Pero Te Conocí…

– ¿Entonces es uno de sus favoritos? – preguntaba la ojiazul.

– Si – contestó asintiendo – casi siempre venimos con Shaoran – rio – bueno cuando hay tiempo.

– Son personas muy ocupadas – respondía ella – por lo que se.

– Así es – sonrió – pero no me quejo ya que me gusta lo que hago.

– Eso es bueno – movió la cabeza – sentir pasión por su trabajo.

– Si – respondió – y me entretiene – mirándola – porque vivo solo ya que toda mi Familia se encuentra en el extranjero.

– ¿Su Familia? – pregunto asombrada – ¿En serio? –.

– Claro – dijo – mi Madre y mis Hermanos, mi Padre falleció cuando yo era muy pequeño por eso yo tuve que hacerme cargo de mi Familia… me correspondía ser el hombre de la casa.

Tomoyo Daidouji escuchaba atentamente las palabras del joven.

– En mi adolescencia trabaja de día y estudiaba en la noche – mirándola – y en un reemplazo que hice en el departamento del aseo de la Constructora Li conocí a Shaoran y su Padre, ellos me acogieron como un miembro más de su Familia y el Señor Hien me mando a la Universidad hacer una carrera y apoye a Shaoran en todo lo que he podido desde entonces – sonrió – y desde ahí que Li y yo nos volvimos inseparables…

– Yo – decía – lamento haberlo preguntado.

– No se preocupe por eso – asintió mirándola – nuestra realidad es así y no se puede cambiar.

– ¿Nuestra realidad? – se preguntaba la ojiazul mirándolo.

– ¿Dije algo malo? – preguntó el muchacho al notar que ella no le hablaba.

– No – negó con la cabeza – al contrario gracias por contarme algo tan personal.

– No hay de que – sonrió – nunca me he avergonzado de mis orígenes porque gracias a mi esfuerzo y a la Familia Li hoy soy lo que soy… un hombre de valores, trabajador y completo.

– Admiro sus palabras joven Eriol – sonríe – porque a pesar de todas las dificultades salió adelante por usted y su Familia.

Al decir eso Tomoyo coloca su mano sobre la del en la mesa.

– No sabe cuán importante son sus palabras Señorita Tomoyo – mirándola con amor – para mí.

La muchacha sintió su corazón saltar de alegría en su interior al escuchar esas palabras, ahí entendió que un sentimiento crecía en su interior por aquel ojiazul que la miraba con tanto amor y le dedicaba una sonrisa tan natural y genuina.

Justo en ese momento una persona se paró al lado de ella… ¿Tomoyo?

Ella volteo su cabeza y se dio cuenta que no era nada más ni nada menos que Rey Daidouji, rápidamente saco su mano sobre la del muchacho y de inmediato se paró hacer una reverencia.

Eriol quedo un poco sorprendido por la situación así que la imito.

– Buenas noches Padre – decía ella.

– ¿Padre? – se dijo y rápidamente dice en voz alta… Buenas noches – haciendo también una reverencia.

El hombre mayor lo mira y asiente, después mira a su Hija.

– Recuerda que el compromiso con la Familia Wen es el fin de semana – dijo – espero que seas puntual.

"Compromiso" – pensó la ojiazul…esa fue la palabra que quebró su corazón en dos – Estaré a la hora acordada – asistió con una reverencia.

– Que así sea Tomoyo – la mira – y si ahora me disculpan me retiro.

– Adelante – respondió el joven mientras que la muchacha miraba hacia el suelo.

El imponente Padre de Tomoyo se retira y ella se sienta suspirando…

– ¿Está bien? – pregunto Eriol sentándose a su lado.

– Si – contesta en voz baja.

– ¿Esta segura? – volvió a preguntar un tanto preocupado.

– Lo siento joven Eriol – dice parándose – tengo que ir al tocador.

– Claro – dice le parándose también.

La ojiazul sonríe levemente y comienza a caminar hacia el baño, una vez ahí llega al lavado… se miró en el espejo y una pequeña lágrima resbalo por su rostro.

Por más que se desligo de su Familia hace años sabía bien que de su compromiso nunca podría hacerlo… Hubiera deseado que esto no sucediera justo en el momento en que estaba segura que había conocido al hombre indicado para ella.

No había tenido ninguna relacion con nadie en todos estos años, en todo caso eso nunca le importo, solo se dedicó a cumplir el sueño de ser Diseñadora ya que no sacaba nada con hacerse ilusiones con un hombre porque sabía que estaba condenada a un Matrimonio arreglado… a un Matrimonio sin amor y solo por conveniencia

Sus Padres nunca la apoyaron con su sueño pero tampoco le prohibieron realizarlo, solo se hicieron a un lado y dejaron que ella hiciera lo que quisiera…

Pero sabía que su compromiso seria anunciado cuando su Prometido llegara del extranjero y al parecer eso ya paso.

