duele el gran sacrificio que tiene que hacer por la Constructora Mami – la mira – y dejando de lado su propia vida y felicidad.

– Tu Nieto es un buen muchacho – comentó – la Familia y el apellido Li para él lo es todo.

– Lo sé – trato de sonreír – Shaoran es muy noble.

En ese momento comienza a sonar el teléfono de la mansión y a los segundos el mayordomo venía con él.

– Señora – dijo el hombre llegando ahí – lamento interrumpir.

– No te preocupes – responde ella – dime.

– La llama la Señorita Kinomoto –.

Que buena noticia – comento la Señora – pon el teléfono en alta voz y puedes retirarte.

– Como ordene – asintió.

El mayordomo lo hizo y se fue del lugar, Mami Hana comenzó hablar y su mejor amiga la miraba atentamente.

– Buenas tardes querida Sakura – empezó a decir – que bueno que me llamas.

– Si Señora Hana –.

– ¿Supongo que me tienes una respuesta? – pregunto.

– Así es – contesto – acepto su propuesta pero tengo que confesarle que no tengo mucha experiencia en lo que me pidió.

– No te preocupes por eso – respondió sonriendo – yo te enseñare todo lo que pueda.

– Gracias – dijo.

– Te parece que nos veamos mañana –.

– ¿Mañana? – preguntó en tono de asombro.

– A la hora que tú puedas – respondió rápidamente.

– Okey – dice – ¿Le parece en la tarde como las 5?

– Por mi está bien –.

– Entonces hasta mañana Sra. Hana –.

– Hasta mañana querida Sakura –.

Al decir esas últimas palabras la comunicación se corta y…

– Se escucha una persona dulce –.

– ¿Cierto? – comento sonriendo – ¿Vas a venir mañana para conocerla? – pregunta.

– Por supuesto Mami – asintió sonriendo – te prometí que te ayudaría en lo que pudiera aparte que siento curiosidad de conocerla.

– Gracias Hui Ying – le dice tomándole las manos – sé que te va a encantar.

Ambas sonrieron pero en la Revista Nuevo Día…

– Ya listo – dijo la castaña mirando a su mejor amiga quien le sonreía.

– ¿Por lo que escuche la veras mañana? –.

– Si – asintió – en la tarde no tengo tanto trabajo... creo – rio.

– Amiga tú puedes hacerte el tiempo – le comento.

– Tienes razón pero por el momento cambiemos el tema – sonrió – y sígueme contando del joven Eriol.

– No hay nada que contar – dijo sonrojándose.

– Lo siento – se puso a reír – pensé que sí.

– No veas cosas donde no las hay – decía Tomoyo moviendo su cabeza.

– Todavía – responde la ojiverde rápidamente.

La ojiazul se sonrojo aún más.

– Mejor dejemos el tema – comenzó a decir – ahí de Eriol Hiragizawa y hablemos de Shaoran Li.

– Está bien – responde – lo invite a cenar al departamento esta noche.

– Ya – asintió.

– No te molesta ¿Verdad? – pregunto.

– No amiga – sonrió – tranquila.

– Gracias – contestó – le dije que anduviera como a las 8 – rio – si es que se desocupa.

– Tu Príncipe azul es una persona bastante ocupada Sakurita.

– Si – suspiro – y eso me preocupa tengo que confesarlo.

– Lamentablemente – comenzó a decir – el mundo de los negocios es así.

– Me lo imagino – asintió – el pobre ni si quiera tiene tiempo para comer.

– Pero tú puedes ayudarlo con eso ¿No? – preguntó sonriéndole.

– Si – sonrió mostrándole su puño – juro que de ahora en adelante hare todo lo posible para ayudarlo en lo que pueda.

Amiga – ríe – sé que lo lograras.

Las dos se miran y sonríen…

Saori Kinomoto Tsukino…