Suspiro mirándose al espejo, esto es algo que nunca podría evitar, solo tendría que acatar lo que sus Padres le impusieron y comprometieron desde su cuna…

Shaoran y Sakura se encontraban en la cocina, ambos estaban con delantal… El muchacho amasaba y la joven estiraba con el uslero.

Después de tener varias masas la ojiverde las paso por la máquina para darle forma a la pasta.

Se veían realmente felices, reían y compartían este momento tan maravilloso.

Al paso del tiempo Shaoran se sacó el delantal y se sento a observar el hermoso ángel que tenía ante sus ojos, tan bello y radiante… se sentía tan feliz

Sakura vertió la pasta en la olla con agua caliente después de eso miro hacia la mesa y vio al ambarino que le sonreía… también se sentía feliz, llena de amor y todo era por culpa de ese hermoso Príncipe que tenía ante ella

Y… se sintió el timbre del Departamento

– ¿Esperas a alguien? – pregunto el castaño.

– No que yo sepa – respondió.

– Bueno voy – dijo parándose.

El chino llego a la puerta y la abrió, se encontró de cara con Tsuyoshi Yama… el mejor amigo de su Princesa

– Buenas noches – comento Li.

Tsuyoshi lo miro y se asombró un poco al ver al chino ahí.

– Hola – contestó y pregunto – ¿Se encuentra Sakura? –.

– Si claro – asintió.

Pero de a dentro se escuchó…

– ¿Shaoran quién es? – preguntaba la joven.

– Es tu amigo – respondió mirándola.

La ojiverde camino hacia ella y sonriendo llego a la puerta.

– Tsuyoshi – dijo.

– Buenas noches Sakura –.

– Que bueno que vienes – decía ella tomándolo del brazo – ven pasa.

– Espero no interrumpir nada – comentaba mientras era arrastrado al interior del departamento.

Una vez adentro Sakura lo suelta…

– No claro que no – moviendo la cabeza – ¿Cierto Shaoran? – la muchacha toma del brazo al ambarino y le sonríe.

El ojiazul los miro fijamente.

– Por supuesto que no Princesa – respondió sonriéndole a ella y luego mirando al joven al frente de ellos – es tu amigo así que no hay ningún problema.

– Gracias – asintió.

– Ponte cómodo – comenzó a decir Sakura mirándolo y caminando hacia la cocina – vamos a cenar pasta con Shaoran – sonríe – así que si no lo has hecho todavía puedes acompañarnos.

– Sakura gracias – dijo caminado hacia ella para pasarle los presentes que le traía – estos regalos eran para ti.

El ambarino se sento nuevamente en la mesa y observo toda la situación, sintió un poco de incomodidad al ver que su amada recibía regalos de alguien más pero se dijo así mismo que no iba a pensar en cosas que no eran… porque él estaba seguro que Sakura lo amaba y que ellos solo compartían una bella amistad.

– Gracias Tsuyoshi – respondía la muchacha – pero sabes que no es necesario.

– Lo sé pero quería tener un detalle contigo – comento – por eso te traje tus flores preferidas.

El ojiazul miro el jarrón que había en el centro de la mesa asocio al tiro que esas flores se las trajo el joven que lo estaba observando sin ninguna expresión en su rostro.

– Que son los lirios – termino de decir mirando al chino y luego sonriéndole a ella.

Shaoran frunció un poco el ceño al escuchar eso… ¿Lo dijo con alguna mala intención? – se preguntó.

Pero…

– Y este otro regalo – pasándole la bolsita color morada – es mi nuevo libro.

– Gracias – dice Sakura abrazándolo y soltándolo – de verdad lo estaba esperando con ansias.

– ¿Libro? – pregunto el castaño.

– Lo que pasa es que Tsuyoshi es escritor – comento la ojiverde mientras dejaba el regalo en la mesa del living.

– ¿Escritor? – asentía el ambarino mirando al joven que tenía al frente – interesante.

– Si – asintió sentándose en la mesa – esa es mi forma de ganarme la vida.

Ambos muchachos se encontraban frente a frente…

– Debe ser entretenida la vida de un escritor – comentaba Li.

– Si hasta cierto punto – comenzó a decir – cuando escribo me siento feliz – sonrió – crear un mundo con tu propia imaginación es fantástico – mirándolo – hacer y deshacer también lo es – suspiro – pero el hecho de los plazos y las exigencias de mi Editor – movió la cabeza – los viajes, las promociones y la Prensa… me superan un poco todavía.

– Tsuyoshi – decía Sakura.

– Tengo que reconocer que nos parecemos un poco – comenzó a decir Shaoran – joven Yama.

– ¿Si Li? – pregunta mirándolo – ¿A todo esto a que se dedica usted? – le volvió a preguntar.

– Shaoran es Arquitecto – dijo la joven colocando los platos en la mesa – y tengo que decir que es uno de los mejores.

– Gracias Princesa – comentaba el chino sonriéndole – por tus palabras.

– No hay de que – le respondió con la misma sonrisa.

El muchacho al frente de ellos los miraba atentamente, la castaña realmente estaba enamorada y al parecer el chino también le correspondía el sentimiento.

– Mi Profesión es similar a la suya – decía el castaño sacándolo de sus pensamientos.

– ¿Si? – pregunto como si nada.

– Yo también creo – le explicaba – todos los proyectos que los arquitectos tenemos que hacer se imaginan en la mente y después se ejecutan en papel.

– Al parecer tenemos varias cosas en común – decía tomando de su copa.

– No podría haberlo dicho mejor yo – dice alzando su copa.

– Bueno – comenzó a decir la ojiverde sentándose al lado de su amado – ahora podemos cenar.

– Por supuesto – dicen ambos jóvenes.

Y de vuelta a los ojiazules…

Eriol miraba la hora en reloj, estaba un poco preocupado por que ya habían pasado más de 15 minutos y su enamorada no salía del tocador… Se dio vuelta para mirar hacia ese lugar y se dio cuenta que Tomoyo venia hacia el…

El sonrió al verla, se paró de inmediato y segundos después ella ya estaba a su lado.

– Disculpe la demora – dijo llegando ahí.

– No se preocupe por eso – comento corriéndole la silla.

– Gracias – asintió.

– ¿Se encuentra bien? – pregunto el joven sentándose al frente de ella.

– Si – contesto.

– ¿Segura? – volvió a preguntar sonriéndole – porque si no es así – mirándola – nos podemos ir cuando usted lo disponga.

– ¿Haría eso por mí? – esta vez ella le pregunto.

– Eso y mucho más – rápidamente le respondió con una gran sonrisa.

Tomoyo sintió una puntada en su corazón, una tristeza la invadió de nuevo así que bajo su vista hacia sus manos.

Eriol se dio cuenta de eso…

– Espero no haberla incomodado con mis palabras Srta. Tomoyo –.

– No – movió la cabeza – todo ha sido perfecto – mirándolo – es solo que me siento indispuesta… lo siento

– No hay problema – responde el ojiazul – así que no lo sienta.

El joven le pidió la cuenta al garzón y segundos después ya iban saliendo del Restaurant…

– ¿Quiere que la lleve a su casa? – pregunto el muchacho.

– No – negó con su cabeza – ahí se encuentra Sakura en compañía del joven Li y no quisiera ser una molestia para ellos.

– La entiendo – asintió – entonces le parece que demos un paseo por el Parque que está al frente.

Al decir eso le indica hacia ese lugar…

– ¿En el Parque? – decía ella mirándolo y luego mirando hacia allá.

– No quiero ser insistente pero si no quiere hablar – movió la cabeza – por mí no hay problema – mirándola – podemos solo sentarnos y observar el hermoso cielo que tenemos esta noche.

La muchacha asiente así que comenzaron a caminar hacia ese lugar, llegaron a la primera banca que encontraron y se sentaron ahí.

Eriol se cruzó de piernas y observo a las personas que pasaban por ahí, algunos eran parejas que iban de la mano, otros estaban haciendo deporte y las restantes paseaban a sus mascotas.

– Gracias por todas las atenciones que me dio esta noche – dijo Tomoyo mirándolo – joven Eriol.

– No hay de que – respondió mirándola – para mí ha sido un placer compartir esta noche con usted.

– Yo – decía ella.

– No quiero que se sienta avergonzada por mis palabras – moviendo la cabeza – ni por mis cumplidos – sonrió – ya que todo lo hago porque me nace.

– Hasta el último momento sigue siendo un caballero – comento la ojiazul – gracias.

– Es lo menos que podría hacer –.

– ¿Quisiera hacerle una pregunta joven Eriol? –.

– Adelante – asintió – puede preguntar lo que quiera.

– Esta mañana en mí estudio usted me pregunto cuál era mi siguiente sueño –.

– Si – sonríe – lo recuerdo.

– Y yo le dije que era todo lo que una mujer sueña – moviendo la cabeza – y me dijo que también era el suyo.

– Señorita Tomoyo – comenzó a decir acercándose a ella y tomándole la mano – mi sueño también es tener una Familia.

– ¿Cómo? – dice asombrada.

– Que quiero casarme y tener Hijos – le sonríe – y si me lo permite quisiera hacer todo eso con usted.

No podía creer lo que estaban escuchando sus oídos… su corazón latió muy rápido porque se dio cuenta que el sentimiento que alberga su corazón era correspondido por aquel muchacho que la miraba con ojos de amor y le regalaba la sonrisa más hermosa y natural que alguien le haya brindado en su vida.

Saori Kinomoto Tsukino…

"N/A: hola como están espero que muy bien, deseo de todo corazón que su navidad y año nuevo hayan sido muy buenos acompañados de sus seres queridos…

Que este nuevo año sea mucho mejor que el que se nos fue para todos.

Gracias (como siempre) por todo…

He aquí otro capítulo de esta tierna historia gracias por las visitas y por los bellos comentarios…

Nos estamos leyendo… besos y abrazos a la distancia"